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Hora santa con Jesús sacramentado

1-Introducción
Señal de la Cruz (En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén)
Nos ponemos en presencia de Dios, con un corazón arrepentido para ello podemos
cantar un canto penitencial que sepas o puedes hacer con tus palabras una oración
pidiendo arrepentimiento y perdón.

La eucaristía es el sacramento de la comunión con Jesús en la tierra: "quien come mi


carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él " Jn 6,57-58
Jesús permanece para siempre en la sagrada Eucaristía con una presencia personal y
sustancial. Jesús es el mismo en la Ultima CENA y en el sagrario. En aquella noche los
discípulos habían gozado de la presencia palpable de Jesús, que se había entregado a
ellos en la intimidad del cenáculo .Había estado a su disposición solícito y emotivo para
todos. Su presencia en aquellos momentos era de un valor excepcional para ellos: la del
amigo que se despide de sus íntimos. Pero Jesús se queda, hasta el fin de los tiempos.
En el Cenáculo y en el sagrario está igualmente presente.

¿Crees esto?

En la ciudad de Lanciano (Italia) un monje de San Basilio hacia el año 700 dudaba de la
presencia de Cristo en la Hostia Consagrada, un día celebrando Misa al elevar la hostia
ésta se convierte en un pedazo de carne y el vino en Sangre. Esos "fragmentos "de carne
y de Sangre son conservados hoy :
Estudiados hace unas décadas se llegaron a las siguientes conclusiones :la carne es
tejido muscular cardíaco, la Sangre así como la carne es de la especie humana con grupo
Sanguíneo AB, con las propiedades de sangre fresca.

2-Meditación:
(lee despacio, reflexivamente, si alguna frase te llama la atención, vuelve a leerla, a
"saborearla", y recién después continúa)

Jesús prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo.


El está en medio de nosotros bajo distintas formas:
1-En la comunidad (Cuando dos o más personas se reúnen en su nombre)
2-En la Palabra
3-En la Eucaristía

No conforme de haberse encarnado, de haber muerto en la cruz, en la locura del amor


por entrar a vivir en cada corazón , "inventó" el sacramento de la Eucaristía y
enteramente nos da su Cuerpo, su Alma, su Sangre, su Divinidad.
El viene a mí, para transformar todo mi ser y cambiar el hombre viejo esclavo del
pecado en un hijo de Dios, capaz de vivir y participar en comunión con las tres personas
divinas( Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Es el momento de preguntarte ¿ si Jesús se ha dado enteramente a mi, puedo yo no
hacer lo mismo con El?
Entregó hasta su sangre en Su Crucifixión para ganar nuestro corazón, y quiso darse en
la Eucaristía para ganar nuestro amor; ¿puedo resistir al mismo Cristo, que se ofrece
como un regalo ? Si tuviera alguna cosa mejor para darme, mejor que a sí mismo,
Jesucristo me la daría.

En la Eucaristía Jesús se queda con nosotros oculto bajo las apariencias sacramentales
para salir a nuestro encuentro y entregarse.
Se hace alimento para que sigamos luchando, se hace ofrenda permanente al Padre
para seguir salvando al mundo y se nos hace anuncio y garantía de la Vida que no
tenemos aún, pero que un día nos llegará.

Desde esta admirable presencia de Jesús se ocupa de la obra de la gracia, purificando


nuestra alma del pecado y preservándola de toda falta.

3-Peticiones
El Señor pasó sobre la tierra haciendo el bien, curando enfermos del cuerpo y del alma,
dio vista a los ciegos, salud a los enfermos y vida a los muertos y esto, no con
medicinas corporales, sino con solo su palabra o tocándolos con sus manos o vestiduras
y en el sagrario sigue haciendo de médico de nuestras dolencias...
(Pido las gracias de salud física,o psíquica que necesito, las nombro una a una, si me
ayuda puedo escribirlas.......)

El Señor pasó sobre la tierra enseñando a amar como El amaba y en el sagrario sigue
haciendo de maestro de nuestra vida...

Desimos algunas intenciones.

Cantamos a Jesús vivo en la Eucaristía. (puedes usar los cantos que se usa en tu
parroquia en el momento de la comunión, por ejemplo Hambre de Dios, Yo soy el
camino, Pan de vida y bebida de luz, etc)

6-Comunión Espiritual

Creo, Jesús mío, que estás presente en el santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre
todas las cosas y deseo recibirte en mi alma; pero ya no puedo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven, a lo menos espiritualmente, a mi corazón.
Y como si ya hubiese venido te abrazo y me uno todo a ti.
No permitas que jamás me aparte de ti. Amén.

7- Acción de Gracias

Te damos gracias ,Señor, porque nos das la vida en abundancia en tu Palabra y en la


Eucaristía.

Te damos gracias ,Señor, porque quisiste permanecer con nosotros en la humildad del
pan y del vino

Te damos gracias ,Señor, porque..( agrega todos los motivos que tengas para dar gracias
a Dios...)
8-Despedida (Nos despedimos rezando con una oración de San Alfonso)

Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres estás día y noche en este sacramento,
lleno de
misericordia y amor, esperando, llamando y acogiendo a cuantos vienen a visitarte. Creo
que estás presente en el santísimo sacramento el Altar; te adoro ahí desde el abismo de
mi nada; te doy gracias por todos los beneficios que me has hecho, y especialmente por
haberte dado todo a mí en este sacramento, y por abogada a María, tu madre santísima,
y por haberme llamado a visitarte en este lugar santo.
Saludo hoy a tu amantísimo Corazón y es mi intención saludarlo por tres fines: el
primero, para darte gracias por tan insigne don; el segundo ,para reparar las injurias que
has recibido en este sacramento; y tercero, para adorarte desde aquí en esta visita, en
todos los lugares de la tierra donde estés sacramentado.
Jesús mío, te amo con todo mi corazón. Me arrepiento de haber ofendido tantas veces en
mi vida pasada, a tu bondad infinita. Propongo mediante tu gracia no ofenderte más en
adelante, y ahora me consagro enteramente a ti, renuncio a mi voluntad, a mis afectos, a
mis deseos, a todo lo que me pertenece, y te hago de ello donación. En adelante, haz de
mí y de todas mis cosas cuanto te plazca.
No te pido ni quiero otra cosa que tu santo amor, la perseverancia final y el perfecto
cumplimiento de tu voluntad. te encomiendo las lamas benditas del purgatorio y en
particular las más devotas del Santísimo sacramento y de María. Te encomiendo
también todos los pobres pecadores. Pon fin, oh salvador amantísimo, uno todos mis
afectos a los de tu amorosísimo Corazón, y así unidos los ofrezco a tu Padre, pidiéndole
en tu nombre se digne aceptarlos y oiga mis súplicas por amor tuyo. Amén.

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