Sei sulla pagina 1di 23

Fı́sica Contemporánea

I. Relatividad Especial
Luis Moraga
15 de Abril de 2008

N. B. Las secciones maradas con un asterisco (*) pueden ser ignoradas en una
primera lectura.

1 Invariantes:
De acuerdo con la opinión generalizada, la teorı́a de Relatividad de Einstein se
puede resumir en una sola frase: ”Todo es relativo”. Por el contrario, una frase
que mejor retrata tanto la intención como el contenido de esta teorı́a es otra: ”Hay
cosas absolutas y sólo ellas son interesantes”.
Cuando uno de estos absolutos es un número, se llama invariante. Con esto
se quiere decir que una cierta magnitud fı́sica —aunque sea medida por diferentes
observadores que pueden estar moviéndose unos con respecto a otros con veloci-
dades arbitrarias— resulta tener, para todos ellos, el mismo valor. Aunque estas
magnitudes no son numerosas, son las importantes.
Una de estos invariantes es la velocidad de la luz c = 300 000 km/s = 3,0 ×108
m/s. Uno podrı́a imaginarse el experimento siguiente (no enteramente fantástico):
Una nave espacial se mueve de derecha a izquierda (con respecto a nosotros) con
una velocidad de 200 000 km/s. Un foco en su proa lanza un haz de luz por delante
de la nave, con una velocidad —con respecto a la nave— de 300 000 km/s. La
intuición más básica dice que el haz de luz se mueve de derecha a izquierda, con
respecto a nosotros, con una velocidad combinada de 500 000 km/s. El resultado
de experimentos cuidadosos muestra que esta intuición es falsa.1 En realidad, el
haz de luz se mueve con respecto a nosotros también a una velocidad de 300 000
km/s. En el hecho, el haz de luz se mueve con respecto a cualquier observador con
1 Por supuesto, a falta de naves espaciales rápidas, este experimento no se ha realizado todavı́a.

Pero si se han llevado a cabo muchos otros que le son equivalentes. El más famoso fué imaginado
y realizado por Albert Abraham Michelson y Edward Williams Morley:
A. A. Michelson y E. W. Morley, ”On the relative motion of the Earth and the luminiferous
ether,” The American Journal of Science, volumen 34 (Tercera Serie), pp. 333-345 (Noviembre
de 1887).

1
2 EL INTERVALO: 2

la misma velocidad c = 300 000 km/s —aunque el observador se desplace hacia la


derecha o la izquierda con una velocidad arbitraria.

2 El intervalo:
Para poder explicar el papel de estos invariantes en la descripción del universo,
Taylor y Wheeler comienzan contando la siguiente fábula:2
Dos topógrafos son contratados para levantar el mapa de un terreno, situado
en Transilvania. Uno de los topógrafos es chileno y el otro, transilvano. Ambos
trabajan con gran aplicación, y terminan determinando las coordenadas precisas
de los diversos accidentes notables del terreno: la abadı́a (A), el paso de Borgo
(B), la cripta (C) etc.
La tabla siguiente resume el resultado de las mediciones de los topógrafos.

Topógrafo chileno Topógrafo transilvano


Sistema coordenado orientado Sistema coordenado orientado
al norte magnético a la Estrella Polar
Coordenada x Coordenada y Coordenada x0 Coordenada y 0
de oeste a este de sur a norte de oeste a este de sur a norte
(metros). (kilometros). (metros). (kilometros).
A 993,72 4,3210 2078,2 3,9166
B 538,45 1,2067 832,42 1,0262
C 3201,0 1,0043 3351,9 1,4160
D 6040,3 2,5423 6492,5 892,33

Claramente, las coordenadas determinadas por un topógrafo no coinciden en


ningún caso con las determinadas por el otro. ¿Cuál de los topógrafos está equivo-
cado? En realidad, ninguno de los dos. Resulta que el topógrafo chileno medı́a sólo
de dı́a, mientras que el topógrafo transilvano trabajaba sólo de noche. Para orien-
tar su sistema coordenado hacia el norte, el topógrafo chileno usaba una brújula.
El topógrafo transilvano orientaba el eje norte-sur de su sistema coordenado en la
dirección de la Estrella Polar. Como estas direcciones no coinciden, los sistemas
coordenados resultaron estar rotados uno con respecto al otro. Pero, a pesar de
esto, no se puede afirmar que ninguno de estos (u otros) sistemas coordenados sea
mas veraces o intrı́nsicamente superior a cualquier otro.
Notamos que, aunque los valores numéricos de las coordenadas difieran al pasar
de un sistema coordenado a otro, las distancias entre los puntos medidos no puede
depender del sistema. Las coordenadas son relativas, pero la red de distancias
2 Edwin F. Taylor y John Archibald Wheeler, Spacetime Physics: Introduction to Special

Relativity, Second Edition, W. H. Freeman and Company, Nueva York, 1992, pp. 1-3. Nuestra
versión de la fábula tiene pequños retoques comparada con la original.
2 EL INTERVALO: 3

mutuas son absolutas. Por ejemplo, consideremos la distancia entre el objeto A


y el D. Dadas los respectivos pares de coordenadas xA , yA y xD , yD , podemos
calcular la distancia entre dAD A y D mediante el teorema de Pitágoras3

d2AD = (∆x)2 + (∆y)2 , en donde ∆x = xD − xA y ∆y = yD − yA .

(∆x y ∆y son dos catetos de un triángulo rectángulo del cual dAD es la hipotenusa.)
Utilizamos, primero las coordenada obtenidas por el topógrafo chileno.

∆x = 5046, 6 m; ∆y = −1778, 7 m; dAD = 5350, 9 m.

Con los datos del topógrafo transilvano obtenemos:

∆x = 4414, 3 m; ∆y = −3024, 2 m; dAD = 5350, 9 m.

Como se comprueba fácilmente, lo mismo vale para la distancia entre otro


cualquier par de accidentes geográficos.
En tres dimensiones, para especificar la situación de cada punto se requieren
tres coordenadas x, y, z. Es fácil ver que la distancia dAB entre un par de puntos
A y B, con coordenadas xA , yA , zA y xB , yB , zB , respectivamente, es
p
dAB = (∆x)2 + (∆y)2 + (∆z)2 ; con
∆x = xB − xA , ∆y = yB − yA , ∆z = zB − zA .

Esta es la generalización del teorema de Pitágora a tres dimensiones.


