Sei sulla pagina 1di 2

MEDITACION en la Catedral

realizada por N.H.D. Manuel Molina Cano


Lunes Santo 2007

E
n silenciosa penitencia, bajo el imponente tratos, donde el llanto halle consuelo, donde no
negro de su ruán, ha ido llegando el cortejo existan miserias, donde no quepan recelos,
de nazarenos que precede a Aquél al que el donde de un extremo a otro tengan todos
peso de la cruz le hizo caer y al que el alimento, donde nuestros dirigentes aúnen de
verdad esfuerzos para alcanzar la Justicia que
pueblo, año tras año, recibe estremecido al verle, todos nos merecemos.
cuando empieza a caminar entre naranjos, con su cara
de bondad, su mirada perdonando todo el mal que hay
recogido en el madero que es Cruz de nuestros pecados
y cuyo peso sus fuerzas poco a poco ha ido quebrando
hasta llevarle por fin a estar en tierra tirado.

Padre Jesús de las Penas, caído sobre la tierra


en su camino al Calvario, agotadas ya sus fuerzas
por martirio soportado, su mano sobre una
roca, la otra su Cruz abrazando y en su mirada el
perdón que a todos va regalando mientras
camina, consciente, a morir Crucificado,
clavado a un burdo madero, condenado
injustamente por redimir mis pecados.
Habías dejado a los tuyos en Pan Bendito tu
Cuerpo y en el Cáliz, con tu Sangre, nos distes
Amor Eterno. Pese a todo, te entregamos
aquella noche, en el Huerto, te coronamos de
espinas, te insultamos, te dimos en caña cetro,
para llevarte después, martirizado y maltrecho, a
presencia de un Pilatos que te cubrió de
desprecio.
A morir Crucificado te condenó el mismo
pueblo que te acogió jubiloso cuando dejaste el
desierto. Perdónanos, Jesús Mío, Señor de las
Penas Nuestro, si en la senda del Calvario te
dejamos sólo luego, y dejamos a tu Madre en el
camino del Duelo, sin llevar hasta su lado ni un
ápice de consuelo a ese gran dolor de verte
derribado sobre el suelo.
Meditación sosegada de quienes van
caminando alumbrándole el sendero, de esos
cristianos anónimos vestidos de nazarenos que
pregonan condición y cantan sus sentimientos.
Donde las ideas de todos alcancen justo
De quienes van caminando mientras respeto, sin amparar por cultura lo que no es
proclaman su fe aunque sea desde el silencio en sino sacrilegio y despreciable basura concebida
recogida oración porque llegue un mundo por blasfemo, donde siempre haya una ayuda
nuevo en que todos sean iguales dentro de su para quien se siente enfermo, donde no haya
raza y credo, en que acabe el terrorismo, donde nadie solo sin que encuentre compañero que esa
la paz no sea un sueño, donde no exista el aborto soledad mitigue con un abrazo sincero, donde
ni haya tampoco eutanasia, amparándose la vida todos sean hermanos como estos nazarenos
de no-natos y de viejos, donde no haya malos
6 LAS PENAS Junio 2007
que de corazón lo piden en su silencioso rezo a Jesús Mío de las Penas, coge mis cinco senti-
este Jesús de las Penas que está caído en el suelo. dos para reponer con ellos los que has perdido
Acólitos, servidores, insignias y nazarenos, en martirio. El tacto no sé, que acaso, como
monaguillos custodiados por un paciente estás tan afligido puede aumentar el dolor de tan
pavero, acompañan a Jesús, le han traído hasta horrendo castigo. Pero toma, sí, mi vista; que tus
este Templo en el que ahora le vemos y que ha ojos vean los míos quebrantados por el peso de
inundado de amor mientras lo cruza en silencio un llanto mal contenido; olfato para que
llevado amorosamente por her manos aprecies que se está quemando el cirio y que el
costaleros que se esfuerzan por mimarle en aroma es de incienso y naranjos florecidos; el
trabajo que es un rezo, para cumplir estación en gusto... nos lo quedamos por tomar tu Sangre en
la que todos tenemos el orgullo y la alegría de ver vino y por recibir tu Cuerpo convertido en Pan
premiado el esfuerzo por el Amor que derrama Bendito.
Mas porque escuches los rezos de este
pueblo estremecido, te lo suplico, Señor, toma
Tú también mi oído. Jesús Mío de las Penas,
escucha nuestros gemidos, que vamos a darte
muerte y estamos arrepentidos.
Contempladle cuando pase y comprobad
cómo el pueblo encuentra consuelo al ver a
quien en tierra tirado, hace Vida del mensaje que
los otros nos van dando, porque el Rostro
Bondadoso viene a todos pregonando que ya ha
vencido a la muerte y que hay un cielo
esperando.
Señor Mío de las Penas, tal como Tú me
enseñaste, con mi rezo y oración, todo mi amor
quiero darte.
Padre Nuestro, que estás en el cielo y tam-
bién en nuestros corazones y en cada rincón de
este pueblo, santificado sea tu nombre, en la
alegría y en los duelos de toda mujer y hombre.
Venga a nosotros tu Reino y hágase tu voluntad,
aún cuando no la entendemos, en la tierra como
en el cielo.
El pan nuestro de cada día, tan amargo algu-
nas veces y otras lleno de alegría, dánosle hoy;
perdona nuestras ofensas, porque es débil nues-
tra alma para tan agreste senda, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no
nos dejes caer en la tentación, que nuestra senda
ilumine la Luz que irradia tu Amor, Jesús
Nuestro de las Penas, y líbranos del mal. Amén.
Tras Él, con su cruz cargados, las filas de
penitentes, amorosos cirineos que ahorrarle
esfuerzo pretenden, sumidos en la oración,
ese su Mirar Sereno. contentos de poder verle, queriendo seguir los
Jesús Mío de las Penas, escucha nuestros pa-sos del que ahora les precede, sabiendo que
gemidos, que vamos a darte la muerte y estamos en esta noche es mucho lo que se pierden
arrepentidos. Si eres Tú mi Bien Eterno, si eres porque hay otras cofradías caminando entre las
Tú quien me ha escogido para gozar de tu Amor, gentes, cofradías que están tal vez arraigadas en
¿cómo puedo ser mal hijo y pagarte con sus mentes.
desprecios ese tu gran sacrificio de ofrecer hasta Porque hay muerte en Vera Cruz y en Museo
tu Vida por verme al fin redimido? que va expirando, o en ese Cristo que llevan
Junio 2007 LAS PENAS 7

Potrebbero piacerti anche