Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
.
espacio y su identidad
Celos ante hermanos
• Pero en algunos casos, niñas o niños muy colaboradores en el cuidado de su
hermanito y en apariencia nada celosos, presentan en realidad unos celos
encubiertos.
• Generalmente actúan y se comportan así para contentar a sus padres, creyendo
que de esta manera recibirán más atención por parte de ellos. Sin embargo,
cuando están a solas con el bebé, manifiestan conductas celosas y de cierto
rechazo o fastidio hacia el más pequeño.
• En cualquier caso, es importante dejar claro que es conveniente que el niño/a
puedan expresar los celos. Si los celos son reprimidos o se ridiculiza al niño/a que
los manifiesta, pueden llegar a convertirse en patológicos.
• También es importante recalcar que los celos también puede sentirlos el hermano
pequeño hacia el mayor .
¿Qué hacer ante los celos y cómo prevenirlos?
• Es importante que la madre y el padre sean capaces de repartir el tiempo que
dedican a cada uno de ellos y no volcarse en exceso en el recién nacido.
• Enseñar a compartir, hacer participar a los mayores en algunos cuidados del
pequeño, no compararlos y educarlos en la diversidad son algunos principios que
se deberían tener en cuenta en estos casos.
• El niño o niña debe ir aprendiendo que no todas las personas necesitan los mismos
cuidados y que la afectividad es ilimitada.
• Ejemplo: Laura tiene 4 años, celos de su hermano Eduardo recién nacido. Le echa
en cara a la madre que no esta ya con ella. La madre le explica los diferentes
momentos del día. (cuentos)
• Para prevenir los celos, es importante la preparación de la llegada del hermano
tanto desde el hogar como en la Escuela Infantil
• No olvidemos que una criatura celosa es una criatura que sufre.
Pautas:
• Que los hermanos se lleven 2-3 años, porque así el niño/a podrá entender mejor lo
que ocurre.
• A partir del segundo trimestre de embarazo, explicarle que va a tener un
hermano/a. estas explicaciones las deberían dar la madre y el padre
conjuntamente, de manera breve y adecuada a la edad del pequeño. Hay que
hablar con él de forma natural y dándole a entender que habrá un miembro más
de la familia. En este sentido, utilizar los pronombres nuestro o nosotros puede ser
un buen recurso.
• Si hay que cambiar al mayor de habitación, es conveniente no hacerlo justo en el
momento del nacimiento de su hermano/a.
• Sería importante que no coincidiera el inicio de la escolaridad con el nacimiento
del nuevo bebé.
• Mientras la madre está en la clínica, no deberían modificarse demasiado las
rutinas diarias del niño/a.
• La primera vez que vaya a ver a su hermana/o al hospital, sería mejor que el bebé
no estuviera en brazos de su madre .
• No siempre salen al nacer, sino en torno al año.
1.10.2.- La adaptación a las pérdidas y los cambios:
La deshabituación del chupete.
• A partir de los dos años, la mayoría de los pediatras aconsejan su retirada. Según la
dependencia que tengan, esta pérdida les resultará más o menos dificultosa.
• Es importante que en estos casos se actúe de forma coordinada entre la escuela y la familia,
ya que dejar el chupete significa una perdida para el niño/a, que generalmente y sobre todo
durante los primeros días se traduce en manifestaciones emocionales de inquietud, dificultad
para dormir y para ser consolado, llantos, etc.
• Las formas de “perder” el chupete y también cualquier otro objeto que pueda crear
dependencia, como por ejemplo el osito para dormir cuando son algo mayores, pueden ser
varias: dárselo a los Reyes Magos, tirarlo a la basura y hacer un pastel para celebrarlo u otras
muy diversas que a la madre o al padre se le ocurran.
• Conviene ser consciente de que la pérdida del chupete comporta la aparición de estas
dificultades. Hay que ser consecuentes y no retroceder volviéndoles a dar el chupete, aunque
el niño/a lo reclame insistentemente, pues, generalmente, al cabo de pocos días se adaptará
al nuevo cambio.
La pérdida de personas importantes.
• Hay situaciones en la vida difíciles de afrontar. Una de ellas es la muerte
de un ser querido. Los niños/as pequeños no están excluidos de esta
vivencia.
• Para los padres, este es un momento difícil y doloroso y, a menudo, no
saben cómo explicárselo a los pequeños, en especial si son menores de
tres años y es la primera vivencia que tienen sobre la muerte en su
entorno.
• “Se tiene que buscar el momento más adecuado, sin esperar a que pase
mucho tiempo. También depende de la edad. A los 3 años, todavía no se
entiende el concepto de la muerte y que es para siempre. A partir de los 6
años ya se tiene una noción de lo que representa. Se les tiene que hablar
sin rodeos. También se les debe dejar claro que no le verán nunca más
físicamente, para evitar fantasías. Y finalmente les tiene que abrir una
puerta de esperanza.
La pérdida de personas importantes.
• Es importante que siempre que sea posible los niños/as puedan
despedirse de la persona querida. En hospitalizaciones de personas con
enfermedades terminales, no es adecuado engañarlos diciéndoles que se
van a curar. Los educadores infantiles deben estar preparados para
responder a preguntas que pueden surgir por parte de los niños/as sobre
estas cuestiones y para apoyar a la familia en momentos de enfermedad
grave y duelo.
• Otro momento delicado puede ser la pérdida de un futuro hermano/a
debido a un aborto, si este tiene lugar en los primeros meses, en la
mayoría de los casos todavía no saben que su madre está embarazada,
pero cuando se producen en estados avanzados de gestación, cuando ya
toda la familia espera el nacimiento del bebé y probablemente este ya
tenga nombre, el niño/a también necesitará una explicación adecuada
para poder elaborar el duelo correspondiente.
La adopción
• Pallapupas en Cataluña
• Payasospital en Comunidad Valenciana
• https://youtu.be/zYvDcwlVgUQ
• Pupaclown en Murcia
1.10.3.- Problemas de comportamiento cotidianos.
Las rabietas.