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HUMANO
Ariel A. Dulitzky* 1
Ignacio J. Alvarez**
Introducción
Iniciamos así estas reflexiones con una referencia a la relación entre el desarrollo
sustentable y los derechos humanos, para luego analizar lo relativo a la pobreza, y
especialmente la pobreza extrema, como elemento común al desarrollo sustentable y a los
derechos humanos, y como situación que implica violación de derechos humanos.
1
* Especialista Principal en Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Previamente, se desempeñó como Director del Programa para Latinoamérica del International Human Rights Law
Group y Co-Director del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL). Recibió su grado de Abogado de la
Universidad de Buenos Aires en 1990 y un Master (LLM) de la Escuela de Derecho de Harvard en 1999. Ha publicado
varios artículos sobre derechos humanos, discriminación racial y Estado de derecho en América Latina. Es professor
adjunto en el Washington College of Law de American University.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan la
posición de la institución a la cual pertenecen, ni de los órganos o directivas de la misma.
2
derecho humano inalienable de todo ser humano y de todos los pueblos (artículo 1) a
ejercer soberanía plena y completa sobre todos sus recursos y riquezas naturales en
procura de su desarrollo económico, social y cultural (Preámbulo).
2
Véase párrafo 10 del Articulo I de la Declaración de Viena.
3
Véase Principio 3 del Programa de Acción del Cairo.
4
Véase Compromiso 1(n) de la Declaración de Copenhague.
5
Articulo 213 de la Plataforma de Acción de Beijing).
6
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, 1998, Anexo 3.
7
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Informe sobre Desarrollo Humano 2000, pág. 81.
8
“Annan: No Habrá Seguridad con Miles de M illones de Pobres”, Naciones Unidas, 18 de junio, Agencia EFE.
3
• Derecho de participación. Toda persona y todos los pueblos tienen derecho a una
participación activa, libre y significativa en el desarrollo (Preámbulo) y, en tanto
participante activo (Artículo 2), a contribuir al desarrollo económico, social, cultural y
político y disfrutar de él (párrafo 1 del Artículo 1).
• El derecho a ser el sujeto central del desarrollo (Artículo 2) que está encaminado al
mejoramiento constante del bienestar humano (Preámbulo). Este constituye el derecho al
desarrollo humano centrado en la gente en que la gente y su bienestar ocupan el primer
plano, por encima de todos los otros objetivos y prioridades del desarrollo.
• El derecho a la realización libre y plena del ser humano con pleno respeto de sus
derechos humanos y libertades fundamentales (párrafo 2 del Artículo 2).
9
Palabras del Dr. Juan E. Méndez, Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la sesión
inaugural del 114° período ordinario de sesiones de la CIDH, Washington D.C., 25 de febrero de 2002. Publicado en la
página internet de la CIDH: http://www.cidh.org/Discursos/02.25.02.htm.
10
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. vi.
4
• El derecho a estar protegido de las excepciones. Toda persona humana y todos los
pueblos tienen derecho a la aplicación, la promoción y protección de todos los derechos
humanos y libertades fundamentales, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales
y culturales (párrafo 2 del Artículo 6 y Preámbulo). La promoción de algunos derechos
humanos y libertades fundamentales, su respeto y su goce no pueden justificar la
denegación de otros derechos humanos y libertades fundamentales. Todos los derechos
humanos y libertades fundamentales son indivisibles e interdependientes (Preámbulo). 11
11
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. 36.
12
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. viii.
13
Lustig, Nora y Deutsch, Ruthanne, El Banco Interamericano de Desarrollo y la reducción de la pobreza: una visión
integral. Washington, D.C., diciembre de 1998, pág. i.
5
(...) trabaja en pro de la plena realización del derecho al desarrollo. El mandato del
PNUD respecto de la erradicación de la pobreza puede entenderse en este sentido. La
pobreza es una denegación fundamental de derechos humanos. De esta manera, al
trabajar para erradicar la pobreza, al apoyar la capacidad de los gobiernos y las
organizaciones de la sociedad civil para luchar contra la pobreza, y al velar por que las
actividades operacionales de las Naciones Unidas en pro del desarrollo se coordinen
14
Id. Pág. 4.
15
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en
Paraguay, 2000, Cap. V, párr. 17.
16
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Informe sobre Desarrollo Humano 2000, pág. 8.
6
La democracia y los derechos humanos no podrán hacerse realidad sin justicia social y
desarrollo sustentable. La pobreza priva a millones de personas de sus derechos
fundamentales. A su vez, las sociedades se privan de la contribución de es as personas.
Para lograr el progreso sustentable es necesario reconocer la interdependencia entre el
respeto de los derechos humanos, el desarrollo sustentable y la democracia.18
experimentan algo más que solo bajos ingresos. En nuestras sociedades existe una
correlación aparentemente fuerte entre la distribución de los ingresos, la incidencia de la
pobreza y la raza, la organización social y la cultura. Una cierta forma de relación causal
se observa entre las características que indican quién es uno –como el grupo étnico-
racial- y la posición que uno mantiene en la estructura del ingreso de la sociedad. El
análisis econométrico puede ayudarnos a ver que esta no es una correlación espuria, pero
no está claro como se puede integrar este hecho evidente en los análisis que usualmente
hacemos.19
El desarrollo humano sustentable procura aumentar las opciones para todas las personas,
mujeres, hombres y niños, generaciones actuales y futuras, a la vez que protege los
sistemas naturales de los que depende la vida. Apartándose de un criterio estrecho,
centrado en la economía, respecto del desarrollo, el desarrollo humano sustentable sitúa a
la gente en el centro, y considera a los seres humanos tanto un medio como un fin del
desarrollo. De esta manera, el desarrollo humano sustentable procura eliminar la pobreza,
17
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. iv.
18
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. vi.
19
Perry Guillermo, Prólogo a las Actas del taller sobre Pobreza y Exclusión Social en América Latina,
Estanislao Gacitúa, Carlos Sojo y Shelton H. Davis, Editores, Costa Rica, 2000, pág. 9.
20
PNUD; Informe sobre Desarrollo Humano 2000, ob. cit., pág. 73 y 2.
7
21
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. 2.
22
CIDH, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Perú, 2000, cap. VI, párr. 1 y 2.
8
En 1997 concluyó en América Latina un ciclo de crecimiento que permitió a varios países
lograr importantes adelantos en materia de reducción de la pobreza. El punto de quiebre
en este proceso es la crisis asiática, con la que se inicia un lustro de menor dinamismo
económico, aumento del desempleo, estancamiento y en muchos casos elevación de los
índices de pobreza en la región. No es exagerado afirmar que la población
latinoamericana se ha visto nuevamente afectada y desalentada por las negativas
25
consecuencias de esta media década perdida.
23
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en
Paraguay, 2000, Cap. V, párr. 4.
24
Véase por ejemplo, el artículo 1 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
M ateria de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”.
25
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Panorama social de América Latina, 2001-2002,
Síntesis, documento publicado en la página internet:
Http://www.eclac.cl/publicaciones/DesarrolloSocial/3/LCG2183P/S%C3%ADntesis_Lanzamiento_2002.pdf
9
Con respecto al derecho a la salud, por otra parte, el artículo 10 del Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”, señala que “toda
persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de
bienestar físico, mental y social”. Al respecto, agrega que los Estados se comprometen a
reconocer la salud como un bien público y particularmente a adoptar una serie de
medidas para garantizar tal derecho.
Hemos sabido por mucho tiempo que la pobreza engendra la mala salud. Lo que algunos
han sospechado durante mucho tiempo, pero que sólo se ha hecho evidente hace poco, es
que la relación funciona en ambos sentidos. La mala salud perpetúa la pobreza. Esta es la
raíz del ciclo de la pobreza. La forma de romper el ciclo de la pobreza es concentrarse en
los niños.27
es tamb ién un elemento esencial de una estrategia para invertir en el fortalecimiento del
capital humano.28
26
Lustig, Nora y Deutsch, Ruthanne, El Banco Interamericano de Desarrollo y la reducción de la pobreza: una visión
integral. Washington, D.C., diciembre de 1998, Págs. 9 y 6.
27
Gro Harlem Brundtland, Los Nuevos Actores, Presentación preparada para el seminario Breaking the Poverty Cycle:
Investing in Early Childhood, que se llevó a cabo durante la Asamblea Anual del BID del año 1999 en París, publicada
en la página web del BID, Departamento de Desarrollo Sustentable, pág. 3.
28
Lustig, Nora y Deutsch, Ruthanne, El Banco Interamericano de Desarrollo y la reducción de la pobreza: una visión
integral. Washington, D.C., diciembre de 1998, pág. ii.
10
De manera que los Estados del hemisferio que han ra tificado los mencionados
tratados tienen la obligación general de procurar constantemente la realización de los
derechos económicos, sociales y culturales. Tal obligación implica a su vez la obligación
de no adoptar medidas regresivas respecto al grado de desarrollo alcanzado, sin perjuicio
que en supuestos excepcionales, y por aplicación analógica del artículo 5 del Protocolo de
San Salvador, pudieran justificarse leyes que impongan restricciones y limitaciones a los
29
CIDH, Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Ecuador, OEA/Ser. L/V/II.96, Doc. 10 rev. 1, p. 25.
30
CIDH, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Perú, OEA/Ser.L/V//II.106, Doc. 59 rev, 2
de junio de 2000, pár. 11. (capítulo VII).
11
derechos económicos, sociales y culturales, siempre que hayan sido promulgadas con el
objeto de preservar el bienestar general dentro de una sociedad democrática, y que no
contradigan el propósito y razón de tales derechos.
31
PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. 2.
12
efectuar visitas in loco a países, generalmente para realizar una observación general de la
situación de los derechos humanos; elaborar informes generales sobre la situación de los
derechos humanos en un país determinado, que se efectúan normalmente con
posterioridad a las visitas in loco antes mencionadas; informes especiales o de
seguimiento a informes generales previos de la Comisión, ambos respecto a países
determinados; e informes especiales, que cubren la situación de los derechos humanos
respecto a un tema específico en los distintos países de la región.
En los años recientes, sin embargo, la CIDH ha avanzado cada vez más en lo
relativo a la promoción y defensa de los derechos económicos, sociales y culturales. El
avance más significativo hasta el momento en el trabajo de la Comisión Interamericana
ha sido el referido a los informes generales sobre países, en donde, como ya se mencionó,
se han hecho consideraciones importantes de carácter general sobre el concepto e
13
32
La Carta de la OEA establece igualmente lo siguiente: “Artículo 33: El desarrollo es responsabilidad
primordial de cada país y debe constituir un proceso integral y continuo para la creación de un orden económico y
social justo que permita y contribuya a la plena realización de la persona humana. Artículo 34: Los Estados miembros
convienen en que la igualdad de oportunidades, la eliminación de la pobreza crítica y la distribución equitativa de la
riqueza y del ingreso, así como la plena participación de sus pueblos en las decisiones relativas a su propio desarrollo,
son, entre otros, objetivos básicos del desarrollo integral. Para lograrlos, convienen asimismo en dedicar sus máximos
esfuerzos a la consecución de las siguientes metas básicas: a) Incremento sustancial y autosostenido del producto
nacional per cápita; b) Distribución equitativa del ingreso nacional; c) Sistemas impositivos adecuados y equitativos;
d) Modernización de la vida rural y reformas que conduzcan a regímenes equitativos y eficaces de tenencia de la
tierra, mayor productividad agrícola, expansión del uso de la tierra, diversificación de la producción y mejores sistemas
para la industrialización y comercialización de productos agrícolas, y fortalecimiento y ampliación de los medios para
alcanzar estos fines; e) Industrialización acelerada y diversificada, especialmente de bienes de capital e intermedios;
f) Estabilidad del nivel de precios internos en armonía con el desarrollo económico sostenido y el logro de la justicia
social; g) Salarios justos, oportunidades de empleo y condiciones de trabajo aceptables para todos; h) Erradicación
rápida del analfabetismo y ampliación, para todos, de las oportunidades en el campo de la educación; i) Defensa del
potencial humano mediante la extensión y aplicación de los modernos conocimientos de la ciencia médica; j) Nutrición
adecuada, particularmente por medio de la aceleración de los esfuerzos nacionales para incrementar la producción y
disponibilidad de alimentos; k) Vivienda adecuada para todos los sectores de la población; l) Condiciones urbanas que
hagan posible una vida sana, productiva y digna; m) Promoción de la iniciativa y la inversión privadas en armonía
con la acción del sector público, y n) Expansión y diversificación de las exportaciones. Artículo 35: Los Estados
miembros deben abstenerse de ejercer políticas, acciones o medidas que tengan serios efectos adversos sobre el
desarrollo de otros Estados miembros. Artículo 36: Las empresas transnacionales y la inversión privada extranjera están
sometidas a la legislación y a la jurisdicción de los tribunales nacionales competentes de los países receptores y a los
tratados y convenios internacionales en los cuales éstos sean Parte y, además, deben ajustarse a la política de desarrollo
de los países receptores. Artículo 37: Los Estados miembros convienen en buscar, colectivamente, solución a los
problemas urgentes o graves que pudieren presentarse cuando el desarrollo o estabilidad económicos, de cualquier
Estado miembro, se vieren seriamente afectados por situaciones que no pudieren ser resueltas por el esfuerzo de dicho
Estado.
14
Que los pueblos americanos han dignificado la persona humana y que sus constituciones
nacionales reconocen que las instituciones jurídicas y políticas, rectoras de la vida en
sociedad, tienen como fin principal la protección de los derechos esenciales del hombre y
la creación de circunstancias que le permitan progresar espiritual y materialmente y
alcanzar la felicidad.
Tal situación de violación individual podría ser conocida por la CIDH bajo el
sistema de casos individuales, para que dicho organismo determine si el Estado
respectivo ha incurrido en responsabilidad internacional por no proveer educación
primaria gratuita a algún niño determinado o a alguna niña determinada. Debe destacarse
16
al respecto que el derecho a la educación es uno de los dos derechos respecto a los cuales
el Protocolo de San Salvador atribuye expresamente competencia a los órganos del
sistema interamericano de derechos humanos, para conocer de denuncias individuales en
donde se alegue violación por un Estado parte del derecho a la educación, en los términos
del artículo 13 de dicho instrumento.
33
Corte I.D.H., Caso Aloeboetoe y Otros, Sentencia de 10 de septiembre de 1993 (Reparaciones), párr. 116(5).
34
Véase CIDH, Informe Anual 2001, Informe No. 4/01 - María Eugenia Morales, Caso 11.625.
35
Véase CIDH, Informe No. 90/99, Caso 11.713 (Paraguay), Comunidades Indígenas Enxet -Lamenxay y
Kayleyphapopyet -Riachito-, Informe Anual 1999.
17
Más recientemente la CIDH admitió una denuncia en la que alegó que el Estado
es responsable por la violación, entre otros derechos, del derecho a la vida, a la salud y al
desarrollo de la personalidad del señor Jorge Odir Miranda Cortez y de otras 26 personas
portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana/Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (“VIH/SIDA”), en la medida en que no les ha suministrado los medicamentos
que integran la triple terapia necesaria para impedirles la muerte y mejorar su calidad de
vida. 37 En el mismo caso, antes de dictar su informe de admisibilidad la Comisión había
solicitado al Estado medidas cautelares en favor de las presuntas víctimas, que se
hallaban en grave peligro, pues precisaban de la atención de instituciones del Estado para
acceder a la medicina necesaria para su tratamiento. La Comisión solicitó que el Estado
suministrara el tratamiento y los medicamentos antirretrovirales, así como las atenciones
hospitalarias, farmacológicas y nutricionales pertinentes. El 26 de junio de 2000, el
Estado autorizó la adquisición de la triple terapia antirretroviral para las personas
portadoras del VIH/SIDA, y a partir de esa fecha, el Estado comenzó a brindar el
tratamiento solicitado. 38
36
Cte. IDH, Caso Caso Baena Ricardo y Otros, Sentencia de Fondo del 3 de Febrero de 2001.
37
Véase al respecto: CIDH, Informe Anual 2000, Informe No. 29/01 - Jorge Odir Miranda Cortez y Otros (El
Salvador).
38
Véase al respecto CIDH, Informe Anual 2000, Medidas cautelares acordadas o extendidas por la Comisión, Cap. 3,
párr. 30.
18
Conclusiones
39
Véase al respecto CIDH, Informe Anual 1999, Medidas cautelares acordadas o extendidas por la Comisión, Cap. 3,
párr. 47.
19