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Rosa Gisela Olivis de Gray

La técnica definitiva
para limpiar una olla
o sartén que se te ha
quemado
Rosa Gisela Olivis de Gray

Cocinar es una actividad que requiere paciencia y atención, y no siempre


andamos sobrados de ambas cualidades. Es muy habitual dejar un guiso al
fuego, ponerse a hacer otras cosas en casa y olvidarse del mismo hasta
que empieza a oler a quemado. Pero lo peor no es la comida que se echa a
perder, es el estado en que queda su recipiente. Cuando vemos que nuestra
nueva y reluciente olla parece un crematorio y no hay manera de desincrustar
la comida, de poco sirve pensar que le puede pasar a cualquiera.
Rosa Gisela Olivis de Gray

Si tras meter el sartén en el lavavajillas a máxima potencia y frotar penosamente con


detergente sigue teniendo una capa negra, ha llegado el momento de utilizar otros
métodos más agresivos. Hay diversos métodos para recuperar nuestros recipientes del
desastre. Quizás el más tradicional es limpiarlos con vinagre, vertiendo ésta en la olla o
sartén y llevándola a ebullición. El ácido acético reblandecerá los restos orgánicos,
además de quitar el olor a quemado. Pero este método es insuficiente cuando hablamos
de carbonizaciones más serias.
Rosa Gisela Olivis de Gray

La mejor forma de limpiar los restos quemados de una


olla es recurrir a la lejía. El método es similar al del
vinagre, pero haciendo que tu cocina huela a piscina.
Sólo hay que cubrir el requemado de la olla con agua y
echar un pequeño chorro de lejía, llevarla a ebullición
y dejar que actúe durante unos tres minutos hasta que
desaparece la capa de negritud. Deja que se temple el
agua y frota con una esponja suave los restos. Quedará
como nueva.

Como explica el doctor en química Eduardo


Guisasola, investigador del CIC BiomaGUNE,
“calentar la lejía sirve para acelerar la reacción de
degradación (oxidación) de los restos de comida
quemada (materia orgánica). Al oxidar la materia
orgánica formas nuevos compuestos químicos que son
solubles en agua y por tanto los puedes eliminar
aclarando la sartén”.
Rosa Gisela Olivis de Gray

En realidad, como apunta Guisasola, si no calentáramos la lejía obtendríamos el


mismo resultado, pero en un tiempo más largo. De hecho, calentar la lejía hace que su
compuesto químico principal (hipoclorito, diluido al 5-10% en agua básica/alcalina) se
descomponga y deje de tener acción limpiadora. Pero la degradación de la lejía ocurre
más lentamente que su reacción con la materia orgánica, y por eso se limpia la sartén.

“Si calentases la lejía un rato largo y luego se la añadieses a la sartén, solo le


estarías dando un baño calentito al requemado del fondo”, apunta Guisasola. Y esta
es la razón por la que tampoco se recomienda usar agua caliente con la lejía para
limpiar el suelo. Ahora bien, si vas a limpiar tu olla con lejía no olvides usar guantes
en todo momento y ventilar muy bien la cocina. Los vapores que desprende la lejía
son tóxicos. Recuerda, claro, limpiar bien la olla con jabón antes de volver a usarla.
Rosa Gisela Olivis de Gray

REFERENCIAS
-http://gastronomia-olivisdegray.com/rosa-gisela-olivis-de-gray/rosa-gisela-
olivis-de-gray-recomienda-la-tecnica-definitiva-para-limpiar-una-olla-o-sarten-
que-se-te-ha-quemado/

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