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LA ECONOMÍA

ABIERTA
Los flujos internacionales de
capitales y bienes
Stefanny Ariza Baldiris
Alejandro Guerrero Pájaro
• Aun cuando nunca abandonemos nuestra ciudad, participamos
activamente en la economía mundial. Por ejemplo, cuando vamos a
la tienda de alimentación, podemos elegir entre las manzanas
españolas y las uvas producidas en Chile. Cuando hacemos un
deposito en nuestro banco local, este puede prestar esos fondos a
nuestro vecino o a una empresa japonesa que está construyendo
una fabrica fuera de Tokio. Como nuestra economía está integrada
con otras muchas de todo el mundo, los consumidores tienen más
bienes y servicios entre los que elegir y los ahorradores tienen más
oportunidades para invertir su riqueza.
• En los capítulos anteriores, hemos simplificado nuestro análisis
suponiendo que la economía estaba cerrada. Sin embargo, en la
realidad, la mayoría de las economías están abiertas: exportan
bienes y servicios a otros países, importan bienes y servicios de
otros países y piden y conceden prestamos en los mercados
financieros mundiales.
Esta figura da alguna idea de la importancia de estas relaciones inter- nacionales
mostrando las importaciones y las exportaciones de diez grandes países
industriales en porcentaje de su PIB. Como muestra la gura, las exportaciones de
Estados Unidos representan alrededor de un 9 por ciento del PIB y las
importaciones alrededor de un 14 por ciento. El comercio es incluso más
importante en otros muchos países; por ejemplo, en Canadá́ y China las
importaciones y las exportaciones representan alrededor de un cuarto del PIB y
en Alemania alrededor de un tercio. En estos países, el comercio internacional es
fundamental para analizar el desarrollo económico y formular la política
económica.
• En este capitulo, iniciamos nuestro estudio macroeconómico de una
economía abierta. Comenzamos en el apartado 6.1 abordando las
cuestiones de medición. Para comprender como funciona una
economía abierta, debemos comprender las variables
macroeconómicas clave que miden las relaciones entre los países.
Las identidades contables revelan una idea clave: el movimiento
internacional de bienes y servicios siempre va acompañado de un
movimiento equivalente de fondos para financiar la acumulación de
capital.
• En el apartado 6.2, examinamos los determinantes de estos
movimientos internacionales. Desarrollamos un modelo de la
pequeña economía abierta que corresponde a nuestro modelo de la
economía cerrada del capitulo 3. El modelo muestra los factores que
determinan el hecho de que un país sea un prestatario o un
prestamista en los mercados mundiales y como afectan las medidas
interiores y extranjeras a los movimientos de capitales y de bienes.
• En el apartado 6.3 ampliamos el modelo para analizar los precios a
los que un país compra y vende en los mercados mundiales. Vemos
qué determina el precio de los bienes interiores en relación con los
extranjeros. También vemos qué determina la relación a la que se
intercambia la moneda nacional por monedas extranjeras. Nuestro
modelo muestra como influyen las medidas comerciales
proteccionistas, es decir, las medidas destinadas a proteger a las
industrias nacionales de la competencia extranjera– en el volumen
de comercio internacional y en el tipo de cambio.
Los flujos internacionales de
capitales y bienes
• La diferencia macroeconómica clave entre las economías
abiertas y las cerradas se halla en que en una economía
abierta el gasto del país en un año determinado no tiene por
qué ser igual a su producción de bienes y servicios. Un país
puede gastar más de lo que produce pidiendo prestamos a
otros países o puede gastar menos de lo que produce y
prestar la diferencia a otros países. Para comprenderlo mejor,
examinemos de nuevo la contabilidad nacional.
Economía Cerrada Economía Abierta
El papel de las exportaciones
netas
• Consideremos el gasto en bienes y servicios producidos en
una economía. En una economía cerrada, toda la producción
se vende en el propio país y el gasto se divide en tres
componentes: consumo, inversión y compras del Estado. En
una economía abierta, parte de la producción se vende en el
propio país y parte se exporta para venderla en el extranjero.
El gasto en bienes y servicios producidos en una economía
abierta, Y, puede dividirse en cuatro componentes:
• La división del gasto en estos componentes se expresa en la
identidad

• La suma de los tres primeros términos, es el gasto del


país en bienes y servicios producidos en el país. El cuarto, EX, es el
gasto extranjero en bienes y servicios producidos en el país.

• Ahora queremos que esta identidad nos resulte más útil. Para ello,
obsérvese que el gasto interior en todos los bienes y servicios es la
suma del gasto interior en bienes y servicios interiores y en bienes y
servicios extranjeros. Por tanto, el consumo total, C, es igual al
consumo de bienes y servicios interiores, más el consumo de
bienes y servicios extranjeros, la inversión total, I, es igual a la
inversión en bienes y servicios interiores, más la inversión en
bienes y servicios extranjeros, y las compras totales del Estado, G,
son iguales a las compras de bienes y servicios interiores por parte
del Estado, más las compras de bienes y servicios extranjeros por
parte del Estado, . Luego,
• Introducimos estas tres ecuaciones en la identidad anterior:

• Reordenando los términos, tenemos que

La suma del gasto interior en bienes y servicios extranjeros


es el gasto en importaciones (IM). Por consiguiente, podemos expresar la
identidad de la contabilidad nacional de la manera siguiente:

Como el gasto en importaciones se incluye en el gasto interior (C + I + G), y


como los bienes y servicios importados del extranjero no forman parte de
la producción de un país, esta ecuación resta el gasto en importaciones.
Definiendo las exportaciones netas como las exportaciones menos las
importaciones (XN = EX – IM), la identidad se convierte en
• Esta ecuación establece que el gasto en la producción interior es la
suma del con-sumo, la inversión, las compras del Estado y las
exportaciones netas. Esta es la forma de la identidad de la
contabilidad nacional más frecuente.
• La identidad de la contabilidad nacional muestra la relación entre la
producción interior, el gasto interior y las exportaciones netas. En
particular,

• Esta ecuación muestra que en una economía abierta el gasto interior


no tiene que ser igual a la producción de bienes y servicios. Si la
producción es superior al gasto interior, exportamos la diferencia: las
exportaciones netas son positivas. Si la producción es inferior al
gasto interior, importamos la diferencia: las exportaciones netas son
negativas.
Los flujos internacionales de
capitales y la balanza comercial
• En una economía abierta, al igual que en la economía cerrada,
los mercados nancearos y los de bienes están estrechamente
relación- nados entre sí. Para ver la relación, debemos
expresar la identidad de la contabilidad nacional en función
del ahorro y la inversión. Comenzamos con la identidad

• Restando C y G de los dos miembros, obtenemos:

• En el capitulo 3 vimos que Y – C – G es el ahorro nacional S,


que es la suma del ahorro privado, Y – T – C, y el ahorro
publico, T – G, donde T representa los impuestos. Por tanto,
• Restando I de los dos miembros de la ecuación, podemos formular la
identidad de la contabilidad nacional de la manera siguiente:

• Esta formulación de la identidad de la contabilidad nacional muestra


que las ex- portaciones netas de una economía siempre deben ser
iguales a la diferencia entre su ahorro y su inversión.
• Examinemos más detenidamente cada una de las partes de esta
identidad. La fácil es el segundo miembro, XN, que es simplemente
nuestras exportaciones netas de bienes y servicios. También recibe el
nombre de balanza comercial porque nos indica cuanto se aleja nuestro
comercio de bienes y servicios de la igualdad de las importaciones y las
exportaciones.
• El primer miembro es la diferencia entre el ahorro interior y la inversión
interior, S – I, que llamaremos salida neta de capital (a veces se
denomina inversión exterior neta). La salida neta de capital es igual a la
cantidad que están prestando los residentes nacionales a otros países
menos la cantidad que están prestándonos los extranjeros. Si la salida
neta de capital es positiva, nuestro ahorro es superior a nuestra
inversión y estamos prestando la diferencia a los extranjeros. Si es
negativa, nuestra economía está experimentando una entrada de
capital: nuestra inversión es superior a nuestro ahorro y estamos
nanceando esta inversión adicional pidiendo prestamos a otros países.
Por lo tanto, la salida neta de capital refleja el flujo internacional de
fondos para financiar la acumulación de capital.
• La identidad de la contabilidad nacional muestra que la inversión exterior
neta siempre es igual a la balanza comercial. Es decir,

• Si S – I y XN tienen un valor positivo, tenemos un superávit comercial. En


este caso, somos prestamistas netos en los mercados financieros mundiales
y estamos exportando más bienes de los que importamos. Si S – I y XN
tienen un valor negativo, tenemos un déficit comercial. En este caso, somos
prestatarios netos en los mercados financieros mundiales y estamos
importando más bienes de los que exportamos. Si S – I y XN son
exactamente cero, decimos que el comercio está equilibrado porque el
valor de las importaciones es igual al valor de las exportaciones.