Una serie de experimentos realizados a comienzos del siglo xx mostraron que
el Universo en realidad tiene cuatro dimensiones. Se encontró que, además de
las tres dimensiones espaciales x, y, z, hay que agregar una cuarta dimensión ct.
Esto significa que, además de especificar la posición de cada suceso proporcio-
nando sus coordenadas espaciales, es necesario decir cuando ocurre este suceso;
proporcionando el número t de segundos transcurridos desde un dado origen de
coordenadas. (Multiplicamos este t, que está en segundos, por la velocidad de la
luz c, en metros/segundo, para que las cuatro coordenadas estén en una unidad
común, que es metros.)
Agregar el tiempo como una cuarta coordenada a las tres espaciales no es
una operación arbitraria.4 Los experimentos realizados a fines del siglo xix y
a comienzos del siglo xx conducen a la conclusión ineludible que el tiempo está
construido casi del mismo material del que está hecho el espacio. En el hecho (como
mostraremos en la sección siguiente) la transformación de coordenadas desde un
3 Existe la complicación adicional que una de las coordenadas está en metros, mientras que la

otra se expresa en kilometros. Pero esta dificultad no es grande, porque podemos transformar
fácilmente todas las medidas a una unidad común (metros, por ejemplo) al hacer los cálculos.
4 Quizás podrı́a imaginarse la posibilidad de agregar una quinta dimensión representando, por

ejemplo, la temperatura o la presión. Pero este agregado serı́a incoherente y arbitrario. La


temperatura o la presión son magnitudes intrı́nsicamente diferentes del espacio o el tiempo.
3 GRUPO DE LORENTZ: 4

observador a otro equivale a una rotación que mezcla, hasta cierto punto, el espacio
con el tiempo. Ası́, el presente de un observador puede ser, a la vez, el pasado y
el futuro de otro.
Las cuatro coordenadas espaciotemporales de definen un evento ct, x, y, z son,
por supuesto, relativas al sistema coordenado al cual están referidas. Lo absoluto,
o invariante, es la distancia dAB entre dos pares de eventos A, B —distancia que
puede ser calculada mediante la generalización del teorema de Pitágoras a cuatro
dimensiones. Los datos experimentales muestran que esta generalización es

d2AB = (∆x)2 + (∆y)2 + (∆z)2 − c2 (∆t)2 ; con


∆x = xB − xA , ∆y = yB − yA , ∆z = zB − zA , c∆t = c(tB − tA ).

Lo espectacular o inesperado de esta fórmula reside en el signo negativo del


último sumando. Para calcular el cuadrado de la hipotenusa, es necesario sumar
los cuadrados de los tres catetos espaciales, pero restar el cuadrado del cateto
temporal. (El tiempo es muy semejante al espacio, pero no idéntico a él.)
Para partı́culas que deben moverse necesariamente a velocidades menores que
la de la luz, las distancias calculadas con esta fórmula resultan ser imaginarias
puras —una caracterı́stica que no es absurda pero que es molesta. Para evitar
este problema, utilizaremos de aquı́ en adelante el intervalo ∆s en lugar de la
distancia dAB , definido por (∆s)2 = −d2AB . Ası́, este intervalo resulta ser

(∆s)2 = c2 (∆t)2 − (∆x)2 − (∆y)2 − (∆z)2 . (1)

Por cierto, el intervalo ∆s es invariante, porque la distancia lo es.

3 Grupo de Lorentz:
El grupo de Lorentz es el conjunto de todas las transformaciones de coordenadas
que dejan invariante el intervalo (1). Claramente una de estas transformaciones
es una rotación en un ángulo θ en el plano x − y, que deja invariantes los ejes z y
ct. Esta transformación es

x0 = x cos θ + y sin θ, y 0 = −x sin θ + y cos θ, z 0 = z, ct0 = ct. (2)

En notación matricial, esta transformación se escribe:


 0    
ct 1 0 0 0 ct
 x0   0 cos θ sin θ 0   x 
 0 =  . (3)
 y   0 − sin θ cos θ 0   y 
z0 0 0 0 1 z
De un modo más abstracto podemos escribir

x0 = Rx,y (θ)x;
3 GRUPO DE LORENTZ: 5

en donde x0 , Rx,y (θ) y x denotan, respectivamente, las tres matrices de la ecuación


(3).
Demostraremos explı́citamente que esta transformación deja invariante el in-
tervalo. En efecto, a partir de (2), tenemos que

∆x0 = cos θ∆x + sin θ∆y, ∆y 0 = − sin θ∆x + cos θ∆y, ∆z 0 = ∆z, c∆t0 = c∆t;
(∆s)2 = c2 (∆t0 )2 − (∆x0 )2 − (∆y 0 )2 − (∆z 0 )2
= c2 (∆t)2 − (∆x)2 cos2 θ − (∆y)2 sin2 θ − 2(∆x)(∆y) cos θ cos θ
−(∆x)2 sin2 θ − (∆y)2 cos2 θ + 2(∆x)(∆y) cos θ cos θ − (∆z)2
¡ ¢ ¡ ¢
= c2 (∆t)2 − (∆x)2 cos2 θ + sin2 θ − (∆y)2 sin2 θ + cos2 θ − (∆z)2
= c2 (∆t)2 − (∆x)2 − (∆y)2 − (∆z)2 ,

porque
sin2 θ + cos2 θ = 1. (4)
De la misma manera, comprobamos que pertenece también al grupo de Lorentz
una rotación en un ángulo χ en el plano x − z, que deja invariantes los ejes y, ct.
Explı́citamente, esta es
 
1 0 0 0
 0 cos χ 0 sin χ 
Rx,z (χ) = 
 0
.
0 1 0 
0 − sin χ 0 cos χ

Ası́, es fácil construir matrices que provoquen rotaciones espaciales arbitrarias


alrededor de los ejes coordenados y, combinándolas, alrededor de cualquier eje
espacial. Pero ¿es posible construir rotaciones semejantes, pero que involucren el
tiempo? Claramente esto es posible. Por ejemplo, la siguiente es una rotación en
un ángulo ϑ en el plano ct, x, que deja invariante los ejes y, z:
 
cosh ϑ − sinh ϑ 0 0
 − sinh ϑ cosh ϑ 0 0 
Rt,x (ϑ) = 
 0
. (5)
0 1 0 
0 0 0 1
Notamos que, en contraste con el caso de la rotación espacial (3), aparecen aquı́
funciones hiperbólicas en lugar de circulares.
Demostraremos, ahora, que la rotación (5) también deja invariante el intervalo.
Al aplicarla a las coordenadas de un sistema, se tiene que

c∆t0 = c∆t cosh ϑ − ∆x sinh ϑ; ∆x0 = −c∆t sinh ϑ + ∆x cosh ϑ;


