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* Poesia %G Ediciones del Dock de El nadader (1% 63} El nadador Soy el nadador, Sefior, soy el hombre que nada. Soy el hombre que quiere ser aguada para beber tus lluvias con la piel de su pecho. Soy el nadador, Seffor, bota sin pierna bajo el cielo para tus Iluvias mansas, para tus fuertes Iluvias, para todas tus aguas. Las aguas como lonjas de una piel infinita, las aguas libres y las de los lagos, que no son més que cielos arrastrados por tus cafdos Angeles. Soy el nadador, Sefior, soy el hombre que nada. Tuyo es mi cuerpo, que hasta en las més bajas aguas de los arroyos se sostiene vibrante, como en medio del aire. Mi cuerpo que se hunde en transparentes rfos y va soltando en ellos su aliento, lentamente, dandoselo a aspirar a la corriente. Soy el nadador, Sefior, soy el hombre que nada hasta las Iluvias de su infancia, 55 que a las tardes crecian entre como alto y limpio pajonal que aislaba Soy el nadador, Sefior, soy el hombre que nada por la memoria de las aguas hasta recuerda las pisadas, como marcas de luz, de tus sandalias. Y recuerda los dias cuando el cielo rodaba hasta los rios como un viento y hacia al agua tan azul que el hombre entraba en ella y respiraba. Soy el hombre que nada hasta los cielos con sus largas miradas. Soy el nadador, Sefior, s6lo el hombre que nada. sus piernas salpicadas donde su pecho A mi cuerpo Sefior, mira mi cuerpo. Mira mi cuerpo antes que yo lo Ilame y él me Ilame, griténdonos de lejos. Mira mi cuerpo, este animal antiguo como el rfo mas antiguo y joven, todavia, como el agua cuando aprendia a nadar, sola entre cerros. Sefior, mira mi cuerpo. Mira mi cuerpo, torre de mi infancia, mira mi cuerpo, cueva a la que vuelvo siempre a sentarme solo ante tu fuego. Seiior, mira mi cuerpo como yo lo veo. Oh cazador del agua en los veranos, oh cazador, de mi alma Prisionero. Oh cazador sediento de su casa, més antigua que mi alma, és joven que su miedo. Lo amamantaron entre pajonales donde ya te perdia 57 el viento, con tristeza. Lo amamantaron entre pajonales, oh cuerpo mfo, antiguo cuerpo mfo, cueva para el amor, torre para la guerra. Sefior, mira mi cuerpo. Es inocente. Oh cueva de tu fuego, oh torre joven. Por los largos veranos que atin le esperan, por estar junto a mf, que me perdone. at Humanoe vitae waco Ue) — Ahora vuelo tan ripido Ahora vuelo tan nipido que bastarfa que rozara con [a uiia una cabeza de alfiler para estallar en mil pedazos. Antes preferfa volar lento y bajo. Pasaba sobre las copas de los arboles y vefa a mi padre y a mi abuelo conversando. ‘Yo pasaba con miedo de que me vieran. Pero nunca levantaban la cabeza. A veces me siguen A veces me siguen en caballos blancos los vientos, los recuerdos, las puertas de la belleza. A veces, bajo un arbol, he tenido donde descansar la cabeza. Hoy Voy Voy como una botella flotando en el mar, con la cabeza fuera del agua. Sin brazos, fresco, besado verde Por todos lados. Ax Plata Batalten do ( \a3)) No morir en cama He decidido no morir en cama por muchas cosas importantes, porque tengo malos recuerdos de cama, por el asma en la cama y porque existe el mar, por ejemplo, el mar que tiene un cinturén de espuma de cien metros o mas de ancho algunos dias, uno, dos, tres, cuatro, cinco rompientes para caerse y levantarse, tan seguidas que ni hombre ni mar hallan instante de arrojar la herradura de espuma de sus hombros, celda de espuma, sello que al fin salta en pedazos. He decidido no morir en cama ni aun como mar abierto en una cama. Aunque termine el tiempo de jugar al le6n sobre la arena, junto a los hijos o a la hembra sobre la seca arena, he decidido no morir en cama Porque no sé para qué sirve ese morir en cama, 150 no sé para qué sirve ese morir de cara al techo. (Yo no sé, por ejemplo, por qué hay sacerdote ala hora de morir y no hay sacerdote a la hora de nacer. Por qué, si no se nace jamas para quedar de cara a un techo. Lo sé yo que he nacido de verdad una vez, una vez y otra vez, un cinturén de veces, de celdas y de sellos de espuma hechos pedazos). Aunque termine el tiempo de la tierra firme, ay, muy a mi pesar, porque en la tierra firme hay sombras muy profundas que perfuman las violetas, he decidido no morir en cama. Total, para dormir después de haber llorado no hace falta una cama; basta un tronco de 4rbol Para apoyar la espalda y dormir, después de haber Iorado. Uno, dos, tres, cuatro, 151 ia anata a cinco veces o siempre yo jugar€ al leén junto a las olas, haré