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Inteligencia Emocional;

Aplicaciones en la Educación.
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1. Inteligencia Emocional: Mitos y
realidades.
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1.1 Qué son las emociones.

• Emoción significa “energía en movimiento”. La emoción constituye la reacción física ante algo que provoca que la
energía interna del individuo se mueva. Después de esta primera reacción aparece cierta conciencia de esa
emoción que se procesa por la persona, entonces aquella se convierte en sentimiento.

• Algunas reacciones normales ante nuestras emociones es negarlas, reprimirlas o sustituirlas, pero en estos casos
corremos el riesgo de que las emociones nos dominen y controlen nuestra vida en lugar de nosotros a ellas. Por
eso, el mejor camino es experimentar nuestras emociones y transformarlas en caso de que no sean funcionales
para nuestra vida.

• Aunque cada vez existe más evidencia de que en la mayoría de los casos, el desarrollo y la maduración de nuestras
emociones dependió del manejo que le dieron los adultos responsables de nuestra crianza; hoy existen muchas
técnicas que pueden ayudarnos a transformarlas y manejarlas mejor.

• Una de estas técnicas es la programación neurolingüística (PNL). Desde esta perspectiva; las emociones son
alteraciones del ánimo producidas por la percepciones, pensamiento o recuerdos.

Si modificamos nuestras percepciones, pensamientos o recuerdos sobre las


personas con las que nos relacionamos y las situaciones que
experimentamos; podemos transformar nuestros estados emocionales en
algo más positivo.

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Etapas del desarrollo emocional.

A Continuación se describen algunos estados emocionales que se presentan en el desarrollo; ¿podrías identificar cuáles son
estos? Subraya los que encuentres.

Edad Manifestación emocional

En el nacimiento Las emociones que se consideran innatas o están presentes ya en el mismo momento de
nacer son las denominadas de supervivencia, es decir, el llanto, la sonrisa, el interés y el
disgusto.
La experimentación del estado de calma y placer se produce como consecuencia de sentirse
limpio al miccionar y defecar; también al satisfacer la necesidad del hambre; y reducir la
tensión muscular al cambiar de posición.

1er mes Aparecen las primeras caricias como respuesta al placer visceral.
Tres primeros meses Reconoce en los emociones agradables como la alegría y desagradables como el enfado.
Responde al arrullo.
Alrededor de los 3 meses aparece la sonrisa social haciéndose más específica con los padres o
cuidadores.
Se producen reacciones por sobresaltos (inicio de la ansiedad)
Aparece el susto como respuesta ante los estímulos bruscos.
De los 2 a los 5 meses los bebes desarrollan la capacidad de discriminar entre expresiones
faciales de contento, rabia y sorpresa.

4 meses Ríe cuando manipula sus juguetes.


Puede discriminar entre un gesto furioso y un gesto de tristeza.
4
5 meses Comienza a desarrollarse el interés, como búsqueda de estímulos nuevos hacia todo lo que
le rodea.
Aparece también la sorpresa al experimentar el niño que no se cumplen todas sus
expectativas sobre lo que le rodea.
Puede sorprenderse al observar una cara de enfado cuando el realmente esperaba una
sonrisa.
Responde con risas a la manipulación táctil.
6 meses Se excita fácilmente dando muestras de alegría.
Ríe y chilla en el juego.
Presenta reacciones de asombro.
Reacciona con miedo al retirarle la base sobre la que se apoya.
7 meses Presenta reacciones de ansiedad ante estímulos inesperados o desconocidos.
8 meses Identifican el significado emocional de una emoción, tanto agradable como desagradable.
Manifiesta miedo a extraños rehuyendo la mirada.
6-8 meses Muestra comportamientos empáticos al ver llorar a otro niño, se pone a llorar también.
Aparece la emoción del miedo y la culpa El miedo para la preservación y autoprotección. La
culpa al tomar conciencia que las acciones propias son el origen de algo que ocurre a su
alrededor.
1 año Continúan desarrollándose las habilidades empáticas. Llora cuando regañan al hermano.
Supera el temor a la pérdida repentina del soporte. Supera pequeñas situaciones de miedo.
A partir de los 19 meses comienza a inhibir sus emociones.
Al año y medio realizan un aprendizaje de las conductas afectivas de los demás.
2 años Imita la expresión facial de emociones básicas.
3 años Distinguen a las personas por la relación emocional que establecen. Personas que les
proporcionan ayuda, juego, etc.

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3 años y medio Reconocen emociones y sentimientos en los personajes de los cuentos que los adultos les
platican.
4 años Emplean términos como feliz, contento, alegre, enfadado, asustado…
Hasta los 5/6 años Se produce un acelerado aprendizaje de la expresividad emocional.
Se producen manifestaciones conductuales que implican estados emocionales: hacer bromas,
molestar intencionalmente, etc.
6 años Asocian la pelea con la emoción de ira/enfado.
Asocian el juego con la satisfacción y alegría.
Entre los 7 y los 11 años Corresponde a la etapa educativa de la Educación primaria. En ellas asocian estados
emocionales a sus rendimiento escolar.
Estados de ánimo de tristeza, estados cognitivos de baja autoestima con pensamientos
autodevaluativos.

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Emociones básicas y familias emocionales.

Actualmente se reconoce que a partir de ocho emociones básicas, por intensidad o por combinación, podemos entender el
funcionamiento de todas las demás. Las emociones básicas son las siguientes; ¿cuáles serán sus familiares?

Placer
Amor

Sorpresa

Ira Tristeza
Temor Disgusto Vergüenza

TEMOR Melancolía Alivio Hostilidad

Asombro Orgullo DISGUSTO Adoración

Irritabilidad Terror Conmoción VERGUENZA

SORPRESA Aceptación Rechazo Miedo

Aversión Ansiedad IRA Euforia

Pena Molestia Culpa Depresión

Simpatía TRISTEZA Desconcierto Odio

Cólera Alegría Aborrecimiento Remordimiento

Arrepentimiento Desdén Desesperación AMOR

PLACER Preocupación Confianza


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He aquí una lista de algunas familias emocionales.

Menor Mayor

• Irritabilidad – enojo - hostilidad - ira - cólera – odio


• Tristeza - pena - melancolía - desesperación – depresión
• inseguridad - ansiedad - preocupación - desconfianza - temor – angustia - miedo – terror
• Alivio - placer - alegría – entusiasmo - optimismo - orgullo – felicidad – euforia – éxtasis
• Atracción - simpatía - aceptación - confianza – afecto - amor – adoración
• Asombro - desconcierto - sorpresa - conmoción
• Indiferencia - apatía - disgusto - desdén - aversión - rechazo – aborrecimiento
• Molestia - vergüenza - culpa – arrepentimiento- remordimiento - perdón
• Curiosidad - deseo - admiración – esperanza - interés - ambición – avaricia - envidia
• Aburrimiento - Insatisfacción - decepción – desilusión - fracaso
• Nostalgia - añoranza - resentimiento – rencor – venganza
• - Aceptación - paciencia – tolerancia – resignación
• Deseo – pasión – celos
• Preocupación – tensión – estrés
• Empatía – bondad – compasión - altruismo
• Respeto – amabilidad - cordialidad
• Calma – sosiego – tranquilidad - paz

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Los mensajes emocionales ocultos.

