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MAURICIO DEL TORO SALCEDO

MEB-4
15 DE OCTUBRE DE 2011
1. MANDO DE CONTROL

2. SISTEMA DE
REFRIGERACION*

3. SISTEMA DE VACIO**

4. BASE

5. TAPA

6. CARCAZA

7. MOTOR ELECTRICO

8. ROTOR
*. ALGUNAS CENTRIFUGAS
**. NO COSTA EN ESTE TIPO DE
CENTRIFUGA
La centrifugación se puede llevar a cabo a escala
preparativa o escala analítica. La primera se utiliza
para aislar partículas y la segunda permite
determinar propiedades físicas como la velocidad de
sedimentación o el peso molecular.

Las partículas se pueden separar en función de la


velocidad de sedimentación (centrifugación
diferencial), la masa (centrifugación zonal) o la
densidad (centrifugación isopícnica). La
centrifugación zonal y la centrifugación isopícnica
constituyen ejemplos de centrifugación mediante un
gradiente de densidades.
Es el proceso que tiene como
resultado la obtención de
un sobrenadante y un
material sedimentado.
Este tipo de centrifugación es un proceso mediante el
cual las partículas se distribuyen en fracciones de
diferentes densidades de un fluido líquido. El
método es un poco más elaborado que la
centrifugación diferencial, no obstante presenta
ventajas que compensan el trabajo añadido. La
técnica permite la separación de varios o todos los
componentes de la muestra y la realización de
medidas analíticas. El método de gradiente de
densidades implica la utilización de un soporte
fluido cuya densidad aumenta desde la zona
superior a la inferior.
El gradiente se consigue con un soluto preferiblemente
de baja masa molecular, de tal manera que la
muestra a analizar pueda ser suspendida en la
solución resultante. Como solutos se utilizan la
sacarosa, polisacáridos sintéticos, derivados
yodados del ácido benzoico, o sales de metales
alcalinos pesados como el rubidio o el cesio, entre
otros. La muestra se deposita en la parte superior
del gradiente como una fina banda y, tras
centrifugar, la separación de los componentes de la
muestra se presenta como diferentes bandas o zonas
que pueden ser separadas (o fraccionadas).

Hay dos variantes de este método, la centrifugación


zonal y la centrifugación isopícnica:
En la centrifugación zonal la muestra a analizar se
deposita en la parte superior de un gradiente
de densidades previamente formado. A causa
de la fuerza centrífuga las partículas se mueven
a velocidades que dependen de la masa y
sedimentan en diferentes zonas del gradiente.
La densidad máxima del gradiente no ha de
exceder a la de las partículas a separar.
La centrifugación isopícnica separa les partículas en un gradiente
de densidades en función de la densidad de las mismas. Las
partículas se mueven en el gradiente hasta que llegan a un
punto donde la densidad de éstas y la del gradiente son
idénticas (de aquí el nombre de ‘isopícnico’). En este caso, es
condición fundamental que la densidad máxima del
gradiente final ha de exceder siempre a la densidad de las
partículas. Por este motivo la sedimentación final no se
produce si se controlan las condiciones de centrifugación, ya
que las partículas flotan sobre un "colchón" de material que
posee una densidad superior a la de éstas. Esta técnica se
utiliza, por ejemplo, para separar partículas similares en
tamaño pero de diferente densidad. En este sentido, la
centrifugación isopícnica es un método adecuado para
separar ácidos nucleicos o diferentes orgánulos celulares.
Hay diferentes tipos de centrífugas según el rango de
velocidades de giro:
A. Centrífugas de baja
velocidad, de sobremesa
o clínicas. De pequeño
tamaño y sin
refrigeración. Alcanzan
una velocidad máxima de
5000 rpm. Útiles para la
separación de partículas
grandes como células o
precipitados de sales
insolubles.
B. Centrífugas de alta
velocidad. Alcanzan
velocidades de entre
18.000 y 25.000 rpm. Son
refrigeradas y algunas
tienen sistema de vacío
para evitar el
calentamiento del rotor a
causa del rozamiento
con el aire. Son útiles en
la separación de
fracciones celulares, pero
insuficientes para la
separación de ribosomas,
virus o macromoléculas
en general.
C. Ultracentrífugas. Superan
las 50.000 rpm, por lo que
tienen sistemas auxiliares
de refrigeración y de alto
vacío. Hay ultracentrífugas
analíticas que permiten la
obtención de datos
precisos de propiedades de
sedimentación
(coeficientes de
sedimentación, pesos
moleculares), y
preparativas, útiles para
aislar partículas de bajo
coeficiente de
sedimentación
(microsomas, virus,
macromoléculas).
COMPONENTES DE LA CENTRÍFUGA

Los componentes más importantes de una centrífuga son los


siguientes:

 El control eléctrico/electrónico que dispone generalmente


de los siguientes elementos:

1. Control de encendido y apagado, control de tiempo de


operación –temporizador–,control de velocidad de
rotación –en algunas centrífugas–, control de temperatura
–en centrífugas refrigeradas–, control de vibraciones –
mecanismo de seguridad– y sistema de freno.

