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Teresa Álvarez (Córdoba, 1936) fue concejal del Ayuntamiento de Córdoba por los pelos.
Antes de las elecciones de 1983, Julio Anguita (IU) le pidió que fuera en las listas de su
formación. Álvarez, que no militaba en ningún partido (ahora está dentro de Izquierda
Unida), aceptó. Pero pidió a Anguita que la colocara en un puesto "de relleno".
P. ¿Qué tipo de viviendas eran las que había en la sierra y las que se pretendían construir?
R. Chalés. Eran segundas residencias. Y en Las Pitas también son de segunda residencia,
viven en Córdoba y la tienen para irse los fines de semana. Ellos tienen todo el derecho a
hacerlo, pero no ilegalmente.
R. En mayo del 1987 eran las elecciones y Herminio Trigo se presentaba a alcalde. Quiso
aparecer como una persona tolerante. Me quita de Disciplina Urbanística. Un día fui, antes de
las elecciones de 1987, a mi antiguo despacho. Allí había dos montones de expedientes de
un metro de altura. Es decir, que llegaban los partes de la Policía Municipal, los funcionarios
abrían los expedientes y se los llevaban al concejal, pero no se firmaban ni se tramitaban. Se
dejaron de tramitar las sanciones y paralizaciones.
P. ¿La política de mano dura contra los parcelistas se ha recuperado en los siguientes
gobiernos municipales?
R. Sí, totalmente. Yo diría todavía más: creo que no les interesa esta ciudad... Pero no toda
la culpa es de los políticos. Ojo, también es culpa de los ciudadanos. Primero de los que
construyen ilegalmente. Y, segundo, ¿dónde están todos esos vecinos que han visto construir
ilegalmente y se han callado?
R. Lo primero que creo que hay que hacer es paralizar todas las construcciones nuevas. La
policía tiene que estar allí perpetuamente. La Junta dice que hay que sacar a los parcelistas
de allí y darles otra casa. Y la gente de la calle dice que se les está premiando, pero yo creo
que es lo que hay que hacer. El Ayuntamiento dice que la Junta sólo hace dos o tres años
que abrió el perímetro de protección de Medina Azahara. Muy bien, es cierto, pero aquello
era suelo no urbanizable antes y las casas ya eran ilegales. Solución yo no veo otra que
sacarlos de allí. Quizás, se podría diferenciar entre las personas que tengan la casa de
primera residencia y segunda residencia. Y eso lo tiene que hacer la Junta y el Ayuntamiento,
porque los dos son culpables. Y nos tiene que costar el dinero a los cordobeses también
porque somos culpables. Aquí todos somos culpables. Y, en el resto de parcelaciones que no
influyen en Medina Azahara, mano dura para que no crezcan más.>>