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CAPÍTULO 1
En este capítulo se intenta rastrear y entender qué pujas y Qué nuevos hechos
fueron configurando la actual posición del Banco Mundial en el campo de las re-
aciones internacionales. Hasta la década de los 60 las relaciones entre los diferen-
tes campos de lucha eran abordadas desde presupuestos que privilegiaban aque-
llas de carácter más conITontativo y excluyente, y se expresaban sobre todo en el
conflicto este-oeste. El interés se orienta a recuperar aquellos mecanismos más de
concertación y complementación, previsiblemente existentes dentro del mundo
capitalista. Si bien a lo largo de este análisis el hilo conductor será el comporta-
miento y la función desempeñada por el Banco Mundial en su relación con otros
agentes e instituciones, no se podrá descuidar un abordaje que incluya a Estados
Unidos, especialmente en su política exterior y de defensa, en su vinculación con el
resto de los Estados pertenecientes al mundo capitalista -tanto países desarrolla-
dos como subdesarrollados- así como tampoco la relación con los países del mundo
socialista y la Guerra Fría.
En este contexto también deberá incluirse a las empresas multinacionales,
en virtud del fuerte poder de que disponen, poder que aunque no se exprese en
términos de soberanía, por su expansión, influencia y concentración de recursos
en el campo internacional y en el interior de los Estados cuestiona la soberanía
de éstos, especialmente los más débiles, situación que inevitablemente nos obli-
ga a considerar el papel del Estado y las posiciones que se le atribuyen y/o logra
configurar.
En la década de los 60 se advierten ahronos CaI~mOSen puja, entre los que se
destacan: ~los países perteneci~nte~ a la esfera capit~po que incluía un
mosaico diverso y heterogéneo; 2) el configurado por los aíses socialistas, tam-
bién con su diversidad y heterogenel a; a rIvalidad este-oeste, que reflejaba la
puja entre los dos grandes bloques, y 4) las controversias entre el mundo desarro-
.llado y el subdesarrollado. ---
La puja entre países desarrollados y subdesarrollados se centraba en la capaci-
dad de decisión y en la mayor o menor dependencia de los segundos respecto de los
primeros, aunque desde los finales de la década de los 60 se va estableciendo una
relación de interdependencia entre ambos tipos de países. Desde el lado de los
países subdesarrollados, distintas situaciones mostraron a algunos de ellos, como
es el caso de los productores de petróleo del mundo árabe -coligados en la Organi-
[25 )
26 María Alejandra Corbalán
zación de Países Productores de Petróleo (OPEP)- con una creciente fuerza a partir
de la posesión de un bien, y simultáneamente pusieron en evidencia cierta condi-
ción de dependencia de los países más altamente desarrollados respecto de este
importante recurso. Más adelante, el posible desvío de la energía nuclear de fuer-
za motriz a recurso armamentístico por parte de algunos países del mundo subde-
sarrollado reforzó este punto de vista. Aunque existen numerosos ejemplos de esta
naturaleza, probablemente éstos sean los casos más relevantes durante este pe-
ríodo, casos que desnudan con más énfasis la relación de interdependencia entre
el mundo desarrollado capitalista y sólo algunos de los países subdesarrollados,
aquellos que poseían recursos energéticos de carácter estratégico.
Si bien estas pujas permiten el reconocimiento de campos antagónicos e in-
terdependientes, pueden resultar limitadas para comprender y explicar otros
conflictos de poder que aparecen en la década de los 60. La advertencia de algu-
nos indicios llevaría a considerar nuevos elementos configurativos de otros cam-
pos de oposición, sin que ello signifique la dilución o desaparición de estas oposi-
ciones. El reconocimiento de relaciones de interdependencia entre sectores y/o
campos de fuerza existentes y nuevos también presupondrá la emergencia de
nuevas estrategias.
Para entender el papel del Banco Mundial en la actualidad es preciso formu-
larse una serie interrogante s y preguntarse, entre otras cuestiones, por qué hoy
dentro de la dinámica internacional el Banco Mundial ejerce una posición destaca-
da en el orden internacional. ¿Qué ha hecho posible que esta institución ocupe el
actual papel, una determinada posición con relación al resto de las instituciones y
los Estados? Focalizar la mirada en el Banco Mundial desde una perspectiva rela-
cional conduce a analizar la red de interdependencias de esta institución y las
estrategias desplegadas. De modo que, para entender su poder, serán considera-
das las redes de relaciones que establece con otros agentes e instituciones dentro
del complejo mundo de las relaciones internacionales.
La idea de presión (Elias, 1995) supone un punto de vista en el análisis de las
interdependencias en el interior de un determinado campo de fuerzas, como la
esfera de las relaciones internacionales, no circunscripta a una presión impuesta
desde el exterior ni ajena a sus actores e instituciones. Esta idea se complejiza
cuando el interés de este trabajo se desplaza a la sociedad internacional. En ella se
ponen en juego ciertos criterios relativos a lo interno y lo externo, lo que torna
dificultoso establecer o trazar los límites entre ambos espacios.
Sin embargo, la idea de interdependencia trasladaría el eje de lo interno-exter-
no a otro tipo de consideración, la de reconocer que "las presiones se ejercen por
hombres sobre otros hombres, estando entendido que esta presión no tiene necesa-
riamente fuerza igual en todas las direcciones" (Elias, 1986: 235).
