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ESTABLECIENDO LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO EN TU VIDA

La única manera de formar el carácter de Cristo en cada persona es cultivando la comunión con el Espíritu
Santo, para que podamos transmitir la esencia y ser personas que inspiren a través del ejemplo que se
manifiesta por medio del fruto del Espíritu y así producir cambios evidentes en la vida de los miembros de
nuestro equipo.

1. RENUEVA TU MENTE
Es fundamental tener una sensibilidad a su dirección, esto implica que debemos renovar nuestra
mente día a día y tomar el rumbo que El ha trazado; y la única manera de hacerlo es permanecer en
comunión intima con Él, pues se encargara de correr el velo que hay en nosotros y nos revelará lo
que hay en su corazón, para que lo llevemos a cabo.
2. A TRAVES DEL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO
Como líderes y maestros debemos ser testimonio a cada uno de nuestros discípulos, y que el
carácter de Cristo sea demostrado a través de nosotros. Por esta razón debemos ser personas
llenas del Espíritu Santo y que Su fruto se manifieste:
a. Amor: (1 Timoteo 1:5-6)
Lo que puede distinguir a una clase de otra, es el amor pues en este fruto se encierra el
propósito de Dios en beneficio de la humanidad. Cuando un discipulado no marcha de
acuerdo con este objetivo entonces termina en vana palabrería. El amor requiere de la
intervención de la voluntad es decir supera una esfera emocional, por lo tanto debemos
tomar la decisión de amar a nuestros discípulos y disponernos a favor de ellos.
b. Gozo: (Habacuc 3:17-18)
Dios es la única fuente de gozo y éste viene por Su voluntad como fruto de una relación
directa, personal y continua de cada uno de nosotros con Él; por esta razón nunca cambia si
no que permanece constate por encima de cualquier situación por más difícil que esta sea.
El gozo como fruto del Espíritu es lo que va a permitirnos como creyentes y maestros a
mantenernos firmes en medio de las presiones o circunstancias. La plenitud del Espíritu en
nosotros la confirmamos a quienes nos rodean en este caso a nuestros discípulos a través
del gozo.
c. Paz: (Efesios 2:14-16)
La paz se define como la ausencia de conflictos, pero la verdadera paz es aquella que se
obtiene a través de la reconciliación; y nosotros alcanzamos la verdadera reconciliación con
Dios y con el prójimo a través de la cruz del calvario. Como líderes debemos manifestar este
fruto teniendo un espíritu de reconciliación y derribando toda pared intermedia nos pueda
separa de nuestros discípulos a través del sacrificio de la cruz.
d. Paciencia: (Hebreos 12:1)
Es considerada como una virtud del ser humano que consiste en soportar situaciones
difíciles en forma voluntaria, mientras se está en espera de algo. El desarrollo de la
paciencia como virtud humana emanada de Dios por el Espíritu Santo, contribuye al
fortalecimiento del carácter. En nuestro caso como líderes, estamos a la espera de que cada
uno de nuestros discípulos de un resultado dentro del liderazgo, pero debemos tener en
cuenta que contamos con personas que tienen características diferentes en edad, nivel de
educación, carácter, entre otros, que nos llevará a trabajar con cada uno de ellos de una
forma personal y exaltando en cada uno sus virtudes y no sus limitaciones, viéndolos como
los ve el Señor y sabiendo que el mismo Espíritu producirá en ellos el resultado que se
espera.
e. Benignidad: (Lucas 6:31)
La definición de benignidad se asocia con el concepto de benevolencia, compasión,
misericordia y piedad. Esta manifestación del fruto del Espíritu consiste en tratar a los
demás como deseamos ser tratados por ellos. Dios compensa grandemente y en su tiempo,
todo lo que hacemos en beneficio de otros. Jesús resume la práctica de este fruto en un
principio básico y sencillo, y la razón de ello es que de acuerdo con la ley de Dios, así como
tratemos a los demás, seremos tratados nosotros. Este principio que suena tan simple es el
uno de los secretos del liderazgo es el trato compasivo y benevolente hacia nuestros
discípulos.
f. Bondad: (2 Corintios 3:2-3)
La bondad hace referencia a la manera como debemos vivir, de tal manera que demos
testimonio de la existencia de Dios. El concepto bíblico de la bondad encierra la idea de
excelencia. Al conservar un testimonio genuino podemos ser vasos de la condición
bondadosa de Dios, entonces el fruto será una realidad en nuestra vida y esto implica que
somos cartas abiertas que se pueden leer. La excelencia y el buen testimonio delante de los
miembros de nuestro equipo son la manifestación del Espíritu dentro de nuestros
discipulados.
g. La fe: (Lucas 16:10)
Equivale a depender continuamente de la fidelidad de Dios aunque las circunstancias fueran
desfavorables. Nos ayuda a tomar cada hecho adverso como una puerta de entrada a la
bendición. La fidelidad de Dios puede ser desarrollada en nosotros por el Espíritu Santo y lo
importante es estar dispuestos hacer la parte que nos corresponde, comenzando por las
cosas pequeñas. Cuando iniciamos un discipulado debemos alejar todo concepto personal y
sin importar el número de personas o sus condiciones debemos ser fieles y constantes.
h. Mansedumbre: (Mateo 11:29ª)
La mansedumbre es sinónimo de apacibilidad y humildad de corazón. Una persona guiada
por este fruto es aquella que no se deja dominar fácilmente por la ira, permite que
demostremos tener la suficiente fuerza de voluntad; es una gracia especial de los hijos de
Dios y que denota autoridad en todo aquel que la posee. Dentro nuestro rol como líderes
debemos caracterizarnos por dos cosas la primera la humildad de corazón sabiendo que
estamos allí por gracia de Dios y la autoridad para ejercerla de manera correcta dentro de
cada clase.
i. Templanza: (Filipenses 2:13)
Es una forma de manifestación del Espíritu Santo especificada en la capacidad de control
del ánimo, superando cualquier debilidad; esta relacionada con el dominio propio y con la
prudencia como distintivo del creyente guiado por el Espíritu y se concreta en un
comportamiento sabio. Como líderes debemos tener la capacidad de controlarnos para
actuar con equilibrio y esto se da solamente a través de un proceso en el que interviene
poderosamente el Espíritu Santo, pero con la cooperación de nuestra voluntad.

“CADA DISCÍPULO ES UN LIDER POTENCIAL Y SE CONVERTIRA EN AQUELLO QUE HAYAMOS


SEMBRADO EN EL”
Pastor Cesar Castellanos
BIBLIOGRAFÍA:

• Colección tan Firmes como la Roca, Sumergidos en su Espíritu, Pastor Cesar Castellanos.
• Liderazgo de Éxito a través de los12, Pastor Cesar Castellanos, G12 Editores, 1999.
• Biblia Reina Valera, Revisión 1960 - 1995

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