Sei sulla pagina 1di 14
116 20S INCAS, DULMa JS Pw ets tégica y tdctica, y las crénicas muestran, ciertamente, que los incas conocian la utilidad de promocionar el culto al gran lider. Las narracio- anes insisten en la importancia del Sapa {nca en batallas decisivas, inclu- so aunque numerosas expediciones clave iban dirigidas por oro clan Los incas inventaron asimismo leyendas heroicas y sobrenaturales sobre los emperadores incluso después de la invasin espafiola. Sin ‘embargo, la lucha cuerpo a cuerpo entre la aristocracia de Cuzco puede hhacernos recelar en el momento de conceder demasiado poder al empe- rador: al describir ef funcfonamient> auténtico del gobierno incaico. Hay también quienes creen que los incas se inspiraron en alguna creen- Gia evangelista, Segun se les cont6 a los esparivies, ia ideologia imperial contenia la orden de civilizar el mundo, v poseemos razones para creer que los incas tenian fe en sus dioses y antepasados (cap. 7). Debido a que desconocernos hasta qué punto la ideologia imperial recibid su formu lacién @ posterior, sigue siendo incierto en qué grado el deseo de evan- gelizacidn fue realmente un acicate al principal expansionismo. Algunos estudiosos piensan también que la prictica andina ‘un empujon a la politi- ca expansionista (Conrad y Demarest, 1984). Segtin esa costumbre, la persona que sucedia en el trono heredaba el cargo y el contr sobre los recursos estatales, Los recursos personales del inca fallec’ do los conservaba su propio clan para poder asi venerarle a perpe: tuidad. Esta costumbre lleva a concluir que cada nuevo emperador debia extender el imperio para alimentar a la capital v levantar su propia riqueza, porque los recursos préximos a Cuzco se agotaron pidamente. No me convence ese argumento pues, en parte, y de acuerdo con las fuentes utilizadas, Pachakuti y Thupa inka Yupanki se anexionaron virtualmente todo el imperio, Ademas, a pesar de la evidente escasez, incluso Wayna Qhapag y Waskhar exigieron zonas de Cuzco y de sus alrededores para instalar en ellas sus propios pala cios y haciendas. Las limitaciones de la tecnologia andina en el campo del transporte impedia tambign el embarque de alimentos para transportarlos a larga distancia para la subsistencia diarta. Lo que se describia como un problema de escasez de recursos, quizds se explicara mejor como envidias de las haciendas reales (cap. 0). Esa uy bien haber sido la causa de verdaderas peleas as cuerpo a cuerpo, pero no funciona igual de bien para expli- los origenes imperiales. i Capituto 5 LOS LINAJES POLITICOS EN CUZCO. Desde [2 gpoca de la conquista espafola, se ha descrito a menudo el gobierno incaico como una maquina perfectamente engrasada. Tanto si le admiraban como si te deploraban, por lo general los autores estan de acuerdo en que el éxito de la corona de Cuzco residia en una administracién ordenada hasta el mo detalle (Moore. 1958), Sega la vision popular, un emperador omnipotente presidia una vasta burocracia, compuesta en sit mayor parte de personalidades de las elites lecales que hab sido reclutadas y puestas al servicio del Estado. Al aplicar fa misma politica en todo el territorio, los incas convirtieron pro: una cultura hecha a retazos en una sociedad homogenea. Virwal mente, todo cuanto los campesinos hacian, desde el nacimienco hasta la muerte, se hallaba supervisado por funcionarios estatales En los asuntos piblicos, esos funcionarios hablaban el gui de Cuzco y las gentes introdujeron algunas de las costumbres incaicas en su vida diaria, En cuanto a la religion, las creencias del pueblo se vieron eclipsadas por una ideologia estatal que ele- vaba al soberano a [a categoria de dios sobre la tierra. De la misma manera en que la sociedad inkase habia ocganizado de forma tan sencilla antes de la gran expansién, invents también un Estado para gobernar un imperio. : Adin es comin este retrato homogéneo del reino (p. ¢j., Davies, 1995), pero esa imagen de un control uniforme y ubicuo es una ilusida que se basa en buena medida en la visién que del mundo tenia Cuzco. No deberiamos sorprendernos por ello, pues tanto Jos incas como sus conquistadores estaban preocupados por la vida y los hechos de la realeza. Aunque los espaftoles preguntaran a cientos de pequetos seftores que les relataran las condiciones de vida antes y bajo el dominio incaico, concedieron mucha 118 108 INCAS mayor importancia a las opiniones expresadas por los aristécratas incas, que incluian buenas dosis de propaganda, Desde comienzos Gel siglo xv hasta mediado el xx, el tratado idealizado de Garci- aso (1966) sobre la sociedad uniforme y benevolente de sus ante- pasados tuvo una enorme influencia. Sin embargo, su credibilidad se basaba en el linaje de quien lo contaba y no en la fiabilidad del relato. Investigaciones llevadas a cabo en las tiltimas décadas han mostrado que algiinas de las sociedades se transtormaron durante el dominio incdico, mientras que otras se mantuvieron practica- mente iguales a la época precedente. A pesar de los deberes que tenian para con el Estado, numerosos sibditos pasaban sus vidas realizando actividades cotidianas que se centraban en la familia y la comunidad, y muchos de ellos rara vez veian a un verdadero inca. Y mientras los incas aplicaban pol rras que se encontraban fuera del Cuzco constit un mosaico de sociedades a las que debian adaptar sus métodos (caps. 2, 10). La historia politica de Cuzco afecté también la natu- leza del gobierno incaico. Las tradiciones orales dominantes en Cuzco a partir de 1550 sostienen que el gobierno habia sido, en gran medida, producto del genio divino de Pachakuti. En relatos que, de manera descarada, daban lustre a su imagen, los descen- dientes de Pachakuti le describen como un visionario que invent6, personalmente, el orden social, politico y ceremonial del mundo incaico. Mientras que elementos