Las construcciones mutuas e interdependientes debilitan la atención con rela-
ción al lugar de "origen" de la presión y privilegian los análisis de carácter unilate-
ral, tanto desde la perspectiva de los que ejercen presión como de los que la sufren.
En un análisis de este tipo se corre el riesgo de perder una visión de conjunto; por
tanto, privilegiaremos un abordaje que posibilite observar "una especie de circula-
ción de presiones" (Elias, 1995).
Circunscribir el análisis a las disputas entre el campo socialista y el capitalis-
ta, o entre países desarrollados y subdesarrollados, no facilita la comprensión de
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El sistema internacional y el Banco Mundial ~~ \\ "'c'
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1. Las relaciones entre países centrales y periféricos y entre hegemónicos y no hegemónicos pue-
den estar atravesadas por otras cuestiones o problemáticas (militares, energéticas, ecológicas,
etc.) que van configurando relaciones cambiantes e inestables que amplían la malla de relaciones,
estableciendo vínculos más sutiles y menos permanentes pero a la vez más complejos (Kehoane y
Nye, 2000).
,
28 María Alejandra Corbalán
entre los agentes que la "crean" y las capacidades y disponibilidades que osten-
tan dentro de las diferentes instituciones y organizaciones. Esta perspectiva
analítica se hará extensiva a otras instituciones o agentes que se incluyan en
este análisis, donde el Banco Mundial servirá de hilo conductor para analizar y
explicar las controversias en el mundo de las relaciones internacionales, y desde
allí poder justificar y entender el papel que esta institución desempeña en el
período considerado.
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30 María Alejandra Corbalán
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1 y organismos de carácter internacional, aspecto al que -por su relación con el tema
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;\j,1 de este trabajo- se le prestará una particular atención dado que tiene la significa-
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¡~!' ción de hipótesis central. El propósito es recuperar aqueIlas ideas que pueden ha-
'1 ber tenido sus orígenes dentro del ámbito trilateral y que con posterioridad hayan
influido o se hayan concretado en las prácticas del Banco Mundial y a través de él.
Esta influencia pudo ejercerse mediante canales diversos; sin embargo, intere-
sa señalar que existen distintos tipos de unidades en las confrontaciones, que se
relacionan indistintamente (elites, grupos transnacionales, Estados, agentes indi-
viduales) y que la participación del tipo de unidad varía con relación a los temas o
cuestiones que aparecen como núcleos convocantes.
En lo que se refiere a las pujas entre países, los trilateralistas admitían la
existencia de asimetrías aun entre las propias naciones de la Trilateral: Japón,
Europa y Estados Unidos, reconociendo una mayor relación de carácter bilateral
entre Estados Unidos y Japón y entre Estados Unidos y Europa que entre Europa
y Japón. Sin embargo, en los inicios de los 70 comienza a percibirse una "pérdida
de posición relativa de la economía norteamericana frente a las economías de Eu-
ropa y Japón".4
Por la misma época también admiten una pérdida de poder relativo en el cam-
po militar, que queda expresada en las declaraciones del almirante Thomas H.
Moore en 1972, e?Cjefe de Joint Chiefs of Staff:
", 4. Al respecto toman como dato para ilustrar esta situación la evolución de la producción indus-
i ¡, trial de algunos países del mundo capitalista. Así, en 1948 la producción industrial de Estados
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1
Unidos representaba 54,6 por ciento. en 1972 era de 40,8
República Federal de Alemania pasa de 3,6 a 8,5 por ciento
por ciento. En el mismo periodo la
y .Japón crece de 1,2 a 9.4 por ciento
I Jj1" (N. Inozemtsev, 1977-1978: 30).
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El sistema internacional y el Banco Mundial
También las relaciones de Estados Unidos con Japón muestran cierta pérd
de asimetría expresada especialmente en el terreno económico. En este períc
más especialmente desde 1969, el Gobierno norteamericano solicitó a Japón I
tricciones a sus exportaciones en algunas ramas de su producción, cuestión'
fue débilmente atendida por este último. A Estados Unidos le preocupaba el (
balance comercial a favor de Japón y la posibilidad de que este país domin
comercialmente el área del Pacífico.6 Otra cuestión que también modifica las TI
ciones entre estos dos países es el acercamiento del gobierno norteamerican
China durante la gestión de Richard Nixon (1968-1974), que puede ser considc
da como un elemento de presión sobre Japón en respuesta a los avances científi
y tecnológicos de éste.
Esta pérdida de hegemonía por parte de Estados Unidos se incrementa Ü
bién con el desmoronamiento del sistema monetario internacional creado en Bret
Woods (1944), que coincide con la creación del Banco Mundial. La crisis del de
fue demostrativa de otro conflicto entablado entre países productores de oro y aq
Has que no lo eran. "Para 1971 el dólar había dejado de ser convertible para to
los efectos prácticos, ya que la cantidad de dólares en poder de no-norteamer
nos había cuadruplicado la que amparaba la reserva de oro de Fort Knox" (R
1977 -1978: 37). Esta pérdida de liderazgo financiero de Estados Unidos tuvo e
secuencias en la dimensión política de la hegemonía norteamericana que ha
sido planteada y advertida por parte de sectores de los países capitalistas desal
Hadas (ídem).
. Las divergencias que se agravan entre Alemania y Estados Unidos, las pre
nes que recibe Japón respecto de sus exportaciones y los pasos de Nixon con rl
ción a China, generan también diferencias en el interior del aparato de poder r
teamericano. En ese contexto y como evidencia de estas diferencias, Philip H. Tre
en ese entonces secretario adjunto de Estado para cuestiones económicas, ren
cia descontento por la política económica internacional de Estados Unidos en rl
ción con los países del mundo capitalista desarro]]ado. Esta desavenencia puede
ser interpretada como síntoma de disconformidad por parte de ciertos sectores del
establishment estadounidense y manifestación de una perspectiva de análisis dis-
tinta respecto de las orientaciones de la política económica norteamericana en el
plano internacional. Estas nuevas perspectivas de hecho se van consolidando a
través de la Comisión Trilateral, de la cual Trezie es miembro.
7. Según datos de 1970 del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, este
país contaba en esta fecha con 3.375 bases militares fuera de su territorio (Chomsky y Herman,
1978: 186).
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I
8. En 1927 se da la primera comunicación por la voz a través del océano Atlántico, aunque rudi-
mentaria hasta 1956, fecha en la que se instala el cable telefónico transatlántico (Vernon, 1980;
Mattelart, 1994).
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Asimismo, el poder de las empresas transnacionales desdibuja el proceso de .,
vinculación entre Estados transfiriéndolo a otras instancias y agentes. En gran
medida esta situación contribuye a reforzar las funciones de mediación y orienta-
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ción que asumen ciertos organismos internacionales. t~
Aunque subyace la teoría de la razón de Estado en la confrontación entre polí-
tica interna y externa dentro de un Estado, la atención parece desplazarse de la
primacía de la política interna (razón de Estado) hacia la externa, quedando la
primera más supeditada a las exigencias del plano internacional. La interdepen-
~
dencia expresada tanto en el plano social, económico, cultural, ecológico como el
énfasis hacia procesos cooperativos y de articulación interestatal y regional soca-
van los fundamentos de la razón de Estado y debilitan la soberanía estatal, dos
factores sobre los que se basaba la intención de desarrollo autónomo de los países
subdesarrollados.
", -~._---
I sistema internacional y el Banco Mundial 35
Fuente: Banco Mundial,"Relatorio sobre el desarrollo mundial", 1993, p. 213 (los porcentajes fueron redondeados).
Dado que el propósito de este trabajo es analizar el papel del Banco Mundial,
esulta difícil realizar una caracterización de la importante heterogeneidad del
ubdesarrollo considerado en términos de países.
.~ En este apartado nos detendremos en el análisis de la crisis energética, en
."..Virtud de que este hecho será uno de los que marca un punto de inflexión en las
;;l~'relaciones entre países industriales y productores de materias primas y es posible
. . .que marque el inicio de nuevas prácticas de relacionamiento.
. La crisis energética pone en cuestión el criterio de las áreas de influencia acor-
ado entre los países hegemónicos, en parte porque en la lucha entablada intervie-
.en otros agentes suficientemente visibles: las corporaciones. Esta crisis también
afecta la cooperación entre países pues produce cambios en las posiciones y por
ende en las relaciones entre éstos: entre los industriales entre sí y entre los indus-
triales con respecto a los países subdesarrollados y a la vez productores de este
,bien. El incremento de relaciones bilaterales entre los países industriales y los
!roductores de petróleo durante este período es un signo de estas transformacio-
les. Es evidente que ellas también expresan cambios en las relaciones de fuerza
lue modificaron el equilibrio existente, obligando a cambios en las estrategias
. Jara la conservación de la antigua posición de fuerza. Conservar una misma posi-
~~ Ciónde fuerza a veces requiere el cambio de prácticas y estrategias.
:;~;@;; Los acuerdos bilaterales -entre países productores y no productores de petró-
;~¡j1'~::teo- eran vistos con desagrado por parte del presidente estadounidense Richard
, ~;~~'Nixon (1968-1974), de ahí su convocatoria a la acción conjunta de los países consu-
lii%l't1'midores.
."""., Por detrás de Estados Unidos estaban las corporaciones de origen norte-
.'",.;tamericano y la posibilidad de que disminuyeran sus ganancias. Los acuerdos bila-
'Z':i:t,erales fueron efectuados principalmente por países de Europa y por Japón.9 Stork
.""..
C,§:c(1974) sostiene por ello que las firmas de origen norteamericano no se vieron dam-
""':i1ificadas y los mayores perjuicios recayeron en los países del Tercer Mundo.
..,¡;.;~."
}¡'9. Francia establece acuerdos con Arabia Saudí y Sudán, también lo hace Italia. Gran Bretaña
"~:firma un acuerdo suplementario con Irán. Alemania se asegura la provisión de gas natural iraní
:%-'vfala Unión Soviética. Concretó con Egipto. Siria, Argelia, Irak e Irán distintos acuerdos de inter-
.,I~,cambio,que le permitieron abastecer a diferentes Estados capitalistas y mantener una explota-
':, ción rentable de sus yacimientos. Posteriormente, Richard Nixon y Leonid Brezhnev logran reali-
',;,-JEarun acercamiento entre los intereses monopólicos y la Unión So\'iética. Estos acuerdos no cu-
.).'¡ibrían la totalidad de los suministros de petróleo y tampoco los países productores disponían de
',,';i,$transporte propio, quedando sujetos a los monopolios (Stork, 1974).
-------
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36 Maria Alejandra Corbalán
Aunque "la OPEP fue absorbida por el imperialismo" (Stork, 1974) se produjo no
obstante un cambio importante de reposicionamiento de las distintas fuerzas que
afectaron a todo el conjunto del sistema internacional, aunque fue posible identifi-
car núcleos de conflicto más fuertes entre algunos contendientes y también la
emergencia de nuevas fragmentaciones entre los subdesarrollados.
Llama la atención que una de las preocupaciones de los trilateralistas haya
sido el modo de incluir a los países de la OPEP en su contribución al desarrollo del
Tercer Mundo. Al respecto un informe elaborado por tres especialistas para el Co-
mité Ejecutivo de la Comisión Trilateral expresaba:
Esta propuesta toca de lleno el núcleo de las fuerzas que actúan dentro de los
organismos financieros internacionales (Banco Mundial y l"MO,porque de concre-
tarse debería cambiarse también el poder de decisión en el interior del Consejo
Ejecutivo de estos organismos y por tanto también entre los sectores y países en
pUJa.
Frente a esta situación los redactores de este documento decían:
10. "La OPEP y el mundo trilateral y los paises en desarrollo: nuevos acuerdos para la cooperación,
1976-1980", Informe del Grupo Trilateral sobre Relaciones con los Países en Desarrollo al Comité
Ejecutivo de la Comisión Trilateral. Redactores: Richard Gardner, profesor de Derecho y Organi-
zación Internacional, Universidad de Columbia, Nueva York; Saburo Okita, presidente del Fondo
de Cooperación Económica de Ultramar, Thkio; B.J. Udink, ex ministro para la ayuda a los países
en desarrollo, Holanda. En Cuadernos del ClDE, 2-3, México, 1977-1978.
11. Ídem, pp. 375-376.
rr.
~
"El sistema internacional y el Banco Mundial 37
1) En los países de Asia existían áreas de conflicto más agudas que en el resto de
los continentes.
2) Desde la Segunda Guerra Mundial América Latina es incluida dentro de la
área de influencia de Estados Unidos.
3) En las décadas de los 60 y 70 una mayoría importante de los países de América
Latina se hallaban gobernados por "gobiernos de ipso", que se alineaban en su
mayoría con Estados Unidos, no sólo en relación con la política de seguridad y
defensa sino que también por vía de las corporaciones multilaterales se ejerció
una importante penetración, fuertemente avalada por la política exterior nor-
teamericana.
4) En consecuencia, los riesgos en la región latinoamericana parecían ser meno-
res que en otras áreas para los intereses trilateralistas.
Gran parte de las estrategias propuestas por los trilateralistas para América
Latina se apoyan y organizan a partir de las empresas transnacionales y de la
evaluación que realizan de la inversión extranjera en los países subdesarrollados.
Es en gran medida el canal que los trilateralistas utilizan para delinear parte de
los supuestos relativos a la política prevista para estos países, aunque no descar-
tan la asignació.n de un reforzamiento de los organismos internacionales de crédi-
to en la actuación hacia los mismos.
Al respecto en uno de sus documentos reiteran:
"
- -- --- - -------
El sistema internacional y ell\anco Mundial 39
"-1'
17. Ibídem.
18. Ídem. p. 10.
19. El Tratado de Tlatelolco aprobado en 1967 -encaminado a la proscripción de armas nucleares
.en América Latina- es suseripta por parte de estos países con posterioridad al año de aprobación
. del mismo.
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- ' -- -- - --.-.
40 María Alejandra Corbalán
aquellos más débiles. Por ello, entre las recomendaciones sugiere producir un acep- ¡
table equilibrio entre procesos democráticos, burocracia y autoridad. Teme que las
altas tasas de inflación y desempleo minen las bases de la cohesión social, pues '1
considera que el Estado de bienestar ya no resuelve estas situaciones. Un fuerte
temor es quedar expuestos a los designios de los países socialistas; así, sugiere la
mutación en los mecanismos de control .social, pues enfatiza que si Europa no : I
20. "La gobernabilidad de la democracia~, informe del Grupo Trilateral sobre la gobernabilidad de
las democracias al Comité Ejecutivo de la Comisión Trilateral, 1975. Redactores: Michel Crozier,
senior research director, Centro Nacional de Investigación Científica, Francia; Samuel Hunting-
ton, profesor de Gobierno, Universidad de Harvard, Boston; Joji Watanaki, profesor de Sociología,
Universidad de Sophia, Tokio.
