Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Indice:
Resumen:
1. Introducción.
-Estado de la Investigación y documentación arqueológica.
2. El Medio Físico.
2.1. Las grandes Unidades del Paisaje-
2.2. Las variables de análisis
-Clima
-Geología, Litología, metalogenia.
-Hidrología.
-Edafología
-Vegetación y Fauna.
3. La Matriz de Datos.
4. Métodología de Estudio.
5. Análisis Regional.
- Análisis Microregional
6. Formas del relieve, Emplazamientos-localizaciones, patrones y
estructuras espaciales.
7. Construcción social del espacio.
7.1. Extensión de los Asentamientos. -Aspectos demográficos, y
estructuración política del territorio-.
7.2. El modelo de colonización y expansión del Hierro-I -la fase
Sotomedinilla-.
7.3. El modelo de consolidación castreña del Hierro-II -Hacía un proceso
de etnogénesis.
8. Elementos Arquitectónicos: Defensas perimetrales y Disposición
interna de las estructuras habitacionales que las cobijan.
9. Preservación, Protección, Conservación, muselización y difusión.
10. Conclusiones.
11. Fichas de los asentamientos estudiados.
12.Bibliografía.
Resumen:
En un excelente trabajo de Fernández-Posse (1998) sobre el Bronce Final y la Edad del Hierro en
Galicia y la Meseta Norte, en el momento de tratar los castros de la zona de estudio -NW de
Zamora- los trata como un “Foco” extraño y peculiar que no llega a articular dentro del discurso
tejido sobre donde se apoya toda la estructura del libro. Emerge asi nuevamente este territorio
indefinido, en expresión de algunos estudiosos de zonas aledañas (Orejas 1992), de este fenómeno
castreño “particular” que adquiere un gran desarrollo desde el siglo VI aC. hasta la conquista de
esta zona por los romanos. Partiendo del trabajo sistemástico de catálogo de los castros zamoranos
realizados por Esparza hemos procedido a la realización de una base de datos de localizaciones
geográficas de los mismos. Esta base de datos es manipulada a través de un sig con la ayuda del
cual, obtenemos una serie de variables relevantes para el estudio del poblamiento y del territorio.
Estas variables de tipo geométrico nos permitirán analizar en un primer momento desde la la
relación existente entre los propios asentamientos -intervisivilidad, distancia a los vecinos más
próximos- asi como, entre los asentamientos y sus entornos, al compararlo con las variables
medioambientales de fondo, utilizando para ello el análisis clásico de estudio del territorio de
captación y explotación aledaño al asentamiento. La aplicación de modelos gravitacionales de
poblamiento, nos permite una primera aproximación a la estructura espacial observada en la
ocupación protohistórica y su posterior fosilización en el paisaje dentro de los procesos de largo
plazo implicados en su formación. La utilización de bases de datos espaciales asociadas a datos no
espaciales nos permite un estudio en cojunto de las mismas y su distribución en el espacio,
permitiendonos poner en relación estas con las distintas capas de tipo medioambiental relevantes en
el estudio de las mismas. Por último, la posibilidad de la realización de mediciones precisas sobre
los perímetros definidos de los asentamientos, nos permiten en un primer momento verificar la
existencia de estas comunidades castreñas asi como nos acerca al estudio demográfico del
poblamiento y de las estructuras del territorio dentro del binomio rango/tamaño.
Introducción:
El Castillo de los Pueyos considerado por algunos autores como la localización en la que estaría la
divisoria territorial entre astures, vacceos y vettones marca uno de los límites de la zona de estudio,
el hito que supone este espigón fluvial, formado en la confluencia del Esla-Duero es el punto más
suroriental de nuestra zona de estudio, integrandose ésta, en parte del solar ocupado por los astures
históricos en las postrimerías de la II edad del Hierro. A la hora de acometer el estudio de los
asentamientos amurallados y fortificados de la provincia de Zamora hemos preferido acotarla a una
zona "homogénea" culturalmente, en este caso la de los “astures” históricos, dado que al Sur del
Duero se ha venido considerado tradicionalmente territorio vetton , asi como el este del Esla se ha
considerado la frontera occidental del pueblo vacceo y al Oeste nos encontraríamos con la
amalgama de la cultura castreña del NW, compartiendo rasgos culturales con la zona que la delimita
al Norte con la área castreña del Sur de León. Nos encontramos pues con una zona que supone casi
la mitad de la provincia, y a la que se ha representado como un foco castreño particular (Esparza,
1987, Orejas 1992) con ciertas indefiniciones.
Nuestra zona de estudio viene delimitada por tres comarcas agricolas denominadas: Sanabría-
Carballeda, Aliste-Tabara y Benavente y los Valles (Vidriales, Tera y Eria). En esta zona ya desde
antiguo y sobre todo a partir del trabajo de catalogación realizado a principios de siglo por Gómez
Moreno - publicado en 1927 - comienzan a tenerse evidencias de la existencia de un nutrido número
de asentamientos amurallados pero sin arrojar ningun tipo de materiales arqueológicos. En la decada
de los 60 son estudiados una serie de yacimientos en el área de Alcañizes, publicandose un estudio
sobre el castro de Vivinera por Harbison (1969 ) en relación a la interpretación de los yacimientos
con piedras hincadas, sistema de defensa adelantada que aparece en este Castro. Algunos de los
castros, asi mismo se ponen en relación con el sistema viario romano que es estudiado por entonces
(Loewinsohn 1965 ) identificandose en algunos de ellos alguna mansio romana asi como varios
castellum, otra serie de aportaciones son realizadas por algunos eruditos locales (Sevillano, 1977),
que identifican nuevas localizaciones del poblamiento del Hierro y sobre todo romanas. Ya en la
década de los 70, comienza la confección de la Carta Arqueológica de Zamora, sistematizandose la
publicación de los resultados de la misma en la serie que publican en BSSA Delibes y Martin Valls
con el titulo de Hallazgos arqueológicos en la provincia de Zamora. Este devenir de la investigación
culmina con la publicación en 1987 de Los Castros de la Edad del Hierro del Noroeste de Zamora
por Angel Esparza Arroyo, fruto de una tesis doctoral en la que se lleva a cabo una catologación de
los sitios arqueológicos correspondientes con la Edad del Hierro utilizando la metodología al uso
para la realización de este tipo de investigaciones de catalogación e inventario: Envio de
cuestionarios a los distintos municipios, estudio toponímico de los catastros de Rústica y estudio
por fotografía aérea (presumiblemente vuelo americano de 1956 1:30000 y del IRYDA 1978
1:18000) para constatar los resultados de la investigación previa bibliográfica (fundamentalmente
del trabajo de Gómez Moreno), toponímica y de los resultados arrojados por la encuenta realizada
en todos los municipios. Se realizan asi mismo una serie de sondeos sobre algunos de ellos como
consecuencia de intervenciones de urgencia -Las Labradas (Arrabalde), Las Tapias (Muga de Alba)
asi como excavaciones sistemáticas -El Cerco (Sejas de Aliste), As Muradellas (Lubian) y El Castro
(Fresno de la Carballeda)- para poder caracterizar esta cultura castreña en las distintas fases y
espacios de su desarrollo. . Asi mismo, son incoados expedientes para la declaración de BIC de
algunos de estos castros, para la preservación, conservación y protección de los mismos (Las
Labradas (Arrabalde), El Castro (Fresno de la Carballeda), El Castro (Riomanzanas). A mediados
de la década de los 80 y durante la década de los 90 como consecuencia de la realización de obras
de ingenieria civil de gran impacto (construcción de los embalses de Valparaiso y Agavanzal en el
valle del Tera y de la Autovia de la Rias Baixas que recorre todo la zona Norte del área de estudio)
y como consencuencia de la entrada en vigor por aquellas fechas de las Ley del Patrimonio
Histórico (1985) se realizan prospecciones sistematicas (del Val Recio) asi como la excavación de
algún castro que inexorablemte quedaría oculto por la subida del nivel de las aguas como el de
Manzanal de Abajo. Otras intervenciones de urgencia son realizadas en El Castro (Camarzana de
Tera) eshumado en la realización de un depósito de agua, que revela un yacimiento de la EH-I
claramente vinculado con el "horizonte" Soto Medinilla, en los Cuestos de la Estación (Benavente)
vinculado con esta misma fase y la Corona del Pesadero (Manganeses de la Polvorosa) afectado por
la construcción de la Autovía del Noroeste en el que se exhuman además de los restos de un
importante alfar romano, estructuras habitacionales de la EH-II, la intervención sobre estos
yacimientos supone la tramitación administrativa de expedientes de incoación de BIC El Castro
(Camarzana de Tera) y su posterior declaración como tal. Durante la década de los 90 se ha seguido
la labor de la confección de la carta arqueológica de Zamora mediante la realización de
prospecciones mediante fotografía aérea (del Olmo) en un estudio de las villas romanas y castros,
asi como la realización de prospecciones y alguna excavación -Las Labradas- en los aledaños de las
zonas en los que se han construido Parques Eólicos, fundamentalmente en la Sierra de Carpurrias,
de las Cavernas y del Gamonal. Asi mismo, bajo la iniciativa de la Fundación del Patrimonio de
Castilla y León se han puesto en valor algunos de estos yacimientos (Las Labradas) con la
consolidación de algunas de sus murallas y recorrido guiado en el interior del yacimiento,
complementado con una aula de interpretación del mismo en las antiguas escuelas de Arrabalde, y
otra existente en Manganeses de la Polvorosa sobre el yacimiento de la corona, inscritos dentro de
una ruta arqueologica por los Valles de Benavente en el que se incluyen otros yacimientos de
distintos periodos históricos, -Calcolítico y Ocupación romana-. Por último, la inminente
realización de las obras del trazado del Tren de Alta Velocidad a Galicia supondrá la realización de
una prospección de cobertura total de un kilometro con referencia al eje del trazado de esta obra
lineal que afectará en su recorrido a toda la zona de estudio, asi como en aquellas zonas en las que
hayan de realizarse prestamos de tierras en la consecución de la obra.
-Clima.
El clima se erige en una de las variables más importantes a analizar, ya que en gran medida
determina la respuesta de otras variables del medio físico como son los suelos y la vegetación,
combinación esta última de la suma de los factores edafogenéticos y climáticos. Durante la II
Edad del Hierro comienza el periodo subatlántico en el cual actualmente nos encontramos, por
lo tanto podremos partir del principio de uniformidad en el que las condiciones actuales son
muy similares a las del pasado. Sin embargo, hay que tener en cuenta la existencia de una serie
de oscilaciones, periodos más frios, como el del principio del siglo XVI que pueden acarrear
consecuencias dramáticas en las sociedades agrarias. Aunque similares las condiciones
climaticas no cremos que sean las mismas. Es posible, que los índices pluviométricos fueran
distintos, si tenemos en cuenta que la mayoría de la cabeceras de los rios, asi como el territorio
en general estuviera más forestado que en la actualidad favoreciendo así, el ciclo del agua e
incidiendo en la existencia de un mayor numero de precipitaciones.
-Geología, Litologia, metalogenia.
Para obtener una caracterización general de los aspectos geológicos de la zona de estudio hemos
recurrido a un mapa de escala pequeña 1:1000000 que nos permite disponer de una
caracterización general de la zona con los grandes dominios geológicos y su relación con los
asentamientos. Existe una marcada diferencia como es obvio entre las zonas sedimentarías y
otras grandes unidades que coinciden con los grandes relieves compuestos tanto de rocas igneas
como metamórficas. A grandes rasgos como materia prima se utilizará las fuentes más proximas
a los asentamientos. Otros proxis nos acercan a la realidad geológica existente, como es la red
de drenaje, que se encaja en las fracturas y fallas de la sierra de la Culebra, conformando una
estructura paralela tipica de los relieves cuarciticos, o la alta densidad de la red en terrenos más
blandos como los pizarrosos de la zona noroeste. etc. No hemos utilizado ningun tipo de mapa
metalogenético, aunque por norma general los recursos mineros suelen estar asociados como es
lógico a estos relieves y los posibles placeres auriferos a los grandes abanicos aluviales
existentes entre la sierra de la Cabrera y la gran rampa que pone en contacto las sierras con el
valle del Tera.
-Hidrología.
Trabajo de Doctorado: Poblamiento y territorio entre las comunidades hispanoceltas (2004-2005)
Estudio del “foco” castreño del NW de Zamora. Evaristo Gestoso Rodriguez
La actual red hidrográfica creemos que está muy distorsionada con respecto a la existente en el
momento de estudio, consecuencia directa de la regularización y represamiento de algunos de
sus cauces principales y el impacto subsecuente sobre todo el sistema que conforma la cuenca.
Los represamientos han afectado a toda la cuenca del Tera desde su cabezera hasta el cauce
medio, mientras que el represamiento del Esla en Ricobayo afecta a la cuenca formada por el rio
Aliste. Condiciones similares a las del pasado nos podemos encontrar en la red hidrográfica
conformada por el rio Eria, en el que el régimen pluvionival del que se nutre provoca la
existencia de distintos regímenes a los largo del año y por tanto un marcada estacionalidad con
picos en primavera, -desbordamientos en la llanura de inundación- y en verano, perdida de la
mayor parte del volumen de agua del curso principal. Por lo tanto, es de esperar que durante la
Edad del Hierro los cauces tuvieran un mayor nível freático, que unido a las sistemáticos
desbordamientos -uno, dos o incluso tres anuales- generarían un sistema lacustre permanente y
estacional con una distribución de los recursos hídricos muy distintas a las observadas
actualmente. Si ha tdo ello unimos que desde el basculamiento de la península hacía el Oeste
que permite a toda esta cuenca escapar de su régimen endorreico y poder liberar así su aguas en
el Atlántico, el cambio en la pendiente provoca que los procesos erosivos de excavamiento sean
más importantes generando enormes depósitos detríticos que son arrastrados por el rio y que en
las zonas medias bajas provocan un constante cambio de su curso.
-Edafología
El estudio del potencial productivo de los suelos o la utilización de los mapas de clases
agrológicas son herramientas útiles para estudiar la posible distribución de los recursos agrarios.
La creación de categorías
-Vegetación y Fauna.
Como consecuencia de los factores anteriores tendremos una distribución biogeográfica
particular de los recursos vegetales y animales. Si tenemos en consideración lo expuesto con
respecto a los distintos regímenes hídricos y climáticos existentes en la Edad del Hierro, nos
encontraremos una distribución muy distinta de especies a las que podamos constatar
actualmente. Asi, el dominio de una vegetación de tipo atlántico y su fauna asociada pudiera
extenderse bastante más hacia el Este consecuencia de un régimen puvliométrico mayor.De
todas formas partiendo del principio de uniformidad ecológica, siempre resulta mucho más útil
la reconstrucción de la vegetación potencial y compararla con la existente actualmente, que a su
vez nos servirá de medida de la alteración introducida por el hombre en el ecosistema,
-roturaciones, creación de pastos, modificaciones en la distribución de los recursos forestales-,
etc., que puede estar en relación con estrategías desarrolladas hace unos siglos, o que pueden
ponerse en conexión con la transformación del paisaje que comienza a realizarse en el primer
milenio aC.
La Matriz de Datos.
Básicamente hemos utilizado como punto de partida el catalogo realizado por Esparza (1987) al
cual hemos incluido un par de yacimientos más, uno excavado (1989) y otro detectado mediante
prospección áerea (Inventario Arqueologico Provincial 2004),
De los 117 yacimientos incluidos en el catálogo de Esparza, hemos considerado oportuno incluir
para el estudio todos los yacimientos que presentaran algún tipo de defensa sin tener en cuenta su
cronología considerando además aquellos que por el tipo de materiales aparecidos puedan ser
considerados del Hierro-I. Hemos optado recurrir a las cerámicas de tipo Soto como el "fosil
director" que nos permita discriminar este periodo a falta de otros indicadores cronológicos..
De los 117 yacimientos considerados hemos obtenido una muestra de 71 yacimientos que presentan
algun tipo de defensas más 5 del tipo soto que no presentan ningún tipo de estructura amurallada
evidente. De los 71 yacimientos que tienen algun vestigio de murallas o recintos cercados 45 los
hemos incluido dentro del ámbito cronológico del Hierro-II , contando como criterio para
discriminarlos a falta de más datos la propia muralla, su diferenciación con recintos amurallados
romanos viene dado por la anchura de la muralla, más estrecha en los recintos romanos que en los
de la edad del hierro (Esparza 1987), también pudiera utilizarse como criterio de diferenciación los
patrones representados en la distribución espacial de los mismos, -lineal en el caso romano- asi
como de las actividades claramente vinculadas con la mineria que aparecen en una serie de castros
como los Corralones, Lanseros y Sampil. Al resto de los yacimientos les hemos otorgado una
clasificación de indeterminado, a la falta de elementos de juicio “determinantes” para la adscripción
a un periodo histórico u otro. Con todo ello pensamos que la mayoría de los castros pertenecen a la
etapa del Hierro-II, exceptuando claro esta los del soto y los romanos -Del alto Imperio creemos los
mineros, y del Bajo Imperio o Tardorromanos la líneas de fortificaciones de un posible limex.- No
creemos la existencia de la reocupación de los castros en la Alta edad Media, en la zona de estudio
ni en los constantes conflictos bélicos existentes en la zona entre castellanos, portugueses y leoneses
en la fijación de fronteras en los reinos ibéricos que se resuelve con el tratado de Alcañizes en el
siglo XIII. Ejemplos de reutilizaciones de castros de ambos momentos históricos se dan en zonas
cercanas asi paracen ser reocupados los castros cercanos al Esla en las inmediaciones de Benavente
en el transcurso de la fijación de la frontera del Duero, y en toda la raya con Portugal en la provincia
de Salamanca.
4.Métodología de Estudio.
un factor de correción dado que lo que se puede observar actualmente son grandes muros terreros
que ocultan los paramentos petreos. Por tanto, en un primer momento con la sola utilización de las
ortofotos disponibles en la web del feoga podríamos haber cumplido la mayor parte de los objetivos
planteados en la realización de este estudio. Para ello habríamos desarrollado el siguiente flujo de
trabajo:
-Obtención de ortofoto en formato PDF del servidor del Feoga, del cual, además de la foto
en si, disponemos de las coordenadas del centro de proyección de la misma para poder
georeferenciarla en nuestro SIA. Dado el volumen de datos con el que teniamos que trabajar,
optamos desde un primer momento en obtener las fotos de una forma lo más estandarizada posible
para asi evitar en lo posible una manipulación reiterada de los datos, sin embargo, esto no ha sido
posible dado que el visualizador sigpac no dispone de una opción de escala con la que obtendríamos
siempre los mismos parámetros de longitud de foto y resolución en pixeles de la misma, para su
posterior georeferenciación. Asi mismo, este visualizador de datos geográficos tiene soporte para
varías proyecciones, con lo cual obteniamos coordenadas de los dos husos existentes en la zona de
estudio H29N y H30N para lo cual tendríamos que transformarlas a un solo huso. A pesar de lo
laborioso del trabajo, aún utilizando una hoja de cálculo para la realización de las operaciones, una
vez obtenida la base ortofotografica para todo los yacimientos, la posterior utilización de las
herramientas que dispone un sig nos permitiría obtener de forma automática una serie de variables
fundamentales para el estudio territorial -distancia a los recursos, extensión de yacimientos, etc.-
que compensan este primer esfuerzo inicial realizado.
-Una vez obtenida todas las ortofotos de todos los castros y sus aledaños la realización de la
vectorización de todas las características fotointerpretables -recursos hídricos, agro-forestales, etc.-
hubiera supuesto una ingente cantidad de trabajo, consideramos la posibilidad de vectorizar
solamente aquellas características que nos permitieran obtener los datos relevantes que
necesitabamos. Así, por ejemplo, para evaluar la variable distancia a los recursos hídricos
permanentes más cercanos, a otros recursos estratégicos, sólo tendríamos que vectorizar la corriente
hídrica que observaramos más cercana al yacimiento con lo cual obtendríamos el resultado para
todo el conjunto de yacimientos, permitiendonos valorar globalmente la incidencia e importancia
dada a esta variable para la localización de los mismos.
-Una vez resuelto el estudio del medio físico y de la relación de los asentamientos con las
variables ambientales observadas actualmente, sólo nos quedaba desarrollar la base de datos de los
asentamientos en sí -Castros-, para ello partimos del excelente trabajo realizado por Esparza (1987),
del que hemos obtenido la mayoría de los datos referentes tanto a la localización geográfica de los
asentamientos asi como de las variables culturales -arquitectónicas- utilizadas para caracterizar la
evolución del poblamiento en la zona de estudio y la relación entre las mismas, asi como su
interrelación con las variables ambientales de fondo en el marco de un SIG.