de esa vision eran con toda segu- ridad pura hipérbole, es bien cierto que los incas gobernaron su imperio durante muy pocas generaciones. Es, por ello, razonable creer que unas pocas personas debieron ser fundamentales en ese disefo, aunque todavia hoy son discutibles los detalles del papel inspirado de Pachakuti. Una de las razones que provoca sorpresa es la de que los incas modificaran periédicamente la jerarquia gobernante y la historia que se hacia servir para defender su legi- timidad. De hecho, cuando aparecieron los espafoles, se hallaban de nuevo en un momento de cambio. Como los incas carecian de sistema de escritura y utilizaban su pasado como herramienta politica, es dificil discernir entre mito y realidad, en especial cuan- do habia pasado ya mas de una generacién desde la invasiOn espa- fola. Las crdnicas nos previenen de que el gobie-no incaico no puede explicarse simplemente mediante la descripcion del sistema que existia en 1532. En el momento del hundimicnto, el Tawa tinsuyu se encontraba en una fase dinamica, pero tampoco e la primera vez @n que habia tenido lugar un verdadero cataclismo politico, 10S LINAIES POLITICOS EN Cuzco ug El Tawantinsuyu: la «Tierra de las Cuatro Partes» Como tantos otras pueblos andinos, los incas consideraban sw sociedad, sti historia y su tierra como un conjunto unificado. Divi- fan el mundo y sus gentes en cuatro partes (suyu), cuyo centro politico y edsmico residia en Cuzco (fig. 5.1). De hecho, el nombre 00 =2c0D en oct ta Fi. 5.1. Sistema de caminas y de instalaciones provinciales (1 segiin Hyslop, (984: fotografia de la cubierta; las cuatro partes del reino inca segtin mapa en el interior. (eumepape Spt asen ‘9661 so[ouedss so} ap vpeguire wap cyuawow JP uo ayuourestoax SO pp vomeatpens fenans vj ua vyreuU!O anb « “sepeaap 2 eyroqreur as anb pepifeaL suai vun ap UrIgey searuos9 sey ‘conreds vad onaviad [pp soure SoWNTD So] Ua Sosouapod arueusteroadse UE? dodioyd) opuedng, exuT ednyy, ap SoBLIsea Sol DH} BO fp saluappuoasop So] ‘00m; ofeg_ [ap sx] arb sesusaxe seus OysmUA reLD ‘ i ‘sojjo sejnibresot Se] UPquUNOG luo1oemis v apsop poyIP s9 o1ad ‘adusan |p wos opuEIqUIeD 4 opueta:> eq] tuenbznd pepaisos v] opucno uespeans anb seuinojs3 seompousd sese mnsat pie OUAsIp aso aTuEwA||LGOIg “UEI2 0} OU aNd OUI ous eimjsun saperitu Sesa ap eum vpes sajoyeds Soy yeseng leg § omy 2p fF alquiou sod umgesay and sefenst Jp Ua oprputp eqess Sx |p P| ap oasaiuazed ap odrus 1g Saprinos SajaaTu SmUAIARp Sose a1TUe seUOIDeIAI ST] LAISHH ZS EI -nfy e7 2¢661 9MEG esen) SAIOPEpURY Se>u} SONSBauE SO] ap EPEE aj] by P upidan e| UeqETigey ‘eHOIstyouw By UNBas ‘anb soonn? sodns sod epeaiioy vquisy “Ol opANg ap Sedu] So ap eqvurWOUep as cuAM ‘ey "DzAyEAL v ap sourlo smIuated UR; ) BROW Ns UE Opeseg #onsaoue ns ap emadiad ‘epepardoad sns sp eo1po3sno 3p so] anb odwon ye ‘ouezaqos oxan 1y jp aquuTust yqioaa anb woIoueAuo> JoIpusosop SP maanuolu jsp «zedes Spurr a[ea4 Seuep> Z=Ip pq SoUTIOUOY Seau sajqou ep odru® oxx0 {uoDue 36 Soffa ap of -smzjdso Soy 4 S980%p F0} ‘So21ena ys saz96 soy weReduo9 0] OpUNL Ja anb oisand ‘TesnyeH ayuaU “pisayind vue uegtuadwasap and jaded [2 ‘Soumpue so} exed “orsd ‘on Ise ‘oak i vioey sopraypay Seular K sasai ap sefuwous se] ‘coreauT Wow!Ba2 Je [et ozn9 Na SO9tTIOd S3NNTT SOT ae og ‘saseyp 9p eumionniso episyr eum 4 eure e] ap esuajep t] u09 sopes sedan sy anb epeiogeys embzezel un soun ‘giodns o| ap pie Spur Sowes 1s ‘aiuesqo ON 1y 2 sauped ap equsedsen as ouseigo# [2 enb v] ua einbieuow cun yeous oprisg ja ‘jeruowepUuny spar O] © SOUIEATWT SOU IS oozng ap eapsjod up}sezjuezi0 eT (zget ‘a]oog £ eweping 21161 “ezORtdeZ) ap sryueauna sey ua R osnjoul OUPUNE: Ue arueMIe|qeqcad HELIS 1b ensonin Biouopina Iso 4 ‘oyuN(uOD Ns Ud ovadut Jap somueD jaoureproseus Sauo|2ous) UEqEDTeGE nAns sol anb opruiaape UEY SevopeAIEsGO SOLTeA ‘Lax OBIS [O ApS9p PA se OSTeY Tred SOWWALL sjoouoa so} uesasod seaut ‘sopourpe> sowund oj dod sepujeyae souotozatp se] ap 08:0] oj ¥ fu syuaurtornpuns sepng, ou sezted oxgeno se] anb we.nsonws ‘soptoouoD sopeases S$ B] UOD ortin! ‘upIEDIgN ns ep edeur jg Tardeo cqusuincop un goygnd ezouidsy ZeUapTeN ‘L261 U9 ‘019g “Oz OP suvapoa ueqesiuoaua as anb SeuOIDEaTEWap ODEN Sey ants PLOSUATD § 9S Spugp ausueIUDIZAI nur TISeY sOUOUCNSIq 2 | & nénseqoy 2 Uo9 ordoad of exsey cozn9 ofeg jo ond sez “AAASHUY [a £ NANSARYDUMYD |p EMipuy OBzND Oly 1g ‘SepEuapI soured upiqume? Uemaru0s ong (H ‘ ) ony p> 52 sod onpna ua oprpisip equpanb onedi ‘so opuamig “votFas Busty 2] ap eIDUIAGAd eu 2p 2 aiguiou ns ‘ooyjoeg [2 eIsEY GozN> ap arsaopNs fe 9PSep LALAcT] and exian ap epueg Bj eqednoo ‘uorsuaixs 1onau ap atred vj "rdsu? 1g “eovonty ofp} [op suo wpueg e] ue weqerqey n> so[gand ‘(e702 6 ey]03) eT[ob So} ap auquioU ns eqewor UpIoeaTeWep WRG "UTNOsd vUR suaiy ap vuo2 P| peNUDo aTRYO FP TUZUENTE wisey OUE|ANTE Jo 10d wpAos A mag 9p soeuorpuam See setien se] apsep erpuanxe as ovedun pp vyduue sew owed vj vmmansuos minsyyay jg vaREdsTY eMIIO; Fl AnIS 28 1S Sapuip SO] OOD Ep:OUED “eLTEIUOUI ey apseIbs0q SopeiduUzst so] fod iv equutmouap 2s onznD ap alsaou0u [e A aLIOU fe PqENUODLIE 28: mXnSHUY jg Sepuy SO] ap a10U |2 A SemuTEApE SEITE SEAN Sey “eL ad 03809 Bf ap SOIUDE SU & SEISOD se] eIpUDIUIOD Med 2 3 bj ap eYDUTYD vyune eperedsas vy ap aqua ‘Sesred argend se] ap epe|god SPU eT (661 “paewiap Ns op soiumse So] eJZLTp & o2zn9 uD Operadixe [2 wqafasuose and ‘(do 10yas uea8 un 20d epriiunp equise sepa ap Eun epeo “«sepru) seureg onend sey stoop alo —nswzunainy— owwuop janbe ap SYONT SOT oz 122, LOS INCAS Az Los Incas Realeza incaica (GP) ‘ A) ns ( Segesaret" Af Sips peters A Peet hhijos de Mango en Cuzco (PY) ——— Pueblo inca (GP) | Dea dvlius de Cuzco (PY) | Incas de Pr Hg et ies oes del scene Chartayeats Ansan] Koll Cunssuvu 4 SEL SEE ET, Mays Pogues | armacs Nis inca de Prwiegio (GV) Care | Getpieanha Chigve ‘Chnchapos Muir en Bimacempe ream Tambo Noe Omar Seow Taree Hane Yara Vara Ana oui | Ss uana | ats cach uikiua tre | time conde Fic 52. Modelo esquenaético de ta jerarquia social de la region de Cusco en 1532, reelaborado a partir de una ilustracion de Bauer, 1992c, p. 32. GP: ‘Guaman Pona; GV: Garcilaso de fa Vega; PY: Pachakuci Yarequi. EL SOBERANO: EL Sapa INCA 0 UNICO INCA Seguin la version final del gobierno incaico, el rey era un sobe- tano absoluto, un ser divino que habia recibido un mandato celes- tial para gobernar el mundo. Sin embargo, en la préctica, aquel monarca estrictamente humano debia trabajar en estrecho contac- to con la belicosa aristocracia cuzqueita para conseguir el trono y gobernar a partir de entonces. Los relatos épicos reales explicaban tina y otra ve:, cémo los soberanos habfan ascendido, y cOmo habfan sido aconsejados, asistides, depuestos e incluso asesinados por sus familiares. A lo largo de todas las historias orales, encontramos las dos caras dg la monarqufa: el ideal de omnipotencia y la practica negociada. Como los ineas no habian hecho ana distincion nitida entre los diferentes aspectos del poder, el emperador reunia en una LOS LINAJES POLITICOS EN CUZCO 123 sola persona el liderazgo politico, militar, social y sagrado. De forma ideal, su existencia atravesaba tres etapas (Gose, 1996). Al comienzo de su vida debia mostrar que era un guerrero orgulloso de su linaje y que recibia el apoyo de los clanes nobles cuzqueios. Una vez ungido por el Sol para gobernar la tierra, era reverencia- do come una deidad cuyos poderes y derechos exclusives eran dai- 0s entre los seres que Caminaban sobre la faz del planeta. No obs- tante, a su muerte, los descendientes acentuaban su vitalidad per- petua, pues asistia a banquetes y conversaba con los vivos y con los muertos en publico durante el dia y se retiraba a sus habita- ciones a reposar por la noche. Cuando un soberano acupaba el cargo, asumia un nuevo titu- lo personal que sustituia el nombre que habia recibido en su momento. Betanzos (1996, p. 72) escribe que el soberano iba a desposar su esposa principal en ese mismo momento, por lo ‘que, en realidad, la coronacién instalaba en el trono a una nueva pareja real. Segdn la tradicion narrativa, esa costumbre dio comienzo con Thupa Inka Yupanki, quien instituyé también la practica de desposar a su hermana carnal. Los numerosos titulos del soberano tenian por objetivo el informar de su linaje, su poder y su generosidad. Los epitetos mas importantes eran los de Sapa ‘Inca, que quiere decir el Unico Inca, Intip Churin, 0 Hijo del Sol Qhapag Apu, o Sefor Poderoso, y Huaccha Khoyaq, 0 Amante y Benefactor de los Pobres (Garcilaso, 1966, pp. 59-60, 62-64; Rowe, 1946, p. 258). Segun la manera que los andinos tenian de contemplar el mundo, la geaerasidad del rey era tan importante como su santidad y su valor, puesto que él encarnaba el Estado como patrén magndnimo. Todo el Cuzco emparentado con la realeza vivia de su largueza tanto simbélica como literalmente, puesto que recibia provisiones de manera regular de los almacenes cen- trales que aquél controlaba. La relacién del soberano con los sefotes y os sUbditos de las provincias muestra también su ima- gen de persona dadivosa a gran escala. La esposa principal poseia asimismo titulos parecidos, incluyendo el de Qoya o Reina, y el de Mamancik, que quiere decir Nuestra Madre (fig. 5.3). Garcilaso explica que Sapa Inca y Qoya eran considerados honorificos, lo mismo que los de Huaccha Khoyag y Mamancik. Las consortes securdarias y otras mujeres de Ia realeza recibian el nombre de cpalla, mientras que las princesas y otras hijas de sangre real eran Namadas musta ‘Como convenia a su rango, las actividades del emperador iban acompatiadas de ritual, pompa y festejos. Entre los deberes de pro- tocolo més importantes se encontraban el de presidir las fiestas Soo yop anquaon Ua & sen ue vIgeY 2 = tug ony equuaryy >] > oL2BUOIDERY 389 © nb agLi9s9 (9) "I aud aysa eed sopeuotsse[es j@ Dun Us opraodsuen v}Svy oO] "Equleys roper2dW? |: joundse soy yoptodus je 2apuaiduos e wepnie 19 SazopeisinbUED sol ap sAuOI (g¢ Seer ‘oneag said ua eis|a Bf ae]uEaa] CANE es "H) 9umIQUS JP. oungura anb wore, eis 2p nie ate ued bun ap spmap eqer yragap 2operedua By] undag "efeg 98 anb Guosied zoInbrens "woesut se] ap saiuapeccad soprumas soptnt ‘sesiugtur ‘22ND ap [edyoutad V VINV VIOVMIaA0UY1 sz oogao Na SCOLyIOg SErvNTT SOT SVONT SOT vel 126 Los 1Ncas ~ \ /ssetiit ond.c LA APARTENCIA DELREY,, ees | | No sabemos el aspecto que ténfan los soberanos nt siquife- va en una forma aproximada—, excepto en el caso de Atawallpa y de Waskhar, pues a éstos los describicron los conquistadores. | Los incas posefan Ia tradicién de ilustrar su historia y a sus reves | enpancles de 5 ¥ el virtey Toledo envi a Espafia un buen | miimero’ dé“setiStos sobre tapices, ‘pero se’ han. perdido todos (Molina de Cuzco, 1988, pp. 7-8: Acosta, 1986, p. 323). Los cro- nistas recordaban también descripciones orales de otros sobera- ros, pero lo Gnico que hoy nos queda en cuanto a material gréfi- co Son las ilustraciones de Guaman Poma y de Mura, clara- mente influidas por la tradicién cultural europea. Los dibujos del primero conservan numerosos elementos andinos indfgenas, pues, a menudo, ha tenido considerable cuidado al representar Ios vestidos y los adornos de las personas. Por tanto, su obra constituye una fuente visual insustituible, si nos olvidamos de la ‘mezcla de elementos andinos y espaiioles y de los rostros repeti- dos de las personas que aparecen en las ilustraciones. * ‘Un emperador portaba inn conjunto de insign | nos persénales, junto’ con ‘estidos'elabotados,-au cargo (véase Rowe, 1946, p:°158). El objeto personal’ mis impor- tante lo constitufa ‘una banda de tejido trenzado para la cabeza (auto) que, en ocasiones, iba adomado de