Universidad Católica de Honduras

“Nuestra Señora Reina de la Paz”

Campus San Pedro - San Pablo

Asignatura: Trastornos del Aprendizaje

Catedrática: Doris Canales de Reynaud Ph. D.

Trastorno del aprendizaje según Newell Carlyle Kephart

Karla Yamileth Reina Aguilar

Marzo, 2018.
Newell Carlyle Kephart (1911-1973)

Nació en Parker, Kansar, el 24 de enero de 1911. Recibió el Ph. D. grado en bienestar

infantil de la Universidad de Iowa. En 1946 se unió a la facultad de Purdue

University, donde se desempeñó como profesor de psicología y educación, fue

director de Achievement Center for Children, un centro de investigación y

tratamiento para niños discapacitados. Kephart, es considerado como uno de los

profesionales que más contribuciones realizó tanto en la teoría como en la práctica de

la educación especial vidas (Journal of Special Education, 1979).

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Sus trabajos fueron enfocados en realizar tanto el diagnóstico, como el

tratamiento de las dificultades de aprendizaje; el cual beneficio a tanto a

niños como a los maestros que se enfrentaban a este reto. En la década de

1960 es utilizado en Estados Unidos el entrenamiento perceptivo – motor en

el cual Kephart fue un líder colaborador. También recalcó la importancia que

tienen los padres por lo que deben involucrarse directamente para el

desarrollo de sus hijos para un mejor rendimiento en todas las áreas de sus

vidas (JSE, 1979).

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Según los autores Tannhause, Rincon y Feldman (1996) Kephart público su
libro en ingles en 1960 y en español (“El niño retrasado”) en 1968, este
causo un impacto en el criterio de los especialistas del desarrollo infantil y
su lectura fue obligatoria para la mayoría de los cursos de educación
especial. Kephart se enfocó en el efecto del movimiento sobre la
percepción y el de la percepción sobre los procesos superiores del
pensamiento. Las investigaciones sobre la función cerebral, como los de
Lashley (1929), Hebb (1949), Harlow (1951), Penfield y Roberts (1959) y
Hunt (1961), constituyeron la base de las teorías de Kephart. Su asociación
con Gerald Getman y Jane Ayres se refleja también en su metodología.

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Continúan manifestando los autores anteriores que en el año de 1966, se desarrolla
la escala de medición más precisa tomando como base los ítem del test del libro
original “The Slow Learner in the Classroom” esta escala fue publicada como
“Purdue Perceptual Motor Survey” por Roach y Kerphart. Este test fue utilizado
por profesores de educación física, Psicólogos profesionales de educación especial
y equipos clínicos, quienes se guiaban para lograr establecer un diagnostico a niños
con problemas de aprendizaje Por ello los hallazgos de diagnosticos pudieron
establecerse con claridad y se logró dar las soluciones sugeridas en el libro “The
Slow Learner in the Classroom”.

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La Evaluación perceptivo-motriz de Purdue, elaborado por Roach y
Kephart, en el año 1966, según Martin-Lobo (2002) este test fue diseñado
para niños de 6 a 10 años, el cual media lo que era la Postura, Equilibrio,
Esquema corporal, Escritura, Control ocular y Reproducción escrita de
formas. En lo que concierne al balance y postura se le solicita al niño que
ejecute una serie de 8 tareas destinadas a evaluar la habilidad para saltar,
brincar mientras se mantiene el equilibrio, debe de andar en diferentes
direcciones según sean las instrucciones.

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En esquema corporal o imagen corporal y diferenciación, el niño
debe identificar las diferentes partes del cuerpo e imitar
movimientos. Perceptivo – motor debe realizar círculos, doble
círculos, líneas, ejecutar 8 tareas escritas rítmicamente. Control
ocular, seguimiento ocular de ambos ojos, convergencia.
Percepción de la forma, se le solicita al niño dibujar en una hoja de
papel, formas geométricas, círculos, cuadrados, triángulos,
rectángulos (Baena, Granero & Ruiz, 2010).