• Como humanos, dejar nuestros estados emocionales al


influjo de nuestros estados fisiológicos y a las actitudes y
conductas que se derivan de ellos puede ser desastroso.

• Los estados emocionales pueden verse modificados con la


ayuda de ciertas técnicas de relajación y de activación,
pero no son suficientes para su transformación. Lograr un
cambio más efectivo requiere también del uso de nuestra
reflexión. Porque es a través de la reflexión como
tomamos conciencia del mensaje que llevan implícito
nuestras emociones y de este modo decidir corregir, variar
o mantener este estado emocional y actitudes y
conductas en las que estamos inmersos.

• Cada emoción que experimentamos intenta transmitirnos


o comunicarnos lo que llamamos “mensaje” de la
emoción. Este mensaje será diferente en cada una de
ellas; no es lo mismo por ejemplo, el mensaje de la
“frustración” que el de la “cautela”.

• Si logramos descubrir estos mensajes nuestra emoción


puede transformase inmediatamente en un sentimiento
provechoso para nosotros.

• Esto queda muy claro con las emociones desagradables


porque cada una de ellas están diciéndonos
específicamente lo que necesitamos hacer para responder
adecuadamente ante una situación dada.

• Sin embargo, sea agradable o desagradable la emoción


que experimentamos, lo primero para aprender a elegir
nuestras emociones más convenientes consistirá en
aprender a detectar la función comunicativa (mensaje) de
cada una de ellas.

• Veamos algunos ejemplos de estos mensajes;

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2. Componentes de las emociones.

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2.1 Fisiología de nuestros estados emocionales.

Aunque la PNL no se interesa directamente por los estados


fisiológicos de nuestras emociones - hace énfasis en las
percepciones, pensamientos o recuerdos que los originan - es
importante conocerlos, para conocer sus efectos en el impulso y
determinar si necesitamos relajarnos o activarnos antes de
aplicar algunas de las técnicas que nos permitirán
transformarlos.

Con la ira, por ejemplo, la sangre fluye a las manos y un aumento


de la adrenalina genera un ritmo de energía lo suficientemente
fuerte que origina una acción vigorosa. La atención se fija en la
debilidad del otro. Nos prepara para atacar.

Con el miedo, la sangre va a los músculos esqueléticos grandes


como los de las piernas y así resulta más fácil huir. Los circuitos
de los centros emocionales del cerebro desencadenan un
torrente de hormonas que pone al organismo en alerta general
haciendo que se prepara para la acción. La atención se fija en la
amenaza cercana para evaluar qué conducta ofrecer.

En la felicidad, hay un aumento de la actividad en un centro


nervioso que inhibe las actitudes negativas y ofrece un aumento
de la energía disponible para el esfuerzo que se requiere en el
logro de objetivos.

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El amor, da lugar a un despertar parasimpático que genera Con la tristeza se produce una caída de la energía y el
un estado general de calma y satisfacción, facilitando la entusiasmo para las actividades de la vida, sobre todo por
cooperación. Este sistema parasimpático es el opuesto las diversiones y los placeres; a medida que se profundiza y
fisiológico de la movilización ”lucha o huye” que se acerca a la depresión, se hace más lento el metabolismo
comparten el miedo y la ira. del organismo. Este aislamiento introspectivo crea la
oportunidad para llorar una pérdida mientras se recupera
El levantar las cejas en la expresión de la sorpresa, permite la energía para planificar un nuevo comienzo.
un mayor alcance visual y también que llegue más luz a la
retina. Esto ofrece más información sobre el
acontecimiento inesperado, haciendo que resulte más fácil
distinguir con precisión lo que está ocurriendo, e idear el
mejor plan de acción.

• La expresión facial del disgusto - el labio superior


torcido a un costado y la nariz fruncida – sugiere un
intento primordial de boquear las fosas nasales para
evitar un olor nocivo o escupir un alimento
perjudicial. Considere también esto emocionalmente
en un sentido metafórico.

Para la PNL, las emociones no son buenas ni malas, ni positivas ni negativas, ni convenientes o inconvenientes;
surgen dentro de nosotros como una respuesta ante los estímulos internos o externos. Lo bueno o malo, lo positivo
o lo negativo, lo conveniente o inconveniente , es el comportamiento que emitimos como consecuencia de esa
emoción; es nuestra respuesta la que puede ser funcional o disfuncional.

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3. El manejo inteligente de las
emociones más comunes: Un enfoque
desde PNL.
13
3.1 Inteligencia emocional.

De acuerdo con Goleman, una persona es inteligente emocionalmente si es capaz de motivarse y persistir frente a las
decepciones, controlar el impulso y demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la
capacidad de pensar; mostrar ambición y logro; y mostrar empatía en las relaciones humanas .

• De acuerdo con la PNL, transformar nuestras


emociones en un impulso positivo para nuestra vida
supone desarrollar las siguientes competencias
emocionales.

• C1. Presencia. Ser consciente de que estoy pasando


por un estado emocional. Tomar conciencia del
sentimiento que estoy sintiendo aquí y ahora.

• C2. Alternativa Capacidad de responder a las


situaciones de la vida con la emoción apropiada, con
la intensidad adecuada, con la persona adecuada y en
el momento adecuado de acuerdo con los objetivos
personales y en forma ecológica.

• C3. Manifestación: Habilidad para elegir la mejor


forma de expresar las emociones.

• C4. Conducción: Utilizar también las emociones


desagradables y, a partir de ellas generar
comportamientos útiles y emociones agradables.

• C5. Esquivación. Habilidad para protegernos de


experimentar emociones que nos bloquean o limitan;
sean éstas agradables o desagradables.

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3.2 Soledad y amor: Unidades indivisibles.

• El secuestro emocional de la individualidad genera ansiedad, tensión, angustia… pero combatir la soledad no es otra
cosa que pelearse con el enemigo. Al combatirla lograremos lo contrario; despertar estados de ánimo y pasiones
dormidas, los monstruos que nos habitan, porque todo combate despierta la fuerza del enemigo.

• En realidad, la soledad se controla a sí misma, se deshace a sí misma; pero no peleando contra ella, sino entendiendo
su naturaleza. Es importante integrar nuestra soledad en nosotros mismos, aceptarla y vivir organizadamente con ella
porque la soledad no puede ser arrojada de nosotros. Nuestra realidad humana consiste precisamente en que nadie
puede vivir en soledad absoluta porque mentalmente enloquecería, pero tampoco ningún ser humano puede
experimentase a sí mismo sin soledad. Lo normal es que todos poseemos un grado de soledad.

