• No se trata de ninguna enfermedad de transmisión sexual ni ligada al sexo. Se trata de una anomalía muy frecuente, que afecta sobre todo en edades pediátricas CAUSAS Se cree que la causa de la fimosis es congénita, pero también puede ser debida a retracciones forzadas del prepucio de los bebés durante su higiene por los padres, que crea anillos fibrosos en el prepucio y adherencias balanoprepuciales. En los adultos las causas son: la balanopostitis crónica o recidivante, sobre todo en diabéticos balanitis xerótica obliterante Traumatismos (directos, actos sexuales violentos, manipulaciones urológicas) CLASIFICACION
El tamaño de dicho orificio es variable: la mayoría de
veces es relativamente grande y redundante, estrechándose por delante y sobrepasando el glande en varios centímetros, pero en ocasiones, el orificio es puntiforme e impide totalmente la salida del glande. Esta anomalía puede acompañarse de adherencias prepuciales, que dificultan aún más el descubrimiento del glande. Generalmente la fimosis no causa alteraciones de la micción (solo en casos muy avanzados el tamaño del orificio está muy cerrado impidiendo totalmente la salida de orina y provocando disuria). CLASIFICACION Se ha hecho una clasificación de la fimosis en 3 categorías: Fimosis Puntiforme: aquella en la que el orificio prepucial es de un diámetro mínimo, apenas apreciable, con la piel circundante de aspecto y grosor normales. Fimosis cicatricial o anular no retraible: aquella en que la piel que rodea el orificio prepucial está indurada o engrosada, habitualmente por balanopostitis previas. Fimosis anular: aquellos casos que no puedan incluirse en ninguno de los dos grupos anteriores, estando el prepucio estrechado en mayor o menor medida y por alguna circunstancia existan complicaciones o fracaso para la retracción. FIMOSIS Y PARAFIMOSIS Hay que diferenciar la fimosis de la parafimosis lo cual es una urgencia urológica producida por la inflamación o edema del prepucio, que impide el recubrimiento del glande tras su retracción forzada y que produce una constricción o estrangulamiento del glande por un anillo del prepucio que se ha retraído, con riesgo de necrosis del glande, que puede ocasionar su pérdida. Es relativamente frecuente en adultos con sondaje urinario y en niños tras sus primeras manipulaciones peneanas. La peor complicación aguda es la parafimosis. En esta situación aguda, el glande está hinchado y adolorido, y el prepucio se encuentra inmovilizado por la inflamación, en una posición parcialmente retraída. La parte proximal del pene sigue flácida. La parafimosis es considerada una emergencia COMPLICACIONES Coito doloroso: debido a la falta de deslizamiento del prepucio sobre el glande y el pene.
Balanitis: es la infección del pene, debido a la acumulación de esmegma
en el espacio balanoprepucial.
Infecciones de orina: si la infección del esmegma asciende por la uretra.
Problemas en la micción: que oscilan desde disuria, hasta retenciones
agudas de orina de repetición y que requieren sondaje urinario.
Adherencias balanoprepuciales: es la unión del prepucio con el glande,
que complica más la fimosis y que pueden estar presentes en ausencia de fimosis. COMPLICACIONES Cáncer de pene: es una complicación rarísima, con una incidencia menor de 1/100.000 varones al año, que puede ser debida a la persistencia de fimosis después d]e la pubertad
Parafimosis: se da cuando el glande pasa de forma forzada a
través de un anillo fimótico estrecho, a continuación se edematiza, se inflama, y no puede regresar a la posición normal. Los cambios inflamatorios progresan en la parte retenida bajo presión (glande) y no cesarán hasta su reducción manual o quirúrgica. Debe evitarse con una manipulación adecuada ante la existencia de fimosis. TRATAMIENTO Antes de recurrir a la circuncisión, el tratamiento con corticoides tópicos indicados por el pediatra a partir de los tres años durante unos dos o tres meses y con la ayuda de retracciones suaves puede solucionar la fimosis. La circuncisión se realizar a partir de los tres años de edad, pues antes, la mayoría de las estrecheces prepuciales son reversibles. Después de los tres años, el propio niño en su higiene diaria y más tarde con la masturbación, permite la solución de la mayoría de las supuestas fimosis. El tratamiento consiste en la circuncisión, que desde un punto de vista médico debe realizarse por un urólogo en condiciones de asepsia y con el material quirúrgico necesario. CIRCUNSICIÓN Según el diccionario, circuncidar significa exactamente «cortar circularmente una porción del prepucio». Se trata de una operación quirúrgica rápida y sencilla cuyo objetivo es conseguir que el glande quede al descubierto para que la erección se desarrolle adecuadamente. No todas las fimosis son iguales. Hay muchos grados. Las más molestas son aquellas que impiden una erección completa. En estos casos es cuando se aconseja la circuncisión. Si, al llegar la pubertad, el prepucio continúa demasiado estrecho, lo mejor es consultar a un médico. En ningún caso se debe forzar estirando la piel. En algunas culturas, como entre los judíos ortodoxos y los musulmanes, existe la costumbre de practicar la circuncisión a los niños pequeños en el transcurso de una ceremonia religiosa. GRACIAS