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CONSTITUYENTE

REVOLUCIONARIO

MODULO IV
CONSTITUYENTE
REVOLUCIONARIO
Si no se acepta la facultad ilimitada del constituyente
permanente para reformar la constitución , topamos con el
dilema, que ella es inmodificable en cierto grado o que para
modificarla en ese grado es preciso salirse de la propia
constitución. La tesis de Tena Ramírez se resume así: el único
procedimiento jurídico para alterar cualquier texto
constitucional es el que prevé el articulo 135. No son jurídicos
los métodos pacíficos diversos al anterior, como seria la
consulta directa al pueblo, la reunión de un constituyente, la
ratificación por convenios especiales, porque no hay en la
constitución ningún órgano con competencia para iniciar, ni
realizar estos procedimientos. Entonces estudiaremos ahora
si la constitución autoriza o tolera su propia derogación o
reforma por medios violentos.
CONCEPTO DE REVOLUCION
Se entiende por revolución la modificación violenta de
los fundamentos constitucionales de un estado. Se
excluye de este concepto las rebeliones, motines,
cuartelazos , frecuentes en el pasado en México. Que
tiene por objeto el apoderamiento del mando, sin
cambiar el régimen jurídico existente, antes bien
invocado el respeto debido al mismo. Desde la
revolución de Ayutla, que mereció ese nombre por
haber creado un nuevo orden constitucional, solo ha
habido en México otra revolución, la constitucionalista
de 1913, que como la de Ayutla vario en forma
violenta los fundamentos constitucionales del estado
Mexicano.
DERECHO A LA REVOLUCIÓN
¿Existe el derecho a la revolución?

Es decir reconoce nuestra constitución al pueblo mexicano el


derecho de modificar de forma violenta las normas constitucionales
del estado mexicano

¿Reconoce nuestra constitución al pueblo Mexicano el derecho de


modificar en forma violenta las normas constitucionales del Estado
mexicano?

Es decir, una vez que se produce como derecho o como simple


hecho, puede emanar de ella un derecho un nuevo derecho
positivo y En este caso, ¿cuales son las reglas para reconocer la
existencia del derecho a la revolución?
El derecho a la revolución puede tener, en
algunos casos, una fundamentación moral,
nunca jurídico.

Moralmente el derecho a la revolución se


confunde con el derecho de resistencia del
pueblo contra el poder político. Muy discutible el
referido derecho, hay quienes lo admiten como
el poder político desconoce y vulnera los
principios fundamentales del derecho natural.
Pero jurídicamente el derecho a la revolución NO
EXISTE. “Un derecho legítimo a la revolución, es
decir, a la violación de derecho, no puede existir
NUNCA.”
JUSTIFICACION
La revolución siempre es una desgracia, la crisis de una enfermedad. La
mayor responsabilidad de un pueblo o un hombre de Estado puede echar
sobre si, es la violación del derecho. Supone la imposibilidad moral de
soportar el derecho formal. Solamente la inevitable ruina del pueblo o el
conflicto que ha llegado a ser insufrible entre la moral y el derecho pueden
explicar la violación del derecho en función de la moral. Con frecuencia el
orden jurídico es injusto pero su violación es y origina una injusticia aun
peor.
Con la introducción de las nuevas constituciones y de la forma
parlamentaria de la representación popular ha desaparecido
paulatinamente la idea de un derecho de resistencia jurídicamente
fundado, frente al poder político, dando entrada a la concepción ahora
dominante de que tal derecho semejante puede ser reconocido como
puramente moral.
En el estado de derecho constitucional no puede ser reconocido un
derecho del pueblo a la revolución, porque allí donde existen medios
jurídicos que ofrecen al pueblo la capacidad legal de alcanzar una
reforma de orden político, de acuerdo a sus necesidades jurídicas, puede
decirse que está asegurada la justicia. En nuestro rígido sistema
constitucional ese medio jurídico consiste en la reforma constitucional por
conducto del constituyente permanente.
La constitución Mexicana acepta íntegramente, en su
artículo 136 esta tesis.