∆y 0 = ∆y; ∆z 0 = ∆z.
(∆s)2 = c2 (∆t0 )2 − (∆x0 )2 − (∆y 0 )2 − (∆z 0 )2
4 LAS TRANSFORMACIONES DE LORENTZ: 6

= c2 (∆t)2 cosh2 ϑ + (∆x)2 sinh2 ϑ − 2c(∆t)(∆x) sinh ϑ cosh ϑ


−c2 (∆t)2 sinh2 ϑ − (∆x)2 cosh2 ϑ + 2c(∆t)(∆x) sinh ϑ cosh ϑ
−(∆y)2 − (∆z)2
¡ ¢ ¡ ¢
= c2 (∆t)2 cosh2 ϑ − sinh2 ϑ + (∆x)2 sinh2 ϑ − cosh2 ϑ
−(∆y)2 − (∆z)2
= c2 (∆t)2 − (∆x)2 − (∆y)2 − (∆z)2 ,

porque
cosh2 ϑ − sinh2 ϑ = 1. (6)
Es la necesidad de satisfacer esta ecuación, en lugar de (4), la que obliga a
utilizar rotaciones hiperbólicas en lugar de circulares cuando en las rotaciones
interviene el tiempo.

4 Las transformaciones de Lorentz:


Investigaremos aquı́ más ajustadamente la naturaleza de la rotación hiperbólica
en un ángulo ϑ que deja invariantes los ejes y y z. Por (5),

x0 = x cosh ϑ − ct sinh ϑ,
y0 = y,
z0 = z,
ct0 = −x sinh ϑ + ct cosh ϑ. (7)

Resulta que no es el ángulo de rotación ϑ el que posee una interpretación fı́sica


directa, sino su tangente hiperbólica β = tanh ϑ. La transformación (7) describe
el caso en que el sistema coordenado x0 , y 0 , z 0 , t0 se mueve con respecto al sistema
x, y, z, t con velocidad uniforme V en dirección paralela al eje x. Ası́, la tangente
del ángulo de rotación es esta velocidad V en unidades de la velocidad de la luz c
V
tanh ϑ = β = . (8)
c
La trigonometrı́a hiperbólica permite calcular el seno y el coseno hiperbólico
dada la tangente del ángulo. En este caso tenemos que
1
cosh ϑ = p =γ
1 − β2
β
sinh ϑ = p = γβ. (9)
1 − β2
4 LAS TRANSFORMACIONES DE LORENTZ: 7

p p
(La notación β = V /c y γ = 1/ 1 − β 2 = 1/ 1 − (V /c)2 es hoy univer-
salmente usada en este contexto.) Escrita en términos de estas cantidaes, la trans-
formación de Lorentz es

x0 = γ(x − βct)
y0 = y
z0 = z
ct0 = γ(ct − βx). (10)

La transformación inversa se obtiene cambiendo V por −V o, lo que es lo


mismo, β por −β. γ permanece invariable. Ası́,

x = γ(x0 + βct0 )
y = y0
z = z0
ct = γ(ct0 + βx0 ). (11)

Finalmente, escrita en función de la velocidad V del sistema con primas con


respecto al sin primas, se tiene una forma equivalente de la transformación de
Lorentz
x−Vt
x0 = q ¡ ¢2 ,
1 − Vc
y0 = y,
z0 = z,
t − cV2 x
t0 = q ¡ ¢2 . (12)
1 − Vc

Esta es la forma usual en que se suelen presentar las transformaciones de


Lorentz. Notamos que, si V /c es mucho menor que 1, γ ' 1 y las transforma-
ciones de Lorentz devienen en las más intuitivas transformaciones de Galileo:

x0 = x − V t,
y0 = y,
z0 = z,
t0 = t. (13)
5 *BREVE HISTORIA DE LAS TRANSFORMACIONES DE LORENTZ: 8

5 *Breve historia de las transformaciones de Lorentz:


6 *Forma vectorial de las transformaciones de Lorentz:
En esta sección determinaremos la forma de las transformaciones de Lorentz entre
dos sistemas coordenados, cuyos ejes son paraleleos entre sı́, y que se mueven con
velocidad uniforme uno con respecto al otro con una velocidad V cuya dirección
es arbitraria.
Para esto suponemos inicialmente que V está en la dirección del eje x y escribi-
mos las tres últimas ecuaciones (10) en términos de los vectores tridimensionales
r (de componentes x, y, z) y r0 (de componentes x0 , y 0 , z 0 )

V
r0 = r + [γ (x − βct) − x] .
V
Para poder eliminar la aparición explı́cita de la coordenada x aquı́ y en la primera
ecuación (10) utilizamos la identidad

V·r
x= .
V
Ası́, las transformaciones de Lorentz adquieren su forma vectorial

ct0 = γct − γ(β · r) (14)


β(β · r)
r0 = r+ (γ − 1) − γβct;
β2

en donde hemos utilizado β=V/c.


Estas relaciones fueron deducidas suponiendo que la velocidad relativa V es-
taba en la dirección del eje x. Sin embargo, en su forma vectorial, son válidas para
un dirección arbitraria de V. Si las componentes de esta velocidad son Vx , Vy , Vz ;
y ponemos βx = Vx /c, βy = Vy /c, βz = Vz /c, esta transformación de Lorentz en
el espacio de Minkowski se puede escribir en forma matricial ası́:
 0    
ct γ −γβx −γβy −γβz ct
 x0   −γβx ∆xx + 1 ∆xy ∆xz   
 0 =  x , (15)
 y   −γβy ∆xy ∆yy + 1 ∆yz   y 
0
z −γβz ∆xz ∆yz ∆zz + 1 z

en donde se ha definido
βµ βν
∆µν = (γ − 1) ; con µ, ν = x, y, z.
β2
7 ABERRACIÓN DE LA LUZ: 9

7 Aberración de la luz:
La primera evidencia experimental directa en favor de la hipótesis que la Tierra
gira alrededor del Sol —en lugar de la que supone que es el Sol quién gira alrededor
de la Tierra— resultó de las cuidadosas mediciones de las posiciones de las estrellas
realizadas por el astrónomo inglés James Bradley a partir de 1725. Bradley notó
que la dirección en que se observa una estrella fija parecı́a variar periódicamente en
el curso del año en un ángulo uniforme (después de eliminar otras correcciones) de
unos 40,5 segundos de arco. Este fenómeno se llama aberración de la luz estelar.5
La aberración de la luz proveniente de una estrella no es producto de su
movimiento propio, sino el resultado de componer la velocidad de la luz con la
velocidad de la Tierra en su órbita alrededor del Sol. Si nos paramos, por ejem-
plo bajo una lluvia que cae verticalmente, lo mejor es mantener el paraguas en
dirección vertical. Pero si nos movemos con una velocidad V bajo esta misma llu-
via, en nuestro sistema coordenado la lluvia adquiere una componente horizontal
de velocidad −V y la mejor manera de no mojarnos consiste en inclinar el paraguas
en un ángulo cuya tangente sea el cociente entre V y la velocidad vertical de la
lluvia. De la misma manera, arguyó Bradley, el hecho que el ángulo de aberración
sea uniforme y del orden de 10−4 radianes muestra que este es el cociente entre la
velocidad de la Tierra y la velocidad de la luz.
Supongamos que la estrella está en el origen del sistema coordenado x, y, z,
ct, ligado a ella. Las coordenadas de un haz de luz emitido por la estrella son

x = 0, y = 0, z = −ct.

El sistema x0 , y 0 , z 0 , ct0 , ligado a la Tierra, se mueve con velocidad VT en la


dirección x. Por (10), las coordenadas del mismo haz de luz son

x0 = −γβct; y 0 = y = 0; z 0 = z = −ct; t0 = γt.

El ángulo α de inclinación del haz en el sistema ligado a la Tierra está dado


por
−x0 VT /c VT
tan α = = γβ = p ' ,
−z 0 1 − (VT /c)2 c
puesto que VT /c ' 10−4 .

8 Suma de velocidades:
Supongamos que un sistema coordenado S 0 se mueve con respecto a nuestro sistema
S con una velocidad V1 . Una partı́cula se mueve con una velocidad V2 con respecto
5 J. Bradley, ”A new apparent motion discovered in the fixed stars; its cause assigned; the

velocity and equable motion of light deduced,” Proccedings of the Royal Society of London,
volumen 35, pp. 308-321 (1728).
8 SUMA DE VELOCIDADES: 10

al sistema S 0 . ¿Con que velocidad V se mueve la partı́cula con respecto a nuestro


propio sistema S? (Para simplificar supondremos que V1 y V2 tienen la misma
dirección y sentido.)
El sentido común (y la cinemática de Galileo) sugiere que

V = V1 + V2 . (16)

El formalismo de la relatividad de Einstein proporciona una respuesta distinta.


Para realizar la transformación desde nuestro sistema coordenado S hasta el sis-
tema S 0 es necesario realizar una rotación hiperbólica en un cierto ángulo, que
llamaremos θ1 . De la misma manera, el paso desde el sistema S 0 hasta otro sistema
vinculado a la partı́cula requiere de una segunda rotación (alrededor del mismo
eje) en un ángulo θ2 . El efecto combinado de estas rotaciones es equivalente a una
rotación en ángulo θ
θ = θ1 + θ2 .
Entonces,
V1
V tanh θ1 + tanh θ2 + V2
= tanh(θ1 + θ2 ) = = c V1 Vc 2 ,
c 1 + tanh θ1 tanh θ2 1+ c c

es decir,
V1 + V2
V = . (17)
1 + V1c2V2
Esta es fórmula para la suma de velocidades. Notamos que, si tanto V1 como
V2 son pequeñas comparadas con la velocidad de la luz c, se puede aproximar por
uno el denominador de esta ecuación y obtener ası́ la prescripción aproximada
(16).
Por el contrario, si sumamos la velocidad de la luz c a cualquier velocidad V1 ,
tenemos que
V1 + c V1 /c + 1
=c = c.
1 + V1 c/c2 1 + V1 /c
Ası́, c aparece como una velocidad lı́mite que no puede ser superada por el movimiento
de ninguna partı́cula real.
Problema: Una partı́cula se mueve hacia la derecha con velocidad +0,95c
respecto a un cierto sistema coordenado S 0 . Una segunda partı́cula se mueve
hacia la izquierda, en la misma dirección que la primera, con velocidad - 0,95c
con respecto al mismo sistema coordenado S 0 . ¿Cual es la velocidad de la primera
partı́cula con respecto a la segunda?
Solución: Sea S el sistema coordenado unido a la segunda partı́cula. Entonces
S 0 se mueve con respecto a S con velocidad V1 = 0, 95c, mientras que la primera
9 LA CONTRACCIÓN DE LORENTZ-FITZGERALD: 11

partı́cula se mueve con respecto a S 0 con velocidad V2 = 0, 95c. Por (17), la


velocidad combinada V es
0, 95c + 0, 95c
V = = 0, 999c.
1 + (0, 95c/c)2

9 La contracción de Lorentz-Fitzgerald:
Consideremos una regla en reposo en la dirección del eje x con longitud ∆x =
x2 −x1 = L0 . (x1 y x2 son las respectivas coordenadas de los extremos de la regla.)
Se trata de medir la longitud L de la misma regla en un sistema de coordenadas
S 0 que se mueve con respecto a S con una velocidad V en la dirección del eje x.
Como queremos que esta medición proporcione la longitud correcta, tendremos
cuidado que (i) la medición de cada una de las coordenadas de los extremos de
regla x01 , x02 sea hecha en forma simultánea; de modo que ∆t0 = t02 − t01 = 0. (ii)
Como la luz puede tardar tiempos distintos al viajar desde un extremo u otro de la
regla hasta nuestro aparato de medición, producto de diferencias en distancias, la
forma de la regla puede aparecer distorsionada. Suponemos que estas diferencias
en tiempos de tránsito han sido correctamente consideradas al calcular el verdadero
largo ∆x0 = x02 − x01 = L en S 0 .
Por (10), poniendo ∆t0 = 0, ∆x = L0 en

∆x = γ(∆x0 + βc∆t0 )

se tiene L0 = γL, L = L0 /γ, esto es

L0 p
L= = 1 − β 2 L0 . (18)
γ

Por lo tanto, en general L es menor que L0 .6


6 Esto no significa que una fotografı́a tomada a una regla moviéndose a gran velocidad la

muestre más corta que una en reposo. También, por ejemplo, la fotografı́a de una esfera en
movimiento mostrá una figura esférica y no un elipsoide.
V. F. Weisskopf, ”The visual appearance of rapidly moving objects,” Physics Today, volumen
13, número 9, pp. 24-27 (septiembre de 1960).
G. D. Scott y H. J. van Driel, ”Geometrical appearances at relativistic speeds,” American
Journal of Physics, volumen 38, número 8, pp. 971-977 (agosto de 1970).
En la red se puede encontrar vı́deos de la apariencia de objetos vistos por observadores en
movimiento rápido. Por ejemplo:
www.adamanton.com/warp/,
www.fourmilab.ch/cship/lorentz.html,
www.fourmilab.ch/cship/timedial.html ,
www.fourmilab.ch/cship/doppler.html,
www.fourmilab.ch/cship/aberration.html
www.youtube.com/watch?v=JQnHTKZBTI4&feature=related.
10 LA DILATACIÓN DEL TIEMPO: 12

10 La dilatación del tiempo:


Consideramos ahora un reloj que está en reposo en un sistema de referencia S.
Sea ∆t = τ un intervalo de tiempo medido con este reloj. (Los tiempos τ medidos
por un reloj en reposos en un sistema coordenado se denomina su tiempo propio.)
Por (11), poniendo ∆x = 0 y ∆t = τ en
µ ¶
0 β
∆t = γ ∆t − ∆x ,
c

obtenemos que
∆t
∆t0 = γτ = p . (19)
1 − β2
Por lo tanto, los relojes en movimiento suelen correr más lentamente que los
que no lo están (Esto vale para todos los relojes: el tiempo que un núcleo radiactivo
tarda en decaer, el proceso de envejecimiento, o la sensación misma del paso del
tiempo en un humano.)

11 El efecto Doppler:
Se trata aquı́ de un emisor de ondas electromagnéticas situado en el sistema coor-
denado S en el punto x = 0, y = 0, z = 0, que emite ondas con un perı́odo T . Las
ondas son detectadas en un sistema de referencia S 0 que se mueve con respecto
a S con una velocidad V . El perı́do T 0 de la onda medida en S 0 no es el mismo
que en S. (Por lo tanto, también varı́a la frecuencia y la longitud de onda de uno
al otro sistema de referencia.) Esta variación, que es un efecto combinado de la
dilatación del tiempo y la diferencia en distancias que debe recorrer la luz entre la
emisión de dos pulsos sucesivos, constituye el llamado efecto Doppler.
Supongamos que el detector está en el punto x0 = 0, y 0 = 0, z 0 = 0 del sistema
S 0 . Además, suponemos que este sistema se mueve con respecto a S con una
velocidad V en la dirección del eje x y que ambos coinciden momentánemente en
en el instante inicial. Se emite un pulso en x = 0 en el instante t1 = 0. Se emite
un segundo pulso, también en x = 0, en el instante t2 = T . El primer pulso es
recibido en el punto x0 = 0 en el instante t01 = 0. El segundo pulso es recibido en
el mismo punto x0 = 0, pero, por (10), en el instante
µ ¶
V
t02 = γ t2 − 2 x = γT,
c

Esta cantidad no es el perı́odo en S 0 , porque el emisor se ha movido con respecto


al detector en el intervalo, y la luz debe recorrer otra distancia para recorrer el
12 TIEMPO PROPIO: 13

camino entre uno y otro. En el instante t2 = T el detector se ha desplazado una


distancia, dada por (10)

x0 = γ(x − V t2 ) = −γT.

El tiempo que necesita la luz para recorrer esta distancia es


γV T
∆t0 = .
c
El perı́odo T 0 es, entonces,
µ ¶
0 V
T = t02 0
+ ∆t = γT 1+ ,
c
esto es, s
0 1+β
T =T . (20)
1−β
La frecuencia ν es el inverso del perı́odo, ν = 1/T , de donde,
s
1−β
ν0 = ν . (21)
1+β

Finalmente, notamos que la frecuencia, la longitud de onda λ y la velocidad c


están relacionadas por
λν = c, (22)
de modo que s
1+β
λ0 = λ . (23)
1−β
Cualquiera de estas tres fórmulas describe cuantitativamente el efecto Doppler.

12 Tiempo propio:
Cada sistema de referencia tiene un tiempo propio τ , que es el medido por un reloj
que está inmóvil en el sistema. Sea éste el sistema de coordendas S 0 , y supongamos
que el reloj que mide el tiempo propio está situado en el origen x0 = 0, y 0 = 0,
z 0 = 0. El intervalo (1) es, en este caso, (ds)2 = c2 (dτ )2 , esto es
1
dτ = ds. (24)
c
13 LA CUADRIVELOCIDAD: 14

Por otra parte, en un sistema S de coordenadas x, y, z, ct que se mueve con


respecto a S 0 con una con velocidad V , que tiene componentes Vx , Vy , Vz , el
intervalo por (1) resulta ser

(ds)2 = c2 (dt)2 − (dx)2 − (dy)2 − (dz)2


½ ·µ 2 ¶ µ 2 ¶ µ 2 ¶¸¾
1 dx dy dz
= c2 (dt)2 1 − 2 + +
c dt dt dt
· ¸
1 ¡ ¢
= c2 (dt)2 1 − 2 Vx2 + Vy2 + Vz2
c
µ ¶
V2 c2 (dt)2
= c2 (dt)2 1 − 2 = ,
c γ2
esto es,
γ
dt = ds,
c
o, en vista de (24),
dt = γdτ. (25)

13 La cuadrivelocidad:
La cuadrivelocidad es el correlato relativista de la velocidad no relativista. A
diferencia del concepto ordinario de velocidad, debe ser un vector que habite en
un espaciotiempo de cuatro dimensiones. Además, no puede contener derivadas
de las coordenadas con respecto al tiempo, porque este último es un concepto rel-
ativo. Una posibilidad clara consiste en contemplar derivadas de las coordenadas
con respecto al intervalo ds, que si es invariante. Pero una cantidad tal como
dx/ds es una cantidad sin dimensiones; mientras que, para muchos propósitos, es
conveniente que esta velocidad relativista tenga también dimensiones de metros
divididos por segundo.7 Para esto, multiplicamos esta derivada por la velocidad
de a luz c (otro invariante), y obtenemos, ası́ las cuatro componentes de la cuadriv-
elocidad u
dx0 dx1 dx2 dx3
u0 = c ; u1 = c ; u2 = c ; u3 = c ,
ds ds ds ds
o, en notación más compacta,
dxα
uα = c ; con α =0, 1, 2, 3. (26)
ds
7 Sin embargo, para muchos propósitos de la Fı́sica Teórica, una velocidad adimensional es

preferible. Esta es la elección que propone, por ejemplo, Landau y Lifshitz en su célebre curso
de fı́sica:
L. D. Landau y E. M. Lifshitz, Teorı́a Clásica de Campos, Segundo Volumen del Curso de
Fı́sica Teórica, Izdatelstevo Nauka, Moscú, 1960.
14 LA MÉTRICA DE MINKOWSKI: 15

Una ventaja adicional de este procedimiento reside a que la velocidad ası́


definida satisface el principio de correspondencia, que afirma que las magnitudes
relativistas deben coincider con las respectivas magnitudes clásicas en el lı́mite
de velocidades bajas con respecto a la de la luz. En efecto, por (24), de un
modo equivalente, la velocidad se puede escribir como una derivada con respecto
al tiempo propio τ
dxα dxα
uα = =γ , (27)
dτ dt
o bien en con respecto al tiempo ordinario por (25).
Ası́, la componente 0 de la cuadrivelocidad es

dx0 dct
u0 = γ =γ = cγ.
dt dt
Las otras tres componentes espaciales consisten en γ multiplicando la componente
respectiva de la velocidad ordinaria. A velocidades bajas, γ es sensiblemente igual
a uno. Ası́, esta parte del cuadrivector coincide con el vector de velocidad no
relativista.
Otra diferencia entre la cuadrivelocidad y la velocidad ordinaria consiste en que
la cuadrivelocidad u tiene módulo o magnitud fija |u| = c, independientemente de
si el móvil se traslada lenta o rápidamente. En efecto, por (26),

|u|2 = (u0 )2 − (u1 )2 − (u2 )2 − (u3 )2


· 2 2 2 2 2
¸
2 c (dt) − (dx) − (dy) − (dz)
= c = c2 ,
(ds)2

14 La métrica de Minkowski:
Consideremos un vector A con componentes A0 , A1 , A2 y A3 . Su md́ulo |A| está
dado, en el espacio de cuatro dimensiones, por

|A|2 = (A0 )2 − (A1 )2 − (A2 )2 − (A3 )2 .

Notamos que esta magnitud se puede obtener multiplicando las siguientes matrices:
  0 
1 0 0 0 A
 0 −1 0 0   1 
|A|2 = [A0 , A1 , A2 , A3 ]    A2  (28)
 0 0 −1 0   A 
3
0 0 0 −1 A
 0

A
 −A 1 
= [A0 , A1 , A2 , A3 ]   0 2 1 2 2 2
 −A2  = (A ) − (A ) − (A ) − (A ) .
3 2

−A3
15 EL CUADRIMOMENTUM: 16

De un modo más abstracto, este producto matricial se puede escribir


3 X
X 3
|A|2 = ηαβ Aα Aβ ,
α=0 β=0

en donde ηαβ denota las dieciseis componentes de la matriz de 4 × 4 en el centro


de la fórmula (28); esto es

 1 si α = β = 0;
ηαβ = −1 si α = β = 1, 2, o 3;

0 en otro caso.
Esta matriz (o tensor) se llama métrica de Minkowski.
Es usual utilizar en todas estas expresiones la llamada convención de Einstein,
que dice que se debe sumar siempre cuando se encuentra lado a lado el mismo
ı́ndice repetido, una vez como subı́ndice y otra vez como superı́ndice, sin necesidad
de escribir explı́citamente una sumatoria. Ası́, la expresión precedenta se puede
escribir en forma más compacta:
|A|2 = ηαβ Aα Aβ . (29)
Junto con introducir la convención de Einstein es importante recalcar el con-
cepto de ı́ndice mudo. Por ejemplo el producto Aα Bα representa — por definición—

Aα Bα = A0 B0 + A1 B1 + A2 B2 + A3 B4 .
¿Qué representa, entonces Aβ Bβ (u otro ı́ndice cualquiera que reemplaze a α en
sus dos posiciones de subı́ndice y superı́ndice)? Claramente, representa la misma
suma, de donde concluimos que, en a notación de Einstein,
Aα Bα = Aβ Bβ .
Ası́, un ı́ndice repetido, una vez como subı́ndice y otra como superı́ndice es un
ı́ndice mudo, en el sentido que puede ser reemplazado en ambas apariciones por
cualquier otro sı́mbolo (que no esté, naturamente, siendo utilizado con otro sentido
en el mismo término).

15 El cuadrimomentum:
Aprovechando que la masa m de una partı́cula es un invariante,8 podemos definir
su cuadrimomentum p como el vector con componentes
dxα dxα
pα = m = mγ . (30)
dτ dt
8 Antiguamente se solı́a llamar a la masa m ’masa en reposo’, mientras que la cantidad γm se

denominaba ’masa en movimiento’. Pero esta laboriosa nomenclatura no cumple ahora finalidad
alguna. Nosotros no la utilizaremos.
15 EL CUADRIMOMENTUM: 17

Notamos que, cuando la velocidad de la partı́cula es pequeña, γ es semejante


a uno y las componentes espaciales del cuadrimomentum coinciden con las del
momentum ordinario. Además, el módulo de este vector es fijo,

|p|2 = ηαβ pα pβ = m2 c2 , (31)

de modo que |p| = mc. Notamos también que

Ec
p0 = γmc = ,
c
en donde Ec denota la energı́a cinética de la partı́cula. Esta última igualdad se
demuestra utilizando de nuevo el principio de correspondencia. En efecto, para
velocidades bajas comparadas con la de la luz,9
µ ¶
0 mc 1V2 Ec
p =p ' mc 1 + 2
= ,
1 − (V /c) 2 2 c c
con
Ec = mc2 + 12 mV 2 , (32)
con la misma aproximación. El segundo término es la energı́a cinética ordinaria
de la partı́cula. Pero, notamos, la partı́cula contiene energı́a aún cuando V = 0.
Esta cantidad primordial se denomina energı́a en reposo E0

E0 = mc2 . (33)

Ante un cambio de coordenadas, ¿como transforman las componentes del cuad-


rimomentum? Consideramos el caso especial de un sistema de referencia S 0 que se
mueve paralelamente al sistema S con una velocidad relativa V en la dirección del
eje x y que coinciden en t = 0. En este caso valen las familiares transformaciones
de Lorentz; esto es, por (11),
¡ ¢ ¡ ¢
dx00 = γ dx0 − βdx1 ; dx01 = γ dx1 − βdx0 ; dx02 = dx2 ; dx03 = dx3 .

Para obtener las ecuaciones de transformación de las componentes del momen-


tum, multiplicamos estas ecuaciones por mc y dividimos por ds (dos invariantes).
El resultado es
¡ ¢ ¡ ¢
p00 = γ p0 − βp1 ; p01 = γ p1 − βp0 ; p02 = p2 ; p03 = p3 . (34)

De aquı́ en adelante llamaremos vector sólo a un objeto tal que, ante un cam-
bio de coordenadas, sus componentes transformen de la manera prescrita por las
9 Estos lı́mites se pueden calcular a menudo utiizando el teorema del binomio (1 + z)n '

1 + nz + · · ·, válido si z es mucho menor que uno. Aquı́ n es un número positivo o negativo,


entero o fraccionario.
16 *BREVE HISTORIA DE E = M C 2 : 18

transformaciones de Lorentz. Ası́, de acuerdo con las dos ecuaciones precedentes,


tanto dx como p son vectores en este significado fı́sico.
Finalmente, por (31), se tiene que la relación entre la energı́a y el momentum
para una partı́cula relativista es

E 2 = c2 (p2 + m2 c2 ), (35)

en donde p = γmV son las componentes espaciales del momentum.

16 *Breve historia de E = mc2 :


17 *Partı́culas con masa nula:
Sabemos que la Mecánica Cuántica afirma que las partı́culas tienen también as-
pectos ondulatorios. Por ejemplo, existen desde hace muchos años los microscopios
electrónicos que —aprovechando que en condiciones favorables los electrones son
ondas— forman imágenes de objetos minúsculos manipulando estas partı́culas me-
diante lentes electrostáticos. De la misma manera, las ondas tienen aspectos cor-
pusculares. En especial, las partı́culas que constituyen las ondas electromagnéticas
se llaman fotones.
Se sabe que los fotones transportan energı́a y momentum, pero tienen masa
nula.10 Por lo tanto, la construcción del cuadrumomentum realizada en la sección
anterior no es válida en este caso. Los argumentos apropiados son los siguientes:
La propagación de la luz está descrita por un vector tridimensional k, con
componentes kx , ky , kz —llamado vector de onda— cuya dirección apunta a la
dirección de propagación de la onda y cuya magnitud k = |k| describe la longitud
de onda de la luz λ

k= .
λ
(Note que las dimensiones de cada componente de este vector de onda es metro−1 .)
El momentum transportado por cada fotón es h̄k, en donde h̄ es la llamada con-
stante de Planck, h̄ = (1, 05450 ± 0, 00007) × 10−34 J s.
Del mismo modo, si T es el periodo entre dos máximos sucesivos de la onda
luminosa, su frecuencia ν es el inverso del perı́odo. Para muchos efectos prácticos
es a menudo más útil usar la frecuencia angular ω, que es igual a 2π veces la
frecuencia ordinaria. Esto es,

ω = 2πν = .
T
La dimensión de esta frecuencia angular es segundo−1 . Finalmente, la energı́a que
transporta cada fotón es h̄ω. Ası́, las componentes del cuadrivector momentum
10 Por este motivo deben, obligatoriamente, moverse a la velocidad de la luz.
17 *PARTÍCULAS CON MASA NULA: 19

es, para un fotón


h̄ω
p0 = ; p1 = h̄kx ; p2 = h̄ky ; p3 = h̄kz .
c
Notamos para terminar que, para fotones que se propagan en el vacı́o se tiene
que λν = c; esto es, que
ω
k= .
c
Problema: Calcule a apariencia del cielo estrellado para un cosmonauta que
se desplaza con velocidades comparables con respecto a la velocidad de la luz.
Solución:11 Sea S un sistema de coordenado fijo con respecto a las estrellas
lejanas y supongamos que la nave estelar se mueve en direccı́on del eje x positivo
con velocidad V . Consideremos un fotón proveniente de una de las estrellas y
que llega al origen de coordenadas. En lugar de utilizar coordenadas cartesianas,
usaremos el ángulo ϑ que hace el haz de luz con el eje x y el ángulo ϕ que hace la
proyección de este haz sobre el plano y −z con el eje y. (Un tal sistema coordenado
se llama esférico. El ángulo ϑ se llama colatitud, y ángulo ϑ se llama azimut o
ángulo polar.) Ası́, las componentes de vector de onda son

kx = −k cos ϑ; ky = −k sin ϑ cos ϕ; kz = −k sin ϑ sin ϕ.

Las correspondientes componentes del cuadrimomentum del fotón son

p0 = h̄k; p1 = −h̄k cos ϑ; p2 = −h̄k sin ϑ cos ϕ; p3 = −h̄k sin ϑ sin ϕ.

Por (34), el vector de onda k0 en el sistema de referencia S 0 de la nave estelar


satisface

k0 = γk(1 + β cos ϑ); (36)


k 0 cos ϑ0 = γk(cos ϑ + β); (37)
k 0 sin ϑ0 cos ϕ0 = k cos ϑ cos ϕ; (38)
k 0 sin ϑ0 sin ϕ0 = k cos ϑ sin ϕ. (39)

Las últimas dos ecuaciones, (38) y (39), dicen que ϕ0 = ϕ, de modo que el
ángulo polar de cada estrella permanece el mismo para el obervador de la nave
estelar. La ecuación (36) prescribe que la luz proveniente de cada estrella sufre un
efecto Doppler dependiente del ángulo
λ
k 0 = kD(ϑ); o bien ω 0 = ωD(ϑ); λ0 = ;
D(ϑ)
11 John M. McKinley y Paul Doherty,”In search of the ’starbow’: the appearance of the

strafield from a relativistic spaceship,” American Journal of Physics, volumen 47, número 4, pp.
309-316 (abril de 1979).
John M. McKinley,”Relativistic transformation of light power,” American Journal of Physics,
volumen 47, número 7, pp. 602-605 (julio de 1979).
17 *PARTÍCULAS CON MASA NULA: 20

con D(ϑ) = γ(1 + β cos ϑ). (40)


Las estrellas hacia la proa de la nave tienen D > 1, de modo que su luz se de-
splaza hacia hacia longitudes de onda más corta, esto es hacia el azul. El máximo
desplazamiento ocurre para aquellas situadasp en la dirección del movimiento de la
nave y está dado por el factor D(0) = (1 − β)/(1 + β). Las estrellas que dan
hacia la popa de la nave tienen D < 1, y su luz sufre un desplazamiento hacia longi-
tudes de onda más larga (desplazamiento hacia el rojo). El máximo desplazamiento
hacia el rojo ocurre para aquellas estrellas situadas en p la dirección directamente
opuesta a la del movimiento de la nave, con D(π) = (1 + β)/(1 − β). (Existen
ciertos valores de la colatitud para los cuales las estrellas no sufren desplazamuiento
Doppler.)
Dividiendo la ecuación (37) por (36), tenemos la ecuación para la aberración
de la luz estelar
β + cos ϑ
cos ϑ0 = . (41)
1 + β cos ϑ
De este modo todas las estrellas, excepto las que están directamente en la
dirección de movimiento de la nave, se ven desplazadas hacia esta dirección, sin
cambiar su azimut. En el hecho, todas las estrellas situadas enfrente al hemisferio
delantero de la nave son apiñadas en un cono que hace un ángulo ϑ0 = arccos β con
su dirección de movimiento. Claramente, este desplazamiento aumenta a medida
que aumenta V .
Finalmente, aumenta la intensidad I de la luz que proviene de las estrellas por
delante de la nave. Este aumento puede ser más fácilmente calculado del modo
siguiente: El frente de onda de la luz incidente sobre la nave está compuesto por
un campo continuo de fotones. Con el propósito de contarlos, suponga que, en el
sistema de referencia ligado a la estrella, están ordenados en los nodos de una red
trimensional cúbica, de arista `. En el sistema de referencia de la nave estelar,
la red de fotones se ve deformada. Las aristas en las direcciones perpendiculares
a la dirección de propagación de la onda siguen midiendo `; pero le distancia
entre planos de fotones en la dirección de propagación de la onda ha disminuı́do
a `/D (tal como lo hace, por ejemplo, la longitud de onda λ). El punto es que,
en el sistema de referencia de la nave, el número de fotones por metro cúbico
aparece aumentado en un factor D. Como la energı́a de cada fotón aparece también
aumentada en otro factor D (porque pasa de h̄ω a Dh̄ω), encontramos que la
intensidad I de la luz estelar proveniente de una dirección dada aparece, vista
desde la nave interestelar, tener una intensidad I 0 , donde

I 0 = D(ϑ)2 I. (42)
18 LA CUADRIACELERACIÓN: 21

18 La cuadriaceleración:
Definimos la cuadriaceleración a como la derivada del cuadrivector velocidad con
respecto al tiempo propio. Sus componentes son, entonces,
duα
aα = . (43)

Es fácil ver que la cuadriaceleración ası́ definida es un vector.
A diferencia del caso no relativista, la cuadriaceleración es perpendicular a la
cuadrivelocidad.
ηαβ aα uβ = 0. (44)
El punto de partida para demostrar esto es la ecuación que dice que el módulo
de la velocidad es siempre c,
ηαβ uα uβ = c2 . (45)
Derivando ambos miembros de esta ecuación con respecto a el tiempo propio
τ tenemos que, por (43),

0 = ηαβ aα uβ + ηαβ uα aβ
= (ηαβ + ηβα )aα uβ , intercambiando los ı́ndices mudos α y β,
= 2ηαβ aα uβ ,

porque la métrica de Minkowski es simétrica

ηαβ = ηβα . (46)

(En el hecho, todas las métricas son simétricas.)

19 Movimiento con aceleración constante:


Resolveremos aquı́ el problema de una partı́cula relativista en movimiento rec-
tilı́neo con aceleración constante g. Supongamos que la aceleración es en la di-
rección x1 = x y que x2 = y = 0, x3 = z = 0.
La velocidad y la aceleración deben satisfacer tres ecuaciones:

ηαβ uα uβ = c2 ; ηαβ uα aβ = 0; ηαβ aα aβ = −g 2 ;

o, en este caso,

(u0 )2 − (u1 )2 = c2 ;
u0 a0 − u1 a1 = 0;
(a0 )2 − (a1 )2 = −g 2 .
20 *LA CUADRIFUERZA: 22

Resolviendo este sistema de ecuaciones, tenemos que


du0 g 1
= a0 = u ;
dτ c
du1 g
= a1 = u0 .
dτ c
La integración de estas ecuaciones es inmediata:
dx0 ³ gτ ´
= u0 = c cosh ;
dτ c
dx1 ³ gτ ´
= u1 = c sinh .
dτ c
Integrando una segunda vez obtenemos (despues de elegir arbitrariamente las
dos constantes de integración)
c2 ³ gτ ´
ct = x0 = sinh ;
g c
c2 ³ gτ ´
x = x1 = cosh .
g c
La segunda de estas ecuaciones registra la posición de la partı́cula acelerada como
función de su tiempo propio. La primera, la relación entre este tiempo propio y
el tiempo t del sistema de referencia del laboratorio. Alternativamente, el par de
ecuaciones es la expresión paramétrica (el parámetro es τ ) de la trayectoria de la
partı́cula en el espaciotiempo. Esta trayectoria es la hipérbola
c4
c2 t2 − x2 = − ,
g2
que tiene por ası́ntotas las rectas ct = ±x. Por este motivo, el movimiento con
aceleración constante se llama a veces movimiento hiperbólico.

20 *La cuadrifuerza:
Al igual que en la dinámica usual, suponemos que las componentes K α de la
cuadrifuerza son tales que cumplen con la segunda ley de Newton
d α
Kα = p . (47)

En muchas de las aplicaciones fundamentales, la masa de la partı́cula no varı́a
con el tiempo propio τ , de modo que tenemos, alternativamente:
d2 xα
Kα = m . (48)
dτ 2
20 *LA CUADRIFUERZA: 23

En un sistema de referencia S 0 en que la partı́cula está instantáneamente en


reposo, el tiempo es lo mismo que el tiempo propio, de modo que tenemos para
las componentes de la cuadrifuerza en ese sistema:
0 0 0 0
0 1 2 3
K = 0; K = Fx ; K = Fy ; K = Fz ,

en donde Fx , Fy y Fz son las tres componentes de a fuerza ordinaria F.


Suponga que, instantáneamente, el sistema S 0 se esté moviendo relativamente
a S con velocidad V. Sabiendo que la cuadrifuerza es un vector, podemos calcular
sus componentes en este sistema por medio de las transformaciones de Lorentz (11).
Escritas en forma vectorial, la componente temporal K 0 y las tres componentes
espaciales K de la cuadrifuerza son:

K0 = γ(β · F) = (β · K);
β (β · F)
K = F+ (γ − 1). (49)
β2

(Aquı́ β=V/c. Estas fórmulas se deducen primero suponiendo que V está, como en
(11), en la dirección del eje x. Pero una vez escrita en forma vectorial, claramente
vale para cualquier dirección de V.)
Por la primera de las ecuaciones precedentes, la componente cero de la cuadri-
fuerza tiene una interpretación simple: En el lı́mite de velocidades pequeñas com-
paradas con la de la luz, γ ' 1 y K ' F. Entonces, con esta aproximación

cK 0 ' (F · V),

que es la potencia (o la tasa temporal de trabajo) realizada por la fuerza sobre la


partı́cula. Para una partı́cula sin estructura interna, esta es simplemente la tasa
de incremento temporal de su energı́a cinética.

Potrebbero piacerti anche