• Para entenderla es importante distinguir entre tres tipos de soledad: la soledad física, la soledad emocional y la
soledad como opción. La soledad física es la que experimentamos cuando estamos solos, por ejemplo en una
habitación. Muy distinta a la soledad emocional en la que sentimos que no amamos a nadie y nadie nos ama,
despierta en nosotros un sentimiento gélido de soledad, está conexión con los otros nada tiene que ver con el
contacto físico. Así que estamos obligados a estar ligados emocionalmente o corremos el peligro de la desintegración
mental.

• La soledad como opción, es la soledad buscada para estar con uno mismo, fuente del crecimiento personal. Es
necesaria o de lo contrario corremos el riesgo de perder nuestra identidad y quedar expuestos a los andamiajes
emocionales de la masa.

• Un equilibrio sano entre soledad como opción y relaciones duraderas y profundas basadas en el amor parecen ser la
clave. El desarrollo de habilidades intrapersonales e interpersonales se constituyen como su eje. En caso de que
carezca de alguna de ellas o de ambas, es importante que busque ayuda profesional. Entre las habilidades
intrapersonales la más importante es quizá el desarrollo del yo nutricio, base del amor propio y la autonomía. Si nos
esforzamos en fortalecer a este progenitor nutricio interior, aumentará nuestra capacidad de estar solos y de
sentirnos contentos interiormente. 15
• El amor por su parte, es la fuerza motivadora que corre por debajo de la mayoría de nuestros estados emocionales.
En todos ellos hay un ansia subterránea de amor absoluto. La soledad es una expresión evidente de la necesidad de
amor, como el rechazo es la expresión del amor marchito. Si el miedo teme perder el amor, el odio es la otra cara de
la moneda, y tanto la depresión como el aburrimiento ansían la pasión del amor. La pena lamenta la pérdida del amor,
la agresión trata de expulsarlo, pero no lo consigue, y la ira surge porque parecería que no hay lugar donde
encontrarlo. El orgullo quisiera descubrirlo, pero es demasiado altivo para permitirse romper las murallas defensivas,
mientras que la esperanza lo aguarda y la ansiedad se agudiza porque el amor parece ambivalente o ausente. De
modo que el amor está, literalmente, en el corazón mismo de todo nuestro ser emocional.

• Y a pesar de todo, lo único seguro acerca del amor es que es inseguro. No sabemos si la persona a la que amamos nos
amará, y ni tan siquiera si nos ama, si su vida será más duradera que la nuestra o no. De modo que la necesidad de
aceptar una pérdida potencial está inextricablemente ligada a la emoción del amor. Cualquiera que aspire a una
seguridad absoluta, mejor que no busque amor, pues quedará profundamente decepcionado. Pero en sus etapas
iniciales, el amor parece garantizar lo contrario. Parece prometer los deleites de la unión y la fusión que pondrán
término a nuestro aislamiento y soledad.

• El amor nos lleva desde los estrechos límites de nuestro ego a los territorios más amplios y generosos de una relación.
Y es así que diferentes tipos de relaciones engendran diferentes tipos de amor, pero en el fondo están relacionados.
Entre estos tipos tenemos el amor filial; el amor de nuestros padres, de éste dependerá el sentimiento de que la vida
me sostiene y todo es fundamentalmente amoroso, o todo lo contrario. El amor fraterno se sostiene en principio en e
amor entre los hermanos, a partir de estás relaciones se establecerán todas las relaciones con nuestros pares de
confianza o desconfianza, colaboración o competencia, apoyo o abuso. El amor romántico busca la fusión con el otro;
un amor maduro a este respecto exige amar a la otra persona tal y como es y no porque satisface mis necesidades. El
amor a uno mismo es también necesario para abrirse a la experiencia personal de todo amor; el amor a uno mismo
realza la buena aplicación del amor romántico y la capacidad de dar amor paterno/materno y amor fraternal.

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3.3 Ira y agresión: Cómo transformar nuestro enojo.

• El enojo es un sentimiento relativamente aceptado en nuestra sociedad, en ocasiones se le relaciona con la virilidad.
Así mismo, representa un sentimiento rechazado en las mujeres porque se considera poco femenino.

• Muchas veces los hombres expresamos con enojo otro sentimiento con el que no estamos en contacto, porque
tampoco en nuestra sociedad está bien visto que los hombres expresemos nuestros sentimientos y se nos hace burla
desde niños. No se nos permite ternura porque se nos acusa de afeminados y muchos menos miedo. Esto nos lleva a
separar lo que verdaderamente sentimos y expresar enojo casi para cualquier situación.

• Del mismo modo las mujeres expresan muchos de sus sentimientos con llanto ´porque es una conducta que les es
permitida. Es así que las vemos que lloran porque están contentas, porque están tristes, porque voló la mosca, pero
que no se les ocurra enojarse porque todo mundo reacciona como si estuvieran viendo una bruja.

• El enojo es un sentimiento que surge cuando nuestros derechos son violados, cuando somos heridos, cuando no
somos tomados en cuenta, cuando nuestras necesidades y legítimos deseos no son respetados, cuando nuestras
creencias son devaluadas o cuando nuestra integridad está en entre dicho.

• El enojo es un estado emocional que cuando su nivel de excitación es alto (ira) su manifestación tiene lugar mediante
comportamientos de hostilidad hacia las demás personas. No podemos dejar de sentirlo, podemos reprimirlo, negarlo
o ignorarlo, pero surge aunque nosotros no queramos.

• Cuando experimentamos la ira, disminuye considerablemente nuestra capacidad de autocontrol y de pensamiento.


Podemos evitarla si aprendemos a calmarnos ante situaciones que nos enfadan mediante técnicas de relajación y no
alimentarla con nuestros pensamientos.

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• Cuando la ira no se expresa ni se comunica, se produce
el resentimiento o estado producido por la ira intensa
no resuelta, que queda en el interior (como estado de
activación psicofisiológica y como estado cognitivo de
obsesión) sin haberse expresado a la persona objeto de
la ira.

• El término rencor podría entenderse como un estado


emocional semejante al resentimiento pero más activo
que aquel y cuya prolongación es mayor en el tiempo.

• La ira es uno de los sentimientos que si aprendemos a


transformar nos puede ayudar a cambiar muchas
situaciones de nuestra vida que deberían ser diferentes.
La energía vital que la ira nos puede ayudar de manera
constructiva a llevar la justicia conde no la hay, a
cambiar la corrupción, etc.

• En la lengua castellana se ha relacionado la ira con el


valor mediante la palabra coraje, que significa ambas
cosas. En el coraje hay una activación de energías para
luchar contra la injusticia.

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Cómo transformar nuestras emociones. La técnica del enfoque de Eugen Gendlin.

