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Julio 2009
Introducción
El avivamiento pentecostal de principios
del siglo XX, y la renovación carismática
de fines de los 50 hasta hoy constituyen
uno de los movimientos renovadores más
poderosos de la historia del Cristianismo.
Estos pasajes no dejan lugar a dudas, o a excusas, acerca de los dones espirituales.
Pedro no dice: "si alguno recibió algún don..." Él es enfático en aseverar que cada
creyente ha recibido un don del Espíritu,
Espíritu un regalo del cielo.
Muchos cristianos recibieron el regalo, y lo colocaron en algún armario como adorno.
Nunca desenvolvieron el regalo, nunca lo desarrollaron. Como dijimos antes, el fruto
del Espíritu adorna nuestras vidas, los dones son para ponerlos a trabajar.
"Problemas" con los Dones
A. El problema de la “Espiritualidad"
Tener un don espiritual no significa que uno es espiritual.
espiritual De hecho, el uso de manera
desconsiderada y carnal de los dones del Espíritu Santo motivó al apóstol Pablo a escribirle a la
iglesia en Corinto acerca de ellos. Pablo asegura a los Corintios "no os falta ningún don" (1
Corintios 1:7) y procede a reconvenirles:
– 1 Corintios 3:3 Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres?
Es irónico que alguien puede ser ricamente dotado con dones del Espíritu, y al mismo tiempo
caminar lejos del Señor.
Señor
B. El problema de la “Especialidad"
Hay cristianos que rehúsan evangelizar, diciendo que no tienen "el don del evangelismo", y esto
sucede prácticamente en todas las áreas en que el cristiano debe ministrar. Sin embargo, cada
uno de los dones del Espíritu tienen también una aplicación general.
general Todos hemos sido llamados
a evangelizar, exhortar, servir, enseñar a otros (el camino de la salvación, por ejemplo), mostrar
misericordia. Sólo por ser hijos de Dios tenemos que estar dispuestos a trabajar en todas las
áreas del ministerio cristiano.
El Espíritu de la Profecía es el manto profético del Espíritu Santo que es dado al creyente, o a un
cuerpo de creyentes, en diversas ocasiones, para profetizar la Palabra de Dios ("el Testimonio
de Jesús"). Sin esta especial unción el creyente no podría profetizar. Aquellos que no son
profetas, o no tienen el don de profecía, no pueden profetizar a menos que el Espíritu de
Profecía esté sobre ellos. Este fluir profético es, por definición, esporádico, indicando que no es
la operación de un don u oficio.
Moisés expresó su deseo de que todo el pueblo de Dios profetizara (Números 11:29)
Tener una unción para profetizar en un determinado momento no indica la presencia del don u
oficio. Cuando el Espíritu Santo mueve en un servicio, el manto profético puede recaer sobre
toda la congregación, y cualquiera que tenga fe puede profetizar. No pasa ni tiene que
necesariamente pasar en todas las reuniones del pueblo de Dios. Los setenta ancianos de
Números 11:24-30, y Saúl en 1 Samuel 10:10 profetizaron bajo la unción del espíritu de profecía.
Los Dones del Padre
“Servicio”
Cada cristiano debe estar dispuesto a servir a otros. Pero hay gente
que tiene el don de hacerlo. Siempre están en el lugar y el tiempo
correcto para servir. No hay que buscarlos, aparecen solos. Sin
ellos, todo el ministerio de la iglesia se viene abajo. Hechos 6 nos
habla de personas "llenas del Espíritu Santo y de sabiduría"
(varones especialmente, lo cual es raro hoy en día) que ejercían
este don, para que los apóstoles puedan dedicarse a la Palabra y
las oraciones. El que tiene este don, que sirva, dice Pablo. No
espere que lo llamen, ofrézcase.
• Cualquier creyente que haya hablado en lenguas, es capaz de edificar a la Iglesia por medio
de este don. Por lo tanto, deberá estar preparado para hacerlo en cualquier momento. Esté
sujeto al Espíritu. Manténgase reposado en su mente y disponible para que lo use el Espíritu
Santo. Desarrolle sensibilidad a lo que el Espíritu desee hacer o decir en cualquier servicio
particular.
