Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Francisco Martínez A.
Abril 2009
El séptimo mandamiento
El séptimo mandamiento
nos prohíbe quitar o
retener lo ajeno contra la
voluntad de su dueño y
causar daño al prójimo en
sus bienes.
Frenar asaltos en el transporte
¿Cuales son los
principales pecados
contra el séptimo
mandamiento de la Ley
de Dios?
¡ Padre¡, yo pequé contra el..... :
Los principales pecados
contra el séptimo
mandamiento de la Ley
de Dios son:
- Robar.
- Causar daño al prójimo en sus
bienes.
- No trabajar conforme al deber o
trabajar mal.
X
Contraer deudas a sabiendas
que no se podrán pagar en el
plazo determinado . Éste es un
pecado muy frecuente en
nuestra
sociedad
Robo de nuestro coche.
Los ladrones en la Biblia.
Robos de e-mail
Consecuencias del hurto.
Este pecado se hace costumbre,
promueve a seguirlo cometiendo y
cada vez con mayor ingenio y
desconsideración. Poco a poco la
conciencia se desvanece y se
pierde el sentido de la propiedad
ajena. Desaparece igualmente el
arrepentimiento y el ladrón se
vuelve cada vez más audaz,
pudiendo llegar a actos de
violencia de vez en cuando
mortales, como en el caso de los
asaltos a mano armada. El ladrón
está decidido a todo.
"Restitución o Condenación"
X propósito de devolver lo
robado y reparar los daños
ocasionados, para que se le
Computadora robada pueda perdonar el pecado
La confianza depositada en él.
"Mi doctrina no es mía, sino de Aquel que me
ha enviado", dijo Jesús refiriéndose al mayor
tesoro que el Padre le confió para
comunicarlo fielmente a la humanidad. Bajo
este principio debe actuar todo encargado
responsable: fidelidad absoluta a lo que se le
ha confiado. Por eso el cargo inmediato que
se dicta en contra del que dispone
deshonestamente de los bienes a él confiados
es "abuso de confianza".
Hay personas que roban cosas pequeñas por un impulso
interior. Se trata de una enfermedad que recibe el nombre
de cleptomanía.
Conviene curarla pues puede poner, al que la padece, en
situaciones vergonzosas.
"Dios me ve".
Como cristiano sabe que Dios todo lo
sabe. Supone un acto de vergüenza o de
pudor personal hacer en presencia de
Dios lo que no haríamos en presencia de
nadie. Gran error el de aquél, que
suprimiera su conciencia cristiana,
creyendo que puede ocultar de la
mirada divina, sus malos manejos.
Robos y desempleo crecen al
mismo ritmo según se ha
podido comprobar
X
revela, aunque advierte que
otros factores están incidiendo
en el aumento de los delitos
contra la propiedad.
El séptimo mandamiento prohíbe tomar o retener el bien del prójimo
injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes.
Prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes terrenos y
de los frutos del trabajo de los hombres. Con miras al bien común exige
el respeto del destino universal de los bienes y del derecho de
propiedad privada. La vida cristiana se esfuerza por ordenar a Dios y a
la caridad fraterna los bienes de este mundo.
X
El séptimo mandamiento prohíbe el robo, es decir, la
usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su
dueño. No hay robo si el consentimiento puede ser presumido
o si el rechazo es contrario a la razón y al destino universal de
los bienes. Es el caso de la necesidad urgente y evidente en
que el único medio de remediar las necesidades inmediatas y
esenciales (alimento, vivienda, vestido...) es disponer y usar
de los bienes ajenos (cf GS 69, 1).
X
Toda forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno, aunque no
contradiga las disposiciones de la ley civil, es contraria al séptimo
mandamiento. Así, retener deliberadamente bienes prestados u objetos
perdidos, defraudar en el ejercicio del comercio
(cf Dt 25, 13-16), pagar salarios injustos
(cf Dt 24,14-15; St 5,4), elevar los precios especulando con la ignorancia
o la necesidad ajenas
(cf Am 8, 4-6).
X
Son también moralmente ilícitos, la especulación mediante la cual se
pretende hacer variar artificialmente la valoración de los bienes con el fin
de obtener un beneficio en detrimento ajeno; la corrupción mediante la
cual se vicia el juicio de los que deben tomar decisiones conforme a
derecho; la apropiación y el uso privados de los bienes sociales de una
empresa; los trabajos mal hechos, el fraude fiscal, la falsificación de
cheques y facturas, los gastos excesivos, el despilfarro. Infligir
voluntariamente un daño a las propiedades privadas o públicas es
contrario a la ley moral y exige reparación.
A viva voz los vecinos hicieron conocer sus reclamos a la policía, en el preciso
momento en que un agente recababa datos desde uno de los comercios robados.
En virtud de la justicia conmutativa, la
reparación de la injusticia cometida exige
la restitución del bien robado a su
propietario: