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El Diezmo: Análisis de Malaquías 3:6-12

Autor: desconocido

Uno de los pasajes que utilizan con más frecuencia los “pastores del diezmo”,
buscando intimidar y de ese modo aprovecharse de la ingenuidad de la gente es,
(malaquías: 3:8) “…vosotros me habéis robado…” dicen los falsos maestros,
pretendiendo hacer creer que citan a Dios, mientras ellos son los que
realmente le están robando a las personas y a Dios con esta mentira.
¿Cuántas de las personas que leen este artículo han sido engañadas con este
pasaje? Recuerdo haber escuchado este versículo en una clase de estas iglesias
seudo evangelistas, y haberme decidido a dar el diez por ciento de mi salario,
porque no quería escuchar a Dios llamándome ladrón. Pero en verdad, lo que
Dios dice en este pasaje, no es para los cristianos. Él jamás diría que le he
robado, porque soy su hijo por la fe que es en Cristo, y todo lo que es suyo me
pertenece. Pero vamos a analizar este pasaje, y usted podrá comprobar lo que
Dios realmente dice en él

El libro de Malaquías fue escrito unos 400 años antes de Cristo, y está dirigido a
la Nación de Israel:

“Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías”


(Mal.:1.1)

En el versículo seis del capítulo tres (Mal: 3:6) que es donde comienza nuestro
análisis, sigue dirigiéndose a los israelitas:
“Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos”
El hecho de que este dirigido a la Nación de Israel y no a la iglesia, debería ser
suficiente para que el cristiano lo analice cuidadosamente. Y eso es lo que
trataremos de hacer con la ayuda de Dios.

En el versículo siete, Dios les reclama el haberse apartado de sus leyes y no


haberlas cumplido. Les propone que se vuelvan a él para tener bendición:

“Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis .Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, a dicho Jehová de los
ejércitos. Más dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?” (Mal: 3:7)

Permítame aclarar, por si no lo está viendo claro, que Dios está reclamándole
estas cosas a la Nación de Israel, no a la iglesia. No podría referirse a la iglesia
porque 400 años antes de Cristo, esta aun no existía.
Los israelitas estaban bajo la ley, la cual obliga al hombre a hacer algo para
recibir algo a cambio.
La iglesia no está bajo la ley mosaica, es decir que en ella, esto de “hacer algo

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para recibir algo,” no funciona.
La iglesia está bajo la gracia (Ro:6:14) y todo lo que recibe es por gracia a través
de Cristo: “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. (Jn:1:16)

En el versículo siete, ante la demanda de Dios de volverse a Él; los israelitas


preguntan: “¿En qué hemos de volvernos?” Es decir que quieren saber, qué es
aquello de la ley que no están cumpliendo.
Dios responde que le están robando:

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En


qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.” (Mal:3:8)

Dios dice que ellos le roban porque el diezmo le pertenece a él (levítico: 27:30;
32) y los israelitas no lo están entregando como él dice, sino que se lo están
quedando para ellos.
Ahora bien; si usted y yo fuésemos israelitas y estuviésemos viviendo en el
año 400 A C, este pasaje estaría hablándonos a nosotros, inexcusablemente.
Pero la verdad es que no soy de la Nación de Israel; por lo tanto, no tengo
porqué llevar a la casa de Dios el diezmo de: mi aceite, mi grano, mis animales,
etc.
Y en el caso que usted sí sea israelita, le doy una noticia: No estamos en el
400AC, por lo tanto, no está obligado a diezmar su trigo, su aceite, su vino, etc.
(no habla de dinero la ley, solo de alimentos: “…haya alimento en mi casa…”)
En el versículo nueve Dios les recuerda que su desobediencia los deja bajo
maldición:

“Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis


robado." (Mal:3:9)

Este versículo vuelve a hacer mención a la nación de Israel, que es a quien se


está dirigiendo Dios con sus reclamos. La mala noticia es que si usted era
israelita en el 400AC, y no estaba diezmando y ofrendando como la ley
ordenaba, quedaba bajo maldición (maldición es lo contrario de bendición; estar
bajo la bendición de Dios es estar bajo su protección, sus cuidados y su amor;
mientras que estar bajo maldición, ser “maldito,” es estar apartado de Dios, lo
cual es lo peor que le podía pasar al israelita hace 2400 años y lo peor que le
puede pasar a cualquier hombre hoy.)
Ahora bien; el incumplimiento de la ley, traía como consecuencia la maldición. En
el libro de “Gálatas” se lee:

