A ntes de empezar el estudio de este capítulo “LA INTERNACIONALIZACIÓN

DEL CONFLICTO“, me perece muy interesante elaborar una introducción en la que

hablaremos brevemente del autor y su obra, la estructura del capítulo, el trasfondo histórico, y
el propósito que tenía el autor al editar el famoso libro.

El capítulo propuesto para el estudio “LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL

CONFLICTO“, forma parte del libro “Marruecos en la Guerra Civil Española. Los siete
primeros días de la sublevación y sus consecuencias“, del autor Alcaraz Cánovas, Ignacio.

Ignacio Alcaraz Cánovas, nació en 1923. Residió durante muchos años en Tetuán. A los
diecisiete años ingresó en la Administración de Hacienda del Protectorado Español en
Marruecos, donde trabajó a las órdenes de los altos comisarios Asensio, Orgaz y Varela.

En 1951 fue nombrado profesor de la Escuela Politécnica del Protectorado, hasta que en el
siguiente entró en la Administración Internacional de Tánger por oposición. Después de la
independencia de Marruecos, fue nombrado por el gobierno marroquí Interventor Regional de
Gastos, con jurisdicción sobre el antiguo Protectorado español y Tánger.

En 1967 se reintegró a la Administración Española en Madrid, donde ejerció cargos en

Televisión Española. Este singular bagaje administrativo le permitió conocer en profundidad
los secretos de la política hispano-marroquí en los años de posguerra y vivir desde una
perspectiva singular el drama de la guerra civil, la contienda europea y el largo período que
culminó con la muerte de Franco y la instauración de la democracia.

El autor tiene otro libro muy importante titulado: “Entre España y Marruecos. Testimonio de
una Época: 1923 – 1975”.

Como se queda señalado antes, el capítulo lleva el título de “LA

INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO “ la palabra internacionalización significa
acción y efecto de internacionalizar, según el diccionario de la Real Academia Española, es
decir hacer el conflicto internacional, que trasciende o ha trascendido las fronteras de un país.

El capítulo está estructurado en párrafos de modo que, en cada párrafo se trata de algún o
algunos sucesos importantes en la Guerra Civil Española según el punto de vista del autor y
según su manera de redacción y organizar las informaciones.

El libro está destinado a la difusión general para dar a conocer y entender la historia de
España durante el conflicto de la Guerra Civil Española, que fue uno de los conflictos del
siglo XX que más repercusión internacional provocó. En este conflicto se entrecruzaron a la
vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes
corrientes políticas del momento.

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 Europa quedó en una difícil situación social, económica y política tras la primera
Guerra Mundial. En España surgió un sistema liberal que trató de equilibrar las relaciones
entre las clases dominantes y dominadas. La II República española se proclamó en 1931; en
1936 los grupos de izquierda, agrupados en el Frente Popular, ganaron las elecciones
celebradas en el mes de febrero, lo que desencadenó el golpe militar que habría de dar un giro
a los acontecimientos republicanos. Así estalló la guerra civil española en julio de 1936 en la
que participaron diversos sectores de la sociedad como empresarios son terratenientes e
iglesia apoyando al Ejército. El 17 de julio se dio el alzamiento a cargo de Francisco franco
quien comenzó sus desplazamientos y disputar en prolongados conflictos el poder de la
capital española: Madrid.

La repercusión del conflicto traspasó las fronteras de España, por lo que se hizo un
asunto de carácter internacional. Ante esto la mayoría de los países adoptaron una política
de no-intervención. Hitler desde Alemania, y Moussolini, desde Italia, otorgaron apoyo a los
franquistas para a continuar la lucha. Los republicanos recibieron durante un tiempo apoyo de
la entonces Unión Soviética (hoy Rusia), y de un gran número de ciudadanos de distintas
partes del mundo que, al agruparse en las Brigadas Internacionales, lucharon por los ideales
republicanos y se opusieron al fascismo que poco a poco parecía adquirir más poder.

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- Tras siete días desde el inicio de la sublevación militar. El general Franco ha empezado a
establecer las bases de lo que sería su omnímodo de poder sobre el territorio nacional.
Mientras que donde Juan Beigbeder se esforzaba en atraer a los nacionalistas marroquíes de
autoridades indígenas.