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El sistema internaciona1 y el Banco Mundial
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puesto a las rentas que hacen al ciudadano responsable de la burocracia pública
los consumidores responsables de la burocracia privada,
Samuel Huntington es a quien la Comisión Trilateral encomienda analizar la
democracia en Estados Unidos. En su evaluación considera que en este país existe
una suerte de "exceso de democracia" y recomienda cierta moderación para dos
áreas de aplicación. En primer término considera que la democracia es sólo uno de
os caminos para la constitución de la autoridad y ésta no es necesariamente el
mico camino de aplicabilidad universal. En muchas situaciones el reclamo de pe-
icia, experiencia y especialmente talento puede exceder la pretensión de la demo-
racia como un camino de constitución de la autoridad.
En segundo término sostiene que la operación efectiva de un sistema político
lemocrático requiere algunas dosis de apatía y el no desarrollo de algunas inicia-
tivas de individuos y grupos. Para ello recordaba que en el pasado toda sociedad
democrática había tenido población marginada en mayor o menor medida, pero
ésta no tuvo activa participación en política. Si bien admite que esta situación es
nherentemente antidemocrática, también es uno de los factores que debilita el
imcionamiento efectivo de la democracia, pues existe el peligro de sobrecarga al
:istema político, con demandas que tensionen estas funciones y socaven los restos
e una autoridad sosegada. Propone entonces menos marginalidad sobre algunos
rupos necesitados que los conduzca a un proceso de autorretracción. Así recorda-
a que la filosofía griega dice que la mejor situación práctica puede ser combinada
or diversos principios diferentes de gobierno en sus Constituciones y se remitía a
la Constitución norteamericana de 1787, que creía había sido realizada con esta
perspicacia, y advertía que la democracia es hoy más una amenaza para Estados
fnidos que para Europa y Japón, donde esta tranquilidad existe por la herencia
'" de valores tradicionales y aristocráticos. La ausencia de estos valores en Estados
">w;.Unidos produce la falta de tal equilibrio. Es necesario -recomendaba- respaldar el
;~~~'equilibrio entre credos apasionados y credos pasivos. En Estados Unidos el debili.
"';'i'tamiento de posturas democráticas es un problema para la gobernabilidad de la
emocracia. La vulnerabilidad del gobierno democrático norteamericano no se
ebería a amenazas externas, ni a subversiones internas hacia la derecha o hacia
la izquierda, sino más bien al dinamismo interno de la misma democracia en una
sociedad con una alta educación, movilizada y participante. El suicidio de la demo-
,,¡;.cracia es más probable que sea el producto de una sobreindulgencia que de otra
,.., causa. Ciertos valores -que son buenos normalmente en sí mismos- no lo son ne-
'><'cesariamente cuando están maximizados. Se tiene que reconocer cuáles serán los
límites potenciales deseables para el crecimiento económico. Y este último tam-
bién tiene potencialmente límites para las democracias políticas.
De los tres contextos, Japón es considerado menos problemático, al menos en la
etapa en que se realizaron estos diagnósticos. El encargado del diagnóstico fue Joji
Watanuki quien, si bien admite las importantes diferencias entre los tres bloques,
reconoce ciertas cuestiones que los homologan. En todas estas sociedades las de-
mandas al gobierno se han incrementado. En el documento se afirma:
- Los cambios operados en las empresas industriales van evidenciando una serie
de transformaciones en las formas de organización de los sistemas de producción.
Hasta los finales de la Segunda Guerra Mundial, las formas de organización em-
presarial y las de la producción presentan características particú!ares y propias
de cada economía nacional. El sistema taylorista de producción imperante en Es-
s Unidos difiere de los modelos de Europa occidental, como del posterior mo-
toyotista de Japón. Estas evidencias marcan una etapa aún apegada a límites
que comienzan a orientarse, según el producto y el tipo de
hacia proceso de homologación y estandarización en diversos aspectos.
La creación de otras necesidades cada vez más estandarizadas va conformándose
simultáneamente con la producción en masa.
También se advierte el incremento del comercio internacional a partir de la
Guerra Mundial, que trae aparejado una serie de nuevos procesos de
-- - - --_.-.-.---..-._--.- -..-----------.-----
44 María Alejandra Corbalán
24. Considerando 1955, 1965 Y 1972, para Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y
Japón se muestran los siguientes comportamientos con relación a las patentes registradas. Para
Estados Unidos la emisión de patentes a nacionales que en 1955 fue de 87 por ciento desciende en
1965 a 80,1 y a 68,9 en 1972. Al tiempo que se incrementaba la concesión de patentes a otros
extranjeros, de 13 en 1955 a 19,9 por ciento en 1965 y en 1972 a 31,1 por ciento. En Alemania el
comportamiento de esta variable sigue un proceso similar: las patentes concedidas a nacionales
es de 77,8 por ciento en 1955, desciende en 1965 a 59,7 y en 1972 es de 46,8. Al mismo tiempo
ascienden las otorgadas a extranjeros: de 32,2 por ciento en 1955 pasa en 1965 a 40,3 y en 1972 a
53,2. Los datos para Francia son los siguientes: con relación a patentes otorgadas a nacionales en
1955 es de 53,3 por ciento, 34,9 en 1965 y 23,3 en 1972. El Reino Unido registra en 1955 el 59,9 por
ciento a nacionales, 43,7 en 1965 y 23,6 en 1972. Para los mismos años Japón registra los siguien-
tes porcentajes: 74,9 por ciento en 1955, 66,1 en 1965 y 70,3 en 1972 (Vernon. 1980: 17).
1sistema internacional y el Banco Mundial 45
e tan novedosa en empresas pertenecientes a países más pequeños, como son los
asos de Holanda y Suiza (Vernon, 1980).
La diversificación de las líneas de producción es iniciada por las empresas nor-
americanas y se va extendiendo, a partir de los 50, a las empresas europeas
:omo expresión de un cambio en los modelos de producción.
La estructura empresarial "madre-hija", que exigía controles más rígidos e in-
:rementaba los lazos nacionales, comenzó a ser abandonada, produciendo una dis-
inución de las diferencias basadas en factores nacionales.
Cierta vulnerabilidad de las empresas, expresadas especialmente bajo la for-
.a de una fuerte dependencia de ciertas materias primas (crisis especialmente
idente en los inicios de la década de los 70), llevó a que muchas empresas comen-
ran a crear redes multinacionales. Una de las estrategias precursoras por parte
:e algunas empresas nacionales fue exportar el excedente de su producción a otros
Ilercados, sin que esta exportación constituyese un proceso permanente. En estos
:asos, disminuía el costo y la complejidad del proceso que hubiese requerido una
ocalización más permanente en un nuevo lugar.
Desde finales del siglo XIX,existieron mecanismos en algunos países europeos
;endientes a dificultar la penetración de nuevas firmas en su mercado. Más allá de
que la distribución de mercados, después de la Primera Guerra Mundial, fue una
práctica que -aunque escasamente formalizada- permitía advertir una distribu-
:ión entre los países europeos y Estados Unidos, América Latina quedó predomi-
~.~;:nantemente bajo-la influencia de las compañías norteamericanas. No obstante, las
!t:\'~strategias para la preservaci6n de los mercados variaba en función del tipo de
L}~~produ.cto. Diverso~ trabajos .confirman que la tendencia a ~a multinal~zación fue
y ~ reducIda en el penodo antenor a la Segunda Guerra MundIal. Al finalIzar la con-
tienda las exportaciones de productos norteamericanos se incrementó tanto para
Europa como para América Latina. Previendo que esta situación no se prolongaría,
...,las firmas norteamericanas comienzan a desarrollar otras estrategias para prote-
,!:;if~'gersus mercados. Una de ellas fue la organización vertical de las industrias, aun-
',''",. que ello no garantizaba suficientemente los riesgos de la fuerte competencia que se
.comenzaba a vislumbrar. La creación de mecanismos tendientes a producir decisio-
es conjuntas entre empresas competidoras fue emergiendo como una práctica.
. Un comportamiento detectado en empresas más pequeñas o nuevas dentro de
.'un mercado fue "seguir al líder", considerándose líder a las grandes empresas así
~ "~-como también a aquellas con una larga trayectoria en el mercado mundial. Este
t ,..'!¡'seguimiento sugería un proceso imitativo por parte de las más nuevas y pequeñas,
. ~,~ que les evitaba ciertos riesgos o riesgos mayores en las nuevas operaciones de
instalación, producción, distribución y venta. Esta tendencia no se generaliza; se
manifiesta más entre aquellas empresas líderes cuya producción era más estanda-
rizada que sobre aquellos productos que exigían mayores procesos innovadores.
La tendencia a la transnacionalización por parte de las empresas europeas y
japonesas se avizora en la década de los 60 aunque se fortalece a partir de los 70.
La instalación de muchas de estas empresas en el mercado norteamericano se
debe en gran medida a este proceso de imitación, así como también al intento por
recuperar la hegemonía y el equilibrio perdidos desde la Segunda Guerra Mun-
dial. En este camino podían recurrir a dos opciones: comprar una empresa existen-
te en otro país o crear una nueva.
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!'¡¡ Otro mecanismo advertido al menos entre las empresas europeas fue el au-
mento de exportaciones entre estos países, especialmente en el marco de la comu-
:1", nidad europea, aunque esta tendencia se hace extensiva hacia los países en desa-
rrollo.
Los comportamientos señalados son parte de los peligros vislumbrados por las
transnacionales de un incremento de la competencia, que no sólo se va diversifi-
cando en el tipo de producto sino en las instancias de venta y comercialización.
Esta situación enfrentó a cada empresa a un proceso cada vez más complejo en lo
que se refería al diagnóstico para decidir sus movimientos, su planeamiento y
estructura organizativa. El camino por políticas menos concertadas tornaba difi-
cultosas sus actividades. En gran medida ello es reconocido y señalado en los docu-
mentos de la Trilateral, que comienzan a propugnar la estabilización y propuestas
concertadas donde la fusión, concentración y oligopolización terminan siendo par-
te de los resultados.
. - -. . -' '
1 sistema internacional y el nanco 1\Iundial 47
En parte esta visión es compartida por ]a Tri]ateral; por ello sus estrategias se
ncaminan a reforzar los lazos entre las regiones trilatera]istas con e] objeto de
legociar más eficazmente con el sur. Este refuerzo de ]a8 relaciones este-oeste
'ntre los tri]ateralistas tiene como punto de sustentación un liderazgo colectivo,
lue debiera hacerse extensivo a otros países inicialmente no considerados tri]ate-
alistas, aquellos que en su denominación eran "socios menores", inclusión que
ambién debería hacerse extensiva a]a Unión Soviética.