2. Sistema de refrigeración, en las centrífugas refrigeradas.

3. Sistema de vacío, en ultracentrífugas. (No consta en la


ilustración).
 4. Base.

 5. Tapa.

 6. Carcaza.

 7. Motor eléctrico.

 8. Rotor. Existen rotores de diverso tipo, los más


comunes son los de ángulo fijo, los de cubo
pivotante, los de tubo vertical y los de tubo casi
vertical, los cuales se explican a continuación.
Estos tubos están hechos de polipropileno con graduaciones
moldeadas. Con tapa de rosca “Plug-Seal” color azul y estériles
por medio de irradiación. Disponibles en bolsas ó racks y no
estéril
Tubos de centrifuga: tubos de centrífuga en polipropileno para la
centrifugación hasta 9400 g para los tubos 50 ml o 8400 g para
los tubos 15 ml estériles.

50 ml 15 ml

 Sus características son las siguientes:


a. Excelente claridad óptica b. Estériles
c. En bolsa o en rack d. Tapa Plana
 13x100 mm
 21x100 mm
 123x31 mm
 118x18 mm
 100x18 mm
 75x18 mm
 60x18 mm
 101x41.4 mm
3. Si la centrífuga es refrigerada, requiere de un
espacio libre en el lado del condensador, para
que pueda haber una transferencia de calor
adecuada.

4. Un mueble en el cual puedan guardarse los


accesorios que, como los rotores alternos,
complementan la dotación de las centrífugas.
Verificar que únicamente el personal que haya
recibido y aprobado la capacitación de manejo,
uso, cuidado y riesgos de la centrífuga la opere.
Es responsabilidad de los directores de los
laboratorios vigilar y tomar las precauciones
que consideren oportunas para que el personal
que las opera entienda las implicaciones de
trabajar esta clase de equipo
Es de importancia
decisiva el equilibrio
de la carga de la
centrifugadora en
todo momento;
cuando hay que
centrifugar un
número impar de
muestras se debe
incluir un tubo con
un volumen
apropiado de agua
que nivele el peso.
Rotores
1. Registrar la fecha de compra de cada uno de los
rotores, incluyendo información relacionada con
el número de serie y modelo.

2. Leer y entender los manuales de los rotores,


equipo y tubos, antes de que los mismos sean
utilizados. Cumplir con las indicaciones de uso
y cuidado que especifica el fabricante.
3. Utilizar los rotores únicamente en las
centrífugas para las cuales han sido fabricados.
No intercambiar rotores sin verificar la
compatibilidad con la centrífuga en la cual se
instala.

4. Registrar los parámetros de operación para


cada rotor en una bitácora, para poder
determinar su vida útil remanente y gestionar a
tiempo la adquisición de los reemplazos.
5. Utilizar las recomendaciones de velocidad
máxima y densidad de las muestras que
recomienda el fabricante. Cada rotor está
diseñado para soportar un máximo nivel de
esfuerzo; dichas especificaciones deben ser
respetadas rigurosamente.

6. Acatar las recomendaciones relativas a reducir la


velocidad de operación cuando se trabaja con
soluciones de alta densidad, con tubos de acero
inoxidable o adaptadores plásticos. Los
fabricantes suministran la información
correspondiente.
7. Utilizar rotores de titanio si se trabaja con soluciones
salinas frecuentemente.

8. Proteger el recubrimiento de los rotores para evitar


que se deteriore el metal base. No utilizar detergentes
alcalinos o soluciones limpiadoras que pudieran
remover la película protectora. Los rotores,
generalmente fabricados de aluminio [Al], están
recubiertos por una película de aluminio anodizado
que protege la estructura del metal.

9. Utilizar cepillos plásticos en las actividades de


limpieza de los rotores. Los cepillos metálicos rayan
el recubrimiento protector y esto genera fuentes de
futura corrosión, que se aceleran bajo las condiciones
de operación que acortan la vida útil remanente del
rotor.
10. Lavar el rotor inmediatamente en el caso de que se
presenten derrames de sustancias corrosivas.

