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DEFINIENDO INFLACIÓN

Por Bruno Abriata

¿Qué es?

Es el incremento generalizado y sostenido de los precios a lo largo de un período considerable


de tiempo.

¿Qué debería preocuparnos de la inflación?

Hay dos asuntos que deberían preocuparnos de la inflación:

• los problemas “estáticos”:

- Actúa como un impuesto no legislado


- Efecto regresivo sobre la distribución del ingreso
- Pérdida de competitividad por la erosión del tipo de cambio (tdc) real
- Deterioro de poder adquisitivo y repudio de la moneda

Estos problemas surgen por el valor absoluto tomado por los precios, y se evitarían si fueran
perfectamente flexibles. Esto no ocurre en la realidad. Debido a rigideces en ciertos precios y
las diferentes estructuras de mercados, éstos se acomodan a distintas velocidades y a
distintas magnitudes, habiendo por ende cambios en los precios relativos (entre tdc y precios,
entre precios y salarios, y entre los precios de los distintos bienes).

• los problemas “dinámicos”:

- Incertidumbre e imprevisibilidad
- Retroalimentación vía Efecto Olivera – Tanzi1, indexación, dinámica inflación - tdc,
expectativas de inflación, acaparamiento de bienes, ajustes solapados de precios
relativos
- Decisiones de asignación distorsionadas
- Desvalorización de los ahorros (y aportes jubilatorios) que se soluciona indexando,
pero eso retroalimenta la inflación. Si no se indexa, cae el ahorro, se desmonetiza la
economía. La falta de ahorro afecta el crédito, por lo tanto, la inversión, lo que a su
vez, incide en la oferta de bienes a mediano plazo, generando más inflación. Se puede
financiar con la inversión con deuda externa, pero éste esquema no es sostenible

Estas complicaciones nacen de la naturaleza intertemporal del fenómeno inflacionario,


independientemente del valor absoluto de los precios. Es el incremento en sí mismo de los
precios (la inflación per se) lo que genera dificultades. Combinando estos dos tipos de
problemas, podríamos rápidamente armar, por ejemplo, los siguientes escenarios
(pesimistas):

Corto Plazo:

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El efecto Olivera-Tanzi se refiere a la depreciación de los recursos fiscales durante un período inflacionario
debida al rezago entre el pago de la obligación, el ingreso al fisco y la utilización de los mismos. Esto inicia una
dinámica nociva debido a la necesidad de incrementar el monto nominal de gasto, lo cual genera más inflación,
retroalimentando el ciclo con cada vez más fuerza.

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- Déficit externo por erosión del tdc real y puja distributiva por la pérdida de poder
adquisitivo de los salarios. Conflictividad social
- Fuga de depósitos al exterior por malas expectativas y por la desvalorización de los
depósitos bancarios a futuro, presionando a un alza del tdc nominal y éste a la
inflación

Mediano Plazo:

- Conflictos sociales acumulados generan incertidumbre política y quitan credibilidad a


la política antiinflacionaria. La puja distributiva en un marco inflacionario sólo
conduce a un recrudecimiento de la misma
- La caída de la inversión por la desmonetización de la economía genera un
estancamiento de la oferta de bienes, generando presiones inflacionarias ante una
demanda que tiende a crecer, por lo menos, al ritmo de crecimiento de la población.
(Como se mencionó anteriormente). Financiar permanentemente la inversión con
endeudamiento llevaría en el mediano o largo plazo a una crisis cambiaria-
inflacionaria salvo que las inversiones generen exportaciones industriales
competitivas
- La acumulación de déficits comerciales externos también puede llevar a una crisis
cambiaria-inflacionaria
- Sectores políticos y mediáticos la utilizan para generar más expectativas, erosionando
así aún más la credibilidad de un política antiinflacionaria

Largo Plazo:

- La falta de ahorro interno, inversiones, previsibilidad y la inestabilidad política -


económica que se generan a partir de los procesos descriptos anteriormente impiden
la continuidad del proceso de desarrollo nacional, dado que se entorpecen el
crecimiento y evolución del sector privado y la planificación estatal del desarrollo. Y si
el país no se desarrolla, queda atrapado en el problema de la “Inflación Estructural”

Las causas de la inflación

Analizando el fenómeno en un primer nivel, la causa es, sin excepción, una tensión generada
entre oferta y demanda. Profundicemos entonces el análisis un nivel más. La literatura
habitual suele dividir entre teorías del “demand pull” (tirón de la demanda) o “cost push”
(empuje de los costos) para explicar estas tensiones. Esta clasificación puede resultar poco
relevante si se tiene en cuenta la facilidad con que se generan espirales salario-precio en
nuestro país.