“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición.
Pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas
escritas en el libro de la ley, para hacerlas” (Gal:3:10)

Es decir: “Has esto y recibirás bendición, no lo hagas y lo que recibirás será

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maldición” La nación no estaba diezmando ni ofrendando y por ley habían
quedado bajo maldición. En (Dt:28) se puede informar acerca de las bendiciones
y maldiciones que traían el cumplimiento o incumplimiento de la ley. Pero
siguiendo con nuestro estudio, cabe preguntarse: Si Dios en este pasaje de la
Escritura se está dirigiendo a la nación de Israel

¿Por qué los “maestros del diezmo” lo aplican a la iglesia?


Pretender hacer diezmar a los cristianos mediante este pasaje demuestra un
desconocimiento total de las doctrinas cristianas; porque en (Gál:3:13) se
afirma que: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley…” ¿Y cómo nos liberó
de esa maldición? El mismo versículo dice que él ocupó nuestro lugar: “…hecho
por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en
un madero)”
Cristo fue maldito por nosotros para librarnos de la maldición que trae el
incumplimiento de la ley, eso es lo que la Palabra de Dios dice, solo eso, en
ningún lugar se reclama a los cristianos a cumplir la ley.
Si usted ha creído en Cristo,(Jn:3:16) si le ha recibido como Señor y Salvador de
su vida,(Jn:1:12) entonces usted ha sido perdonado por Dios;(Col:2:13) ahora
Cristo vive en usted y usted está en Cristo (Gál:2:20). No hay nada que pueda
separarlo (maldecirlo) del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
(Ro:8:36)

Siguiendo con el versículo diez de Malaquías, vemos que Dios promete dar
“bendición hasta que sobreabunde” a la nación de Israel, si primeramente
cumplen con la ley.
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora
en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”
En el 400AC los israelitas estaban, como dijimos, bajo la ley, debían cumplir los
mandamientos de Dios si querían que él los bendijera; por lo tanto, reta a la
nación a cumplir la ley y probar su fidelidad. Eso es perfectamente lógico antes
de la crucifixión, pero absolutamente absurdo bajo la gracia. Este pasaje no tiene
valor para el cristiano, el cristiano no puede probar a Dios; Dios no va a
bendecirlo porque el cristiano cumpla la ley, simplemente porque la ley no fue
dada para el cristiano.

Primeramente, Dios no puede bendecir al cristiano a cambio de lo que este haga,


porque el cristiano no está bajo la ley. Dios bendijo al creyente “…con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” por la fe en Jesús.

Segundo, un cristiano no puede probar a Dios, porque ha sido justificado por fe


(Ro:5:1) y “…El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe…” (Gál:3:12;13)
Si un creyente pretende probar a Dios, estaría ofendiendo a Dios quien le ha
dado todo cuando le dio a su Hijo

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“… ¿Cómo no nos dará con él también todas las cosas?” (Ro:8:32)

Tal vez usted, como yo en mi ignorancia, haya probado a Dios, y habrá podido
comprobar que Dios no abrió las ventanas de los cielos en su vida, pues no ha
prosperado mucho materialmente ¿verdad?
Si Dios no cumplió con esa parte del trato ¿No será que ese trato no fue hecho
para usted? Le aseguro que de todas las personas que conozco que están
relacionadas con diezmar, a los únicos que les va bien con esto de las
bendiciones materiales, es a los pastores que lo recogen.
Ahora, si usted cree que las bendiciones que Dios promete enviar a los
diezmadores son espirituales; le recuerdo que no necesita diezmar u ofrendar
para que Dios se las otorgue; porque si usted está en Cristo ya ha sido
bendecido “…con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”
(Ef:1:3)

La bendición que Dios promete en (Mal:3:11) es material:

“Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la


tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos”
(Mal:3:11)

En el versículo once se vuelve a insistir en que este mandamiento es para la


nación de Israel, y Dios promete prosperidad material:

“Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable,


dice Jehová de los ejércitos”

Por último, si la prosperidad económica es la consecuencia del diezmo (como


afirman algunos de estos obreros fraudulentos) ¿Por qué los que más diezman
son los más pobres? ¿Por qué no hay evidencia de que el Señor Jesucristo
diezmara? ¿Por qué él era pobre? ¿Por qué si él era pobre, sus “siervos”del siglo
veintiuno tienen cuentas bancarias, dos o tres automóviles, cosas lujosas y
muchas propiedades? ¿Por qué no hay evidencia bíblica de que Pablo, Pedro o
los demás apóstoles diezmaran? ¿Por qué ellos eran pobres? ¿Por qué si ellos
no cumplían con la ley nosotros si debemos hacerlo? ¿No es curioso que el
Señor Jesús siendo pobre haya dejado a sus ovejas al cuidado de gente que se
ha enriquecido con el evangelio?

