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LEUCORREA

El término leucorrea viene del griego "leucos, blanco y rrea, fluir o fluido": flujo blanquecino de las
vías genitales femeninas. Es uno de los síntomas más frecuentes por los que una mujer acude a consulta
con el ginecólogo (tanto como el sangrado y el dolor).

Las leucorreas pueden tener diversos orígenes:

* La leucorrea de origen cervical a veces es fisiológica hasta el momento de la ovulación. Aquí se


incluye la leucorrea purulenta de las cervicitis.
* La leucorrea de origen vaginal es muy frecuente sobre todo durante la vida sexual activa de la
mujer; en ocasiones se asocia con atrofia vaginal en niñas, castradas y posmenopáusicas.
* La leucorrea vestibular ocurre durante los momentos que preceden al coito, o en otras excitaciones
psicosexuales, cuando se humedecen los genitales externos de la mujer.

Debe considerarse normal la secreción de una pequeña cantidad de flujo blanquecino, aunque manche
la ropa, mientras no resulta e irritante par ala piel y la mucosa.

• Contiene principalmente detritus epiteliales con una pequeña porción, variable, de leucocitos y
moco claro. Disminuye en la fase posmenstrual y aumenta hacia la mitad del ciclo durante 2-*3
días anteriores de la ovulación, reflejando la actividad endocrina del ovario.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

El diagnóstico de vaginitis se realiza por los síntomas y por el examen físico.

El síntoma que con más frecuencia acusan las pacientes es la leucorrea acuosa o purulenta y
generalmente fétida. Otros síntomas comunes son la quemazón, el prurito y la maceración de los
muslos y en algunos casos una escoriación de la cara interna de los mismos. Ocasionalmente otro de los
síntomas es la dispareunia superficial.

El examen físico con frecuencia revela signos y síntomas prestados por los órganos vecinos como son
la porción terminal del aparato urinario y también del digestivo (endocervicitis, proctitis, uretritis,
skenitis y bartholinitis).

En las vaginitis más frecuentes el diagnóstico se puede basar en algunos signos patognomónicos; tal es
el caso de las vaginitis tricomoniásicas, en la que la secreción tiene un aspecto espumoso, verdoso
aireado, con olor fecaloide (Streptococcus faecalis) y el cuello muestra pequeñas áreas de inflamación
relativamente discretas que han dado lugar al término descriptivo del "cuello de fresa". Otro ejemplo es
la secreción de la moniliasis que con frecuencia es líquida y poco viscosa, aunque el hallazgo típico en

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este proceso son los parches grisáceos de material caseoso que se adhieren íntimamente a la mucosa
vaginal y al cuello, de los que son difíciles de separar ("fromage a tartinier").

La vaginosis bacteriana se presenta como una leucorrea grisácea, homogénea, fluida, adherente a las
paredes de la vagina, generalmente no purulenta, presentando un olor desagradable de "pescado
podrido" que se acentúa, si a la muestra tomada entre lamina y laminilla se le agrega una gota de
solución de KOH AL 10%.

Los signos que le acompañan (ardor, prurito, disuria) son mucho más discretos que en las infecciones
por tricomonas o Candida, pero existe, sin embargo, una sensación de irritación local. En raros casos de
bacteriemias postpartum han sido descritas en el compañero sexual una uretritis y en ocasiones más
raras una balanitis que se considera excepcional.

El hallazgo de trichomonas móviles en el examen en fresco, establece el diagnóstico de tricomoniasis.


El hallazgo de los conidios o micelios típicos permite establecer el diagnóstico de moniliasis.

En la vaginosis bacteriana el examen microscópico ofrece un aspecto característico: numerosas células


epiteliales a menudo en conjuntos, cuya superficie está recubierta por una multitud de bacterias
cocoides: "las células clave" o "células granulosas" que gardnerella forma in vivo con las células
vaginales o uretrales. La flora es muy abundante ("puré de gérmenes") y el aspecto abigarrado o
heterogéneo, debido a la coloración variable del Gram, es típico y ha sido descrito como "pimienta y
sal". Este tapiz homogéneo es un elemento decisivo en la orientación del diagnóstico. Otros gérmenes
pueden estar presentes, pero jamás los lactobacilos.

PATOLOGICAMENTE:

El flujo aumenta y cambia de aspecto. En su posición citológico predominan leucocitos, eritrocitos y


células epiteliales no cornificadas, en variable proporción.

CAUSAS MAS FRECUENTES:

1. INFECCION O INFESTACION PARASITARIA

• Suele ser purulenta y mal oliente.


Por el examen microscópico de frotis se pueden reconocer los gérmenes o parásitos patógenos a
diferencia de la flora normal constituida por el bacilo de Doderlein, las Trichomonas vaginalis o
hongos como Candida albicans especialmente, en este último caso, consecuencias de alteraciones
generales:

• Tratamientos con antibióticos, diabetes, contraconceptivos, incluso gestación o alergia local.


• Si se sospecha, pero no se encuentran, deben solicitarse cultivos.

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La vaginitis por Candida albicans o Trichomona vaginalis se puede detectar rápidamente por
aglutinación de látex sobre portaobjetos con el frotis vaginal.

2. INSUFICIENCIA ESTROGENICA

Especialmente responsable de la mayoría de los casos de leucorrea en la mujer posmenopáusica y en


relación con modificaciones atróficas del aparato genital. La terapéutica con estrógenos restablece la
citología normal cornioficada y suprime el flujo.

3. NEOPLASIA MALIGNA

Que hay que sospechar siempre que el flujo sea hemorrágico después del climaterio: es una metrorragia
subclínica. Pero, aunque sea hemorrágico, si se ha excluido la infección y un tanteo con estrógenos
resulta infectivo, esta indicado la dilatación y curetaje.

http://www.drscope.com/privados/pac/generales/ginecologia/leucorre.htm

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