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Satélite Deep Space Climate Observatory (DISCOVR) en L1 Lagrange Point

Se sabe que la Tierra es una esfera de


6.374 kilómetros de radio. Pero el estudio
de su interior es muy complejo. Más si se
tiene en cuenta que, hasta principios del
siglo XX, no se tuvo idea de la
configuración de las tierras emergidas y
hubo que esperar hasta finales de ese
mismo siglo para completar la exploración
de los fondos marinos. Siendo esto así con
la parte de la Tierra observable, mucho
más arduo será el trabajo para descifrar
su interior. No sirven sondas ni
observaciones directas. Se hace necesario
medir ruidos, temperaturas, analizar lo
expulsado por los volcanes, etc.. Sólo de
esta forma y con estos métodos se puede
avanzar en el estudio del interior y la
Historia de la Tierra.
Los terremotos son una de las manifestaciones de la
energía del interior de la Tierra más estudiadas. De la
transmisión de las ondas sísmicas se ha aprendido a
sacar conclusiones, en cuanto a la estructura interna de
la Tierra se refiere. Somos capaces, incluso, de producir
nuestros propios terremotos que nos permiten
auscultar la Tierra sin necesidad de esperar uno
natural.
Además, la observación de los diferentes tipos de
meteoritos caídos en la Tierra, nos pueden dar una idea
acerca de su composición.
Existe un gran número de técnicas que facilitan
información adicional. Entre las últimas aportaciones
destacan, la tomografía sísmica (proporciona
información 3D de la distribución de velocidades de
ondas en el interior) y GPS (sistemas de
posicionamiento global por satélite). Estos datos
permiten detectar los movimientos de las masas
continentales de forma continua y en tiempo real (muy
importante para predecir seísmos).

El estudio de las ondas sísmicas es el


método indirecto que aporta los datos más
completos sobre la estructura y la
composición del interior de la Tierra.
Tanto los meteoritos como la Tierra se forman a partir
de la misma nebulosa y, más o menos, a la misma
distancia de su centro; por lo tanto, sus composiciones
deben ser semejantes. Así, la composición en un 98%
de una aleación de hierro y níquel de un tipo de estos
meteoritos, los sideritos, se hace coincidir con la del
Núcleo terrestre, mientras que la de las condritas
(olivino y piroxeno), se piensa que es similar a la del
Manto.
Ondas sísmicas.
Los terremotos son vibraciones que atraviesan las rocas cuando
éstas se fracturan y se propagan en forma de ondas. Según se
propaguen, por el interior de la roca o en la superficie, se
denominan:
Las ondas P (PRIMARIAS) son ondas longitudinales, lo cual
significa que el suelo es alternadamente comprimido y dilatado
en la dirección de la propagación. Estas ondas generalmente
viajan a una velocidad 1.73 veces de las ondas S y pueden viajar
a través de cualquier tipo de material. Velocidades típicas son
330m/s en el aire, 1450m/s en el agua y cerca de 5000m/s en el
granito.
Las ondas S (SECUNDARIAS) son ondas
transversales o de corte, lo cual significa que el suelo
es desplazado perpendicularmente a la dirección de
propagación, alternadamente hacia un lado y hacia el
otro. Las ondas S pueden viajar únicamente a través de
sólidos debido a que los líquidos no pueden soportar
esfuerzos de corte. Su velocidad es alrededor de 58% la
de una onda P para cualquier material sólido.
Usualmente la onda S tiene mayor amplitud que la P y
se siente más fuerte que ésta.
Ondas de superficie: Cuando las ondas P y S llegan a
la superficie se originan ondas superficiales muy
similares a las que se forman en la superficie del agua
de un recipiente al que le golpeamos un lateral. Los
daños causados por los terremotos y los maremotos son
consecuencia de estas ondas de baja frecuencia y gran
longitud de onda. Desde el punto de vista de la
estructura del interior de la Tierra no aportan
información.
Se puede demostrar teóricamente y se observa
experimentalmente que la velocidad de las
ondas es tal que: Vsup < VS < VP.
Las velocidades de las diferentes ondas
dependen de las características del medio; por
ejemplo, en rocas ígneas la velocidad de las
ondas P es del orden de 6 Km/s, mientras que en
rocas poco consolidadas es de aproximadamente
2 Km/s o menor.
La secuencia típica de un terremoto es:
primero el arribo de un ruido sordo causado por
las ondas("P"), luego las ondas ("S") y
finalmente el "retumbar" de la tierra causado
por las ondas superficiales.
Al analizar los datos de la velocidad de las ondas P y S que
atraviesan el interior de la Tierra se obtuvo la siguiente gráfica:
Teniendo en cuenta los cambios bruscos en la velocidad de
las ondas se establecen dos discontinuidades, una más
superficial, denominada discontinuidad de Mohorovicic,
que supone un gran aumento en la velocidad de las ondas
y, otra a los 2.900 km, denominada discontinuidad de
Gutenberg, no atravesada por las ondas S y que hace
disminuir la velocidad de las ondas P.

Así, según estos cambios de velocidad, se establecen una


serie de niveles: Corteza (A), Manto (B+C+D) y Núcleo
(E+F), separados los dos primeros por la discontinuidad de
Mohorovicic, y los dos últimos por la de Gutenberg.
Dentro del Manto se realizan más divisiones atendiendo al
incremento en la velocidades de las ondas sísmicas
(superior e inferior), y en el Núcleo se diferencian: Núcleo
externo (fundido) e interno (sólido).
Corteza:
Es la capa más superficial y la menos densa, con
una densidad media de 2,7 g/cm3 y una
profundidad media de 30 kilómetros. Presenta
una gran variabilidad, desde 5 km bajo los
océanos, a los 70 km bajo las grandes
cordilleras. Aparentemente, es la más
heterogénea, tal vez por ser la mejor conocida.
Desde el punto de vista composicional y
genético se presentan dos variedades bien
definidas: Corteza oceánica y Corteza
continental.
Corteza oceánica: 0-10 kilómetros.
Es más densa y más delgada que la corteza continental,
y muestra edades que, en ningún caso, superan los 180
millones de años. Se encuentra en su mayor parte bajo
los océanos y manifiesta un origen volcánico. Se forma
continuamente en las dorsales oceánicas y, más tarde, es
recubierta por sedimentos marinos. Presenta una
estructura en capas.
Corteza Continental: de 0-70 kilómetros.
Menos densa y más gruesa que la Corteza Oceánica. Se encuentra en las tierras
emergidas y plataformas continentales. Muestra edades mucho más antiguas
que la Corteza Oceánica, pudiendo encontrarse rocas que se formaron hace
4000 millones de años. Las rocas más antiguas tienden a presentarse en el
interior de los continentes y a ser rodeadas por otras más modernas, siendo el
aspecto de esta Corteza un continuo parcheo de todo tipo de rocas. La Corteza
Continental, a diferencia de la Oceánica, no ofrece ninguna estructura definida.
Manto:
De mayor densidad que la corteza. tiene
aproximadamente una profundidad de
2.900Km y la composición es
mayoritariamente de roca sólida; quizá
parcialmente derretida 80-150 km más abajo.
En términos generales, los cambios
estructurales en los minerales que lo
componen hacen que varíe de densidad y
rigidez en profundidad, originándose dos
divisiones: superior e inferior, ambos
plásticos.
Núcleo:
(desde los 2.900 hasta los 6.370 km). La
densidad es muy alta, de tal manera que
su composición debe ser parecida a los
sideritos (meteoritos de hierro). Está
constituido en su mayor parte por una
aleación de hierro y níquel. El
comportamiento de las ondas S nos
muestra dos partes muy diferenciadas,
separadas hacia los 5.100 kilómetros:
Núcleo externo:
Fundido, puesto que las ondas S no lo atraviesan. La
temperatura alcanza los 5.000 grados. La menor
densidad con respecto al interno hace pensar que,
además de hierro y níquel, puede haber otros elementos,
fundamentalmente, azufre y, en menor cantidad, silicio
y oxígeno. Presenta fuertes corrientes de convección.

Núcleo interno:
Sólido, evidenciado por una mayor velocidad de las
ondas P. Por su mayor densidad se piensa que su
contenido en azufre es mucho menor que el del Núcleo
externo. Esta circunstancia, junto con las mayores
presiones existentes en el interior, posibilita su estado
sólido pese a existir mayores temperaturas (superiores a
6000 º C).
En el Núcleo está el origen del campo magnético terrestre. Su
convección genera una corriente de electrones que crea por
inducción ese campo magnético (hipótesis de la dinamo
autoinducida). Los cambios de polaridad detectados en el campo
magnético terrestre podrían estar causados por cambios
drásticos en la distribución de las corrientes de convección del
Núcleo.
A comienzos del siglo XX, el científico Alfred Wegener presentó la teoría de
la deriva continental, en la que afirmaba que los continentes actuales
estuvieron unidos hace unos 200 millones de años y constituían un
supercontinente llamado Pangea
Hace 255 millones de años (Pérmico) todos los
continentes estaban unidos, formando el
supercontinente Pangea (toda la tierra). A su alrededor
se extendía un gran océano, Pantalasa (todo el mar)
Hace 150 millones de años (Triásico) se produjo la
fragmentación de Pangea en dos continentes enormes:
Laurasia (al norte) y Gondwana (al sur).
Al finalizar la era de los dinosaurios, hace 65 millones
de años (Cretácico), la Tierra tenía un aspecto similar al
actual. Pero había diferencias considerables, por
ejemplo, la India aún estaba separada del continente
asiático.
Hace 15 millones de años, la forma y la posición de los
continentes era la misma que en la actualidad. En el
futuro el dinamismo de la Tierra hará que las siluetas y
la posición de los continentes continúen cambiando.
La Tierra está dividida en una serie de
fragmentos rígidos llamados placas litosféricas.
Las placas no son estáticas, sino que cambian,
lenta pero continuamente, de tamaño, forma y
posición.
Esta dinámica produce enormes roces y
empujes entre las placas que, a su vez,
desencadenan los diferentes procesos
geológicos de origen interno (vulcanismo,
magmatismo, terremotos etc) e influyen en los
procesos externos.
Las placas se mueven unas respecto a otras, por lo
que pueden separarse, colisionar o deslizarse
lateralmente, originando modificaciones en la
superficie.
Los límites de las placas que chocan se
denominan convergentes, destructivos o de
subducción. (La india)
Los límites de las placas que se separan se
denominan divergentes o constructivos.
(atlántico)
Los límites de las placas que deslizan
lateralmente se denominan bordes con
movimiento lateral. (falla de San Andrés)
En las zonas de subducción se producen empujes o presiones que liberan gran
cantidad de energía. Como resultado, se desencadenan una serie procesos que definen
las características geológicas de estas regiones, como la formación de montañas, la
actividad sísmica o el magmatismo.
La formación de relieves. Es consecuencia del levantamiento y de la deformación de
la placa que queda en la superficie, al ser empujada por la que subduce.
• La actividad sísmica. Se produce por la liberación brusca de las tensiones que se
acumulan en la superficie de máximo rozamiento entre las placas.
• El magmatismo. Se debe al aumento de temperatura que se produce por el
rozamiento durante la subducción. Este aumento de temperatura funde algunas rocas,
dando lugar a magmas que, ascienden hasta la superficie formando volcanes.
La formación de relieves. Es consecuencia del levantamiento y
de la deformación de la placa que queda en la superficie, al ser
empujada por la que subduce.
La orogénesis es el conjunto de procesos geológicos que generan las cadenas
montañosas. Los orógenos aparecen en los márgenes continentales activos y surgen
del fondo oceánico como consecuencia de la colisión entre placas. Uno de los
ejemplos es la cordillera del Himalaya, situada entre el Tibet y la India. Esta
cordillera se formó por la colisión entre la placa índica y la euroasiática. La colisión
entre dos continentes implica el cierre del océano que existía entre ellos.
Cuando las placas se separan se abren fracturas entre ambas que
son rellenadas continuamente por rocas fundidas (magmas)
procedentes del manto superior. Cuando estos magmas llegan a
la superficie, se solidifican y forman una nueva litosfera. Son
zonas de intenso vulcanismo.

Nueva litosfera
Los bordes con movimiento lateral separan las placas
lateralmente y producen fracturas. Son zonas muy
inestables, con abundantes terremotos, como la falla de
San Andrés.
Pruebas:
Geográficas: La forma de las costas de los
continentes tienen grandes similitudes y
encajan entre sí.
Geológicas y tectónicas: si se unen los
continentes, se puede observar que los tipos de
rocas, su cronología y las cadenas montañosas
formarían un cinturón casi continuo.
Distribución de volcanes y terremotos en
bandas definidas coincidentes con los límites de
las placas, especialmente con los bordes
convergentes.
Paleoclimáticas: Este tipo de pruebas representaban para Wegener una de las más
importantes debido a sus conocimientos sobre meteorología. El científico alemán
descubrió que existían zonas en la Tierra cuyos climas actuales no coincidían con los
que tuvieron en el pasado. Existen lugares hoy que tienen un clima tropical o
subtropical, pero que estaban cubiertas de hielo hace 300 millones de años. También
hay regiones donde reinaban condiciones climáticas semejantes a las que se dan en
las actuales zonas tropicales, que favorecieron la formación de grandes yacimientos
de carbón; hoy día, estos lugares se encuentran, sin embargo, en climas muy fríos.
Estas pruebas hacen suponer que los continentes se localizaban en una latitud más al
sur que la que ocupan actualmente.
Paleontológicas: se
han encontrado
fósiles de organismos
idénticos en lugares
que distan miles de
Km, como África,
India y Australia. Los
estudios indican que
estos organismos
prehistóricos
hubieran sido
incapaces de recorrer
y cruzar los océanos
que hoy separan los
continentes.

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