Conclusión: lo que se reclama en las iglesias como diezmo del salario o de los
ingresos brutos de las personas es mentira, no tiene base bíblica.

Ante cualquier duda, comentario o crítica, sírvase enviarnos un correo. No olvide


citar los versículos o pasajes bíblicos donde basa sus argumentos.

Diez Razones por las el pasaje de Mal. 3:6-12 no se puede aplicar hoy a los

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cristianos Volver arriba

1- Porque fue escrito antes de la crucifixión del Señor. (400 A C) El Señor


Jesucristo murió justamente porque el hombre no podía cumplir la ley.

2- Porque es parte de la ley, y el cristiano no está bajo la ley. (Ro:6:14)

3- Porque fue escrito para la nación de Israel (vs9) a quien se le había dado la
ley, y los cristianos no somos judíos, No somos ni judíos, ni gentiles; somos la
iglesia de Dios.

4- Porque el pasaje afirma que si no se cumple con el diezmo y las ofrendas se


está bajo maldición, (vs9) es decir que el incumplimiento nos aparta de Dios.
Esto es imposible que suceda, ya que al estar en Cristo “nada puede separarnos
del amor de Dios” Ro:8:39

5- Porque no existe en la actualidad, la “casa de Dios” a la que se refiere el


profeta adonde podamos llevar ese diezmo, y tampoco el granero (alfolí) (porque
no es de dinero de lo que habla el versículo 10)

6- Porque es imposible que Dios nos bendiga a cambio de lo que nosotros


hagamos, pues eso sería un pago a cambio de algo. Eso es perfectamente lógico
en la ley, pero no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia, (Ro:6-14)es decir que
todo lo que recibimos es por gracia. Pretender que Dios nos de algo a cambio de
lo que hacemos es una ofensa al Señor, porque es menospreciar su gracia. Por
otra parte, no puede bendecirnos ya más, porque ya “...nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,” (Ef:1:3)

7- Porque aplicar ese pasaje de La Escritura a los cristianos sería hacerlos


judaizar; cosa que el Señor prohíbe hacer.(Hch 15:10)

8- Porque “probar a Dios” (vs 10) no siendo judío, no estando bajo la ley, y
teniendo todo lo que pertenece a Dios a través de Cristo (Ro 8:17; 1Co:3:21-23)
es lisa y llanamente una estupidez. El cristiano no necesita “probar a Dios”,
porque el cristiano es una criatura espiritual (2Co5:16-17), que anda por fe
(2Co5:7), que no se afana por el mañana porque ha rendido su vida al Señor y
confía en él. (los judíos a quienes se dirigía el profeta no confiaban en el Señor,
por eso el Señor los provoca a que lo “prueben”)

9- Porque si este pasaje tuviese validez para los cristianos, el Señor Jesucristo
hubiese sido inmensamente rico en la tierra; sin embargo no tenía “dónde
reposar su cabeza”. Tampoco tuvo validez para el apóstol Pablo.

10- Porque el diezmo y las ofrendas, (como toda la ley en si) no son un fin en si
mismos, sino el medio por el cual Dios busca que el hombre cumpla con Sus

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propósitos. Si el diezmo fuera un fin en si mismo también lo serian el día de
reposo y los sacrificios, y debiéramos entonces, guardar el sábado y seguir
sacrificando animales, lo cual es absurdo pues “el fin de la ley es Cristo…”
(Ro10:4)

Esto es solo un comentario sobre el pasaje de Malaquías, el cual ha sido


utilizado para propio beneficio por muchos inescrupulosos a través de toda la
historia del cristianismo, estos han tergiversado las palabras del Señor y sufrirán
por ello las consecuencias “...el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera
que sea.”(Gálatas 5:10). Mayor información escribir a:
citasbiblicas@yahoo.com.ar

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