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TESTIMONIO ESPECIAL Y LA INSEGURIDAD JURIDICA
QUE PROVOCA SU OMISION"
Lic. MARCO TULIO MELINI MINERA Abogado y Notario. Col. 2971.
La función notarial es de carácter jurídico, pues cumple una necesidad de derecho ya sea éste
privado o público. El Derecho Notarial se dirige al supuesto del hecho previamente establecido
por la norma jurídica, y el Notario cumple dentro de sus múltiples funciones (Asesora y Modeladora
entre ellas) la función Autenticadora también denominada IMPERATIVA DE FE cuando se encarga
de autenticar hechos provenientes de una relación jurídica en especial y que precisamente
persiguen la finalidad de producir sus efectos posteriormente al momento de su realización,
como la creación, modificación y extinción de derecho: y obligaciones (Negocio Jurídico) y por
ende precisan que se PERPETUÉ su existencia legal.
Lo anterior obedece a que regularmente los efectos jurídicos que produce el hecho redactado
o modelado son posteriores, en algunas ocasiones cuando el creador del documento ha
desaparecido, razón por la cual ha de ser probado fehacientemente sin dejar lugar a dudas.
Es por eso que el Notario se encarga de darle forma legal, protegerlo contra cualquier posible
alteración, pérdida o destrucción, y valorarlo al momento de producirse, llegando -así, luego
de una larga serie de requisitos formales a cumplir una verdadera FUNCIÓN DE PROBIDAD
(preventiva) y garantizar los efectos del hecho acontecido contra terceros.
Como podemos apreciar, es el Instrumento Público el elemento esencial, principal y final del
Derecho Notarial, y el mismo debe llenar ciertos requisitos establecidos en la Ley (en nuestro
El Notario difícilmente puede ser testigo fuera del Instrumento Público que autoriza, ya que
únicamente relata los hechos en el momento que suceden, sin poder alterarlos en su 'esencia
sino únicamente moldearlos conforme a las disposiciones legales vigentes. Por tal razón se
hace necesaria la emisión de un Testimonio del instrumento autorizado, que será de utilidad
a los otorgantes denominado por algunos autores TESTIMONIO ROGADO, cuyo campo es
únicamente el mismo instrumento público que le dio vida jurídica, pues resulta ser como señala
el artículo 66 del Código de Notariado: "COPIA FIEL DE LA ESCRITURA MATRIZ" con la finalidad
de evitar la movilidad de ésta y perpetuar sus efectos, concediéndole la misma probidad que
a la escritura matriz se le ha otorgado.
Hemos visto cómo el' Notario al investir los actos que autoriza de una presunción de veracidad,
hace que éstos se impongan por si mismos en las relaciones jurídicas (salvo el derecho de las partes
de redargüirlos de nulidad o falsedad), caso en el cual debe ser citado y oído en el juicio en que' se
impugne, como lo señalan los artículos 35 del Código de Notariado y 186 del Código Procesal
Civil y Mercantil, cumpliendo así a: cabalidad los fines de SEGURIDAD, VALOR y PERMANENCIA.
Fuera de la responsabilidad' del Notario que lleva dentro de si el Instrumento Público, el mismo
tiene 2 obligaciones que cumplir:
a) CON LOS PARTICULARES: Tales como extender testimonios o copias simples legalizadas a
los otorgantes, sus herederos o cesionarios o a cualquier persona que lo solicite como lo
indica el artículo 73 del Código de Notariado, con las limitaciones que establecen los artículos
75 y 76 del mismo cuerpo legal;
b) CON EL ESTADO: Obligación que es objetó del presente trabajo, y la cual es la remisión de
un Testimonio Especial o bien" la razón `o aviso de cancelación de los instrumentos públicos
al Director del Archivo General de Protocolos en la capital o a los Jueces de Primera Instancia
El fin o la función del testimonio especial, según nuestro personal punto de vista, 'es PERPETUAR
aún más el contenido de la escritura matriz, tiene una función PREVENTIVA de PROFILAXIA
JURÍDICA y en algunas ocasiones se encamina a' las cuestiones de litigio, así como a evitar el
enfrentamiento de orden legal, al igual que la escritura matriz y sobre todo coadyuva a hacer
posible la FUNCIÓN DE SEGURIDAD y a preparan y formar la prueba futura (preconstituida) si en
un dado caso se altera, destruye, o deteriora total o parcialmente la escritura matriz del
Protocolo, de ahí que en la Dirección del Archivo General de Protocolos se exija que cuando
se remitan los testimonios especiales en fotocopias, éstas sean claras y legibles y no borrosas,
y al igual cuando se hace trascrito en papel sellado, sean sin borrones, sino con testados y
entrelineados debidamente salvados al final. Esa es la FUNCIÓN PREVENTIVA DEL TESTIMONIO
ESPECIAL. Así pues, muchos Notarios no le dan al Testimonio Especial el valor que realmente
posee, o sea el de PREVENIR LOS RIESGOS FUTUROS de ALTERACIÓN, PERDIDA, DESTRUCCIÓN,
o DETERIORO TOTAL O PARCIAL de la ESCRITURA MATRIZ y dejan de remitirlo, omitiendo así
su obligación moral y legal de hacerlo.
Sin embargo si los otorgantes (clientes si se quiere), han pagado los honorarios de la respectiva
escritura pública, ¿acaso dentro de los mismos no está incluido el valor del Testimonio Especial
y si lo han hecho tienen el derecho de que se les garantice la seguridad jurídica que brinda
el Testimonio Especial contra cualquier riesgo indicado con anterioridad que pueda sufrir la
escritura matriz, o sea contra cualquier alteración, pérdida, destrucción o deterioro total o
parcial que pueda sufrir la misma, fuera que constituye una obligación del Notario remitirlo.
Creo que si comparamos el valor del testimonio especial dinerariamente, éste resulta ser de
un porcentaje mínimo con respecto a los honorarios cobrados, y en todo caso el impuesto
del Timbre Notarial no sobrepasa los CINCO QUETZALES (Q.5.00) si fuere el valor del instrumento
autorizado de CINCO MIL QUETZALES (Q.5,000.00) o más según el artículo 3°. Párrafo II Inciso
a) de la Ley de Timbre Forense y Timbre Notarial Decreto número 1401 del Congreso (modificado
por el artículo 2°. del Decreto 38-74 del Congreso).
TREINTA Y CUATRO MIL CIENTO SETENTA Y UNO (34,171) o más instrumentos públicos autorizados
cuya existencia desconoce totalmente la Dirección del Archivo General de Protocolos, y que
no tienen ninguna prevención contra riesgos que puede correr la escritura matriz, y sin
posibilidad de surtir efectos jurídicos si ésta se pierde, destruye, altera, o deteriora total o
parcialmente; y es más, sin posibilidad que el Director del Archivo General de Protocolos
expida copias legalizadas de los mismos en caso de negativa del Notario autorizante; y en
último caso, tal vez el más. Importante, sin posibilidad de que se utilice tal testimonio para la
eventual REPOSICIÓN del protocolo, que señala el artículo 90 y siguientes del Código de
Notariado, en caso de cualquier eventualidad indicada anteriormente.
Debe regularse de mejor forma la remisión del Testimonio Especial, de ahí que por sanidad y
seguridad jurídica resultará eficiente por las razones apuntadas.