La localización geográfica de los asentamientos nos permitirá obtener los valores de una
serie de variables relevantes, distancia a los vecinos más próximos, altura absoluta, altura relativa,
visibilidad, intervisibilidad entre asentamientos, orientación, etc. Para ello partimos de una base de
datos de localizaciones en proyección geográfica obtenida del catálogo de Esparza (1987) la cual
hemos transformado a proyección UTM ED50 -Datum Europeo España y Portugal 1959 elipsoide
Internacional o de Hayford- que es el sistema utilizado por el sistema geodésico español y
posteriormente a proyección UTM WGS84 -World Geodetic System- una vez que observamos que
la mayoría de los datos obtenidos de fuentes externas venían georeferenciados con este Datum.
Una vez que ya habíamos avanzado de una forma considerable en nuestro trabajo, obtención
de ortofotos de más del 50% de las lozalizaciones consideradas, "descubrimos" una nueva fuente de
datos que nos dejo gratamente sorprendidos, máxime si tenemos en cuenta la política de acceso a
los datos geográficos por parte de los ciudadanos en los paises europeos fundamentada en la
declaración INSPIRE, que a diferencia de los paises anglosajones del otro lado del atlántico, en el
que se ha generalizado un acceso gratuito desde hace años a todo tipo de fuentes de datos
geográficos -MDT, Imagenes Landsat, Modis,Ortofotos aéreas, etc.-. restringe en gran medida el
acceso a los mismos sino es previo pago. Por tanto el "descubrimiento" de este sitio
http://www.sitcyl.jcyl.es/servimap supuso un cambio drástico en la forma de obtencón de los datos
de base para el estudio territorial, dado que obteníamos la mayoría de los datos que precisamos en
un formato estandar y abierto SHP con lo que nos evitabamos el proceso engorroso a la vez que
laborioso de vectorización a través de las ortofotos obtenidas a través del Sigpac o de la
digitalización y posterior vectorización a partir de los mapas 1:25000. Asi mismo, este visualizador
SIG o Servidor de Mapas por Internet que cumple los estandares del Open Geospatial Consortium
basado en una arquitectura Arc IMS de Esri, nos permite obtener todas las coberturas o capas
vectoriales de todo el territorio de la comunidad de Castilla y León a escala 1:10000 teniendo la
posibilidad de acceder a la información a partir de una escala determinada por el usuario, con lo que
la obtención de la información raster, ortofotos, se podría realizar de una forma precisa y sistemática
adquiriendo asi una fuente importante de información para la fotointerpretación. Por tanto a pesar
del ingente trabajo invertido en el proceso de trabajo desarrollado con el Sigpac preferimos partir de
esta nueva fuente de datos espaciales.
Partiendo de la premisa que la exactitud de los datos obtenidos, este incluida dentro de los
estandares, teniendo en cuenta que la obtención de esta base de datos supondría la digitialización de
los mapas 1:25000 a la manera tradicional mediante tableta digitalizadora, o una vez
georeferenciadas las esquinas de los mapas, en pantalla mediante un programa de diseño general ej.
Autocad -que incluye un buen número de herramientas para la correcta digitalización- y su posterior
correción topológica y su conversión a formato Sig con el módulo de conversión Arcmap, o la
utilización de los módulos de digitalización existentes en los propios SIG, o en su defecto la compra
de la base de datos númericas BCN 25 del IGN.
Descripción de las capas vectoriales obtenidas del sistema de información territorial de Castilla y
León. - Todas ellas en shp con los archivos asociados shx -propio de arcview- y la base de datos
asociadas a las entidades geográficas en formato dbf.
-Conducciones.
-Construcciones.
-Cotas.
-Curvas directoras.
-Curvas de Nivel.
-Edificios.
-Hidrología.
-Hidrología puntual.
-Hojas MTN10.
-Límite provincia.
-Límites administrativos.
-Mobiliario Urbano.
-Parcelario aparente.
-Puntos de referencia.
-Tendidos.
-Tendidos puntuales.
-Termino Municipal.
-Textos.
-Textos hidrografía.
-Usos del suelo.
-Vias comunicaciones.
Para poder realizar un estudio sistemático de todo este conjunto de variables, hemos
utilizado un sig raster-vectorial Grass 6.0 y vectorial Arcview 3.1. Los beneficios son evidentes, ya
que hemos podido registrar todas las variables relacionadas con los emplazamientos de una manera
sistemática una vez creadas las bases de datos geográficas pertinentes. Para ello con respecto a la
obtención de los datos relacionados con la accesibilidad -pendientes-, de relación del control visual
entre el asentamiento y sus recursos así como entre los propios asentamientos hemos realizado un
estudio de las cuencas visuales, y por último se realiza un estudio de las orientaciones dominantes
existentes en toda el área de estudio. Para poder realizar toda esta serie de operaciones hemos
recurrido a la utilización de un Modelo Digital del Terreno que nos permite la obtención de estos
valores. Un MDT no es más que una generalización mátematica del terreno en la que en el fichero
de cabezera se describen una serie de parametros que están en relación con el sistema de proyección
cartográfica, elipsoide, coordenadas NW de la matriz de alturas, resolución de la matriz o rejilla y
por último los propios datos altitudinales. En esencia, este es el esquema general con pequeñas
variaciones, de todos los formatos de MDT. Estos suelen ser ficheros de tipo ASCII, lo que nos
permite una fácil manipulación de los datos o la creación de los mismos con un simple editor de
texto plano.
Para la obtención de un MDT a escala regional tenemos una de las siguientes posibilidades:
Digitalización manual.
BCN 25 en formato DGN del Instituto Geográfico Nacional
MDT Globales
-GTOPO30
-SRTM
Hemos optado por la utilización de un modelo global dada la gratituidad de los datos y la relativa
precisión obtenida. Para el caso del MDT utilizado obtenido del EROS Data Center dentro del
proyecto SRTM realizado por la NASA, NIMA y Agencia Espacial alemana e italiana, obtenemos
un mdt con una resolución de 90 metros o tres arcos segundo, en el que se obtiene una precisión
altitudinal de ± 16 metros al 90% de probabilidad y una precisión planimétrica de de ± 60 metros al
90% de probabilidad, estando referidas las altitudes al geoide EGM96 sobre el nivel del mar.
Dentro de este proyecto existen zonas con una precisión de 30 m o un arco segundo, pero
actualmente sólo estan disponibles para Norteamérica e Hispanoamérica. Para la manipulación del
modelo digital de terreno hemos utilizado el sig Grass en un entorno Cygwin que nos sirve como
puerto a sistemas Unix dentro de un ambiente windows. Con este programa hemos obtenido todos
los mapas derivados de la manipulación del MDT, asi como aquellas variables relacionadas con la
altimetría -caso de la altura relativa-.
Análisis Regional:
El análisis del territorio de explotación relaciona el asentamiento con los recursos explotables o
explotados en los aledaños del mismo, sirve asi mismo para definir los límites de influencia de
dicho yacimiento. El término análisis de captación del yacimiento es introducido en 1970 por Vita-
Finzi y Higgs introduciendo metodológicamente el análisis económico en arqueología pero creando
un tipo específico de explicación. Teóricamente el término captación del yacimiento implica la
asunción de una teoría de la optimización y es utilizada en arqueología como en otras ciencias
afines -biología, economía, geografía económica etc.- para comprender y estudiar la variación
cultural. La propia noción del término implica que tanto la actividades como la movilidad humana
están limitadas espacialmente, clasicamente 10 km para las sociedades cazadoras recolectoras y 1,5
km para las sociedades agrícolas. Asi, la clásica división en anillos concentricos de 1,5 km que es
realizado en las sociedades agricolas, sea correcto o no, supone un método estructurado de estudio.