En este sentido prevén una administración colectiva para el sistema interna-
ianal; sin embargo, cuando realizan ]a caracterización de ]a estructura organiza-
iva, la diferencia de atribuciones y derechos de los países admite diferencias. En
:ste sentido formulan que la estructura organizativa debería estar constituida en
rma de
Un grupo pequeño e informal, que sirva como núcleo (que pueda cam-
biar en su composición precisa de un asunto para otro), un grupo más
amplio de todos los países más importantes y una imp]ementación for-
mal de las iniciativas acordadas a través de las instituciones universales
existentes o nuevas.2(;
26. C. Bergsten, G. Berthoin, K Mushakoji, The ref(¡rm of International Institutions. The 7hlatc.
mi Commission (Nueva York, 1976). citado en Rico (1977.1978: 80J.
27. Entre estas medidas cabe mencionar: bloqueo económico, retiro de ayuda, embargo, medidas
sobre las importaciones y exportaciones, etcétera.
28. Véase "La reforma de las instituciones internacionales", en Cuadernos del ClDE,2-3, México,
1977, p. 419. \nforme del Grupo Trilateral sobre Instituciones Internacionales a la Comisión Tri-
lateral. Redactores: C. Fred Bergsten, senior felow, The Brookings Institution; Georges Berthoin,
ex representante en jefe de la Comisión de la Comunidad Europea en el Reino Unido; Kinhide
Mushakoji, vicerrector para programas, Universidad de Naciones Unidas; consultor especial: John
Pinder, director de Planeación Política y Económica.
El sistema internacional y el Banco Mundial 49
El meollo que explica la búsqueda de acciones comunes entre los países trilate-
rales es la relativa declinación de Estados Unidos. Su incapacidad para ejercer un
proceso reordenador del sistema internacional lo lleva a buscar la solución a tra-
vés de la cooperación e interdependencia con Europa y Japón.
Administración común, dirección colectiva y ampliación de socios por vía de los
organismos internacionales son parte de las premisas sugeridas por los trilatera-
listas para administrar la creciente interdependencia entre los "socios mayores" y
"la de éstos con los menores". De este modo la significación de la reestructuración
del sistema oficial internacional constituía la carta instrumental que permitía re-
gular la relación con los países subdesarrollados. Es decir, se proponía que la rela-
ción norte-sur estuviera mediada por estos organismos reestructurados con nor-
mas y sistemas de control.
Como parte de las conclusiones del informe de la Trilateral sobre los organis-
mos internacionales se señalaban seis cuestiones a tener en cuenta para la refor-
ma institucional internacional: 1) nuevas instituciones; 2) reforma de las institu-
ciones existentes; 3) movilización de las instituciones internacionales; 4) integra-
ción de los recién llegados y de los que se han retirado; 5) liderazgo, y 6) coordina-
ción dentro y entre áreas críticas.
En este sentido reconocían que
1) La consulta con respecto a los programas o a las políticas nacionales en las que
el impacto sobre otras naciones puede ser indirecto o limitado.
2) Donde hay conflictos directos de política o de interés entre los países trilate-
rales.
3) En aquellas áreas sustantivas en las cuales el consenso de posguerra se ha
derrumbado o allí donde no hay necesidad de nuevas políticas.
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la base de un consenso político sustancial que se había establecido a través del
sistema de Bretton Woods; sin embargo, evaluaban que (".':e se hallaba debilitado
y que era preciso recuperarlo y renovarlo.
-- --
El sistema internacional y el Banco !vhmdial 51
31. "El problema de las consultas internacionales", en Cuadernos del ClDE, 2.3, México, 1978, p.
428. Informe del Grupo Trilateral sobre Procedimientos de Consulta a la Comisión TrilateraI.
Redactores: Egidio Ortona, ex embajador de Italia en Estados Unidos; J. Robert Schaetzel, ex
embajador de Estados Unidos ante la Comunidad Europea; Nobuhiko Ushiba, ex embajador del
Japón en Estados Unidos.
52 María Alejandra Corbalán
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La visión que se tiene del experto de alto nivel va en consonancia con la necesi-
dad de mitigar el principio de soberanía nacional, que entra en disputa con pro-
puestas de carácter más colectivo, como el que se sugiere. El "dominio intelectual
del tema" puede ser un atributo del experto internacional y puede encontrar un
terreno más favorable que el que desempeñan "representantes políticos" y los pro-
pios gobernantes que no disponen de conocimientos especializados en el tema. Esto
sería, ajuicio de los trilateralistas, una de las ventajas que ofrece el funcionalismo
por partes.
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54 J\'¡aria Alcj;1ndra Corbalán I
Como un camino que limite la acción nacional más autónoma, es preciso articu-
lar las diferentes dimensiones que va incluyendo el propio proceso de consulta.
