La pintura en el Siglo XX
por Delia Llaneza
Con la llegada del siglo XX,
parecen que a algunos pintores no
les bastaban los pinceles y los
óleos para expresarse.
En 1910 se produjo la primera
revolución artística del siglo, pues
se consumó definitivamente, la
ruptura con la visión clásica.
Picasso y Braque se replan-
tearon los fundamentos tradiciona-
les del arte y tal es as í que al
trabajar en sus obras cubistas,
consideraron que para estimular la
comprensión del espectador, era
necesario introducir elementos
alegóricos al tema, por ejemplo:
una cuerda o una clavija para
señalar que era un violín, o un
trozo de periódico o la etiqueta de
una botella, etc.
En un momento se creyó que la
primera guerra mundial iba a solu-
cionar muchos conflictos, pero los
resultados fueron nefastos para
vencedores y vencidos, sufriendo
las mayores consecuencias los
países de Francia y Alemania. El
derrumbamiento de los valores
occidentales, produce una desmo-
ralización que se convertirá en el
motor de la rebelión DADA, cuyos
seguidores apelaron al uso de
diferentes materiales, tales como
alambres, maderas, cartones y
otros para realizar ensamblajes y
collages.
Mientras en Francia se gestaba el
movimiento activista que daría
origen al Mayo Francés del ´68,
artistas de todo el mundo tomaban
conciencia de que su obra no era
un objeto único y representaba un
instrumento crítico, un arma de
protesta y una forma de revelación
ante lo establecido.
Este período efervescente, daba
lugar a una cultura alternativa que
se manifestaría en el arte POP en
los Estados Unidos mientras en
Italia surgirían las primeras conno-
taciones de lo que más tarde se
conocerá como arte POVERA (arte
tridimensional pobre en materiales
y rico en significado).
Composición IV
V: Kandinsky
A diferencia de los conceptua-
listas, en el arte Povera, no se
planteaba tanto la configuración
artística del objeto, sino en la
capacidad de hacer visible la
transformación de la apariencia de
los materiales que se encuentran
en nuestro entorno cotidiano.
En la Argentina, también algunos
de nuestros artistas plasmaron en
sus obras, la rebelión por lo clá-
sico. Entre ellos, podemos citar a:
Berni: Cuando regresa de Europa
en la década del ’30, no se puede
abstraer de la situación crítica que
soporta le pueblo y la representa
con un realismo que incomoda al
poder. A partir del ´50, realiza un
viraje estético, poniendo en
práctica el montaje de materias
heterodoxas. Sus collages se
nutrían de elementos que encon-
traba en la calle, creando una
técnica hasta entonces descono-
cida “el xilocollage relieve”, con
la que representa Villa piolín, Jua-
nito Laguna, Ramona Montiel…
para que el espectador se concien-
tizara que había seres que vivían
entre esa basura.
En 1946 los integrantes del
movimiento de arte concreto,
iniciaron en Buenos Aires, una
cruzada por “una nueva era en el
arte”, pregonando el rigor de la
línea y el plano contra toda
subjetividad artística, pero una
década después, fueron acusados
de anodinos y decorativos por una
nueva vanguardia que pedía la
abolición de los representativo y el
quiebre del marco tradicional.
Kenneth Kemble dijo: “Queremos
mostrar que los materiales más
despreciables pueden comunicar
una estética”.
Lucio Fontana: su obra sufrió un
rotundo viraje, convirtiéndose en
uno de los artistas más decisivos
de la segunda mitad del siglo XX.
En 1952 expone en Milán las
primeras telas agujereadas con
punzón, donde la materialidad se
manifiesta de dos maneras: los
agujeros como contraparte “nega-
tiva” de las texturas casi abusivas
de óleo con los que cubre la tela.
Poco después, esos microscópicos
agujeros dejan paso a los hoy
famosos tajos en la tela, para
subrayar la violencia de esas
laceraciones.
Alberto Greco: Este artista fue un
vanguardista de los años ´62,
destacándose por la idea de
encerrar en un círculo de tiza a los
transeúntes que chocaban con él
en la calle, señalándolos como una
obra de arte de su autor ía. Se-
guidamente transcribiremos el ma-
nifiesto sobre el que basaba sus
acciones. “El arte vivo busca el ob-
jeto pero al objeto encontrándolo
deja en su lugar, no lo transforma,
no lo mejora, no lo lleva a la galería
de arte. El arte vivo es la contem-
plación y comunicación directa. Quie-
re terminar con la pre-meditación
que significan la galería y la mues-
tra. Debemos meternos en contac-to
directo con los elementos vivos de
nuestra realidad. Movimiento, tiempo,
gente, conversaciones, olores, rumo-
res, lugares y situaciones. Arte Vivo,
Movimiento Dito. Alberto Greco. 24
de Julio de 1962. Hora 11.30”.
A esta altura del siglo XXI, po-
demos decir que todo sirve para
todo, lo importante es que cada uno
pueda comunicarse con los otros.
Vivo Dito. Alberto Greco