Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El presente artículo hace relación al establecimiento de un nuevo paradigma del Estado, queen
el caso particular de Colombia se configura a partir del principio del Estado Social deDerecho, el
cual implica una transformación profunda de las funciones que le correspondena éste, se modifica
de igual manera las relaciones entre el Estado y las personas que lointegran, porque se
constituyen en imperativos estatales el respeto de la dignidad humana,la igualdad, la libertad,
entre otros. Con base en este cambio de paradigma el presenteescrito describe los elementos
cualitativo (Estado Constitucional) y cuantitativo (Estadopreocupado por el bienestar de las
personas) que llevan a que el Estado, las funciones quele corresponde desplegar en torno a la
garantía de los derechos de todos, y la ampliación delas funciones estatales y dentro de ellas son
de especial interés las del juez, se hayanreorientado al cumplimiento de unos fines, que aún no se
han alcanzado de manera plena opor lo menos suficiente para poder hablar de la consolidación de
este paradigma.Colombia, como Estado Miembro de la comunidad jurídica internacional, es parte
deinstrumentos jurídicos internacionales que consagran la salvaguarda de los derechoshumanos, y
ha participado en reuniones internacionales con el mismo fin, entre ellas, en lasque se adoptaron
la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y la DeclaraciónAmericana de los Derechos y
Deberes del Hombre. Asimismo, pertenece a organizacionesde igual naturaleza, cuyos estatutos
fundamentales declaran la obligación de los gobiernos.
La naturaleza del estudio es de carácter descriptivo, con un enfoque analítico, cuya fuente
deinformación es de tipo documental. Los hallazgos obtenidos demuestran que la migraciónes un
proceso social que altera la estructura, crecimiento y distribución de la población deuna localidad
y se encuentra ligada a factores sociales, económicos y políticos fundamentalmente, que deja
huellas considerables tanto en el país de origen como en el dedestino. Se concluye que, este
fenómeno indisoluble del cambio de la población estádeterminado por la estructura social y
económica de una región o país que pone demanifiesto oportunidades de crecimiento y desarrollo
o problemas que atentan contra laestabilidad de las personas, por lo que se hacen esperar
políticas que ayuden a controlar este proceso como medio para favorecer a los países e individuos
involucrados.La migración, como fenómeno social global, es un asunto de trascendencia para
lacomunidad internacional y para los Estados que, en todo caso, debe ser abordado de manera
integral y comprehensiva, con el fin de evitar la consumación de conductas violatorias de los
derechos humanos de aquellas personas de origen extranjero que, por razones políticas,
económicas o sociales deciden trasladarse a otro país para establecerse en él, en busca de mejores
oportunidades. Ante las dificultades que enfrentan, sobre todo los migrantes que no han
regularizado su estatus migratorio en el país, el Estado colombiano ha reiterado su compromiso de
velar por el respeto de la dignidad humana, el bienestar y la protección de las garantías de las
cuales son titulares por el hecho de ser personas, mediante la adopción de medidas positivas y el
rechazo de conductas discriminatorias que los afecten. Justamente con este propósito, la Corte
Constitucional ha reconocido en diversos pronunciamientos la especial condición de vulnerabilidad
en la quese encuentran los migrantes indocumentados y, por ello, ha establecido pautas
jurisprudenciales destinadas a materializar los mandatos internacionales, constitucionales y
legales, según los cuales debe garantizarse el respeto por sus derechos fundamentales y
suprimirse las medidas y prácticas que los restrinjan o los quebranten. En esta dirección, y con el
firme propósito de acercar la Corte a todas las personas, se ha preparado la presente cartilla, con
el fin de divulgar información relevante que le permita a la población migrante en situación de
permanencia irregular identificar y conocer el marco de protección de sus derechos, así como
coadyuvar en la progresiva generación de consciencia en torno al reconocimiento y la defensa de
estas garantías entre la ciudadaníacolombiana, dentro del espíritu de solidaridad y dignidad
humana que pregona nuestropacto de convivencia.
la
3.El derecho de castigar del Estado o ius puniendi, es la facultad que tiene el Estado parautilizar el
poder punitivo e imponer penas o medidas de seguridad. Se trata de una reaccióndel aparato
estatal en nombre de la sociedad, que tiene el deber constitucional de proteger a los demás
ciudadanos de las acciones humanas más intolerables, empleando el poderpunitivo para enfrentar
los actos que atentan contra el llamado orden social. Coincidimos con Olivares (1992) en que, si
bien la incidencia del derecho penal en la vida social es alta,no lo es hasta el punto de cincelar y
sostener la sociedad; sino solamente, y eso no es poco,un instrumento jurídico que los que tienen
atribuida la representación de la sociedad en lolegislativo y en lo judicial, aplican a aquellos que
contravienen sus reglas. De la actitud que cada sistema penal positivo adopte, a través de las leyes
penales de cada país, dependerá el mejor o peor juicio que se emita sobre dicho sistema.La
globalización no ha resuelto los problemas de las desigualdades sociales que tantaincidencia
tienen en el aumento de la criminalidad, la violencia y la inseguridad ciudadana.El tráfico de
drogas, armas, la trata de personas y otros males, que van de la mano de la delincuencia
organizada, se ven influenciados por la concentración del capital en determinadas áreas, que, al
propio tiempo, contribuye al mantenimiento del subdesarrolloen otras menos favorecidas (Goite y
Medina, 2015). Al ampliar la brecha entre ricos ypobres se ahonda la conflictividad social,
disminuyen las posibilidades de empleo y engeneral de la satisfacción de las necesidades de los
habitantes de los territorios menosfavorecidos por el desarrollo económico, provocando
importantes incrementos de los flujos migratorios, además de otros flagelos como el terrorismo, el
tráfico de drogas y armas y el lavado de activos, cuyo crecimiento significativo provoca que desde
la política, la sociedad civil y la doctrina, aunque en mucha menor medida, suban de tono los
llamados a sustituir las políticas racionales y de prevención en el tratamiento a la delincuencia, por
la mano dura, con más cárceles, penas más altas y reducción de las garantías penales y procesales
que con tanto esfuerzo se han consagrado, sobre todo en los últimos sesenta años en los
principales instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos y en las
constituciones y las leyes. Atendiendo los compromisos internacionales en materia de protección
de los derechos humanos y de los migrantes en situación de permanencia irregular, de
conformidad con lo dispuesto en la Constitución Política y en las normas de rango legal señaladas
con anterioridad, la jurisprudencia de la Corte Constitucional reconoce en cabeza de los migrantes
indocumentados la calidad de sujetos de especial protección constitucional y ha señalado que su
condición migratoria52 jamás puede convertirse en una excusa para impedir el goce de los
derechos humanos de los cuales son titulares. Debemos tener muy en cuenta las situaciones de
carácter migratorio en expansión masiva donde se alcanzan unos derechos como trato igualitario,
salud, trabajo, al debido proceso, a la unidad familiar, derechos civiles, políticos, derecho ala
educación de niños, niñas y adolescentes, acceso a la administración de justicia y la protección de
esta población la cual ha generado una gran crisis humanitaria que no se puede pasar por alto.