plumas. Estaba colo- cada de tal manera que una gruesa borla (wiaecaypaycha) le cubria le: des agujeros en los l6bu- ue sefialaba también a los Fi pintado hasta que se mante- . Cuando Atawallpa Heg6 a la | “plaza de Cajamarca, -antes de su.captura, uni‘ ol- ‘dado colocé el estandarte frente a tind de Tos edificios para‘decla- rar la efttrada del rey, desconocedor de-que tas tensas' tropas cespatiolas 3e hallaban en el interior esperando la orden de ataque, PE eee 1 oXob epea 0 arumuiaqos rp2> ‘soasap sns 1900u0> 8 Zep O BLIMP runtoo waserpnd anb ered 4 “oiwawreusze ap X Sojop! ap PEP se ap olegap 200 soysaq uesus SOI mop @ wpanbad eoxsg(e wun s0papaiTe ‘ua ‘oJ0py 20d ures anb cpuopas expaid cum us tid ‘SOUANIL SO] B S034 SO} SOMA 1 80: 1 soUn aSopURp|AUoa “vjpsopuENsoUL ‘uegep of auiom Joan eysny> e] ueqeyse mbe ap © O10 ap “"sapued8 sou puaigiiti uerey “uesurisu0> 0} 68 pol ap asarwio> anb e poasand weigey a] onan! be ueqeuiand vise 21 amb eu reqeprozar “(0 priues aiuewepowigs bedeyd wucey, ap eIWOU B] Ol 20H B ap OYD OSs Jp ‘OOZND ua TAWUd zaa sod id v] opueng sofew oysnw et: jaosap sms oud ojdwin jap 2ous}u! Je ua sofa v sepeorpep sede priasuloo as SOUTIagOS sozauyid Sol ap seuasewT jou set anb aquiosa (¢¢-6¢ ‘dd ‘Q661} qe ‘sefear sepuaIoeY, se] ap SCHENIURS UB O PEPNID ej ap SESE UP UEGEUESUOD as soUTIaqos sonSuaue so] ap seiuiout sey ‘aaquimasos P| OpuaIMBIS “092N5 2p F: & yeRiowai2o epys e] ua aquaureann red wqununuas opI9a]iey vour sopesaduie je ‘opesymues e1owo% TeREY ton RqRrotozsAa3 | aS PRUTISA PS? W so anb vj & "enneisa eum sesuqe] ered exoye Tepes & emp =juouresopapms weqepreng 2s suai exeipnd ojgand yo anb ured equim Rs) ouRiLIOY MS OHO oprauEd “O% !9ue EqLIO}O9 25 josiad ofopr ns anb aq, squswaiqeqoid zl ‘0029 NA SODLLNTOM SALYNIT SOT Sey "8DOY PALL ap 58] UO reraqos PP HNO} z (962 4 ‘261 Sunway niob o:reno & bedeuD ‘areyeg sBury jap tnpso od wu] © oat 95 as sorresouny sopenat: so] sepa anb Zan wun “eps eno y] wa saruaroyns ouiais A epiqaq ‘eplwuo> woo Ee7H09 oULsOgos |> an EINFase ap | fanb ano v9 OU ,"6Ec} ue emuoM ns oLIgNasep ojog amb wIsey EPL mpE2 ‘aiial‘so1oyzious soy 2p onnalgo [A SeuaveuITe A sopeueR ‘010 ap efffea 2 EPO} |p UO ETELTO:UD 25 ‘a aptop { junsop anb so we sazeany sojanbe od sopeaieiue uvas anb ered n iafen as “> anlb ueqeuapio rnseyoRg ap SouOFSOTISUE Seuinn se] “epta uo opensta wioiqnyy fp anb saxeBn} Sc] Spo: Ua omo pureniaive £ pjseogtiows 2s anb senuiat ‘saquaysise so] e pyrewew ie a8 atime ns Uod & sepeRye8 Se] WeETELIO9 So] 95 SBUTET] lu Sop se-NO y “Sopisen upload sopripureo ap Te]TUr ano owWOD 388 'safedor sou, hoo sopewee soprpures 9p sey tm o> ome ‘edyound vee|d ey ura pranidoy ean we wepRUASUOD 2s O[eNp ep SefemMaE SO] UD Sopesn sop {R804 SO] SOpOL “{6ET-8ET “4d ‘9661 ‘Sozueiag) somyLIDeS ap oxDUITU 1ue:8 um sod opeuLio] vpsmasa seruouiazeo se] ap ove oumTNUAd Ty ‘oueIOqos [9p EpIA ¥] 9p SOUOIDTE SF] aTuaUAEOYjOquuts O1UOL A reveq ] erreur 092M Only [ep opueg 13 ‘zn ofeg JP ‘wapeooid sozesiond ap SouoIpentosa anus opeteo oyyfDar gun woo euezieuy and ‘oozn9 op wzrjd Ted ‘ues oun ren] eppuar avaaLoLIarsog « sopoi ue pp sey oury 19P B] Wa ung} Soren ap snTerIO ee anb san 109 euLte [> EMU» 0 ‘aauIauO SesIOs anb sopLSeA So’ e[duiaUOD» ‘op 9 asit8ip ueagap 'SereHn] soso op oun Epes wy “soUIOpE “blo ewoqap Jeu oozn9 je ‘oduran ap opopiad ase opeztfeuty “onieres “payjey ns Wiolseuse Zan pun o1e1ue ue uN aUBIMp ojenp sp eH “su 9$ 0971-9 opo? onb quapio es] ow Ug “SLEW ] Sen ScIsas ns ap upraisodsip oy & oureisury Tenitr ns ap uolseoyue|d Bj uaIg AM osuad nngeyoug anb voydxa (pe1 -d '9661) SozuEIEg "E>EouT worde wy “osiy B] ap o1wuLIG} Ja OpuaTNsIS “esonasafeuy oqUaITEN! Uo!DeIqe|9o ‘un ap epeyeduiose eq} oueiaqos tm ap avienut Bj ‘9a9 as UNBaS ueqeuranb fs soyepsoyeus sortieasaz so] £ Soprsan So] ‘SOpr[gures SOT “wERSEG?S, ueg op ewrous od ‘eyoueymbny epeurey, euyoo eun ue eed S¥ONI SOT scl 130 LOS INCAS vidos por un médium masculino y otro femenino. Las momias sélo par- ticipaban en las festividades mas solemnes, enviando a sus imagenes hermanas en las ocasiones de menor importancia. Segtin explica Piza- ro, las momias 0 las imagenes eran dispuestas segin su rango en hile- raen la plaza mayor, donde se les ofrecian sacrificios y chicha. Cuando tenian ganas, las momias y sus acompafiantes iban a visitar a otras ‘momias oa sus parientes vivos con ocasiGn de las festividades, gesto de hospitalidad que, evidentemente, se devolvia mas adelante. Los espafojes ‘se maravillaron de su conservacién cuando, en 1359, encontraron varias (tabla 5.1). Parece ser que el joven Garcilaso vio momias al ir a despedirse de Polo, en 1560, antes de partir hac Espafia (Hemming, 1970, p. 298). Casi cincuenta afios mas tarde, é mismo (Garcilaso de la Vega, 1966, parte I, lib. 5, cap. 29, y lib. 3, cap. 20), recordaba que: Los cusrpos estaban tan enteros que no ls faltaba cabello,ceja ni pes tafa, Estaban con sus vestiduras como andaban en vida, Los Hazwtos en tas cabezas, sin mas omamento ni insigaia de las ceales. Estaban asenta dos, como suclen sentarse los indios y las as manos cenian vadas sobre el pecho; la derecha sobre la izqulerda, los. ojos hajos.. ACUE dome que legué tocar un dedo de la mano de Wayna Qhapag: parecia aque era de una estatua de palo, segin estaba duro y fuerte. Los cuerpos pesaban tan poco que cualquiera indio los levaba en brazos © en los Fombros de casa en casa... Llevabanlos cubiertos con sabanas blancas: por las calls y plazas se arrodillaban los radoles reverencias Eon lagrimas gemidos; y muchos espartoles les quitaban la gorra EL SUMO SACERDOTE (WiLLAQ UMU) En 1532, el sumo sacerdote del Sol (Willag Um, 0 ssacerdote que cuenta») era probablemente el segundo personaje mas importance del imperio. Seguin varios cronistas, el cargo fue creado 0 engrandecido en el reinado de Pachakuti. Parte de su poder derivaba del papel