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15.1.

PRINCIPIO DE LA PERSONALIDAD
INDIVIDUAL

• Jurídicamente se define a la personalidad como la aptitud para ser sujeto de y


obligaciones; por tal razón todo sujeto de derechos y obligaciones es una de derecho, ya
que con ello indica estar dotada de la cualidad o investidura denominada personalidad
jurídica.
Dicha personalidad tiene principio y fin lo cual quiere decir inicio y extinción primero se
refiere a cómo se adquiere y lo segundo a cómo se pierde.
El surgimiento y la extinción de la personalidad jurídica tienen lugar de muy distinta
manera en los dos tipos de personas que regula el derecho: físicas y morales
De conformidad con el art. 22 del Código Civil para el Distrito Federal, la capacidad
jurídica (este código utiliza el término "capacidad jurídica" como sinónimo de
personalidad) de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se pierde por la
muerte.
En consecuencia, es necesario saber con precisión qué debe entenderse por nacimiento
para los efectos jurídicos.
• El art. 337 del mismo Código dispone que "para los efectos legales, solo se tendrá por
nacido al que, desprendido enteramente del seno materno, vive veinticuatro horas o es
presentado vivo ante el Juez del Registro Civil"
Como se ve, el concepto legal de nacido es distinto del concepto biológico o médico para
el derecho, el nacimiento va unido al concepto de viabilidad jurídica: nacer en condiciones
de poder vivir. No basta con el simple nacimiento natural biológico, necesario que haya
habido vida durante 24 horas o por el tiempo suficiente pan nuevo ser sea presentado vivo
ante el juez del Registro Civil; por tanto, una persona puede nacer viable jurídica pero no
biológicamente. Así, en el derecho mexicano hay viabilidad jurídica cuando el ser vive 24
horas después de nacer o menos si antes ha sido asentado su nacimiento en el Registro
Civil, aunque carezca de viabilidad biológica.
En otros sistemas jurídicos se requiere, para que se inicie la personalidad además del
nacimiento con vida haya viabilidad en el nacido, esto es, aptitud para seguir viviendo
(viabilidad biológica). Este requisito no es indispensable en el derecho mexicano, pues el
nacido vivo que además ha sido presentado al Registro Civil por no ser viable en tal
sentido, es decir, puede carecer de las condiciones necesarias para prolongar la vida. "Así
el acéfalo, el acardiano, los bicéfalos, etc., no gozan de personalidad jurídica, pues no se les
considera seres humanos que puedan tener extrauterina autónoma de la vida de la madre",
como lo señala Leopoldo Valencia Zel para el derecho colombiano.
15.2. PERSONALIDAD DEL CONCEBIDO

• El embrión humano, el ser concebido antes de nacer o nasciturus, como se le conoce en


la doctrina, se encuentra protegido por el derecho y según el art. 22 in fine del Código
Civil para el Distrito Federal, se le tiene por nacido debido a una ficción para todos los
efectos declarados por la ley.

• Los principales casos que se presentan ante esta anticipación de la personalidad en el


concebido son: a) el establecido por el art. 1314 del mismo Código, que prevé el caso de
que los concebidos puedan obtener herencia antes de haber nacido, siempre y cuando se
encuentren en el seno materno al fallecer el autor de la sucesión, y b) el de los no
nacidos que pueden adquirir por donación, siempre y cuando hayan estado concebidos
al tiempo en que se hizo la donación y sean viables conforme a lo dispuesto en el art. 337
, como lo indica el art. 23 57 del mismo ordenamiento.
para el caso de sucesión testamentaria como legítima (falta de testamento) cuando Se está en el
supuesto de la sucesión del ascendiente del concebido.
Sin embargo, no todos los autores están de acuerdo en la posición aceptada por el derecho nacional, a
pesar de sus antecedentes históricos y doctrinales, que se remontan al derecho romano. Así, Alberto
G. Spota critica la disposición análoga del código argentino y dice que en la vida intrauterina del
concebido (nasciturus) surge la capacidad de ser titular de derechos, pues antes del nacimiento los
concebidos, en el seno materno, pueden adquirir algunos derechos.

Esos derechos son actuales, no en potencia, incluso cuando se someten a una condición resolutoria, de
manera que las personas por nacer los adquieren como si ya hubieren nacido, y sólo se resuelven si
no nacen con vida, en cuyo supuesto se considerará que no han existido. Más que de expectativas de
derecho, se trata de derechos existentes pero condicionales. Para ello no se requiere recurrir a la
ficción de que se le considera nacido en su beneficio.
Por nuestra parte, consideramos adecuada la posición legal, pues aun cuando recurre a la ficción de
tener por nacido al concebido, elimina las críticas hechas a las teorías que califican los derechos del
nasciturus como condicionales o como simples expectativas y que, en síntesis, manifiestan que se
requiere la existencia de un sujeto
para que pueda haber derechos condicionales o expectativos, y si este sujeto no existe
aún, se estará en el caso de los derechos sin sujeto, posición doctrinal ya superada.

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