ARTÍCULO 136 CONSTITUCIONAL

Esta constitución no perderá su fuerza y vigor, aun


cuando por una rebelión se interrumpa su observancia.
En caso de que por cualquier trastorno público se
establezca un gobierno contrario a los principios que
ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su
libertad, se establecerá su observancia, y con arreglo a
ella y a las leyes que en su virtud se hubieran expedido,
serán juzgados, así los que hubieren figurado en el
gobierno emanado de la rebelión, como los que
hubieran cooperado a esta.
¿COMO CONVALECIO EL
DERECHO DE LA REVOLUCION?
Pocas revoluciones , las que en verdad lo son , proveen el resultado
final o la consecuencia ultima de su acción y respecto a la
revolución mexicana ni Madero, ni al principio Carranza, los dos
grandes iniciadores de los movimientos de 1910 y 1913, previeron
que se iba a lograr el mejor fruto de la Revolución: La constitución
de 1917.
En suma la situación social, económica y política de fines del siglo
XIX y de la primera década del siglo XX origino la revolución
mexicana.
Los campesinos no eran dueños de las tierras que trabajaban y
sufrían una vida llena de injusticias, pues los propietarios, en lugar
de explotar las tierras que trabajaban, explotaban al hombre. Los
obreros carecían de derechos e intolerables condiciones de
trabajo pesaban sobre ellos. La constitución inicial de 1857 había
cedido su vigencia a la dictadura de un hombre y el pueblo de
México, por alcanzar la democracia y la justicia social, empuño las
armas en lo que puede llamarse la primera revolución social del
siglo XX.
Resulta evidente que la revolución mexicana no nació por
generación espontánea sino que fue el resultado de un
proceso en aceleración, por un lado, destruyo un sistema
injusto y anacrónico y, por el otro lado, genero todo un
cumulo de nuevas situaciones; mejor dicho, de
oportunidades, hasta entonces negadas a un pueblo que
ansiaba y merecía ingresar a la era moderna.

Durante la presidencia de Porfirio Díaz y hasta su renuncia (25


de mayo de 1911) y hasta su salida del país, ya se habían
presentado los primeros programas, planes y hechos que
abrirían la primera etapa de la revolución.

Ante la reelección de Porfirio Díaz, Madero expidió, el 5 de


octubre de 1910, el plan de San Luis potosí, por el que
declaraban nulas las elecciones que se habían realizado en
junio y julio de ese año.
El día 18 Aquiles Serdán en Puebla, daba, junto con su vida,
comienzo al movimiento que en poco tiempo había de difundirse
por todo el país. Como ya ha quedado escrito, el 25 de mayo de
1911, el presidente Díaz presento su renuncia, y abandono para
siempre el territorio nacional. Madero, y, con él, la primera etapa
de la revolución, singularmente política y hasta entonces poco
cruenta habían triunfado. El lema “sufragio efectivo no reelección”
resumió los ideales maderistas. La dictadura pertenecía al pasado,
y se creyó, que el pueblo podría elegir libremente a sus
gobernantes. Sin embargo Madero, que sería el primer presidente
emanado de la revolución, también sería su primer sacrificado.

En el sur el descontento lo realizo Emiliano Zapata, merced al plan


de Ayala del 28 de noviembre de 1911, desconoció a Madero y
adiciono el plan de san Luis potosí. El de Ayala se convertiría en uno
de los más importantes precedentes del constituyente de 1917 en
uno de sus más acabados logros: la reforma agraria (Artículo 27 de
la constitución).
La paz no podía lograrse por los cauces de armonía anhelada por
el presidente mártir, sus enemigos crecían y la tragedia se
avecinaba. Traicionado por Victoriano Huerta, y aprendido junto
con su vicepresidente Pino Suarez, los defensores de la ciudadela
se unieron al traidor mediante un pacto firmado en la embajada
de EUA.

De allí, en adelante se modifica sustancialmente la situación


jurídica. Por renuncia del presidente y vicepresidente, sustituyo a
aquel de acuerdo con el artículo 81 de la constitución del 57, el
secretario de relaciones exteriores, quien inmediatamente designo
para ocupar la secretaria de gobernación a Victoriano Huerta y
renuncio a su cargo. La cámara de diputados acepto las
renuncias, en ejercicio de la facultad que le confería el artículo 82
de la constitución; el poder judicial, el ejército y los gobernadores
de los estados, excepto uno, reconocieron que el régimen nuevo
continuaba sin interrupción el sistema de legalidad.
En efecto las formalidades constitucionales se
habían observado impecablemente. Ni Madero ni
Pino Suarez rugieron al eludir la complicidad en la
traición, negando sus renuncias, ni la cámara de
diputados en donde había mayoría en favor de
Madero, tuvo la gallardía de rehusar la
aprobación a las renuncias. Todos colaboraron a
colocar el puente por donde el traidor ingreso a la
legalidad.
Por eso el gobierno de Huerta no fue de
usurpación “el usurpador de cargo es aquel que lo
ocupa y realiza el acto sin ninguna clase de
investidura, ni regulación prescrita”.
Estos hechos anteriores y su interpretación legal los
ponemos de relieve para destacar el derecho a la
revolución que como consecuencia de ello se
engendró. Las formalidades legales estaban
extenuadas, no podían servir sino para solapar una
situación notoriamente inmoral y antisocial. Era llegado
el caso de violar el derecho positivo en función de la
moral, pues había nacido el derecho moral de la
revolución.
Cuando a raíz del asesinato de Madero y Pino Suarez,
el gobernador de Coahuila Venustiano Carranza, se
revelo contra Huerta, iba a hacer una verdadera
revolución. Poco importa que la revolución hubiera
empleado el nombre de “constitucionalista” con el
pretexto de restaurar una constitución que estaba
violando y después iba a derogar.
CONSTITUCION DE 1917
La idea general de la revolución constitucionalista de que,
triunfada su causa y lograda su paz, simplemente se
reimplantara la constitución de 1857 fue perdiendo vigencia.
Se había combatido no solo por el cambio de hombres,
ambición inmediata de las simples rebeliones, sino por el
cambio de las instituciones y por la obtención de una vida
distinta.