• Cuando el Espíritu Santo quiera traer un mensaje a través de su persona, por lo general usted
percibirá una conciencia interior de ello por algún momento antes de que pueda expresarlo. A
menudo, es una excitación apacible en su espíritu, una conmoción creciente y anticipada.
Ésta, evoluciona hasta una intensa conciencia de que el Espíritu le va a dar palabras para
hablar en el servicio y de que esa manifestación está en su interior.
• No tiene que hablar inmediatamente. El espíritu en el interior del profeta está sujeto al (control
de) profeta (1 Corintios 14:32). Usted puede esperar reposadamente por el momento
apropiado para hablar. El Espíritu Santo le inspirará a hacerlo con claridad en ese momento.
Él no interrumpirá lo que ya está ocurriendo en el servicio. Él nunca causará confusión, pues
no es el autor de confusión (1 Corintios 14:33).
• Permanezca calmado y reposado; cuando el Espíritu le inspire, hable con voz normal, pero
claramente audible. No tiene que gritar. Puede hacerlo normalmente, a paso medido para
seguir la fluidez del Espíritu, quien es el que le otorga las palabras. Cuando el mensaje es
concluido, deberá esperar en Dios para la interpretación. Ore para que usted mismo sea el
intérprete (1 Corintios 14:13). Ocasionalmente, algún otro creyente dará la interpretación. Pero
cuando esto no ocurra, entonces, el que habló en lenguas deberá permanecer en silencio y no
volver a hablar si nadie dio la interpretación de su mensaje (1 Corintios 14:1-33).
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Inspiración Vocal)
Interpretación de Lenguas
A través de las lenguas celestiales, Dios puede hablar al cristiano. Los dones vocales siempre
traen edificación, ánimo y consolación, nunca condenación.
– I Corintios 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
– I Corintios 14:19,28Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar
también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida... Y si no hay intérprete, calle en la iglesia,
y hale para sí mismo y para Dios.
• Debemos desarrollar la sensibilidad del Espíritu Santo. Mientras está adorando a Dios en una
congregación de creyentes, mantenga alertas la mente y el espíritu ante el movimiento del
Espíritu. Muchas veces percibirá, cuando alguien hable en lenguas, que Dios le dará la
interpretación del mensaje.
• Cuando esa persona hable en lenguas, espere reposadamente hasta que concluya. Cuando
usted comience a hablar, puede que sólo reciba la primera oración de la interpretación y una
breve idea de lo que sigue. Así como los demás Dones del Espíritu, éste también opera por fe.
• A medida que inicie la declaración de lo que el Espíritu le dé que hable, hágalo de manera
natural, clara, y con voz audible. Tenga cuidado de usarlo "conforme a la medida de la fe"
(Romanos 12:6). Evite la infiltración de cualquier pensamiento personal, sentimientos o ideas
dentro de la interpretación. Deje que sus propios pensamientos estén neutrales, y su mente
será un canal claro para que el Espíritu Santo fluya a través de ella.
• Cuando la interpretación sea concluida y perciba que el Espíritu haya terminado todo lo que
desee decir, deténgase. No procure comenzar a explicar a la congregación lo que usted "cree"
que significa la interpretación. Déjele tal cosa a ellos, permitiendo que el Espíritu aplique la
exhortación o consuelo otorgado a ellos mismos. Una vez haya entregado la interpretación,
guarde silencio mientras la articulación es juzgada por los que están presentes. Si hay
creyentes presentes que son regularmente usados en los dones vocales, ellos podrán evaluar
las palabras para ver si en verdad son de Dios (1 Corintios 14:29). La norma por medio de la
cual uno puede juzgar es similar a la que utilizaríamos para juzgar la profecía.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Inspiración Vocal)
Don de Profecía
• Joel 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas.
• I Samuel 10:6 Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en
otro hombre.