- Los facciosos se habían apoderado de algunas ciudades españolas: Sevilla, Jerez Cádiz y del
campo de Gibraltar y también de Córdoba y Granada. El general Franco ha ordenado el envío
por mar del Ejército de África. Y Málaga era la principal base naval del Mediterráneo.

- Los sublevados contaron con parte del Ejército de África. Orgaz tenía el propósito de la
creación de unas milicias armadas, calificadas de “Españoles Patriotas”. La situación militar
comenzó a ser grave para las tropas leales, sobre todo con la captura por el enemigo de
Antequera, lo que motivó el traslado de Asensio y sustitución por el teniente coronel Rafael
Sánchez Paredes

- En Tetúan, Beigbeder, siguiendo instrucciones de general Franco hacía toda clase de

malabarismos para persuadir a las autoridades nacionalistas de lo justo de la sublevación
militar. El 26 de julio de Beigbeder almorzó en el domicilio de Abdeljalak Torres, y se
determinó una política de apertura de los militares hacia los independistas. Torres no estuvo
de acuerdo fue en el envío a la Península de soldados de las Mehal-las jalifianas.

- El 28 de julio viajó el general Franco a Sevilla. Y con la presencia de Varela, Queipo de

Llano y del propio Orgaz, sostuvo varias reuniones para organizar la marcha de la rebelión.
Después de la reunión, los cuatro generales recibieron un organizado homenaje popular.
Franco habló por Radio Sevilla y propaló las más absurdas noticias con amenazas reales a la
integridad y hacienda de los que se enfrentaran al "movimiento nacional".

- Si fue importante la aportación de marroquíes y legionarios para aplastar a milicianos sin

preparación militar, no le fue a la zaga la colaboración de Hitler y Mussolini. No menos
fundamental fue la facultad legal atribuida por ambas potencias al general Franco, para que
suscribiera acuerdos comerciales de carácter internacional.

- La colaboración pedida a Italia y Alemania comenzó a sustanciarse.. La operación germana

tenía también un componente económico, además de la avidez del mariscal para
enriquecerse, Alemania consiguió toda la pirita de Beni Bu Ifrur (Melilla), más el 60% de la
producción de Río Tinto. Alemania nunca puso tope en su ayuda material a Franco, tanto de
hombres como de material. La colaboración sólo terminó cuando, después de la batalla del
Ebro, se consumó la derrota republicana

- Bolín viajó el 19 de julio en el Dragon Rapide hasta Estéril, donde esperaba el general
Sanjurjo. El que fuera acompañante de Franco a Tetuán obtuvo de Sanjurjo la autorización
requerida para la compra de doce aviones de transporte “suficientes para ganar la guerra en
pocos días”. Mussolini, que ya veía con claridad la relación que existía entre Franco y los
conspiradores monárquicos de 1934, accedió a la entrega de los doce aviones

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- El General firmó una orden de marcha sobre la capital del ejército de África y sur de España.
Y A favor del general Franco juzgaba el hecho de que el acorazado alemán Deutshland se
encontraba, como se dijo, desde el 2 de agosto en Ceuta al mando del almirante Carls. Este se
trasladó a Tetún para efectuar una visita, en unión de numerosos marineros, al general.

- En la noche del 19 de julio, José Giral, presidente del Gobierno de la República, envió un
telegrama a su homólogo francés, Léon blum, informándole del golpe de estado militar y
pidiéndole armas y aviones.

- El 25 de agosto de 1936, Francia, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas « URSS »,

Alemania, Italia y Portugal, firmaron un acuerdo de « No intervención », que todos
cumplieron a rajatabla, con excepción de los tres últimos países citados. Y en septiembre, y
con España prácticamente abandonada por las" democracias" occidentales, se formaron las
Brigadas Internacionales, con miles de voluntarios, sobre todo comunistas y socialistas,
venidos de todas partes, que manifestaban así el deseo de combatir al fascismo.

- Las Brigadas fueron la punta del movimiento de solidaridad internacional con la República.
Consideradas como fuerzas de choque, tuvieron duros enfrentamientos con el enemigo en las
operaciones destinadas a aliviar el Frente Norte. Las Brigadas Internacionales dispusieron de
hasta treinta y cinco mil voluntarios.

- Los días en que el general Franco residió en Tetuán constituyeron su primer paso, para la
conquista del poder. En especial los siete primeros, en los que se gestó y consolidó la
participación de italoalemana, que permitiría tan desmesurado cambio en la historia de la
España contemporánea.