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Godfrey y Kephart (1969) según lo cita Muñoz (1991), hace énfasis en la
lista de chequeo y técnicas para evaluar los patrones fundamentales de
movimiento, mediante la observación y registro en niños de edad preescolar.
Con este método de observación y evaluación cualitativa, varios niños
pueden ser observados y evaluados en un corto tiempo, con esto cada
maestro y padre puede identificar alguna dificultad y por ello interesarse en
el desarrollo motor, a la vez verificar las dificultades en la coordinación; es
importante ver tanto la calidad como la cantidad de movimientos que estos
realizan, para identificar cualquier falla. El crecimiento físico y el desarrollo
fisiológico son considerados fundamentales de la actividad motora.

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Tannhause et al. (1996) mencionan que Kephart en colaboración con
Ebersole publicaron en 1968 el libro “Steps to Archievement for the Slow
Learner” de Ebersole; en el cual explican tanto la base y modelo teórico de
forma tal que mucho más maestros podrían comprender e interpretar la
conducta del aprendizaje. También mostró cómo combinar métodos
desarrollados por otros especialistas en problemas de aprendizaje en un
programa global. Estas publicaciones aportaron mayor conocimiento sobre
cómo y porque los niños aprenden.

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En su obra Cratty (1990) narra sobre los enfoques de Kephart donde manifiesta que es
necesario identificar en los niños lo que él denominó “generalizaciones motrices”.
Estas incluyen postura y equilibrio, locomoción, contacto y recepción y
propulsión. Describe la postura y equilibrio que aquellos niños que no pueden
orientar bien sus cuerpo en relación con “la única constante del universo” (la
gravedad), no podrán formular juicios perceptuales adecuados. Y lo que respecta la
Locomoción la actividad locomotriz ayuda a los niños a conocer la dinámica de sus
relaciones con los objetos y cosas. En consecuencia, un niño que presenta una marcha
torpe puede pasar demasiado tiempo observando sus pies, lo cual, al impedirle
organizar eficazmente el mundo que lo rodea lo disminuirá en lo perceptual..

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Sigue afirmando Cratty (1990) que lo que respecta a Contacto, Kephart sugiere que
los déficits en las destrezas manipulativas impiden al niño cobrar conciencia de
objetos, formas y texturas. Más aun, Kephart sostiene que a medida que los niños,
por intermedio de la actividad manipulativa, se vuelven conscientes del espacio
inmediato, estos datos visomotores al espacio distante. Considera que los
problemas de manipulación a su vez se reflejaran en dificultades resultantes de las
tentativas del niño por organizar el espacio más lejano. Describiendo la recepción y
propulsión esta cuarta generalización se deriva de las experiencias del niño tirar y
agarrar pelotas que le son lanzadas. Durante esta actividad el niño aprende acerca
de las velocidades, los tamaños y las distancias en el espacio lejano.

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También en su teoría refleja otras generalidades motrices, a partes de las ya
mencionadas, entre ellas esta lo que es la imagen corporal y la lateralidad.
Describe la imagen corporal como un conjunto, sumamente rico y variado,
de percepciones que se forman a medida que los niños mueven sus cuerpos
en distintas formas y en varios medios. La lateralidad supone la capacidad
para coordinar un lado del cuerpo con el otro y para discriminar
cognitivamente entre ambos. Según Kephart, al carecer de esta el niño
tendría problemas que suponen direccionalidad en el espacio, como los de
inversión de letras (estrefosimbolia) y los de colocación incorrecta de letras
en palabras (Cratty, 1990).

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Por lo que se puede decir que la lateralidad se relaciona con la
direccionalidad como ser al formar juicios sobre derecha-izquierda, el
niño debe proyectar su imagen corporal y su dimensión derecho-
izquierda en el espacio. Es de esta hipótesis que surge el entrenamiento
de la imagen corporal para corregir los problemas de inversión de letras
en la lectura y escritura (Cratty, 1990).

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Según Cratty (1990), por todo lo anterior, Kephart advierte que las
generalizaciones motrices deber ser bien establecidas o identificadas
en cada niño ya que ello le permitirá organizar perceptualmente el
mundo, lo cual a su vez le dará un correcto funcionamiento
intelectual y si existe una deficiente coordinación motriz tiene
posibilidades de que el niño sea desorganizado en lo perceptual y
esto lo hará incapaz en lo intelectual.