que deten: taba ai poseer la capacidad de confirmar en ¢! cargo al nuevo empera- dor. Sin embargo, sus deberes piadosos diftcilmente quedaban reduci- dos estrictamente al ceremonial, pues tanto el sumo sacerdote de ‘wallpa como el de Mango Inka fueron al mismo tiempo sus mariscales de campo durante la tltima guerra dindstica y el periodo neoineaico, respectivamente. En un momento determinado, el emperador Wayna ‘Qhapag depuso a quien ocupaba ese cargo y lo asumié él mismo, qui. zs para asegurarse asi de que seria él quien nombrarfa a su sucesor (véase Gose, 1996b; Zidlkowski, 1996, pp. 154, 158-162). En la década de 1560, el lider de un primer movimiento de resistencia, Titi Kust Yupan- ‘ki, asumio también ambos cargos en las selvas de Vilcabamboa. Enperadores incus: sus momias y estatnas segtin Sarniiesto (1960), Cobo (1990) Tanta 5.1 y Betanzos (1996) Destin de wenatas conserves Ta ayer ( doude jw hallada enn gute Li Nene ae ba estarnat hermano Fagen Soberano ‘0 Winpillay ‘Mango Qhapaq 9 ZEnconteade po Polo en 155 casa Hamada tay wimpil Pee Guanachini Amare “inch Roa 1559 ds por Gonzalo, 1 cenizas recog o wha, “g258 5°" rriyig & glkelé age & e224 2O5ES3 S25225 nia enconteskka¥ enviala a Patatlacts wor Puy en 1559; foto Rekimpage, vibora Chu Pachakuti tka Yupanki savy parte ell restate de cenizas recog recogida por Polo, 0 1559 onisuda y enviada por Pole en 1559 ula en ks guerra: ij feliz Calispuguie (idle) Cusi chur Thapa Inka Yupanki Saugnanwamian (morn) Casa ee *Ortografia de la estatua hermano segiin Coby tudo ls denis se Gucwaqui Ings ayna Qhapag, We 3 9 bebe mae, 1 nqupeypobeny, E ‘ouaiogog “boy BAU pou Sa, Dobhyy senea 2, eyU wypoberi, Hyuroang, yr aAyEYseE 6 pueda, yur edn, OF e's YUN, ‘tmdng bedeug & boy ap Sean tayp SOT ‘orem ume ong oun russe ap oxdnan eusi2qos cd ,ogpp ‘aMury WnyR9s SopooyppoUt) and estoy ys bode) pn wbonrnd pause Inge nbn ney nj vbtnd penbay gc vhiend uy, (obvi voout) je pbowond vacopy my puIaasap 0: jso vbonind sory Dy Tito vhand way OVAL 2g (ugangy) ofveg jo Pas ooEng (aoe) ONY [> 1 € panna ey 1 £ bon bor ounaqos, Jp no oazng ap reboud) soprar oasanuzadd ving ein peg bow wou, ig boxdiyy2) ap voeued ya anh asajon (t9 bedeaey ohury eda obaeyy ryuedng, ryundng mide pyvedng bedeqQ § i (12. nsgg) ‘amoy thitas upmaypow) ineyDy>eg ap rnonelp nj 1 osng ap ferent) s3y091 Aer 1 19 ap pebour) sapmar nacaiauid ap sedi o1o0 cop sp vouztodyy nansnsE q's NHN, org many oan mun nd boven micrpy DYS!) nga vbourd misnpy nid 07 &6 wbeued so) ap noryp ny nor 0s Tain ohana cn obtain asap apnpnysa oy a6 Pt syouassbnsprbwan my ap enous pt wboreed pry ps oral meavar js pbonend pusrany jo vboueed wun nyo nbound eronpy PS ‘ap odnig ounsaqog 2 ‘antapuansap orsuased waeney A184 “sey, ania a0 cara anb eprpinesy exronf oy axucanp ovzejeaavd nb contfod i> ‘Sponge pe speinb orgep 38 oseaes (“sZt V9 OPPAITY RIgrY OuEAaRO® [9 HUTA SRrare anbune yecoy eamrannse | uo spesdarul opepenb eigey OU ane (fearaed Saar op enessuo fe edundumy) bedeyD ruse aP ODIO e'ZESL VEE (qrve's €1982) sopeum segue anua ongyinba ja zuasead 9p UY [2 Yoo “sau sGroeiauod sop epes o22n9 ofeg fe opezejcsap spzenb wie 92ND ony [ap seiciymuiey sodniS soj ap oun anb 9939 (MS861) 2now ‘uptuldo eso opuaindig "Tevedun wapio [2 owanu; opuend jenp oyesip oxanu Un U9 ODzND ue sovumsixe oassIUaIEd 2p sodnIs so) o1uesi0 rimyetjgeg “ToTeoU! BHuOAstY e] ap woysia4 weisz PoP nag ,(0961 ‘o1uaHauIeg) Banjjod embazeial w} A [wIIOS BANIN ASD by 3p sfuswuenunues aized 1euLI0} w osed eIs02stH FI SOswOIND "IS jose 1g “052 ONY [2 woIeATINsUOD sasO|Iersed Saar SO] SP Soypwey se] and seatuai “Seoul soue1agos soseuntad OoWID wisg PIOUEFOY Fl ap uoisuitp ef ap opeyynsez olu0> [eax uorsereUeH wpeD UD omznD 3p pepstoos &| # pepwod onenu un eypeue 2s anb apuauep opeid oe eee conaide v) “pepyemae er] Ug “Safea2 ou mA” Zap X seqeed Sbound ratp 10d Epewio; equise eyanbzn> ara e] ‘sayouedse sol bp epesay| o| v ‘amb Trick Oysay sowey ‘omUAOU OM OTH : ‘onByiue sew 2 OU “oIUWIOW yep soperoduia ye ompsoud spru serjurey odrus j@ B19 OpEAale Ras ogues ap vbouvd 1g "(sP}osa7ms s18i49 Se] ‘22URAPe SPI “2SE4) Seroduit ep UosoaIp ENITY x syploop [e eFuINyWE wess Cun Gosmtuaied ap Sodna soso v woseuoIaiodoad se[ees seuo'ssons gp suieo eun Heqeuniog “ewend uo asioun eiqap an wontfod B21 9rg see weimmsuoo (wbvund sol) vuanbzno [eas vy e] op sodnas Fo o1od “ommjosqe BoseUOU Uo ayuourEsi9a) we Jopereda TS SOOUYEDOISHIY A SETVIN SALVNTT SOT vont $07 wer 134 LOS INCAS No obstante, y lo mismo que sucede con una buena parte de la his- {én se ve tefiida por toda clase de problemas lante, ¢Dos reves incas?). Por ejemplo, Ros- cefiala que algunos de los grupos de paren Jber ico quedando apartados a (0 Jargo del tiem- fares toria incaica, cualquier ve minuciosos (véase, més ‘sworowski (1983, pp. 1 tesco reales pudieron po. Ademds de ese conjunto central formado por diez grupos Treales, las crénicas citan muchos otros mds a los que tambi rnaba panagas 0 que reivindicaban su blemente, ciertas maniobras politicas fan existido con jos en el disefio jones sugiere una via diferente para explicar la manera en que haber ineractuado la estructura y la his Gir el sistema que existia en 1332, Aunque los dat is comodo con la idea de que los gr dian o eliminaban a medida que iban relatos sobre el pasado inca fueron pal nnizacidn de la manera en que existia en un momento determinado, Sea ‘cual fuere la forma que mejor describe esa situacién, el orden politico texplicado a los espafioles no era otra cosa que una instantinea, &s decit, tl diserio que quedé detenido en el tiempo cor la invasion europea Jeunos paragas, © qui: ida la formacion del LOS LINAJES POLITICOS EN CUZCO 13 DOS REYES INCAS? Cierto nimero de estudiosos apoyan la proposicién de Zu dema segin la cual el gobiemo inca pudo muy bien haber sido idema, 1964, p. 127; Duviols, 1979b; Rostwo- 9, y 1999, pp. 177-181). Es decir, siempre el Alto Cuzco y el otro del Bajo Cuzco. rowski, 1983, pp. hhubo dos reyes Esta teorfa parte de la observacién de que la organizacién social andina, incluida la del Cuzco, se basaba en dos mitades opuest ‘cada una de ellas con su propio lider. Ademés, un cronista por. general fiable, como es Cieza (1967, p. 111) dice que los arist6- cratas incas aseguraban que Cuzco haba contado siempre con dos reyes. Algunos eronistas escriben también que Mango Qha- pag estaba considerado el fundador de ambas divisiones sociales. Sin tomar esta wtima premisa como una evidencia, Zuidema deduce que los nombres de los panagas pudicron haber sido titu- los de grupos que disponian de un status determinado, y no el nombre de grupos de parentesco siguiendo una genealogia his- térica, Desde este punto de vista, las narraciones describfan rela- ciones de poder, no relatos histéricos lineales. Su modelo de gobierno inca aproxima més estrechamente la diarqufa ilustrada en la figura 5.4 que el modelo estandar. Si Zuidema esta en lo cierto, entonces no podemos asumir que cada panaga se corres- ponda nitidamente a una generacién (Zuidema, 1983; Rowe, 1985a; Rostworowski, 1983, pp. 141-145). La ilustracién de Gose sefialando tres perspectivas muestra hasta qué punto la misma informacién bésica puede utilizarse en apoyo de visiones dife- rentes del disetio politico central incaico (fig. 5.4). Aunque los modelos estructural y didrquico efercen cierta influencia, conti- nian siendo una opinién minoritaria porque exigen la incorpo- racién de determinadas personas a la lista de reyes incas que, si no por completo, se hallan virtualmente ausentes de la mayoria de las listas de la realeza incaica citadas en las crénicas. Ademés, casi puede afirmarse que el Bajo Cuzco posee una figura supre- ima, pero los estudios realizados sobre sistemas politicos basados en estructuras familiares en todos los Andes muestran que el lider de una division social se mantenta de forvia invariable o&u- “= pando un rango mas elevado que el de la otra y, en las telaciones externas y en la toma de decisiones global, -hablaba en nombre == del grupo en conjunto. ad SHEE eee eter ee eeeeeeee eater reset eE ee ‘on oni sey mon en sen (g's "3g aseps) Jrumeo euPULIDY ns uOd COWEN! s7enUOS ua sopesaduu> 13 sary nyuedn, wxuy edny, anb ajgssod sao] -suisk squopepury sonsour ap vfared 8] ua vonma uolaeUuEs9] vuM oaeng asanb e yd “[rures PurbUUaY Ns 4 oUwagos fp ANE OTUOUILATU [Pp of ary goraesounn epungos wun “unsyeypeg ap SeuLOFPs sx] ap UM 2p ‘ommo> fp 2p FIEY as SAULO|SeOO Ua ‘O;qUIED ase aREZITEULIOR B OBST CpUrEM Prunsexe voo aIpap [om vas anbuny ‘sowmssoy saxapazay 2p ods ouenbod INSUOD PUMOSeM PSUApUADSp EAno fedtoud esodse anb ua exo) ¥ uesisnp Soperuounment scoop se Ho SoIquIED oq. “EOE-LET “2 9661 ‘PISMOTDIZ) aBeUN e] 2p UMIpFUE OMOD o}gEY preuro solar wun ‘Ip Uos uexo}soueMed onb v soyreisu; ered expe ist o2znd Na soDizyiod SArvNTI SOT {ee1 € *¢961 ‘Piswarosasoy) soxpew sn ap seaest © np sommgy yo woo eayemeny & pe bodyD [2 NOD ERERAHMLAp! 9s STEEN. IY rns op woSeun ef ozqan dau ja ‘seseo sns v asreyoou ered wosarunay as s9[qou So] ‘sopeusrpun ‘opueng ‘wopoadiaw ¥Jaz0 2s anb so] E SeUOP Soy apreBanuo v oBou as X poytp uoIEnas eun ue orsand asaigny ¢ and elu ¥zo{qou fj e ourumioax bedeud Busey, ‘SeuELOVERD SeuEdUTED ‘soj sureanp ‘ojdinofo og “eusanu 0 kata ‘aiiasngUT nu opuors eMBos oi jap apes ey A senarey odruB ordaad ne & sopuieus sms annua worm ap o70} fediound ysua2 1aqeyy uadared soueiaqos 50] ap sesodse Sr “euiang e] ap sareuy e edeary op sopezave8 so] sod oqea ® SeperaT| ruaquosop 95 atuejepe Spe amb “souOIDge Se] Uo A SeZURETE Ap UOTOCULIO} Pr] us uproeoyrusis uous eUN uOIeKesod souolaRITyE Sesy SrpeUI Ns bp ja oo ajuDUIRYSa.ns> wEqeoYNUEp! 2s & pbound odoad ns ueqepuny ‘one ap 2e8nj ug ‘auped [ap ser wey odnus ye UeSouRLIAd OU O}1asele ug soumiogos £0] Sond ‘JeISRUD O1uculajs uN ex ovepIPUeD Jap axes ‘yap alum [a “Te2u 2oseons owOD ofry UN wv reUOTDOBpPs ered uoFoOUIOAd ap o1pau Jofau 2 109 sazaimua se] ‘oonnod odie [2 wy "ese9 te [Iw O2IEND SeanO Ople{ap ‘Se210sU0: seum |? U09 OI9S O4 ozojdsap as bedeu ap 0 sesodse ‘osnpput 0 503 fadusa sown] So] “oLrepunoes smeis un ex werasod fod souotsustin wos oprust ® ‘Sore Sodnus sono us sesodse ap [pepires ua soaainr opurwor equntnios ouezaqos jp "Tetredury e90d9 1] Ug ‘sooiuie sodna# sono wos ejuodnsazd anb worsn ew] susua]qed woad ep Jeuadwi opouied fe sazouarue SeoUt safear SORIOUILNEUI SOT ap svustTesouqos spun EoNSuarET ey Tesoduse? ease ap soUaLL TE “oreypel ase Hosatimns ZeUPYSEyy OWOD bedeYO BUAEAA OWT, uoLDIsod -ond 2] sezey201 eIpod epipusiard vod wun ‘eproazed vuLso} oq “Aas ye woo ety ns ep orowsuTeU! |p podwi usiquier Epod vio expe Bun “ierury odnud ns ap sastisiut So] ap ooa asie9ey eserpnd ond Cun ost pu] ‘2189 # efpaons anb ofty ja tzed & optrew ns ered eanrod ‘eaafasuoo eatsensied wun wa { aydatpuadepur aidewearejaa 19pod un ‘ezuene v| Epezifeai Zan wun, ‘wearib« Flouapueosep e| ap sys ‘ofestes Opuadniauy ‘ouowENeL Te oYONU Bae PT (Zid ‘9661 ‘SozueIag) «sapere Suid sus ap o Seu “euuiay sns ap tune aoe onb Ppa] "eoreour auBtues end 2p s98 eLEqaP véob e| ‘sozuteieg UNBaS (p1T-LLT “Ed *9661 ISMONOTZ & ‘6661 “ESE ‘pysmoiomasoy dso ase9n) [eal Epi e[ ua sosoxopod safeuosied were ‘puretaqos [ep (PXob) [edioutid esodso vy [eroadse Ue “saxafnu SE] sudepy OpuEND SI ‘puyoa e] ap s9pod 9 £ soapyjod sortomen $07] s9[eas SeZuEY 'S¥ONT SOT et 138 LOS INCAS La ascensién de Waskhar al trono nos lleva hasta un informe acerca de una de las mds peculiares bodas andinas, Segtin el cronis- ta native Pacbakuti Yanqui, Waskhar hizo que su madre se desposa- fa oficialmente con la momia de su padre, para proporcionarle asi al Joven soberano una legitimidad genealdgica plena. Dado que la momia Ge Wayna Qhapaq era considerada como un ser