La constitución de 1857 no se ajustaba a las nuevas reformas,


porque la vida había superado algunos de sus principios
básicos y el derecho debe normar la existencia real de los
hombres. Así, con sagaz visión del presente y del futuro, fue
surgiendo entre los principales jefes carrancistas la idea de
convocar un congreso constituyente que reformara la ley
suprema y la pusiera acorde con el nuevo México que de la
revolución estaba surgiendo.
Así pues Carranza declaro: “Cuando la paz se
restablezca convocare un congreso debidamente
electo por todos los ciudadanos el cual tendrá
características de constituyente, para elevar a
preceptos constitucionales las reformas dictadas
durante la lucha”. Así pues el encargado del
ejecutivo ordeno que se hiciese propaganda a
través de los periódicos nacionales y extranjeros.
De modo que Venustiano Carranza el 14 de
Septiembre de 1916 mediante el decreto de
reforma de los artículos: 4°, 5° y 6° del decreto del
12 de diciembre de 1914 , que había adicionado
al plan de Guadalupe, anuncio también la
convocatoria del constituyente.
La exposición de motivos o considerandos que
precedieron a la convocatoria citada
aclararon que las reformas que se propondrían
en el proyecto respectivo tocarían a la
organización y funcionamiento de los poderes
públicos, que no podían o debían alcanzarse
a través de los trámites establecidos en la
constitución de 1857 y, en su fin, que de
acuerdo con el texto del artículo 39 entonces
vigente, la soberanía del pueblo era ilimitada
por lo que era preciso convocar un congreso
constituyente.
La convocatoria estableció, esencialmente, que el
congreso constituyente se reuniría en la ciudad de
Querétaro el 1° de diciembre de 1916, que la elección
de diputados al congreso seria directa y se verificaría
el 22 de octubre, que el congreso calificaría las
elecciones de sus miembros, que solo podría ejercer
sus funciones con la concurrencia de la mitad más uno
del número total de sus miembros, que la primera junta
preparatoria tendría lugar el 20 de noviembre y, por
último, que el primer jefe del ejército constitucionalista,
encargado del poder ejecutivo de la unión, concurriría
al acto solemne de la instalación del congreso
constituyente y en el presentaría el proyecto de
constitución reformada.
Muchos de los diputados que llegaron a aquel congreso
constituyente eran ya conocidos por su participación en las
acciones de armas, sus ideas revolucionarias los cargos
públicos ocupados, sus artículos periodísticos, etc. Uno de
los constituyentes de Querétaro Jesús Romero Flores escribió
que se trataba de hombres de lucha, grandes conocedores
de los problemas del pueblo mexicano en sus diversos
aspectos.

En relación con sus 2 predecesores federales de 1824 y


1857, el constituyente de 1917 fue el que menos tiempo
empleo para la realización de su obra; exactamente dos
meses. El constituyente de 1824 laboro durante casi once
meses, en tanto que el de 1857 estuvo en funciones un año
completo.

El constituyente inicio sus labores el 1° de diciembre de 1916


y las concluyo el 31 de enero de 1917, habiendo celebrado
67 sesiones ordinarias. El 5 de febrero de 1917 se promulgo la
constitución que hoy nos rige a los mexicanos.
INVALIDEZ ORIGINAL DE LA CONSTITUCIÓN DEL 1917
Analicemos los hechos históricos de 1913 que influyeron en la aparición de la
Constitución de 1917.

CONSTITUCION DE 1917
ARTÍCULO 136 CONSTITUCIONAL
Esta constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por una rebelión se
interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público se
establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego
como el pueblo recobre su libertad, se establecerá su observancia, y con arreglo
a ella y a las leyes que en su virtud se hubieran expedido, serán juzgados, así los
que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que
hubieran cooperado a esta.

