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Reanimación encefálica
N. Bruder, F. Gouvitsos, D. Pellissier, J.-M. Stordeur

En esta revisión se examinan los principales aspectos de la reanimación encefálica. La


exploración física neurológica sigue siendo un elemento ineludible del examen clínico y
por esta razón se recomienda evitar una sedación excesiva. La monitorización cerebral
incluye la medida de la presión intracraneal, el Doppler transcraneal, la determinación
de la saturación de oxígeno en el golfo de la yugular e incluso, hoy en día, el control de la
presión intersticial cerebral de oxígeno o la microdiálisis. Cuando se produce una
agravación neurológica, el examen clínico y la monitorización deben completarse con
exploraciones radiológicas (tomografía computarizada cerebral, resonancia magnética,
angiografía). Las afecciones que más beneficios han recibido de la reanimación
neurológica especializada en los últimos años son la hemorragia subaracnoidea, los
accidentes cerebrovasculares hemorrágicos o isquémicos, y los traumatismos craneales.
Tras la fase aguda, la prevención de las secuelas físicas vinculadas al coma es esencial,
incluso antes del traslado del paciente hacia un servicio de rehabilitación, ya que
condiciona la recuperación de la autonomía funcional.
© 2006 Elsevier SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Reanimación encefálica; Accidente cerebrovascular;


Hemorragia subaracnoidea; Coma; Hipertensión intracraneal

Plan ¶ Reanimación de los pacientes que sufrieron


un accidente cerebrovascular 16
¶ Introducción 1 Hemorragia subaracnoidea 16
Hematomas intracraneales 17
¶ Evaluación del estado neurológico 2 Accidentes cerebrovasculares isquémicos 17
Profundidad del coma 2
Evaluación del riesgo de hipertensión intracraneal 3 ¶ Criterios para el traslado de los pacientes
Vías respiratorias superiores y control de la ventilación 3 con lesión encefálica a un centro especializado 19
Examen neurológico después del ingreso 3 ¶ Prevención de las secuelas 20
¶ Diagnóstico 4 ¶ Conclusión 20
Técnicas de diagnóstico por imagen 4
Monitorización cerebral 5
¶ Complicaciones extracerebrales de las lesiones
encefálicas 7
■ Introducción
Complicaciones cardiovasculares 8 En los últimos años, la reanimación del paciente
Complicaciones respiratorias 8 neurológico o neuroquirúrgico se ha convertido en una
Complicaciones infecciosas 9 especialidad dentro de la reanimación. Es evidente que
Complicaciones metabólicas 9 la especialización de un equipo en este campo permite
Trastornos de la coagulación 11 comprender mejor las peculiaridades de la evaluación
¶ Principios de tratamiento 11 neurológica clínica, interpretar con más rapidez las
Ventilación mecánica y extubación 11 modificaciones de las imágenes cerebrales, dominar la
Sedación de los pacientes afectados por una lesión monitorización neurológica (Doppler transcraneal,
encefálica 12 saturación de oxígeno en el golfo de la yugular [SyO2],
Especificidad de la alimentación artificial 13 presión intersticial cerebral de oxígeno, microdiálisis
Principios de tratamiento de la hipertensión intracraneal 14
cerebral, electroencefalograma [EEG], potenciales provo-
cados, etc.) y, en especial, establecer una colaboración
¶ Complicaciones postoperatorias de la cirugía más estrecha con los otros especialistas que participan
intracraneal 15 en la atención del paciente: neurocirujanos, neurorra-

Anestesia-Reanimación 1
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diólo-gos y neurólogos. Sin embargo, cabepreguntarse si Cuadro I.


esa especialización cada vez mayor es realmente necesa- Escala de Glasgow (GCS).
ria, ya que necesita recursos humanos e infraestructuras Abertura de ojos
de elevado coste. Respecto a los pacientes afectados por
Espontánea 4
una hemorragia cerebral (enfermedad corriente en
reanimación neuroquirúrgica), en varios estudios se ha En respuesta a la orden verbal 3
demostrado una disminución de la mortalidad, así como En respuesta al dolor 2
una disminución del tiempo de estancia en reanimación Ninguna 1
y de los costes cuando los pacientes eran atendidos en Mejor respuesta motora
una unidad especializada, en comparación con una Obedece a la orden 6
unidad polivalente [1, 2]. Las causas de ese beneficio son Localiza el dolor 5
sin duda múltiples, pero lo más probable es una ganan-
Reacción de evitación al dolor (flexión adecuada) 4
cia de tiempo en varios aspectos: evaluación de la
gravedad, indicación del procedimiento diagnóstico más Flexión inadecuada 3
adecuado, toma de decisión conjunta e instauración del Extensión 2
tratamiento. Es bien sabido que, en reanimación, las Ninguna respuesta motora 1
posibilidades de recuperación del paciente son mayores Mejor respuesta verbal
cuando el tratamiento se inicia de manera más precoz. Clara y adecuada 5
Esto es cierto sólo en el caso de los pacientes que Confusa 4
realmente necesitan reanimación. Para los que sólo
Incoherente (palabras comprensibles) 3
precisan un control estricto, es probable que la ganancia
sea muy baja, o incluso inexistente. Aparte de los Incomprensibles (sonidos sin ningún sentido) 2
enfermos que necesitan una atención neurológica o Ninguna 1
neuroquirúrgica específica inicial, las complicaciones
neurológicas son frecuentes en los que se encuentran en
reanimación; los estudios al respecto revelan tanto la Cuadro II.
dificultad para diagnosticarlas en los pacientes sedados Reflejos del tronco del encéfalo que desaparecen de forma
como la subestimación de ese problema [3]. Las compli- progresiva en función del nivel cerebral afectado.
caciones neurológicas duplicaban la mortalidad y el
Ocho reflejos fisiológicos del tronco del encéfalo
tiempo de estancia de los pacientes ingresados en
reanimación médica. Las causas más habituales de una 1. Reflejo cilioespinal: dilatación pupilar tras estimulación do-
complicación neurológica eran la encefalitis metabólica, lorosa y sin valor de localización
la epilepsia, la hipoxia cerebral y el accidente cerebro- 2. Reflejo frontoorbicular: cierre palpebral tras la percusión de
vascular (ACV) [4]. Por tanto, para cualquier especialista la glabela
en reanimación resulta indispensable conocer bien los 3. Reflejo oculocefálico vertical: movimiento conjugado de los
principios de la reanimación encefálica. ojos en sentido vertical y opuesto al movimiento de
flexión/extensión de la cabeza
4. Reflejo fotomotor: contracción pupilar por estimulación lu-
■ Evaluación del estado minosa
5. Reflejo corneal: cierre del párpado por estimulación corneal
neurológico 6. Reflejo maseterino: contracción del masetero por percusión
del mentón
Profundidad del coma 7. Reflejo oculocefálico horizontal: movimiento conjugado de
los ojos en sentido horizontal y opuesto al movimiento de rota-
La actitud de alerta se define por un estado de vigilia ción de la cabeza
asociado a la activación de la corteza cerebral. El estado
8. Reflejo oculocardíaco: ralentización cardíaca tras la compre-
de vigilia depende de estructuras subcorticales, de las
sión de los globos oculares
cuales la principal es la formación reticular activadora
Dos reflejos patológicos del tronco del encéfalo
ascendente pontomesencefálica que se proyecta hacia el
tálamo. Esto explica por qué una lesión cerebral focal en 1. Reflejo palmomentoniano: contracción del mentón por esti-
la fosa posterior (tronco del encéfalo) puede provocar mulación de la eminencia ténar homolateral
un coma. La otra posibilidad es una lesión que cause 2. Reflejo corneomandibular: movimiento de la mandíbula ha-
una alteración funcional generalizada de la corteza. Una cia el lado opuesto del ojo cuya córnea se estimula
lesión de ese tipo puede tener origen funcional (intoxi-
caciones, hipoglucemia, etc.) o estructural (anoxia
prolongada). Una lesión supratentorial focal no puede forma clínica de déficit neurológico más difícil de
provocar un coma en ningún caso, excepto cuando distinguir del coma. Algunos casos de síndrome de
afecta al cerebro en su conjunto (hipertensión intracra- Guillain-Barré graves pueden ser también muy difíciles
neal [HIC], hidrocefalia, crisis epiléptica, etc.). La de distinguir de un coma profundo, e incluso de un
evaluación de la profundidad del coma es ante todo estado de muerte cerebral [6]. De la misma manera, para
clínica y se basa en la determinación de la puntuación evaluar la respuesta verbal es necesario que el paciente
de la escala de Glasgow y en el estudio de los reflejos sea capaz de expresarse verbalmente y con un lenguaje
del tronco del encéfalo [5]. comprensible para el examinador. Cuando existe una
asimetría entre las respuestas motoras, para la puntua-
Escala de Glasgow ción siempre se elige la mejor de ellas. Esa respuesta se
debe buscar con el miembro superior flexionado sobre
La escala de coma de Glasgow mide la alteración de
el tronco. Los valores de la puntuación están compren-
la conciencia a partir de tres factores: la abertura de
didos entre 3 y 15. El coma se define por una puntua-
los ojos, la respuesta verbal y la respuesta motora
ción inferior o igual a 8.
(Cuadro I). La escala sólo tiene valor cuando el paciente
no está sedado. Es importante conocer las condiciones
y los límites de la determinación de la escala de Glas-
Reflejos del tronco del encéfalo
gow. Hay que descartar un déficit neurosensorial o una Estos reflejos permiten determinar la profundidad del
alteración periférica de la orden motora: sordera, coma al explorar el grado de preservación de los reflejos,
ceguera, tetraplejía. El síndrome de desaferentación es la desde la corteza hasta el bulbo (Cuadro II). Además del

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Cuadro III.
Grados del coma.
Nivel Reactividad Pupilas Reflejos del tronco Ventilación
Corticosubcortical Reacción de despertar + Simétricas ROH + Normal
Parpadeo ante una ame- RFM + RFO +
naza +
Flexión orientada ROV +
Diencefálico Reacción de despertar ± Miosis ROH + Cheyne-Stokes
Parpadeo ante una ame- RFM + RFO +
naza -
Descorticación ROV +
Mesodiencefálico Flexión/extensión Intermedias ROH + Hiperventilación
Descerebración RFM + RFO -
ROV -
Mesencefálico Midriasis arreactiva ROH + Hiperventilación
Descerebración RFM - RFO -
ROV -
Pontino Arreactivo Miosis intensa ROH - Anárquica
RFM - RFO -
ROV -
RFM: reflejo fotomotor; ROH: reflejo oculocefálico horizontal; RFO: reflejo frontoorbicular; ROV: reflejo oculocefálico vertical; diencéfalo = núcleos grises
centrales y tálamo; mesencéfalo = pedúnculos cerebrales.

examen del reflejo fotomotor, el estado de las pupilas es Vías respiratorias superiores y control
un factor con gran valor de localización. La midriasis se
define por un diámetro pupilar superior a 4 mm. En los
de la ventilación
pacientes con traumatismo craneal, el estado de los La evaluación respiratoria de todos los pacientes con
reflejos pupilares tiene un valor pronóstico constante. sufrimiento neurológico es fundamental. Una puntua-
Sin embargo, no hay que sacar conclusiones demasiado ción de Glasgow superior o igual a 8 multiplica por un
apresuradas del examen de las pupilas. Una midriasis factor 5 la probabilidad de éxito de la intubación
uni o bilateral puede obedecer a muchos mecanismos, siempre que se cumplan los criterios ventilatorios de
entre los cuales pueden citarse la administración de altas desconexión de la ventilación mecánica [8]. Las compli-
dosis de catecolaminas, la hipotermia profunda, diversas caciones guardan relación con los trastornos de la
intoxicaciones (por ejemplo, por alcohol) y los trauma- ventilación (hipo o hiperventilación) y con la falta de
tismos oculares. Al término de esta exploración física protección de las vías respiratorias, todo lo cual expone
simple, el coma puede clasificarse en varios grados a un riesgo de bronconeumopatía. La hipoventilación es
(Cuadro III). Esta clasificación proporciona un paráme- casi constante en presencia de un coma. La hipoxia y la
tro de gravedad y, al mismo tiempo, permite seguir de hipercapnia resultantes agravan las lesiones neurológi-
manera objetiva la evolución de los pacientes. cas. Por el contrario, la hiperventilación neurógena de
algunas lesiones del tronco del encéfalo, sobre todo
Evaluación del riesgo de hipertensión tumorales [9], provoca una hipocapnia, a veces intensa
(<20 mmHg), con disminución del flujo sanguíneo
intracraneal cerebral (FSC) y tendencia a la isquemia. Aunque
existen pocos métodos para combatir esta hiperventila-
Evaluación clínica ción, los morfínicos pueden atenuarla [10].
Los parámetros clínicos siguen siendo indispensables Los trastornos de la deglución se ven favorecidos por
para evaluar la evolución o la agravación de una HIC. las alteraciones de la conciencia y por la lesión de los
El primer parámetro es el estado de la conciencia. Los nervios mixtos en la fosa posterior. Cuando se asocian
pacientes que tienen una puntuación de Glasgow de ambos factores, las posibilidades de extubación poco
15 no presentan HIC. El aumento de la presión intra- tiempo después son muy bajas, lo que justifica la
craneal (PIC) se traduce, en primer lugar, por somnolen- práctica de una traqueotomía precoz [11]. En los pacien-
cia con obnubilación (puntuaciones de Glasgow de tes conscientes que han sufrido una lesión de la fosa
9-14). Puede haber cefaleas, náuseas o vómitos, pero son posterior, la exploración endoscópica de la deglución
inconstantes. La evolución hacia una HIC grave provoca (tras la extubación) permite decidir la indicación de una
un coma cada vez más profundo. Los signos clínicos de traqueotomía para proteger las vías respiratorias. Una
enclavamiento cerebral suelen presentarse de forma parálisis facial altera la primera fase de la deglución, es
tardía. Asocian midriasis arreactiva, primero unilateral y decir, el paso del bolo alimenticio por la orofaringe. Es
después bilateral, reactividad en descerebración y luego un factor que agrava los trastornos, pero muy pocas
una hipertensión arterial grave acompañada por bradi- veces responsable de aspiraciones permanentes.
cardia y trastornos del ritmo. La aparición de estos
signos constituye una urgencia terapéutica extrema.
Examen neurológico después
Pruebas complementarias del ingreso
Las indicaciones de monitorización de la PIC, para las Antes de ser trasladado a un servicio de neurología,
cuales se han establecido algunas recomendaciones, sólo de neurocirugía o a un centro de larga estancia, cual-
son claras en los pacientes con traumatismo craneal [7]. quier paciente que haya permanecido en reanimación
En los demás pacientes, a la hora de decidir la monito- neurológica debe ser sometido a una evaluación neuro-
rización, se deben tener en cuenta el antecedente de lógica clínica que servirá de base para el seguimiento
HIC, las posibilidades terapéuticas que ofrece la moni- posterior y que, al completarse con los estudios radioló-
torización y el riesgo de complicaciones. gicos, permitirá identificar las posibles secuelas. Además

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de determinar el estado de conciencia del paciente, se Figura 2. Tumor ce-


hará hincapié en analizar los déficit neurológicos rebral con edema peri-
focales, los trastornos del lenguaje, de la visión y de la lesional. La flecha se-
deglución, así como las alteraciones de las funciones ñala la pared tumoral,
cognitivas superiores. que puede correspon-
der a un absceso o a un
tumor necrosado. La
■ Diagnóstico hipodensidad alrede-
dor de la lesión corres-
ponde al edema.
Técnicas de diagnóstico por imagen
Tomografía computarizada (TC) cerebral
La TC cerebral es una exploración ineludible en los
pacientes neurológicos o neuroquirúrgicos. Cuando
aparece una complicación, la primera fase de la evalua-
ción suele consistir en la práctica de una TC cerebral.
Esta conducta puede parecer excesiva, pero es muy reabsorción del hematoma, y el parénquima cerebral se
difícil descartar una complicación neurológica con la vuelve primero isodenso y después hipodenso. Así pues,
exploración física o a partir de estudios de imagen una hemorragia en vías de reabsorción (por ejemplo, un
previos, aun cuando éstos sean recientes. Hay que tener hematoma subdural crónico) y sin efecto de masa puede
en cuenta las dificultades para el traslado de los pacien- pasar inadvertida [12]. Una hemorragia cerebral también
tes de reanimación, además de las vinculadas a la puede ser isodensa en caso de anemia intensa.
organización de los servicios técnicos. Mediante la TC
cerebral se buscan imágenes de densidad baja o elevada Efecto de masa
en comparación con las estructuras normales adyacen- El signo de compresión más precoz es la desaparición
tes, así como el desplazamiento de las formaciones de los surcos corticales, seguida de la compresión de los
anatómicas debido a un efecto de masa (Fig. 1). ventrículos. Son signos de HIC grave un desplazamiento
de la línea media superior a 5 mm, la compresión o la
Edema cerebral
desaparición de las cisternas perimesencefálicas y la
Se manifiesta como una zona hipodensa de extensión desaparición de los surcos corticales.
variable. Se distinguen tres tipos de edema, de los cuales
el vasogénico afecta sobre todo a la sustancia blanca. La Hidrocefalia
variedad más frecuente es el edema peritumoral (Fig. 2). Existen dos tipos de hidrocefalia: obstructiva y no
El edema citotóxico afecta tanto a la sustancia blanca obstructiva. La hidrocefalia obstructiva se puede dividir
como a la sustancia gris. En una fase precoz, se destaca a su vez en hidrocefalia comunicante y no comuni-
por una pérdida de diferenciación entre la sustancia cante. La hidrocefalia comunicante resulta del obstáculo
blanca y la sustancia gris. La causa más típica es el ACV que oponen las vellosidades aracnoideas a la reabsorción
isquémico. El edema intersticial suele ser la consecuen- del LCR, debido a inflamación de las mismas o a una
cia de una hidrocefalia. Su aspecto típico es la difusión hemorragia subaracnoidea. Todas las cavidades ventri-
del líquido cefalorraquídeo (LCR) en la sustancia blanca culares están dilatadas. La hidrocefalia no comunicante
periventricular. es la consecuencia de una obstrucción de las vías de
circulación del LCR (agujero de Monro, acueducto de
Hemorragia intracraneal
Silvio, agujeros de Magendie o de Luschka). Sólo están
En la TC aparece como una zona de alta densidad. dilatados los ventrículos situados antes del obstáculo. La
Con el tiempo, esta densidad disminuye debido a la hidrocefalia no obstructiva resulta de una producción
excesiva de LCR (tumor de los plexos coroideos). A
menudo resulta difícil distinguir entre una hidrocefalia
incipiente y la variación anatómica fisiológica del
tamaño de los ventrículos cerebrales. Un buen signo de
hidrocefalia es la presencia de una sufusión de LCR
alrededor de las cavidades ventriculares en el espacio
intersticial cerebral.

Resonancia magnética (RM)


La RM representa un adelanto técnico considerable
para visualizar las lesiones del sistema nervioso central.
La escasa disponibilidad de aparatos supone un freno
para su uso más amplio en los pacientes en reanima-
ción. Además, las dificultades específicas, vinculadas a la
proximidad de un campo magnético, pueden complicar
de manera considerable la atención del paciente en
situación de urgencia [13].
Las secuencias especiales de difusión y de perfusión
proporcionan una imagen anatómica de mala calidad,
pero permiten visualizar una isquemia cerebral desde los
primeros minutos que siguen a su formación. Por tanto,
esas secuencias son extremadamente interesantes para el
diagnóstico de un ACV isquémico en la urgencia, una
fase en la que la TC todavía es normal. Además, la
posibilidad de visualizar la totalidad del polígono de
Willis permite localizar la obstrucción arterial intracra-
Figura 1. Voluminoso hematoma intracerebral con desplaza- neal o la disección arterial cervical. Así pues, esta prueba
miento de las estructuras de la línea media. tiene un interés evidente para la evaluación de un ACV

4 Anestesia-Reanimación
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medidas terapéuticas. Los sensores pueden ser intrapa-


renquimatosos o intraventriculares. Los últimos facilitan
la sustracción terapéutica del LCR. En cambio, los
sensores extradurales no son suficientemente fiables [14].
Las indicaciones de la monitorización de la PIC están
bien definidas en neurotraumatología, pero todas las
demás circunstancias en las que existe riesgo de HIC en
un paciente en coma justifican potencialmente la
monitorización de la PIC.
La monitorización de la PIC y de la presión arterial
media (PAM) permite calcular la PPC (PPC = PAM-PIC),
que es un factor determinante para el tratamiento de los
pacientes neurológicos. En todos los casos, la PPC debe
mantenerse superior a 60 mmHg, lo cual justifica un
tratamiento enérgico de las hipotensiones arteriales. En
un paciente admitido de urgencia en coma y con
hipertensión arterial grave, a menudo es peligroso tratar
la hipertensión. Ésta puede deberse a un reflejo de
Cushing por HIC grave. La disminución farmacológica
de la presión arterial tendría como consecuencia una
interrupción de la perfusión cerebral.

Monitorización circulatoria
Figura 3. Angiografía con reconstrucción en tres dimensiones El Doppler transcraneal se practica con un transduc-
de un aneurisma carotídeo gigante. Este tipo de reconstrucción tor de 2 MHz. Permite recoger la señal procedente de las
permite visualizar bien las relaciones de las arterias con el aneu- arterias del polígono de Willis. Las velocidades medias y
risma. La ventaja de la angiografía, en comparación con la diastólicas son los dos parámetros que más se emplean
tomografía, es su mejor resolución espacial. en reanimación. Los valores normales dependen de la
edad, del hematócrito y de la presión parcial arterial de
CO2 (PaCO2). Las modificaciones del trazado Doppler se
isquémico antes de la trombólisis. Algunos centros la pueden interpretar como un reflejo de la PPC. Existen
utilizan de forma habitual en esta indicación. trazados muy específicos del paro circulatorio cerebral,
pero el Doppler no se reconoce como un método de
Angiografía
referencia para el diagnóstico de muerte cerebral.
La angiografía cerebral sigue siendo la prueba de Además, permite evaluar la evolución del estado circu-
referencia para el diagnóstico de las lesiones vasculares latorio, en el sentido de la hiperemia o del vasoes-
cerebrales. El perfeccionamiento de los aparatos permite pasmo, después de un traumatismo craneal o de una
obtener imágenes de los vasos cerebrales en tres dimen- hemorragia subaracnoidea. El Doppler sólo es un
siones y, con ello, una localización anatómica exacta de método de detección cuyos datos deben confirmarse
las anomalías (Fig. 3). Hoy en día, la angiografía cerebral con ayuda de otro método (angiografía para confirmar
se realiza a menudo como parte de una evaluación un vasoespasmo o determinación de la SyO 2 para
preterapéutica mediante radiología intervencionista o confirmar la hiperemia). En los accidentes vasculares
para la evaluación prequirúrgica. isquémicos, el grado de disminución del flujo sanguíneo
en la arteria afectada es un factor pronóstico
Otros métodos (tomografía computarizada significativo.
por emisión de fotón único [SPECT],
tomografía por emisión de positrones [PET] Valores normales y factores de variación
y resonancia magnética funcional [RMf]) de las velocidades circulatorias cerebrales (VCC)

• La SPECT proporciona, mediante la inyección de un Las velocidades Doppler se expresan habitualmente


trazador radioactivo, una cartografía del FSC. Después en cm/seg. Los aparatos registran la velocidad sistólica,
de la inyección se puede obtener una sola imagen. Se diastólica y media. La última es la media temporal de
trata entonces de un método que permite evaluar el los picos de las velocidades durante un ciclo cardíaco.
efecto de un tratamiento (por ejemplo, angioplastia La velocidad diastólica también debe tenerse en cuenta,
cerebral), realizando el estudio antes y después del ya que es el valor que más rápido se altera cuando está
tratamiento. comprometida la PPC.
• La PET permite analizar el flujo y el metabolismo Para esas velocidades se establecieron valores norma-
cerebrales. Este método se encuentra muy restringido les (Cuadro IV). Sin embargo, en reanimación intervie-
por la baja disponibilidad de aparatos y el elevado nen numerosos factores fisiológicos que modifican el
coste del estudio. FSC, y en consecuencia las velocidades, de manera
• La RM también permite analizar el metabolismo independiente a la enfermedad intracraneal.
cerebral. Es un procedimiento de larga duración que • Las velocidades varían con la edad. La velocidad en la
requiere una gran colaboración del paciente. Hoy en arteria cerebral media es baja en el recién nacido
día se emplea sobre todo para la investigación clínica (24 cm/seg), pero aumenta con rapidez en pocos días.
en neurología. Las velocidades se incrementan luego poco a poco
hasta alcanzar los 100 cm/seg en 4-6 años. Más
adelante, las velocidades disminuyen de forma pro-
Monitorización cerebral gresiva con la edad en alrededor de 1 cm/seg por año.
• El hematócrito ejerce un efecto considerable sobre las
Presión intracraneal/presión de perfusión
velocidades circulatorias. La relación entre el valor del
cerebral (PPC) hematócrito y las velocidades es inversa. En los
Es una monitorización clásica que permite conocer la pacientes anestesiados se observa una relación lineal
presión existente dentro de la bóveda craneal. Su entre las velocidades circulatorias y el hematócrito,
medición continua permite detectar cualquier modifica- con un aumento de las velocidades del 2% cuando el
ción del volumen cerebral y evaluar la eficacia de las valor del hematócrito disminuye el 1% [15].

Anestesia-Reanimación 5
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Cuadro IV.
Velocidades circulatorias e índice de pulsatilidad: valores normales en el adulto.
Arteria Profundidad (mm) Media Diastólica Sistólica IR IP
ACM 40-55 62±12 45±10 90±16 0,4-0,7 0,90±0,24
ACA 60-75 50±13 35±10 71±18 0,83±0,17
ACP 55-80 37±10 26±7 53±11 0,88±0,20
TB 85-100 39±9 31±9 52±9
ACM: arteria cerebral media; ACA: arteria cerebral anterior; ACP: arteria cerebral posterior; TB: tronco basilar; IR: índice de resistencia; IP: índice de
pulsatilidad.

150 Velocidad cm/seg


IP : 0,71 1,3 1,6 1,75 2,4
100

50

Disminución de la presión de perfusión cerebral


Figura 4. Modificaciones del trazado Doppler cuando disminuye la presión de perfusión cerebral (PPC). Las velocidades diastólicas
disminuyen con la PPC, al mismo tiempo que aumenta el índice de pulsatilidad (IP). La línea de puntos representa la velocidad diastólica
normal.

• La PaCO2 y la presión parcial arterial de oxígeno propiedades elásticas de la pared arterial, etc.). Las
(PaO2) son los principales factores de modificación de modificaciones menores de estos índices no deben
las velocidades. La variación es de 2-4%/mmHg para tenerse en cuenta por separado.
la PaCO2 cuando la autorregulación está intacta. Esto
significa que la velocidad en la arteria silviana es del Evaluación del resultado de los tratamientos
60-150% de su valor de referencia cuando la PaCO2 El Doppler transcraneal permite evaluar en tiempo
varía en 20-60 mmHg. Las velocidades aumentan de real el efecto de los tratamientos sobre la circulación
forma exponencial cuando la PaO2 cae por debajo de cerebral. El aumento progresivo de la PPC se acompaña
60 mmHg. de modificaciones características del trazado Doppler
Las VCC se emplean a menudo para calcular el FSC. (Fig. 4). El Doppler también permite evaluar de forma
Esta relación no siempre es real, ya que la velocidad del fiable la reactividad al CO2. Sin embargo, ningún dato
flujo circulatorio en un vaso depende de dos factores: el prospectivo demostró el beneficio de esa monitorización
flujo en el vaso y el diámetro de éste. Para un flujo
para mejorar la evolución de los enfermos, de manera
idéntico, la velocidad aumenta cuando existe una
que su uso para encaminar los tratamientos no puede
estenosis o un vasoespasmo. Como las capacidades de
recomendarse expresamente. En la práctica, para los
vasodilatación de los segmentos arteriales proximales de
equipos que la usan, no resulta sencillo prescindir del
los vasos intracraneales son reducidas, una velocidad
Doppler transcraneal en los casos difíciles. En la urgen-
disminuida siempre indica un flujo reducido. Una
velocidad acelerada indica un flujo aumentado, un cia, la información que proporciona el Doppler trans-
vasoespasmo o la coexistencia de ambos mecanismos. craneal permite establecer la gravedad de una HIC e
Por el contrario, es importante recordar que la velocidad indicar un tratamiento antes de iniciar la monitoriza-
puede ser normal cuando a un flujo excesivamente bajo ción de la PIC. A lo largo de la evolución, la interpreta-
en la arteria se asocia un vasoespasmo. En cambio, las ción de los datos suministrados por el Doppler
variaciones de las VCC son un buen indicio de las transcraneal requiere a menudo la evaluación de otros
variaciones del FSC. Cuando se cumplen diversas tareas parámetros (PIC, SyO2). Esta monitorización polimodal
cognitivas, las variaciones de la velocidad en la arteria es la que permite tomar las decisiones más adecuadas
afectada (por ejemplo, arteria cerebral posterior en la para el tratamiento del paciente con traumatismo
activación visual) son bien correlativas a la variación del craneal en una situación determinada.
FSC en el mismo territorio. Durante las modificaciones El Doppler transcraneal es un método muy sensible y
de la concentración de dióxido de carbono en la sangre muy específico para el diagnóstico de muerte cerebral.
en personas sanas, la variación de las velocidades por En un estudio realizado con 130 pacientes en estado de
mmHg de variación de la PaCO2 es una aproximación muerte cerebral, sólo hubo un falso negativo y ningún
muy buena a las modificaciones del FSC [16]. Así pues, el falso positivo [17]. En el contexto de la reanimación, el
estudio de las variaciones de las VCC en las personas aspecto más interesante es probablemente la rectifica-
sanas refleja las variaciones del FSC en el territorio en ción del diagnóstico ante pacientes con signos clínicos
cuestión. En los estados patológicos, esta relación de muerte cerebral debido a una sobredosis de barbitú-
depende del tipo y de la magnitud de las modificaciones ricos o a una hipotermia profunda. En este caso, la
de los vasos sanguíneos cerebrales. constatación de la persistencia de la circulación cerebral
Índices de pulsatilidad. permite evitar la desmovilización del personal respecto
Los dos índices que más se emplean son el índice de a la prosecución de la reanimación.
pulsatilidad de Gosling y el índice de resistencia de
Pourcelot: Monitorización metabólica
• índice de pulsatilidad IP = (Vs - Vd)/Vm;
• índice de resistencia IR = (Vs - Vd)/Vs. El cerebro es un órgano de alto consumo energético.
Vs: velocidad sistólica; Vd: velocidad diastólica; Vm: Aunque su peso representa el 2% del peso del cuerpo,
velocidad media. recibe el 20% del volumen circulatorio. La falta total de
Los valores de estos índices deben interpretarse con reserva energética exige mantener de forma permanente
prudencia. Su reproducibilidad es deficiente y los índices un suministro de oxígeno adecuado para el consumo de
pueden modificarse a causa de numerosos factores oxígeno cerebral (CMRO2). Con objeto de evaluar este
(resistencias distales, hematócrito, frecuencia cardíaca, parámetro, los anestesistas cuentan con las siguientes

6 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

monitorizaciones: SyO 2 , presión tisular cerebral de la oxigenación por la NIRS [19]. Esta neuromonitoriza-
oxígeno (PtiO2) y espectroscopia de infrarrojos (NIRS: ción necesita ser validada para poder utilizarse en la
near infra-red spectroscopy). evaluación de la isquemia cerebral.

Saturación venosa de oxígeno en el golfo Monitorización electrofisiológica


de la yugular La monitorización electrofisiológica es muy intere-
Esta monitorización permite calcular la relación entre sante en reanimación desde el punto de vista de su
el suministro de oxígeno al cerebro y su consumo por potencialidad. Sin embargo, existen numerosos límites
parte de éste. La punta del catéter se coloca en el golfo para su aplicación. El primero es de índole técnica: el
de la yugular, es decir, por encima de C2 en una radio- entorno donde se realiza la reanimación da lugar a
grafía cervical lateral. Una SyO2 por debajo del 55% múltiples artefactos, a veces imposibles de suprimir; los
indica un aumento de la extracción cerebral de oxígeno electrodos de recogida de la señal se desplazan fácil-
y de un riesgo de isquemia cerebral. Por encima del 75% mente y por eso se requiere una inmovilidad absoluta
existe un estado de hiperemia cerebral. Los límites de del enfermo; la gran cantidad de cables dificultan los
esta monitorización son sobre todo técnicos. La fiabili- cuidados de enfermería en los pacientes pesados; los
dad de la señal suele ser baja, por lo que requiere la aparatos de monitorización son muy costosos. El
extracción de muestras venosas para medir los gases en segundo límite es de índole médica: la interpretación de
sangre. Además, las variaciones de la SyO2 son sólo un las señales no es simple y requiere una formación previa
reflejo global de la oxigenación y no permiten conocer y existe la posibilidad de tener que recurrir a la opinión
el estado de la oxigenación regional. Así pues, la moni- de un especialista en neurofisiología.
torización es un factor importante. Se demostró que en La monitorización mediante EEG tiene varias indica-
la mitad de los pacientes que sufrían un traumatismo ciones. La principal es el control de los estados epilép-
craneal existía una diferencia de SyO2 de más del 10% ticos. Éstos se reconocen con facilidad cuando se
entre ambas yugulares [18]. Este parámetro debe con- manifiestan por crisis epilépticas. Sin embargo, muchas
frontarse con los demás datos de la monitorización de las crisis epilépticas en reanimación no son convul-
neurológica (Doppler transcraneal, PIC, etc.). La inter- sivas. Se manifiestan por alteraciones de la conciencia,
pretación de una desaturación se basa en la búsqueda de que van desde el síndrome confusional hasta el coma.
todos los factores que determinan el valor de la SyO2 Estos estados epilépticos no convulsivos se asemejan a
(saturación de oxígeno en sangre arterial [SaO2], hemo- los que sufren en reanimación los pacientes sedados o
globina, factores de variaciones del FSC y del consumo curarizados. En las poblaciones de riesgo (pacientes con
de oxígeno por el cerebro). traumatismo craneal, neuroquirúrgicos, etc.), la frecuen-
cia de esos estados epilépticos está sin duda alguna
Presión cerebral de oxígeno tisular subestimada. En 94 pacientes con traumatismo craneal
grave, Vespa et al observaron una frecuencia de epilepsia
Es una monitorización reciente que permite la del 22% durante los primeros 14 días [20, 21].
medida local de la oxigenación cerebral. Informa al
clínico acerca del estado del parénquima adyacente a la
fibra óptica.
Requiere la colocación de una fibra en el parénquima
■ Complicaciones
cerebral, de forma ideal en la zona isquémica potencial. extracerebrales de las lesiones
En caso de alteración hemodinámica o respiratoria, la
PtiO 2 se estabiliza en 10-15 minutos y, por tanto, encefálicas
necesita un plazo determinado para controlar el efecto
Estas complicaciones son frecuentes en las lesiones
de una conducta terapéutica. Además, esta monitoriza-
cerebrales agudas. Alrededor del 40% de los pacientes
ción mide las tendencias evolutivas de manera fiable,
que sufren una hemorragia subaracnoidea y el 60% de
pero no refleja obligatoriamente el valor absoluto de la
los pacientes con traumatismo craneal tienen por lo
presión cerebral de oxígeno.
menos una anomalía no neurológica durante los prime-
ros 14 días de hospitalización [22, 23] (Fig. 5). Se calculó
Microdiálisis cerebral que el 23-41% de los fallecimientos después de una
Esta monitorización consiste en analizar las concen- hemorragia subaracnoidea obedecía a una causa médica
traciones extracelulares de distintos sustratos por medio
de un microcatéter introducido en la corteza frontal o
temporal. Se ha demostrado que las concentraciones de 60
TrC
lactato y glutamato son marcadores de la isquemia y HSA
que el aumento de la concentración de glicerol era 50
correlativo a la aparición de un déficit neurológico
grave. Esta monitorización invasiva, de difícil aplicación
40
y coste elevado, sólo se emplea actualmente en la
investigación clínica.
30
Oximetría cerebral por espectroscopia
de infrarrojo cercano (NIRS) 20

Es una monitorización no invasiva para la evaluación


continua del nivel de saturación de oxígeno del cere- 10
bro (rSO2). Consta de un sensor cutáneo provisto de un
emisor de dos longitudes de onda diferentes y de dos 0
receptores; uno mide la saturación de oxígeno de las Metabólica Neumopatía Colapso Coagulopatía
estructuras extracerebrales y el otro mide la saturación Figura 5. Comparación entre las frecuencias de las complica-
global intraparenquimatosa y extracerebral. Un método ciones metabólicas, respiratorias y hemodinámicas, y de los
de cálculo permite extrapolar la saturación de oxígeno trastornos de la coagulación después de un traumatismo craneal
parenquimatosa. En varios trabajos en los que se com- (TrC) y de una hemorragia subaracnoidea (HSA). En ambas
paró la NIRS con la SyO2 no se observó ninguna rela- afecciones intracraneales agudas, los trastornos metabólicos y
ción estrecha entre la isquemia cerebral y la medida de respiratorios son más frecuentes.

Anestesia-Reanimación 7
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

Figura 6. Bradicardia acentuada por


reanudación de la hemorragia en un
aneurisma cerebral en reanimación. Esta
bradicardia puede explicar la referencia
frecuente a un síncope durante la hemo-
rragia inicial.

no neurológica [22, 24]. La gravedad de las insuficiencias pues, la evaluación de la causa de un estado hemodiná-
de un órgano es correlativa a la gravedad de la lesión mico inestable no es simple y puede justificar la instau-
neurológica [24]. Después de un ACV isquémico, el 50% ración de una monitorización invasiva. La hemorragia
de los fallecimientos se debe a una causa médica no subaracnoidea (HSA) por ruptura de un aneurisma es la
neurológica [25]. Entre las complicaciones, la más fre- enfermedad que originó la mayor cantidad de estudios
cuente es la infección pulmonar, sobre todo la que se acerca de las interacciones entre una enfermedad ence-
debe a un síndrome por aspiración. fálica y los trastornos cardiovasculares. Estas modifica-
ciones pueden vincularse en un primer momento a la
Complicaciones cardiovasculares HIC aguda que siempre acompaña a la ruptura de un
aneurisma (Fig. 6). Las modificaciones del ECG son muy
Es común observar complicaciones cardiovasculares frecuentes después de una HSA. Estos trastornos se
cuando la lesión neurológica afecta los centros bulbares atribuyen a la estimulación simpática intensa que
que controlan la actividad simpática y parasimpática. acompaña a la ruptura de un aneurisma y a la HIC. Ésta
Desde hace mucho tiempo se sabe que las lesiones favorece la aparición de los trastornos del ritmo, que
situadas por encima del tronco del encéfalo pueden hay que temer sobre todo cuando existe un alarga-
provocar trastornos cardiovasculares graves. En 1929, miento acentuado del intervalo QT. Estas modifica-
Penfield describió un síndrome de «crisis diencefálicas» ciones afectan principalmente a la repolarización (eleva-
que consiste en manifestaciones de trastornos neurove- ción o descenso del segmento ST, aumento del intervalo
getativos graves como, por ejemplo, taquicardia e QT, inversión de la onda T). Son mucho más habituales
hipertensión graves, cuya aparición brusca y su corta cuando la hemorragia es abundante, pero las modifica-
duración hacen pensar, en un primer momento, en un ciones del ECG no son un factor independiente del
origen epiléptico. En realidad, las manifestaciones de pronóstico. Existe un problema clínico cuando esas
epilepsia nunca se pudieron demostrar en la génesis de anomalías van acompañadas por trastornos de la fun-
este síndrome, que se observa con regularidad en las ción miocárdica, en algunos casos con un aumento de
hemorragias profundas diencefálicas o en los traumatis- las enzimas cardíacas [28] que puede desembocar en el
mos craneales graves [26]. De manera más simple, desde choque cardiogénico [29]. Estas lesiones miocárdicas son
hace siglos se conocen las relaciones entre las emocio- parecidas a las que a veces se observan en el transcurso
nes (miedo, dolor, angustia, etc.) y el sistema cardiovas- de la muerte cerebral, en las cuales se demostró la
cular. Las cuestiones que siempre se plantean son la influencia de una estimulación simpática intensa de
localización anatómica exacta de esos centros encefáli- origen central. La hipovolemia es frecuente y afecta al
cos del control cardiovascular y sus consecuencias 50% de los pacientes después de una hemorragia suba-
clínicas en patología. racnoidea [30]. Puede obedecer a una hemorragia, al uso
Las principales estructuras encefálicas identificadas de manitol o a factores hormonales (diabetes insípida,
respecto al control del sistema nervioso autónomo son secreción de factor natriurético auricular).
el sistema límbico, en especial la amígdala, y la ínsula. En los ACV se observa una incidencia anómala de los
La parte media y ventral del lóbulo temporal, la corteza trastornos del ritmo, en especial cuando esos ACV
temporal y la corteza prefrontal son también zonas que alcanzan la región insular [31]. Es posible imaginar que
podrían desempeñar algún papel. un desequilibrio del sistema simpático/parasimpático
favorece el desarrollo de arritmias. Tras una hemorragia
Lesiones neurológicas y sistema subaracnoidea, el 35% de los pacientes presentaba un
cardiovascular trastorno de ritmo y el 5% una arritmia grave [22].
El síndrome de muerte súbita en pacientes epilépticos
La mayoría de las veces, y desde el punto de vista
dio lugar a muchas investigaciones sobre la repercusión
cardíaco, la fase aguda de un daño cerebral se caracte-
cardiovascular de la epilepsia. Los trastornos de la
riza por un estado hiperdinámico con aumento del
repolarización en el ECG y los trastornos del ritmo son
volumen circulatorio, taquicardia e hipertensión arterial.
habituales durante las crisis, tal como se demostró en
Las anomalías del electrocardiograma (ECG) son habi-
registros continuos por EEG y ECG en esos pacientes.
tuales en todas las lesiones encefálicas agudas. Por lo
general, consisten en trastornos de la repolarización que
permiten sospechar una isquemia miocárdica. Las Complicaciones respiratorias
consecuencias hemodinámicas de una hipovolemia La lesión pulmonar es la complicación más frecuente.
pueden quedar ocultas por la respuesta de Cushing a la Una complicación pulmonar se observa en el 22% de
HIC, que asocia hipertensión arterial, bradicardia y los pacientes después de una hemorragia subaracnoi-
trastornos del ritmo. Por el contrario, una HIC vincu- dea [32] y en el 41% después de un traumatismo cra-
lada a una hemorragia subaracnoidea puede provocar neal [23]. Casi siempre consiste en una infección
una hipotensión aguda de mecanismo incierto [27]. Así respiratoria consecutiva a un síndrome por aspiración

8 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

Embolia pulmonar Otra 5-11 días, probablemente debido a un síndrome por


3% 5% aspiración de observación habitual en los pacientes en
coma. Se calculó que las neumopatías eran responsables
EPN
6% del 2,9% de las evoluciones neurológicas desfavora-
Neumopatía bles [23]. Después de una hemorragia subaracnoidea, en
34% el 16% de los pacientes se observaba una infección
urinaria. En el 9% de los pacientes se produce una
neumopatía nosocomial y en el 6%, una neumopatía
Broncoaspiración por aspiración [32]. En un estudio con 242 enfermos, el
22% 10,3% se complicaba con un shock séptico y una
mortalidad del 80% [24]. Como sucede con todos los
pacientes en reanimación, la prevención y el trata-
miento de las complicaciones infecciosas son preocupa-
ciones constantes en caso de lesión neurológica. Las
alteraciones de la conciencia y la lesión de los nervios
mixtos explican la elevada frecuencia de las neumopa-
Insuficiencia tías por aspiración, lo que justifica una conducta de
cardíaca protección de las vías respiratorias.
30%
Figura 7. Distribución de las complicaciones pulmonares en la Complicaciones metabólicas
hemorragia subaracnoidea por ruptura de un aneurisma (se-
gún [32]). EPN: edema pulmonar neurógeno.
Trastornos hidroelectrolíticos
La hipo e hipernatremia son los trastornos hidroelec-
bronquial (Fig. 7). La hipoxemia puede obedecer a trolíticos más corrientes en reanimación neuroquirúr-
muchas otras causas, como una contusión pulmonar o gica. La hiponatremia se produce en el 20-30% de los
un neumotórax por traumatismo, o una atelectasia
casos después de una hemorragia subaracnoidea por
favorecida por los trastornos de la ventilación. Con
ruptura de un aneurisma [34]. En un contexto neuroqui-
menos frecuencia, en el 2% de los enfermos aproxima-
rúrgico, la hipernatremia puede ser iatrogénica por el
damente, existe un edema pulmonar neurógeno, sobre
suministro de soluciones hipertónicas o consecutiva a
todo en los más graves (Fig. 8). En un estudio retrospec-
una diabetes insípida. Es un poco menos frecuente que
tivo, el 92% de los pacientes que sufrieron muerte
la hiponatremia [35]. Aparte de los efectos de las varia-
súbita por hemorragia subaracnoidea tenía un edema
ciones de la natremia sobre el contenido hídrico del
pulmonar [33]. Entre los que llegaron al hospital después
cerebro, se demostró que la hiponatremia (Na
de una hemorragia subaracnoidea, el 23% tenía una
<135 mmol/l) era un factor de riesgo de isquemia
hipoxemia atribuida a un edema neurógeno. En el 6%
cerebral en los pacientes que habían sufrido una hemo-
de ellos, el edema neurógeno exponía a un riesgo
rragia subaracnoidea [36] y que la hipernatremia (Na
vital [22]. La evolución de estos edemas neurógenos suele
>145 mmol/l) aumentaba el riesgo de una evolución
ser extremadamente rápida y, en la mayoría de los
neurológica desfavorable [35].
casos, éstos desaparecen dentro de las 72 horas siguien-
tes a la admisión del paciente. Concentración de sodio y edema cerebral
Debido a sus peculiares características, la barrera
Complicaciones infecciosas hematoencefálica (BHE) se comporta como una mem-
Las complicaciones infecciosas son frecuentes en brana osmótica a través de la cual los movimientos de
reanimación neurológica. Después de un traumatismo agua dependen de la presión osmótica que existe a un
craneal, el 41% de los pacientes desarrolla una neumo- lado y otro de la misma [37]. Las proteínas tienen un
patía infecciosa y el 10%, una septicemia [23] . Las peso molecular elevado pero se encuentran en poca
neumopatías se producen de forma precoz, a los cantidad, lo que explica que su osmolalidad en la sangre

Figura 8. Mecanismos del edema pul-


Lesión neurológica
monar neurógeno. HIC: hipertensión in-
tracraneal. La hiperactividad simpática
provoca lesiones de la membrana alveo-
Lesión de los centros bulbares
HIC
o encefálicos
Lesión hipotalámica locapilar y una hipertensión arterial pos-
capilar vinculada a la estimulación de los
receptores a, así como lesiones miocár-
dicas producidas por la estimulación de
Estimulación los receptores b.
simpática

α β

Vasoconstricción Vasoconstricción Necrosis


periférica venosa pulmonar miocárdica

Aumento de la Lesión de la
Insuficiencia
presión capilar membrana
cardíaca
pulmonar alveolocapilar

Edema pulmonar neurogénico

Anestesia-Reanimación 9
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

Cuadro V. del péptido natriurético cerebral (BNP), cuya concentra-


Elementos que permiten distinguir un síndrome de pérdida de ción aumenta en caso de isquemia cerebral y es un
sal (SPS) de un síndrome de secreción inadecuada de hormona marcador de la gravedad neurológica en el momento del
antidiurética (SIADH). ingreso [39].
Parámetros SPS SIADH Causas de la hipernatremia
Diuresis Elevada Baja La hipernatremia de origen iatrogénico, debida al
Volumen plasmático Disminuido Aumentado suministro de soluciones salinas hipertónicas, es de
Equilibrio salino Negativo Variable diagnóstico sencillo. La volemia es normal o elevada, la
PVC Baja Normal natriuresis elevada y la osmolalidad urinaria superior a
Hematócrito Estable o aumen- Estable o dismi- 400 mOsm/kg. El balance de los suministros en las
tado nuido horas o los días previos se revela altamente positivo. La
Proteínas plasmáticas Aumentadas Disminuidas
presentación de la diabetes insípida neurógena es
totalmente distinta. La hipernatremia aparece de forma
Uricemia Normal Disminuida
brusca y a menudo grave desde el principio (Na
PVC: presión venosa central. >155 mmol/l), aun cuando los suministros hidrosalinos
son constantes. La diuresis horaria es superior a
sea tan sólo de 1,2 mOsm/kg, mientras que la osmola- 200 ml/h durante varias horas seguidas y la densidad
lidad de los iones en solución es de alrededor de urinaria es inferior a 1.005. Las causas de esta diabetes
285 mOsm/kg. La presión osmótica que generan es insípida son los traumatismos craneales, la cirugía de la
potente. En teoría, cada miliosmol de diferencia a cada hipófisis o de los tumores suprahipofisarios, con menos
lado de la BHE puede generar un gradiente de frecuencia las encefalitis, los accidentes cerebrovascula-
19,3 mmHg, es decir, casi tanto como la totalidad de la res y los tumores de la base del cráneo [40]. El trata-
presión oncótica vascular (24 mmHg). Esos cálculos miento consiste en la administración de soluciones
teóricos fueron validados en varios estudios con anima- hipotónicas (solución glucosada al 2,5%) y de desmo-
les. Zornow et al [38] efectuaron plasmaféresis en conejos presina a dosis de 1-2 µg por vía intravenosa o subcu-
para modificar por separado la presión oncótica o la tánea. La frecuencia de las inyecciones (1-3/días) se
osmolalidad plasmática. Mientras que una disminución ajusta más en función de la densidad urinaria que de la
de la osmolalidad de 13 mOsm/kg aumentaba de forma diuresis para evitar la aparición de una poliuria y el
significativa el contenido hídrico del cerebro y la PIC, desarrollo de un desequilibrio hidroelectrolítico.
un descenso del 50% de la presión oncótica no modifi-
caba estos parámetros. Hiperglucemia
Los movimientos de agua a través de la BHE son muy De forma experimental se estableció claramente que
rápidos. Normalmente, las diferencias de osmolalidad a la hiperglucemia, previa o subsiguiente a un episodio de
cada lado de la BHE se disipan en menos de 1 hora. Sin isquemia cerebral, agrava el pronóstico neurológico.
embargo, aun en caso de modificaciones repentinas de Lanier et al demostraron en el primate que la perfusión
la osmolalidad, las modificaciones del volumen hídrico de cantidades bastante bajas de glucosa (50 ml de
intracerebral son menos acentuadas que las que permi- solución glucosada al 5%) agravaba intensamente la
ten predecir el comportamiento de una membrana puntuación neurológica de los animales tras 17 minutos
osmótica ideal. Esto se debe a la existencia de una de isquemia global, aun cuando la glucemia de los
regulación iónica cerebral que se manifiesta dentro de animales que recibían la glucosa aumentaba poco
los 30 minutos siguientes a la modificación de la (1,81 frente a 1,40 g/l) [41]. Los mecanismos de esta
osmolalidad sanguínea. Dicha regulación permite dis- agravación posterior al suministro de glucosa no están
minuir el contenido de sodio del cerebro en el 20% dilucidados por completo. Se supone que, ante la falta
dentro de las 3 horas siguientes a un descenso de la de oxígeno, el metabolismo anaerobio de la glucosa
natremia a 110 mmol/l, y aumentarla en el 30% como produce lactato. La acumulación de lactato intracelular
respuesta a una hipernatremia. Ésta es la razón por la agravaría la acidosis que se observa después de una
que las modificaciones progresivas de la osmolalidad isquemia cerebral o un traumatismo craneal, como se
plasmática pueden tolerarse bien, mientras que las demostró en algunos casos clínicos mediante microdiá-
variaciones rápidas de igual amplitud provocan trastor- lisis cerebral [42]. En el ser humano, esta acidosis láctica,
nos neurológicos graves. Por el contrario, la corrección medida en el LCR, es un factor pronóstico. Desde el
rápida de una hipertonicidad plasmática puede provocar punto de vista experimental, un tratamiento con insu-
un edema cerebral grave. lina anula el efecto deletéreo de la hiperglucemia. En
clínica, algunos estudios retrospectivos mostraron una
Causas de la hiponatremia
relación clara entre el valor de la glucemia de los
La hiponatremia agrava el edema cerebral y puede pacientes en el momento de su ingreso en el hospital y
provocar alteraciones de la conciencia, llegando hasta el el pronóstico neurológico [43]. Habitualmente, se consi-
coma y las convulsiones. En neurorreanimación, la dera un umbral de 11 mmol/l como un factor agravante
hiponatremia se relaciona con un síndrome de pérdida del pronóstico pero, en algunos estudios [44], el umbral
de sal (SPS) o un síndrome de secreción inadecuada de de agravación es de 6,6 mmol/l. Aunque no sea posible
hormona antidiurética (SIADH) [34]. Resulta esencial saber si esta hiperglucemia es la causa de la agravación
distinguir estos dos cuadros, ya que su tratamiento es de las lesiones cerebrales o si sólo es un marcador de la
casi opuesto. Se ha demostrado que la restricción hídrica gravedad del traumatismo, los datos experimentales
aumenta el riesgo de infarto cerebral en los pacientes sobre las relaciones glucosa/cerebro, así como los datos
que han sufrido una hemorragia subaracnoidea. En clínicos recientes sobre el efecto deletéreo de la hiper-
ambos casos, la cantidad de sodio en sangre y la osmo- glucemia en reanimación, inducen a controlar la gluce-
laridad plasmática están reducidas, mientras que la mia de forma estricta en los pacientes con sufrimiento
natriuria y la osmolaridad urinaria se encuentran cerebral.
elevadas. Por tanto, la distinción entre ambas causas de
hiponatremia se basa principalmente en el cálculo de la Fiebre en un paciente neurológico
volemia, a menudo difícil en el paciente en reanimación
Efectos de la fiebre sobre el cerebro lesionado
(Cuadro V). Sin embargo, en reanimación neurológica,
el SPS es mucho más común que el SIADH [34] . La Desde un punto de vista experimental en los modelos
frecuencia del SPS obedece probablemente a la secreción de isquemia cerebral, la fiebre aumenta la extensión de

10 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

60 Trastornos de la coagulación
Los trastornos de la coagulación se observan en el
50
19% de los pacientes después de un traumatismo cra-
neal [23] . Pueden obedecer a una hemodilución por
40 hemorragias abundantes o a una coagulopatía por
consumo. Ésta estaría provocada por la liberación de
30 tromboplastina cerebral con activación de la coagula-
ción. Su aparición anticipa un pronóstico desfavorable y
20 requiere tratamiento inmediato [55]. Después de una
hemorragia subaracnoidea, en el 21% de los pacientes se
10 observa una trombocitopenia moderada (plaquetas
<120.000/mm3) y en el 6%, una trombocitopenia grave
(plaquetas <50.000/mm3) [24].
0
En los pacientes hospitalizados por un hematoma
C C n ca A ia C or
Tr HI ció gi HS ps AV m intracraneal compresivo, los trastornos de la coagulación
fe
c
ol
ó
pi
le Tu ocasionados por un tratamiento con antivitaminas K
In ur E
Ne son frecuentes. En esos pacientes es imperativo corregir
Figura 9. Frecuencia de la fiebre en los pacientes ingresados en los trastornos de la hemostasia antes de la intervención
reanimación neuroquirúrgica en función del motivo del ingreso. quirúrgica. Para ello se debe recurrir al PPSB (protrom-
TrC: traumatismo craneal; HIC: hemorragia intracraneal; HSA: bina, proconvertina, factor Stuart, factor antihemofílico
hemorragia subaracnoidea; ACV: accidente cerebrovascular. B), cuya acción es más rápida y se tolera mejor que el
plasma fresco congelado [56]. La dosis es de 20-30 UI/kg
de factor IX. Con o sin intervención quirúrgica, existe
controversia respecto a la conducta frente al tratamiento
las lesiones isquémicas y provoca lesiones en zonas que anticoagulante cuando el riesgo del cese terapéutico
no suelen estar afectadas. Este efecto agravante de las parece elevado (cardiopatía embolígena, prótesis valvu-
lesiones cerebrales se ha demostrado en numerosos lar mecánica). En este contexto, todos los autores están
estudios [45]. El tamaño de la lesión isquémica aumenta de acuerdo en interrumpir y antagonizar las antivitami-
en un factor 3-6 cuando la temperatura cerebral pasa de nas K [57]. En cambio, el momento de reanudar una
37 a 39-40 °C. Por el contrario, todos los estudios anticoagulación con heparina se discute debido al riesgo
experimentales revelan un efecto protector acentuado de de recidiva de un hematoma intracraneal [58]. En los
la hipotermia moderada (33-35 °C) [46]. pacientes que tienen una válvula cardíaca mecánica, el
riesgo de embolia y de isquemia cerebral subsiguiente, el
Medida de la temperatura cerebral
fallecimiento del enfermo o una isquemia periférica que
La temperatura de los pacientes se mide habitual- necesite una intervención quirúrgica se calculó en el 4%
mente en un sitio periférico (vejiga, recto, esófago, por año y paciente, y el riesgo de trombosis de la
tímpano). Ahora bien, se ha demostrado que la tempe- válvula en el 1,8% por año [59]. Esto quiere decir que el
ratura cerebral siempre es más alta que la de los otros riesgo diario de accidente debido a la interrupción del
sitios. La diferencia suele ser de 0,5 °C [47] , pero es tratamiento anticoagulante se puede calcular en el
posible encontrar diferencias de hasta 2 °C en pacientes 0,016%. Ésta es la razón por la cual algunos autores
afectados por un traumatismo craneal o una hemorragia recomiendan una interrupción de 4-6 semanas de la
subaracnoidea [48, 49]. Así pues, algunos autores reco- anticoagulación a dosis eficaz cuando el riesgo de
miendan hoy en día monitorizar la temperatura cere- recidiva hemorrágica es elevado [58]. Esta conducta sólo
bral, lo que es posible mediante la colocación de un fue validada de forma retrospectiva y con series de
sensor de la PIC. Si esta determinación no es posible, el pocos pacientes. El estudio con mayor población pre-
umbral de iniciación de las medidas que tienden a senta 39 pacientes con una válvula mecánica [60]. En los
combatir la fiebre en un paciente que sufrió una lesión 26 pacientes que sobrevivieron más de 2 días, los
cerebral debería estar comprendido entre 37,5 y 38 °C. anticoagulantes fueron interrumpidos entre 2 días y
3 meses (mediana de 8 días), sin que se produjera
Incidencia de la fiebre en neurorreanimación ningún accidente tromboembólico o una reanudación
La fiebre, definida como una temperatura corporal de la hemorragia. Así pues, la relación beneficio/riesgo
superior a 38,5 °C, sobreviene en el 47% de los pacien- de la reanudación de los anticoagulantes debe evaluarse
tes que ingresan en reanimación neuroquirúrgica, en en cada paciente por separado, aunque sería lícito
más del 50% de los afectados por una lesión encefálica interrumpir los anticoagulantes al menos durante los
y en más del 93% de los que permanecen en reanima- primeros 3 días siguientes a la hemorragia cerebral [61].
ción más de 14 días (Fig. 9) [50]. En los pacientes con
traumatismo craneal grave, la fiebre está directamente
relacionada con la gravedad neurológica, y los trata-
■ Principios de tratamiento
mientos que tienden a disminuir la temperatura corpo-
ral son poco eficaces [51]. Después de una hemorragia Ventilación mecánica y extubación
subaracnoidea, el 41% de los pacientes desarrolla una Debido a la hipotonía de las vías respiratorias supe-
fiebre superior a 38,3 °C. El 26% de ellos no tiene un riores, el coma provoca trastornos de la ventilación con
problema infeccioso. La fiebre se asocia de manera obstrucción laríngea, tos menos productiva con acumu-
significativa a la aparición de un vasoespasmo arterial lación de secreciones bronquiales, trastornos de la
cerebral y a un pronóstico desfavorable, independiente- deglución o anomalías de la orden ventilatoria. A su
mente de la gravedad de la hemorragia inicial o del vez, la hipoxemia y la hipercapnia agravan las alteracio-
desarrollo de una infección [52]. En numerosos estudios nes de la conciencia. Por tanto, la ventilación mecánica
se ha demostrado la relación entre un pronóstico enseguida se hace indispensable si existe un coma
neurológico desfavorable y la presencia de fiebre tras un profundo (puntuación de Glasgow <9), excepto cuando
ACV [53, 54]. En uno de esos estudios, la mortalidad se sospecha que el cuadro va a revertir pronto (crisis
aumentaba en un factor 3,4 cuando los autores compa- epiléptica).
raban a los pacientes normotérmicos con los pacientes Después de un ACV, más del 50% de los pacientes
febriles [54]. sufre en las primeras 24 horas una obstrucción de las

Anestesia-Reanimación 11
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

vías respiratorias superiores durante el sueño. Un índice Cuadro VI.


de masa corporal elevado y una gran circunferencia del Escala de Cook y Palma (mínimo 4; máximo 18).
cuello son factores significativamente asociados al riesgo Abertura de ojos
de apnea del sueño. El decúbito favorece la obstrucción
Espontánea 4
de las vías respiratorias superiores. En la mayoría de los
pacientes, la posición semisentada y a veces la coloca- Tras una orden verbal 3
ción de una cánula oro o nasofaríngea permiten man- Ante el dolor 2
tener una ventilación aceptable. En los pacientes que se Ninguna 1
encuentran en coma, el riesgo de aspiración y de Respuesta a la orden
colonización infecciosa del árbol traqueobronquial es Obedece la orden 5
muy elevado y puede afectar hasta al 70% de los Movimiento orientado 4
pacientes [62] . La colonización inicial es un factor
Flexión no orientada 3
considerable de riesgo de neumopatía bajo ventilación
mecánica [62, 63]. En consecuencia, la falta de protección Extensión 2
de las vías respiratorias supone un riesgo demostrado de Ninguna 1
infección. Tos
La indicación de la intubación y de la ventilación Espontánea y fuerte 4
mecánica es bastante sencilla de formular en la fase Espontánea y débil 3
inicial. En cambio, la decisión de practicar una traqueo- Por aspiración traqueal 2
tomía o de retirar la intubación es objeto de controver-
Ninguna 1
sia. La traqueotomía tiene la ventaja de permitir una
retirada muy precoz del respirador. Sin embargo, en el Respiración
estudio de Coplin et al, el riesgo de neumopatía aumen- Espontánea 5
taba con el plazo de retirada de la intubación, y el coma Espontánea con intubación 4
no parecía un factor predictivo del fracaso de ésta. La VOIS 3
interpretación de los resultados de ese estudio es difícil, Lucha contra el respirador 2
ya que la mayoría de los pacientes en los que se retrasó Sin esfuerzo respiratorio 1
la retirada de la ventilación mecánica estaba en coma o
tenía un riesgo más elevado de neumopatía [64]. Por VOIS: ventilación obligada intermitente sincronizada.
tanto, hoy en día es sumamente difícil recomendar una
actitud práctica. Al parecer, está claro que la existencia
Cuadro VII.
de alteraciones de la conciencia no es en sí misma una
Escala de sedación-agitación (SAS).
contraindicación para la retirada de la ventilación
mecánica en un paciente estable, que responde a los 7 Agitación peligrosa Tracción de la sonda de intubación y los
criterios ventilatorios de desconexión del respirador y catéteres
que tiene una tos eficaz. Sin embargo, la retirada del Tentativa de pasar por encima de las ba-
respirador de un paciente que no responde a las órdenes randillas
sólo es posible bajo control en reanimación y no debe 6 Muy agitado No se calma al hablarle, muerde la
esperarse la dificultad respiratoria para cambiar de sonda de intubación
opinión y volver a intubar. Es necesario atarlo
5 Agitado Ansioso o moderadamente agitado, in-
Sedación de los pacientes afectados tenta sentarse, se calma al hablarle
por una lesión encefálica 4 Calmado y colabo- Calmado, fácil de despertar, responde a
rador la orden
Objetivos de la sedación 3 Sedado Difícil de despertar, responde a la orden
A los pacientes afectados por una lesión cerebral se les 2 Muy sedado Reacciona a los estímulos dolorosos
suele sedar profundamente con el fin de «poner el pero no se comunica ni responde a la
cerebro en reposo». Esto se justifica probablemente orden
cuando existe una HIC grave. En las demás situaciones, 1 No es posible des- Respuesta mínima o nula a los estímu-
esta actitud no se apoya en ningún fundamento cientí- pertarlo los dolorosos
fico. Una sedación profunda no permite la evaluación
clínica, agrava la hipotensión y expone al riesgo de por Riker et al, evalúa la agitación y por eso se puede
síndrome de retirada del respirador. En los pacientes emplear de manera conjunta con la puntuación de
neuroquirúrgicos que tienen una PIC estable, las moda- Cook y Palma [66]. En general, el objetivo es alcanzar
lidades de la sedación no difieren de las que se aplican una puntuación de Cook y Palma de 8-13 y una
a los otros pacientes en reanimación. La sedación debe puntuación SAS de 3-4 (Cuadros VI, VII).
ser superficial para permitir la evaluación neurológica La asociación de un hipnótico y un morfínico es la
clínica, que sigue siendo indispensable en todos los técnica que se emplea con más frecuencia. Ningún
casos. agente morfínico demostró ser superior a otro para la
sedación de los pacientes afectados por una lesión
Sedación de fondo neurológica [67]. Entre los hipnóticos, la elección se
Al estar en coma, algunos pacientes necesitan dosis inclina hacia el propofol y el midazolam. Éste es espe-
sumamente bajas de sedantes. Otros, por lo general cialmente interesante debido a sus efectos antiepilépti-
menos graves, necesitan por el contrario dosis eleva- cos acentuados. La ventaja del propofol es su
das debido a una agitación o un hipermetabolismo, farmacocinética, que permite un despertar y una eva-
pero esto puede cambiar con el tiempo. Así pues, luación neurológica rápidos tras la interrupción de la
resulta indispensable contar con escalas de evaluación perfusión [68]. Sin embargo, después de una sedación de
que permitan ajustar el grado de sedación de manera más de 24 horas con propofol se describieron varios
objetiva. Se han publicado numerosas escalas [65]. La casos de asociación entre acidosis láctica, insuficiencia
de Cook y Palma tiene la ventaja de basarse en la cardíaca y a veces rabdomiólisis [69-71]. En consecuencia,
escala de Glasgow que, a diferencia de la mayoría de resulta prudente limitar el uso de propofol para la
las otras, no obliga a obtener una respuesta a las sedación durante menos de 24 horas. En esta indica-
órdenes. La escala sedación-agitación (SAS), descrita ción, el propofol es un agente muy útil cuando se desea

12 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

26 recuperación neurológica [76]. Por tanto, la nutrición de


PIC (mmHg)
Tiopental los pacientes que padecen un problema neurológico es
24 un aspecto esencial del tratamiento desde los primeros
Placebo
22 días del ingreso en reanimación.

20 Aspectos metabólicos de la respuesta


a la lesión neurológica
18
La evaluación del consumo energético depende sobre
16 todo de la profundidad de la sedación de los pacientes.
Con sedación profunda, y en ausencia de cualquier otro
14
factor de hipermetabolismo, el gasto energético es
12 similar al del metabolismo basal calculado por la ecua-
minutos ción de Harris y Benedict. Por el contrario, un paciente
10 no sedado en la fase aguda de la lesión tiene un con-
Antes 0 1 2 3 5 10
sumo energético medio del 40-60% por encima del
Figura 10. Aumento de la presión intracraneal (PIC) en 20 pa- metabolismo basal. La fiebre y la sepsis son otra reper-
cientes después de una aspiración traqueal efectuada a T0. El cusión significativa sobre el consumo energético. En
tiopental, inyectado 1 minuto antes de la aspiración, anula el 1910, DuBois observó que éste aumentaba en un 13%
aumento de la PIC. por cada grado centígrado. En los pacientes con trauma-
tismo craneal, el gasto energético varía en un 11% por
cada grado centígrado, una cifra muy cercana a la
hacer una evaluación neurológica rápida en las horas
determinada por DuBois. La sepsis aumenta el gasto
que siguen al ingreso del paciente.
energético con independencia de la fiebre [75]. Así pues,
Sedación ocasional queda claro que la asociación de un estado séptico y
fiebre de 39 °C puede aumentar el consumo energético
A menudo el paciente permanece tranquilo entre las
en un 30-40%.
curaciones, pero éstas provocan agitación y tos. En este
Las modificaciones del metabolismo proteico tras un
caso es preferible prevenir las modificaciones metabóli-
traumatismo craneal grave aislado tienen la misma
cas y hemodinámicas vinculadas a la agitación mediante
magnitud que las que se observan a continuación de un
la inyección en bolo de un agente anestésico. En la
politraumatismo sin lesión cerebral. Cuarenta y ocho
mayoría de los casos, un bolo de baja cantidad de
horas después de un traumatismo craneal aislado, la
morfínico (equivalente a 5-10 µg de sufentanilo) es
proteólisis se multiplica por 2,2 y la oxidación de los
suficiente. Hay que tener en cuenta el tiempo de acción
aminoácidos por 3. Al mismo tiempo, la proteosíntesis
del morfínico antes de efectuar las curaciones [72]. En los
casi se duplica, pero el equilibrio proteosíntesis/
pacientes con HIC, resulta eficaz el tiopental a dosis de
proteólisis se mantiene negativo. Este hipercatabolismo
1 mg/kg (Fig. 10). Con esta dosis, los efectos secundarios
proteico también se observa después de las hemorragias
y el riesgo de acumulación son bajos.
intracraneales [77]. El catabolismo proteico, en este caso
muy acentuado, puede evaluarse en la práctica clínica
Interrupción de la sedación
por la determinación de la excreción de nitrógeno
A pesar de los muchos casos clínicos publicados urinario. Las pérdidas de nitrógeno son de alrededor de
acerca de los síndromes de abstinencia tras el cese de la 0,3-0,4 g/kg/día, lo que corresponde a 20-35 g/día para
sedación, éstos siguen siendo frecuentes y sus factores un adulto de 70 kg, es decir, 3-4 veces los valores
de riesgo son mal conocidos. En un estudio retrospec- normales durante las 2 primeras semanas siguientes al
tivo de pacientes sedados durante más de 7 días, el traumatismo [78].
síndrome de abstinencia se produjo en 9 de 28 pacien-
tes (32%). Los factores de riesgo eran las dosis elevadas Aporte proteicocalórico en la práctica
de hipnóticos o de morfínicos, así como el tiempo de La alimentación artificial del paciente con lesión
sedación y de ventilación mecánica [73]. En los niños neurológica debe superar varias dificultades: el empleo
que recibieron fentanilo de forma continua, se observó inadecuado de los nutrientes con un rendimiento
un síndrome de abstinencia en el 57% de los casos [74]. mediocre de la alimentación y un riesgo de desnutrición
Tras la interrupción de la sedación en los pacientes con aguda especialmente grave, los posibles efectos perjudi-
traumatismo craneal, el consumo de oxígeno aumenta ciales de los sustratos sobre las lesiones cerebrales y su
en un promedio del 60% y la presión arterial se incre- riesgo de agravación neurológica, y la repercusión de las
menta de forma paralela [75]. Además de las modifica- lesiones neurológicas sobre el peristaltismo
ciones sistémicas vinculadas a este síndrome de gastrointestinal.
abstinencia, tras el cese de la sedación pueden produ-
cirse graves alteraciones hemodinámicas cerebrales. La Vías de administración de los nutrientes
mejor prevención del síndrome de abstinencia es reducir Dado que el efecto beneficioso del suministro calórico
al mínimo la duración de la sedación, evitando la precoz es un hecho establecido, se trata de saber cuál es
sobredosis de agentes anestésicos. la mejor vía para administrar esas calorías. Resulta
evidente que la nutrición parenteral permite alcanzar y
Especificidad de la alimentación mantener con más facilidad los objetivos nutricionales
cuantitativos. Sin embargo, numerosos trabajos recientes
artificial revelan un efecto positivo específico de la nutrición
Al contrario de la mayoría de las enfermedades enteral (NE). De forma experimental, dicho efecto
agudas en reanimación, en las que su curación permite guarda relación con los efectos inmunitarios resultantes
reanudar la alimentación por vía oral, los pacientes de la estimulación del sistema linfoide digestivo, y con
neurológicos a menudo necesitan nutrición artificial un mayor trofismo del aparato digestivo que reduce el
durante varias semanas, e incluso después de que la riesgo de desplazamiento bacteriano. Los trabajos
lesión desaparezca. Esto puede deberse a un coma clínicos mostraron esencialmente un beneficio con
prolongado, a trastornos persistentes de la deglución o respecto a la morbilidad infecciosa [79, 80]. Además, la
a una intolerancia digestiva asociada a los trastornos nutrición enteral tiene un coste mucho menor que la
neurovegetativos. Se ha demostrado que un suministro nutrición parenteral. La nutrición enteral debe conside-
calórico insuficiente aumenta la mortalidad o retrasa la rarse como la primera elección en los pacientes que han

Anestesia-Reanimación 13
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

sufrido una lesión neurológica. Esta elección debe conoce, los mayores beneficios sobre la PIC y la PPC se
relativizarse en función de la tolerancia digestiva. La alcanzaban, en otro estudio, con una temperatura
intolerancia gástrica es la principal dificultad de la central de 35 °C [86].
administración de la nutrición enteral a los pacientes en Aparte de los efectos sobre la PIC, dos estudios
reanimación, sobre todo los que tienen una lesión revelaron un efecto protector cerebral de la hipotermia
neurológica. La acinesia gástrica es un problema fre- en clínica. Esos estudios prospectivos y aleatorizados
cuente. Durante la primera semana que sigue a un fueron conducidos en el marco de la reanimación del
traumatismo craneal, en el 50% de los pacientes existe paro circulatorio producido fuera del hospital, e inclu-
un retraso acentuado de la evacuación gástrica. Sólo el
yeron 77 y 273 pacientes. Demuestran un efecto favo-
16% de los pacientes tiene un peristaltismo gástrico
rable sobre el pronóstico neurológico de la hipotermia
normal durante las primeras 3 semanas siguientes al
a 33 °C, iniciada en el momento del ingreso al hospital
traumatismo [81].
Para mejorar la eficacia de la nutrición se pueden y continuada durante 24 horas [87, 88].
aplicar diversas medidas. Una atención específica con Manitol y soluciones hiperosmolares
un protocolo escrito y un personal auxiliar entrenado
permiten mejorar el índice de buenos resultados de la Hasta hace pocos años era habitual recomendar la
nutrición por vía gástrica. La asociación de una nutri- perfusión de dosis bajas de manitol (0,25 g/kg). En dos
ción parenteral como complemento de una nutrición estudios prospectivos aleatorizados comparativos entre
enteral es el método más simple para alcanzar con dosis bajas y altas de manitol en pacientes operados de
rapidez un aporte proteico calórico adecuado. urgencia por un hematoma subdural agudo o un hema-
La gastrostomía percutánea se usa poco en la fase toma intraparenquimatoso, Cruz et al demostraron que
aguda debido a la incertidumbre respecto a la evolución la perfusión de dosis elevadas de manitol antes de la
de los pacientes, pero en una fase más tardía se indica intervención quirúrgica (1,4 g/kg, es decir, 500 ml de
de forma amplia en caso de coma prolongado o de manitol al 20%, o 2,8 g/kg si la midriasis persistía al
trastornos de la deglución. La gastrostomía permite llegar el paciente al quirófano) mejoraba el pronóstico
evitar las lesiones esofágicas provocadas por la sonda, neurológico [89, 90] . El manitol se perfundía en dos
limita el riesgo de reflujo gastroesofágico y facilita la ocasiones (0,7 g/kg en la primera inyección y después
reanudación de la alimentación oral. La entrada percu- 0,7 o 1,4 g/kg según el estado pupilar): en el momento
tánea es rápida y poco invasiva pero, según nuestra del ingreso en reanimación para el traslado y al llegar al
experiencia, expone a un riesgo nada despreciable de quirófano. La mejora del pronóstico se debía probable-
infección de la pared.
mente a la disminución de la gravedad del enclava-
miento cerebral preoperatorio, así como a un mejor
Principios de tratamiento control de la HIC postoperatoria precoz. Resulta intere-
de la hipertensión intracraneal sante señalar que, después de cada perfusión de manitol,
también formaba parte del protocolo la administración
Tratamiento médico
de 6-7 ml/kg de NaCl al 0,9% para compensar las
El tratamiento médico siempre está indicado, ya sea pérdidas urinarias. El mantenimiento de la volemia es
para preparar al paciente para la cirugía o para dismi- sin duda una de las explicaciones para los buenos
nuir la PIC y mejorar la PPC. En los síndromes de resultados de esos estudios con el manitol. No se
enclavamiento con midriasis, un tratamiento médico recomienda el uso de este último durante largos perío-
enérgico de la HIC puede conducir a un pronóstico
dos. Cuando el tiempo de administración supera las
neurológico favorable. En el estudio de Qureshi et al, de
48 horas, la osmolalidad del LCR aumenta de forma
28 pacientes que sufrieron un síndrome de enclava-
progresiva hasta superar a la del suero. El efecto del
miento reversible con tratamiento médico, 11 permane-
manitol consiste en retener el agua en el sector inters-
cían con vida un año después y 7 tenían independencia
funcional [82]. ticial cerebral [91].
El efecto de la solución salina hipertónica sobre la
Hipotermia y tratamiento de la fiebre PIC sería comparable al del manitol con igual carga
El tratamiento de la fiebre es un aspecto terapéutico osmolar [92]. La finalidad de la solución hipertónica es
fundamental. Por desgracia, los tratamientos antipiréti- aumentar la presión arterial, lo que puede resultar
cos suelen ser poco eficaces [51]. El enfriamiento externo interesante en la fase prehospitalaria o en el momento
requiere sedación profunda e incluso curarización. Los del ingreso al hospital. A más largo plazo, la ventaja de
dispositivos intravasculares de enfriamiento podrían ser la solución salina sobre el manitol no está clara [93]. Al
interesantes [83]. igual que el manitol, el NaCl podría acumularse en la
Desde el punto de vista experimental, una hipotermia lesión cerebral y aumentar de forma secundaria el
moderada (32-34 °C) permite una protección cerebral edema perilesional [94].
muy eficaz. En el ser humano, los estudios clínicos son
menos concluyentes. En el estudio de Marion et al con Tratamiento con corticoides
82 pacientes, una hipotermia de 32-33 °C, instituida Los corticoides son sumamente eficaces sobre el
dentro de las 10 horas siguientes al traumatismo, edema peritumoral. No hay que dudar en prescribir
mejoraba el pronóstico neurológico en los pacientes que
dosis iniciales elevadas (60-120 mg de metilpredinoso-
tenían una puntuación de Glasgow de 5-7 [84] . Este
lona 3 veces por día). Los corticoides resultan poco
estudio originó encendidas discusiones. Más adelante, el
eficaces en los demás tipos de edema (hemorrágico,
estudio multicéntrico de Clifton et al no reveló ese
isquémico, traumático) y, por tanto, no deben prescri-
efecto positivo de la hipotermia. En el estudio de
Polderman et al con 136 enfermos que padecían una birse debido a sus efectos secundarios.
HIC grave, los pacientes que no respondían a los barbi- Hiperventilación y barbitúricos
túricos constituían el grupo de la hipotermia. La morta-
lidad de los pacientes tratados mediante hipotermia era Estos tratamientos se han estudiado sobre todo en el
más baja que la del grupo control (62 frente a 72%) y marco del traumatismo craneal y, por consiguiente, se
el porcentaje de buena recuperación neurológica más desarrollan en el artículo de la EMC dedicado a la
elevado (15,7 frente a 9,7%), a pesar de las puntuacio- neurotraumatología. Las ventajas y los riesgos de esos
nes de gravedad más altas en el grupo de la hipoter- tratamientos en la HIC de origen no traumático son los
mia [85]. Aunque el valor ideal de la temperatura no se mismos que después de un traumatismo craneal.

14 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

como en el enfermo y, en la mayoría de los casos,


agravan el efecto de masa. Uno de los principales
factores determinantes de la evolución posterior es la
precocidad del tratamiento. Cuando la cranectomía se
efectúa frente a signos clínicos de enclavamiento y
compresión del tronco del encéfalo (midriasis arreac-
tiva), los resultados son malos [98].
La cranectomía suboccipital se indica para evitar la
compresión del tronco del encéfalo en los ACV cerebe-
losos hemorrágicos e isquémicos [99]. Según los casos,
esta cranectomía puede combinarse con una lobectomía
cerebelosa. La intervención quirúrgica es necesaria en el
75% de los casos de hemorragia de la fosa posterior con
coma [100] . En los ACV isquémicos cerebelosos, la
presentación clínica es a menudo la de un paciente
despierto con pocos signos neurológicos deficitarios en
la fase inicial. Las alteraciones de la conciencia aparecen
en 2-8 días y se agravan con rapidez. La TC cerebral
muestra un edema cerebeloso que comprime el cuarto
ventrículo y el tronco del encéfalo. En ausencia de
descompresión quirúrgica, la evolución suele ser desfa-
vorable debido a la agravación de la compresión del
tronco del encéfalo.
El principio de las lobectomías cerebrales también es
Figura 11. Hidrocefalia aguda a partir de una hemorragia tratar las lesiones con efecto de masa que comprimen el
ventricular por ruptura de una malformación arteriovenosa. tronco del encéfalo. En los pacientes que tienen un
tumor cerebral y que llegan de urgencia al hospital con
Tratamiento quirúrgico signos de enclavamiento, la cirugía de urgencia se indica
cuando el tratamiento médico no resulta rápidamente
Derivación del LCR eficaz. Después de un traumatismo craneal, la lobecto-
La hidrocefalia aguda es una complicación habitual mía temporal puede indicarse si existe una contusión
en neurorreanimación. Puede ser consecutiva a una que comprime directamente el tronco del encéfalo [101].
hemorragia ventricular, una hemorragia subaracnoidea,
un traumatismo craneal, una meningitis o un tumor en
las vías de circulación del LCR (Fig. 11). El drenaje ■ Complicaciones
ventricular es un procedimiento simple si los ventrículos
están dilatados. La única contraindicación es un tras-
postoperatorias de la cirugía
torno grave de la coagulación, ya que en el trayecto del intracraneal
drenaje existe riesgo de hemorragia cerebral. El principal
riesgo es infeccioso. La colocación del drenaje en Estas complicaciones son frecuentes. En los estudios
reanimación no aumenta el riesgo infeccioso, en com- retrospectivos, la frecuencia de las complicaciones
paración con su colocación en el quirófano, si se efectúa postoperatorias graves era del 13-27,5%. Esto explica
en condiciones rigurosas de asepsia y si la preparación que, en un estudio reciente de control de las prácticas
cutánea es cuidadosa [95]. El riesgo infeccioso es, por en Alemania, sólo el 61% de los pacientes operados de
término medio, del 10% [96]. Para limitar este riesgo, un tumor cerebral no eran ventilados en el período
resulta fundamental respetar el carácter cerrado del postoperatorio [102] . Según nuestra experiencia con
drenaje. La extracción de muestras sólo se practica en 954 pacientes que fueron sometidos a cranectomía
caso de necesidad para descartar una meningitis frente programada durante un período de 2 años, la frecuencia
a un síndrome infeccioso. Las demás medidas preventi- de las complicaciones postoperatorias a lo largo de las
vas son la tunelización del catéter, las manipulaciones primeras 24 horas fue del 14,4% (Fig. 12) y la mortali-
estériles del sistema y la prevención de las pérdidas de dad nosocomial del 2%, lo que se acerca a las cifras de
LCR [96]. las publicaciones.
La cantidad de LCR que debe drenarse por hora La complicación más grave es la formación de un
depende de las indicaciones, pero suele ser de hematoma intracraneal. En tres estudios con 2.305,
5-10 ml/h. Es muy importante sujetar perfectamente el 4.992 y 6.668 procedimientos, la incidencia de esta
sistema de drenaje. Una desconexión del sistema con complicación fue, respectivamente, del 2,2, el 0,8 y el
salida rápida del LCR puede llevar a la formación de un 1,1% [102]. La evolución era desfavorable (pacientes con
hematoma subdural agudo. Este accidente puede com- una deficiencia neurológica grave, en estado vegetativo
plicarse muy rápidamente con un síndrome de enclava- o fallecidos) en el 36-55% de los casos. Los factores de
miento que necesite una intervención quirúrgica de riesgo de esta complicación fueron los trastornos de la
urgencia. Así pues, durante los traslados se recomienda coagulación, la cirugía de urgencia y la hipertensión
pinzar los sistemas de derivación. arterial postoperatoria. Las hemorragias se producían en
su mayoría durante las primeras 6 horas siguientes a la
Cranectomías y lobectomías intervención, lo que indica la importancia de un control
La cranectomía de descompresión es un tratamiento hemodinámico perioperatorio preciso. El estudio de las
que se practica cada vez más en los centros de neuroci- modificaciones de la circulación cerebral durante la
rugía. Aunque no existe ningún estudio prospectivo y retirada de la intubación revela una hiperemia cerebral
aleatorizado que valide esta técnica, las numerosas series con riesgo potencial de hemorragia o de edema cere-
retrospectivas efectuadas en el marco del traumatismo bral [103]. Este período justifica entonces un control
craneal o de los ACV muestran un beneficio real de la hemodinámico estricto con ayuda de betabloqueantes o
misma en algunas indicaciones [97]. La mejor indicación de vasodilatadores si la frecuencia cardíaca es lenta.
es una lesión unilateral que provoca un efecto de masa La aparición de una crisis epiléptica en el momento
acentuado. En este caso, los otros tratamientos que del despertar no es un hecho sumamente grave. En
tienden a disminuir la PIC actúan tanto en el lado sano cambio, la repetición de las crisis expone al riesgo de la

Anestesia-Reanimación 15
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

hemorrágica, la hidrocefalia, la HIC y el vaso-


espasmo [104].
El riesgo de recidiva hemorrágica se calcula en un 4%
el primer día y en el 1-2% por día durante el primer
20%
mes. El tratamiento puede ser endovascular o
34% quirúrgico.
El riesgo de hidrocefalia se calcula en el 20-40%. Esta
45% hidrocefalia puede ser precoz si existe una hemorragia
15% ventricular que bloquee la circulación del LCR, o casi
siempre tardía debido a una fibrosis de los espacios
8% meníngeos. Este riesgo justifica un control con TC
10% cerebral en cuanto aparecen las alteraciones de la
5% conciencia.
9%
La HIC es frecuente después de una hemorragia
Cardiovascular Hematoma subaracnoidea grave. Puede deberse a la hemorragia
Respiratoria Epilepsia inicial, a un edema postoperatorio, a un edema isqué-
Sepsis Otras mico cuando aparecen complicaciones vasculares o a
Confusión
una hidrocefalia. Justifica las mismas medidas terapéu-
Figura 12. Frecuencias de las complicaciones postoperatorias ticas que las otras causas de HIC.
de una intervención neuroquirúrgica programada (954 cranec-
tomías; datos de los autores). Las complicaciones más frecuentes Vasoespasmo cerebral
son neurológicas (45% de complicaciones neurológicas graves y
34% de síndromes de confusión graves que justificaron una
Diagnóstico
hospitalización en reanimación durante más de 24 horas). El vasoespasmo es muy frecuente y se observa en el
46-70% de los pacientes, pero sólo es sintomático en
una cuarta parte de los casos. Los factores de riesgo de
evolución hacia un estado de mal epiléptico. Si, a pesar
vasoespasmo son la magnitud de la hemorragia subarac-
del tratamiento, las crisis persisten durante el período
noidea en la TC cerebral, una aceleración precoz de las
postoperatorio inmediato, resulta prudente administrar
velocidades circulatorias en el Doppler transcraneal, una
una anestesia profunda con ventilación mecánica. El
puntuación de Glasgow inicial inferior a 14 y la ruptura
despertar se efectúa de forma diferida con control
de un aneurisma de la circulación carotídea [105]. Estos
electroencefalográfico, monitorización de la concentra-
factores explican que el vasoespasmo sea más frecuente
ción de los antiepilépticos y corrección de las posibles
en los pacientes que requieren vigilancia continua en
alteraciones metabólicas.
reanimación.
Después de la fase de despertar, hay que prestar una
La exploración de referencia para confirmar el diag-
especial atención a la prevención de los trastornos
nóstico es la angiografía cerebral. El Doppler transcra-
metabólicos. Cuando la absorción de los antiepilépticos
neal permite realizar el diagnóstico de vasoespasmo
es incierta, la agregación de benzodiazepinas permite
antes de la aparición de los signos clínicos que indican
limitar el riesgo de crisis por supresión farmacológica.
la disminución de la perfusión cerebral. El Doppler
Existen muchísimas interacciones medicamentosas con
transcraneal es una exploración fiable para el diagnós-
los agentes antiepilépticos. En consecuencia, debe
tico de vasoespasmo de la arteria cerebral media, pero
evitarse tanto como sea posible la adición de nuevos
muy poco fiable para las otras arterias [106, 107]. Los
medicamentos. Una interacción que hay que conocer es
criterios que se utilizan para el diagnóstico de vasoes-
la del dextropropoxifeno con la carbamazepina. El
pasmo son una velocidad media superior a 120 cm/seg
dextropropoxifeno inhibe el metabolismo de la carba-
o un aumento de las velocidades de más de 50 cm/seg
mazepina, por lo que aumenta su concentración plas-
con 24 horas de intervalo. Cuando el vasoespasmo es
mática con un riesgo de toxicidad que se manifiesta por
difuso, el valor de la SyO2 permite controlar la repercu-
un síndrome vestibular o cerebeloso.
sión hemodinámica cerebral del mismo [108].
Después de la cirugía de la fosa posterior, la lesión de
los nervios mixtos provoca trastornos de la deglución Tratamiento
que pueden conducir a un síndrome por aspiración,
justificando una exploración otorrinolaringológica El tratamiento preventivo con nimodipina ha sido
después de la retirada de la intubación traqueal. En caso validado por varios estudios prospectivos, aleatorizados
de duda, resulta más prudente efectuar una traqueoto- y en doble ciego. De manera global, los inhibidores
mía en espera de una recuperación neurológica en cálcicos disminuyen el riesgo de secuelas en un 5,1% en
buenas condiciones de seguridad que verse obligado a valor absoluto, lo que quiere decir que, para observar un
volver a ventilar a un paciente que padece una neumo- beneficio, el número necesario de pacientes por tratar
patía grave de pronóstico incierto. (NNT) es 20 [109]. Por tanto, la nimodipina debe indi-
carse lo antes posible y continuarse durante 3 semanas.
La eficacia de este tratamiento ha sido validada para la
■ Reanimación vía oral. Resulta evidente que la vía intravenosa ofrece
una mejor biodisponibilidad en la fase inicial. Una vez
de los pacientes que sufrieron que el paciente puede reanudar la alimentación enteral,
no existe una ventaja demostrada respecto a la conti-
un accidente cerebrovascular nuación del tratamiento por vía intravenosa.
El diagnóstico y el tratamiento de los pacientes que El tratamiento curativo del vasoespasmo puede ser
sufren un ACV hemorrágico o isquémico son motivo de médico o intervencionista. El tratamiento médico es el
otro artículo de la EMC. Aquí sólo se estudian algunos conocido como «triple H» por la asociación de hipervo-
aspectos específicos de la atención de urgencia de estos lemia, hipertensión y hemodilución. La lógica de este
pacientes en reanimación. tratamiento se basa en conceptos fisiopatológicos. Sin
embargo, son escasos los estudios clínicos que evalúan
el tratamiento «triple H». Los primeros estudios que
Hemorragia subaracnoidea afirmaban la eficacia del tratamiento médico incluían
Las principales complicaciones neurológicas de las un grupo de control histórico o se realizaban sin grupo
hemorragias subaracnoideas graves son la recidiva de control. Resulta difícil sacar alguna conclusión.

16 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

Estudios prospectivos recientes con grupo de control y 3 cm y signos de compresión del tronco del encéfalo.
poca cantidad de pacientes no muestran ningún efecto En todos los demás casos, las indicaciones quirúrgicas
del tratamiento «triple H» [110]. En cambio, las compli- no son claras. En un estudio aleatorizado con
caciones de este tratamiento están bien documentadas. 1.033 pacientes [120] , la cirugía sistemática con el
Shimoda et al comunican un 28% de complicaciones propósito de disminuir el efecto de masa intracraneal no
intracraneales a causa de un edema cerebral o del ofrecía mejores resultados que el tratamiento médico
desarrollo de un infarto hemorrágico [111]. El edema respecto al pronóstico neurológico. Recientemente se ha
pulmonar es también una complicación frecuente y demostrado que el factor VII activado, inyectado dentro
puede afectar a un cuarto de los pacientes tratados. Los de las 4 horas siguientes al comienzo de los signos
casos clínicos ponen énfasis en el riesgo de encefalopa- clínicos, limitaba el aumento de volumen del hema-
tía hipertensiva, cuyo diagnóstico diferencial con una toma y mejoraba el pronóstico neurológico [121]. Esto se
agravación vinculada al vasoespasmo resulta difícil [112]. obtenía a costa de un aumento del riesgo trombótico.
En consecuencia, puede recomendarse la corrección de Así pues, mediante estudios posteriores deberán preci-
la volemia, frecuente después de una hemorragia suba- sarse las indicaciones del factor VII en las hemorragias
racnoidea, y el aumento razonable de la presión arterial. cerebrales.
Se debe evitar una expansión excesiva de la volemia, y
la presión arterial no debe superar los 200 mmHg para Hemorragias ventriculares
la sistólica y los 110 mmHg para la diastólica.
La hemorragia ventricular es una complicación de la
El tratamiento intervencionista del vasoespasmo
hemorragia subaracnoidea y de la hemorragia intracere-
consiste en la inyección in situ de papaverina o en la
bral en el 15 y el 40% de los pacientes respectivamen-
angioplastia cerebral. La papaverina es un vasodilatador
te [122]. Cuando esta hemorragia provoca una
inespecífico con actividad sobre el vasoespasmo proxi-
hidrocefalia obstructiva, el tratamiento consiste en el
mal y distal. Su efecto sólo es transitorio y se han
drenaje ventricular externo. Sin embargo, a menudo los
descrito numerosas complicaciones (hipotensión, arrit-
catéteres se obstruyen con coágulos y la lentitud de la
mias, déficit neurológico transitorio, convulsiones). La
disolución del coágulo intraventricular requiere un
angioplastia es un tratamiento inmediatamente eficaz y
tiempo de drenaje prolongado. A este respecto, en
definitivo del vasoespasmo arterial. Aunque se han
numerosos casos clínicos publicados se menciona la
publicado numerosos casos clínicos que afirman la
inyección intraventricular de urocinasa o de rt-PA para
eficacia de este tratamiento, la falta de un estudio
acelerar la evacuación de la sangre. Esos estudios revelan
controlado no permite sacar conclusiones sobre la
una disminución de la mortalidad y una menor necesi-
relación beneficio/riesgo de esta técnica [113]. Cuando
dad de derivación definitiva del LCR con dicha técni-
aparece un déficit neurológico, la angioplastia debe
ca [123, 124]. La dosis de urocinasa es de 5.000-
efectuarse dentro de las 2 horas siguientes [114].
25.000 unidades y la de rt-PA, de 3 mg. Es necesario
pinzar la derivación durante 1 hora después de la
Hematomas intracraneales inyección para permitir el contacto del trombolítico con
el coágulo. Antes de indicar un tratamiento trombolí-
Hemorragias intraparenquimatosas tico, es indispensable asegurarse de la inexistencia de
Las hemorragias intracerebrales son dos veces más una malformación vascular cerebral mediante una
frecuentes que la hemorragia subaracnoidea y tienen angiografía.
peor pronóstico [115] . Más del 50% de los pacientes
presenta alteraciones de la conciencia desde el principio.
Los principales factores de riesgo de una hemorragia son Accidentes cerebrovasculares
la edad y los antecedentes de hipertensión arterial. isquémicos
Durante la primera hora que sigue al ingreso, el hema-
Al brindar atención a estos pacientes, el tratamiento
toma aumenta de volumen en el 26% de los pacien-
de base debe respetar los mismos principios que ante
tes [116]. La hipertensión arterial sería un factor de riesgo
cualquier paciente con una lesión neurológica. El
de este aumento de volumen durante las primeras
mantenimiento de una presión arterial elevada, el
24 horas [117]. Sin embargo, algunos recomiendan tratar
control de la fiebre, la corrección de una hiperglucemia,
sólo la hipertensión arterial sistólica que supere los
así como la prevención y el tratamiento de las lesiones
180 mmHg [115] por el riesgo de isquemia en la zona de
respiratorias y de la hipoxemia son los objetivos priori-
penumbra que rodea al hematoma, sobre todo porque la
tarios. El motivo más frecuente del ingreso en reanima-
disminución de la presión arterial durante las primeras
ción es la agravación neurológica o respiratoria que, a
24 horas es un factor independiente de mortalidad [118].
corto plazo, requiere intubación traqueal y ventilación
El riesgo de epilepsia es de alrededor del 6%. La utilidad
mecánica. Los demás pacientes ingresan en el servicio
de un tratamiento antiepiléptico sistemático es, en
de neurología. Sin embargo, ante la falta de una unidad
consecuencia, motivo de discusión. En los pacientes en
neurovascular organizada (unidad de ictus), los pacien-
coma resulta útil practicar un EEG para descartar un
tes sometidos a trombólisis por vía intravenosa o
estado epiléptico no convulsivo.
intraarterial suelen vigilarse en reanimación durante las
En estos pacientes se justifica la monitorización de la
primeras 24 horas debido al riesgo hemorrágico cerebral.
PIC. El tratamiento de la HIC carece de especificidad
Por tanto, es útil que el especialista en reanimación
alguna fuera de la cirugía. El tratamiento quirúrgico no
conozca la conducta terapéutica actual en estos casos, ya
se indica para los pacientes que tienen una hemorragia
que la misma implica un beneficio potencial elevado,
pequeña (volumen del hematoma <10 cm3) y un déficit
pero también un riesgo de agravación.
neurológico mínimo. El volumen del hematoma se
puede calcular fácilmente con la fórmula ABC/2, en la
Trombólisis intravenosa
cual A, B y C son las medidas del hematoma en centí-
metros en los tres planos del espacio [119]. La cirugía En los últimos años se han efectuado numerosos
tampoco se indica para la mayoría de los pacientes con ensayos aleatorizados multicéntricos para evaluar la
una puntuación de Glasgow inferior o igual a 4 y un trombólisis en la fase aguda del ACV isquémico. Todos
hematoma voluminoso. Las buenas indicaciones quirúr- los ensayos que incluyeron la estreptocinasa por vía
gicas son los pacientes jóvenes con una hemorragia intravenosa se acompañaron de un riesgo inaceptable de
abundante que se agrava desde el punto de vista clínico, hemorragia cerebral con agravación clínica [125]. Las
y los que tienen una malformación vascular a la que se razones de esas hemorragias son probablemente
puede acceder fácilmente, o un hematoma de más de multifactoriales.

Anestesia-Reanimación 17
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

Cuadro VIII.
Criterios de contraindicación de una trombólisis intravenosa.
Contraindicación absoluta Contraindicación relativa
- Hemorragia cerebral o meníngea - HTA no controlada (PAS >185 mmHg; PAD >110 mmHg)
- Antecedente de ACV o de traumatismo craneal dentro de los - Mejoría rápida de los síntomas
3 meses previos - Crisis de epilepsia
- Horario incierto del comienzo de los signos clínicos -Trastornos de la coagulación o tratamiento con anticoagulantes
- Compromiso neurológico menor - Signos precoces de infarto >33% del territorio de la arteria silviana
- Coma en el momento del ingreso
- Cirugía mayor (con riesgo hemorrágico) dentro de los 14 días
previos
- Antecedente de hemorragia intracerebral
- IM reciente
- Hemorragia gastrointestinal o urinaria dentro de las 3 semanas
previas
- Punción arterial en un sitio no compresible dentro de los 7 días
previos
ACV: accidente cerebrovascular; IM: infarto de miocardio; HTA: hipertensión arterial; PAS: presión arterial sistólica; PAD: presión arterial diastólica.

Varios estudios se refieren a la trombólisis con rt-PA. Cuadro IX.


De ellos, el único que demostró un beneficio indiscuti- Principales elementos que deben respetarse para la indicación de
ble es el publicado en 1995 por el National Institute of la trombólisis.
Neurological Disorders and Stroke rt-PA Stroke Study • rt-PA 0,9 mg/kg (máx = 90 mg) en 60 min con el 10% de la
Group [126]. Consiste en un ensayo prospectivo aleatori- dosis en bolo durante 1 minuto
zado en doble ciego frente a placebo (624 pacientes)
• Ingreso del paciente a una unidad de cuidados intensivos o a
durante las primeras 3 horas del ACV. Los pacientes
una unidad neurovascular aguda
tratados recibían rt-PA a dosis de 0,9 mg/kg, con una
dosis máxima de 90 mg. La mitad de los pacientes se • Evaluación del estado neurológico cada 15 min durante la
incluía dentro de los primeros 90 minutos del ACV. perfusión y después cada 30 min durante 6 h
Aunque la frecuencia de las hemorragias cerebrales • En caso de cefaleas agudas graves, de crisis hipertensiva grave,
sintomáticas fue 10 veces mayor en el grupo tratado de náuseas o vómitos: interrumpir el rt-PA y practicar una TC
(6,4% en el grupo rt-PA frente al 0,6% en el grupo cerebral de urgencia
placebo), la mortalidad a los 3 meses fue ligeramente • Determinación de la presión arterial, por lo menos cada
inferior en el grupo tratado (17% frente al 21%, p = 15 min durante las primeras 2 horas
0,30). En el último grupo se observó sobre todo un • Tratamiento enérgico de la hipertensión arterial (cf. Cuadro
beneficio en términos de secuelas, fuera cual fuera la VIII)
escala de evaluación utilizada. De forma global, los
• Retrasar la colocación de una sonda gástrica, de un catéter
pacientes tratados con rt-PA tenían un 30% más de
central o arterial, de una sonda urinaria
posibilidades de evolucionar sin ninguna secuela, o con
pocas, en comparación con los pacientes que recibían • No administrar anticoagulantes (heparina) o antiagregantes
placebo. durante 24 h
Los diferentes estudios sobre la trombólisis, con TC: tomografía computarizada.
inclusión de un número elevado de pacientes, permitie-
ron efectuar metaanálisis [127, 128] . El metaanálisis
realizado por Hacke et al en 1999 incluyó los estudios Trombólisis intraarterial
NINDS y ECASS, y agrupaba un total de 2.044 pacientes.
Este metaanálisis no revelaba ninguna diferencia res- La trombólisis in situ en los ACV isquémicos tiene
pecto a la mortalidad entre los grupos rt-PA y placebo. varias ventajas teóricas. En primer lugar, el diagnóstico
Las hemorragias intracraneales sintomáticas se produ- etiológico es seguro. En una serie de 821 pacientes
cían más a menudo en los pacientes trombolizados consecutivos en los que el diagnóstico inicial era el de
(riesgo relativo = 3,23). Sin embargo, la trombólisis ACV, el 13% de los pacientes tenía otra afección [129].
permitía disminuir en el 37% el riesgo de muerte o de Además, la frecuencia de los déficit debidos a una
dependencia, fuera cual fuera la dosis de rt-PA o el plazo microangiopatía que no requiere un procedimiento de
hasta la administración (en las primeras 6 horas). Para desobstrucción no es despreciable (alrededor del 20% de
una dosis de rt-PA de 0,9 mg/kg y un tratamiento en las los casos). Luego, el agente trombolítico se administra
primeras 3 horas, el riesgo de evolución desfavorable se muy cerca del coágulo, lo que permite mejorar el índice
reducía en el 45% en relación al conjunto de los de recanalización y disminuir el riesgo de hemorragia. El
pacientes tratados. El número necesario de pacientes por inconveniente tiene que ver con el plazo necesario para
tratar (NNT) para obtener un beneficio clínico de la la práctica de la angiografía y del procedimiento inter-
trombólisis era de 11 para el conjunto de los pacientes vencionista [125]. Así pues, este tratamiento sólo puede
y de 7 para la dosis de 0,9 mg/kg, con un intervalo de realizarse en los centros que cuentan con un equipo de
3 horas. Estas cifras son excelentes si se comparan con neurorradiología intervencionista.
las de la trombólisis del infarto de miocardio (NNT de En el estudio PROACT II (prospectivo, aleatorizado y
30-40). multicéntrico), el intervalo de inclusión se extendía
En resumen, la trombólisis intravenosa brinda un hasta las primeras 6 horas posteriores a la aparición de
beneficio indiscutible sobre la recuperación neurológica los signos clínicos. Los pacientes recibían 9 mg de
cuando se efectúa con rt-PA, a dosis de 0,9 mg/kg y prourocinasa, perfundida in situ durante 2 horas con
dentro de las 3 horas siguientes a la aparición de los dosis bajas de heparina (2.000 UI en bolo, seguidas de
signos clínicos, así como cuando se respetan los criterios 500 UI/h) o heparina sola [130]. La recanalización de la
de exclusión de los pacientes (Cuadro VIII). arteria silviana se obtenía en el 66% de los pacientes
La conducta esquemática de la trombólisis se describe tratados con la prourocinasa y en el 18% de los pacien-
en el Cuadro IX. tes del grupo de control (p <0,001). Una hemorragia

18 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

cerebral sintomática se observó en el 10% de los pacien-


tes trombolizados y en el 2% de los pacientes del grupo
control. Este índice elevado de hemorragia en ambos
grupos se explica por una gravedad inicial mayor que en
los estudios sobre la trombólisis intravenosa. En el
análisis por intención de tratar, el 40% de los pacientes
trombolizados y el 25% de los del grupo de control eran
independientes al cabo de 3 meses (p = 0,043).

Otros tratamientos trombolíticos


Algunos autores recomendaron la asociación de
trombólisis intravenosa e intraarterial. La dosis de rt-PA
por vía intravenosa era reducida (0,6 mg/kg) y el resto
se perfundía en contacto con el coágulo. Los buenos
resultados publicados corresponden a series pequeñas,
de manera que resulta difícil tener una idea clara del
beneficio de esa conducta ante la falta de un estudio
con mayor cantidad de pacientes.
En la actualidad se está evaluando el abciximab
Figura 13. Voluminoso infarto silviano con efecto de masa y
(inhibidor selectivo de los receptores plaquetarios GPIIb/
enclavamiento. El territorio infartado está delimitado por las
IIIa) para el tratamiento del ACV isquémico, con resul-
líneas de puntos. La flecha señala los ventrículos laterales, muy
tados preliminares interesantes [72, 131]. Esta conducta es
alejados de la línea media (enclavamiento cerebral).
sumamente eficaz para el tratamiento de las trombosis
producidas durante los procedimientos de neurorradio-
logía intervencionista [132]. de la anomalía de difusión en la RM precoz era un
criterio muy bueno de predicción de la evolución [137].
Trombólisis de los accidentes Un volumen superior a 145 cm3 tenía una sensibilidad
vertebrobasilares del 100% y una especificidad del 94% para predecir el
riesgo de infarto maligno.
Casi todos los estudios sobre la trombólisis intrave- La alta mortalidad que acompaña a esta afección y el
nosa y los estudios PROACT se efectuaron respecto a los fracaso de los tratamientos habituales llevaron a buscar
ACV de la circulación carotídea. Existen menos datos de otras modalidades terapéuticas. Éstas son principalmente
los ACV vertebrobasilares. Esto se debe, por una parte, la cranectomía descompresiva y la hipotermia contro-
a su menor frecuencia y, por otra, a su presentación lada. Un estudio retrospectivo se refiere a 63 pacientes
clínica, a menudo peculiar [125]. La decisión de efectuar tratados mediante cranectomía descompresiva, justifi-
la trombólisis depende en gran medida de la alta mor- cada por la aparición de un infarto maligno. El porcen-
talidad (superior al 70%) que acompaña a las trombosis taje de fallecimientos a los 3 meses fue de sólo el
vertebrobasilares completas en ausencia de tratamiento. 27% [138]. En 31 pacientes tratados mediante cirugía
En dos estudios, la repermeabilización arterial se aso- dentro de las primeras 24 horas, la mortalidad fue de
ciaba a un índice de supervivencia del 55-75%, en sólo el 16%. Más sorprendente aún fue observar una
comparación con el 0-10% observado en caso de persis- buena recuperación funcional en la mayoría de los
tencia de la oclusión. Las secuelas después de la trom- pacientes, a pesar de la extensión del infarto. Ningún
bólisis son muy variables, desde el síndrome de paciente sufrió una hemiplejía completa y los trastornos
desaferentación hasta la ausencia de secuela clínica, del lenguaje sólo fueron parciales en las lesiones del
incluso en los pacientes que ingresan en coma. No hemisferio dominante. Sólo el 13% de los pacientes
existe consenso respecto a la conducta que se debe tenían una discapacidad grave. Otros estudios confirma-
seguir frente a esos pacientes. Los autores recomiendan ron la buena recuperación funcional después de la
indicar la trombólisis a todos los enfermos que tienen cranectomía [139, 140]. Sin embargo, esto sólo ocurre en
una oclusión del tronco basilar, pero en un plazo los pacientes jóvenes, ya que el pronóstico funcional es
«razonable», es decir, inferior a las 12 horas en todos los mucho menos favorable después de los 50 años de edad.
casos. La hipotermia también fue motivo de un estudio
retrospectivo con 25 pacientes [141]. En este estudio, la
Tratamiento de los infartos silvianos mortalidad era del 44%, es decir, más baja que en los
malignos otros estudios con pacientes de gravedad comparable.
Los infartos silvianos extensos (más del 50% del Los principales problemas vinculados a la hipotermia
territorio de la arteria silviana) representan alrededor del eran una frecuencia elevada de infecciones (40% de
10% de todos los ACV. Las causas más comunes son la neumopatías) y el control de la PIC durante el período
trombosis o la disección carotídea y los accidentes de calentamiento.
embólicos de origen cardíaco [133]. Los infartos silvianos
malignos son los que afectan a gran parte del territorio
de la arteria silviana cuando el edema isquémico se
■ Criterios para el traslado
acompaña de signos de compresión que exponen al de los pacientes con lesión
paciente a un riesgo de muerte rápida por un enclava-
miento temporal vinculado a la HIC (Fig. 13). En la encefálica a un centro
mayoría de los casos, la agravación clínica se produce
24-48 horas después del ingreso, pero también son
especializado
posibles las agravaciones más tardías (hasta el séptimo El traslado hacia un centro que cuente con un equipo
día) [134]. Con tratamiento médico solo, la mortalidad es neuroquirúrgico, neurológico y neurorradiológico de un
muy elevada y alcanza el 79% a los 3 meses [135, 136]. En paciente que sufre una o más insuficiencias es siempre
las series más recientes, que incluyen la cirugía como difícil y conlleva riesgos. La decisión se suele tomar por
modalidad terapéutica, la mortalidad se aproxima al teléfono y se ha demostrado que pocas veces se basa en
50% [134] . No existe un criterio clínico fiable para criterios validados [142]. La edad y la futilidad probable
predecir la evolución hacia el infarto silviano maligno. de los tratamientos considerados son criterios constan-
En cambio, en un estudio con 28 pacientes, el volumen tes [143, 144]. En realidad, ni la edad ni la gravedad de la

Anestesia-Reanimación 19
E – 36-613-C-10 ¶ Reanimación encefálica

afección son criterios determinantes si se consideran de cuando la hipertonía se limita a algunos grupos muscu-
forma aislada. El razonamiento del equipo que toma a lares, se puede indicar miorrelajación con toxina botu-
cargo a los pacientes con una afección neurológica grave línica. El efecto es temporal (algunos meses) y permite
tiene en cuenta no sólo las posibilidades de superviven- abolir la espasticidad en el músculo tratado. Otra causa
cia del paciente, sino, en especial, el pronóstico funcio- frecuente de limitación articular son las paraosteoartro-
nal previsible. Para la mayoría de los equipos está claro patías (POA). La mayoría de las veces se manifiestan por
que un paciente que sobrevive a la reanimación con un un síndrome inflamatorio local de las grandes articula-
síndrome de desaferentación o un paciente de 70 años ciones. El aumento de las fosfatasas alcalinas, e incluso
que vive hemipléjico y afásico representa malos resulta- la gammagrafía ósea, permiten formular el diagnóstico.
dos y fracasos terapéuticos. Por tanto, en los pacientes El tratamiento consiste en interrumpir la movilización
de edad avanzada se justifica plenamente una atención de la articulación afectada y administrar
neuroquirúrgica en reanimación si la recuperación antiinflamatorios.
funcional es posible, es decir, en la práctica, antes de la En la actualidad, las secuelas cutáneas se previenen
aparición de los signos de enclavamiento (midriasis con bastante facilidad mediante los cuidados de enfer-
arreactiva, reactividad en descerebración, coma irrever- mería y el uso de colchones «antiescaras» que permiten
sible). En cambio, los pacientes más jóvenes que pueden la distribución de las presiones de apoyo. Las escaras
soportar una reanimación prolongada y una rehabilita- también pueden producirse en los pacientes más graves
ción de varios meses, justifican una atención enérgica y, en general, obedecen al desarrollo de una desnutri-
aun cuando ingresan en estado de enclavamiento ción grave.
cerebral. Cuando a priori no existe una indicación Las lesiones oculares deben temerse cuando existe
neuroquirúrgica o de un procedimiento de neurorradio- una parálisis facial. La falta de oclusión palpebral puede
logía intervencionista previsible, el traslado del paciente llevar en 24 horas a una queratitis, que puede ser el
hacia un centro neuroquirúrgico no se justifica. punto de partida de otra infección. Ante la falta de
recuperación rápida, se hace necesaria la tarsorrafia.
Por último, la sonda gástrica agrava los trastornos de
■ Prevención de las secuelas la deglución y provoca lesiones de esofagitis. Cuando la
duración previsible de la nutrición enteral es superior a
Las secuelas motoras y las limitaciones articulares 1 mes, resulta preferible la gastrostomía de alimentación
ocupan el primer lugar entre las preocupaciones. El (casi siempre practicada por vía endoscópica).
plazo hasta el traslado hacia un centro de rehabilitación
de los pacientes que sufren un coma suele ser prolon-
gado. Así pues, ya en reanimación es muy importante
■ Conclusión
prevenir y tratar las secuelas físicas vinculadas al coma. No cabe ninguna duda de que la reanimación de los
La hipertonía de la fase de despertar de los comas es pacientes que padecen una afección neurológica o
difícil de tratar, a pesar de los miorrelajantes (baclo- neuroquirúgica presenta muchas peculiaridades. No en
feno). La kinesiterapia suave es la única forma de todos los centros es posible la superespecialización de
retrasar las retracciones tendinosas. Es inútil y nefasto los anestesiólogos para ese tipo de pacientes. Segura-
combatir activamente la retracción manteniendo el mente tampoco es conveniente si conduce a un aisla-
miembro en extensión con ataduras. Esto sólo aumenta miento respecto a los demás aspectos de la reanimación.
la hipertonía sin modificar la evolución. En cambio, Sin embargo, la reanimación encefálica no se limita a la

“ Puntos principales
• La exploración física sigue siendo la mejor evaluación neurológica inicial y la mejor monitorización de la
agravación neurológica. Las ventajas de una sedación profunda deben confrontarse con la pérdida de este elemento
fundamental del examen clínico.
• Entre los numerosos métodos de monitorización neurológica instrumental, la PIC y el Doppler transcraneal se han
convertido en elementos ineludibles de la reanimación de los pacientes neuroquirúrgicos.
• Las complicaciones extracerebrales (cardíacas, pulmonares, sépticas, metabólicas) se producen en el 40-60% de
los pacientes afectados por una lesión encefálica aguda en reanimación.
• La corrección de los trastornos de la coagulación es fundamental antes de emprender cualquier procedimiento
neuroquirúrgico.
• Los tratamientos médicos de la HIC no deben retrasar un tratamiento quirúrgico. El acortamiento de los plazos
entre la aparición de los signos de enclavamiento y la descompresión quirúrgica es la mejor garantía de una
evolución favorable.
• En la fase aguda, el objetivo terapéutico médico es limitar al máximo la frecuencia de los episodios de isquemia
cerebral para preservar la zona de «penumbra isquémica».
• Sin duda alguna, respetar los principios generales de presión de perfusión, de ventilación, de oxigenación y de
transfusión es importante. Sin embargo, en los algoritmos de tratamiento también deben considerarse objetivos
terapéuticos individuales y basados en los datos de la monitorización.
• Junto a la traumatología craneal, la reanimación de los ACV (hemorrágicos e isquémicos) avanzó de manera
considerable en los últimos años. El especialista en reanimación de estas afecciones debe conocer todas las
posibilidades terapéuticas, médicas y quirúrgicas, así como sus complicaciones.
• Es indispensable la colaboración permanente con los neurocirujanos, los neurorradiólogos y los neurólogos en la
fase aguda.
• La prevención de las secuelas físicas comienza desde el ingreso en reanimación y justifica la puesta en marcha de
una red de atención con la rehabilitación funcional.

20 Anestesia-Reanimación
Reanimación encefálica ¶ E – 36-613-C-10

del paciente con traumatismo craneal. Cada vez más [17] Ducrocq X, Braun M, Debouverie M, Junges C, Hummer M,
pacientes son derivados por otras afecciones, en especial Vespignani H. Brain death and transcranial Doppler:
el ACV. Al contrario que la actitud derrotista del pasado, experience in 130 cases of brain dead patients. J Neurol Sci
nuevos métodos terapéuticos médicos y quirúrgicos han 1998;160:41-6.
permitido mejorar de forma significativa el pronóstico y [18] Stocchetti N, Paparella A, Bridelli F, Bacchi M, Piazza P,
justifican el esfuerzo por ampliar los conocimientos Zuccoli P. Cerebral venous oxygen saturation studied with
bilateral samples in the internal jugular veins. Neurosurgery
médicos sobre estas enfermedades. Seguramente no es
1994;34:38-43.
posible reemplazar al neurólogo, el neurocirujano o el [19] Ter Minassian A, Poirier N, Pierrot M, Menei P, Granry JC,
neurorradiólogo, pero el hecho de compartir los cono- Ursino M, et al. Correlation between cerebral oxygen
cimientos básicos sobre los mecanismos de la agravación saturation measured by near-infrared spectroscopy and
neurológica de los pacientes permite mejorar la calidad jugular oxygen saturation in patients with severe closed head
de la colaboración entre los distintos protagonistas. Al injury. Anesthesiology 1999;91:985-90.
igual que en los otros campos de la reanimación, el [20] Vespa P, Nenov V, Nuwer M. Continuous EEG monitoring in
trabajo en equipo es la clave del éxito terapéutico. the intensive care unit: early findings and clinical efficacy.
J Clin Neurophysiol 1999;16:1-3.
.

[21] Vespa P, Nuwer M, Nenov V, Ronne-Engstrom E, Hovda D,


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N. Bruder, Professeur des Universités, praticien hospitalier (nbruder@ap-hm.fr).


F. Gouvitsos, Praticien hospitalier.
D. Pellissier, Praticien hospitalier.
J.-M. Stordeur, Praticien hospitalier.
Unité de neurotraumatologie et de soins intensifs neurochirurgicaux, Hôpital d’adultes de La Timone, Centre hospitalier universitaire de
Marseille, 264, rue St-Pierre, 13385 Marseille cedex 5, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Bruder N., Gouvitsos F., Pellissier D., Stordeur J.-M.
Réanimation encéphalique. EMC (Elsevier SAS, Paris), Anesthésie-Réanimation, 36-613-C-10, 2006.

Disponible en www.emc-consulte.com (sitio en francés)


Título del artículo: Réanimation encéphalique
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias

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