• La identidad de la contabilidad nacional muestra que el movimiento


internacional de fondos para financiar la acumulación de capital y el
movimiento internacional de bienes y servicios son dos caras de una misma
moneda. Si nuestro ahorro es superior a nuestra inversión, el ahorro que no
se invierte en el propio país se utiliza para conceder prestamos a los
extranjeros. Estos necesitan esos prestamos porque estamos
suministrándoles más bienes y servicios de los que ellos nos están
suministrando a nosotros. Es decir, estamos experimentando un superávit
con- marcial. En cambio, si nuestra inversión es superior a nuestro ahorro, la
inversión adicional debe financiarse pidiendo prestamos en el extranjero.
Estos prestamos extranjeros nos permiten importar más bienes y servicios
de los que exportamos. Es decir, estamos incurriendo en un déficit
comercial.
• Obsérvese que los movimientos internacionales de capitales pueden
adoptar muchas formas. Es más fácil suponer como hemos hecho
hasta ahora, que cuando incurrimos en un déficit comercial, los
extranjeros nos conceden prestamos. Eso ocurre, por ejemplo, en el
caso de Estados Unidos, cuando los chinos compran la deuda
emitida por empresas estadounidenses o por el Gobierno de Esta-
dos Unidos. Pero los movimientos de capitales también pueden
deberse a que los extranjeros compran activos interiores, por
ejemplo, cuando un ciudadano alemán compra acciones a un
estadounidense en la Bolsa de valores de Nueva York. Tanto en el
caso en el que los extranjeros compran deuda emitida por el propio
país como en el caso en el que compran activos propiedad de
ciudadanos del país, obtienen un derecho sobre los rendimientos
futuros del capital interior. En ambos casos, los extranjeros acaban
poseyendo parte del stock de capital interior.
Los flujos internacionales de
bienes y capitales: Ejemplo
• La igualdad de las exportaciones netas y la salida neta de capital es
una identidad: debe cumplirse por la forma en que se definen las
variables y se suman las cantidades. Pero es fácil no darse cuenta de
la idea intuitiva en la que se basa esta importante relación. Como
mejor se comprende es con un ejemplo.
• Imaginemos que Bill Gates vende una copia del sistema operativo
Windows a un consumidor japonés por 5.000 yenes. Como Gates
reside en Estados Unidos, la venta representa una exportación de
este país. Si todo lo demás se mantiene constante, las exportaciones
netas de Estados Unidos aumentan. ¿Qué otra cosa ocurre para que
se cumpla la identidad? Depende de lo que haga Gates con los 5.000
yenes.
• Supongamos que decide guardarlos en el colchón. En este caso, ha
dedicado parte de sus ahorros a realizar una inversión en la
economía japonesa (en forma de moneda japonesa) en lugar de una
inversión en la economía estadounidense. Por lo tanto, el ahorro de
Estados Unidos es mayor que su inversión. El aumento de las
exportaciones netas de Estados Unidos es exactamente igual al
aumento de la salida neta de capital del mismo país.
• Sin embargo, si Gates quiere invertir en Japón, es improbable
que elija la moneda como activo. Podría utilizar los 5.000
yenes para comprar acciones, por ejemplo, de Sony
Corporación o podría comprar un bono emitido por el
Gobierno japonés. En cualquiera de los dos casos, parte del
ahorro de Estados Unidos fluiría al extranjero. Una vez más, la
salida neta de capital de Estados Unidos es exactamente igual
a sus exportaciones netas.
• En Japón ocurre lo contrario. Cuando el consumidor japonés
compra un ejemplar del sistema operativo Windows, las
compras de bienes y servicios de Japón (C + I + G) aumentan,
pero no varia lo que ha producido Japón (Y). Las
importaciones de Japón aumentan y sus exportaciones netas
disminuyen. Además, la transacción reduce el ahorro de Japón
(S = Y – C – G), dado el nivel de inversión (I). Mientras que
Estados Unidos experimenta una salida neta de capital, Japón
experimenta una entrada neta de capital.