animado capaz de dejar sentir su voz a través de médiums vivos, el matrimonio podia contemplarse coma ina expresin de sus deseos. No tiene impor tancia alguna si el relato era 0 no fel a los hechos. Lo que sf es per: tinente es que, segtin la visién inca del poder, se trataba de un acto plausible e incluso quizas necesario. Ese relato sirve también para Sefialar la importancia del papel asumiido por los reyes y las reinias fallecidos en la eleccién de esposa para los miembros de sus grupos de parentesco. Los antepasados y los panagas vivos podian fomentar Sus intereses mutuos fraguando matrimonios entre el soberano en funciones y las mujeres del ganaga (Rostworowski, 1999. pp. 106 107, Gose, 1996a, p. 4). El primer ancestro y su esposa principal. a través de sus médiums. regulaban la eleccion de los cOnyuges entre Jos miembros del panaga y, si eran afortunados, creaban lazos mari- tales con el rey. Ta importancia alcanzada por las muj ica real puede comprobarse también en el destino desgraciado de las parien- Res de los combatientes reales. Cuando el grupo de parentesco de Wayna Qhapag elev a éste al poder después de un golpe de Estado, el heredero desplazado del cargo quizas slo fue desterrado, mientras que su madre y otra pariente que habian defendido su causa fueron Gecutadas (Mura, 1986, p. 107; Zidlkowski, 1996, pp. 189. 3 Ia siguiente generacidn, el poder de Waskhar se vio antenazado por un golpe que iba a verse completado con el asesinato de su madre, Segun algunos cronistas, una vez que Waskhar fue derrotado definitivamen- teen la guerra dindstica con Atawallpa, las Gnicas tres personas que s® mmantuvieron bajo custodia fueron el soberano, su madre y su esposa. Se decret6 un perdon general que afectaria a cualquier otra persona Gel bando de Waskhar y sélo mas adelante se levaron a cabo san- grientas represalias masivas. Esos relatos insisten en que los grupos enfrentados contemplaban a las mujeres como personajes cruciales y hhacian lo posible por eliminarlas a la primera oportunidad. El papel desempefiado por las mujeres de 1a familia real sugie- re que el matrimonio principal del soberano no consistia simple- mente en la uniGn de una pareja para engendrar una descendencia egitima o para crear una alianza politica. La pareja real formaba un dio soberano que desempefiaba papeles complementarios. En el Seno del matrimonio, la qoya disfrutaba de amplisima capacidad de LOS LINATES POLITICOS EN CUZCO 139 decision en ciertos asuntos y disponia de significativos recursos per- sonales, que podia legar como quisiera (cap. 6). Y una vez fallecido el monarca e instalado el hijo en el trono, la estatura ya influencia de una esposa que le sobreviviera —y, posteriormente, de su momia—, realmente podia llegar a incrementarse. Las crisis sucesorias y la formacién de la historia politica Es evidente que el sistema politico incaico fue evolicionando a Jo largo del tiempo, pero la flexibilidad de su historia hace dific 1a cronologia y la naturaleza de los cambios. No obstante eso, i nnicas son nuestra mejor fuente para comprender hasta que prdctica del poder contribuyé a dar forma a la estructura d no. Nos hacen pensar que los matrimonios v las sucesiones reales eran los momentos clave para entrar en conflicto y maniobrar, aun gue algunos soberanes istentaron imponer también reformas ide zicas que hubieran reforzado su posicién (véase cap. 7). Hace algunos aries, Rostworowski (19602) llaad la atenctén sobre las luchas sa grientas inherentes a las sucesiones reales, y observ6 que esas si ciones se generaban porque las reg sc clarament alos personales mas a el cargo al hijo que le parecia demastrar tuna mayor capacidad, s Seer cceree tae eee cee a greeters ee eee cuente que un numero de hermanos capaces, de Ia misma genera- ocuparan el cargo sucesivamente, Entre los i | enfrenta- ran cl trono mediante la intriga politica, los golpes de Estado. sinatos e incluso la guerra. A Los escritores espafoles se encontraban a menudo con proble- mas para acepiar la idea de que no existiera un candidato con dere- cho por su genealogia, pues aquéllos contemplaban la primogenitu- ra como el tinico camino legiti res nat vos aprendieron rapidamente a explotar su confusién exigiendo derechos que se basaban las costumbres andinas y europeas cuando la situacién lo permitfa. Por ejemplo, miembros de los gru- pos familiares reales, comenzaron a referirse pronto a los hijos del primogénite. como herederos «legitimos», y desacreditando a otros como wbastardos» cuando las circunstancias favorecfan esa posi- cién, En otros momentos, afirmaban que un hijo més joven habia sido aceptado por el soberano a cargo del Estado ¢ instalade como co-regente durante la vida del mayor. Las disputas entre ellos han contribuido a dar vida a las historias incas que se han conservaco cs as099) S80 oduiott ome: aquemp erueie] pepTEst ef | py any ororguos oisy “ediqomery & seypjseny enue Dyquaiea Bj Hoo guiusno anb *bedeyd BuxeM ap sofRy So] & sazapod ap osedseat [9 ony vorupdsryaid eaodp ef ap upiseons PUP) © aisod ns 1eposaoe ered soucutrayj Sop ® TCUISaSe ap pen vf aruorpadxs |p 7iqure: 9mBIs otresogos aise anb speye (OS61) Pwlog UeEIEND “OLIEN[os Ue OUOR je ese ered U9! pamper e] oata Lanof jp anb wisey bedeyD wUxEN HOD eITeLIAGOS SnD ‘on amo > o10z22p 2f 12d ‘okns ofty un ap 30NR] Ue zopod ja Ted ‘soso ap ouousiid 13 “SouroTed Sop Sop =p ozwarurex0sase od ware ns ap ozUaTWOD [2 ua ‘RewIago8 ezed OUadxoUT tua bedeyo eusem anb o1apysuos as owoD “(601-101 "dd ‘9861 eo -d Qo! “onuaTuLTeS 997 4 "2961 ‘ezaID) bedEYO eUAUM BP Sieur tod oge> e opeaay oFaIae(ed adjo3 orapifues un ue opozeysas ‘ugisaajas bun * ug “o02r') Ws so>pouad soiuanueueag] equznucies pelea equase ab woo eID coxad “re8 upioenays eun sq “seonyfod seo P PePHePY Bj e4any pens vag "eo! juin SeLOsaons Sisto Se Opuepiozed opt uby as anb us SeuLIE} seIUaIE}p 