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PERDONAR...¡Pero con
Condiciones!
Todos los Hombres son Pecadores
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y todos estaban pidiendo que la ejecutaran. Pero, ¿qué hace
Jesús?¿Acaso conciente su muerte porque efectivamente había
violado la ley de Su Padre y Dios? Cualquiera hubiera esperado que
Jesús, como judío, y en razón de la ley judía, asintiera
inmediatamente a su ejecución. No había duda que la adúltera
merecía su castigo. Pero aquí aparece Cristo mostrando el
verdadero carácter de Su Padre Dios. Él va enseguida a dar una
lección del profundo amor de Dios para con ella, y por extensión,
para cualquiera que haya pecado. Aquí Jesús quiere dejar asentada
las bases del amor y perdón de Dios para con los pecadores. ¿Acaso
sería él mismo quien levantaría la primera piedra para
lapidarla?¿Cualquiera hubiera creído que él tenía toda la autoridad
moral para hacerlo por ser santo y perfecto ¡Pero no lo hizo! Al
contrario, Jesús reta a los acusadores a que lancen la primera
piedra si es que en verdad estaban libres de pecado. ¡Pero ninguno
lo hizo! ¡Todos eran pecadores¡ ¡Todos estaban en falta! Y ¡Todos
eran hipócritas!
El Perdón de Dios
2
Ahora vemos a Jesús hablándole a la pecadora y le dice: “Ni yo te
condeno; vete y no peques más” (Juan 8:11). Pero notemos
que Cristo no la condena, aunque le requiere que no peque más.
Esta es la condición o requisito para escapar de la condenación de
Dios. ¡No volver al pecado cometido! Es decir, el perdón se logra
por la gracia de Dios, y de nuestra parte, por la obediencia a Dios.
Por consiguiente, el arrepentimiento debe ser real, veraz, y del
corazón.
El Arrepentimiento Verdadero
3
Para que haya arrepentimiento sincero debe existir remordimiento
y complejo de culpa por haber pecado. Hay personas que no
sienten culpa alguna debido a sus “conciencias cauterizadas”.
Esto quiere decir que llega un momento en que el pecador no
siente ya más culpa al cometer el mismo pecado “n” veces.
Prácticamente se convierte en algo “normal” y rutinario en su vida,
o como algo natural en él como es el comer o el dormir. Ya me
imagino lo que habrá sentido Judas Iscariote por haber vendido a
su Señor. Un complejo de culpa tremendo que le impulsó al
suicidio en vez que al arrepentimiento sincero. En cambio San
Pedro, el irresoluto, negó a su Señor tres veces. Tres veces
consecutivas que le hicieron sentirse tan vil y pecador, pero que
supo acudir a la fuente de vida para recibir el perdón
misericordioso del Hijo de Dios.
Frutos de Arrepentimiento
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padre de la fe, y amigo de Dios, no los salvaría en absoluto sino sólo
si se arrepentían primero de sus pecados.
5
del matrimonio, pero es malo fuera de él. El comer es una
bendición para el cuerpo siempre y cuando no se exceda demasiado
en él (gula), y no se ingiera animales inmundos como el cerdo,
pato, conejo, mariscos, etc. Beber vino es bueno para la salud, pero
siempre y cuando no se exceda de él, y no se caiga en la borrachera.
En cuanto al tabaco y a las drogas alucinógenas, está probado que
hacen daños irreparables a la salud de los individuos que los
consumen, así sea en pequeñas cantidades. En fin, todo aquello
que va contra las normas de Dios se llama: “Deseos carnales”.
6
El creyente debe ahora andar hacia su perfección moral y espiritual
( Mateo 5:48, Hebreos 6:1). Es decir, la meta del cristiano es llegar
a ser cada vez más perfecto en su carácter y conducta imitando el
modelo dejado por Jesucristo (1 Pedro 2:21). Esto no quiere decir
que el cristiano será completamente perfecto, pero al menos
andará perfeccionándose día a día (Filipenses 3:12, Efesios 4:13).
Por eso es que es necesario que el creyente se empape de la Biblia,
pues las Escrituras lo pueden hacer sabio y perfecto para ganar la
salvación (2 Timoteo 3:16,17).
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