Alrededor de cada molécula de un líquido en reposo se
desarrollan fuerzas moleculares de cohesión, que actúan dentro de una pequeña zona de acción de radio “r”. La resultante de las fuerzas de cohesión cuya dirección es perpendicular a la superficie libre del líquido o a la de contacto entre dos líquidos que no se mezclan, se equilibra por la acción de las componentes verticales de la fuerza que se genera sobre dichas superficies; medida por unidad de longitud perpendicular a una dirección especificada. Esta fuerza se conoce como: “Tensión Superficial”. La Tensión superficial tiene la misma magnitud en todos los puntos de la superficie de frontera y es independiente de la dirección (o sólo dependiente de los medios a ambos lados de la superficie de frontera) y de la temperatura. La Capilaridad es el fenómeno de pasar un fluido a través de medios porosos. El ángulo “θ ” de contacto se puede obtener a partir de las condiciones de equilibrio de la tensión superficial, sobre las fronteras de los tres medios. Dicho ángulo “θ ” se le conoce con el nombre de ángulo de “adherencia” y nos es útil para calcular la altura de la “capilaridad”. Densidad y peso específico:
La densidad “ρ ” representa la masa del fluido contenida
en la unidad de volumen en los sistemas absoluto y gravitacional.
El peso específico “γ “ que representa el peso de fluido
por unidad volumen. Estática de Fluidos La estática de fluidos estudia las condiciones de equilibrio de los fluidos en reposo, y cuando se trata sólo de líquidos, se denomina hidrostática.
Desde el punto de vista de Ingeniería Civil es más
importante el estudio de los líquidos en reposo que de los gases, por lo cuál aquí se hará mayor hincapié en los líquidos y , en particular, en el agua.
Se han utilizado varios dispositivos para la medición de las
presiones producidas por un líquido en reposo llamados comúnmente “manómetros”. Los más importantes son el barómetro y el tubo piezométrico. El primero es un dispositivo para medir la presión atmosférica local; consiste en un tubo de vidrio lleno de mercurio, con un extremo cerrado y el otro abierto, sumergido dentro de un recipiente que contiene dicho elemento.
La presión atmosférica, ejercida sobre la superficie del
mercurio en el recipiente, lo fuerza a elevarse dentro del tubo hasta alcanzar la columna una altura que equilibra la presión atmosférica. El tubo piezométrico se utiliza para medir presiones estáticas moderadas de un líquido que fluye dentro de una tubería; consiste en un tubo transparente de diámetro pequeño, conectado al interior de la tubería mediante un niple y con el otro extremo abierto a la atmósfera . La altura de la columna piezométrica multiplicada por el peso específico del líquido en la tubería, determina la presión en la misma para el punto de contacto con el piezómetro. El Manómetro diferencial abierto consiste en un tubo transparente en forma de “U”, parcialmente lleno de líquido pesado (comúnmente mercurio). Uno de sus extremos se conecta de manera perpendicular a la pared que confina el flujo del recipiente que lo contiene. El otro extremo puede estar abierto a la atmósfera o bien con otro punto de la pared, en cuyo caso el manómetro mide la diferencia de presiones entre los dos puntos. La diferencia de niveles de la columna del líquido en el manómetro diferencial indica la diferencia de las cargas de presión ejercidas sobre los extremos de la columna. Hay también manómetros cerrados, aparatos comerciales provistos de un sistema mecánico de aguja y carátula graduada dónde se leen directamente las presiones. Empuje hidrostático sobre superficies planas:
Se considera un recipiente con un líquido en reposo, dónde
una de sus paredes tiene una inclinación respecto a la horizontal. Sobre ésta pared se delimita una superficie de área para la cuál se desea conocer la fuerza resultante debida a la presión hidrostática, así como su punto de aplicación o centro de presiones.
El empuje hidrostático es el producto de el peso específico
multiplicado por el área de la profundidad de su centro de gravedad. El empuje hidrostático es igual al volumen de la cuña de distribución de presiones. Empuje hidrostático sobre superficies curvas:
Cuando es curva la superficie sobre la que se ejerce
presión hidrostática, ésta se puede proyectar sobre un sistema triortogonal de planos coordenados, convenientemente dispuesto, de manera que uno de ellos coincida con la superficie libre del líquido. Así, se procede a calcular el empuje hidrostático por separado sobre cada proyección.
El empuje hidrostático sobre la superficie, es igual al peso
del volumen imaginario de líquido que soportaría la propia superficie. Principio de Arquímedes:
En el caso de un cuerpo sólido cualquiera flotando en un
líquido, existe un estado de equilibrio debido a que el líquido ejerce sobre el cuerpo una presión ascendente de igual magnitud que el peso propio del cuerpo.
En efecto, se observa que las componentes horizontales
de las fuerzas de presión hidrostática se eliminan sin existir resultante horizontal alguna. La interpretación del principio de Arquímedes dice: “Todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta un empuje vertical ascendente igual al peso del volumen de líquido desalojado”. El punto de aplicación de dicho empuje coincide con el centro de gravedad del volumen desalojado y se conoce con el nombre de “centro de flotación o de carena”. El principio de flotación es la base del “hidrómetro”, aparato utilizado para medir el peso específico de un líquido. Consiste en un tubo de vidrio cuya sección transversal tiene un área, cerrada en su extremo superior y que en su extremo inferior remata en un bulbo lastrado de volumen, con objeto de que su centro de gravedad sea lo más bajo posible y el hidrómetro flote verticalmente. Condiciones de equilibrio de los cuerpos en flotación:
El equilibrio de un cuerpo flotante se clasifica en tres tipos:
Estable: Una fuerza actuante, por ejemplo, el empuje del
oleaje o del viento origina una inclinación lateral, pero cuando aquélla cesa el cuerpo vuelve a su posición original. Este tipo de equilibrio lo tienen los cuerpos de centro de gravedad bajo. Inestable: La fuerza actuante origina el volteo brusco del cuerpo (zozobra), el cuál después recupera una posición más o menos estable. Éste equilibrio lo tienen aquellos cuerpos cuyo centro de gravedad es alto.
Indiferente: La fuerza actuante origina un movimiento de
rotación continua del cuerpo, cuya velocidad es directamente proporcional a la magnitud de la fuerza y cuya duración es la misma que la de dicha fuerza. Éste tipo de equilibrio lo poseen los cuerpos cuya distribución de la masa es uniforme. Equilibrio del movimiento:
En ausencia de movimiento relativo entre las partículas
líquidas y sus fronteras, los líquidos no están sujetos a esfuerzo cortante. Esto es cierto cuando el líquido está en reposo, pero también cuando está sujeto a un movimiento uniformemente acelerado después que se ha establecido el “equilibrio relativo”. En el último caso, el líquido se comporta como un cuerpo rígido en movimiento; esto es, en equilibrio estático. Fuerzas capilares:
En las zonas de la superficie libre de un líquido con
curvatura, las tensiones superficiales que sobre ella actúan tienen una resultante en la dirección normal a la superficie, la cuál se designa como: “fuerza capilar”.