Si ahondamos una vez más, nos encontraremos con explicaciones más específicas. Están
quienes consideran a la inflación un fenómeno puramente monetario, fiscal o cambiario; por
otro lado hay quienes consideran que la causa de la inflación es la puja distributiva, ya sea
por culpa de “sindicatos extorsivos” o de “empresarios inescrupulosos”; finalmente, hay
quienes consideran que la inflación es un problema “estructural”, donde la oferta encuentra
restricciones para crecer y satisfacer la demanda debido a características presentes en el largo
plazo en la estructura productiva.

¿Se puede realmente soslayar alguno de estos factores a la hora de explicar la inflación en un
país como Argentina? Evidentemente no. La inflación es un fenómeno multicausal, y decir
esto no es caer en el facilismo de decir “todas las explicaciones son válidas, todos tienen

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razón.” Fuera cual fuera la causa inicial de la inflación, una vez iniciado el proceso
inflacionario todos los factores que mencionaremos a continuación entran en juego,
potenciándose entre sí y condicionando la aplicación de políticas antiinflacionarios.
Se considera entonces que las causas de la inflación son complementarias entre sí, y
podríamos agruparlas en:

Estructurales:

- Concentración de los mercados


- Infraestructura básica
- Capital productivo
- Organización social y sindical
- Patrones de consumo
- Historia inflacionaria

Coyunturales:

- Expectativas (Factores políticos, indicadores macroeconómicos, credibilidad –


efectividad de las medidas, la persona del “policy maker”, medios de comunicación)
- Monetarias
- Fiscales (aumento demanda y efecto Olivera-Tanzi)
- Cambiarias
- Puja distributiva
- Especulación
- Inflación internacional

Las causas estructurales determinan que no sea posible lograr un período razonablemente
largo (6 o 7 años ininterrumpidos) de baja inflación con simultáneo crecimiento y
manteniendo baja la tasa de desempleo. Los países subdesarrollados se ven entonces
sometidos a que los crecimientos de demanda que deberían incentivar un incremento de la
producción pronto se transformen en inflación debido a que las restricciones de la oferta no
le permiten seguir de cerca de la demanda. Una vez que la inflación ha adquirido dinámica
propia, se vuelve necesario por lo general un ajuste recesivo o una crisis hiperinflacionaria
que de vía libre al ajuste.

Estas mismas causas estructurales hacen que las medidas tomadas en el plano coyuntural
sean efectivas, en el mejor de los casos, hasta el mediano plazo. Veamos los factores y sus
interrelaciones:

- Mercados concentrados y con barreras a la entrada facilitan que el productor traslade


a precios más plenamente los incrementos de costos e impuestos y que reaccione a los
aumentos de demanda incrementando los precios y no la producción. Un mercado
más grande y un escenario de mayor previsibilidad permitiría el ingreso de nuevos
competidores
- Infraestructura básica deficiente implica que los productores no pueden contar o bien
con las vías de transporte y comunicación más eficiente, o con la energía a precio
estable y un suministro constante, o con otros insumos básicos indispensables. Esto
implica problemas a presente (costos más altos de producción o incertidumbre acerca
de la provisión de servicios públicos que pueda ser defectuosa y perjudique el negocio,
desalentando la inversión e incentivando la maximización de ganancia en el corto
plazo)

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- Capital productivo insuficiente u obsoleto limita la capacidad de producción. Las
empresas deben lograr acceso a tecnologías y equipos eficientes y en cantidad
suficiente, y para esto hace falta previsibilidad (para invertir) y, en caso de ser
necesario, instrumentos facilitadores de acceso a bienes de capital
- Organizaciones sindicales poderosas y combativas contribuyen a la espiral
inflacionaria cuando sus reclamos salariales se vuelven demasiado altos, e incluyo
mayores a la inflación
- Patrones de consumo inflexibles impiden a los agentes variar sus canastas de
consumo cuando el precio de un producto que pesa mucho en ella sube. Ejemplo: la
carne en Argentina
- La historia inflacionaria nacional, que mantiene alerta a los agentes económicos a
resguardarse en activos extranjeros al menor indicio de inflación, presente o futura.
- Las expectativas de inflación, por sí solas, pueden generar inflación, debido a que los
agentes pueden repudiar la moneda nacional porque piensan que no mantendrá el
valor, huyendo a hacia una divisa o acaparando producción real. Puede deberse a
inestabilidad política que no viabilice una política inflacionaria o genere
incertidumbre respecto a futuras políticas económicas; desequilibrios macro que
hagan presagiar episodios inflacionarios o corridas cambiarias; la falta de credibilidad
de los agentes en la política antiinflacionario (diagnóstico del problema, capacidad y
reputación del policy-maker y efectividad de la política); y a las expectativas y miedos
infundidas a través de los medios de comunicación. La inflación misma puede generar
en los agentes una dinámica de expectativas inflacionarias, generando un círculo
vicioso
- La monetización del déficit fiscal y cuasi-fiscal (a través del pago de la deuda interna
del BCRA) incrementa la cantidad de dinero disponible en el público y expande así la
demanda agregada. Así mismo, la emisión monetaria actúa sobre la demanda
agregada bajando la tasa de interés, y así incentivando el consumo
- El gasto público incrementa la demanda agregada, generando tensiones contra la
oferta. A su vez, la inflación devalúa la recaudación y al momento de gastar el Estado
se encuentra con que debe incrementar el valor nominal del gasto para hacer frente al
rezago fiscal. De esta forma, se inicia una peligrosa dinámica entre inflación y gasto
público (Efecto Olivera-Tanzi)
- La devaluación del tipo de cambio incrementa el precio de los bienes transables y se
transmite al resto de la economía a mayor o menor velocidad según las expectativas
de devaluación y el grado de capacidad ociosa. A menor grado de capacidad ociosa y
mayor uso repetido de devaluación, inflación y tipo de cambio irán adquiriendo una
dinámica mutua que podría resultar imparable, debido a que las personas repudian la
moneda nacional producto de la inflación, generando más inflación y tensando el
mercado de cambios, lo cual depreciará mas la moneda nacional, hará subir los
precios de los transables y eso se transmitirá cada vez con mayor velocidad al resto de
la economía, realimentando el círculo
- La puja distributiva puede generar una dinámica perversa, donde al comenzar un
episodio inflacionario por aumento de costos de producción o por cualquier otra
variable exógena, los precios suban, los sindicatos pretendan consigan subas
salariales para mantener el poder de compra y a su vez las empresas suban
nuevamente los precios para recuperar su rentabilidad
- La inflación alta hace que las empresas no puedan dilucidar correctamente el precio
que maximiza sus ganancias. Si lo fijan por debajo, sufrirán una pérdida de capital, ya
que una vez vendida la mercadería tendrán dinero que pierde valor. Si venden más
caro, tendrán menos ingreso monetario pero dispondrán en stock de mercaderías que
mantienen su valor real y pueden salir a vender más a precio menor en caso de que les
falte liquidez. Obviamente, este segundo tipo de pérdida es mucho menos dañina que

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la primera, por ende en contexto de alta inflación, las empresas venderán menos y
más caro, exacerbando más el proceso. Vemos aquí que el proceso de acaparamiento y
especulación no necesariamente corresponde a un comportamiento malintencionado
o usurero, sino a una lógica y natural decisión empresarial
- La inflación internacional se transmite naturalmente a nuestro país, excepto que se
apliquen medidas para dislocar los precios locales e los internacionales (retenciones a
las exportaciones o subsidios a las importaciones). Si todos los países aplican este
tipo de medidas, se generará una mayor tensión en la demanda mundial y el problema
puede exacerbarse
- Finalmente, si estos problemas coyunturales se repiten en el tiempo y con cierta
intensidad, lo único que se logra es inestabilidad macroeconómica e incertidumbre, lo
cual lleva a la baja de la inversión y la producción y dificulta también la planificación
estatal del desarrollo, agravando las causas estructurales de la inflación

Acabamos de ver el efecto de cada factor sobre la inflación, y cómo la inflación afecta a su vez
sobre cada uno. Nótese que en casi todos los casos se llega a la misma conclusión: existe un
círculo vicioso entre la inflación y su causa. En otras palabras, LA INFLACIÓN GENERA
MÁS INFLACIÓN. Todos los factores se relacionan entre sí, incluso los coyunturales con los
estructurales. Una primera lección: la inflación debe atacarse en todos los frentes
simultáneamente.

Otras ideas a tener en cuenta

- Los agentes privados no son asociaciones de beneficencia. Maximizar ganancias no es


un delito, sino el motor natural del capitalismo, y nadie tiene la autoridad moral para
decidir, salvo en el caso de concentración en el mercado, cuál es la tasa de
rentabilidad que deben ganar los agentes, porque sino se estarían socializando las
ganancias y privatizando las pérdidas, eliminando incentivos a invertir. Igualmente
nocivo es el caso donde, por el contrario, se garantizan rentabilidades mínimas,
privatizando las ganancias y socializando las pérdidas
- El empresario que sube precios y no invierte en mayor capacidad de producción no
debe ser demonizado sin indagar en los motivos por los cuales no lo hace. Si no
invierte es porque no tiene expectativas de ganancias o porque no hay un marco de
previsibilidad en el que le convenga a hacerlo. ¿Con qué derecho se lo puede obligar a
hacerlo? ¿Por qué no invierte en ese negocio quien reclama que se invierta, si es que le
parece tan rentable?
- Si se detectan mercados poco competitivos, debe analizarse la causa. Puede que no
haya competencia porque el mercado es pequeño, porque la incertidumbre aleja las
inversiones de otras empresas, porque la empresa líder se ha diferenciado y su
posición se la ha ganado por excelencia, etc. Es decir, no tiene por qué ser siempre
producto de prácticas desleales o de las malas intenciones de empresarios
inescrupulosos, sino que en muchísimos casos es producto del mejoramiento y
evolución de los bienes y servicios ofrecidos, es decir, es un premio a la excelencia.
Castigarlo económica o retóricamente no ayuda, de hecho empeora la situación
porque asusta a potenciales entrantes, sino que debería darse previsibilidad y
facilidades a nuevas inversiones en el sector.
- Enfriar la economía no implica necesariamente perder puestos de trabajo. Se puede
reducir la tasa de crecimiento a la mitad y aún así seguir generando empleos
- Los controles de precios no pueden ser concebidos como herramienta
antiinflacionaria a largo plazo, sino como un instrumento de emergencia para
controlar la inercia inflacionaria inserto en un programa creíble e integral de lucha

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contra la inflación. Controles de precios aislados y extendidos en el tiempo generan
desabastecimiento, acaparamiento y desinversión, agravando el problema.
- Distorsionar información acerca del verdadero índice de inflación sólo agrava el
problema
- Así como el aumento de la inflación genera círculos viciosos, se puede generar un
círculo virtuoso si se la elimina
- La deflación es nociva porque siempre va acompañada de recesión, excepto que se
deba a una extraordinaria baja del precio de insumos totalmente importados
- Una política antiinflacionaria no necesariamente requiere una contracción monetaria.
En la historia argentina hay dos ejemplos de políticas antiinflacionarias heterodoxas
relativamente exitosas (luego fracasaron por circunstancias excepcionalmente malas
en el campo político y externo) que no conllevaron una contracción monetaria (sí una
contracción fiscal) y de las cuales se puede aprender mucho. Nos estamos refieriendo
al Plan Krieger Vasena y al Plan Austral

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