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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Centro Universitario de la Ciénega


Generalidades sobre
tratamientos por
intoxicación
Materia: Toxicología General
Profesora: María Elena Becerra Mercado

Valdez Chacón Luis Ricardo


Navarro Venegas Raymundo
Medrano Camarena Fernando
González Arias Julio César
Intensificación clínica de las
medidas de urgencias
1-Vómito. 2-Lavado gástrico.
Cuando se sospecha que se ingirió una cantidad El lavado gástrico es una operación delicada que mal
efectuada, puede originar aspiración o paso del
considerable de tóxico, y si el individuo no vomitó
contenido gástrico a los pulmones o perforación
o se estima que lo hizo insuficientemente, y no gástrica o esofágica. Se realiza, con el enfermo en
han transcurrido 6 horas desde la ingestión, el decúbito lateral izquierdo, en posición de
enfermo está asintomático, y las funciones vitales Trendelemburg y rodillas flexionadas, introduciendo
aseguradas, se induce el vómito con jarabe de una sonda por vía nasal u oral (esta tiene la ventaja
ipecacuana o inyección intramuscular de de poder ser de mayor diámetro y con orificios que
permiten la entrada de hasta comprimidos u otros
apomorfina.
restos sólidos) hasta el estómago: en el extremo
exterior se conecta una jeringa grande con la que se
aspira el contenido gástrico y seguidamente se
introducen unos 200 ml de agua templada, que se
retira igualmente.
3-En estas operaciones sigue siendo útil la
administración de carbón activado o permanganato
potásico, para adsorber u oxidar el tóxico.
4- Eliminación.
Para ayudar al organismo a expulsar a los tóxicos se
aplican varias técnicas clínicas de eliminación forzada o En definitiva, podemos establecer tres grupos de
intensiva, cuya utilidad depende de muy diversas técnicas de eliminación intensiva:
circunstancias o criterios toxicocinéticos y toxicodinámicos 1º. Técnicas intracorpóreas:
como son: las características cinéticas del tóxico, así como α. Diuresis forzada.
de la correlación entre la cinética y los efectos clínicos o β. Diálisis peritoneal.
mecanismos de toxicidad. 2º. Técnicas extracorpóreas:
γ. Hemodiálisis.
δ. Hemofiltración.
ε. Hemoperfusión.
ζ. Plasmaféresis.
η. Exanguinotransfusión.
Otras:
θ. Catárticos (laxantes).
ι. Depuración biliar.
δ. Ventilación artificial (respiración asistida).
κ. Trasplante de órganos
Diuresis
Diuresis forzada.
Al ser el riñón el principal órgano excretor, se puede conseguir la desintoxicación de numerosas sustancias
con sólo incrementar el volumen urinario. Es un método útil para sustancias hidrosolubles, con pequeño
volumen de distribución y escasa unión a proteínas plasmáticas.
Debe efectuarse bajo estricto control cardiológico, de electrólitos y del equilibrio acidobásico. Se
administran diuréticos o infusión de manitol o sueros de pH neutro, alcalino o ácido, según el caso: Los
sueros a pH neutro son útiles para sales metálicas, amanitina y paraquat.
Diálisis peritoneal.
Consiste en inyectar una disolución acuosa isotónica entre las dos hojas del peritoneo (abdomen); el
tóxico presente en la sangre, si reúne las condiciones necesarias, pasa mediante ósmosis al líquido
inyectado, que seguidamente se retira. Tiene las mismas utilidades y casi idénticas contraindicaciones
que la diuresis; sin embargo, por haber en el peritoneo poros de mayor diámetro que en la membrana
de la hemodiálisis, permite la salida de tóxicos de mayor tamaño molecular, aunque la velocidad de
extracción sea más lenta, por lo que es menos efectiva que la forzada.
Hemodiálisis

Hemodiálisis o riñón artificial.


