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¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de
tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para
no pecar contra ti.
• Forma de conducta adquirida
por la repetición de los
mismos actos.
• Habilidad adquirida por la
práctica constante de un
mismo ejercicio.

Los hábitos de un mayordomo


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

• Forma de conducta adquirida


por la repetición de los
mismos actos.
• Habilidad adquirida por la
práctica constante de un
mismo ejercicio.

Los hábitos de un mayordomo


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi • Forma de conducta adquirida
alma tiene sed de ti, mi por la repetición de los
carne te anhela, en tierra mismos actos.
seca y árida donde no hay • Habilidad adquirida por la
aguas. práctica constante de un
mismo ejercicio.

Los hábitos de un mayordomo


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi • Forma de conducta adquirida
alma tiene sed de ti, mi por la repetición de los
carne te anhela, en tierra mismos actos.
seca y árida donde no hay • Habilidad adquirida por la
aguas. práctica constante de un
mismo ejercicio.

Los hábitos de un mayordomo


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi • Forma de conducta adquirida
alma tiene sed de ti, mi por la repetición de los
carne te anhela, en tierra mismos actos.
seca y árida donde no hay • Habilidad adquirida por la
aguas. práctica constante de un
mismo ejercicio.

Los hábitos de un mayordomo


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi • Forma de conducta adquirida
alma tiene sed de ti, mi por la repetición de los
carne te anhela, en tierra mismos actos.
seca y árida donde no hay • Habilidad adquirida por la
aguas. práctica constante de un
mismo ejercicio.

Los hábitos de un mayordomo


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.
“Cada mañana conságrate tú
mismo, alma, cuerpo y espíritu a
Dios. Establece hábitos de
devoción y confía más y más en tu
Salvador” (MCP 1:15). Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.
“Cada mañana conságrate tú
mismo, alma, cuerpo y espíritu a
Dios. Establece hábitos de
devoción y confía más y más en tu
Salvador” (MCP 1:15). Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.
“Cada mañana conságrate tú
mismo, alma, cuerpo y espíritu a
Dios. Establece hábitos de
devoción y confía más y más en tu
Salvador” (MCP 1:15). Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.
“Cada mañana conságrate tú
mismo, alma, cuerpo y espíritu a
Dios. Establece hábitos de
devoción y confía más y más en tu
Salvador” (MCP 1:15). Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.
“Cada mañana conságrate tú
mismo, alma, cuerpo y espíritu a
Dios. Establece hábitos de
devoción y confía más y más en tu
Salvador” (MCP 1:15). Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.
“Cada mañana conságrate tú
mismo, alma, cuerpo y espíritu a
Dios. Establece hábitos de
devoción y confía más y más en tu
Salvador” (MCP 1:15). Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de


madrugada te buscaré; mi
alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, en tierra
seca y árida donde no hay
aguas.

Entonces él les dijo: ¿Por qué


me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Dios, Dios mío eres tú; de Mirad, pues, con diligencia


madrugada te buscaré; mi cómo andéis, no como
alma tiene sed de ti, mi necios sino como sabios,
carne te anhela, en tierra aprovechando bien el
seca y árida donde no hay tiempo, porque los días
aguas. son malos. Por tanto, no
seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la
Entonces él les dijo: ¿Por qué voluntad del Señor.
me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi Busca a Dios en primer lugar
Padre me es necesario estar? Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de


vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía


está en los cielos, de
donde también esperamos
al Salvador, al Señor
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó
como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Mas nuestra ciudadanía Porque esperaba la ciudad


está en los cielos, de que tiene fundamentos,
donde también esperamos cuyo arquitecto y
al Salvador, al Señor constructor es Dios.
Jesucristo.

No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Porque esperaba la ciudad


Bienaventurado aquel que tiene fundamentos,
siervo al cual, cuando su cuyo arquitecto y
señor venga, le halle constructor es Dios.
haciendo así. En verdad os
digo que le pondrá sobre
todos sus bienes.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Porque esperaba la ciudad


Bienaventurado aquel que tiene fundamentos,
siervo al cual, cuando su cuyo arquitecto y
señor venga, le halle constructor es Dios.
haciendo así. En verdad os
digo que le pondrá sobre
todos sus bienes.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Porque esperaba la ciudad


Bienaventurado aquel que tiene fundamentos,
siervo al cual, cuando su cuyo arquitecto y
señor venga, le halle constructor es Dios.
haciendo así. En verdad os
digo que le pondrá sobre
todos sus bienes.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Busca a Dios en primer lugar


Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

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Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

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Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Espera el regreso de Jesús


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Los hábitos de un mayordomo
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Espera el regreso de Jesús


Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Bienaventurados aquellos
Bienaventurado aquel siervos a los cuales su
siervo al cual, cuando su señor, cuando venga, halle
señor venga, le halle velando; de cierto os digo
haciendo así. En verdad os que se ceñirá, y hará que
digo que le pondrá sobre se sienten a la mesa, y
todos sus bienes. vendrá a servirles.