CONSTITUCION DE 1857
TITULO VIII
DE LA INVIOLABILIDAD DE LA CONSTITUCIÓN
ARTICULO 128.
Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se
interrumpa su observancia. En caso de que por un trastorno público se establezca
un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo
recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las
leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que hubieren
figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los hubieren cooperado a
ésta.
Si el derecho positivo de la Constitución de 1857 tenía
que ser violado para destituir a los gobernantes que
tenían sus títulos conforme a ese derecho; si por otra
parte, la Constitución de 57 no satisfacía las
necesidades sociales, el cometido natural y lógico de
la revolución consistía en derogar dicha Constitución y
reemplazarla por una nueva.
Con la expedición de la Constitución de 1917, la única
justificación de la revolución fue moral y social, pero
de ninguna manera con una justificación legal.
Pero había la decisión del poder de hecho para
gobernar conforme a normas de derecho, en la que el
gobierno, proponía al pueblo mexicano la sumisión a
la ley que había confeccionado. Si el pueblo la
aceptaba, el estatuto de Querétaro llegaría a ser una
ley auténtica. Más tarde con la paz se organizó de
acuerdo con esa Constitución, tácitamente el pueblo
mexicano la ratificó y reconoció como su ley suprema.
CONCLUSIONES
Las conclusiones a que hemos llegado relativas a la
justificación sociológica y moral de la revolución
constitucionalista y a la obligatoriedad actual de la
constitución que de ella dimanó, no implican de ninguna
manera la aceptación de que el derecho positivo
reconozca el derecho a la revolución. El derecho
positivo no puede consignar el derecho a la revolución
porque este derecho es la negación de aquel. La
constitución que estableciera el derecho a ser violada
no sería en rigor una constitución. Por eso la Constitución
de 17, que tuvo su origen en el desconocimiento de la
de 57, repitió en su artículo 136 la misma prohibición
contra la revolución que la anterior consignaba. El
derecho a la revolución no puede ser reconocido a
priori en la ley positiva, sino sólo a posteriori. El derecho
de la revolución se convierte en derecho positivo
cuando es reconocido como tal por el pueblo, expresa
o tácitamente.
Derecho Constitucional

El derecho constitucional:
 Es una rama del derecho público
 Se basa en la forma de gobierno
 Estudia las leyes fundamentales de un país
 Define la posición del individuo frente al
estado.
ORIGEN Y EVOLUCION
La aparición del derecho constitucional entre las disciplinas
jurídicas autónomas, es relativamente nueva. Al descender
Bonaparte de los Alpes sobre el suelo de Italia en 1876, su
ejército llevaba consigo los principios de libertad y de
individualismo con la que la revolución francesa acababa
de sustituir al gobierno absoluto. Para ser enseñados
sistemáticamente, esos principios hallaron lugar propicio en
la tierra que había fecundado la tradición jurídica de Roma,
y por eso fue en Italia donde se fundaron entonces, antes
que en ningún otro país, las primeras cátedras de derecho
constitucional.

El colapso del régimen monárquico, la necesidad de


organizar a la república sobre bases nuevas y las
experiencias inglesas y norteamericanas, como ejemplos
prácticos, todo eso hizo resurgir en Francia los estudios del
derecho constitucional.
Método de estudio.
Los autores que desde Vallarta y Rabasa hasta
nuestros días se han referido a las instituciones
políticas de México, lo han hecho según el
método histórico. Se ha dicho que, por lo
tanto, carecemos de tratados que hubieren
superado la época del método histórico
político y emprendido la tarea de investigar
nuestro derecho público con el método
técnico jurídico puro; en otras palabras en esa
opinión un tanto generalizada, nos hemos
detenido, desgraciadamente, en la obra de
Rabasa.
Interpretación evolutiva.

El hecho de que la doctrina proponga, simultánea


o sucesivamente, diferentes soluciones en materia
constitucional, no puede entrañar nunca la misma
trascendencia de las variantes interpretativas que
emanan de la autoridad. En este último caso, la
letra incólume ha sido alterada en su contenido,
por quien de hecho puede variarla, todo ello bajo
el flujo de factores sociales, históricos, que actúan
a través del interprete. El fenómeno lo hemos
contemplado anteriormente desde el punto de
vista de la supremacía constitucional, en cuanto
los poderes constituidos y en decisión final de la
suprema corte, modifican el sentido de la ley
suprema. Nos corresponde ahora analizar en sí
mismo el fenómeno.
Importancia en México.

En México asumen especial confirmación


estas especies. Si nuestras constituciones han
sido, por regla general, imitación extra lógica
de las extranjeras, la vida nacional en cambio
ha cavado sus propios cauces, evadiendo a
veces y obedeciendo en otras la dirección de
las normas. En tales condiciones, no es posible
recluirse en el sentido formal de los textos, sino
emplear el análisis sicológico e histórico para
descubrir el significado real de la constitución
por debajo de su estructura formal.
¡GRACIAS!

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