11. Secar el rotor con aire seco, siempre que haya sido
limpiado y enjuagado con agua.

12. Almacenar los rotores de tubo vertical o tubo casi


vertical, con el lado superior hacia abajo y sin las
respectivas tapas.

13. Almacenar los rotores en ambientes secos. Evitar


dejarlos en la centrífuga.

14. Almacenar los rotores de cubo pivotante sin las


tapas de los compartimentos.
15. Lubricar las roscas y los anillos tipo O, de acuerdo
con las recomendaciones del fabricante.

16. Observar las recomendaciones relacionadas con


tiempos de garantía y vida útil de cada tipo de rotor.

17. Evitar utilizar rotores a los cuales se les ha terminado


el período de vida útil. 18. Utilizar blindajes si se usa
la centrífuga con material radiactivo.

19. Cargar o descargar los rotores dentro de una cabina


de seguridad biológica, si se trabaja con materiales
clasificados como de bioriesgo de nivel II o superior.

20. Nunca tratar de abrir la tapa de una centrífuga que


esté funcionando y nunca intentar detener el rotor con
la mano.
Las rutinas de mantenimiento que requiere una
centrífuga dependen de múltiples factores, tales
como la tecnología incorporada, la intensidad de
uso, la capacitación de los usuarios, la calidad de
la alimentación eléctrica y las condiciones del
ambiente donde se encuentra instalada. A
continuación, se presentan las recomendaciones
generales para la adecuada utilización y las
rutinas de mantenimiento más comunes para
garantizar una correcta operación. Las rutinas o
reparaciones especializadas dependerán de las
recomendaciones que, para cada marca y
modelo, establezcan los fabricantes.
Las rutinas de mantenimiento más importantes
que se le efectúan a una centrífuga son estas:

Frecuencia: Mensual

 1. Verificar que los componentes externos de la


centrífuga se encuentren libres de polvo y de
manchas. Evitar que el rotor se afecte por
derrames. Limpiar el compartimiento del rotor,
utilizando un detergente suave.
2. Comprobar que el mecanismo de acople y
ajuste de los rotores se encuentre en buen
estado. Mantener lubricados los puntos que
recomienda el fabricante.

3. Verificar el estado del mecanismo de cierre /


seguridad de la tapa de la centrífuga, pues es
fundamental para garantizar la seguridad de
los operadores. El mecanismo mantiene
cerrada la tapa de la centrífuga, mientras el
rotor se encuentra girando.
4. Confirmar la lubricación de los elementos que
recomienda el fabricante, como sellos tipo O.
Utilizar siempre lubricantes de acuerdo con las
recomendaciones del fabricante –frecuencia y
tipo de lubricantes–. En centrífugas de
fabricación reciente se usan rodamientos
sellados que no requieren lubricación.

5. Verificar el estado de los empaques y juntas de


estanqueidad.
Frecuencia: Anual

1. Verificar que las tarjetas electrónicas se encuentren


limpias y bien conectadas.

2. Comprobar el grupo de control, el cual dispone de


selectores de velocidad, tiempo de centrifugado,
temperatura de operación, alarmas e instrumentos
análogos o digitales para registrar los parámetros
de operación de la centrífuga.
3. Verificar el cumplimiento de normas eléctricas.
Utilizar un analizador de seguridad eléctrica:
pruebas de resistencia a tierra, corrientes de fuga.

4. Si la centrífuga es refrigerada, comprobar la


temperatura mediante el termómetro electrónico.
La temperatura no debe variar más de ± 3 °C.

5. Examinar la exactitud de los controles de tiempo.


Utilizar un cronómetro. El tiempo medido no debe
variar más de ± 10 % del tiempo programado.
6. Verificar la velocidad de rotación real contra la
seleccionada, utilizando una carga normal. La
comprobación se efectúa con un tacómetro o un
fototacómetro. Si la compuerta no es transparente, debe
seguirse el procedimiento que para el efecto indique el
fabricante.