• La sabiduría emocional científica también nos enseña que


para transformar una emoción en algo más funcional para ESTÍMULO
nosotros la clave está en detectar en qué parte del cuerpo
la sentimos. Si aprendemos a notar esto, cada vez que
sentimos algo, nos daremos cuenta de que por el simple
hecho de notar dónde estamos sintiendo físicamente la EMOCIÓN
emoción se da un cambio en la sensación.
• Si además de notar lo que sentimos, dónde los sentimos y
cómo lo sentimos, nos tomamos unos momentos para SENTIMIENTO
acompañar esa sensación, sin quererla siquiera cambiar o
quitar, poco a poco empezaríamos a notar que en
ocasiones se conecta con un recuerdo, con un símbolo o
con otra sensación. SENSACIÓN
• Si la seguimos acompañando un poco más, nos daremos
cuenta que se da un cambio más profundo en la sensación;
un aflojarse, abrirse, un poder respirar mejor o que
nuestros latidos vuelvan a su ritmo normal. ASOCIACIÓN
• Además, si seguimos atendiéndolas y les permitimos
desenvolverse dentro de nosotros y que nos cuenten sus
historias, nuestra situación cambiará completamente. Este
es el camino de la transformación. CAMBIO

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Actividad 3.3

• 1. identifique una situación o una persona en la escuela que con la


que experimentan emociones desagradables.
ESTÍMULO

• 2. ¿Qué emoción experimenta realmente?


EMOCIÓN

• 3. Al tomar conciencia de su estado emocional está experimentando


ahora un sentimiento; ¿Cuál es ese sentimiento? SENTIMIENTO

• 4. ¿Dónde experimenta físicamente ese sentimiento? ¿Cómo es esa


sensación? Acompáñela tocando esa parte de su cuerpo con la palma SENSACIÓN
de su mano.

• 5. ¿Qué otras situaciones le evoca esa sensación? Permita que la ASOCIACIÓN


asociación se dé libremente? Siga acompañando su sensación.

• 6. Conserve su mano en la parte del cuerpo donde experimenta la


sensación hasta que sin forzarla su cuerpo vuelva a su actividad CAMBIO
normal. ¿Qué nuevo sentimiento experimenta ahora?

• Note como su estado emocional ha cambiado.

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3.4 Manejo adecuado de la ansiedad y el estrés.

• La preocupación es el núcleo de toda ansiedad. La preocupación es un ensayo de lo que podría salir mal y cómo
enfrentarse a ello . Al parecer existe algo positivo en las preocupaciones: éstas son formas de enfrentarse a las
posibles amenazas y a los peligros. La tarea de preocuparse – cuando tiene éxito – es ensayar cuáles son esos peligros
y reflexionar en las formas de enfrentarse a ellos. Pero las personas que se preocupan en exceso simplemente
reflexionan sobre el peligro mismo; estas personas ven en la vida peligros que otros jamás perciben.

• Por lo general la preocupación en estas personas sigue este curso:;una narrativa dirigida a uno mismo que salta de
preocupación en preocupación y con mucha frecuencia incluye catástrofes y tragedias terribles. La secuencia es más o
menos la siguiente: a) la persona nota algo que dispara la imagen de algún peligro o amenaza potencial; b) esa
catástrofe imaginaria dispara a su vez un ataque suave de ansiedad; c) el sujeto se hunde entonces en una larga serie
de pensamientos perturbados, cada uno de los cuales prepara un nuevo tema de qué preocuparse; d) de este modo la
mente se despega de la imagen original que disparó la ansiedad.

• La preocupación disfuncional también adopta la forma de ideas rígidas y estereotipadas en lugar de avances creativos
que realmente se muevan en la dirección del problema. De este modo pareciera que resuelve parte de la ansiedad
cuando en realidad sólo la incremente y no resuelve el problema.

• De este modo, la preocupación se incrusta en nosotros porque proporciona un refuerzo en el mismo sentido en que lo
hacen las supersticiones (los amuletos nos protegen anticipadamente de algún mal) pues bien; con la preocupación
pareciera que nos estamos protegiendo de esos males cuando en realidad solo nos estamos obsesionando.

• La ansiedad, según lo han señalado algunos investigadores, se presenta en dos formas; cognitiva o pensamientos
preocupados, y somática, como la sudoración, aceleración del ritmo cardiaco y tensión muscular. A diferencia de la
tristeza, para el manejo fisiológico de la ansiedad se recomiendan ejercicios

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que disminuyan la actividad cerebral. Ejercicios de relajación. Pero el método de relajación por si mismo no es
suficiente, el siguiente paso consiste en adoptar una postura crítica con respecto las suposiciones que mantienen los
picos de ansiedad.

• La denominada ansiedad flotante es un estado de activación psicofísiológica al igual que toda ansiedad, pero sin que
exista una causa específica u objetiva que los desencadene, al es el caso por ejemplo de las fobias.

• Como la ansiedad tiene dos formas básicas, la cognitiva (pensamientos impertinentes) y fisiológica (sudoración,
aceleración del ritmo cardiaco o tensión muscular). Si se desea romper con este ciclo se recomienda n técnicas de
relajación para la fisiológica, y alguna actividad distractora o adoptar una posición crítica respecto a las suposiciones,
actuar para resolver la situación, para la cognitiva.

• El estrés surge cuando las “exigencias” de nuestro entorno rebasan nuestra habilidad para manejarlas. Reaccionamos
emocionalmente con inquietud, preocupación o miedo y fisiológicamente segregando hormonas y sustancias
químicas activando el eje HPA. El comportamiento ante esa situación, al igual que ante el miedo puede ser de
enfrentamiento o huída. Si las causas del estrés desaparecen o se responde con éxito a ellas, el cuerpo vuelve a
funcionar con normalidad (ciclo de eustrés, o estrés positivo).

• El estrés permanente provoca desequilibrios hormonales en el cuerpo y agotamiento. La represión del sistema
inmunológico, junto a un metabolismo más lento y el descenso de las tasas de reposición celular dan como resultado
un envejecimiento prematuro, aumento de peso, y un riesgo mayor de padecer enfermedades degenerativas. El
cuerpo aminora la marcha, padece pequeñas afecciones recurrentes y la persona se siente psicológicamente
“quemada” (Síndrome Burnout) e incluso es posible enfermar gravemente o sufrir una crisis.

• Al igual que en toda ansiedad para que el estrés se conserve en sus limites aceptables (eustrés), se recomiendan
técnicas de relajación y administrar mejor el tiempo o cualquier otra actividad que pudiera activarlo
disfuncionalmente (Síndrome Burnout).

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Actividad
Esta técnica de relajación que tensa y afloja los músculos principales del cuerpo puede ayudará a también a calmar y reducir la
ansiedad y la tensión muscular que se experimenta con la ira. Escoja un momento en el que esté seguro que no van a
interrumpirle.

En algunos otros casos, podemos ayudar el flujo de nuestro pensamiento positivo mediante técnicas de activación. Pregunta a su
asesor sobre la aplicación de alguna s de ellas.

