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e 1¢ oO Yeceros ae » ESTETICA. ‘TEORIA DELLA FORMATIVITA. AUTOR: LUIGI PAREYSON. Editorial: Bompiani. Milan, 1988 (edicién orig. 1954) CAPITULO SéPTIMO: RSTéTICA Y POETICS. ideales del arte 22. Variedad de las poitica y progranas artisticos. La gran variedad de las formas de arte que se presentan en la historia de la civilizacion, de la cual no se ha podido no tener en cuenta en la indagacién precedente, sugiere 1a idea que el lugar del arte en la vida espiritual sea, mas allé de lo indicado por la estructura de la operacién artistica, y que he tratado de estudiar hasta aqui, sobre todo aquello que ella cada tanto se asigna y que el hombre a su vez le reconoce. Si cada obra es un mundo, y si un mundo incluye una concepcién personal de la realidad, cada obra contiene en si misma una determinada “idea” dél arte y del lugar que éste ocupa o merece tener o quiere conseguir en la vida espiritual. Cada artista en su misma actividad implicitamente otorga al arte una determinada funcién, un lugar especial en la escala de los valores, una particular importancia en el conjunto de 1a vida; y esta valoracién esta muy presente en su obra que, al reclamar @1 consentimiento, tiende 4 suscitar el mismo aprecio en el lector. Andlogamente cada civilizacién y cada época tiene un determinado modo de considerar el. arte, asignéndole diferente importancia y diferentes funciones, y dejandose guiar; en las apreciaciones dictadas’ por su gusto, por esta “idea” que tiene del arte y de su lugar en la vida espiritual. ‘Asi el arte asume cada vez diversos valores y significados: se lo vera como inseparable de las manifestaciones de la vida politica’ y religiosa, 0 como un valor absolute de por si, independientenente de preocupaciones de otro género y apto para cultivarse en una incontaminada pureza; se lo verd como testimonio de la verdad dltima, del bien absoluto, de io bello ideal, de los supremos valores del universo, 0 como fin en ‘si mismo, suficiente de su propia belleza, indiferente de Significados ocultos 0 funciones posteriores; se lo veré como revelador del sentido profundo de las cosas, simbolo de la vida césmica, dueno del misterio del universo, incliso iniciético con respecto a 1a magia interna de lo real, 0 como puro juego y simple placer, contento de si mismo y de Su propia ‘levedad; se lo veré como intérprete de 1a realidad, fiel ilustrador de la naturaleza, despiadada e inpasible representacién de los hechos, 0 como delirio del ansuefo, vuelo de la fantasia, lucha contra lo real, Creacién de realidad inédita y nueva, pura abstraccién que se rige en si misma; se lo veré cono expresién del sontimiento, imagen donde se representa en 1a calma de la contemplacién 1a vida de los afectos y del coraz6n, 0 como simple decoracién, indiferente a lo que narra o cuenta 0 dice, celoso del valor puro de los propios elementos formales; se lo vera como militante en la vida, encarnada en 1a situacién histérica, conaciente de su propia responsabilidad frente 2 exigencias morales, feted 3B politicas y religiosas, empefiado en llevar 1a contribucién de su potente Beicacia en el corazén del hombre, ayudando la difusién de la verdad y favereciendo 1a practica del bien, y persuadiendo a los individuos y los pueblos a determinadas concepciones, © cono evasion de 1a vida, deseado Poparo del mundo y do las pasiones humanas, seguro refugio del alma en 1a pura contemplacién de fantasticas figuras y de mundos sonados, renedio Eopicitual a 1a. tumultuoca actividad del hombre; se lo verd como EsPifestacién necesaria de la vida piblica y asociada, 0 como confiado al Goce privado @ individual, en la fastuosidad de las cortes o en te $etiniiad de la casa o en el recogimiento de los museos; se lo vera como porjudicial en sus efectos, peligroso en su eficacia, desastroso en sy Berluencia y digno de ser desterrado de la sociedad perfects, o como ilevads escuela de vida, alimento indispensable del espiritu, nutriente Steal del alma, y principio de toda formacién y educacion espiritual; se Jo verde como propio de espiritus frivolos y ligeros, obra de genios Gespeinados € inmorales, 0 como voz de los vates de 1a gente o profetes de la humanidad. Estas diferentes concepeiones, y otras infinitas que se podrian tomar de 1a historia de los hechos artisticos, atestiguan suficientemente gue no se puede ni hacer arte ni leer arte sin una "idea" del arte y del {ugar que éste ocupa en la vida espiritual, es decir sin una “postica’y ja cual pode estar implicita en el estilo del autor o en el gusto del lactor, 'o estar desplegada en un determinado programa artistico, expresada, en manifiestos 0 tratados o cédigos normativos, trazado acbre iP modelo de obras ejemplares 0 diseflado como propésito para obras 4 Gealisar; podré Limitarse a sugerir un ideal de arte, siempre diferente Segin 1a determinada espiritualidad de quien como autor o lector lo jmagina © adopta, y en las mis variadas relaciones de la vida espiritual y con las otras actividades del hombre, o descender a prescripciones Zeecisas y determinadas, a normas detalladas y particulares, 9 reglas Pgcogidas en extensos formularios; podré finalmente concretarse y Tealizarse en el mismo proceso de produccién de la obra o bien aislarse thts decdlogo presupuesto: sea como sea, una obra de arte siempre Statien en si, viva y activa y operante, una poética, es decir un “fdeal" del arte y un “programa” del arte. 23. Distineidn entre astética y poéticas. Todo esto sugiere 1a necesidad de una distincién entre la estéetica, que tiene un carécter filoséfico y puramente especulativo, dirigida 2 etinir un "concepto” del arte, y las poéticas, que tienen un carécter historico y operativo, puesto que surgen para proponer "ideales” drtistices y “programas” de arte. ba distincién es bastante evidente, y RL habria necesidad de ingistir on ella, si no fuera implicitamente Gesconocida y negada por concepciones bastante difundidas y corrientes- hei que alguna precisién al respecto puede no ser inoportuna ‘lvida, por ejemplo, aquella distincién, quien infundadamente considera como estéticas determinadas poéticas, las hace objeto de una polémica tan injusta como initil, tergiversando completamente 30 Goruraleza originaria. Gran parte de las reflexiones que la antigiedad y aT Venacimiento dedicaron al arte se resuelven justamente en “poéticas”, gs decit en programas artioticos, y asi debeA ser consideradas, de manera que sea puesto en luz el cardcter operativo de sug afizmaciones y ¢} Diseter ‘historico del gusto particular que las inspiro. Considerarlas Como eatéticas significa desnaturalizarlas porque sus afirmaciones, {ojustamente transferidas al plano "especulativo", terminan perdiendo el qe stter "progeamatico" y “operative” que intentan tener paza revestiz un 34 carécter "normativo" al cual no pueden aspirar; de ahi surge una polémica que, formalmente oportuna en ‘cuanto se dirige a las pretensiones “normativas" de una estética filoséfica, la cual como tal no tiene nada de preseribir al artista, es injusta si se refiere al intento original de esos programas artisticos. Las diversas poéticas didécticas y moralistas, que en todos los tiempos se presentaron en la historia de los hechos artisticos, no intentan exponer un “concepto", moral 0 didactico del arte, sino que se limitan a proponer el programa de un arte lleno de verdad, de vida ética y ensefanzas morales; 1o cual de por si no viola para nada el principio de 1a autonomia del arte cuando es sostenido en el plano de las poéticas, como por otro lado confirma la existencia de un arte de este tipo; impugnar esas poéticas en nombre de una estética moderna significa confundir los planos y, sobretedo, hacer un trabajo indtil, puesto que mis ventajoso seria para la meditacién filosdfica estudiarlos como programas artisticos, los cuales proveen siempre un muy Util material para la reflexién puramente especulativa de la estética. Ni vale la pena hablar de un caracter “empirico" de la poética en contraposicién a la naturaleza filoséfica de la estética; puesto que en esta distincién se halla una justa polémica en contra de las tentativas de elevar en el plano especulativo bisquedas con intenciones puramente descriptivas, pero se olvida, mAs bien se reniega, el cardcter "operativo" de esas poéticas que, lejos de reducirse a una descripcion pseudocientifica, se presentan a los artistas como verdaderos y propios programas artisticos ‘Adem4s ocurre frecuentemente al revés, 0 sea el caso de estéticas que en el fondo son una postica disfrazada, en el sentido que proponen como concepto y definizién filoséfica del arte aquello que con més propiedad seria un programa inspirado a un determinado gusto, cayendo asi en el doble inconveniente de absolutizar un gusto histérico y pretender Jegislar en campo artistico; con lo cual el cardcter puramente especulativo de: la estética resulta gravemente comprometido, puesto que el pensamiento filos6fico no puede reducirse a una simple "expresion" de su tiempo, ni puede tenez un caracter inmediatamente "normativo". No todo el arte es lirico, pueste que un arte abstracto en todos los tiempos se ha alternado con aquel florecido con la vida de los afectos: la definicion del arte como "expresién del sentimiento", en la medida en que no esté acompafiada de precisiones ulteriores, que a su vez terminarian con alargarla al punto tal de requerir una explicacién ms especifica, corre el riesgo de convertirse en la absolutizacién de un cierto gusto y asumir la pretension de dar una norma a los artistas. Mi vale la pena, en tal caso, hacer confluir en la definicién de arte los varios aspectos que el arte asume a través de las distintas pogticas, como cuando se dice, por ejemplo, que el arte es siempre clasico y romintico, realista @ idealista, expresivo y abstracto, casi como si estas frmulas no tuvieran un sentido preciso en el plano en que que es el de las poéticas y los programas artisticos. EL problema no es el de compcner y mediar, por ejemplo, clasicismo y Fomanticismo, como si sso fuera necesario para salvar la esencia y teivindicar para la esfera artistica sea las obras clasicas que las romanticas puesto que el arte, cuando esta, se salva, se justifica y se impone por si mismo. £1 arte en el plano de la estética, no es ni clasico fn) romintico, ni al mismo tiempo clasico y romintico, pero arte sin duda, Si bien justamente por ello éste sea siempre, en el plano de las poéticas, 0 clasico o romantico u otra cosa; y las poéticas, lejos de poderse combinar y conciliar en una sintesis que parece filosdfica pero Gueda sustancialmente ecléctica, se combaten y deben combatirse, puesto que donde esta una no puede estar la otra, y los gustos histéricos se se definen,

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