7. Confirmar el funcionamiento del sistema de freno.

8. Verificar el funcionamiento del sistema de refrigeración;


solo en centrífugas refrigeradas. Las actividades más
importantes son las siguientes:

a) Controlar que las temperaturas seleccionadas no


difieran más de 3 °C, de las temperaturas medidas con
el termómetro digital.
b) Verificar el estado del filtro de la toma de aire. Si es
filtro se encuentra obstruido, limpiar o sustituir por
un equivalente.

c) Efectuar una limpieza detallada de las aletas


difusoras del condensador, para eliminar la suciedad
que se deposita sobre ellas. Esto mantiene las tasas de
transferencia de calor, según las especificaciones de
diseño. Si se detecta un funcionamiento anormal,
solicitar servicio técnico especializado.

d) Verificar el estado de las escobillas del motor, si la


centrífuga dispone de motor con escobillas. Sustituir
por nuevas –de la misma especificación original–, en
caso de ser requerido. Realizar esta rutina cada seis
meses.
Para poder realizar las inspecciones de mantenimiento
requeridas normalmente por una centrífuga, son
necesarios los siguientes instrumentos o herramientas:

1. Una llave para apretar o aflojar la tuerca del rotor.

2. Un analizador de seguridad eléctrica o un instrumento


para medir corrientes de fuga

3. Un cronómetro.

4. Un termómetro electrónico con exactitud de 0,5 °C para


centrífugas refrigeradas únicamente.

5. Un tacómetro o fototacómetro.
Su principio de funcionamiento es igual al de
la centrifugas, las centrífugas micrófugas
permiten llegar a velocidades de más de
10.000 rpm hasta 20.000 rpm, siendo los
volúmenes de trabajo muy pequeños, por
tanto no se usan tubos, sino capilares
microhematocritos. Son útiles en el campo
de la biología molecular.
Las microcentrífugas comúnmente solo tienen una
capacidad para 24 capilares microhematocritos.
Especificaciones
Ref.: 31600075
Diámetro interior 1.1 mm
Volumen 75 uL
No heparinizados
Cuando la sangre
heparinizada (la heparina
es un anticoagulante) es
centrifugada, los
eritrocitos sedimentan
mientras que el plasma
queda en la parte
superior del tubo como
un líquido claro y
ligeramente amarillento.
El cociente entre el
volumen de elementos
formes y el volumen de
sangre total es lo que se
denomina hematocrito.
El hematocrito es el porcentaje ocupado
por glóbulos rojos del volumen total de la sangre.
Los valores medios varían entre 42%-52% en los
hombres, y 37%-47% en las mujeres. Estas cifras
pueden cambiar de acuerdo a diversos factores
fisiológicos, como la edad y la condición física del
sujeto. Es una parte integral del hemograma,
junto con la medición de la hemoglobina, y el
conteo de leucocitos y plaquetas.
1. Desinfectar la yema del
dedo con alcohol, secándola
posteriormente con
algodón. Utilizar siempre
guantes y lancetas estériles.
Los tubos de
microhematocrito deben de
ser preferiblemente
heparinizados.

2. Punzar la yema del dedo


con la lanceta y presionar el
mismo para que salga
sangre.
3. Llenar el capilar del
micro-
hematocrito apoyando
uno de los extremos
sobre la gota de sangre
del dedo.
4. Taponar el extremo más
próximo a la sangre con
plastilina.

5. Centrifugar el capilar
durante 5 minutos a 12000
rpm en una centrífuga
específica para
microhematocrito.
(Microcentrifuga)
6. Con la regla medir
la longitud que
ocupa en el capilar la
columna formada por
glóbulos rojos
sedimentados y
referirla en tanto por
ciento a la longitud
total que ocupa la
sangre que llena el
capilar.
Los linfocitos son un tipo de leucocito (glóbulo
blanco) comprendidos dentro de
los agranulocitos. Son los leucocitos de menor
tamaño (entre 7 y 15 μm), y representan del 24 a
32% del total en lasangre periférica. Presentan
un gran núcleo esférico que se tiñe de violeta-
azul y en su citoplasma frecuentemente se
observa como un anillo periférico de color azul.
Poseen un borde delgado de citoplasma que
contienen algunas mitocondrias, ribosomas
libres y un pequeño aparato de Golgi.
policitemia

enfermedades
Anemia lipemia
hemolitica
hepaticas
OBTENCION Y APLICACIONES DEL FACTOR DE
CRECIMIENTO PLAQUETARIO.

Todo el proceso se realiza en condiciones de


perfecta esterilidad. La toma de sangre debe
hacerse en ayunas. La sangre se centrifuga y luego
se fracciona el plasma, obteniéndose el factor
plaquetario en un tubo estéril. Se combina con
cloruro de calcio para activarlo, convirtiendo el
fibrinógeno en fibrina, produciendo un aumento
de densidad progresiva. Y se encuentra listo para
ser inyectado directamente sobre la zona a aplicar.

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