Técnica breve para la relajación de la tensión muscular. Paso 5.


Tense y afloje los músculos de la mano y el brazo derechos,
Paso 1. luego los del izquierdo.
Descálcese y afloje las prendas que le aprietan. Tiéndase en el
suelo sobre una colchoneta . Cierre los ojos y concentre su Paso 6.
atención en la respiración 3 -2 – 4 – 2. Para la relajación de Tense y afloje la espalda alta y baja; posteriormente el pecho y
cada músculo, en los pasos siguientes, al inhalar tense y al el estómago.
exhalar afloje.
Paso 7.
Paso 2. Tense y afloje los músculos de las nalgas,
Tense y afloje orejas y el cuero cabelludo.
Paso 8.
Paso 3. Tense los músculos los de la pierna derecha, luego las
Bostece y haga muecas, frunza el ceño, arrugue la cara hacia la pantorrillas y al final el pie. Repita con la pierna y pie
nariz y afloje. Mire hacia atrás y saque la lengua. izquierdos..

Paso 4. Paso 9.
Levante los hombros en dirección de las orejas, luego afloje. Concentre su atención nuevamente sólo en la respiración.
Gire la cabeza suavemente a un lado y al otro para relajar el Sienta como su cuerpo no pesa. Permanezca así de 3 a 5
cuello. minutos o si lo prefiere cúbrase con una manta…

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3.5 Cómo cultivar la alegría y el buen humor.

• La alegría es una de las emociones básicas. Es la consecuencia de la interpretación de un acontecimiento que nos
afecta favorablemente sea este directo o indirecto. Son Sentimientos sinónimos la felicidad, la satisfacción, el
optimismo, estar contentos y el gozo. Cuando la alegría se manifiesta conductualmente de manera ostensible da lugar
al júbilo y al alborozo.

• La alegría como emoción básica, es una reacción súbita del organismo ante un acontecimiento para quien la
experimenta. La alegría se instaura o se presenta cuando se produce el cambio de percepción de una situación neutra
o negativa a una situación positiva.

• Existen muchas situaciones que tradicionalmente nos generan alegría y se caracterizan porque aportan bienestar
físico o psicológico al individuo. Esto ocurre cuando, por ejemplo, se consigue un bien material, se aporta tranquilidad
al espíritu como consecuencia de una lectura o de una meditación, se logra superar un problema de salud o se valora
como saludable el estado actual, cuando se obtiene satisfacción con las actividades deportivas, de ocio y tiempo libre,
se establecen buenas relaciones en el trabajo, etc.

• Las manifestaciones conductuales de la alegría son evidentes. La expresión facial de la sonrisa y la risa son quizá sus
máximos exponentes. Cognitivamente se producen pensamientos cuyo contenido hace referencia a la suerte que se
ha tenido, a la competencia personal por haber conseguido algo, entre otros.

• Fisiológicamente la alegría proporciona importantes repercusiones favorables para el organismo. Está comprobada la
aportación de la serotonina responsable del aumentando del optimismo como un sentimiento más duradero.

• El buen humor es un sentimiento de alegría atenuada, permanente, duradero y constituye un enfoque personal
frente a las situaciones de la vida. Tener buen humor es sinónimo de mostrarse optimistas y alegres.

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• Podría decirse que el buen humor es como la valoración
cognitiva de la realidad. Afrontarla de manera optimista
supone ver el lado positivo de las cosas y resistir el
desánimo, adoptando una perspectiva personal y alegre
que contagia optimismo en los demás y define un estilo
de actuar ante las adversidades.

• Sin embargo el buen humor, como todos los estados


emocionales, son cambiantes según la intensidad o
gravedad de las situaciones que lo provocan.

• No obstante, el buen humor para las actividades y


relaciones humanas ordinarias es un poderoso antídoto
para vivir de modo feliz y con menos costo psicológico.

El buen humor refleja la expresión popular de optimismo de “La botella está medio llena”, expresión equivalente a afirmar
que hay que atender a las ventajas y aspectos positivos de la realidad.

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3.6. Cómo deshacerse de la culpa.

• La culpa es un sentimiento que nos hace sentir mal por algo que hacemos y que creemos que no está bien, es un
sentimiento profundo que no nos permite ignorarlo y que en muchas ocasiones moldea todo lo que pensamos, lo que
hacemos y sentimos. Es un sentimiento doloroso que la mayoría del tiempo está lastimando nuestro ser y que por
más que tratamos, no podemos hacerlo a un lado.

• La culpa es un sentimiento que surge por haber roto nuestro código de valores, no desaparece hasta que la
reconocemos y reparamos el mal causado; por ejemplo, cuando robamos algo, la culpa no desaparece hasta que lo
hayamos reconocido, al menos ante nosotros mismos, y después repongamos lo que tomamos y no nos pertenecía.
Por su puesto que en este ejemplo es necesario que en nosotros exista el valor de la honradez o de lo contrario no
experimentaremos la culpa.

• La culpa ocurre porque todos tenemos en nuestro interior el concepto del bien y del mal, según nuestra cultura. Por
más que tratemos de engañarnos, sabemos cuándo fuimos contra nuestro código moral y aunque busquemos
disculpas y justificaciones no podemos ignorar lo que está mal.

• En algunas ocasiones por nuestra inseguridad no somos capaces de reconocer nuestra falta y ofrecer una disculpa,
perpetuando el mal con otro mal. y así; sin darnos cuenta la culpa va aumentando lo mismo que nuestra inseguridad,
haciendo de esto una historia sin fin.

• En muchas ocasiones también sentimos culpa por algo que realmente no hemos hecho mal; en este sentido es
necesario hacer una distinción entre la culpa verdadera y la culpa falsa. La culpa verdadera surge cuando hacemos
algo contra nuestro código de valores, experimentar ese pesar nos puede ayudar a no volver a cometer la acción que
nos causó la culpa. Por su parte, la culpa falsa aparece cuando no cumplimos las expectativas de los demás. Son las
otras personas las que nos venden o nosotros nos compramos la responsabilidad, cuando en realidad no fue así.

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3.7 El ciclo de la pena: Cómo sobreponerse a las perdidas.

• La tristeza que provoca una pérdida tiene ciertos efectos invariables: reduce nuestro interés por la diversión y el
placer, fija la atención en lo que se ha perdido y socava nuestra energía de emprender… al menos de momento. En
resumen, refuerza una especie de retirada reflexiva de las actividades de la vida y nos deja en un estado suspendido
para llorar la pérdida, reflexionar sobre su significado y finalmente estar en disposición para hacer los ajustes
psicológicos y los nuevos planes que nos permitirán continuar con nuestra vida.