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Por lo que Bravo (2002) la menciona como la teoría psicomotora de
Kephart, teniendo en consideración que los procesos psicomotores serian
esenciales para internalizar esquemas consistente del mundo exterior, ya
que al desarrollar los esquemas psicomotores también se desarrollan los
procesos conceptuales superiores; considerando la psicomotrices finas
como el origen en la rehabilitación de los trastornos de aprendizaje de la
escritura y en el logro de un esquema corporal y espacial al aprendizaje de
cálculo y de la lectura.

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Esto se hace dentro de los prerrequeisitos de los primeros aprendizajes escolares,
remarcando en la adquisición de las capacidades sensomotoras que influyen en lo
que es la lectura, escritura y en las primeras nociones de matemáticas, para poder
ayudar al niño se debe situar en la etapa adecuada de desarrollo, para realizar una
ayuda integral y completar las capacidades que le faltan (Gomedio, Fuentes y
Zulaika, s.f)

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Existe un sin número de juegos para el entrenamiento de la percepción
de las formas según Kephart (1999) aplicamos ejercicios visuales de
rompecabezas, laberintos, figuras de palos, etc. para entrenar a
alumnos con poca percepción para construir formas. En general, se
trata de tareas donde los niños han de igualar y reproducir diversas
formas de patrones. Funcionalidad visual y programa de
entrenamiento óculo motor para la mejora de la velocidad y
comprensión de lectura (Pérez, s.f).

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(Pérez. s.f)

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Tannhause et al. (1996) estos autores hablan que Kephart es considerado uno de los
pioneros que dedico su vida a la búsqueda de las respuestas a todas las interrogantes que
surgen sobre la forma de cómo y por qué los niños aprenden. Por lo que el “Academic
Therapy Journal” publicó un homenaje a Kephart, fallecido el 12 de abril de 1973. El
cual se lee:
La pérdida de Kep será enormemente sentida por sus colegas y amigos, pero
el trabajo por él comenzando y su espíritu continuaran en el ´N.C. Kephart
Glen Haven Achievement Center´, Furt Collins, Colorado, en universidades y
clases de todo el mundo y en los corazones y mentes de innumerables
maestros e incontables niños (p.17).

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Gracias por su atención

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 Referencias
Baena Extremera, A., Granero Gallegos, A., Ruiz Montero, P.J. (2010). Procedimientos e
instrumentos para la medición y evaluación del desarrollo motor en el sistema educativo.
Journal of Sport and Health Research. 2(2). Pp. 63-18.

Bravo Valdiviero L. (2002). Psicologia de las dificultades del aprendizaje escolar. Editorial
universitaria.

Cratty, B. J. (1990). Desarrollo perceptual y motor en los niños. L. Justo (Ed. & Trad.), Perceptual
and motor development in infants and children (second edition).

Gomendio, M., Fuentes, M. y Zulaika, Lm. (s/f). El movimiento en el desarrollo infantil.

Recuperado de
https://ocw.ehu.eus/pluginfile.php/167/mod_resource/content/1/2_MATERIALES_DE_E
STUDIO/3_3_Nuevas_vias_para_la_intervencion_en_EF.pdf

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Journal of Special Education (1979). Newell Carlyle Kephart (1911-1973): A Biographical
Sketch. 13(3). Resumen recuperado de la base de datos DeepDyveLibrary.

Martin-Lobo P. (2002). Procesos e instrumentos de evaluación neuropsicológica. Recuperado

dehttps://www.academia.edu/32928418/Procesos_e_instrumentos_de_evaluaci%C3
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Muñoz M. L. A. (1991). Evaluación de las Habilidades motoras y Crecimiento fisico de los

Niños de un jardin infantil. Educación Física y Deporte, vol. 13.

Perez, V.M. (s.f) Funcionalidad visual y programa de entrenamiento óculo motor para la
mejora de la velocidad y comprensión de lectura. Centro Nacional de Innovación e
Investigación Educativa (CNIIE).

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