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la basílica paleocristiana (COMENTARIO)

Es el primer edificio del culto cristiano reconocido oficialmente y deriva de la


basílica romana aunque en un principio los cristianos utilizaron como lugar de culto el
titulus que es simplemente una casa patricia adaptada a esta necesidad (Ej. San Martín
del Monte en Roma). Simultáneamente aparecen los cementerios cristianos primero
privados (Domitila y Priscila en Roma) y posteriormente públicos situados en la vías de
acceso a las ciudades. Se trata de las ya citadas catacumbas como la de San Sebastián
o la de San Calixto. Sin embargo a partir del Edicto de Milán va a ser la basílica la
construcción más característica del arte paleocristiano con tiene una doble función:
lugar de reunión de la asamblea de los fieles (ecclesia) y a la vez es la casa de Dios
(Domus Dei).
a)La Planta es sencilla: con un eje longitudinal. Consta de naves impares: 3 o 5;
la central es doble de ancha y más alta que las laterales; existe, a veces, otra nave
transversal, el transepto. En el muro de la cabecera o testero se encuentra el ábside,
que es un remate semicircular y en el extremo opuesto se halla la puerta de entrada. En
principio se conservó la orientación pagana E-O. Las naves, que se inscriben en un
rectángulo, van precedidas de un atrio (patio con una fuente central) y el nártex
(especie de vestíbulo transversal)
Para acentuar el valor del altar, se cubre con un baldaquino.
En el ábside se sitúan el obispo y los sacerdotes: más cercanos al pueblo están
los ambones (púlpitos), especie de tribunas desde donde se lee el Evangelio y la
Epístola. Son dos situados a derecha e izquierda del altar. Hay otro pequeño espacio
para el coro. Toda esta zona recibe el nombre de Presbiterio.
El exterior no se decora: la fachada muestra sólo un muro plano con un frontón
como remate.
El nártex era el lugar reservado a los catecúmenos (no bautizados o neófitos).
El atrio servía de lugar de reunión de los files y es un patio porticado. En su centro se
encontraba la fuente de las abluciones.
b) El alzado. Las naves se separan por columnas de mármol con fuste liso y
capiteles jónicos o corintios, a veces alternados. Sobre las naves se apoyan el
entablamento (de madera) o bien arcos de medio punto.
La cubierta interior es un armazón de vigas de madera, ocultas por una
techumbre horizontal, con casetones. Tiene tejado a dos aguas en la nave central y a una
sola vertiente en las laterales.
Entre la nave central y el ábside se abre un arco triunfal: es un gran arco de
medio punto, que simboliza el triunfo de la Iglesia.
Las mujeres y los hombres se sentaban separados (las mujeres en una tribuna
situada sobre las naves laterales). La horizontalidad del edificio empieza a quebrarse
remarcándose ya la verticalidad, que culminará en el estilo románico
El ábside se cubre con un cuarto de esfera. Es la única zona abovedada.
Se completa el edificio con el baptisterio, que podía estar adosado a la basílica
o ser una construcción exenta. Era de planta circular o poligonal. En el centro se sitúa la
cisterna o cuba (de gran tamaño porque los fieles que recibían el bautismo eran
adultos).
Las basílicas se enriquecían considerablemente con mosaicos desde el siglo IV,
más luminosos que las opacas pinturas. Hay una cierta normativa en la disposición de
los mosaicos. En las naves, sobre las columnas, se disponían episodios del Antiguo y
Nuevo Testamento. El Presbiterio centraba la atención. El muro frontal de arranque
(arco de triunfo) ya por su forma predispone a una exaltación de la iconografía. Su
superficie se cubre con mosaicos, que tienen su culminación en el ábside. En la parte
superior aparece el Señor, lleno de majestad. El estilo de estos mosaicos es
esencialmente clásico, lo cual es deliberado ya que en la fase de libertad el arte cristiano
adoptó la pompa del estilo clásico. Esto se ve patente en los mosaicos de Santa María
la Mayor, donde se ven efectos de claroscuro y realismo que contrastan con el carácter
desmaterializado del arte de las catacumbas.

Entre las basílicas de mayor relevancia están: San Juan de Letrán, Santa
María la Mayor, San Pedro, San Pablo Extramuros, todas en Roma. En
Constantinopla: Los Santos Apóstoles y las antiguas de Santa Sofía y Santa Irene.
En Jerusalén, el Santo Sepulcro.
BASÍ LI CA PALEOCRI STI ANA: PLANTA

ATRI O

TRES NAVES
EJ E LONGITUDINAL

ABSI DE 4

BASÍLICA PALEOCRISTIANA: ESQUEMA

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