• La pena o la pesadumbre es la reacción natural ante una pérdida. Para reconciliarnos con estas pérdidas, las
lamentamos hasta que estamos preparados para dejarlas a un lado. La pena no resulta muy cómoda, pero es
precisamente esta incomodidad lo necesario para obligarnos a continuar. Si fuese demasiado fácil, nos quedaríamos
empantanados. El objetivo de la pena consiste en lograr una integración a un nivel más elevado de aquel en que nos
encontrábamos antes de perder la cosa cuya pérdida nos aflige.

• La pena es como un oscuro túnel por el que debemos pasar para volver a ver la luz del sol. En la entrada del túnel
tenemos tres posibilidades: a) Negar que ha habido una pérdida, b) reconocer que ha habido una pérdida, pero negar
su importancia para nosotros, y c) aceptar la pérdida y enfrentarnos a la pena que causa. Si optamos por la tercera
posibilidad, entramos en el túnel. Una vez dentro, por muy oscuro que nos parezca, suele haber un destello de luz en
alguna parte.

• Existen muchas formas de considerar las etapas de la pena. He aquí un modelo. Las etapas son:

Al encontrarte frente a la entrada del túnel. Es un período que sigue inmediatamente a la mala noticia. Sientes como
si caminaras aturdido al azar, estás embotado y las noticias no te llegan realmente. Así es como la naturaleza nos
protege contra la plena fuerza del pesar que sentimos ante una pérdida que altera dramáticamente nuestro futuro. En
esta etapa existe la tentación de decir que "esto no sucede realmente". Otra forma de negar la realidad consiste en
reconocer lo sucedido pero minimizándolo.

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Entrar en el túnel. Todo parece muy oscuro. Es el momento de la verdadera depresión. En esta etapa, alternan la ira y
la depresión. Se formulan preguntas como "¿Por qué a mí?" y "¿Es justo?". Todo parece helado y odioso. La persona
puede sentirse sin esperanza o desesperada.

El valle mas allá del túnel. Aceptar la realidad de la situación nos lleva a salir del túnel. Poco a poco, nos vamos dando
cuenta de que hay cosas agradables. En esta etapa alternan momentos de paz con retrocesos hacia las negras
emociones del túnel. Empezamos a mirar hacia el futuro y a esperar que en él haya cosas buenas.

Atravesar el río. Si avanzamos bastante bien por el valle nos encontraremos en un lugar en el que habrá que cruzar un
río. El río simboliza el paso entre dos estados y atravesarlo representa que se acepta la situación. Si reunimos el valor
y la energía para vadear el río, entramos en la aceptación. El río es una especie de “lavado del corazón” y el agua
puede llevarse muchos de los agravios que hemos albergado. En la otra orilla del río se encuentra la posibilidad de
integrar la pérdida sufrida. Cuando esto ocurre, realmente habremos entrado en un nuevo estado, más allá de la
pena.

• Podemos atascarnos en cualquier etapa de este proceso, pero hay una en la cual es más probable que esto ocurra. Es
la etapa de la negación. Durante esta etapa existe la tentación de provocar un cortocircuito hacia un estado de
resignación. Debido a que no ha tenido lugar la entrada en el túnel de la pena y no se han experimentado todos los
sentimientos desagradables, la resignación será superficial y falsa por lo que la pena nos acompañará por mucho
tiempo, aún sin nuestro consentimiento. De ahí que el mejor antídoto para recuperarnos de una pérdida sea
precisamente el atravesar estás cuatro etapas.

• Como la pena es un estado en el que la excitación es escasa, el ejercicio aeróbico , o cualquier otro de excitación
elevada, pueden sernos útiles en paralelo. También pueden ayudarnos a levantar el ánimo pequeños triunfos.

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3.8 De la vergüenza a la aceptación de ti mismo.

• La vergüenza es una emoción emparentada con la culpa pero aquí nos referiremos a ella en forma diferente a como la
tratamos normalmente. Casi siempre, al hablar de la vergüenza, nos viene a la mente las veces que nos sentimos
avergonzados o apenados por haber sido descubiertos haciendo algo incorrecto, ridículo o que pudimos hacerlo
mejor.

• Aquí trataremos la vergüenza que nos hace sentir inadecuados, molestos con lo que somos, malos , tontos,
inoportunos, sin derechos, menos que otros, sin valor. En pocas palabras; no somos lo que deberíamos ser o lo que
otros esperan que seamos. Es decir, sentir vergüenza por lo que se “es” y no por lo que se “hace”.

• Cuando un niño sufre abusos verbales, porque el adulto lo señala al ofenderlo y menospreciarlo, la vergüenza se hace
cada vez más profunda e inhabilita al niño para saber quién es él realmente, pues cree que él es lo que el adulto le
señala.

• La vergüenza casi siempre crea en el niño defensas para encubrirla y empieza a esconder su verdadero ser al que
rechaza y crea un “sí mismo falso”, para que sea éste el que los demás vean. Pero en el fondo, se siente
profundamente rechazado y abandonado, pues sabe - aunque no sea conscientemente - que los demás al que
aceptan es al falso. En este sentido rechazan al que verdaderamente es él.

• Lo peor es que el niño llevará esta vergüenza cuando crezca en una nueva familia y está tendrá también como
cimiento la vergüenza que los hijos asimilarán como propia y empezarán el ciclo de esconder cada uno el “sí mismo
real” porque en realidad se sienten defectuosos como seres humanos.

• Generalmente los sobrevivientes de la vergüenza han internalizado los juicios de sus padres, amigos y maestros y es
muy difícil que acepten que todo aquello que sus padres les pidieron no tiene que ser así por fuerza.

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• Esas voces internas, junto con la mala imagen que tienen de sí mismos, representan cadenas pesadas que les impiden
amarse y aceptar que son personas valiosas que merecen respeto y amor. Necesitan llegar al fondo de esa vergüenza
para encontrar el proceso que vivieron y los hizo despreciarse y autorrechazarse y emprender otro proceso en sentido
contrario para alcanzar una autoestima y amor a sí mismos.

• En otras ocasiones la vergüenza es introyectada en nosotros por tener una idea inalcanzable de lo que deberíamos
ser, o sea un “sí mismo ideal”, perfecto, y al compararnos y no podernos identificar con ese ideal, nos descalificamos y
nos avergonzamos de nosotros mismos. Sin embargo, insistimos en que los otros nos vean como quisiéramos ser y no
como somos.

• La vergüenza así entendida, hunde nuestra autoestima y nos engaña, haciéndonos sentir horribles física, emocional y
moralmente, estúpidos, menos que los demás, sin valía, diferentes a todos los que vemos buenos y valiosos,
disminuidos y siempre encontramos que algo anda mal en nosotros. Hay condenación para lo que somos y un dolor
crónico que nos convierte en seres desesperanzados, perfeccionistas, envidiosos y llenos de enojo hacia los que
vemos como ideales, felices y perfectos..

