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Etapas de su Hª:
Monarquía
República
Imperio
Economía
Sociedad
Religión
Los primeros reyes fueron latinos y más tarde Etruscos. Tenían además
gran poder militar y religioso.
El pueblo cansado del poder absoluto de los reyes, destronó al último rey
Etrusco en el año 509 a.C. e implantó un sistema nuevo de gobierno: La
República.
El gobierno en esta etapa estaba en diversas instituciones:
Durante la República Roma logró expandir sus territorios: conquistó toda la península
Itálica y tras ganar a los Cartagineses en las Guerras Púnicas (s.III y II a.C.) se extendió
por el Mediterráneo occidental y la península Ibérica. Más tarde comenzaron a
expandirse por el Mediterráneo Oriental.
El último líder importante de la república fue Julio César, que fue asesinado y cuyo hijo
adoptivo: Octavio Augusto se proclamó primer emperador de Roma en el 27 a.C.
Octavio Augusto fue el primer emperador, y desde entonces, éstos concentraron un gran poder: político,
militar, religioso y legislativo. Seguían existiendo el senado y los magistrados, pero estaban bajo el poder
del emperador.
Los emperadores nombraban a sus sucesores, bien familiares o cargos cercanos de confianza.
El Imperio Romano alcanzó gran prosperidad en los s. I y II d.C., y se expandió hasta las Islas Británicas,
Egipto, Oriente, etc., controlando una gran cantidad de territorios. El imperio se dividió en provincias
para su mejor administración y eran dirigidas por cónsules y pretores y pagaban impuestos a Roma.
Ésta época de esplendor y tranquilidad se llamó la “Pax Romana”, y hubo un gran impulso en la
economía, en las ciudades y en la cultura.
Se produjo la llamada romanización, que es el proceso de adaptación de los territorios sometidos a la
organización política, social y económica romanas, así como a su cultura, lengua y religión. Para ello se
extendió el uso del latín y se creó una gran red de calzadas romanas (“todos los caminos conducen a
Roma”).
CRISIS DEL IMPERIO
A partir del s. III, el Imperio Romano entró en una profunda crisis, debido a :
En el año 395 d.C., el emperador Teodosio dividió el imperio entre sus dos hijos: Honorio se quedó con la
parte de Occidente con capital en Roma, y Arcadio con la de Oriente, con capital en Constantinopla.
Finalmente, en el 476, cayó el imperio romano de Occidente y Roma en manos de los bárbaros. El
imperio de Oriente seguiría perviviendo hasta un milenio después (1453) como Imperio Bizantino.
Las principales actividades económicas eran:
Agricultura:
cultivaban cereales, vid, olivo, fruta y hortalizas.
Innovaron en el regadío, el arado, el molino de agua, el barbecho (sistema de cultivo en el
que una parcela de tierra descansa para ser más productiva al año siguiente).
Todo esto consiguió enriquecer al imperio.
Minería: explotaron muchos yacimientos para obtener muchas materias primas (oro, plata,
cobre…)
Artesanía muy variada (cerámicas, tejidos, armas,etc.). Sus agrupaciones de artesanos eran las
Collegia.
Industria alimentaria: Sobre todo en salazones y Garum, así como vino, aceite.... Existe como
ejemplo Málaga, y Baelo Claudia (en Bolonia, Cádiz), una ciudad romana muy importante
debido a su importante comercio y preparación de salazones y Garum por todo el
mediterráneo.
Comercio: Fue muy importante y se vio favorecido por:
la gran red de calzadas y puertos que facilitaban el transporte de mercancías
el uso de la moneda común romana (denario).
Al tener territorios tan diferentes, existía intercambio desde una punta del imperio a la
otra.
La sociedad romana se dividía en dos grupos:
Ciudadanos: tenían derechos políticos, podían tener propiedades, etc. Los más ricos eran los
Patricios y los más pobres eran los Plebeyos. En este grupo estaban los magistrados,
soldados, etc.
No ciudadanos: carecían de derechos. Eran las mujeres libres, los libertos y los esclavos.
La religión en Roma tuvo dos vertientes:
El mosaico, formado por piezas pequeñas (teselas), fue muy utilizado en el arte
romano. Solían decorar viviendas de patricios y los temas eran variados: cotidianos
o relacionados con los dioses.