Está especialmente indicado cuando hay fallo renal, hepático o cardiaco. Consiste en
establecer una toma de sangre de una vena, y hacerla pasar por un circuito de
membrana semipermeable, al otro lado de la cual circula un líquido isotónico con el
plasma, por lo que sólo dializará de éste las sustancias extrañas o en excesiva
concentración: finalmente, se reintegra la sangre a la misma u otra vena.
Hemofiltración.
Una variante de la hemodiálisis es la hemofiltración, en que se hace pasar la sangre
sobre una membrana de fibra con poros de 20.000-30.000 daltons, que permite
separar sustancias con peso molecular más alto que las que se eliminan por
hemodiálisis; como ésta, protege al riñón, y permite separar nefrotóxicos y mioglobina
(en rabdomiólisis). Se aplica a aminoglucósidos, paraquat (en situación precoz),
benzodiazepinas, compuestos orgánicos de mercurio y a metales (Pb, Al, Fe) unidos
a sus quelantes aunque se discute su utilidad.
Hemoperfusión.
Esta técnica también requiere un circuito extracorpóreo de la sangre, que mediante
un bomba se hace pasar por un filtro que separa las células hemáticas; entonces se
perfunde el plasma por una columna de carbón activo o de resina de cambio iónico,
que retiene el tóxico. Después se reúne el plasma con las células, una vez lavadas, y
se devuelve la sangre al individuo; el principal problema que tenía la técnica (como
la hemodiálisis) era la de producir pérdidas de plaquetas que requerían transfusión
para evitar hemorragias.
Plasmaféresis.

Por centrifugación se separan el plasma y los elementos formes, descartando el


plasma que se sustituye por otro nuevo, para recomponer la sangre y
reinyectarla. Por ello su utilidad es independiente del peso molecular, polaridad o
unión a proteínas del tóxico, aunque no del Vd. Es más eficiente que la HP, va
bien con tóxicos de alto Pm, como inmunocomplejos, anticuerpos
inmovilizadores y de inmunoadsorción, digoxina unida a Fab, amanitina, mercurio
orgánico etc.
Exanguinotransfusión.

Supone sustituir la sangre del paciente. Está, por el momento, especialmente


indicada en la intoxicación por fósforo elemental (no en los organofosfatos),
y en las metahemoglobinemias tóxicas graves. Presenta el riesgo de
hemólisis intravascular.
Tratamiento especifico

✘ Tratamiento específico es el dirigido contra una intoxicación concreta o conocida.


En resumen, se hace preciso el estudio monográfico e individualizado de cada
intoxicación, para abordar su tratamiento con la mayor probabilidad de éxito.
Tratamiento especifico

El término antagonista se da a las sustancias que


anulan la acción del tóxico, exaltando una función
fisiológica opuesta, y el término antídoto a los
productos que neutralizan o bloquean el tóxico por
mecanismos físicos o químicos
Tratamiento sintomático

Es aquel que
El intoxicado agudo debe
calma o alivia los
ser vigilado continuamente,
síntomas en
incluso por medio de
aquellas
monitores, y controlando su
enfermedades que
pulso, presión arterial,
se desconocen o
temperatura, nivel de
que no tienen un
conciencia, balance
tratamiento eficaz.
electrolítico, glucemia, etc.
Como complemento de las medidas depuradoras ya mencionadas, se debe
atender cada una de las manifestaciones sintomáticas que acompañen a cada
proceso tóxico.

Por ejemplo el vómito, síntoma favorable en un principio, si la vía de ingreso del tóxico
fue gástrica; posteriormente puede ser peligroso debido a la deshidratación que
produce. Se debe controlar con antieméticos

Dolores y cólicos abdominales pueden requerir la administración de


papaverina
Un ultimo ejemplo son las convulsiones, otra manifestación de los efectos
tóxicos directos de las sustancias químicas sobre el SNC, o por alteraciones
metabólicas secundarias al proceso tóxico, como la hipoxia, hipoglucemia,
hipocalcemia. Su tratamiento está orientado de manera similar al manejo de
las convulsiones de otra etiología, con anticonvulsionantes como diazepam,
fenitoína y barbitúricos, según cada caso, sin descuidar los trastornos
metabólicos
Caso clínico (tratamiento especifico)
BIBLIOGRAFIA

http://www.scielo.org.ar/pdf/aap/v115n1/v115n1a26.pdf

Repetto Jimenes, M., & Repetto Kuhn, G. (2009). Toxicología Fundamental


.4ta. Ed. México : Díaz de Santos.

http://www.bvsde.paho.org/tutorial4/fulltex/intoxica/intoxica.html

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