• Otra clase de vergüenza que denominamos “esencial” es la que se asienta desde la concepción en un embarazo no
deseado. Esto último provoca que el bebe, desde el principio de su existencia, sienta que es inadecuado, inoportuno,
sin derechos de existir y de ser feliz; con el paso del tiempo, cuando jóvenes o adultos, se “sabotean” todas las
oportunidades de éxito o triunfo porque inconscientemente creen que no las merecen, sentirán vergüenza de “ser”,
de “existir”.

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3.9 Empatía.

• La empatía es considerada como la capacidad de la persona para “ponerse” en lugar de los otros. Hoffman (1992) la
define como una experiencia afectiva vicaria, de los sentimientos de otra persona. Exige desarrollar la capacidad de
tomar de perspectiva como capacidad para ponerse en lugar del otro, comprender sus pensamientos, sentimientos,
motivos y conductas.

• La expresión “ponerse” tan tópicamente empleada al hacer referencia a la empatía, debe entenderse como un
conjunto de comportamientos del sujeto caracterizados por comprender el estado emocional expresado por el
interlocutor. Así, por ejemplo, se podrían incluir comportamientos como:
a. Escuchar al interlocutor y obtener información afectiva o no que permitan un conocimiento más profundo.
b. Comprender su punto de vista, su opinión, la defensa de sus argumentaciones…
c. Adherirse a su estado de ánimo.
d. Compartir el estado emocional que la otra persona refleja.
e. Brindar apoyo a la otra persona mediante estrategias de ayuda y orientación o colaboración personal para afronta y
superar su dificultad o trance que emocionalmente le está afectando.

• Para ser empático es importante la capacidad de discriminar e identificar los estados emocionales de los demás; la
capacidad de adoptar la perspectiva o el rol del otro; y la evocación de una respuesta afectiva compartida.

• La empatía tiene que ver con numerosos comportamientos que tienen que ver con la consideración hacia los demás y
es la base de las interacciones sociales positivas.

• También puede entenderse la empatía como un proceso motivacional que nos permite ofrecer una respuesta afectiva
adecuada a la situación también afectiva que el otro está viviendo, teniendo como meta incrementar el bienestar de
la otra persona.
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Actividad 3.9 Si un alumno, compañero de trabajo o padre de familia te dice… ¿tú qué haces o
qué le dices?

• 1. Me duele mucho la cabeza.

• 2. ¡Qué dura está la cuesta de enero!

• 3. Me corto mi novio(a)

• 4. Los libros que les pidieron son muy caros.

• 5. Tengo hambre.

• 6. Estoy perdido(a) en la escuela.

• 7. Estoy muy enojado(a) porque su servicio de caja es pésimo.

• 8. Mi esposo(a) acaba de morir.

• 9. Definitivamente, hoy me levante con el pie izquierdo.

• 10. Ya no tengo cabeza, todo se me olvida.


3.10 El lado positivo de la envidia.

• La envidia posee cierto deje de malicia y maldad, sin embargo; posee igualmente un valor potencial. Contiene en si
misma la semilla de la posibilidad creativa. Puede estimular el desarrollo personal. Envidiamos lo que deseamos y que
por algún motivo creemos que no podemos alcanzar; pero si la reconocemos y trabajamos con ella, podría
permitirnos aceptar lo que tenemos o replantearnos otros logros a nuestro alcance.

• Muy diferentes a la envidia, aunque primas de ésta, son la admiración y la ambición. Tanto la envidia como la
ambición son activas, en el sentido de que nos mueven a actuar, aunque generalmente la primera en forma
disfuncional. La admiración por su parte, es más positiva que la envidia, pero a diferencia de ésta; es pasiva . De ahí la
importancia de transformar nuestra envidia y admiración en ambición. Lo mismo aplica para la esperanza que
también es una emoción pasiva.

• En nuestra cultura, la ambición no es bien recibida, de las mujeres se espera que sean sumisas y con poca iniciativa;
mientras que del hombre ambicioso se desconfía. Sin embargo, es la ambición la emoción que subyace a todo espíritu
emprendedor.

• La envidia por lo general surge cuando nos damos cuenta de que no estamos realizando nuestras ambiciones como
debiéramos o que estamos atascados en una rutina. Sean cuales sean las raíces de la envidia en nuestra propia vida,
siempre va acompañada de la sensación de que carecemos de algo que podemos transformar en logros si logramos
movernos a la emoción de la ambición.

• La envidia pasiva consiste en hacer que otros la sientan. Los provocadores se enfrentan a su propia envidia haciendo
que otros carguen con ella, pero lo pagan con la pérdida de buenas relaciones con otras personas. Este mismo
mecanismo puede operar para otras emociones como lo son el enojo, la vergüenza y el miedo donde buscamos que
sean otros las que las experimenten cuando en realidad somos nosotros los que estamos instalados en ellas.

• Lo prudente por tanto, consiste tanto en percibir cuándo la envidia nos llevará a un nivel de madurez personal mayor
como en reconocer cuándo su meta es destruir lo bueno de nuestra vida.
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Actividad 3.10

• 1. identifica una experiencia vivida con la que ahora estés descontento, por tu sentimientos o conducta en ese
momento. Valora lo ocurrido en los términos de ¿qué paso?; ¿qué es lo que quería logar?. (Las respuestas a estas
conductas pueden incluir emociones, conductas o finalidades).

• 2. Determina cuál es el mensaje oculto de esa emoción que experimentaste.

• 3. Determina cómo te hubiese gustado actuar en función de tus objetivos y en forma ecológica.

• 4. A continuación averigua qué emociones necesitabas sentir para generar ese sentimiento, conducta u objetivo
ecológico deseado.

• 5. Recuerda que para generar una emoción necesitas cambiar tu percepción; ¿cuál debe ser por tanto tu lenguaje
interior?

Recuerda: No busques cambiar al otro o la situación; cambia tu percepción y a partir de ella tu emoción y tus
conductas.

• 6. A partir de la emoción que generaste, Imagina nuevamente la situación sintiendo la emoción que construiste y
las conductas que se derivan a partir de ella.. ¿Es lo que deseabas sentir y las conductas más convenientes? En
caso afirmativo pasa al paso 5. En caso de que no experimentes lo que deseabas revisa todo el proceso.

7. Si la emoción seleccionada satisface tus resultados deseados asegúrate que tengas acceso a ella; para ello:

Visualiza nuevamente la situación actuando con la emoción y conductas deseadas.


En una tercera visualización provoca algo en la situación que pudiera hacerte regresar a la emoción no deseada y
conserva el dialogo interno que mantiene la emoción y conductas deseadas.
Repite la visualización hasta que sientas que fluyes.

• 8. Asegúrate de mantener este diálogo interno cuando te enfrentes a la situación en la realidad.

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3.11 Aceptación y rechazo.

• El rechazo Constituye una actitud general negativa, de enfrentamiento (activo o pasivo), de oposición rente a aquello
que, en términos coloquiales decimos que “nos cae mal”. El rechazo puede adquirir un nivel de menor rechazo
convirtiéndose en la indiferencia afectiva o ausencia de sentimientos positivos , y si parcialmente negativos, sin llegar
al extremo del rechazo. Habitualmente utilizamos la expresión “no me cae bien” como un grado menos extremo que
el rechazo, pero no es indiferencia.

• Son sentimientos familiares a el rechazo, la aversión, hostilidad, resentimiento, asco, repugnancia , desprecio, entre
otros.

• Los componentes cognitivos del rechazo están referidos a pensamientos que devalúan, culpan y penalizan el
comportamiento de la persona por la que sentimos el rechazo. El componente psicofisiológico son la ansiedad y
dificultades respiratorias.

• Cuando el rechazo está dirigido hacia otras personas, el sentimiento se relaciona con la emoción básica de la ira y con
estados emocionales como la hostilidad y el desprecio. En tales casos son habituales los comentarios negativos en
torno a las personas que rechazamos, las criticamos de manera no constructiva, incluso podemos llegar al insulto.
Cuando esta hostilidad se caracteriza por su continuidad, sistematicidad e intensidad adquiere la denominación de
beligerancia.

• Algunos tipos de rechazo que mostramos a otras personas tiene su origen en la desconfianza. Casi todos hemos
tenido buenas experiencias de amor y alegría, que han fortalecido nuestra capacidad de confiar, así como malas
experiencias de angustia y pérdida, que han fortalecido nuestra capacidad para desconfiar. Así, acabamos en un punto
u otro del espectro que va de la confianza a la desconfianza; unas veces nos acercamos más a un extremo y otras al
otro. Si queremos ser capaces de aceptar a los otros y el devenir de las situaciones tenemos que aproximarnos al
extremo de la confianza porque la desconfianza encierra el inconveniente añadido de que nos impulsa a intentar
controlar las situaciones y como no soportamos no saber, preferimos rechazar a alguien en lugar de arriesgarnos a
que nos rechace después.
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• También el rechazo a ciertas personas o situaciones, puede hundir sus raíces en una experiencia carente de sentido
para nosotros y que no pudimos aceptar, (rechazamos) y por algún mecanismo extraño de nuestra psique tendemos a
repetirla. Se llama compulsión porque no nos damos cuenta de lo que hacemos. Este comportamiento compulsivo
parecería un comportamiento contraproducente, pero de hecho constituye un intento de lidiar con la primer
experiencia que experimentamos carente de significativo y que por lo mismo la rechazamos. Podemos cambiar esta
pauta perdedora en una respuesta emocionalmente inteligente si nos percatamos de lo que estamos haciendo. No se
trata meramente de una reconstitución compulsiva y a ciegas, sino de un auténtico intento de aprender. Un ejemplo
clásico de la compulsión repetitiva es el de la mujer cuyo padre se marchó de casa cuando ella contaba siete años. Es
posible que cuando la chica crezca, busque de modo inconsciente a hombres que la abandonen. De ser así, la mujer
nunca entendió ni aceptó el primer rechazo que sufrió; el de su padre.

• Existe otra importante categoría de rechazo: el rechazo a uno mismo. Todo rechazo a uno mismo se deriva de un
sentimiento de haber sido rechazado en una de las primeras etapas de nuestro desarrollo. Tal vez se trate de un
rechazo literal de nuestros padres, que nos abandonaron o nos entregaron a otras personas. Si no tuvimos la suerte
de contar con una fuente de amor alternativa, es probable que crezcamos rechazándonos a nosotros mismos y esto
puede manifestarse de diferentes formas, como la compulsión repetitiva, malos tratos a uno mismo o el afearse
deliberadamente. Alguien que no se ocupa de la higiene personal o que ha elegido ropa que no le sienta bien y no es
estética podría estar expresando este tipo de rechazo.

• Cuando el rechazo se refiere a objetos; sustancias o alimentos, el rechazo está referido al asco o repugnancia que el
sujeto experimenta ante la presencia o la imaginación. En estos casos es causado por el color, el olor, la forma, la
textura y otras características físicas, pudiendo producir como respuestas psicofisiológicas, las náuseas, y el vómito.
Un caso extremo de todo ello es la anorexia, en la que la comida llega a producir todas esas respuestas.

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3.12 Felicidad y autorrealización.

• La felicidad es un estado emocional de placer, de estatus psicológico saludable, de elevación del espíritu al que todo
ser humano aspira. En este sentido la felicidad es considerada más como un estado personal, que como una emoción
ya que es la consecuencia de numerosas variables del sujeto: personalidad, estrategias de afrontamiento,
vulnerabilidad psicológica, creencias religiosas, etc.

• Si se es feliz se desprenden estados emocionales positivos, por ejemplo se comunica entusiasmo y optimismo a los
demás, se muestra empatía y se afrontan con más seguridad personal las situaciones adversas. Aumenta la
autoestima al confiar en las posibilidades y capacidades propias, la sensación de calma, sosiego y tranquilidad es
también evidente, se muestran actitudes favorables ante numerosas situaciones de aprendizaje, de trabajo, de
relación o de retos personales.

• La manifestación conductual es muy similar a la de la alegría: sonrisa, expresiones verbales optimistas, la


predisposición a la actividad física, a la acción, a emprender tareas, etc. Sin embargo mientras que la alegría tiene que
ver con una actitud positiva; la felicidad parece estar vinculada más íntimamente con la realización personal: El estado
mediante el cual el Yo se siente a gusto consigo mismo por haber encontrado el sentido y significado personal.

• La sociedad de consumo ofrece productos y situaciones cuyo uso y disfrute aportan placer y falsamente la felicidad.
Así por ejemplo, las deseadas vacaciones anuales se perciben como un viaje en busca de una felicidad que durante el
resto del año no se posee, o se posee de manera insuficiente, ¿es esto realmente la felicidad? Probablemente sólo se
ha experimentado un momento placentero.

• Cuando la infelicidad ha sido un estado permanente o habitual en la vida, el cambio hacia una vida feliz por liberación
de la infelicidad anterior, puede conllevar la inexpresividad emocional.

• La felicidad puede ser interrumpida por eventos transitorios como enfermedades, crisis, dolor, muerte, penas, etc.

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Bibliografía básica.

• Carrión López, Salvador. Inteligencia Emocional con PNL. EDAF. 222 pp. España, 2001.

• Goleman, Daniel. La Inteligencia Emocional. Ed. Vergara. México, 1995.

• M. B. Arnold. Emoción y Personalidad. Ed. Lozada. Buenos Aires, 1999.

• R. Dantzer. Las Emociones. Ed. Paidós Estudio. España, 1989.

• R. T. Yung. Cómo Comprender Mejor Nuestros Sentimientos y Emociones. Ed. Manual Moderno. México, 1979.

• Vallés Arándiga, Antonio. et al. Inteligencia Emocional, Aplicaciones Educativas. Editorial EOS. España, 2000.

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