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¿POR QUÉ DEBEMOS ARREPENTIRNOS SEGÚN

LA BIBLIA?
Por Ing. Mario A Olcese

En Mateo 4:17 vemos a Jesús


predicando y diciendo: “Desde
entonces comenzó Jesús a predicar, y a
decir: Arrepentíos, PORQUE el reino
de los cielos se ha acercado”.

Palpablemente el esperado Reino de


Dios fue motivo suficiente para que los
paisanos Judíos de Jesús procedieran
al arrepentimiento. Jesús les dice a sus
conciudadanos que el reino está cerca,
y por tanto deben arrepentirse de sus
pecados sin demora.

También Pedro les dijo a sus paisanos


Judíos: “Así que, arrepentíos y
convertíos—¿para qué?— PARA QUE sean borrados vuestros pecados--¿y
para qué más?-- PARA QUE vengan tiempos de refrigerio, y él envíe a
Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo
reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas" (¡esto tiene que
ver también con la restauración del reino! --Hechos 1:3,6) (Hechos 3:19-21). Así
que EL REINO MILENARIO DE CRISTO, Y LOS TIEMPOS DE REFRIGERIO
QUE ÉSTE TRAERÍA, era (…y es) el buen regalo ofrecido por el Señor a los
suyos. Por esta razón nosotros debemos proceder oportunamente al
arrepentimiento PARA ASÍ PODER RECIBIR EL PERDÓN DE NUESTROS
PECADOS Y OBTENER LOS BENEFICIOS DEL REINO VENIDERO DE
CRISTO. En buena cuenta, nuestro arrepentimiento causaría EL PERDÓN DE
NUESTROS PECADOS Y FINALMENTE LA LLEGADA DE CRISTO Y SU
REINO CON SUS TIEMPOS DE REFRIGERIO.

En Marcos 1:15 Jesús llamaba a sus conciudadanos al arrepentimiento por causa


de la cercanía del reino ( que es el evangelio de Cristo). En decía: “El tiempo se
ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio” (del reino -Marcos 1:14,15). Así que nuevamente el cumplimiento del
tiempo y la cercanía del reino de Dios (el evangelio) eran motivos suficientes
para que los pecadores procedieran a arrepentirse de sus pecados. ¡De lo
contrario ellos serían excluidos del REINO!

Nosotros, como cristianos, debemos predicar ese mismo evangelio o buenas


noticias de la cercanía del Reino (Mat. 24:14) para motivar a la gente al
arrepentimiento y así puedan gozar de tiempos de refrigerio cuando Cristo

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vuelva a la tierra a establecer su reino (Mat. 25:31,34). Decirle a la gente que
debe arrepentirse de sus pecados porque de lo contrario serán castigados, no es
la forma para llamar al arrepentimiento. Las amenazas de un castigo severo
para incitar la conversión de los pecadores no es la mejor manera de llamar al
arrepentimiento de nadie. La mejor forma es ofrecerle al pecador una meta
sublime, un regalo de Dios, para que ellos puedan sentir el inmenso amor que
nos tiene Dios y así procedan al arrepentimiento oportuno. Por cierto que el
amor de Dios se manifestó con el sacrificio vicario de Su propio único Hijo en
una vil cruz (Juan 3:16). Pero si a esto le sumamos el regalo que Dios otorga a
los que aceptaron a Su Hijo, mejor aún (2 Cor. 7:1; 2 Ped. 1:4).

Y recuerde, el evangelio del Reino era el mensaje de los Apóstoles de Jesús


(Lucas 8:1,2; Hechos 8:12, Stg. 2:5), y en especial, del Apóstol Pablo a los judíos
y gentiles fuera de Jerusalén (Hechos 19:8; 20:25; 28:23,30,31).

Y la razón por la cual Pablo dijo que Dios concedió el arrepentimiento a los
gentiles era para que ellos pudieran también obtener la vida, la vida eterna.
"...¡de manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento -¿para
qué?- ¡Para vida!" (Hechos 11:18) En mi estudio que lleva por título:
"Salvación: ¿Qué significa Realmente?" (el cual aparece en mi sitio web:
www.elevangeliodelreino.org ) demuestro que la vida está siempre asociada con
el reino venidero en la tierra.

Como podemos ver, la meta de la iglesia es el evangelio o Buenas Nuevas del


Reino de Dios, el mensaje "provocador" de Jesucristo para atraer a los
potenciales conversos al arrepentimiento. Esto también queda confirmado por
lo dicho por Pedro en 2 Pedro 1:10-12: "Por lo cual, hermanos, tanto más
procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas
(anotadas en los versos 5-9), no caeréis jamás. Porque de esta manera os será
otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno (¡no en el cielo!) de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por esto, yo no dejaré de recordaros
siempre (¡esto mismo estoy haciendo yo a través de este estudio!), aunque
vosotros las sepáis (¡aunque muchos hoy en este siglo XXI se han olvidado!),
y estéis confirmados en la verdad presente". Aquí Pedro les recuerda a los
creyentes la verdad presente (es decir, "la generosa y amplia entrada en el reino
eterno de Jesucristo") y los anima a permanecer firmes al llamado y a la elección
de Dios dando frutos. Así, pues, el reino de Cristo se convierte en la apetitosa
"carnada" que nos impele a allegarnos a Cristo y a arrepentirnos de nuestros
pecados. Y Santiago mismo dice: "Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido
Dios a los pobres de este mundo-¿para qué?- para que sean ricos en fe y
herederos del reino que ha prometido a los que le aman?" (2:5). "El Reino", "El
Reino de Dios", "El evangelio del Reino de Dios", "El reino eterno", "El reino de
Cristo", etc, es siempre el Mensaje provocador, la oferta de Dios para los
potenciales creyentes. Y Pablo les dice a los hermanos de Tesalónica: "tanto,
que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por
vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que

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soportáis...¡Para qué?-- para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios,
por el cual asimismo padecéis" (2 Tes. 1:5).

Todos estos textos son más que suficientes para demostrar que el Reino de Dios
era la meta, y la razón de perseverar en la fe de los primeros Cristianos.
Cualquier otra razón o motivo que se predique será rotundamente una meta o
esperanza falsa.

Más información sobre el Reino en:

www.elevangeliodelreino.org

O también: www.esnips.com/web/BibleTeachings

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