- La Unión Soviética tardó en ayudar a la República, ya que el apoyo soviético apenas

empezaba a plantearse. Esta colaboración fue, además, insuficiente para prosperar en los
frentes de combate. Al ver cómo Hitler y Mussolini armaban a los rebeldes, a pesar del
Comité y no Intervención, se decidió a colaborar con la República. Pero Francia y Gran
Bretaña temían que la guerra española desembocara en una guerra mundial

- Cuando los derroteros de la guerra cambiaron a favor de los aliados, Franco modificó su
comportamiento con los países que lo habían ayudado, lo que motivó fundamentadas quejas
de los dirigentes italoalemanes, Hitler, Goebbels, Mussolini.

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 Después de la sublevación militar. El general Franco empezó a establecer su
omnímodo de poder sobre el territorio nacional. Mientras que Juan Beigbeder se esforzaba en
atraer a los nacionalistas marroquíes de autoridades indígenas. En España, Los facciosos se
habían apoderado de Sevilla, Jerez Cádiz y del campo de Gibraltar y también de Córdoba y
Granada. El General Franco ha ordenado el envío por mar del Ejército de África.

Orgaz tenía el propósito de la creación de unas milicias armadas, calificadas de

“Españoles Patriotas”. La situación militar comenzó a ser grave para las tropas leales, sobre
todo con la captura por el enemigo de Antequera, motivando el traslado de Asensio y
sustitución por el teniente coronel Rafael Sánchez Paredes.

En Marruecos y en Tetúan, Juan Beigbeder, hacía toda clase de malabarismos para

persuadir a las autoridades nacionalistas. El 26 de julio, se determinó una política de apertura
de los militares hacia los independistas. Y el 28 del mismo mes, el general Franco viajó a
Sevilla. Y con la presencia de Varela, Queipo de Llano y del propio Orgaz, sostuvo varias
reuniones para organizar la marcha de la rebelión.

La aportación de marroquíes y legionarios fue importante para aplastar a milicianos

sin preparación militar pero, no le fue a la zaga la colaboración de Hitler y Mussolini. No
menos fundamental fue la facultad legal atribuida por ambas potencias al general Franco,
para que suscribiera acuerdos comerciales de carácter internacional. La colaboración pedida a
Italia y Alemania comenzó a sustanciarse. La operación germana tenía también un
componente económico, además de la avidez del mariscal para enriquecerse. Alemania nunca
puso tope en su ayuda material a Franco, tanto de hombres como de material. La
colaboración sólo terminó cuando, después de la batalla del Ebro, se consumó la derrota
republicana.

Bolín viajó el 19 de julio a Estéril, donde esperaba el general Sanjurjo. El que fuera
acompañante de Franco a Tetuán obtuvo de Sanjurjo la autorización requerida para la compra
de doce aviones de transporte. Mussolini, que ya veía con claridad la relación que existía
entre Franco y los conspiradores monárquicos de 1934, accedió a la entrega de los doce
aviones

José Giral, presidente del Gobierno de la República, envió un telegrama a su

homólogo francés, Léon blum, informándole del golpe de estado militar y pidiéndole armas y
aviones. El 25 de agosto de 1936, Francia, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
« URSS », Alemania, Italia y Portugal, firmaron un acuerdo de « No intervención ».

Con España, se formaron las Brigadas Internacionales, con miles de voluntarios, sobre
todo comunistas y socialistas, que manifestaban así el deseo de combatir al fascismo. Las
Brigadas tuvieron duros enfrentamientos con el enemigo en las operaciones destinadas a
aliviar el frente Norte, y dispusieron de hasta treinta y cinco mil voluntarios.

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 Los días en que el general Franco residió en Tetuán constituyeron su primer paso,
para la conquista del poder. En especial cuando se gestó y consolidó la participación de
italoalemana, que permitiría tan desmesurado cambio en la historia de la España
contemporánea.

La Unión Soviética tardó en ayudar a la República, ya que el apoyo soviético apenas

empezaba a plantearse. Al ver cómo Hitler y Mussolini armaban a los rebeldes, a pesar del
Comité y no Intervención, se decidió a colaborar con la República. Francia y Gran Bretaña
temían que la guerra española desembocara en una guerra mundial. Y Cuando los derroteros
de la guerra cambiaron a favor de los aliados, Franco modificó su comportamiento con los
países que lo habían ayudado.