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PIELONEFRITIS E

INFECCION DE LAS VIAS


URINARIOS
• La pielonefritis es una de las
enfermedades renales más
comunes, y se define como
inflamación que afecta a los
túbulos, el intersticio y la pelvis
renal.

• La pielonefritis es una complicación


grave de las infecciones de las vías
urinarias que afectan a la vejiga
(cistitis) o a los riñones y sistemas
colectores (pielonefritis), o a ambos
CLASIFICACION
ETIOLOGÍA Y PATOGENIA.

• Más del 85% de los casos de infección de vías urinarias están producidos por
bacilos gramnegativos, que son habitantes normales del tubo digestivo.
• En la mayoría de las infecciones urinarias, los organismos infectantes derivan de
la propia flora fecal del paciente.

• El germen más frecuente con diferencia es Escherichia coli, seguido por


Proteus, Klebsiella y Enterobacter.
• Asimismo, Streptococcus faecalis, también de origen entérico, estafilococos y
prácticamente cualquier otro agente bacteriano y micótico pueden causar
infección de vías urinarias bajas y renal.
VÍAS POR LAS CUALES LAS BACTERIAS
PUEDEN LLEGAR A LOS RIÑONES
LA VEJIGA HUMANA NORMAL Y LA ORINA QUE
CONTIENE SON ESTÉRILES; LOS ACONTECIMIENTOS PARA
QUE SE PRODUZCA LA INFECCIÓN RENAL SON:

1. El primer paso de la infección ascendente es la colonización de la


uretra distal y del introito vaginal (en las mujeres) por bacterias
coliformes; algunos tipos de fimbrias favorecen el tropismo renal, la
persistencia de la infección o el aumento de la respuesta inflamatoria.

2. Desde la uretra a la vejiga, los microorganismos consiguen entrar


durante un sondaje uretral u otra instrumentación; Los
mecanismos a través de los cuales los microbios se desplazan de la
vejiga a los riñones se describen a continuación.
LA VEJIGA HUMANA NORMAL Y LA ORINA QUE CONTIENE
SON ESTÉRILES; LOS ACONTECIMIENTOS PARA QUE SE
PRODUZCA LA INFECCIÓN RENAL SON:

3. Obstrucción de vías urinarias y estasis de orina. Los microorganismos


introducidos en la vejiga se eliminan normalmente a través de la micción
continuada y los mecanismos antibacterianos;

En presencia de estasis, las bacterias introducidas en la


vejiga pueden multiplicarse libremente. Por tanto, la
infección de vías urinarias es frecuente en pacientes con
obstrucción de las vías urinarias bajas, como puede
suceder con la hipertrofia prostática benigna, tumores o
cálculos o con disfunción de la vejiga neurógena causada por
diabetes o lesión de la médula espinal.
LA VEJIGA HUMANA NORMAL Y LA ORINA QUE CONTIENE
SON ESTÉRILES; LOS ACONTECIMIENTOS PARA QUE SE
PRODUZCA LA INFECCIÓN RENAL SON:

4. Reflujo vesicoureteral. Si bien la obstrucción es un factor


predisponente importante en la infección ascendente, es la
incompetencia de la válvula vesicoureteral la que permite a las
bacterias ascender por el uréter hacia la pelvis renal.

Reflujo vesicoureteral. Si bien la obstrucción es un factor


predisponente importante en la infección ascendente, es la
incompetencia de la válvula vesicoureteral la que permite a las
bacterias ascender por el uréter hacia la pelvis renal.

El reflujo vesicoureteral adquirido en los adultos puede ser consecuencia de


la atonía persistente de la vejiga por una lesión de la médula espinal.
LA VEJIGA HUMANA NORMAL Y LA ORINA QUE CONTIENE
SON ESTÉRILES; LOS ACONTECIMIENTOS PARA QUE SE
PRODUZCA LA INFECCIÓN RENAL SON:

5. Reflujo intrarrenal. El reflujo vesicoureteral también supone un mecanismo sencillo


por el cual la orina infectada de la vejiga puede impulsarse ascendiendo hasta la
pelvis renal y la zona profunda del parénquima renal a través de los conductos
abiertos en las puntas de las papilas (reflujo intrarrenal). El reflujo intrarrenal es más
frecuente en los polos superior e inferior del riñón, donde las papilas tienden a
mostrar unas puntas aplanadas o cóncavas en lugar de la punta convexa
presente en las zonas medias del riñón

En ausencia de reflujo vesicoureteral, la infección se mantiene localizada en la


vejiga. Por tanto, la mayoría de los sujetos con colonización bacteriana repetida o
persistente de las vías urinarias padecen cistitis y uretritis
PIELONEFRITIS AGUDA

• La pielonefritis aguda es una


inflamación supurativa del riñón
causada por una infección
bacteriana, y a veces vírica (p. ej.,
poliomavirus), que puede alcanzar
el riñón por diseminación
hematógena o, más
habitualmente, a través de los
uréteres, en asociación con reflujo
vesicoureteral.
MORFOLOGÍA

• Las características que definen la


pielonefritis aguda son la
inflamación supurativa intersticial
parcheada, los agregados
intratubulares de neutrófilos, la
tubulitis neutrófila y la necrosis
tubular.

• La supuración se produce como


abscesos focales delimitados o
zonas grandes en forma de cuña y
pueden estar afectados uno o
ambos riñones.
• La necrosis papilar se describe
principalmente en diabéticos, en la
drepanocitosis y en sujetos con
obstrucción de vías urinarias. La necrosis
papilar es normalmente bilateral, pero
puede ser unilateral.

• Puede afectar a una o a todas las


pirámides del riñón afectado.

• Al corte, las puntas o los dos tercios


distales de las pirámides muestran áreas
de necrosis blanca grisácea o amarilla.

• En el microscopio, el tejido necrótico


muestra necrosis coagulativa isquémica
característica con conservación de los
esbozos de los túbulos. La respuesta
leucocítica se limita a los límites entre el
tejido conservado y destruido.
• La pionefrosis se
observa cuando la
obstrucción es total o
casi completa, en
particular cuando es
alta en las vías urinarias.
• El exudado supurativo
no puede drenarse y,
por tanto, la pelvis
renal, los cálices y el
uréter se llenan de pus.
• El absceso perinéfrico es
una extensión de una
inflamación supurada a
través de la cápsula renal
en el tejido perinéfrico.
Después de la fase aguda
de la pielonefritis, la lesión
cicatriza y el infiltrado
neutrófilo es reemplazado
por otro compuesto
predominantemente por
macrófagos, células
plasmáticas y linfocitos.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS.
• Con frecuencia, la pielonefritis aguda se asocia a los siguientes problemas
predisponentes:

• Obstrucción de vías urinarias, congénita o adquirida.


• Instrumentación de las vías urinarias, principalmente un sondaje.
• Reflujo vesicoureteral.
• Embarazo. Entre el 4 y el 6% de las mujeres gestantes desarrollan bacteriuria en
algún momento durante el embarazo, y el 20-40% de ellas finalmente tendrán
una infección urinaria sintomática si no recibe tratamiento.

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS.
• Sexo y edad. Después del primer año de vida (cuando las anomalías congénitas
en los hombres se hacen evidentes) y hasta los 40 años de edad, las infecciones
son mucho más frecuentes en las mujeres. Al aumentar la edad, la incidencia
aumenta en los hombres como consecuencia de la hipertrofia prostética y la
instrumentación.

• Lesiones renales preexistentes, que causan cicatrización intrarrenal y


obstrucción.

• Diabetes mellitus, en la cual el aumento de la susceptibilidad a la infección, la


disfunción de la vejiga neurógena y la mayor frecuencia de instrumentaciones
son factores predisponentes.

• Inmunodepresión e inmunodeficiencia. La pielonefritis aguda suele presentarse


con dolor de inicio súbito en el ángulo costovertebral y evidencias sistémicas de
infección, como fiebre y malestar.
CARACTERISTICAS CLINICAS
• Normalmente, hay signos de
• irritación vesical y uretral,
• disuria,
• polaquiuria y tenesmo.

• La orina contiene muchos leucocitos (piuria) procedentes del infiltrado


inflamatorio, pero la piuria no permite diferenciar entre infección de vías
urinarias altas y bajas.
• El hallazgo de cilindros leucocíticos, normalmente ricos en neutrófilos (cilindros
de pus), indica la afectación renal porque los cilindros se forman solo en los
túbulos.

El diagnóstico de infección se establece mediante el cultivo cuantitativo de la


orina.
• La pielonefritis aguda no complicada sigue un curso benigno y los síntomas
desaparecen pocos días después de comenza el tratamiento antibiótico
apropiado.
• No obstante, las bacterias pueden persistir en la orina o puede reaparecer
la infección por nuevos tipos serológicos de E. coli u otros microorganismos.
Esta bacteriuria desaparece o puede persistir, a veces durante años.

• La pielonefritis aguda puede ser más grave en presencia de una


obstrucción urinaria no aliviada, diabetes mellitus o inmunodeficiencia, con
episodios recurrentes o septicémicos.

La superposición de una necrosis papilar provoca insuficiencia renal aguda.


PIELONEFRITIS CRÓNICA Y
NEFROPATÍA POR REFLUJO
• Este cuadro sigue siendo una
causa importante de destrucción
renal en niños con malformaciones
• La pielonefritis crónica es un
importantes de vías urinarias bajas.
trastorno en el que la inflamación
tubulointersticial crónica y la
cicatrización afectan a los cálices y
a la pelvis

• solo la pielonefritis crónica y la


nefropatía por analgésicos afectan
a los cálices, haciendo de la
afectación pielocalicial un dato
importante para el diagnóstico.
LA PIELONEFRITIS CRÓNICA SE DIVIDE
EN DOS FORMAS:
PIELONEFRITIS CRÓNICA
OBSTRUCTIVA
• Las infecciones repetidas superpuestas a lesiones obstructivas difusas o
localizadas ocasionan brotes repetidos de inflamación y cicatrización en el
riñón, con pielonefritis crónica
• En esta situación, los efectos de la obstrucción contribuyen a la atrofia
parenquimatosa. De hecho, a veces es difícil distinguir los efectos de la
infección bacteriana de los meramente obstructivos.
• La enfermedad puede ser bilateral, como en el caso de válvulas uretrales
posteriores, provocando insuficiencia renal a menos que la anomalía se
corrija o sea unilateral, como sucede en presencia de cálculos y de
anomalías obstructivas unilaterales del uréter.
MORFOLOGIA (MACROSCOPICA)
• Los riñones muestran cicatrices irregulares. Si la
afectación es bilateral, será asimétrica, lo que
contrasta con la glomerulonefritis crónica, en la que
ambos riñones presentan una cicatrización difusa y
simétrica.

• Las principales características de la pielonefritis


crónica son:
• las cicatrices corticomedulares groseras y definidas,
que recubren los cálices dilatados, cortados o
deformados con aplanamiento de las papilas.
• Las cicatrices son una o varias, y la mayoría se
encuentra en los polos superior e inferior, lo que
concuerda con la frecuencia del reflujo en esas
localizaciones.
MORFOLOGIA (MICROSCOPICA)
• Los cambios microscópicos afectan
predominantemente a los túbulos y al
intersticio. Los túbulos muestran atrofia en
algunas áreas e hipertrofia o dilatación en
otras. Los túbulos dilatados con epitelio
aplanado pueden estar llenos de cilindros que
parecen coloides tiroideos (tiroidización). Hay
grados variables de inflamación intersticial
crónica y fibrosis en la corteza y la médula

• Es frecuente ver fibrosis alrededor del epitelio


calicial, así como un importante infiltrado
inflamatorio crónico.
PIELONEFRITIS XANTOGRANULOMATO

• es una forma relativamente rara de


pielonefritis crónica que se caracteriza
por la acumulación de macrófagos
espumosos entremezclados con células
plasmáticas, linfocitos, leucocitos
polimorfonucleares y células gigantes
ocasionales.

• Asociada a las infecciones por Proteus


y la obstrucción, las lesiones producen
a veces nodulos grandes de color
amarillento o naranja que
macroscópicamente se pueden
confundir con un carcinoma de células
renales.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
• La pielonefritis obstructiva crónica • La nefropatía por reflujo se
puede ser de inicio silente o descubre en niños cuando se
manifestarse con un cuadro clínico estudia una hipertensión. La
de pielonefritis aguda recurrente, pérdida de la función tubular -en
como dolor de espalda, fiebre, particular de la capacidad de
piuría y bacteriuria concentración- provoca poliuria y
nicturia.

• Puede haber una bacteriuria sintomática, pero a menudo


está ausente en los estadios avanzados.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
• Aunque la proteinuria es
habitualmente leve, algunos sujetos • La aparición de proteinuria y
con cicatrices por pielonefritis glomeruloesclerosis focal y
desarrollan una glomeruloesclerosis segmentaria es un signo de mal
focal y segmentaria secundaria con pronóstico, que puede evolucionar
proteinuria significativa, incluso en el a insuficiencia renal terminal
rango nefrótico, varios años después
de que se haya producido la
cicatrización y, a menudo, en
ausencia de infección continuada o
reflujo vesicoureteral persistente.
• la glomeruloesclerosis se puede atribuir a las alteraciones glomerulares
adaptativas secundarias a la pérdida de la masa renal causada por la
cicatrización de la pielonefritis (nefropatía por ablación renal).
GRACIAS

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