refr a la hembra o a las hembras 0 a los muchos cachorros, que podrian ser mas, que podrian ser mas... Pero morir en una cama, no. Por cosas como el asma, Por cosas como el techo, Por cosas como el alma, que no muere. EI regalo Es cierto que a los quince afios quise ser marinero, pero recién a los treinta y seis fui empujado hacia el mar, y cumpli los treinta y siete no en el mar sino entre cerros, y Dios me regalé de cumpleafios una mafiana de mirar el agua en el medio de un rfo, y nunca vi un regalo igual de cumpleafios, tanta luz, tanta piedra y agua, tanto ruido... je CMD 42. Feboreo 13, (19193) Cementerio aleman Yo no creo en el ruido de la calle. Yo arrastré una cadena por la arena. Las ovejas me vieron tirado al sol, desnudo; los cabritos me vieron enel rio, desnudo; las piedras extranjeras me tocaron, desnudo, en el fondo del mar. {Qué no viste en tu cuerpo que te vendes asf? En venta, en la provincia, vi una casa celeste que sera siempre libre porque cree en el silencio. Esté frente a una plaza, frente a altisimos Arboles, esperando que el cielo se abra més. Y en lo més alto del cielo del cementerio alemén espera Ana, 221 Las aguas vivas Me han quemado los parpados, me han quemado debajo de los brazos las aguas vivas. Entre los dedos pasan. Nunca vi mis silencio odiando, navegando, naufragando suavemente hacia el sur por este espacio mio. {Quién otro corre como yo estos dias sin quererse perder, sin querer que lo pierdan sus hijos verdaderos, los hijos verdaderos de sus hijos? {Quién més corre, balneario de aguas vivas? Han quedado en el aire, con pardlisis, sillas de playa, tisas, ironfas de diez, doce veranos; y aellas vuelven los mismos moribundos odiando, navegando, naufragando 231 = ~~ suavemente hacia el sur por el espacio mio. De espaldas sobre el agua miro el cielo. D6nde estaré mi amigo David con su trompeta? {Quién protege mis alas, David, que no se queman? AX os pite) Bex Larga esquina de verano {Toda la arena de esta playa quiere lenar mi boca? { Ya todo hambre de Rostro ensangrentado quiere comer arena y olvidarse? ‘Aves marinas que regresan de la velocidad de Dios en mi ca- beza: No me separo de las claras paralelas de madera que tatuaban la piel de mis brazos junto a las axilas; no me separo de la tnica morada —sin paredes ni techo— que he tenido en el igneo brillante de extranje- ro del centro de los patios vacfos del verano, y soy ham- bre de arenas —y hambre de Rostro ensangrentado. Pero como sitiado por una eternidad, ,yo puedo hacer violen- cia para que aparezca Tu Cuerpo, que es mi arrepenti- miento? ,Puedo hacer violencia con el pugilista africano de hierro y vientre almohadillado que es mi pieza sin luz a la una de la tarde mientras el mar —afuera— parece una armerfa? Dos mil afios de esperanza, de arena y de muchacha muerta, ,pueden hacer violencia? Con hu- medad de tienda que vendia cigarrillos negros, rev6lve- res baratos y cintas de colores para disfraces de Carna- val, {se puede todavia hacer violencia? Sin Tu Cuerpo en la tierra muere sin sangre el que no muere mértir; sin Tu Cuerpo en la tierra soy la trastienda de un negocio donde se deshacen cadenas, briijulas, timones — lentamente como hostias— bajo un ventilador de techo gris; sin Tu Cuerpo en la tierra no sé cémo pedir perdén @ una muchacha en la punta de guadaiia con rocio del ala izquierda del cementerio aleman (y la orilla del mar —*spuma y agua helada en las mejillas— es a veces un 379) hombre que se afeita sin ganas dia tras dia). (1985 Larga esquina de verano {Soy ese tripulante con corona de espinas que no ve a sus a afuera del buque, que no ve a Tu Rostro en el pegado al casco y desgarrado por el viento y que no sabe todavia que Tu Rostro es més que todo el mar cuando lanza sus dados contra un negro espigén de cocinas de hierro que espera a algunos hombres en un sol donde nie- va? (1985) Tu Rostro Tu Rostro como sangre muy oscura en un plato de tropa, entre cocinas frias y bajo un sol de nieve; Tu Rostro como una conversacién entre colmenas con vértigo en la lanura del verano; Tu Rostro como sombra verde y negra con balidos muy cerca de mi aliento y mi revélver; Tu Rostro como sombra verde y negra que desciende al galope, cada tarde, desde una pampa a dos mil metros sobre el nivel del mar; Tu Rostro como arroyos de violetas cayendo len- tamente desde gallos de rifia; Tu Rostro como arroyos de violetas que empapan de vitrales a un hospital sobre un barranco. (1985) 380

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