Espera el regreso de Jesús


Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Espera el regreso de Jesús


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Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad


son setenta años; y si en los
más robustos son ochenta
años, con todo, su fortaleza
es molestia y trabajo, porque
pronto pasan, y volamos.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad


son setenta años; y si en los
más robustos son ochenta
años, con todo, su fortaleza
es molestia y trabajo, porque
pronto pasan, y volamos.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad


son setenta años; y si en los
más robustos son ochenta
años, con todo, su fortaleza
es molestia y trabajo, porque
pronto pasan, y volamos.

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad


son setenta años; y si en los
más robustos son ochenta
años, con todo, su fortaleza
es molestia y trabajo, porque
pronto pasan, y volamos.

Espera el regreso de Jesús


Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad Todo tiene su tiempo, y todo


son setenta años; y si en los lo que se quiere debajo del
más robustos son ochenta cielo tiene su hora. Tiempo
años, con todo, su fortaleza de nacer, y tiempo de morir;
es molestia y trabajo, porque tiempo de plantar, y tiempo
pronto pasan, y volamos. de arrancar lo plantado…

Espera el regreso de Jesús


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Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad Todo tiene su tiempo, y todo


son setenta años; y si en los lo que se quiere debajo del
más robustos son ochenta cielo tiene su hora. Tiempo
años, con todo, su fortaleza de nacer, y tiempo de morir;
es molestia y trabajo, porque tiempo de plantar, y tiempo
pronto pasan, y volamos. de arrancar lo plantado…

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como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
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Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
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Los días de nuestra edad Todo tiene su tiempo, y todo


son setenta años; y si en los lo que se quiere debajo del
más robustos son ochenta cielo tiene su hora. Tiempo
años, con todo, su fortaleza de nacer, y tiempo de morir;
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pronto pasan, y volamos. de arrancar lo plantado…

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Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
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tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad Todo tiene su tiempo, y todo


son setenta años; y si en los lo que se quiere debajo del
más robustos son ochenta cielo tiene su hora. Tiempo
años, con todo, su fortaleza de nacer, y tiempo de morir;
es molestia y trabajo, porque tiempo de plantar, y tiempo
pronto pasan, y volamos. de arrancar lo plantado…

Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús


nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad Todo tiene su tiempo, y todo


son setenta años; y si en los lo que se quiere debajo del
más robustos son ochenta cielo tiene su hora. Tiempo
años, con todo, su fortaleza de nacer, y tiempo de morir;
es molestia y trabajo, porque tiempo de plantar, y tiempo
pronto pasan, y volamos. de arrancar lo plantado…

Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús


nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece.

Los días de nuestra edad Todo tiene su tiempo, y todo


son setenta años; y si en los lo que se quiere debajo del
más robustos son ochenta cielo tiene su hora. Tiempo
años, con todo, su fortaleza de nacer, y tiempo de morir;
es molestia y trabajo, porque tiempo de plantar, y tiempo
pronto pasan, y volamos. de arrancar lo plantado…
Usa sabiamente el tiempo
Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino


como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
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corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz


a aquel cuyo pensamiento en
ti persevera; porque en ti ha
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
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Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz


a aquel cuyo pensamiento en
ti persevera; porque en ti ha
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
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Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz


a aquel cuyo pensamiento en
ti persevera; porque en ti ha
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


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nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Usa sabiamente el tiempo


Enséñanos de tal modo a contar Espera el regreso de Jesús
nuestros días, que traigamos al Busca a Dios en primer lugar
corazón sabiduría. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Y el mismo Dios de paz os


Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Y el mismo Dios de paz os


Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.

Y el mismo Dios de paz os


Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Tú guardarás en completa paz El corazón apacible es vida


a aquel cuyo pensamiento en de la carne; Mas la envidia
ti persevera; porque en ti ha es carcoma de los huesos.
confiado.
Cuida su mente, cuerpo y alma
Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo

Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi


esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. es mi refugio,
no resbalaré.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para
los que por el uso tienen los
sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para
los que por el uso tienen los
sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para
los que por el uso tienen los
sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para
los que por el uso tienen los
sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para Desecha las fábulas
los que por el uso tienen los profanas y de viejas.
sentidos ejercitados en el Ejercítate para la piedad.
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para Desecha las fábulas
los que por el uso tienen los profanas y de viejas.
sentidos ejercitados en el Ejercítate para la piedad.
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Pero el alimento sólido es para los


que han alcanzado madurez, para Desecha las fábulas
los que por el uso tienen los profanas y de viejas.
sentidos ejercitados en el Ejercítate para la piedad.
discernimiento del bien y del mal.

Cuida su mente, cuerpo y alma


Y el mismo Dios de paz os
Usa sabiamente el tiempo
santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, Espera el regreso de Jesús
sea guardado irreprensible para la Busca a Dios en primer lugar
venida de nuestro Señor Jesucristo. Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
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lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
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lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
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Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
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manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
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corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
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Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

¿No sabéis que los que corren Desecha las fábulas


en el estadio, todos a la verdad profanas y de viejas.
corren, pero uno solo se lleva el Ejercítate para la piedad.
premio? Corred de tal manera
que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una Cuida su mente, cuerpo y alma
corona corruptible, pero Usa sabiamente el tiempo
nosotros, una incorruptible. Espera el regreso de Jesús
Busca a Dios en primer lugar
Los hábitos de un mayordomo
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

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