Así, dicen:
No puede haber progreso para una consulta más eficaz si no hay vo-
luntad política. Ésta puede existir Únicamente si los jefes de gobierno y
los líderes de la oposición se dan cuenta de que es esencial consultar más
a menudo. [...] Esto significa la aceptación de ciertas restricciones a la
acción nacional independiente. [...1 No es suficiente una simple declara-
ción politica. Hay que imponer una disciplina a la burocracia y diseñar
un sistema para llevarla a cabo. Luego, a fin de asegurar que las decisio-
nes tomadas a nivel superior de gobierno no sean frustradas a nivel de su
implementación, hay que controlar constantemente la política y su ejecu-
ción.36
Así es, cuando sea posible, hay que incorporar sanciones contra los
obstinados en los acuerdos institucionales, principalmente por su valor
disuasivo. Y es también imperativo [...] que los países más importantes
se unan para ejercer la dirección sistemática.:l8
~cionales, incluía como parte de estas propuestas la aceptación de que este proceso
sería largo:
... una agencia como esa institución 11otra del campo comercial o moneta-
rio la coordinación de dichos campos. El Banco Mundial podria aportar
alguna forma de liderazgo en la coordinación de las actividades en el
campo de la transferencia de recursos a los países en desarrollo. Aun así,
la tarea principal de asegurar la consistencia en los diversos campos re-
caerá sobre las naciones trilateralistas, las que deben asumir ellideraz-
go del sistema. (Assman, Dos Santos y Chomsky, 1978: 97)
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(/., ...\~:'.
~u VE C,c"o
sa, Harold Brown; el embajador ante Naciones Unidas, Andrew Young; el se
rio adjunto de Estado, Warren Christopher; el subsecretario de Estado para Asun-
tos Económicos, Richard N. Cooper; el subsecretario de Estado para Asuntos de
Asia Oriental y el Pacífico, Richard Holbrooke; el subsecretario de Estado para
Planeación de Políticas, Anthony Lake; la subsecretaria de Estado para Asuntos
de Seguridad, Lucy Benson Wilson; el asesor del presidente en materia de seguri-
dad nacional, Zbigniew Brzezinski; el director de la Agencia para el Control de
Armamentos y el Desarme, Paul Warnke; el cojefe del equipo negociador de los
nuevos tratados del Canal de Panamá, Sol Linowitz; el subsecretario del Tesoro
para Asuntos Monetarios, Anthony Salomon; el secretario del Tesoro Adjunto para
Asuntos Internacionales, Fred Bergsten; el embajador en Italia, Richard Gardner;
el delegado ante la Conferencia sobre Derecho del Mar, Elliot Richardson, y el
embajador plenipotenciario para las negociaciones sobre energía Nuclear, Gerard
Smith.
La larga lista de nombres en cargos políticos dentro del gobierno norteameri-
cano durante la presidencia de Carter es una demostración de la inclusión de
estos agentes de elite en los asuntos de política interna y externa del Estado
norteamericano, que se amplía en la medida en que forman parte de la Trilateral
figuras pertenecientes a los sectores productivos y financieros norteamericanos
-Chase Manhattan Bank, Bank of American, Coca-Cola, Bendix, Cat~rpillar,
Sears and Roebuc- (Assman, Dos Santos y Chomsky, 1978). La comunidad de
intereses trilaterales tampoco se reduce a una adhesión partidaria pues figuran
como miembros fundadores otros norteamericanos que no pertenecían al Partido
Demócrata, como es el caso de Barber Conable, quien fue senador republicano
por Nueva York entre 1963 y 1965 Y posteriormente presidente del Banco Mun-
dial entre 1986 y 1991, en pleno período de las políticas de ajuste estructural
para los países subdesarrollados.42 Alden Clausen, presidente del Bank of Ame-
rica, fue presidente del Banco Mundial entre 1982 y 1986. Otra figura destacada
fue George Bush, también del Partido Republicano, quien impulsó durante su
gobierno la candidatura de Lewis Preston, sucesor de Conable en la presidencia
del Banco Mundial entre 1991 y 1995.
Un proceso similar se registra en los miembros de la elite europea, en la cual
figura una heterogénea composición que incluye a un importante número de direc-
tivos de grandes corporaciones: G. Agnelli de la Fiat Ltd., U. Colombo de la Monte-
dison (Italia); Reay Geddes, presidente de Dunlop y miembro del Chase Manhattan
Bank; R. Marjolin, director de la Royal-Dutch Shell (Francia) y miembro del Cha-
se Manhattan Bank; R. Maudling, director de Dunlop Rubber Co. y de Shipping
and Industrial Trust; F.S. Fadzean, director administrativo de Royal Dutch Shell
Group Ltd.; G. Roland, socio de Bring Bros. and Co. Ltd., director de Union Carbi-
de Corp., presidente de IBMLtd. (Londres) y del Multinational Bank. También se
destacan importantes directivos de bancos, como Eric Roll, director del Bank of
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I 42. Es durante su gestión al frente de esta institución cuando se inician los préstamos de ajuste
estructural. Su candidatura como presidente del Banco Mundial fue fuertemente impulsada por
Ronald Reagan durante su gestión presidencial.
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f)8 Maria Alejand ra Corlmlán
Desde esta atribución de poder de la que gozan los sectores de elite, se va con-
firiendo a los administradores de las corporaciones, empresarios y otros agentes
,una función politica que explicaría la existencia de una superestructura transna-
cional. Al respecto, en los documentos trilateralistas se mencionaba: