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“Pase lo que pase, compórtate dignamente”
Texto: Filipenses 1:27-30
20 de julio de 2008
“27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para
que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en
un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,...”(Versión Bíblica: RVR60)
Este principio es una de las claves del mensaje de la Biblia. Cuando la gracia de Dios en el Evangelio
toca nuestras vidas, produce un carácter de gracia. Cristo empieza a transformarnos en su
semejanza y por tanto pensamos, hablamos y actuamos como Él.
Analizando todo el contexto en el que se encontraban “todos los santos en Cristo Jesús que estaban
en Filipo, junto con los obispos y diáconos” (v1:1ss) es posible identificar por lo menos tres situaciones
vivenciales dignas de análisis. Estas son:
Situación #1: Cómo comportarnos dignamente cuando somos objetos de alguna injusticia.
Recordemos que el Apóstol Pablo está preso por causa del Evangelio de Cristo. (Ver Hechos 16:20ss) El
mismo Pablo dice a los Tesalonicenses:
1 Hermanos en Cristo, ustedes saben bien que la visita que les hice no fue inútil. 2 También saben que
en la ciudad de Filipos nos insultaron y maltrataron. Pero aunque tuvimos muchas dificultades, Dios
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nos dio valor para anunciarles la buena noticia. 3 Y cuando la anunciamos, dijimos siempre la verdad:
nuestras intenciones eran buenas y no tratamos de engañar a nadie. 4 Al contrario, Dios nos aprobó y
nos encargó anunciar la buena noticia, y eso es lo que hacemos. No tratamos de agradar a nadie sino sólo
a Dios, pues él examina todo lo que sentimos y pensamos.5 Como ustedes saben, jamás les hemos dicho
cosas lindas para tratar de convencerlos, ni los hemos engañado para ganar dinero. Dios sabe que
esto es cierto.6 Nunca hemos querido que ustedes, ni ninguna otra persona, nos trate como a gente
importante. (Versión: Biblia Lenguaje Sencillo)
La solución para esta primera situación es pues tener valor en Dios, tener la aprobación de
Dios y tener a Dios como testigo.
Situación #2: Cómo comportarnos dignamente cuando nuestros instructores, maestros o líderes están
presente o ausente, es decir, cuando el pastor está o no está presente.
Nuestro estilo de vida cristiano no debe depender de que nuestro guía o mentor espiritual esté presente o
ausente. Este es un principio importante que nos sirve de reto a todos. Si nuestro compromiso dependiera
de la presencia de otra persona que no sea Jesucristo entonces nuestro compromiso fuera mas una
debilidad cristiana que una virtud.
Recordemos lo que el mismo Apóstol dice en Colosenses 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de
la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere,
porque no hay acepción de personas.” (Vea un caso de conducta “impropia” en Gálatas 2:11ss)
Situación #3: Cómo comportarnos dignamente frente a nuestros adversarios; es decir, bajo el ataque
directo y claro o el ataque indirecto y soslayado de los adversarios. Podemos contar entre nuestros
adversario a) Satanás y todas sus fuerzas del mal, b) religiosos, o los que parecen cristianos y realmente
no lo son, y c) los no creyentes. (Lea, Juan 15:18ss; Mateo 10; Lucas 14:26ss)
Pablo nos ordena en vv27-28 que “pase lo que pase, nos comportemos dignamente… estando firmes
en un mismo espíritu, combatiendo unidos por la fe del evangelio” “Y EN NADA INTIMIDADOS POR
LOS QUE SE OPONEN,…”
La solución a esta tercera situación de cómo comportarnos dignamente ante la oposición es, según el
v28: (1) NO DEJARNOS INTIMIDAR en nada por la oposición y (2) RECONOCER la oposición
para poder enfrentarla dignamente. Debemos reconocer su verdadera fuente y origen. Pues “no
tenemos luchas contra carne y sangre sino como principados y potestades en las regiones celestiales.”▄
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