• Cambiemos ahora el ejemplo. Supongamos que Gates, en lugar de
invertir los 5.000 yenes en un activo japonés, los utiliza para
comprar algo producido en Japón, como un reproductor de MP3 y
un video Walkman producido por la empresa japonesa Sony. En este
caso, las importaciones de Estados Unidos aumentan. La exportación
del sistema operativo Windows y la importación del Walkman
representan conjuntamente un comercio equilibrado entre Japón y
Estados Unidos. Como las exportaciones y las importaciones
aumentan por igual, las exportaciones netas y la salida neta de
capital no varían.
• La ultima posibilidad es que Gates cambie sus 5.000 yenes por
dólares en un banco local. Pero eso no cambia la situación: ahora el
banco tiene que hacer algo con los 5.000 yenes. Puede comprar
activos japoneses (una salida neta de capital de Estados Unidos),
puede comprar un bien japonés (una importación de Estados
Unidos) o puede vender los yenes a otro estadounidense que quiera
realizar esa transacción. Si seguimos la pista al dinero, veremos que
al final las exportaciones netas de Estados Unidos deben ser iguales
a su salida neta de capital.
PSI. La irrelevancia de los saldos
de las balanzas comerciales
bilaterales
• La balanza comercial que hemos venido analizando mide la diferencia entre las
exportaciones de un país y sus importaciones con el resto del mundo. A veces se
oye hablar en los medios de comunicación de la balanza comercial de un país
con otro. Se llama balanza comercial bilateral. Por ejemplo, la balanza comercial
bilateral de Estados Unidos con China es igual a las exportaciones que Estados
Unidos vende a China menos las importaciones que Estados Unidos compra a
China.
• Como hemos visto, la balanza comercial global va inextricablemente unida al
ahorro y la inversión de un país. No ocurre así ́ en el caso de la balanza comercial
bilateral. De hecho, un país puede tener grandes déficit y superávit comerciales
con determinados socios comerciales y tener, sin embargo, un comercio
equilibrado en conjunto.
• Supongamos, por ejemplo, que hay tres países en el mundo: Estados Unidos,
China y Australia. Estados Unidos vende a Australia maquinas -herramienta por
valor de 1.000.000 millones de dólares, Australia vende a China trigo por valor
de 100.000 millones de dólares y China vende a Estados Unidos juguetes por
valor de 100.000 millones de dólares. En este caso, Estados Unidos tiene un dé
cita comercial bilateral con China, China tiene un dé cita comercial bilateral con
Australia y Australia tiene un déficit comercial bilateral con Estados Unidos. Pero
cada uno de estos tres países tiene un comercio equilibrado en conjunto y
exporta e importa bienes por valor de 100.000 millones de dólares.
• Los déficit comerciales bilaterales son objeto de mayor
atención política de la que merecen, debido en parte a que las
relaciones internacionales se realizan país con país, por lo que
a los políticos y los diplomáticos les llaman la atención
lógicamente las transacciones económicas de un país con otro.
Sin embargo, la mayoría de los economistas cree que las
balanzas comerciales bilaterales no tienen mucho sentido.
Desde el punto de vista macroeconómico, lo que importa es la
balanza comercial de un país con el resto de países.
• Lo mismo ocurre en el caso de las personas. Nuestra propia
balanza comercial personal es la diferencia entre nuestra renta
y nuestro gasto y tenemos razones para preocuparnos si estas
dos variables no coinciden, pero no la diferencia entre nuestra
renta y nuestro gasto con una persona o con una empresa. El
economista Robert Solow explicó una vez la irrelevancia de las
balanzas comerciales bilaterales de la forma siguiente: «Tengo
un déficit crónico con mi peluquero, que no me compra ni una
mísera cosa». Pero eso no impide a Solow llegar a n de mes o
cortarse el pelo cuando lo necesita.

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