Cuando el mensaje es de Dios, viene acompañado de un testimonio del Espíritu Santo a nuestros corazones,
que confirma que es Dios que está hablando. Dios es Dios de paz y no de confusión. No permita que un
profeta desconocido profetice sobre usted si su pastor o líder no está con usted para juzgar la profecía.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Inspiración Vocal)
Para ejercitar el don de Profecía
Espere hasta que usted sepa que ha oído de Dios. Espere el tiempo
indicado por Dios para dar la profecía. Espere hasta que un líder
espiritual pueda juzgar la profecía. Dé la profecía con voz natural, en un
lenguaje contemporáneo. Evite emociones extremas y repetición
nerviosa. Recuerde que:
– I Corintios 14:32 Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.
Este don permite revelar qué espíritus o tipos de espíritus están obrando en, a través de o
detrás de una persona, situación, acción o mensaje. Revela el origen, naturaleza y actividad
de cualquier espíritu. Por este don espiritual podremos discernir:
·1 La presencia de Dios
·2 La presencia y función del Espíritu Santo
·3 La presencia y función de los ángeles santos
·4 La naturaleza de un espíritu humano
·5 La presencia de Satanás
·6 La presencia y operación de espíritus malignos (demonios)
2. El nombre del demonio. Esto es usualmente revelado con la naturaleza del demonio,
aunque no es insólito lograr que el demonio revele su nombre propio.
3. El número de demonios. Esto sucedió en el caso de Legión (Marcos 5:1-9) y los siete
demonios que Jesús lanzó fuera de María Magdalena (Lucas 8:2). No es insólito que una
persona sea poseída por más de un espíritu al mismo tiempo. Esta es parte de la información
revelada por el Don de Discernimiento de Espíritus.
5. Obtener información. A menudo, los demonios darán mucha información de ellos mismos
verbalmente, a quien creen que ha podido discernir de manera sobrenatural su presencia y
que tiene poder para echarlos fuera. No obstante, siendo que los demonios pueden mentir, es
buena idea probar la información que dan o tratarla con sospecha, dependiendo más de la
percepción y entendimiento sobrenatural recibido por el Espíritu Santo.
El apóstol Pablo operó en este don cuando sanó al enfermo en Listra. Él "vio en el
Espíritu" que el cojo tenía fe para ser sanado.
– Hechos 14:9-10 Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que
tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y
anduvo.
• Este don viene como una impresión o visión en la cual "vemos" a la persona, o a
nosotros mismos, haciendo algo que el Espíritu Santo quiere que hagamos. Los
dones de palabra de conocimiento y palabra de sabiduría operan juntos muchas
veces. El primero revela sobrenaturalmente la información, y el otro da la sabiduría
necesaria para saber qué hacer con esos datos.
• Cuando Jesús se encontró con la mujer samaritana (Juan 4), Él supo que ella
había tenido cinco maridos, y que ahora vivía con un hombre que no era su
esposo. Y el Señor tuvo también la sabiduría necesaria para ministrarle. Por medio
de la palabra de sabiduría, Ananías fue enviado a casa de Judas en la calle
Derecha para poner sus manos sobre Saulo (luego Pablo) Agabo fue prevenido de
la hambruna y del encarcelamiento de Pablo. Pablo mismo fue advertido de la
tormenta y el naufragio en el mar.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Revelación)
Ejemplos bíblicos del don de sabiduría
1. Lucas 4:1-13. Jesús es tentado en el desierto. Las respuestas que Jesús expuso
a Satanás, fueron palabras de ciencia impartidas por el Espíritu Santo.
3. Juan 8:3-11. Los escribas y fariseos trataron nuevamente de hacer caer a Jesús
en una trampa, pero Sus palabras sabias volvieron a confundir a sus adversarios.
• El don de obrar milagros es para los creyentes hoy. Cuando Pedro vio al
Señor caminando sobre el agua, con ansias deseó hacer lo mismo. Él
quería caminar en lo sobrenatural, como el Señor. No tuvo miedo al
ridículo o al fracaso. Pedro confiaba en la palabra del Señor. En la pesca
milagrosa (Lucas 5:4-7) él invoca la palabra del Señor: "Pero por tu
palabra..."
– Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo
hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Poder)
Propósito del don de Milagros
2. Que recibieran Valor. Daba valor a los creyentes para predicar a Cristo (Hechos 4:29, 30). Las
personas reconocían que ellos habían estado con Jesús: el Obrador de Milagros (Hechos
4:13).
4. Que fueran animados a la oración. Hacía que los creyentes oraran para tener más de Dios
(Hechos 4:29-31).
6. Que fueran convencidos de pecado. Convencía y traía convicción a los corazones de los
hombres de sus pecados (Hechos 5:28, 33).
8. Que se convirtieran cinco mil. Cinco mil almas se convirtieron en un día a través de un milagro
(Hechos 4:4, 5:14).
10. Que glorificaran a Dios. Todos los hombres glorificaban a Dios por lo que había hecho
(Hechos 4:21).
12. Que difundieran el Evangelio. El evangelio fue extendido rápidamente (Hechos 5:14-16).
• La gente pensaba que este hombre no podía hablar porque era mudo. Jesús
discernió que la causa era un demonio de enfermedad. Cuando lo expulsó, el
mudo pudo hablar.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Poder)
La sanidad y el don de conocimiento
A veces cuando se está operando en el don de sanidad, el Espíritu Santo da una
palabra de conocimiento revelando algo sobre una enfermedad específica que Él
quiere sanar. Podemos recibir sobrenaturalmente el nombre de la enfermedad, la
locación, el tipo de dolor y alguna información sobre su origen.
– Juan 5: 5,6,8 y 9 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba
enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo:
¿Quieres ser sano?... Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel
hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.
Así como los demás dones, los Dones de Sanidades no sólo tienen que ser dados, sino
también recibidos. Así como existe un principio de fe con relación al cómo ministrar esos
dones, también hay un principio que trata con la manera de recibirlos. Ezequías tenía
dificultades en recibir el Don de Sanidad que Dios le había enviado. Su fe tenía que ser
edificada de una manera especial por el milagro registrado en 2 Reyes 20:8-11 (lea también 2
Reyes 5:10-14). Naamán tuvo problemas en recibir el Don de Sanidad que Dios le había
enviado a través de Eliseo.
La sanidad a menudo requiere un doble acto de fe: fe para recibir y fe para administrar el Don
de Sanidad. Aunque éstas son excepciones de la regla, siempre el deseo de Dios es sanar.
A veces, Dios sana a través de los canales normales de sanidad, como el de imponer las
manos.
– Marcos 16:18 18 Tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño
alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud.
En otras ocasiones, medios extraordinarios son utilizados para la sanidad, según Su voluntad,
como en el caso de la sombra de Pedro.
– Hechos 5:15 15 Era tal la multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las
plazas y los ponían en colchonetas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera
sobre alguno de ellos.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Poder)
La Sanidad Y La Gran Comisión
Jesús, antes de partir de este mundo al Padre, comisionó a cada
creyente.
– Marcos 16:15-18 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán.
¿Cómo podemos nosotros sanar como Jesús lo hacía? Jesús sanaba por
el poder del Espíritu Santo.
– Lucas 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para
dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en
libertad a los oprimidos.
– Lucas 5:17 Aconteció un día que él estaba enseñando... y el poder del Señor
estaba sobre él para sanar.
– Lucas 6:19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y
sanaba a todos.
– Hechos 10:38 Como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de
Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a los oprimidos por
el diablo, porque Dios estaba con él.
Los Dones del Espíritu Santo
(Dones de Poder)
Jesús dijo que recibiríamos este mismo poder que hubo en Él.
– Hechos 1:8 Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Los creyentes, llenos del poder del Espíritu Santo, somos dinamita caminando.
¿Por qué no vemos este poder en operación en nuestras vidas? La fe es el
interruptor. Cuando entramos a una habitación que está a oscura, no vemos nada
hasta que no encendemos el interruptor de la luz. La fe es ese interruptor que
libera el poder sanador del Espíritu Santo a través de nuestra vida.
– Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no
se ve.