3°] “ps02 Eno anb opesadsasap owsa8 un aaased spul “uoasel un ua Sez any osopasa j rednoo exed ops budoyd offy As wa 8 peprusip 4 1epod ap eauejquias tun searosu09 0d Snufisop anb ajqisod so ppredna uy ednyy, sore sour UBS z 8 ouvunay, Opeusase 108 © ws ano aod (ose Us) opeyessp any otrEs9q Sesad Y ‘suianis ap ehiad ofeg afevawioy Srana byuedna eur ednyy, ‘owes 2p Seijwey se] 2p o1{du09 osode |p TOUN OPH we he toubU jop seuDdweo se] uo sey afezrpueade ns opuTZ get uanot seus adioutld ys anbuny “@zE-L1E ‘t7z “ad dd ‘qeger ‘mou ‘Sce-yee “AG “1561 “POQreA ex TNeUTE {9ST-L¥e “Ad “O6T “onTETE > eee aoe ce operrel weiqey 9] UaM & "esuy edn NICWIY Sear cubaarey ‘un ap uolonitisns 10d 2 optrezuait09 p usiqure ary yuedhx BU) vUNyL ap woIsuADsE P7 ‘oon Oy fe ereodonu 25 und ums op sex ofp ovodurea tu “emuojoo opowAd fap S94 2p yeinay ou wobsn, VY] ‘oseD 29mMbyEN Ua (LOST s apentuosiue ory pepreas Uo ts 0 (67-12 “Gd ‘S66 ‘SOZIEPR) OL Ba] NS uRjuarueus enb scuossad ja ‘sauormeoaad sns 2p an ap jouosiad + 50] © auanw Bing “B02ng ep ezucrew: 2} aweuTe suruio> ns “952n9 uoN 61 “d ‘9661 ‘Sozu ‘eoqp9 ua popnia vont Eun 2p ‘oazn ofeg jap stuapaooid reuosied opuezi enuUOD V "O52" ofeg je uo woreriee Exar axdosd ns opmpout) D279 o:Jy Jap ASTEIDIONEP ap UOISTSEp e] OuNsTUL 1S 20d ouI0) OpuEND olimao sezinb swip[seyy ap SsuoIgD2 Sey Sepor ap aruapuasdios spt EY ovate opo) ua 10peiadws [2 exary 1s OWLOD OPETEN any 15 "(G5 fod vista ap ound ye apseq “ “dv>) Sesorsiyaa « sajeaa sapepard ger dd 161 BoqreA O1PPqED :0€7 A “0961 ‘omATERZES) oxapalDy OUIOD 1 sepo: Feua[eua X saxar sopesed soy ap serwoU sel JELI2Tue opeusisep aiusureyioues any eyoosenm ep opezeydsep ofty | “vob, tuo ozeuaure opueno ezanbu ap opeifspiatid tuiarsis [9 0701 oxstjad | BYU IS souleoouoasap ood “Lnyeyed ® eyDOETIM 3p up osnd xeuyseM “(S9UOISRD0 UD SOTEIE] SeIouAMaastO> Hod) III ugraisodo oyiy anb ua opzende ep UTED SoqtIONY se] SPL TEAL f- ~orspre p} ap Tesnge ap 4 [eax o[oo0i02d Je ayuewepriedes sedwox ap codiano ¢ odiano jap Bap! Bun soUTaarY sO spwapy-ajqzaojdep any 0 retp§S@Ny 4 PIoNpHOD PI ‘SED (e's By asvpn) jeuaduT, uoysaons 7p uaumsas [a sou|duIaIOD 1S Supa se] spo UNBSS ‘ozogse wa anb spun SeTie ? jp Loa aay SEM 4 7 be soumtisjar sou oj9s anb o| od ‘peprpunjord wa werTeiap anb “Seon gree oem ‘nape sn 2 Sjod seyony se] ap UoTOeoyISEPP BI F UOTIUATE esopepIND opeasazd WEY ednnyy, 3p | | $0120 AHIUS (9661) PISMOMTOTZ & (6661 *EBGT) HISMOIDMASOY KOY SEH, By uD GUID TEU ASEAN -oxd 1p vbvurd je anus TT (002119 NB SODIEFIOd SBIVNTT $017 an OT i ee voswas LTR aan desastrosa, como sucederia en la guerra dindstica final, Con el tiem po, los incas trataron de limitar el problema consolidando el poder en un estrecho circulo de miembros de la misma familia. Visto asi, el matrimonio del soberano con su hermana carnal adquiere pleno sentido, puesto que el incesto real reducfa el grupo de pretendientes en la siguiente generacién. Mas atin, ¢quién si no la hija de un dios era la mas adecuada para desposarse con el hijo del Sol? La devas- tacién que acompai a la ultima guerra dindstica hace pensar que esos propésitos sélo tuvieron un efecto modesto. A partir de la infor- macién con que contamos en la actualidad, es dificil asegurar si el alcance de ese baiio de sangre final fue Gnico en la historia incaica. Incluso asi, las crdnicas sugieren que el linaje familiar de tres (0 de cuatro, si contamos a Inka Urqon) soberanos entronizados queds botrado del mapa (el de Thupa Inka Yupanki y el de Waskhas) o se retras6 su ingreso en Ia jerarquia formal de Cuzco (el de Wayna Qha- pag) por conflictos sucesorios. Si tenemos en cuenta que, segun se decta, esos soberanos reinaron unos dos tercios de la era imperial, tal situacion no deja de ser impactante. DH etteoy, los Treas - Captruto 6 EL CORAZON DEL IMPERIO Cuzco, el centro sagrado del imperio incaico, era una pequetia clu dad de palacios techados de paja, asentada en un valle de alta monta- fa (lamina 6.1), La ciudad, claramente planificada, estaba disetiada para provocar el asombro de los visitantes por su majestad y santidad. Sede de la autoridad del imperio y también jova arquitectonica, Cuzco estaba formada fundamentalmente por temples, plazas,v alojamientos de la realeza del imperio, de la nobleza y de sus criados.‘Los senores de s ETUPOS étnicos los colonos se asentaban en casi una docena de arrios que eran un espejo de la posicién que ocupaban en el imperio. La mavoria de los lugares mas sagrados de! Tawantinsuyu se encon traban en la propia ciudad o en sus alrededores, en medio de un pai je en el que cada uno de sus elementos recordaba el pasado legenda (Gg. 6.1). En una region més extensa, que ocupaba las ticrras situadas a unos sesenta kilémetros a la redonda, se encontraban las casas de campo de los emperadores vivos y muertos, de sus familias, de ou nobles incas y de los grupos étnicos privilegiados, Ese muicleo albe ba también todo el personal de servicio que la que su existencia discurriera dores de los templos, contables y campesinos, junto con tejedores herteros, ceramistas y otros artesanos que fabricaban objetos de ur estilo perfectamente determinado, simbolo del poder imperial ‘A la llegada de los espafioles, Cuzco era el centro de poder de Tawantinsuyy, aunque en aquel momento, en Tumipampa (Ecuador) donde Wayna Ohapaq erigié una segunda capital perfectamente pla nificada, estaba haciendo aparicién un postrero rival a su preemi nencia, En la actualidad, Ja industria turistica local, con escasa exa geracién, proclama a la ciudad como «capital arqueologica de le Américas». El néicleo urbano era un asentamiento planilicado que ocupaba unas cuarenta hectareas (Hig. 6.2). A menudo se ha asegura do que fue Pachakuti quien disené la planificacién urbana después d+ entregar el mando de los ejércitos a sus hermanos y a su hijo Thup:

Potrebbero piacerti anche