Sin embargo, es evidente que el modelo a parte de pecar de determinista tiene ciertas limitaciones.
Podríamos haber obtenido unos territorios de captación de tipo isocrónico utilizando algún tipo de
variable de fricción como la pendiente relacionando los valores obtenidos con una variable
cronométrica tal que, espacio recorrido en distinto escenarios durante una hora, que es la medida
general utilizada para las sociedades agricolas. La utilización de un tipo un otro para delimitar el
espacio de captación de un asentamiento no introduce mejoras en el modelo. Realmente este no
esoperativo si no se le usa en un marco comparativo, es decir, en la escala regional. La comparación
del modelo obtenido de un asentamiento con respecto a los demás nos permitirá crear grupos que se
definirán por si mismos al analizar las estrategias económicas derivadas de las distintas formas de
apropiación de los recursos.
Espigones fluviales, meandros, laderas, acropólis (oteros y tesos -cerros testigo-), escarpes, crestas
de cuerdas, llanuras, terrazas fluviales, son distintas formas del relieve que los grupos humanos
utilizan para la ubicación de sus asentamientos. La elección del emplazamiento no es aleatoría, y se
verá condicionada tanto por las estrategías económicas desarrolladas por un grupo humano asi
como por la relaciones establecidas entre este y otros grupos humanos. En distintos momentos de la
historía -evolución social- la toma de decisiones implicadas en la elección del emplazamiento para
el establecimiento de una comunidad humana siguen criterios diferentes. A grandes rasgos y en el
marco derivado de la geografía económica, por una parte hay una serie de teorías que priman una
serie de conceptos derivados de la marginalidad económica, satisfacciente u optimizadora de esta
marginalidad económica y que se aplica por lo general a las sociedades cazadoras-recolectoras y una
más entroncada con las sociedades actuales donde prima una optimización racionalizadora, que
creemos puede ser asimilida por las sociedades de economía de producción consolidada como la
que es objeto este trabajo. Dentro de este marco habrá que tener en cuenta tres conceptos
fundamentales:
-Preferencia, ordenación y selección.
La proposición básica de la teoría general de la elección racional, asume que los individuos
o grupos de individuos, en este caso las comunidades prehistóricas ordenan o categorizan elecciones
alternativas en grupos, denominados grupos de preferencia. La selección de una alternativa, por
ejemplo en el emplazamiento, es realizada a partir de la consideración de un grupo de preferencias
ordenadas de mayor a menor, optandose por la más attainable. Se definen asi las características
esenciales de la elección "racional" del emplazamiento: Preferencia, ordenación y selección,
viendose implicadas en ellas tanto las variables sociales y medioambientales y la interrelación entre
las mismas.
El grupo de todas las alternativas posibles para la elección de un emplazamiento para la
localización de una comunidad o el "grupo de elecciones globales" por estas consideradas,
implicaría la inclusión de todas las localizaciones del área de estudio. Todas las alternativas posibles
consideradas desde esta perspectiva global pueden ser divididas en preferentes y no preferentes.
-Propiedades físicas y aspectos de preferencia condicional.
La ordenación de los distintos grupos considerados se fundamentan sobre lo que se puede
denominar "aspectos preferenciales condicionales" de las variables en cada grupo. Para ilustrar
mejor el problema tomaremos como ejemplo una de las variables consideradas en casi todos
los estudios locacionales y territoriales como es la proximidad a una corriente de agua permanente.
Por un lado tendríamos las propiedades físicas, la proximidad o distancia a la corriente de agua
permanente. En la fase de la toma de decisiones habría que valorar los potenciales elementos que
condicionen la preferencia por:
- Acceso a una fuente de agua permanente para el consumo humano o el procesado de alimentos,etc.
- Acceso al movimiento y transporte, si consideramos que la redes fluviales son exactamente eso
redes de transporte.
-Acceso a toda una serie diversa de recursos vegetales y animales.
-Incremento de la posibilidad de razias de grupos enemigos.
Por tanto teniendo en cuenta estos tres aspectos positivos y uno negativo queda claro que una
persona o un grupo no prefiere una localización a otra simplemente por sus propiedades físicas, sino
que la preferencia viene dada por una elección simple o combinada de los aspectos preferenciales
condicionales de estas propiedades físicas. Llegados a este punto es indudable que la elección de
los emplazamientos tanto en la Edad del Hierro-I como II es esencialmente selectiva, las variables
condicionales de peferencia varían de un momento histórico a otro aunque alguna de ellas son
compartidas tanto por la cultura Soto como por la cultura "castreña" en la que la forma topográfica
parece ser el aspecto preferencial preponderante. En ambos momentos, se trata de buscar lugares
que sean susceptibles de ser defendidos fácilmente lo que limita en gran medida las localizaciones
topográficas a considerar en un primer momento. Además habrá que añadir a la defendibilidad otra
serie de condicionantes como la habitabilidad del emplazamiento, en aras de la construcción del
asentamiento sin tener que realizar importantes transformaciones en el terreno por lo que se
primarán aquellas localizaciones que satisfagan ambas preferencias. Un caso paradigmático lo
constituye el Castro de la Almena del grupo Soto en Cubo de Benavente, en la que se aprovecha una
gran meseta sobre materiales terciarios que se conforma como una peninsula con un pequeño istmo
que da entrada al asentamiento, fruto del acarcavamiento y la erosión remontante que afecta a este
"Paramo", aún asi, a pesar de las condiciones excelentes de defendibilidad que ofrece este
yacimiento, dispone de una serie de estructuras defensivas, como un foso de entrada y un gran talud
o cierre perimetral de tapial. Es asi mismo elocuente el topónimo -Rasayo- dado a este pago que lo
pone en relación directa con otro de los condicionantes que nos ocupa, el de la facilidad de la
contrucción del recinto que delimita el propio asentamiento asi como de las propias estructuras
habitacionales sin que ello implique esfuerzos extras en la construcción de los mismos. Un análisis
más pormenorizado de los emplazamientos será realizado cuando nos ocupemos por separado del
estudio de ambos momentos históricos.
extensión del yacimiento como variable ponderada para analizar territorios teóricos. Asi mismo a
falta de estructuras habitacionales la extensión del yacimiento sirve para llevar a cabo una
aproximación demográfica mediante una relación constante de número de habitantes Has ocupadas.
La delimitación del área del asentamiento no ha presentado ningún problema al existir una barrera
física que lo delimita, la muralla. Por lo que no hemos tenido que usar índices de corrección sobre
ciertos factores -erosión natural, o antrópica, arado- que distorsionan la distribución de los
materiales que sirven como referencia para la delimitación del área ocupada.
En cuanto a la relación existente entre extensión del asentamiento y población se han propuesto
distintas equivalencias asi para distintos contextos se ha considerado la relación:
inumerable número de ventajas con respecto al análisis de un momento concreto que por si sólo no
se explica. Para poder comprender las sociedades del Hierro-I y más si cabe las que se desarrollan
en el Hierro-II , nos es preciso conocer las bases de las mismas. Estas habría que remontarlas a los
momentos del Bronce Final, poco conocido en la zona, pero que muy presumiblemente entronque
con el Bronce Final Atlántico, del que existen varios depósitos votivos de ofrendas a las aguas en
zonas no muy lejanas -Orbigo, Esla, etc.. A este respecto es muy evocador el topónimo existente en
las proximidades del castro de As muradellas -Fonte da Moura-, asi como el propio emplazamiento
del Castro que muy bien pudo comportarse como un asentamiento Gateway si no fuera por que la
cronología más antigua que nos aporta es del siglo III a.C. Aunque este comportamiento dentro de
un patrón dendrítico viene avalado por la propia localización del propio yacimiento situado en un
lugar de paso ineludible que pone en conexión las tierras del Tras os Montes portugues tanto con la
Meseta como con Galicia a través del valle del Rio Tuela que funciona como principal vía de
comunicación en estas profundas sierras de pizarra con fuertes desniveles, asi mismo hay que
considerar la importante cantidad de recursos metalogenéticos existentes en los alrededores, avalan
asi mismo esta hipótesis un poco descabellada, las propias características de la arquitectura
defensiva del mismo, una de las más impresionantes y complejas de todos los castros estudiados
que van más alla de las posibilidades de la pequeña comunidad que cobija y que han puesto al
descubierto las excavaciones realizadas en los mismos.Sin embargo, a parte del yacimiento del
Pedroso poblado calcolítico fortificado y algunos elementos de cultura material -Hacha de
Fradellos-, asi como la posible ocupación en el calcolítico, de los poblados fortificados asentados en
los filones de liditas siluricas donde abunda la variscita, todo hace pensar que todos estos
asentamientos sean de cronología del hierro, es más suelen asociarse genericamente con la Edad del
Hierro-II. En un proceso generalizado de incastillamiento y fortificación en gran parte de Europa la
relación Castro – Edad del Hierro II viene dada por la existencia y el desarrollo de una importante
arquitectura “defensiva” de las comunidades de este momento.
Dentro del catálogo general de yacimientos hemos encuadrado un total de 12 yacimientos en la fase
de Soto-II, algunos de los cuales presentan algun tipo de estructuras defensivas como fosos,
murallas terreras, etc, localizandose la mayoria de ellos en ubicaciones netamente defensivas.
Creemos que ningún yacimiento de los encuadrados puedan remontarse a la fase Soto-I , arrancando
estos castros más antiguos en la fase Soto II. Estos castros zamoranos son hoy por hoy la expresión
más occidental de la cultura tipo Soto -Sejas, Sagallos.-. Es claro un fenómeno de colonización de
los distintos valles que conforman la red hidrográfica del Duero, sobre todo los de la margen
derecha, por las gentes del Soto. Sea el yacimiento epónimo, el centro o no, de este tipo de cultura
comparte unas características muy similares en las formas de apropiacón del paisaje con los castros
aquí considerados. Creemos que es evidente que las comunidades de esta fase suponen una nueva
consolidación de las economías de producción y comparten características y rasgos comunes más
cercanas a las sociedades agrarias tradicionales del siglo pasado que a las comunidades agricolas del
Bronce, comienzan en este momento a constituirse las bases de las sociedades agrarias que sin
apenas transformaciones han presidido la historia de los últimos 2.500 años. Creemos que es claro
que el modelo seguido por estas poblaciones es del tipo de onda de avance, similar al que difunde la
agricultura en el viejo mundo. Aun teniendo en cuenta las limitaciones tecnológicas de la
agricultura que practican esta parece ser más productiva que la de las etapas anteriores. Se
continuara usando la técnica de la tala y chamizera para la roturación El patrón de asentamiento
seguido por estas comunidades es recurrente y presenta una serie de características que permiten
hablar de una ocupación sistemática y regularizada del territorio, asi se desprende de la clara
relación existente entre los territorios teóricos de los asentamientos y las áreas de captación de
recursos utilizadas generalmente
Distancia existente entre el asentamiento de Peñas coronas con su 5 vecinos más próximos. Las
mágnitudes obtenidas, con una media superior a 38 km, delatan los sesgos que en el estudio
territorial introducen la utilización de zonas de estudio delimitadas por criterios meramente
administrativos. Este yacimiento, parece evidente que estaria en conexión con otra serie de
asentamientos al otro lado del Esla, la enorme distancia que le separa del nucleo soteño del
Noroeste debe ser interpretado más bien como un vacio en la investigación, más que la posible
existencia de un vacio poblacional que pueda ser relacionado con la existencia de límites o
fronteras.
observa un fuerte aumento demográfico con una explosión del número de yacimientos, estos
muestran una ocupación territorial diferente a la del modelo anterior con unos territorios teóricos
evidentemente menores, sin embargo se observa un patron recurrente en la extensión de los
yacimientos cercanos a una Ha, que nos delatan la existencia de una sociedades autarquicas en
las que las murallas que rodean por completo el asentamiento dan cohesión al grupo y lo
diferencian a la vez con respecto a las comunidades del entorno inmediatio. La primera
observación a hacer está en relación con la conteporaneidad de estos yacimientos, parece ser un
patrón recurrente, el emplamiento en zonás en la que existen una gran diversidad de recursos,
pero estos castros son de un momento preciso, o sin embargo, la formas de ocupación del
territorio han sido similares durante toda la etapa contemplada. Nos econtramos ante una
sociedad en la que la actividades agropecuarías permiten una equilibrada agricultura subsistencial
en el que se maxifican los recursos y se complementan la actividades agrarias como las
ganaderas dedicandose pequeñas parcelas para plantas forrajeras para el consumo del ganado
que aporta básicamente fuerza de trabajo asi como otros productos complementarios. Asi mismo
este ganado puede hacer uso del rastrojo de las parcelas dedicadas al cereal a la vez que son
abonadas por los mimos. El elemento más caracteristico de estas comunidades es sin duda la
existencia de los propios recintos amurallados que los definen. Aun teniendo en cuenta, que una
función circustancial, aunque no la principal de la muralla pudiera haber sido la de la defensa
con respecto a otras comunidades, su erección estaría más en relación a la de establecer un
codigo de pertenencia de la comunidad con respeto asi misma y las demás comunidades. Nos
encontramos ante una estructura del territorio no jerarquica en la que la opción por
emplazamientos privilegiados no responde a un control articulado del mismo sino más bien a un
control visual de los recursos y lugares de trabajo donde desarrollan sus actividades cotidianas, se
puede distinguir claramente este grupo con respecto a los demás considerados como del Hierro-II
Por un lado nos encontramos con un “vacio” demográfico en el área del valle medio y bajo del
Tera en su confluencia con el rio Esla, a excepción de los Castros de la sierra de Carpurrias que
parece estar más en relación con los castros leoneses que de los inexistentes en sus alrededores a
excepción de el castro de Manganeses de la Polvorosa y del que podría resultar coetáneo. El
emplazamiento de estos es netamente defensiva y esta respuesta del poblamiento hay que
relacionarla directamente con el impacto de la política romana sobre estos territorios. Otro foco
se podría relacionar con la cultura castreña del Noroeste como los castros de Sanabria, y por
último el foco de la sierra de la Culebra que todo hace suponer su existencia a conflictos bélicos
y que parecen responder a diversos momentos de inestabilidad, dada la presumible no coetneidad
de los mismos.
acaece en esta parte de Zamora en el Hierro-II, se comienzan a tomar medidas protectoras sobre los
mismos, para salvaguardar su integridad para generaciones futuras. Se comienza por la protección
de aquellos más emblemáticos como el de Arrabalde, sin duda el Castro más grande de todos los
estudiados, coincidiendo temporalmente en su declaración de BIC con la aparición de los "tesoros"
que dan una gran significativadad a este yacimiento con respecto al conjunto. A medida que
avanzan las investigaciones, se van incorporando a lo largo de la década de los ochenta del pasado
siglo, una serie de castros que acumulan una serie de características relevantes que les otorgan gran
significatividad y que suponen su inclusión en el registro de BIC, As Muradellas, El Castro de
Camarzana de Tera, El Castro de Riomanzanas y El Castro de Fresno de la Carballeda,
conformando los mismos una muestra bastante significativa del espectro total del conjunto. Se
incluyen asi un Castro de la fase Soto -Camarzana-, un castro que puede ser relacionado con la
Cultura Castreña del Noroeste -Lubian-, un castro del área suroriental de la zona de estudio
-Riomanzanas- que caracterizaría a todos aquellos del grupo de Aliste y por último el Castro de
Fresno que representaría a todos aquellos Castros que ocupan el territorio del valle medio del Tera
y la transición con las áreas plenamente sedimentarias, estos dos últimos presentan como
característica común, la presencia en sus defensas de piedras hincadas con lo que se protege esta
forma peculiar de arquitectura defensiva. Durante el último lustro de la década de los 80 y durante
la década de los 90, se asiste a una segunda fase, en la que prima la preservación de los mismos,
para lo cual se acometen distintas campañas de prospección para crear un Inventario Provincial de
Yacimientos que permita en todo momento poder aplicar medidas correctoras en el caso que se vean
afectados por la realización de infraestructuras de tipo lineal -carreteras, autovias, ferrocariles,
gaseoductos,- o relacionadas con la agricultura -concentraciones parcelarias, extensión de regadios,
etc.- . Por último a finales de los 90, reconocidos por la administración los yacimientos
arqueológicos como recursos culturales que pueden ser integrados dentro del marco de la
ordenación del territorio y por mediación de la Fundación del Patrimonio de Castilla y León se
ponen en valor 2 yacimientos castreños -Arrabalde y la Corona de Manganeses-que se ven
integrados dentro de una Ruta Arqueológica que abarca otros momentos históricos, conocida como
de los Valles. Las actuaciones llevadas a cabo no pueden ser consideradas espectaculares con
respecto a la reconstrucción o rehabilitación de los mismos. Asi para el caso de Arrabalde se limita
a la reconstrucción de las puertas y partes del lienzo de las murallas asociadas a estas, dos en la
parte occidental del castro delimitado por dos recintos y una tercera en la parte este. Se acompañan
a estas actuaciones un recorrido guiado al castro mediante paneles informativos donde se identifican
los restos arqueológicos más significativos; una Ermita del siglo XVI, la situación de las diversas
murallas que conforman el recinto y la ruina evidente por el amontonamiento de piedras de una gran
estructura rectangular identificada como casa del "Jefe" y un gran algibe, ambas estructuras
fácilmente identificables mediante la fotografía aérea. La visita al Castro se complementa con un
aula arqueológica o mejor dicho está se ve complementada con la visita al Castro, en la que se
representan escenas de la vida cotidiana de la sociedad astur, vestido, actividades agrarias,
metalurgicas, etc. Se hace participe al visitante del contexto histórico mediante la realización de
actvidades prácticas como la acuñación de moneda "romana" o la reproducción de la orfebrería
"astur" utilizando como modelo el ocultamiento del castro, joyas que al día de hoy se vinculan con
un taller vacceo. En el caso de la corona del pesadero no se ha realizado ninguna intervención sobre
el yacimiento. Aunque conocida su filiación castreña por medio de Martin Valls y Delibes (1981),
la ejecución de la autovía de Noroeste o de las Rias Baixas permiten mediante una intervención de
urgencia la exhumación de una serie de estructuras habitacionales vinculadas al Hierro-II, aunque el
hallazgo más espectacular corresponde a un alfar romano con una amplia distribución regional de
sus marcas de alfarero. Trás la realización de la excavación se procedio al reenterramiento de los
hallazgos exhumados. Para la interpretación de este yacimiento se ha dispuesto una aula
arqueológica en las que se recogen tanto la ocupación astúrica como romana, contando para ello con
una metodología expositiva similar a la de la anterior. Al igual que la última aula interpretativa que
hace alusión nuevamente a la cultura castreña zamorana esta vez puesta en relación con el
campamento romano de Rosinos de Vidriales y el yacimiento cercano de San Pedro de la Viña que
nosotros hemos considerado como del Hierro-I por la profusa aparición de cerámicas de tipo Soto.
Asi mismo en la zona de Sanabría-Carballeda en los mapas de información turística se hayan
localizados los castros más representativos -más evidentes- de esta zona, pero en los que se mezclan
tanto castros romanos -Los Corralones- como los estrictamente de la edad del Hierro. Algunos
castros se encuentran también en los paneles informativos que consignan distintos monumentos en
la comarca de Aliste. Algunas señales informativas han sido colocadas en los últimos años en las
orillas de las carreteras aledañas a los yacimientos para la localización de éstos.
Es importante valorar si estas actuaciones de difusión del patrimonio, en especial las
vinculadas a las aulas de interpretación, son capaces de generar verdadero conocimiento histórico o
por el contrario en aras de un discurso comprensible a la vez que sencillo distorsiona las
"verdaderas" realidades históricas. A nuestro modesto entender, se exhibe una visión de los pueblos
preromanos muy cercana a la representación romántica del héroe indigena que lucha contra el
invasor romano, ello es consecuencia directa de relacionar sistemáticamente los pueblos preromanos
en los momentos de contacto con la República y sus relaciones con ésta, que indefectiblemente
estan unidos siempre a episodios bélicos, los cuales adquieren un gran peso en la explicación del
conjunto. En ninguna de ellas se pone en relación el yacimiento con otros cercanos o que esten
relacionados, vagamente se habla de pueblos astures, sin matizar las diferencias existentes entre los
mismos cayendo en el grave error de contextualizar un momento histórico a partir de un sólo
yacimiento, aunque en el caso de Arrabalde puede estar justificado ya que el propio yacimiento
cristaliza con su costitución los momentos de inestabilidad que se viven en ese tiempo.
Conclusiones.
Las características generales del registro arqueológico de esta área son similares a las de otras zonas
de este momento histórico en su proceso evolutivo, que culmina con la conquista de estos territorios
por Roma y la creación de una identidad étnica y por lo tanto una etnia reconocida por las fuentes
clasicas como los astures.
Varías características definen el periodo, aunque no existen gran número de excavaciones de esta
zona, una aproximación territorial a la misma nos ha permitido definir ciertas características. La
primera de ella es la ausencia total de necrópolis aunque la intensidad de estudio arqueologíco ha
sido baja la inexistencia de cementerios o la no detección de estos vendría dada por su invisibilidad
arqueológica a nivel superficial al no tratarse de conjuntos monumentales, lo cual dificulta el
hallazgo de enterramientos. Esto nos ha imposibilitado la realización de la parte de la ficha en la
que se ponga en relación los asentamientos -castros- con sus necrópolis. Creemos que la ausencia
total de estos enterramientos no supone la inexistencia de ritos funerarios o de la existencia de una
ideología de la muerte por parte de estos pueblos, sino que más bien estaría relacionado con la
invisibilidad de estos ritos de los cuales no queda evidencia arqueológica. Así mismo, es muy
posible la existencia de asentamientos en llano, aunque no se hayan atestiguado para esta época. Se
observa un fuerte vacio demográfico en las zonas sedimentarias que puede ser real o puede ser
consecuencia del ocultamiento de estos por potentes estratos de sedimentos cuaternarios recientes.
Por contra se observa una fuerte “explosión demográfica” en la zona Noroeste o alistana y más alla
de la frontera en el Tras Os Montes asociada al pueblo conocido por las fuentes como Zoela.. Es
evidente, a pesar de la falta de indicadores propiamente arqueológicos, la existencia de una
interacción económica a nivel regional que complementaria la carencia de unos recursos de unas
zonas con otras, está vendría articulada mediante la realización de “ferias” evindeciada en esta
época en otras zonas de la meseta o por medio de elementos individuales que articularían estos
intercambios.
BIBLIOGRAFIA:
Alonso, N.; E. Junyent, A. Lafuente y J.B. López (eds)
2003.Chevaux de frise i fortificació en la primera edat del ferro europea. Lleida: Edicions de la Universitat Lleida.
Almagro-Gorbea, M.
1994. Urbanismo de la Hispania 'céltica': castros y oppida en el Centro y Occidente de la Península Ibérica. En M. Almagro-Gorbea
y A.M. Martín (eds) Castros y oppida en Extremadura, Complutum Extra 4, Madrid, Universidad Complutense: 13-75.
Álvarez-Sanchís, J.R.
1999. Los Vettones. Bibliotheca Archaeologica Hispana 1. Madrid: Real Academia de la Historia.
2003. Los Señores del Ganado. Arqueología de los pueblos prerromanos en el occidente de Iberia. Madrid: Akal.
Arnold, Bettina
1999 "Drinking the Feast": Alcohol and the legitimation of power in Celtic Europe. Cambridge Archaeological Journal 9(1): 71-93.
1995. The material culture of social structure, rank and status in the Early Iron Age Europe. In Bettina Arnold and D. Blair Gibson
(eds) Celtic Chiefdom, Celtic State: 43-52. Col. New Directions in Archaeology. Cambridge: Cambridge University Press.
Barker, Graeme
1985. Prehistoric farming in Europe. Cambridge: Cambridge University Press.
Behar, R.
1986. The Presence of the Past in a Spanish Village: Santa Maria Del Monte. Princeton University Press: Princeton, New Jersey.
Burillo, F. y Ruiz, G.
1988. Metodología para la investigación en Arqueología Territorial. Munibe, supl. 6 (II Congreso Mundial Vasco). Pp. 45—64. San
Sebastian.
Buxó, Ramón
1997. Arqueología de las plantas. Barcelona: Crítica.
1990. Los castros de la cuenca media del río Ulla y sus relaciones con el medio físico. Trabajos de Prehistoria, 47: 161-199.
Collis, John
1989. La Edad del Hierro en Europa. Barcelona: Labor.
Clarke, D.L.
1977 Spatial Information in Archaeology. en D.L. Clarke. Spatial Archaeology. Pp. 1—82. Londres.
1984. Arqueología Analítica. Barcelona, Bellaterra.
Escudero Navarro, Z.
(1995): «Nuevos estudios sobre el poblado vacceo de "El Soto de Medinilla" (Valladolid)», en Arqueología y Medio ambiente. El
primer milenio a. C. en el Duero medio, Delibes, G.; Romero, F. y Morales, A. (eds.), Junta de Castilla y León, Valladolid, págs.
179-218.
Esparza, A.
1987 Los Castros de la Edad del Hierro del Noroeste de Zamora. Diputación de Zamora, Instituto de Estudios Zamoranos Florían de
Ocampo.
2003. Castros con piedras hincadas del oeste de la Meseta y sus aledaños. En N. Alonso, E. Junyent, A. Lafuente and J.B. López
(eds), Chevaux de frise i fortificació en la primera edat del ferro europea, pp. 155-178. Lleida: Edicions de la Universitat Lleida.
Fernández-Posse, María Dolores, Sánchez-Palencia Ramos, Francisco Javier, Fernández Manzano, Julio and Orejas Saco del Valle,
Almudena
1994. Estructura social y territorio en la Cultura Castreña prerromana. (Actas del I Congreso de Arqueología Peninsular, Porto,
1993). Trabalhos de Antropologia e Etnologia, 34, 3-4: 191-212.
Garnacho T.M.
1878
Breve noticia de algunas antiguedades de la ciudad y provincia de Zamora. Zamora.
Fernandez Duro, C.
1882
Memorias históricas de la ciudad de Zamora, su provincia y obispado. Madrid.
Harbinson, P (1969)
El castro de Vivinera (Zamora) y sus “piedras hincadas” Zephyrus XIX-XX,: 57-60
Press.
Hodder,I. y Orton, C.
1976 Spatial Analisys in Archaeology. Cambridge University Press
Jones, M.
1996. Plant exploitation. In Timothy C. Champion and John Collis (eds.) The Iron Age in Britain and Ireland: Recent Trends: 29-40.
Sheffield: University of Sheffield.
Loewinsohn, E. (1965)
Una calzada y dos campamentos romanos del Conventus Asturum. Archivo Español de Arqueología XXXVIII 112
Lorrio, Alberto J.
1997. Los Celtíberos. Complutum Extra, 7. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Alicante.
Ropper, D.C
1979. The method and theory of site catchment analisys: a review. En Schiffer, M.B. Advances in Archeologícal method and
theory , 2. Pp. 119—42.Nueva York, Londres, Academic Press.
Salinas, M.
2001. Los vettones. Indigenismo y romanización en el occidente de la Meseta. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca.
Sánchez Moreno, E.
2000. Vetones: historia y arqueología de un pueblo prerromano. Madrid: Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid.
Wattenberg, Federico
1959. La region vaccea. Celtiberismo y romanización en la cuenca media del Duero. Bibliotheca Praehistorica Hispana II. Madrid:
Diputación Provincial de Valladolid.