Sei sulla pagina 1di 86

REPÚBLICA DE FILIPINAS

TRIBUNAL DE APELACIÓN
MANILA

ELLEN T. TORDESILLAS, CHARMAINE DEOGRA- CIAS, ASHZEL HACHERO, JAMES KONSTANTIN


GALVEZ, MELINDA QUINTOS DE JESUS, VERGEL O. SANTOS, YVONNE CHUA, BOOMA B. CRUZ, ED
LIN- GAO, ROBY ALAMPAY, JESSICA SOHO, MARIA JUDEA PULIDO, MICHAEL FAJATIN, CONNIE SISON,
RAWNNA CRISOSTOMO, J.P. SORIANO, GENA BA- LAORO, MICHELLE SEVA, LEILANI ALVIS, DANILO
ARAO, LETICIA Z. BONIOL, ROWENA PARAAN, LOURDES SIMBULAN, IRIS C. GONZALES, MA. CRISTINA
RODRIGUEZ, MARLON RAMOS, LEAH FLOR, MANOLITO C. GAYA, EREL A. CABATBAT, VINCENT
CRISTOBAL, JESUS D. RAMOS, MICHAEL C. CARREON, ED DE GUZMAN, MA. AURORA FAJARDO,
ELIZABETH JUDITH C. PANELO, ANGEL AYALA, NILO BACULO, THE CENTER FOR MEDIA FREEDOM
AND RESPONSIBILITY (CMFR), REPRESENTADO POR SU DIRECTOR ADJUNTO, DEAN LUIS V. TEODORO,
EL SINDICATO NACIONAL DE PERIODISTAS DE FILIPINAS (NUJP), REPRESENTADO POR SU PRESIDENTE
JOSE TORRES JR,EL PHILIPPINE CENTER FOR INVESTIGATIVE JOURNALISM (PCIJ), REPRESENTADO
POR SU COFUNDADORA Y PRESIDENTA DEL CONSEJO DE REDACCIÓN, MARIA LOURDES MANGAHAS, Y
EL PHILIPPINE PRESS INSTITUTE (PPI), REPRESENTADO POR SU DIRECTOR EJECUTIVO, JOSE PAVIA,
DEMANDANTES-APELANTES
CA GR CV NO. 91428
RTC CIVIL CASE NO. 08-086
-VERSUS- PARA: DAÑOS Y PERJUICIOS Y ORDEN
CONMINATORIA CON
SOLICITUD DE INTERDICTO CAUTELAR
Y/O DE ORDEN DE ALEJAMIENTO
TEMPORAL DE
HON. RONALDO PUNO, SECRETARIO DEL GOBIERNO INTERIOR Y LOCAL, HON. RAUL GONZALES,
SECRETARIO DE JUSTICIA, HON. GILBERTO C. TEODORO, SECRETARIO DE DEFENSA NACIONAL,
DIRECTOR GENERAL AVELINO RAZON, JR. JEFE DE LA POLICÍA NACIONAL DE FILIPINAS, DIRECTOR
GEARY BARIAS, JEFE DE LA OFICINA DE LA REGIÓN DEL CAPITOLIO NACIONAL POLICE (NCRPO),
JEFE SUPERINTENDENTE LUIZO TICMAN, JEFE SUPERINTENDENT LEOCADIO SANTIAGO JR, PNP
SPECIAL ACTION FORCE (SAF) DIRECTOR, SENIOR SUPERINTENDENT ASHER DOLINA, CHIEF,
CRIMINAL INVESTIGATION AND DETECTION GROUP-NATIONAL CAPITAL REGION OFFICE (CIDG-
NCRPO) , MAJ. GEN. HERMOGENES ESPERON, JEFE DE ESTADO MAYOR DE LAS FUERZAS ARMADAS
DE FILIPINAS,
Demandados-Apelados
De conformidad con la

Notificación de este Honorable Tribunal,

Demandantes-Apelantes

ELLEN T. TORDESILLAS, CHARMAINE DEOGRACIAS, ASHZEL


HACHERO, JAMES KONSTANTIN GALVEZ, MELINDA
QUINTOS DE JESUS, VERGEL O. SANTOS, YVONNE CHUA,
BOOMA B. CRUZ, ED LINGAO, ROBY ALAMPAY, JESSICA
SOHO, MARIA JUDEA PULIDO, MICHAEL FAJATIN, CONNIE
SISON, RAWNNA CRISOSTOMO, J.P. SORIANO, GENA
BALAORO, MICHELLE SEVA, LEILANI ALVIS, DANILO ARAO,
LETICIA Z. BONIOL, ROWENA PARAAN, LOURDES SIMBULAN,
IRIS C. GONZALES, MA. CRISTINA RODRIGUEZ, MARLON
RAMOS, LEAH FLOR, MANOLITO C. GAYA, EREL A.
CABATBAT, VINCENT CRISTOBAL, JESUS D. RAMOS,
MICHAEL C. CARREON, ED DE GUZMAN, MA. AURORA
FAJARDO, ELIZABETH JUDITH C. PANELO, ANGEL AYALA,
NILO BACULO, THE CENTER FOR MEDIA FREEDOM AND
RESPONSIBILITY (CMFR), REPRESENTADO POR SU DIRECTOR ADJUNTO
, DEAN LUIS V. TEODORO, THE NATIONAL UNION
OF JOURNALISTS OF THE PHILIPPINES (NUJP), REPRESENTADO
POR SU PRESIDENTE JOSE TORRES JR, EL PHILIPPINE CENTER
FOR INVESTIGATIVE JOURNALISM (PCIJ) , REPRESENTADO POR
SU COFUNDADOR Y PRESIDENTE DE LA JUNTA DE
EDITORS, MARIA LOURDES MANGAHAS, Y EL PHILIPPINE
PRESS INSTITUTE (PPI) , REPRESENTADO POR SU DIRECTOR EJECUTIVO
, JOSE PAVIA

por el abogado, presentan muy respetuosamente su

ESCRITO DE LOS RECURRENTES

CUADRO DE AUTORIDADES

JURISPRUDENCIA FILIPINA PÁGI


NA

V. DECLARACIÓN DE FECHAS MATERIALES....................................................16


VI. RESOLUCIÓN RECURRIDA............................................................................18
VII. EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS......................................................................18
IX. ALIVIO....................................................................................................................86
JOEL RUIZ BUTUYAN................................................................................................89
EXPLICACIÓN..............................................................................................................89
(2 ejemplares)..................................................................................................................90
(2 ejemplares)..................................................................................................................90
X. ANEXOS.............................................................................................................91

SENTENCIAS DE TRIBUNALES U ORGANISMOS INTERNACIONALES PÁGI


NA

OBSERVACIÓN GENERAL (OG) 4(13) DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LAS NACIONES


UNIDAS, PÁRRS. 2-3;
V. DECLARACIÓN DE FECHAS MATERIALES....................................................16
VI. RESOLUCIÓN RECURRIDA............................................................................18
VII. EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS......................................................................18
IX. ALIVIO....................................................................................................................86
JOEL RUIZ BUTUYAN................................................................................................89
EXPLICACIÓN..............................................................................................................89
(2 ejemplares)..................................................................................................................90
(2 ejemplares)..................................................................................................................90
X. ANEXOS.............................................................................................................91

TRATADOS

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS (PIDCP)


A. RES. 2200A (XXI), 21 U.N. GAOR SUPP. (NO. 16) EN 52, U.N. DOC. A/6316 (1966), 999 U.N.T.S.
171, EN VIGOR DESDE EL 23 DE MARZO DE 1976. 41, 49-52

CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE EL DERECHO DE LOS TRATADOS, 1155 U.N.T.S. 331, 8 I.L.M. 679,
REDACTADA EL 23 DE MAYO DE 1969 Y EN VIGOR DESDE EL 27 DE ENERO DE 1980. 50

ÍNDICE DE MATERIAS

V. DECLARACIÓN DE FECHAS MATERIALES....................................................16


VI. RESOLUCIÓN RECURRIDA............................................................................18
VII. EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS......................................................................18
IX. ALIVIO....................................................................................................................86
JOEL RUIZ BUTUYAN................................................................................................89
EXPLICACIÓN..............................................................................................................89
(2 ejemplares)..................................................................................................................90
(2 ejemplares)..................................................................................................................90
X. ANEXOS.............................................................................................................91
II. ASIGNACIÓN DE ERRORES

I. El Tribunal de Primera Instancia cometió un error 23


reversible al desestimar la demanda basándose
en que los demandantes-apelantes no tienen
causa de acción contra los demandados-apelados.

1. Los pronunciamientos públicos


cuestionados -incluido el DOJ 23-33
Advisory- emitidos por los
Demandados-Apelados constituyen
actos de restricción previa proscritos
por la Constitución en virtud de las
sentencias históricas del Tribunal
Supremo en David v. Arroyo y Chavez
v. Gonzales.
33-39
2. Los pronunciamientos públicos
cuestionados y el Aviso emitidos por
los Demandados-Apelados son
constitucionalmente infirmes por ser
actos restrictivos del contenido con un
"efecto amedrentador" sobre la
expresión protegida. 39-48
3. De acuerdo con la prueba de la
totalidad de los efectos perjudiciales
establecida en Chávez contra Gonzales,
la expulsión sin contemplaciones al
campo de prisioneros de los
periodistas que decidieron permanecer
en el Hotel Península de Manila a 49-52
pesar de la orden policial de desalojo
fue una censura pura y simple.

4. Los actos cuestionados de los


demandados-apelados violan las
obligaciones del Estado filipino en 53-57
virtud del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).

5. Los Demandantes-Apelantes han


demostrado clara y suficientemente el
perjuicio de hecho y, por tanto, tienen
causas válidas de acción contra los
Demandados-Apelados.
II. El Tribunal de Primera Instancia cometió un error reversible 58-67
al denegar la solicitud de los demandantes-apelantes de una orden
provisional de alejamiento y de una medida cautelar de prohibición.

III. El Tribunal de Primera Instancia cometió un error reversible 67-71


al denegar la admisibilidad del testimonio del perito Dean Raul C.
Pangalangan.

III. EXPOSICIÓN DEL CASO

Se trata de un recurso de apelación contra las resoluciones del Tribunal a quo por

las que se desestima una demanda por daños y perjuicios y las peticiones de emisión de

una orden de prohibición preliminar presentadas por los demandantes-apelantes -

periodistas individuales de diversos medios de comunicación y organizaciones

profesionales- contra los demandados-apelados, por violación de su derecho constitucional

a la libertad de expresión y a la libertad de prensa.

El caso surgió a raíz de lo que ahora se conoce como el asedio al Manila Pen del

29 de noviembre de 2007, cuando decenas de periodistas que cubrían la información sobre

los Magdaleno y sus aliados, que se habían refugiado en el hotel para pedir la dimisión de

la Sra. Gloria Macapagal-Arroyo, fueron detenidos por la policía, supuestamente por

incumplimiento de órdenes legales. Posteriormente, altos funcionarios del Gobierno -

incluidos los demandados en el presente caso- emitieron un coro de declaraciones en las

que advertían de que conductas similares de los medios de comunicación en situaciones

parecidas serían tratadas de forma similar. La más notable de estas declaraciones oficiales

es una advertencia a los medios de comunicaciónen la que se advierte de la persecución

5
penal por violación de órdenes legales, emitida por el demandadoApelado, el Secretario de

Justicia.

En este caso, los demandantes-apelantes no sostienen que en todo momento en

todo lugar y en toda circunstancia, la prensa tenga una libertad absoluta para exponer

sus argumentos ante su público, sino que se debe permitir a la prensa no tener trabas en la

medida de lo posible, dada la condición preferente de los ideales de libertad que expresan

y encarnan en un Estado democrático. En virtud del derecho constitucional y del derecho

internacional, el Estado tiene el deber positivo de encerciorarse de que los límites a dicha

libertad no pueden aplicarse como una camisa de fuerza en las circunstancias que

concurren en este caso, donde los cuestionados pronunciamientos públicos de los

Demandados-Apelados - ya sea en las amenazas veladas hechas a través de declaraciones

de prensa o en el Aviso emitido por el Secretario de Justicia - si no son invalidados, o de

otro modo retensados y prohibidos, "plantean peligros a la libertad de prensa de una

dimensión no con- frentada"5 en este país desde la destitución del difunto hombre fuerte

Ferdinand Marcos en 1986.

En particular, las sentencias históricas del Tribunal Supremo en el caso David

contra Arroyo6 y, más recientemente, Chávez contra Gonzales7, subrayan la necesidad de

un activismo judicial contra estos subterfugios diseñados para "eludir las salvaguardias

constitucionales de las libertades civiles de los ciudadanos" 8 en nombre de la razón de

Estado. En el primer caso, el Tribunal Supremo sostuvo que,

5Tomando prestada una frase notable de las declaraciones de apertura de los alegatos orales ante el
Tribunal Supremo de EE.UU. pronunciadas por el profesor de la Facultad de Derecho de Columbia
Herbert Wechsler, abogado del demandante en el histórico caso New York Times contra Sullivan
376 U.S. 254 (1964). La frase se cita en Anthony Lewis, Make No Law: The Sullivan Case and the
First Amendment 129 (1991).
6G.R. nº 171396, 3 de mayo de 2006.
7G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.
8Lacson v. Perez G.R. No. 147780. 10 de mayo de 2001, (J. Kapunan,disidente).
4

6
[Es ese funcionario oficioso del gobierno represivo el que le dice al
ciudadano que sólo puede hablar si se le permite hacerlo, y ni más ni
menos que lo que se le permite decir so pena de castigo en caso de que
sea tan imprudente como para desobedecer. Unduda, el Daily Tribune
fue objeto de estas intrusiones arbitrarias debido a sus sentimientos
contrarios al gobierno. Este Tribunal no puede tolerar la flagrante
inobservancia de un derecho constitucional aunque se trate del más
desafiante de nuestros ciudadanos. La libertad de opinar sobre los asuntos
públicos es esencial para la vitalidad de una democracia representativa de-
mocracia. Los tribunales tienen el deber de velar por los derechos
constitucionales de los ciudadanos y contra cualquier usurpación furtiva de
los mismos. El lema debe ser siempre obsta prince.9

En el segundo caso, el Alto Tribunal abordó la inconstitucionalidad de las


declaraciones de prensa emitidas por un alto funcionario del Gobierno advirtiendo a los
medios de comunicación de las consecuencias penales, afirmando que éstas no pueden
soportar el escrutinio constitucional, por la razón de que: "[c]ualquier acto realizado,
como un discurso pronunciado, para y en nombre del gobierno en una capacidad
oficial está cubierto por la norma de restricción previa".10 [énfasis en el original].

Los actos de los Demandados-Apelados - desde sus amenazas colectivas emitidas

contra

periodistas a la Asesoría del Secretario de Justicia - a menos que se consideren no-

constitucionales y se ordenen por ser un ejercicio de censura lisa y llana o de restricción

previa, penden como la proverbial Espada de Damocles sobre la cabeza de los miembros

de la Prensa. Esto se debe a que los agentes del Estado pueden invocar en cualquier

momento estos pronunciamientos contra cualquier miembro de la prensa.

Tales amenazas tienen un "efecto amedrentador" sobre el ejercicio de los derechos

de los demandantes-apelantes, tratándose de declaraciones de alcance jurídico ambiguo

que vulneran la zona de pro

9G.R. nº 171396, 3 de mayo de 2006.


10G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.

7
tección otorgada al ciudadano por la Carta de Derechos. En la medida en que la ley es

vaga, podría tener un efecto in terrorem y disuadir a las personas de participar en

actividades protegidas.

De hecho, la reacción del gobierno ante el enfrentamiento en la península de

Manila provocado por el grupo Magdalo y sus partidarios no hizo sino poner de relieve

cómo un gobierno puede llegar a medidas absurdas que considera necesarias para su

supervivencia política. Pero sólo lo hace a costa de los derechos y libertades

constitucionales que tanto ha costado conseguir. Es en momentos como éste cuando las

fuerzas de la historia nombran a los tribunales regios árbitros de la libertad. Sólo abdican

de este deber sagrado a costa de la misma libertad que, en primer lugar, hace posible

nuestro modo de vida democrático.

En los últimos años, la prensa en Filipinas ha estado sometida a un asedio mortal;

de hecho, los actos y pronunciamientos atacados de los demandados-recurrentes siguen

una trayectoria de política oficial que primero se pronunció por la indiferencia oficial ante

una impunidad violenta y mortal dirigida contra los periodistas y posteriormente se puso

de relieve por lo que observadores externos han señalado como medidas sancionadas por

el Estado destinadas a sofocar incluso la disidencia política legítima, y ello a pesar de las

obligaciones del Estado, tanto en virtud del derecho constitucional como del derecho

internacional, de garantizar y proteger la libertad de expresión y la libertad de prensa.

8
IV. RESUMEN DEL PROCEDIMIENTO

1. El 28 de enero de 2008, los Demandantes-Apelantes iniciaron el presente caso

ante el Tribunal Regional de Primera Instancia de la Ciudad de Makati presentando la

Demanda11 por "Daños y Perjuicios y Mandamiento Judicial, con la súplica de un

Mandamiento Judicial Preliminar Obligatorio y/o una Orden de Restricción Temporal".

La demanda, registrada con el número 08-086, se presentó contra los demandados-

apelados.

2. Al mismo tiempo, los Demandantes-Apelantes presentaron una Moción

Urgente ante el Hon. Juez ejecutivo del Tribunal Regional de Primera Instancia de Makati

City, Winlove Dumayas, para la emisión de una orden de alejamiento temporal de 72

horas.12 Los demandantes-apelantes también presentaron una moción solicitando que el

caso se fijara para un sorteo especial al día siguiente, o en el momento en que la urgencia

del asunto lo requiriera. 13

3. El mismo día, el Honorable Juez Ejecutivo dictó una Orden por la que se

estimaba la citada Moción Urgente. La parte dispositiva decía así "En consecuencia, de

conformidad con la Circular Administrativa Nº 20-95 del Tribunal Supremo y con el fin

de mantener el statu quo en espera del sorteo y la asignación del caso a una de las ramas

de este Tribunal, se dicta por la presente una Orden de Restricción Temporal de 72 horas
11Registros, en 1-54.
12Registros, en 62-64.
13Registros, en 68-70.
9

9
que prohíbe a los demandados-apelados Hon. Ronaldo Puno, Hon. Raul Gonzales, Hon.

Gilberto C. Teodoro, Director General Avelino Razon, Jr., Director General Geary Barias,

Superintendente Jefe Luizo Ticman,

1
3

1
0
Superintendente Jefe Leocadio Santiago,Jr., Superintendente Principal Asher Dolina,

Mayor. Gen. Hermogenes Esperon, y a todas las personas relacionadas con dichos

Demandados-Apelados, que se abstengan y desistan de proferir amenazas de arresto o de

poner en práctica dichas amenazas, contra los Demandantes-Apelantes y/u otros

miembros de los medios de comunicación, que estén cubriendo acontecimientos similares

al enfrentamiento de Manila Pen y ordenando y manteniendo el statu quo entre dichas

Tribunal"
partes hasta el momento en que las cuestiones presentadas en el presente pleito sean
10
.
resueltas por la Corte Suprema de Justicia.

4.

Reynaldo M.

Tribu Posteriormente, el caso se sorteó en el Tribunal a quo, la sala del juez


nal.
Laigo, presidente de la sección 53 del Tribunal Regional de Primera

5. Instancia de Makati City.

vista el 31 de enero de 2008 a las 14.00 horas sobre la solicitud de orden de alejamiento

temporal de los demandantes-apelantes.14

6. El 4 de febrero de 2008, el abogado legal de los demandados públicos, la

Oficina del Procurador General, presentó un Memorándum (re: Solicitud de Orden de

Restricción Temporal).15

7. El 13 de febrero de 2008, el demandado-apelado Teodoro presentó una

petición de desestimación alegando, entre otras cosas, que la demanda carece de

fundamento.16
10
11
12
14Registros, en 71-72.
15Registros, en 188-225.
16Registros, en 227-235.
1
3

1
1
8. El 2 de febrero de 2008, el Tribunal a quo dictó una Orden, cuya parte

dispositiva establece que: "POR LO TANTO, consideradas las premisas, se deniega la

solicitud de los Demandantes-Apelantes de una Orden de Restricción Temporal. Que se

fije para audiencia el 20 de febrero de 2008, a las 14:00 horas, la solicitud de los

demandantes-apelantes de que se dicte una medida cautelar."17

9. El 28 de febrero de 1008, la Oficina del Procurador General presentó una

petición de desestimación de la demanda alegando que los demandantes-apelantes no

habían formulado una causa de acción y que su demanda carecía de fundamento.18

10. El 6 de marzo de 2008, los demandantes-apelantes presentaron su

oposición a la petición de desestimación presentada por el demandado-apelado Teodoro.19

11. El 27 de marzo de 2008, los demandantes-apelantes presentaron su

oposición a la petición de desestimación presentada por la Oficina del Fiscal General,

abogado de los otros demandados-apelados en el presente asunto.20

12. El 5 de abril de 2008, el demandado-apelado Teodoro presentó un escrito

ómnibus21 [1) Suplemento al Memorándum (re: Oposición a la solicitud de medidas

cautelares de los demandantes-apelantes) 2) Réplica a la oposición (re: Demandada SND's

14
15
16
17

17Registros, en 181-186.
18Registros, en 258-292.
19Registros, en 335-340.
20Registros, en 367-386.
21Registros, en 496-520.
1
8

1
2
Moción de desestimación) y 3) Memorándum sobre la inadmisibilidad del testimonio del
Decano

Raul [R.]Pangalangan) ].

13. El 18 de abril de 2008, la Fiscalía General presentó un Memorando 22 (En

oposición a la solicitud de los demandantes-apelantes de una medida cautelar de

prohibición y a la admisión del testimonio pericial del decano Raul Pangalangan).

14. El 16 de mayo de 2008, los demandantes-apelantes presentaron su

Memorando Omnibus23 (sobre la petición de interdicto cautelar).

15. El 2 de junio de 2008, el Tribunal a quo dictó la Orden impugnada, cuya

parte dispositiva establecía: "POR LO TANTO, consideradas las premisas, se DENIEGA

la solicitud de los Demandantes-Apelantes de una Orden Judicial Preliminar. ASÍ SE

ORDENA".24

16. El 2 de junio de 2008, los demandantes-apelantes presentaron su petición

de reconsideración (in re: Orden de 2 de junio de 2008).25

17. Sin embargo, sin molestarse en resolver el Recurso de Reposición

interpuesto por los Demandantes-Apelantes sobre su Auto de fecha 2 de junio de

2008, el Tribunal a quo dictó Auto de fecha 20 de junio de 2008, cuya parte dispositiva

decía así:
19
20 22Registros, en 430-489.
21 23Registros, en 555-602.
24Registros, en 967-971.
25Registros, en 977-989.
2
2

1
3
"POR LO TANTO, por las razones anteriormente expuestas, la demanda queda
DESESTIMADA. SO

ORDENADO". Los demandantes-recurrentes recibieron una copia de dicha Orden el 30

de junio de 2008.26

18. El 4 de julio de 2008, la Oficina del Fiscal General presentó una oposición

a la petición de los demandantes-apelantes de que se reconsiderara la orden del Tribunal

aquo por la que se denegaba su solicitud de que se dictara una orden preliminar.27

19. El 11 de julio de 2008, el demandado-apelado Teodoro presentó una

petición de nulidad [Petición de reconsideración de los demandantes-apelantes (en

relación con la orden del 2 de junio de 2008)].28 29

20. El 14 de julio de 2008, los demandantes-apelantes presentaron un escrito


de recurso ante el Tribunal 26 a quo.

21. El 15 de julio de 2008, el Tribunal a quo dictó su Orden dando curso al

recurso de apelación de los demandantes-apelantes.30

26Registros, en 972-976.
27Registros, en 991-998.
28Registros, en 999-1002.
23 29Registros, en 1003-1004.
24 30Registros, en 1007.
25
2
7
26

1
4
V. DECLARACIÓN DE FECHAS MATERIALES

22. El 17 de diciembre de 2008, los Demandantes-Apelantes, a través de su

abogado, recibieron una Orden de este Honorable Tribunal con fecha 8 de diciembre de

2008 en la que se les ordenaba presentar su Escrito de Apelación en un plazo de 45 días a

partir de la recepción de la misma. 31 El último día del plazo concedido para presentar el

escrito cayó en sábado, el 31 de enero de 2009.

23. Por lo tanto, los demandantes-apelantes tenían el 2 de febrero de 2009 para

presentar su escrito de apelación. Sin embargo, debido a la pesada carga de trabajo del

abogado que suscribe, así como al hecho de que necesita más tiempo para consultar con

los Demandantes-Apelantes que provienen de diferentes organizaciones de noticias y

asociaciones de periodistas, el abogado que suscribe, el 2 de febrero de 2009, solicitó

otros treinta (30) días a partir del 31 de enero de 2009 o hasta el 2 de marzo de 2009 para

cumplir con la orden anterior.32

24. El 23 de febrero de 2009, los demandantes-recurrentes recibieron notificación

de una Resolución de fecha 17 de febrero de 2009 por la que se estimaba su solicitud de

otros 30 días o hasta el 2 de marzo de 2009 para cumplir la Orden de 8 de diciembre de

2008.33

25. Sin embargo, los demandantes-apelantes no pudieron presentar el escrito

dentro del plazo ampliado por las mismas razones señaladas anteriormente.

31Registros, en 36.
32Registros, en 37-41.
33Registros, en 42.
3
0
28
29

1
5
Posteriormente, presentaron una última moción solicitando una prórroga de otros veinte

(20) días a partir del 2 de marzo de 2009 o hasta el 22 de marzo de 2009

3
0

1
6
para hacerlo.34 Siendo domingo el 22 de marzo de 2009, los demandantes-apelantes tienen

hasta hoy, 23 de marzo de 2009, para presentar el escrito de apelación.

26. Por lo tanto, este escrito se presenta dentro de plazo.

VI. RESOLUCIÓN RECURRIDA

27. La parte dispositiva del Auto recurrido, de fecha 2 de junio de 2008, establece:

"POR LO TANTO, consideradas las premisas, por la presente se


DENIEGA la solicitud de Mandamiento Judicial Preliminar del
demandante".

ASÍ SE ORDENA".35

28. La parte dispositiva del Auto recurrido, de fecha 20 de junio de 2008,


establece:

"POR LO TANTO, por las razones anteriormente expuestas, la demanda


queda DESESTIMADA.

ASÍ SE ORDENA".36

VII. EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS

40. El Nov. 29 de noviembre de 2007, hacia las 10:00 horas. Sen. Antonio

Trillanes IV, el general de brigada del ejército Danilo Lim y miembros y simpatizantes del

Grupo Magdalo salieron del Tribunal Regional de Primera Instancia de Makati, donde se

31
34Registros, en 43-47.
32 35Registros, en 971.
36Registros, en 976.
3
3

1
7
están juzgando sus casos de rebelión, y marcharon hacia el cercano hotel Península de

Manila, donde posteriormente celebraron una conferencia de prensa en la que pidieron la

destitución de la Sra. Gloria Macapagal-Arroyo como Presidenta de Filipinas.

41. Cientos de periodistas de medios de comunicación locales y extranjeros, entre

ellos muchos de los demandantes en este caso, acudieron al hotel para cubrir lo que se ha

dado en llamar el enfrentamiento de la Península de Manila.

42. Hacia las 14.00 horas del mismo día, la policía intentó entregar a los

Magdalos en el hotel una orden de detención emitida por el juez Oscar Pimentel del

Tribunal Regional de Primera Instancia de Makati City, pero fue rechazada. El director de

la PNP-NCRPO, Geary Barias, anunció posteriormente enque el asalto policial para

detener al Sen. Trillanes, Gen. Lim y sus partidarios atrincherados en el hotel. También

dio un ultimátum a los periodistas para que abandonaran el hotel antes de las tres de la

tarde, ultimátum que, sin embargo, no fue comunicado a muchos de ellos, si no a la

mayoría, especialmente a los que estaban dentro del hotel.

43. Muchos de los periodistas abandonaron las instalaciones, pero un número

considerable optó por quedarse, entre ellos los demandantes-apelantes Tordesillas,

Deogracias, Hachero, Gálvez

44. Mientras la policía llevaba a cabo una operación contra los Magdalos, también

se llevó apara detener a los periodistas que se quedaron, esposando a muchos de ellos y

llevándolos a Camp Bagong-Diwa para "procesarlos".

45. La policía también se incautó de material y vídeos grabados por el equipo de

1
8
televisión que cubrió el enfrentamiento. Los agentes de policía, encabezados por el

Director Geary Barias, el Jefe Supt. Leocadio Santiago Jr., Jefe Sup. Luizo Ticman y

Senior Supt. Asher Dolina- no informaron a los miembros de los medios de comunicación

de sus derechos Miranda ni de los delitos por los que estaban siendo detenidos.

46. En alcance y efecto, el trato dado por la policía a los medios de comunicación

en su operación para retomar el hotel no tuvo precedentes. Los agentes ordenaron a los

periodistas que levantaran los brazos en surrender, a pesar de que todavía no se han

disipado los gases lacrimógenos que los comandos de la SAF habían desplegado antes

para expulsar a los Magdalenos. La policía trató a los periodistas como sospechosos de un

delito, deteniéndolos pero sin informarles de qué falta o delito habían cometido y sin

proporcionarles un abogado de su elección.

47. Poco más de un mes después, el demandado Raul Gonzales, Secretario de

Justicia, emitió el 11 de enero de 2008 una llamada "Asesoría" dirigida a los Directores

Ejecutivosers (CEOs) de las redes de medios de comunicación y organizaciones de

prensa, impresa en mayúsculas:

LES RECORDAMOS QUE SUS RESPECTIVAS EMPRESAS, REDES


U ORGANIZACIONES PUEDEN INCURRIR EN
RESPONSABILIDADES PENALES EN VIRTUD DE LA LEY SI
ALGUNO DE SUS REPORTEROS, PERIODISTAS, FOTÓGRAFOS,
CAMARÓGRAFOS Y OTROS PROFESIONALES DE LOS MEDIOS
DE COMUNICACIÓN DESOBEDECE LAS ÓRDENES LEGALES DE
FUNCIONARIOS DEBIDAMENTE AUTORIZADOS Y DE
PERSONASNEL DURANTE SITUACIONES DE EMERGENCIA QUE
PUEDAN PROVOCAR DAÑOS COLLATERALES A PROPIEDADES
Y VÍCTIMAS CIVILES EN CASO DE OPERACIONES POLICIALES O
MILITARES AUTORIZADAS.37

37 Véase DOJ: la trama descubierta condujo a la restricción de los medios de comunicación, disponible en
http://services.inquirer.net/print/print.php?article_id=111997. Se adjuntó a la denuncia una copia del
reportaje periodístico como ANEXO G. Actas, en 46-47.

1
9
48. Los medios de comunicación informaron y debatieron ampliamente sobre la

publicación de la Recomendación y su contenido. Los demandantes-apelantes manifiestan

que intentaron obtener una copia certificada conforme de la Asesoría del Departamento de

Justicia, sólo para ser remitidos al Personal de Gestión Presidencial (PMS) en el Palacio

de Malacanang. Sin embargo, los funcionarios del PMS dieron largas a los demandantes-

apelantes, que fueron remitidos de nuevo al Departamento de Justicia. Al final, no

pudieron conseguir una copia certificada conforme para submisión a este Honorable

Tribunal porque nadie supo decir en ambas oficinas dónde se podía obtener una copia ofi-

cial de la misma.38 En cualquier caso, tanto la emisión de la Asesoría como lo que

pretende hacer eran de dominio público.

49. El demandado Razón expresó su apoyo a la declaración de González,

afirmando que los miembros de los medios de comunicación podrían ser acusados de

obstrucción a la justicia por no atender a las advertencias de la policía. 39 Como ya se

indicó en la denuncia, al parecer esto forma parte de una política oficial que está

aplicando la PNP y que otro alto funcionario ha calificado amenazadoramente de "opción

final".40

50. Demandado-Apelado Puno: "los periodistas que ignoren las órdenes policiales

de abandonar la escena de un crimen serán detenidos y acusados de obstrucción a la

38 Una copia de la carta dirigida a la Oficina del Secretario de Justicia solicitando una copia certificada
conforme de la Opinión Consultiva del DOJ se adjuntó como ANEXO A al Memorándum. Registros, en
123.
39Véase PNP chief backs Gonzalez memo on media coverage, disponible en
http://newsinfo.inquirer.net/breakingnews/nation/view_article.php?article_id=112256. Se adjuntó una copia
de la noticia como ANEXO I a la reclamación. Registros, en 49.
40Véase PNP to use force to eject media from 'crisis situation', disponible en
http://newsinfo.inquirer.net/breakingnews/nation/view_article.php?article_id=112655. Se adjuntó una copia
de la noticia como ANEXO J a la reclamación. Registros, en 50-51.

2
0
justicia y desobediencia voluntaria a la autoridad". 41

51. El demandado Teodoro intervino con su noble contribución a la llamada causa

de la ley y el orden, defendiendo la detención por la policía de periodistas que cubríanel

asalto policial a la península de Manila.42

52. Para no ser menos, el entonces Jefe de Estado Mayor de las AFP, el

demandado Gen. Esperon lanzó una amenaza velada de que el ejército acompañaría a la

PNP envestigando a los periodistas "que bloquearon la aplicación de la ley".43

53. Los demandantes-apelantes resumen a continuación las cuestiones


planteadas en el asunto:

41 Véase ¿La pluma o la espada? ABS-CBN news execs claw at gov't officials in dialogue, disponible en
http://services.inquirer.net/print/print.php?article_id=105154. Se adjuntó una copia del artículo de prensa
como ANEXO D a la reclamación. Registros en 39-40.
42Véase Mediamen etiquetado, detenido como sospechoso de asedio, disponible en http://www.abs-
cbnnews.com/storypage.aspx?StoryId=100910. Se adjuntó una copia del artículo de prensa como ANEXO
F a la reclamación. Registros, en 44-45.
43 Véase ABS-CBN plans to sue; PNP readies counter-suit, disponible en
http://newsinfo.inquirer.net/inquirerheadlines/nation/view_article.php?article_id=104158. Una copia del
artículo de prensa se adjuntó como ANEXO E a las actas de reclamación, en 41-43.

2
1
VIII. TEMAS

I. Si el Tribunal de Primera Instancia cometió o no un error reversible


al desestimar la demanda sobre la base de que los Demandantes-
Apelantes no tienen causa de acción contra los Demandados-Apelados.

II. Si el Tribunal de Primera Instancia cometió o no un error reversible


al denegar a los Demandantes-Apelantes-Apelados la solicitud de una
orden de alejamiento temporal y de una medida cautelar preliminar.

III. Si el Tribunal de Primera Instancia cometió o no un error


reversible al denegar la admisibilidad del testimonio del perito
Dean Raul C. Pangalangan.

2
2
IX. ARGUMENTOS

I. El Tribunal de Primera Instancia cometió un error reversible al desestimar la


demanda basándose en que los demandantes-apelantes no tienen causa de
acción contra los demandados-apelados.

1. Los pronunciamientos públicos cuestionados -incluidos


el DOJ Advisory - emitido por los Demandados-Apelados
constituyen actos de restricción previa proscritos por la
Constitución en virtud de las sentencias históricas del Tribunal
Supremo en David v. Arroyo y Chavez v. Gonzales.

54. La jurisprudencia filipina sobre las restricciones previas impuestas a la


libertad de expresión y a la libertad de expresión ha experimentado un desarrollo radical
bajo la administración Arroyo. No es de extrañar, porque desde que la Sra. Arroyo subió al
poder en 2001, muchos grupos de medios de comunicación, tanto locales como
internacionales, han constatado el deterioro de la libertad de prensa en el país.44

55. En David v. Arroyo,45, los demandantes impugnaron la promulgación por la


Sra. Arroyo de la Proclamación Presidencial 1017, por la que se declaraba el estado de
emergencia nacional en el país, y de la Orden General nº 5, a raíz de un supuesto complot
para derrocar a su gobierno por parte de algunos segmentos de los militares descontentos.

56. Una sección relevante de la sentencia del Tribunal Supremo es la que trata
de cómo estas dos órdenes fueron aplicadas por agentes del Estado, en particular los
elementos del Grupo de Investigación y Detección Criminal (CIDG) de la PNP, que
41
allanaron las oficinas del Daily Tribune por la supuesta publicación de material
antigubernamental en apoyo de la rebelión en ciernes. Los agentes del CIDG
42 44Los argumentos desarrollados en esta sección se deben en parte a un trabajo inédito de Gilbert
Andres y Janice Lee, Chavez v. Gonzales: Delineating and Expanding the Boundaries of Free
Speech and the Free Press in a time of Executive abuse, University of the Philippines College of
Law (abril de 2008).
45G.R. nº 171396, 3 de mayo de 2006.

2
3
confiscaron noticias de reporteros, documentos, fotografías y maquetas del número del
sábado del Daily Tribune. Las autoridades también apostaron policías uniformados en los
locales del periódico. La redada fue seguida de advertencias esdemandado por altos
funcionarios del Departamento Ejecutivo.

57. El Jefe del Estado Mayor Presidencial, Michael Defensor, declaró que la
redada pretendía mostrar una "fuerte presencia", para decir a los medios de comunicación
que no se confabularan ni hicieran nada que pudiera ayudar a los rebeldes a derrocar a
este gobierno".

58. Por otra parte, funcionarios de la PNP advirtieron que se harían cargo de
cualquier medio de comunicación que no siguiera las normas establecidas por el gobierno
durante el estado de emergencia nacional." Su Director General, Arturo Lomibao, advirtió
que si los medios de comunicación no siguen las normas del gobierno, es decir, si
contribuyen a la inestabilidad en el gobierno, o si no suscriben lo dispuesto en la Orden
General nº 5 y el Proc. Nº 1017, la policía se haría cargo de sus instalaciones.

59. El Comisionado Nacional de Telecomunicaciones, Ronald Solís, también ha


contribuidoa su propia amenaza a los medios de comunicación, afirmando que la NTC no
dudará en recomendar el cierre de cualquier emisora que infrinja las normas establecidas
para los medios de comunicación cuando la seguridad nacional se vea amenazada.

60. Ninez Cacho-Olivares, editor del diario Tribune, cuestionó la redada ante el
Alto Tribunal por considerarla "censura" o "restricción previa". El Tribunal Supremo
declaró que la redada contra el Tribune y las amenazas proferidas por altos funcionarios del
gobiernoeran inconstitucionales por constituir un ejercicio de "censura pura y simple" o
restricción previa. Así lo sostuvo en la opinión consolidada en el caso David c. Arroyo:

Es ese funcionario oficioso del gobierno represivo que le dice al


ciudadano que sólo puede hablar si se le permite hacerlo, y ni más ni
menos que lo que se le permite decir so pena de castigo en caso de que
sea tan imprudente como para desobedecer. Unduda, el Daily Tribune
fue sometido a estas arbitrariedades

2
4
intrusiones debido a sus sentimientos antigubernamentales. Este Tribunal no
puede tolerar la flagrante inobservancia de un derecho constitucional
aunque se trate del más desafiante de nuestros ciudadanos. La libertad de
opinar sobre los asuntos públicos es esencial para la vitalidad de una
democracia representativa democracia. Los tribunales tienen el deber de
velar por los derechos constitucionales de los ciudadanos y de impedir
cualquier usurpación furtiva de los mismos. El lema debe ser siempre obsta
prince.46

61. En su debate sobre este punto en particular, el Tribunal Superior se tomó en


serio las lecciones de la Ley Marcial, comparando primero lo ocurrido al Daily Tribune con
el destino del "Metropolitan Mail" y el "We Forum ", publicaciones que criticaban al
régimen de Marcos, antes de pronunciarse sobre si las acciones de los agentes del CIDG
eran constitucionales. Citó su sentencia en el asunto Burgos contra Jefe de Estado Mayor:

Como ya se ha dicho, los locales registrados eran las oficinas comerciales y


de impresión de los periódicos "Metropolitan Mail" y "We Forum ". Como
consecuencia del registro y la incautación, estos locales fueron cerrados
con candado y precintados, con el resultado adicional de que la
impresión y publicación de dichos periódicos se discontinuó.

Tal cierre tiene el carácter de una restricción o censura previa-


abominable para la libertad de prensa garantizada por la ley
fundamental, y constituye una negación virtual de la libertad de los
Demandantes-Apelantes de expresarse en forma impresa47[énfasis en el
original].

62. Luego dijo, con respecto al aprieto en que se encontraba el Daily


Tribune a causa de las cuestionadas emisiones presidenciales:

43
44

46G.R. nº 171396, 3 de mayo de 2006.


47G.R. nº 64161, 26 de diciembre de 1984.

2
5
Aunque hay que admitir que el Daily Tribune no fue cerrado con candado y
precintado como los periódicos "Metropolitan Mail" y "We Forum " en el
caso anterior, no se puede negar que los agentes del CIDG excesaron sus
deberes de aplicación de la ley. El registro y la incautación de billetes de
materiales para su publicación, el estacionamiento de policías en las
inmediaciones de las oficinas del Daily Tribune y la arrogante advertencia
de funcionarios del gobierno a los medios de comunicación, son censura
pura y dura48 [el subrayado es nuestro].

63. Cabe destacar que, en esta sentencia, el Tribunal Superior consideró que las
arrogantes advertencias de los funcionarios del ejecutivo, junto con la incursión y ocupación
por parte del CIDG de las premisas del Daily Tribune, eran actos constitutivos de censura
pura y simple.

64. En el caso Chávez contra Gonzales, el Tribunal Supremo iría incluso más
lejos al dictaminar que incluso las meras declaraciones a la prensa realizadas por
funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones oficiales constituyen una "restricción
previa basada en el contenido" que viola la protección constitucional concedida a la libertad
de expresión.

65. En este segundo caso, el Tribunal Supremo declaró inconstitucionales los


siguientes actos del Secretario de Justicia Gonzales:

3. El 8 de junio de 2005, el demandado Secretario del Departamento de


Justicia (DOJ), Raul Gonzales, advirtió a los periodistas de que quienes
tuvieran copiaies del disco compacto (CD) y quienes difundieran o
publicaran su contenido podrían ser considerados responsables en virtud de
la Ley contra las escuchas telefónicas. Entre estas personas se encontraban el
Secretario Bunye y Atty. Paguia. También declaró que las personas que
poseyeran o difundieran dichas cintas estaban cometiendo un delito
continuado, sujeto a detención por cualquier persona que tuviera
conocimientoal si el delito se había cometido o se estaba cometiendo en su
presencia.

4. El 9 de junio de 2005, en otra rueda de prensa, el Secretario Gonzales


ordenó a la Oficina Nacional de Investigación (NBI) que fuera after a las
organizaciones de medios de comunicación "que hayancausado la difusión,
la reproducción y la impresión del contenido de una cinta"de una supuesta
conversación intervenida en la que estaba implicado el Presidente sobre el

48G.R. nº 171396, 3 de mayo de 2006.

2
6
amaño de votos en las elecciones nacionales de 2004. Gonzales dijo que iba a
empezar por Inq7.net, una empresa conjunta del Philippine Daily Inquirer y
la cadena de televisión GMA7 , porque por la propia naturaleza del medio
Internet, podía difundir más ampliamente el contenido de la cinta. A
continuación, expresó su intención de invitar alos editores y directivos de
Inq7.net y GMA7 a una investigación, y supuestamente declaró: "He pedido
al NBI que lleve a cabo un interrogatorio táctico de todos los implicados".49

66. En el caso de la NTC, el Tribunal Supremo tachó de prior restraint un


comunicado de prensa emitido por la Comisión el 11 de junio de 2005, en el que se decía
extensamente lo siguiente:

LA CNT ADVIERTE A LOS PROPIETARIOS/OPERADORES DE


RADIO Y TELEVISIÓN DE QUE DEBEN RESPETAR LA LEY
CONTRA LAS ESCUCHAS TELEFÓNICAS Y LAS CIRCULARES
PERTINENTES SOBRE LAS NORMAS DE PROGRAMACIÓNDARDS
xxx xxx xxx
Teniendo en cuenta la inusual situación del país, y con el fin de no agravarla
innecesariamente, el NTC advierte a todos los propietarios/operadores de
emisoras de radio y cadenas de televisión que las condiciones de la
autorización y los permisos que les ha concedido el Goberno, como la
Autoridad Provisional y/o el Certificado de Autoridad, establecen
explícitamente que dichas empresas no podrán utilizar [sus] emisoras para la
difusión o teledifusión de información falsa o tergiversación intencionada.
En relación con ello, ha llegado aconocimiento del [CNT] que ciertas
personalidades están en posesión de supuestas conversaciones grabadas en
las que, según afirman, están implicados el Presidente de Filipinas y un
Comisionado del COMELEC en relación conla supuesta violación de las
leyes electorales.

Estas personalidades han admitido que las conversaciones grabadas son


producto de operaciones ilegales de escuchas telefónicas.

Teniendo en cuenta que estas conversaciones grabadas no han sido


debidamente audentificadas ni puede decirse en este momento que las cintas
contengan una representación exacta o veraz de lo que se grabó en ellas, la
posición del [CNT] es que la emisión continua de dichas conversaciones
grabadas por las emisoras de radio y televisión constituye una violación
continua de la Ley contra las escuchas telefónicas y de las condiciones de la
Autoridad Provisional y/o del Certificado de Autoridad expedido a estas
emisoras de radio y televisión. Habiéndose comprobado posteriormente que
dichas cintas son falsas y/o fraudulentas, tras la correspondiente
investigación, se advierte a las empresas de radio y televisión afectadas de
que la difusión de dicha información falsa y/o la tergiversación
intencionada será causa suficiente para la suspensión, revocación y/o

49G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.

2
7
cancelación de las licencias o autorizaciones concedidas a dichas
empresas.

Además de lo anterior, la [NTC] reitera las circulares pertinentes de la NTC


sobre las normas de programación que deben observar las estaciones de
radio y televisión. El Memorándum Circular 111-12-85 de la NTC establece
explícitamente en

2
8
, entre otras cosas, que "todas las emisoras de radio y televisión deberán,
durante cualquier emisión o retransmisión, cortar la emisión del discurso,
obra de teatro, acto o escena u otros asuntos que se estén emitiendo o
retransmitiendo y cuya tendencia sea difundir información falsa o cualquier
otra tergiversación intencionada, o proponer y/o incitar a la traición, la
rebelión o la sedición". La directiva anterior había sido reiterada por la
Circular NTC Memorandum No. 22-89, que, en addición a la misma,
prohibía a las estaciones de radio, radiodifusión y televisiónutilizar sus
estaciones para emitir o teledifundir cualquier discurso, lenguaje o escena
que difundiera información falsa o misrepresentación intencionada, o que
incitara, alentara o ayudara a cometer actos subversivos o de traición.

La [NTC] no dudará, tras observar los requisitos del debido proceso, en


aplicar con toda su fuerza las disposiciones de dichas Circulares y las
sanciones que las acompañan a las emisoras de radio y televisión
infractoras y a sus propietarios/operadores. 50 (énfasissis en el original)

67. El hecho de que lo que se cuestione principalmente en Chávez contra


González sean meras declaraciones de prensa no impidió que el Tribunal Supremo
sostuviera que tales actos constituían una restricción previa basada en el contenido de. Así
lo declaró:

para resolver esta cuestión, consideramos que no es decisivo que las


declaraciones de prensa efectuadas por los demandados-apelados no
fueran reducidas o seguidas de órdenes o circulares formales. Basta con
que las declaraciones a la prensa fueran realizadas por los demandados-
apelados en el ejercicio de sus funciones oficiales. Unduda, el demandado
Gonzales hizo sus declaraciones como Secretario de Justicia, mientras que la
NTC emitió su declaración como órgano regulador de los medios de
comunicación.51 [énfasis en el original].

68. Asimismo, un punto importante es que el Tribunal Supremo estableció un


criteriorion para determinar si el acto de un funcionario del Ejecutivo equivale a una
restricción previa: "Cualquier acto realizado, como un discurso pronunciado, para y en
nombre del gobierno en una capacidad oficial está cubierto por la norma de
restricción previa"52 [énfasis en el originalnal].

47
48 69. El Tribunal Supremo llegó a esta conclusión sin ver la necesidad de
49
50G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.
51G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.
52G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.

2
9
desgranar los contextos fácticos y jurídicos implicados en los actos impugnados de la Sec.
Gonzales y del CNT. Como diría el juez Dante Tinga en su voto particular:

Cabe destacar que existen diferencias críticas entre el entorno fáctico y


jurídico del acto impugnado del Secretario del DOJ, por un lado, y el de la
conducta cuestionada del CNT, por otro. El acto denunciado de la NTC
consiste en la emisión de un comunicado de prensa, mientras que el del
Secretario del DOJ no está encapsulado en un trozo de papel, sino que se
compone de declaraciones que, sin embargo, fueron bien documentadas por
los informes de noticias en ese momento. Hay un elemento de cautela en el
comunicado de prensa en el sentido de que no sanciona precisamente ni
amenaza con sancionar de inmediato a los medios de comunicación de
ampliadifusión por emitir las cintas de Garci, pero plantea esa posibilidad a
condición de que "se haya establecido posteriormente que dichas cintas son
falsas y/o fraudulentas tras un enjuiciamiento o una investigación apro-
priada". Los actos del Secretario del DOJ impugnados no contienen tal
condición suspensiva.

Y lo más importante, en mi opinión, es la distinción entre la CNT y el


Secretario del DOJ con respecto a la amplitud y el alcance de su capacidad
para infringir el derecho a la libertad de expresión. La NTC es un organismo
regulador cuasi judicial adscrito al Departamento de Transportes y
Comunicaciones que ejerce la jurisdicción reguladorasobre un conjunto
limitado de sujetos: medios de radiodifusión, empresas de
telecomunicacionesmunicaciones, etc. En el ámbito de su jurisdicción
reguladora, se admite que tiene cierta capacidad para imponer sanciones o
realizar actos que puedan afectar al derecho a la libertad de expresión de los
sujetos regulados, aunque los parámetros precisos de su autoridad legal para
ejercer tales acciones aún no han sido plenamente definidos por este
Tribunal.

En cambio, la capacidad del Secretario del DOJ y de la oficina que dirige


para infringir el derecho a la libertad de expresión es bastante amplia. A
diferencia de la CNT, cuyo poder de requerimiento y sanción se limita a sus
sujetos de regulación, el Secretario del DOJ encabeza el departamento-
mentario del gobierno que tiene la facultad principal de iniciar y litigar el
procesamiento de casi cualquier persona.53

70. De hecho, la Juez Minita Chico-Nazario, al examinar el entorno fáctico, al


menos, con respecto a la Sec. Gonzales, concluyó que es necesario ser cauteloso a la hora de
dar relevancia jurídica a meras declaraciones de prensa:

Tampoco hay que dar mucho mérito a las declaraciones del Secretario de
Estado Gonzales a los medios de comunicación en el sentido de que ya había

53G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.

3
0
dado instrucciones a la Oficina Nacional de Investigación (NBI) para que
vigilara todas las emisoras de radio y cadenas de televisión en busca de
posibles violaciones de la Ley contra las escuchas telefónicas. El Secretario
Gonzales es una de las personalidades políticas favoritas de los medios
de comunicación, acosado por los periodistas y presente encasi todos los
días en periódicos, radios y televisiones, por sus "citas célebres",
algunas de las cuales parecen haber sido utteradas espontánea y
frívolamente. No se demostró que el Secretario Gonzales hubiera
ordenado real y oficialmente al NBI que llevara a cabo dicha
supervisión de las emisiones de radio y televisión eny que el NBI actuara
de conformidad con dicha orden. Lo que me lleva al siguiente punto.

Debemos ser prudentes a la hora de dar demasiado peso y credencia a


las declaraciones de prensa. Creo que sería un precedente peligroso
dictaminar que las declaraciones de prensa deben considerarse un acto oficial
de la agencia administrativa o del funcionario público en cuestión. Las
declaraciones a la prensa, en general, pueden fabricarse fácilmente, son
propensas a alteraciones o malas interpretaciones a medida que los medios
de comunicación se hacen eco de ellas y, en algunos casos, pueden tener que
hacerse sobre la marcha sin dar a la fuente mucho tiempo para discernir las
ramificaciones de sus declaraciones. Por lo tanto, no se les puede dar el
mismo peso y efecto vinculante que a los actos oficiales en forma de, por
ejemplo, órdenes moratorias o circulares me.54 (énfasis añadido)

71. Sin embargo, la opinión de la mayoría dejó de lado estas reservas al ofrecer
una interpretación ampliada de "acto" como concepto jurídico en relación con la libertad de
expresión y la libertad de prensa:

El concepto de "acto" no se limita a los actos ya convertidos en orden


formal o circular oficial. De lo contrario, la no formalización de un acto
en una orden o circular oficial dará lugar a que se eluda fácilmente la
prohibición de restricción previa. Las declaraciones de prensa en cuestión
son actos que deben anularse

54G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.

3
1
ya que constituyen formas inadmisibles de restricción previa del derecho a la
libertad de expresión y de prensa.55 (énfasis en el original)

72. ¿Por qué? La importancia del razonamiento de la mayoría se hace más


evidente cuando se examina en relación con su conclusión de que los actos impugnados de
los demandados crearon realmente un efecto amedrentador sobre los medios de
comunicación:

Existen pruebas suficientes del efecto amedrentador de los actos


denunciados. Las advertencias a los medios procedían nada menos que de
la NTC, organismo regulador que puede anular el Certificado de Autoridad
de los medios de radio y teledifusión. También proceden del Secretario de
Justicia, el alter ego del Ejecutivo, que ejerce el asombroso poder de
perseguir a quienes se considera que infringen las leyes del país. Tras las
advertencias, el KBP se unió inexplicablemente al CNT en la emisión de
una ambivalente Declaración de Prensa Conjunta. Tras las advertencias, el
peticionario Chávez se quedó solo para luchar por la libertad de expresión y
de prensa. Este silencio al margen por parte de algunos profesionales de los
medios de comunicación es demasiado ensordecedor para ser objeto de
interpretaciones erróneas.56 (énfasis en el original)

73. Los actos cuestionados en el presente caso no son diferentes de los inva-
lidados por el Tribunal Supremo en David v. Arroyo y Chavez v. Gonzales. El trato dado por
la policía a los medios de comunicación tras el enfrentamiento de la península de Manila
estaba claramente destinado a timar, acobardar y amordazar a la prensa en. Los actos
oficiales antes, durante y después del enfrentamiento endenotaban una política oficial
dirigida contra algunos de los derechos más sagrados de los ciudadanos en una sociedad
democrática como la nuestra.

74. En la presente controversia, la policía trató a los periodistas como


sospechosos de un delito, deteniéndolos pero sin informarles de la infracción o delito que
habían cometido y sin proporcionarles un abogado de su elección.

75. De hecho, en un sonoro coro, las declaraciones del Secretario de Justicia y


otros miembros del gabinete del Presidente, aprobaron la forma abusiva, arbitraria y

55G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.


56G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.
52
53
3
2
represiva en que los policías trataron a los periodistas que cubrían el

3
3
Manila Peninsula standoff and threatened to unleash the same treatment against journalists
in future news events of similar nature.

76. Quizás, una de las declaraciones más elocuentes y explícitas sobre el


propósito de las protecciones que la Carta de Derechos otorgaba al ciudadano ha sido hecha
por el erudito constitucional Joaquín Bernas, S.J. quien, al explicar la intención de las
disposiciones que se encuentran en la Carta de Derechos de 1987, dijo:

En primer lugar, las reflexiones generales. La protección de las libertades


fundamentalesestá en la esencia de la democracia constitucional. ¿Protección
contra quién? Protección contra el Estado. La Declaración de Derechos
regula la relación entre el individuo y el Estado. Su preocupación no es la
relación entre individuos, entre un particular y otros particulares. Lo que
hace la Carta de Derechos es declarar algunas zonas prohibidas de la esfera
privada inaccesibles a cualquier titular de poder.57

77. La parte pertinente del discurso de patrocinio de Bernas se citó


posteriormente en un caso de 1991 que, aunque de naturaleza penal y relacionado con una
cuestión de registro e incautación norazonables, afirma que las protecciones de la Carta de
Derechos tienen por objeto limitar el alcance del Estado y evitar que abuse de su poder.58

78. No se puede negar que los demandados-apelados no son hombres corrientes,


no son meros ciudadanos que hablan en una "entrevista emboscada" con los medios de
comunicación en las concurridas calles de Manila; no, todos ellos son hombres del

54
Presidente y juntos hicieron valer todo el peso del poder fiscal, policial y militar del
Jefe del Ejecutivo sobre una expresión protegida.
55

79. Eran hombres de las altas esferas que se movían de forma coordinada, como

57Discurso de patrocinio del Comisario Bernas, Actas de la Comisión Constitucional, Vol. 1, p. 674,
17 de julio de 1987.
58Pueblo de Filipinas contra Martí, 193 SCRA 57 (1991). En este caso, el acusado envió cuatro
paquetes de edad a su amigo en Zurich, Suiza, a través de Manila Packing and Export Forwarders.
Enantes de enviar los paquetes, el propietario, siguiendo el procedimiento habitual, los abrió para
realizar una inspección final, y descubrió en su interior hojas secas de marihuana. Posteriormente, el
propietario denunció el asunto a la Oficina Nacional de Investigación (NBI). A su debido tiempo, el
NBI procesó al acusado, utilizando la marihuana encontrada en los paquetes como prueba contra él.
El acusado solicitó la exclusión de la prueba, alegando que viola las garantías constitucionales de su
derecho como ciudadano contra registros e incautaciones no razonables y sus derechos a la intimidad
de la comunicación. Al fallar a favor del Estado, el Tribunal, tras citar a Bernas, fue enfático al
afirmar que "(l)a proscripción constitucional contra registros e incautaciones ilegales se aplica, por
tanto, como una restricción directa sólo contra el gobierno y sus organismos encargados de hacer
cumplir la ley. Por lo tanto, sólo podría invocarse contra el Estado al que se impone la restricción
contra el ejercicio arbitrario e irrazonable exdel poder".

3
4
dirigidos por un amo que agitaba su batuta en las garras de la oscuridad, para intimidar,
acosar, acobardar, amedrentar y reprimir a la Prensa hasta su mansa sumisión. En palabras
del demandante-apelante Vergel O. Santos dichas en audiencia pública, lo que tenemos aquí
es la clásica confrontaciónentre "poder", por un lado, y "libertad", por otro.

80. Los demandantes-apelantes no hablan aquí de un poder ordinario; hablan de


un poder ejercido irresponsablemente por aquellos a quienes se ha confiado el deber de
gobernar con justicia. Es el poder de los hombres y mujeres en las altas esferas ejercido
contra los ciudadanos, en violación de sus derechos constitucionales.

2. Los pronunciamientos públicos cuestionados y el Aviso emitidos


por los Demandados-Apelados son constitucionalmente infirmes por ser
actos restrictivos del contenido con un "efecto amedrentador" sobre la
expresión protegida.

81. En sus alegaciones ante el Tribunal a quo, los demandados-apelados


sostienen que los pronunciamientos públicos cuestionados y el aviso no son más que
recordatorios inofensivos de lo que se espera de los demandantes-apelados como
ciudadanos respetuosos de la ley. En otras palabras, según ellos, no son más que
regulaciones de contenido neutro constitucionalmente permisibles.

82. Pero, como dijo Dean Pangalangan en su testimonio ante el mismo


Tribunal, los hechos en este caso son diferentes. En este caso, los actos en cuestión, lejos de
ser una regulación neutra para la tienda, son, incluso considerados por separado, actos
restrictivos del contenido con un "efecto amedrentador" sobre la expresión protegida.

3
5
83. En circunstancias ordinarias, la invocación del Art. 151 del Código Penal
revisado sería inocente y el supuesto recordatorio o reglamento sería de contenido neutro.
La orden de desalojar los locales del Manila Peninsula a causa de un asalto policial
inminente - lícita por otra parte - no puede prevalecer sobre la expresión política que los
periodistas ya estaban ejerciendo. Como subrayó, los periodistas "ya estaban cubriendoel
incidente en el ejercicio legítimo de su profesión y por eso en el perfecto de su deber, ya
estaban comprometidos en su propio discurso como medios de comunicación.... por lo que
se trata de una protección especial específica para la prensa" [TSN, en redirección 7 de
marzo de 2008, pp. 4849]59.

84. Declaró así:

El discurso de los periodistas en este caso es la información pública legítima,


que de hecho, es el discurso más protegido [.] Es por eso que cualquier
restricción de cualquier discurso político estará sujeta a un escrutinio judicial
[intensificado] [,] no sólo a un escrutinio judicial ordinariotiny [,] que de
nuevo es la decisión del Tribunal Supremo en el caso Chávez a través del
Presidente del Tribunal Supremo Puno. [TSN, 7 de marzo de 2008, pp. 46-].
60

85. Cuando el Tribunal a quo le insistió en que no se había impedido a los


periodistas escribir sus artículos, el decano Pangalangan mencionó un aspecto importante de
la práctica periodística que sufre bajo el peso del tipo de reglamentación que los
demandados-apelados en este caso quieren imponer a los periodistas:

[Las historias que escriban dependerán de lo que consigan cubrir. Así que si
la cobertura está [restringida] incluso la escritura estará [similarmente
restringida], no tendrán nada que escribir, así que forma parte de la libertad
de prensa. Por eso vuelvo a mi declaración inicial, a la forma en que
formulamos la Constitución filipina [.] Es tan específica, la libertad de
expresión y de prensa. Para precisar, si bien existe una libertad de expresión
genérica por parte de todos, hay una protección especial para un sector, a
saber, la prensa, que está singularizada....(TSN, en redirección, 7 de marzo
de 2008, p. 54)61

56 86. Ashzel Hachero, reportera de Malaya, explicó en el interrogatorio la


57
58 59Registros, en 947-948.
60Registros, en 945.
61Registros, en 953.

3
6
importancia que tenía para la periodista estar allí, pasara lo que pasara, mientras se
desarrollaba la cruda historia:

P: ¿Ha dicho que fue una gran noticia, que el incidente de la península fue
una gran noticia?
R: Sí.
P: ¿Y por eso insistió e insistió en cubrirdebido a la magnitud de la historia?
R: Sí.
P: Al ir tras la historia, como reportero, como periodista, usted exse expuso a
peligros, ¿correcto?
R: Te pones en situaciones peligrosas, ¿verdad?
P: A veces, además, tienes que incumplir lo que te ordenan las fuerzas del
orden, ¿correcto?
R: No, no cumplimos.

P: A pesar de conocer esa advertencia, o esa petición, o esa orden, según el


caso, ¿insistió en quedarse?
R: Sí.
P: ¿Y se quedó a pesar del riesgo que corría su vida y su integridad física?
R: Sí.
P: ¿Y como ha dicho eso formaba parte del riesgo del trabajo?
R: Sí.62

87. El demandante-apelante, Decano Luis V. Teodoro, por su parte, afirma que


el asesoramiento Gonzales, de hecho, señala a los medios de comunicación de otra manera,
de una manera que restringe gravemente sus libertades. En el contrainterrogatorio del Hon.
Procurador General, quien dijo que el aviso se limita a reafirmar el Art. 151 del Código
Penal Revisado y, por lo tanto, es un "recordatorio legítimo de lo que debe hacer un
periodista, ni siquiera un periodista, [sino] todo ciudadano [,] para obedecer las órdenes
legítimas de los funcionarios públicos", el demandante-apelante Dean Teodoro, veterano
periodista y profesor de periodismo, dijo lo siguiente: "Bueno, creo que se dirige
específicamente a los medios de comunicación. Así que ahí hay una diferencia. No es un
recordatorio para todos los ciudadanos de que existe

62TSN, en contrainterrogatorio, 26 de febrero de 2008, pp. 51-52., Registros, en 885.

3
7
88. tal cosa como el artículo 151. Por tanto, se dirige específicamente a los
medios de comunicación" [TSN, en CrossExamination, 20 de febrero de 2008, pp. 37-38].63
89. Esta es también la razón por la que el decano Pangalangan opinó que,
aunque el aviso de Gonzales se emitió de hecho más de un mes y medio después del asedio
a la península de Manila, no hay ninguna diferencia, ya que sigue calificándose de acto
inconstitucional con "efecto amedrentador" sobre la expresión. Su punto es que el contexto
importa en la apreciación adecuada de la verdadera importancia del aviso y aquí, está claro
que el aviso se refería al mismo incidente, el asedio de la Península de Manila , y por lo
tanto es suficiente para enviar tal efecto, "ya que fue emitido a la luz de un incidente muy
específico". [TSN, en Re-direct Examination, 7 de marzo de 2008, p. 45].64

90. Por lo tanto, el color de neutralidad de contenido en el aviso de Gonzales o


en la orden supuestamente legal de desalojar las instalaciones de Manila Peninsula o en los
anuncios públicos de los otros Demandados-Apelados en este caso debe ser despojado y su
verdadero color expuesto por lo que es: un ataque descarado y arrogante al derecho de
libertad de expresión y de prensa, así como al derecho de acceso a la información del
público al que sirve la prensa.

91. Como se sostuvo en el caso Chávez contra Gonzales, la mera emisión de


estos comunicados de prensaya produce un "efecto amedrentador" sobre la libertad de
expresión protegida. No puede haber otra intención en pronunciamientos como los que son
objeto de esta demanda que embaucar, acobardar, entimar y reprimir a los medios de
comunicación. Estas declaraciones, unidas al duro trato dispensado por las autoridades
policiales a los periodistas que decidieron permanecer en el Manila Pen a pesar de la
inminente agresión policial, tenían evidentemente la intención de provocar un efecto
amedrentador en el libre ejercicio de la libertad de expresión y de prensa, tan vital en
cualquier sociedad democrática.

92. Todos los actos de los demandados-recurridos, considerados


individualmente y en conjunto, constituyen actos inconstitucionales de restricción previa
que crean un efecto amedrentador sobre la libertad de expresión de los medios de
60
61 63Registros, en 871-872.
64Registros, en 879.

3
8
comunicación, así como sobre el derecho del público a saber.

93. En Chávez contra Gonzales, lo que estaba en juego era (1) una orden verbal
emitida ante los medios de comunicación por el Secretario Gonzales en la que se ordenaba a
la Oficina Nacional de Investigación (NBI) que persiguiera a las organizaciones de medios
de comunicación "que hubieran causado la difusión, la reproducción y la impresión del
contenido de una cinta", la cinta Hello Garci.

94. A primera vista, la "advertencia justa" del CNT y la orden del Secretario
Gonzales no son más que eso: un recordatorio de que las infracciones de la ley se castigarán
como corresponda. Ese es el mismo mensaje que los demandados en este caso pretenden
transmitir a los medios de comunicación, ni más ni menos.

95. Es innegable que Sec. Gonzales es un funcionario gubernamental que, en


palabras del Tribunal Supremo en Chávez contra Gonzales, es "el alter ego del Ejecutivo,
que ejerce el impresionante poder de perseguir a quienes se considera que violan las leyes
del país".65

96. Lo mismo puede decirse de los demás Demandados-Apelados en este caso:


todos ellos son hombres del Presidente que llevan consigo el terrible peso del poder de la
Oficina del Jefe del Ejecutivo contra el ciudadano de a pie. Cuando hacen pronocimientos
en público sobre un asunto de interés público, no ejercen su derecho a la libertad de
expresión como ciudadanos corrientes; de hecho, expresan una política oficial con
consecuencias terribles aunque profundas en la vida pública, como en este caso.

97. Por la misma razón, la afirmación del acusado Teodoro, Secretario de


Defensa Nacional, de que sólo estaba expresando una opinión sobre un asunto de interés
público es, en el mejor de los casos, engañosa y, en el peor, condescendiente.

98. Por lo tanto, no debe escapar a la atención de este Honorable Tribunal que
el demandado Gonzales y sus codemandados-apelados, a pesar de la proscripción del
Tribunal Supreme en David c. Arroyo y Chávez c. Gonzales, han actuado y continúan

65G.R. nº 168338 , 15 de febrero de 2008.

3
9
actuando

4
0
99. contumazmente contra el fallo del Alto Tribunal; sus actuaciones
individuales y colectivas huelen a desprecio hacia el Alto Tribunal y la sana administración
de justicia.
100. De hecho, los actos de los Demandados-Apelados deben ser anulados por
exceso deamplitud y vaguedad. El moderno Tribunal Supremo estadounidense ha subrayado
repetidamente el principio de que "un propósito gubernamental de controlar o impedir
actividades constitucionalmente sujetas [a] regulación no puede lograrse por medios que
abarquen innecesariamente e invadan así el ámbito de las libertades protegidas." 66

101. Una ley es nula de pleno derecho por su vaguedad si las personas de
intelectocomún deben necesariamente adivinar su significado y discrepar en cuanto a su
aplicación. El aspecto más importante de la doctrina de la vaguedad no es la notificación
67

real, sino el otro elemento principal de la doctrina: el requisito de que los legisladores
establezcan líneasdirectrices razonablemente claras para los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley y los juzgadores de los hechos con el fin de evitar una aplicación
arbitraria y descriminatoria.68

102. Debe subrayarse que los pronunciamientos cuestionados no son statutory


sino emisiones de altos funcionarios del Departamento Ejecutivo, alter egos nada menos, del
Presidente. Así, los peligros asociados a la vaguedad son más palpables cuando sólo está
implicado el departamento ejecutivo, ya que los alter egos de la Presidenta no necesitan,
como en este caso, promulgar directrices para la aplicación de su propia política.

103. En Chávez c. Gonzales, como ya se ha analizado, la Corte Suprema dijo lo


siguiente acerca de actos de la misma naturaleza que los pronunciamientos impugnados de
los Demandados-Apelados: "El concepto de "acto" no se limita a los actos ya convertidos en
una orden formal o circular oficial. De lo contrario, la no formalización de un acto en una
orden o circular oficial dará lugar a que se eluda fácilmente la prohibición

63
64
65 66NAACP contra Alabama, 357 US 449 (1958), 78 S.Ct. 1163, 2L.Ed.2d 1488 (1958).
67Connally contra General Construction Co. 269 U.S. 385 (1926).
68Véase Smith v. Goguen 415 U.S. 566 (1974).

4
1
104. de restricción previa. Las declaraciones de prensa en cuestión son actos que
deben ser anulados, ya que constituyen formas inadmisibles de restricciones previas al
derecho a la libertad de expresión y de prensa [subrayado añadido].69

3. De acuerdo con la prueba de la totalidad de los efectos


perjudiciales establecida en Chávez contra Gonzales, la expulsión sin
contemplaciones al campo de prisioneros de los periodistas que
decidieron permanecer en el Hotel Península de Manila a pesar de la
orden policial de desalojo fue una censura pura y simple.

105. De hecho, aun suponiendo que las autoridades hayan establecido una línea
police en el corral de Manila y que los medios de comunicación la hayan traspasado, según
la jurisprudencia del Tribunal Supremo en el caso Chavez v. Gonzales, la actuación de la
policía contra los periodistas constituye una restraint previa y es, por tanto, inconstitucional.

106. En el procedimiento ante el Tribunal a quo se ha sugerido repetidamente-


gested que una cuestión clave en este caso es si los medios de comunicación violaron o no
la ley cuando se negaron a abandonar las instalaciones del Manila Peninsula a pesar de una
agresión policial pendiente. Sin embargo, el Tribunal Supremo, en el caso Chávez contra
Gonzales, dictaminó que "no toda violación de una ley justifica la imposición de una
camisa de fuerza al ejercicio de la libertad de expresión y de prensa".70

107. El Tribunal amplió la jurisprudencia anterior en este sentido:

Nuestras leyes son de diferentes tipos y, sin duda, algunas de ellas pro-
vienen normas de conducta que, incluso si se violan, sólo tienen un efecto
adverso en la comodidad privada de una persona, pero no ponen en peligro la
seguridad nacional. Hay leyes de gran importancia, pero su violación, por sí
sola y sin más, no puede respaldar la supresión de la libertad de expresión y
la libertad de prensa. En resumen, la violación de la ley no es más que un
factor, vital por cierto, que debe sopesarse a la hora de decidir si se restringe
la libertad de expresión y de prensa. La totalidad de los efectos
perjudiciales de la violación para el interés privado y público debe
calibrarse a la luz del estatus preferente otorgado por la Constitución y por
los pactos internacionales conexos protegiendo la libertad de expresión y de
prensa. Al pedir una cuidadosa

66
69G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.
67
70G.R. nº 168338 , 15 de febrero de 2008.

4
2
y calibrado de la circunferencia de todos estos factores para
determinar el cumplimiento de la prueba de peligro claro y actual, el
Tribunal no debe ser malinterpretado como devaluando violaciones de
la ley. Por todos los medios, las violaciones de la ley deben ser
enérgicamente perseguidas por el Estado, ya que engendran su propia
mala consecuencia. Pero, repito, la necesidad de impedir su
violación no puede prevalecer per se sobre el ejercicio de la libertad de
expresión y la libertad de prensa, un derecho preferente cuya violación
puede acarrear grandeser males.71 [énfasis en el original].

108. Así pues, el Tribunal Supremo estableció una importante prueba en Chávez
contra Gon zales para la determinación de la conveniencia constitucional de imponer una
restricción previa a la libertad de expresión: la "totalidad de los efectos perjudiciales de la
violación del interés privado y público" sopesados con el "estatus preferente" que otorgan
tanto la Constitución filipina como los tratados internacionales que protegen la libertad de
expresión y de prensa.

109. Una regulación basada en el contenido o restrictiva del contenido surge de


la propia materia de la expresión o discurso. Las normativas basadas en el contenido se
someten al escrutinio más estricto debido a su "impacto inherente e invasivo". La razón de
ello se explained in Police Department of Chicago v. Mosley,72 donde el Tribunal Supremo
de EE.UU. declaró:

[Por encima de todo, la Primera Enmienda significa que el gobierno no tiene


poder para restringir la expresión debido a su mensaje, sus ideas, su tema o
su contenido. Para permitir la construcción continuada de nuestra política y
cultura, y para asegurar la autorrealización de cadadividuo, nuestro pueblo
tiene garantizado el derecho a expresar cualquier pensamiento, libre de
censura gubernamental. La esencia de esta censura prohibida es el control
del contenido. Cualquier restricción de la actividad expressiva debido a su
contenido socavaría por completo el "profundo compromiso nacional con el
principio de que el debate sobre cuestiones públicas debe ser desinhibido,
robusto y ampliamente abierto [citations omitted].

110. En este caso, lo apropiado es la prueba del "peligro claro y actual", en la que
la carga de la prueba de la constitucionalidad recae en el gobierno. Así pues, el Gobierno
68
69
71Chavez v. Gonzales, G.R. No. 168338 , 15 de febrero de 2008.
72408 U.S. 92, 95-96 (1972).

4
3
debe demostrar varias cosas en

4
4
111. : En primer lugar, el tipo de daño que el discurso que se pretende restringir
provocaría es grave e inminente. El daño debe ser "un mal sustantivo e inminente que haya
acabado con la vida de una realidad ya sobre el terreno". 73 En segundo lugar, la regulación
también debe servir a un interés gubernamental importante o sustancial, que no esté
relacionado con la supresión de la libertad de expresión.74 En tercer lugar, la restricción
incidental de la libertad de expresión no debe ser mayor que la esencial para el fomento de
ese interés.75 Una restricción no debe ser tan amplia que enabarque más de lo necesario para
satisfacer el interés gubernamental. En cuarto lugar, las restricciones no deben ser ni
excesivamente amplias ni vagas.76

112. En esta prueba, el caso de los Demandados-Apelados cae. En primer lugar,


no hay nada en los hechos que demuestre que el gobierno considerara el enfrentamiento en
la península de Manila como una cuestión de emergencia pública. No hubo una declaración
formal de que tal fuera el caso, como exige el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP), si se quieren permitir derogaciones de las obligaciones del Estado en
materia de derechos humanos.77 El gobierno consideró en todo momento que se trataba de
una mera operación policial, ya que, de hecho, agentes de la Fuerza de Acción Especial de
la PNP llevaron a cabo el asalto. En segundo lugar, el carácter general de la medida
empleada por el Gobierno menoscabó directa y gravemente la libertad de expresión
protegida de tal modo que, en tercer lugar, excedió de lo necesario para satisfacer el interés
gubernamental específico en cuestión. No sólo detuvieron a los periodistas, sino que los
esposaron y los llevaron al campo de prison sin decirles por qué los sometían a ese
procedimiento tan invasivo. En cuarto lugar, las restricciones, al carecer de las directrices
claras de un estatuto, son excesivamente amplias y vagas como para invadir la esfera de las
libertades protegidas no sólo de la prensa sino, sobre todo, de los ciudadanos.

70
71

72 73Iglesia ni Cristo c. Tribunal de Apelación, 328 Phil. 893 (1996).


74Adiong v. COMELEC, G.R. No. 103956, 31 de marzo de 1992, 207 SCRA 712, citado en ABS-
CBN
73 Broadcasting Corp. contra COMELEC, 380 Phil. 780, 795 (2000).
75Adiong contra COMELEC, G.R. nº 103956, 31 de marzo de 1992, 207 SCRA 712, y Gonzales
contra COMELEC, G.R. nº 103956, 31 de marzo de 1992, 207 SCRA 712.
74 COMELEC, 137 Phil. 471 (1969), citado en ABS-CBN Broadcasting Corp. v. COMELEC, 380 Phil.
780, 795 (2000).
76Iglesia ni Cristo c. Tribunal de Apelación, 328 Phil. 893 (1996); Gonzales c. COMELEC, 137 Phil.
471 (1969); ABS-CBN Broadcasting Corp. v. COMELEC, 380 Phil. 780 (2000); Social Weather Sta-
tions v. COMELEC, G.R. No. 147571, 5 de mayo de 2001, 357 SCRA 496.
77Esto se discute ampliamente en los argumentos que se exponen a continuación.

4
5
113. Los demandados-apelados citan el caso de Branzburg v. Hayes78 para
avanzar en su argumento de que en este caso, los demandantes-apelados no pueden reclamar
el derecho a un acceso especial a la escena de un crimen para su propio disfrute. En primer
lugar, las circunstancias de hechoson diferentes: los periodistas del corral de Manila han
estado allí antes de que ningún funcionario público haya tenido la oportunidad de establecer
una línea policial. De hecho, no se estableció tal línea policial desde el momento en que el
Sen. Trillanes y su grupo entraron en la península de Manila y hasta después de su
detención. En otras palabras, ya estaban metidos en el meollo de la acción mucho antes de
que llegara la policía.

114. En segundo lugar, se puede prohibir a los periodistas entrar en una línea
policial, pero no se les puede detener por ello. Se les puede excluir del lugar de la catástrofe,
pero no se les puede detener y encarcelar por traspasar una barrera policial para cubrir el
suceso mientras se desarrolla. Como explicó el decano Pangalangan al Tribunal a quo
cuando se le preguntó por la cuestión de la línea policial y la orden supuestamente legal de
prohibir a los periodistas entrar en esa línea:

R: Señoría, en este caso, si [la] justificación es la protección del periodista [,]


paralelamente al ejemplo que se ha dado antes de una evacuación PHI-
VOLCS de una erupción [volcánica] .... si la libertad serecorta por el bien de
las personas a las que se les ordena [evacuar] entonces las personas son
libres de decidir por sí mismas, qué riesgo están dispuestas a asumir, si
[están] dispuestas a correr el riesgo de perder la vida, creo que esa es su
decisión ....

TRIBUNAL: Sí, del mismo modo que la ley impone una sanción si
desobedecen, por lo que también es un riesgo...

R: Bueno, Señoría, no tengo conocimiento de que se haya detenido a


ninguna persona por negarse a desalojar [el lugar] de una erupción volcánica.

TRIBUNAL: Sí, puede que usted no lo sepa, pero existe una ley al
respecto.79

R: Lo que sostengo, Señoría, es que precisamente no hay ningún detenido.


Precisamente porque la propia ley reconoce que la finalidad de la norma es
[garantizar]-.... salvaguardar sus propias vidas[;] les corresponde a ellos

75 78408 U.S. 665 (1972). Citado en el Memorandum del Solicitor General, Records, en 459.
76 79Registros, en 949-950.

4
6
decidir cuánto riesgo están dispuestos a asumir.80

115. En este caso, los periodistas del asedio a la península de Manila no sólo
descansaron en, sino que fueron esposados, llevados al campamento y, en su mayor parte,
mantenidos a oscuras por autoridades acerca de por qué estaban siendo sometidos a tal
procedimiento.

116. En cuarto lugar -y esto es lo más importante de todo- ninguna de estas


situaciones descritas en Branzburg pretende realmente dar a las autoridades el derecho o la
licencia para hacer lo que los agentes de los demandados-recurridos en este caso hicieron a
los periodistas que cubrían el asedio a la península de Manila. De hecho, los Demandados-
Apelados buscarán en vano en la jurisprudencia estadounidense reciente un caso en el que
las autoridades detuvieran y encarcelaran en masa a periodistas que cubrían un
acontecimiento político innovador en curso. Algo así no se hace en un país o Estado que
pretende ser democrático y republicano en su origen y developopment. Lo que el presente
caso muestra claramente es el abuso de poder ejercido en detrimento de las queridas
libertades constitucionales. Lo ocurrido en la Península de Manila no tieneprecedentes en
los anales de la prensa, tanto aquí como en el extranjero.

117. De hecho, si se examinan de cerca los hechos del casoBranzburg, no se


aplican en absoluto a este caso. En Branzburg, un reportero de un periódico se negó a
responder a la pregunta de un gran jurado sobre el tráfico ilegal de drogas que él
personalmente había observado, alegando que la primera enmienda otorga a un
reportero la libertad de no desconocer sus fuentes de información y de decidir cuánto
va a revelar de lo que ha conocido en su trabajo como periodista.
118. Evidentemente, la situación en Branzburg es un mundo aparte - en la
medida en que se trataba de una cuestión de descubrimiento antes del juicio - del presente
caso, en el que los periodistas no sólo han sido impedidos de ejercer su derecho a la libertad
de prensa, sino que incluso han sido llevados sin ceremonias al campamento de la policía
esposados, retenidos contra su voluntad durante muchas horas, y mantenidos en la oscuridad

80Registros, en 951-952.

4
7
acerca de por qué estaban siendo tratados de esa manera por las autoridades.

119. El propio Tribunal Supremo reconoce que a veces las infracciones de un


estatuto pueden permitirse en la medida en que permiten el ejercicio de un derecho constitu-
tional preferente. En el presente caso, ni siquiera se ha infringido ninguna ley.

120. ¿Qué violaron exactamente los periodistas? Cuando fueron esposados y


llevados al campamento para ser procesados, ni siquiera se les informó de cuál era la
infracción. Los Demandados-Apelados lo admiten. Sólo más tarde, después de que ese trato
oficial a los periodistas suscitara numerosas críticas, las autoridades empezaron a justificarlo
diciendoque los periodistas estorbaban en la operación policial.

121. Ahora los demandados-apelados invocan la Circular No. 2006-09-01 de la


PNP para presionar contra la prensa. Ni siquiera se trata de una ley aprobada por el con-
greso o de una orden ejecutiva emitida por el Jefe del Ejecutivo. Se trata de un mero
memorándum circular emitido por el jefe de la PNP. Ahora se utiliza para justificar las
detenciones sin orden judicial y la restricción previa de los medios de comunicación.

122. Una cosa está clara: el Estado no puede llevar a cabo detenciones sin orden
judicial sin motivos legales y sin el procedimiento adecuado de informar a loshijos
detenidos de sus derechos y del delito por el que se les detiene. Etiquetar estos actos con
otro nombre, es decir, "tramitación" y subsumirlos en un procedimiento de una Circular
PNP no hace que estos actos sean aceptables o legales. Se trata de una detención ilegal y
arbitraria y de un arresto ilegal, independientemente del reglamento o la circular en virtud
de los cuales se haya ejecutado.

123. Este derecho a no ser privado de la libertad sin el debido proceso es un


derecho constitucional y estatutario que está más allá de toda duda y la violación del cual
los demandados públicos deben ser considerados responsables por daños y perjuicios.

124. De hecho, no hay nada en dicha Circular que dé a cualquier ciudadano


motivos para concluir razonablemente que la policía, al aplicarla, sería capaz de distinguir

4
8
entre quién es un sospechoso y quién es un testigo.

125. La misma Circular, es evidente a primera vista, prescribe el mismo


tratamientoment para las dos clases dispares de personas: detener a ambas. Y según admite
la Fiscalía General, eso es precisamente lo que hizo la policía en este caso: detuvo a
miembros de los medios de comunicación que cubrían el asedio al corral de Manila,
violando sus derechos constitucionales. Peor aún, ni siquiera informaron a los periodistas
del motivo de sudetención y traslado al campamento como delincuentes comunes, con las
manos esposadas.

126. La última vez que los demandantes-apelantes miraron nuestra ley


constitucional, los testigos no deben ser arrestados. Tampoco se debe poner bajo arresto a
los miembros de los medios de comunicación por hacer lo que mejor saben hacer: cubrir un
asunto de interés público para que el público pueda ejercer responsablemente su derecho
público a estar informado sobre los asuntos que le conciernen.

127. Esta Circular debe ser anulada por inconstitucional por violar libertades
protegidas.

128. Estas libertades se han ganado a pulso, un hecho reconocido por nuestro
propio Tribunal Supremo en los históricos casos consolidados de Estrada contra Desierto y
otros, y Estrada contra Arroyo, en los que se discutían las finas distinciones entre EDSA I y
EDSA II. Los demandantes-apelantes citan el caso extensamente, porque es el más
apropiado para las cuestiones que nos ocupan:

En definitiva, la distinción legal entre EDSA People Power I y EDSA


People Power II es clara. EDSA I supone el ejercicio del poder popular de
la revolución que derrocó a todo el gob rno. EDSA II es un ejercicio de
poder popular de libertad de

la libertad de expresión y la libertad de reunión para solicitar al gobierno


la reparación de agravios , que sólo afectaban a la oficina del President. -
EDSA I es extraconstitucional y la legitimidad del nuevo gobierno
resultante no puede ser objeto de revisión judicial, pero EDSA II es
intraconstitucional y la dimisión del Presidente en funciones que provocó y
la sucesión del Vicepresidente como Presidente están sujetas a revisión

4
9
judicial. EDSA I planteaba cuestiones políticas; EDSA II implica
cuestiones jurídicas. Un breve discurso sobre la libertad de expresión y la
libertad desembly to petition the government for redress of grievance which
are the cutting edge of EDSA People Power II is not inappropriate.

Filipinos valora la libertad de expresión y el derecho de reunión. La


negación de estos derechos fue una de las razones de nuestra revolución de
1898 contra España. Nuestro héroe nacional, José P. Rizal, hizo un
llamamiento en favor del reconocimiento de la libertad de prensa de los
filipinos y la incluyó entre "las reformas sine quibus non" .La Constitución
de Malolos, obra del Congreso revolucionario de 1898, establecía en su
Declaración de Derechos que los filipinos no serán privados (1) del derecho
a expresar libremente sus ideas u opiniones, oralmente o por escrito,
mediante el uso de la prensa u otros medios similares; (2) del derecho de
asociación para fines de la vida humana y que no sean contrarios a los
medios públicos; y (3) del derecho a enviar peticiones a las autoridades,
individual o colectivamentely.'

Estos derechos fundamentales se preservaron cuando Estados Unidos


adquirió jurisdicción sobre Filipinas. En la instruccióntion to the Second
Philippine Commission of April 7, 1900 issued by President McKinley, se
dispone específicamente "que no se aprobará ninguna ley que coarte la
libertad de expresión o de prensa o los derechos del pueblo a reunirse
pacíficamente y solicitar al Gobierno la reparación de agravios". La garantía
se recogió en la Ley de Filipinas, Ley del Congreso de 1 de julio de 1902, y
en la Ley Jones, Ley del Congreso de 29 de agosto de 1966.

A partir de entonces, la garantía quedó grabada en piedra en nuestra


Constitución de 1935 ( ) y en la de 1973. Estos derechos están ahora a salvo
enconced en la sección 4, Artículo III de la Constitución de 1987, a saber:

"Sec. 4. No se aprobará ninguna ley que coarte la libertad de palabra, de


expresión o de prensa, o el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y
solicitar al gobierno la reparación de agravios".

La indispensabilidad de la libertad de expresión del pueblo y desembly to


democracy is now self-evident. Las razones están bien expuestas por
Emerson: en primer lugar, la libertad de expresión es esencial como medio
para garantizar la realización individual; en segundo lugar, es un proceso
esencial para el avance del conocimiento y el descubrimiento de la verdad;
en tercer lugar, es esencial para permitir la participación en la toma de
decisiones de todos los miembros de lasociedad; y en cuarto lugar, es un
método para lograr una comunidad más adaptable y, por tanto, más estable,
para mantener el precario equilibrio entre la sana división y el consenso
necesario. En este sentido, la libertad de expresión y de reunión
proporciona un marcode trabajo en el que el conflicto necesario para el
progreso de una sociedadpuede tener lugar sin destruir la sociedad.'"81
[énfasis en el original, se omiten las citas en el texto].

81G.R. nº 146710-15. 2 de marzo de 2001; G.R. nº 146738. 2 de marzo de 2001.

5
0
129. Puede ser cierto que cuando se excluye al público en general por motivos de
orden público, el periodista también puede quedar excluido.

130. Pero sólo prohibida, hay que subrayarlo, y no detenida, esposada y


arrastrada a un campo de prisioneros. Y sí, se les puede prohibir el acceso a estos
procedimientos -generalmente de naturaleza gubernamental-, pero si, a fuerza de iniciativa
periodística, son capaces de entrar en los procedimientos e informar sobre ellos, no se les
puede imponer una restricción previa sin una orden judicial.

131. Sí, pueden ser penalmente responsables por informar sobre lo que son,
digamos, secretos de Estado que superan con creces el interés del público en conocerlos,
pero eso viene después, no antes. En otras palabras, informan sobre ello a riesgo de ser
procesados penalmente. No se les detiene y encarcela antes incluso de que puedan ejercer su
derecho a la libertad de expresión y a una prensa libre.

132. En el caso del enfrentamiento en la península de Manila, se trataba de un


acontecimiento que, por su propia naturaleza, invitaba a los periodistas a cubrirlo. Ahora es
de dominio público que en las primeras horas cruciales, cuando las autoridades podrían
haber acordonado el hotel y mantenido alejado al público, no se encontró a la policía.

133. De hecho, según el Reglamento del Tribunal, cuando los demandados


presentan una moción de desestimación alegando que los demandantes no tienen causa o
"causa de acción" contra ellos, se considera que han admitido, al menos hipotéticamente,
todas las alegaciones de la demanda, y sobre la base de tal admisión, el tribunal podría
dictar una sentencia válida. Esto significa que los demandados-recurrentes admitieron que
los periodistas que cubrían el incidente del corral de Manila y decidieron permanecer allí a
pesar del inminente asalto policial a los Magdalos fueron detenidos, esposados y sacados
para ser procesados como delincuentes comunes sin que se les explicara por qué se les
sometía a tales indignidades; esto también significa que, de hecho, se impidió a los
periodistas hacer su trabajo. Como sostuvo el Tribunal Superior en un asunto:

5
1
Por lo tanto, para sostener una desestimación sobre la base de que la
demanda no establece una causa de acción, la insuficiencia de la causa de
acción debe aparecer en la cara de la demanda, y la prueba de la suficiencia
de los hechos alegados en la demanda para constituir una causa de acción es
si, admitiendo los hechos alegados, el tribunal podría dictar una sentencia
válida sobre los mismos de conformidad con la oración de la demanda. A tal
efecto, la petición de desestimación debe admitir hipotéticamente la
veracidad de los hechos alegados en la demanda.82

134. Dados los hechos y circunstancias de este caso, es difícil imaginar cómo
podría desestimarse el caso. Cabe señalar que cuando los demandantes-apelantes
presentaron por primera vez este caso ante los tribunales, el Juez Ejecutivo del Tribunal
Regional de Primera Instancia de Makati City, el Hon. Winlove Dumayas, dictó una orden
de alejamiento de tres días, una indicaciónde que efectivamente encontraba base en la
reclamación de los demandantes de violación de derechos y amenazas continuas sobre tales
derechos.

82Consolidated Dairy Products contra Tribunal de Apelación, GR nº 100401, 24 de agosto de 1992.

5
2
4. Los actos cuestionados de los demandados-recurridos violan las
obligaciones del Estado filipino en virtud del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).

135. Filipinas es parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


(PIDCP), un tratado multilateral que, como diría un académico, es un "instrumento uni-
versal que contiene obligaciones jurídicas vinculantes para los Estados partes en él". 83 El
Art. 19 del PIDCP proporciona protecciones fundamentales a los derechos de estos
ciudadanos.84 El Art. 21 del PIDCP trata del derecho de los ciudadanos a reunirse
pacíficamente.85El PIDCP obliga a Filipinas a proteger los derechos fundamentales de las
personas, así como el derecho a disponer de recursos adecuados en caso de violación de los
derechos fundamentales. De hecho, virtue de haber ratificado el PIDCP, las protecciones
otorgadas por el tratado a las libertades civiles se consideran ahora parte de la ley del país y
los ciudadanos pueden exigir reparación ante los tribunales locales por las violaciones de
estos derechos. 86

136. Art. II, Sec. 2 de la Constitución de 1987 establece que "[l]as Filipinas...
adoptan los principios generalmente aceptados del derecho internacional como parte de la
80
legislación de la República de Filipinas".
SE RECONOCERÁ EL DERECHO DE REUNIÓN PACÍFICA. EL EJERCICIO DE TAL DERECHO
SÓLO PODRÁ ESTAR SUJETO A LAS RESTRICCIONES PREVISTAS POR LA LEY QUE SEAN
NECESARIAS EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA, EN INTERÉS DE LA SEGURIDAD
81
NACIONAL, DE LA SEGURIDAD PÚBLICA O DEL ORDEN PÚBLICO, O PARA PROTEGER LA
SALUD O LA MORAL PÚBLICAS O LOS DERECHOS Y LIBERTADES DE LOS DEMÁS.

83
VÉASE PIDCP, ART. 2(3), 993 U.N.T.S. 3; MCCANN Y OTROS C. REINO UNIDO, EUR. CT. DE
HUM. RTS. (SER.A), Nº 324 (1995), PÁRR. 161.

83DOMINICK MCGOLDRICK, THE HUMAN RIGHTS COMMITTEE, ITS ROLE IN THE DEVELOPMENT OF
THE INTERNATIONAL COVENANT ON CIVIL AND POLITICAL RIGHTS (1994). SUBRAYA QUE YA NO
CABE DUDA, TRAS LA ADOPCIÓN DEL PIDCP POR MÁS DE 100 ESTADOS EN 1966 Y SU RATIFICACIÓN
82
92 E. STADOS
EL ART
POR 21 (A 27 DE JULIO DE 1990), DE QUE LAS OBLIGACIONES QUE IMPONE A LOS ESTADOS
PESTABLECE
ARTES (ESPECIALMENTE
: LAS QUE FIGURAN EN EL ART. 2) DE "RESPETAR Y GARANTIZAR" LOS
DERECHOS QUE PROTEGE SON JURÍDICAMENTE VINCULANTES. Id.
84Véase A. res. 2200A (XXI), 21 U.N. GAOR Supp. (No. 16) en 52, U.N. Doc. A/6316 (1966), 999
U.N.T.S. 171, en vigor desde el 23 de marzo de 1976. Filipinas firmó el tratado el 19 de diciembre de
1966 y lo ratificó el 23 de octubre de 1986. El artículo 19 del PIDCP establece:
85.1. Toda persona tiene derecho a opinar sin ser molestada.
862.Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende, en, la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier
otro procedimiento de su elección..........

5
3
la tierra y se adhiere a la política de paz, igualdad, justicia, libertad, cooperación y amistad
con todas las naciones". Desde hace tiempo se ha establecido que un tratado del que es parte
Philippines tiene efecto de ley vinculante. Como ha dicho el Tribunal Supremo en el caso
Tanada contra Angara:

Una de las normas más antiguas y fundamentales del derecho internacional


es pacta sunt servanda: los acuerdos internacionales deben celebrarse de
buena fe, según. "El compromiso de un tratado no es una mera obligación
moral, sino que crea una obligación jurídicamente vinculante para las
partes... Un Estado que ha contraído obligaciones internacionales válidas
está obligado a introducir en su legislación las modificaciones que sean ne-
cesarias para garantizar el cumplimiento de las obligaciones contraídas .84

137. O, como dice el Art. 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los


Tratados, de la que Filipinas es parte: "todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser
cumplido por ellas de buena fe".85

138. La Comisión de Derechos Humanos (CDH), al comentar la naturaleza del


Art. 2 de las obligaciones de los Estados, subraya que el Pacto impone una obligación activa
a los Estados:

El Comité considera necesario señalar a la atención de los Estados Partes el


hecho de que la obligación que impone el Pacto no se limita al respeto de los
derechos humanos, sino que los Estados particulares se han comprometido
también a garantizar el disfrute de esos derechos a todas las personas que se
encuentren bajo su jurisdicción. Este aspecto requiere actividades específicas
por parte de los Estados Partes para que los individuosals puedan disfrutar de
sus derechos...86

139. Como explicó Dean Pangalangan en su testimonio, la fraseología del PIDCP


es tal que los Estados tienen la obligación no sólo de garantizar y respetar el derecho de los
ciudadanos a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, sino que exige a los Estados
que "garanticen" la libertad de expresión y de prensa.

G.R. Nº 118295, 2 DE MAYO DE 1997


CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE EL DERECHO DE LOS TRATADOS, 1155 U.N.T.S. 331, 8 I.L.M.
679, REDACTADA EL 23 DE MAYO DE 1969 Y EN VIGOR DESDE EL 27 DE ENERO DE 1980.

5
4
CG 4(13) PÁRRS. 2-3; DOC. A/36/40, EN 109-110; TAMBIÉN EN DOC. CCPR/C/21.

5
5
spect, lo que significa que se espera que los estados "sean proactivos, más activos en la
promoción" de estos derechos. (TSN, contrainterrogatorio, 7 de marzo de 2008, página 35).

140. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aunque reconoce


el derecho de los Estados a declarar el "estado de excepción" cuando la vida de la nación se
ve amenazada, tiene un procedimiento claro por el que se protegen los derechos y la
imposición de dicho estado de excepción en nombre de la supervivencia política o la
seguridad nacional está regulada por la comunidad internacional.

141. Como dice un destacado tratado sobre los derechos humanos en estados
de emergencia, en un pasaje que citamos extensamente:

El principal objetivo de los redactores del Pacto... era prever una calificación
de la emergencia pública que no se prestara a abusos por parte de los
Estados, en lugar de enumerar las circunstancias concretas que justificarían
las excepciones. La calificación de la emergencia que se aprobó ("amenaza
para la vida de la nación") significa que la única emergencia que justifica las
excepciones es una emergencia excepcional que afecte a toda la nación. Por
lo tanto, las emergencias menos graves, aunque se acepten en el derecho
interno, no podrían acogerse a excepciones en virtud de los tratados.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU también ha considerado que la


emergencia pública que justifica las excepciones debe ser de carácter
excepcional y sólo puede durar mientras la vida de la nación esté ac-
tualmente amenazada.

142. Estas protecciones se han incorporado al PIDCP en la medida en que la


experiencia histórica reciente en el plano internacional ha demostrado que "las violaciones
más graves de los derechos humanosfundamentales se han producido en el contexto de
estados de excepción".87

143. En virtud del Convenio, un Estado que haya declarado tal estado de
emergencia tiene la obligación de notificar a los demás Estados Partes, por conducto del
Secretario General de las Naciones Unidas, las disposiciones que ha derogado y las razones
que lo han motivado.88 A pesar de ello, la Comisión General de Derechos Humanos

87 87CG 4(13) párrs. 2-3; Doc. A/36/40, en 109-110; también en Doc. CCPR/C/21. en 1. Véase también
R. Falk, Responding to Severe Violations, en Jorge L. Domínguez y otros, En hancing Global Human
Rights 207-257 (1979).
88 88Art. 4 (3), PIDCP

5
6
El comentario al Art. 19 subraya que las restricciones permisibles al ejercicio de la libertad
de expresión "no pueden poner en peligro el derecho mismo". 89

144. Los actos impugnados en el presente caso ante este Honorable Tribunal
constituyen una derogación de las obligaciones de Filipinas en virtud del PIDCP de proteger
las libertades civiles de sus ciudadanos. En este caso, ni siquiera hubo una declaración de
estado de emergencia que justificara cualquier derogación de sus obligaciones en virtud del
PIDCP. Los agentes del Estado simplemente empezaron a acorralar a los periodistas que
cubrían el enfrentamiento.

145. Si efectivamente existía un gran peligro de que se produjera una situación


de anarquía si no adoptaba una medida tan extrema, en virtud del PIDCP debía informar al
Secretario General de las Naciones Unidas de que la necesidad de los tiempos exigía ciertas
excepciones por el momento, hasta que se levantara el estado de excepción. Antes es
necesaria una declaración formal de la existencia de tal emergencia. . Aun así, en virtud del
mismo Convenio, existen libertades fundamentales que no están sujetas a derogación, o el
"núcleo irreductible" de los derechos humanos, a saber, el derecho a la vida, el derecho a la
protección contra la tortura y las penas crueles o inhumanas, el derecho a no ser sometido a
esclavitud, el derecho a nodom ser encarcelado por el mero hecho de no poder cumplir una
obligación contractual, el derecho a un proceso justo y el derecho al reconocimiento en
todas partes de la personalidad jurídica.90

146. El hecho de que no existiera tal declaración desmiente la afirmación de


que en el presente caso se exigía la derogación de estos derechos. Dado que Filipinas tiene
la obligación de garantizar el cumplimiento de los términos del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, los actos cuestionados de los Demandados-Apelados
constituyeron una violación de sus obligaciones convencionales.

461ª
89 89GC 10 (19), adoptada por el CDH en su sesión, el 27 de julio de 1983. Doc. A/38/40, en 109.
También en Doc. CCPR/C/21/Add.2..
90 90Véase el art. 4(2).

5
7
5. Los demandantes-apelantes han demostrado clara y
suficientemente el perjuiciode hecho y, por tanto, tienen causas de
acción válidas contra los demandados-apelados.

147. Los actos en cuestión -los pronunciamientos públicos de los demandados-


apelados, incluida la Asesoría- son amenazas dirigidas no sólo a los demandantes que se
encontraban en el hotel Península de Manila, sino a la prensa o a los medios de
comunicación como clase de personas. Estos actos -invalidados por David v. Arroyo y
Chavez v. Gonzales como restricción previa reinconstitucional y censura lisa y llana- son
arrolladores en su ámbito y alcance; por su propia naturaleza, su mera emisión ya perjudica
a la prensa o a los medios de comunicación como clase.

148. De hecho, su efecto amedrentador no sólo alcanza a los periodistas, sino


al público en general. Es por esta razón que los demandantes-apelantes argumentan que
estos pronunciamientos, y especialmente el consultivo, también deberían ser anulados por
ser demasiado amplios y vagosness.

149. De hecho, dado que los derechos violados pertenecen al público,


cualquier persona puede solicitar ante los tribunales la protección de los mismos derechos,
como ocurre en el caso de una ley vaga o caracterizada por su amplitud excesiva. De hecho,
esa es la lógica en los casos de la Primera Enmienda: los tribunales revocan leyes
excesivamente amplias por su efecto amedrentador sobre la expresión de otras personas
91
que no están presentes ante el tribunal. Así lo expresó el juez Mendoza del Tribunal
Supremo de Filipinas:

De hecho, la invalidación "a primera vista" de los estatutos se traduce en


suprimirlos por completo debido a que podrían aplicarse a partes que no
están ante el Tribunal y cuyas actividades están protegidas
constitucionalmente. Constituye una desviación del requisito de caso y
controversia de la Constitución y permite que las decisiones se tomen sin
escenarios fácticos concretos y en contextos abstractos estériles.92

150. De hecho, dado que los derechos violados pertenecen al público,

91Estrada v. Sandiganbayan, G.R. No. 148560, 19 de noviembre de 2001, 369 SCRA 394, Juez
Mendoza, concurrente.
91 92Id.

92
5
8
cualquier persona puede solicitar ante los tribunales la protección de los mismos derechos,
como ocurre en el caso de una ley vaga o caracterizada por su amplitud excesiva. De hecho,
esa es la lógica en los casos de la Primera Enmienda: los tribunales revocan leyes
excesivamente amplias por su efecto amedrentador sobre la expresión de otras personas
que no están presentes ante el tribunal.

151. El decano Raul C. Pangalangan ha explicado esto en su declaración


jurada como un matter del efecto in terrorem de los pronunciamientos públicos en cuestión,
disuadiendo a las personas de participar en actividades protegidas. Una ley poco clara, una
ley que no traza líneas claras, podría regular, o parecer que regula, más de lo necesario y,
por lo tanto, disuadir o intimidar a las personas de participar en actividades protegidas. 93

152. El arresto arbitrario y la detención por parte de la policía de periodistas


que cubrían el enfrentamiento en la Península de Manila, así como los pronunciamientos
colectivos de los miembros del Gabineteaquí imputados como Demandados-Apelados son
un ejercicio inválido e inconstitucional de restricción previa que recuerda la supresión de la
libertad de prensa por parte del régimen de Marcos. Este tipo de restricción previa no sólo
coarta la libertad de expresión y la libertad de prensa, sino que también impide al público
acceder a la información que le interesa y le importa.

153. En efecto, el derecho a la información es un derecho público en el que los


verdaderos interesados son los ciudadanos. Por cada derecho del pueblo recognado como
fundamental, existe el correspondiente deber por parte de los gobernantes de respetar y
proteger ese derecho. Esta es la esencia de la Declaración de Derechos en un régimen
constitucional.

154. Sí, puede que el acceso a los procedimientos públicos no sea una pre-
rogativa especial de la prensa, ya que su fundamento es un derecho público común.

155. Pero los Demandantes-Apelantes reclaman este derecho no sólo para sí

93 Declaración jurada de 6 de marzo de 2008, Párr. 14. Registros, en 317.

5
9
mismos. También la invocan en nombre del interés público. La demandante-apelante Ellen
O. Tordesillas, que, además de escribir columnas que se imprimen en el periódico Malaya y
en su tabloide hermano

6
0
Abante, que también dirige un blog en línea en ellentordesillas.com, testificó este hecho
durante la vista sumarial celebrada por este Honorable Tribunal el pasado 21 de enero de
2008. 94

156. En su testimonio, la demandante-apelante Tordesillas afirmó que su blog -


un medio interactivo, en el que los lectores pueden comentar en tiempo real los escritos del
día del propietario del blog- es uno de los principales blogs filipinos en el ámbito de los
comentarios políticos. De media, recibe un tráfico de 11.000 visitas al día, el equivalente
impreso de 11.000 lectores.95

157. Declaró que el día que fue detenida y "procesada" en Bicu- tan, recibió
muchos comentarios preocupados de sus fieles lectores preguntando por su bienestar. Si la
detienen arbitrariamente mientras cubre un acontecimiento de interés periodístico, sus fieles
seguidores dese verán privados de la información que suelen obtener de su blog, así como
de sus artículos que se publican en Malaya y Abante. Esto fue un "efecto escalofriante"
simple y llanamente.96

158. Esto también lo explica el demandante-apelante Vergel O. Santos


en su declaración jurada:

No hay mayor daño hecho al periodista que una restraint previa como la que
los demandados-apelados han hecho, y amenazan con hacer una y otra vez.
El recorte de la libertad de prensa es el recorte del propio medio de vida del
periodista. Ataca a la esencia de la profesión: la libertad de expresión. Sin la
libertad de informar sobre asuntos que preocupan al público, el periodismo
no puede ser. Impedís que la prensa haga su trabajo, hacéis un daño irre-
parable al interés público y al bien común.97

159. El Tribunal Supremo ha explicado la importancia de este derecho


corolario en estos términos:

El derecho a la información es una premisa esencial de un derecho


significativo a la palabra y a la expresión. Pero esto no quiere decir que el
derecho a la información sea un mero complemento del ejercicio de las

94 94Registros, en 710.
95 95Registros, en 710.
96 96Registros, en 710.
97 97Apartado 25 de la página 3. Registros, en 77.

6
1
libertades de expresión y de prensa y, por tanto, esté restringido en su
aplicación en

6
2
. Ni mucho menos. El derecho a la información va de la mano de las
políticas constitucionales de plena divulgación pública * y honestidad en la
función pública. ** Su objetivo es reforzar el papel cada vez más importante
de los ciudadanos en la toma de decisiones gubernamentales, así como
controlar los abusos en la administración pública. [énfasis en el original].98

160. De hecho, los derechos de los demandantes-apelantes ya han sido


violados. Cuando los periodistas fueron sometidos a un arresto y detención
inconstitucionales, se violaron sus derechos no sólo al debido proceso sino, sobre todo, a
una prensa libre. Además, su detención y detención por parte de las autoridades policiales
violó el derecho del público a la información sobre asuntos que conciernen al bien público.
No se trata de una situación de damnum absque injuria. Lo que se violó fueron derechos
constitucionales que pertenecen no sólo a los periodistas individuales, sino también al
público. El derecho a la libertad de prensa y de expresión son derechos públicos, al igual
que el derecho público a la información. De hecho, cualquiera puede demandar al Estado en
este caso, porque lo que se lesionó y se puede volver a lesionar son derechos
constitucionales.

161. El propio Estatuto - Art. 32 del Código Civil- ha proporcionado una vía
de recurso cuando se trata de derechos constitucionales de la naturaleza de los implicados en
el presente caso. La responsabilidad de los funcionarios públicos por la violación de estos
derechos no se limita a los que puedan ser directamente responsables de la violación.
Aberca contra Ver99 afirma:

Así pues, no es el actor el único que debe responder de los daños y


perjuicios en virtud del artículo 32; la persona indirectamente responsable
también debe responder de los daños o perjuicios causados a la parte
perjudicada.

162. Los actos de los demandados-apelados apoyando y ratificando las


violaciones de la libertad de prensa y su continuo e intencionado incumplimiento de su
deber obligatorio de ayudar y proteger los derechos constitucionales del demandante

98Valmonte contra Belmonte, G.R. nº 74930, 13 de febrero de 1989.


99160 SCRA 590 (1988).

98 6
99 3
constituyen una violación de los derechos constitucionales de los demandantes-apelantes y
justifican una indemnización de daños y perjuiciosedades según lo establecido en el
artículo 32 del Nuevo Código Civil.

6
4
163. De hecho, incluso los particulares pueden ser considerados responsables
de la violación de derechos constitucionales si se mantuvieron al margen y consintieron o
instigaron la violación, como se sostuvo en MHP Garments Inc. contra CA.100 Por lo tanto,
existe una violación de los derechos de los demandantes-recurrentes que justifica una
indemnización por daños y perjuicios y, por lo tanto, existe una causa de acción,
contrariamente a las pretensiones formuladas en la petición de desestimación.

164. Es posible que en Laird v. Tatum,101 el Tribunal Supremo de EE.UU. haya


establecido una prueba jurisdiccional estricta que exige que un particular demuestre que ha
sufrido o está en peligro inmediato de sufrir un perjuicio directo como resultado de una
acción mental cuestionada del gobiernoantes de que pueda invocar una reparación judicial.

165. Sin embargo, nuestra propia jurisdicción tiene un requisito jurisdiccional


más liberalcuando se trata de un derecho constitucional. Como sostuvo el Honorable
Tribunal en el caso emblemático de Francisco, Jr. y otros contra la Cámara de
Representantes,

Cuando se demanda como ciudadano, el interés del peticionario que ataca la


constitucionalidad de una ley debe ser directo y personal. Debe ser capaz de
demostrar, no sólo que la ley o el acto gubernamental es inválido, sino
también que ha sufrido o está en peligro inminente de sufrir algún perjuicio
directo como resultado de su aplicación, y no simplemente que sufre por ello
de alguna manera indefinida. Debe constar que a la persona que presenta la
queja se le ha denegado o se le va a denegar algún derecho o privilegio que
le corresponde legalmente, o que se le va a imponer alguna carga o sanción
como consecuencia de la ley o el acto objeto de la queja. In fine, when the
proceeding involves the assertion of a public right, the mere fact that he is
a citizen satisfies the requirement of personal interest. 102[énfasis añadido].

100
101 100236 SCRA 227.
102 101408 U.S. 1 (1972).
102Ernesto V. Francisco Jr. y otros, contra la Cámara de Representantes, GR. nº 160261, 10 de
noviembre de 2003.

6
5
II. EL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA COMETIÓ
ERROR REVERSIBLE AL DENEGAR LA SOLICITUD DE ORDEN DE SUSPENSIÓN
TEMPORAL Y DE PRELIMINAR DE LOS DEMANDANTES-APELANTES . PROHIBICIÓN
REQUERIMIENTO JUDICIAL.

162. Cuando se trata de un derecho público, se entiende por perjuicio directo el


sinónimoonymous with a violation of such right as pertains to a citizen. La importancia para
el citizen de la reparación judicial cuando se ataca un derecho constitucional adquiere
mayor relieve en el contexto de una situación política en la que, como testificó el
demandante-apelante Dean Teodoro, "ciertas declaraciones y actos de ciertos organismos
gubernamentales sugieren que a los periodistas les puede pasar cualquier cosa" [TSN, en
interrogatorio re-directo 20 de febrero de 2008, p. 65].

163. Lo que está mal, en primer lugar, es que en el asedio al corral de Manila
se haya detenido a periodistas por el mero hecho de estar allí, como "daños colaterales":

Pero lo que realmente ocurrió fue que parece como si el gobierno estuviera
[acabando] con los medios de comunicación. Ahora bien, esto tiene ciertas
consecuencias y una de ellas es que: la próxima vez que se produzca un in-
cidente de este tipo, algunos periodistas tendrán más cuidado con lo que
dicen.... Y dudarán a la hora de hacer su trabajo.103

Entonces la información que el público necesita no llegará a la public de


periodista[s] [vacilan] en conseguir la información. Entonces es probable que
la información vital para el público no pueda llegar a él. Creo que vimos esto
durante el período de la Ley Marcial pey tengo la edad suficiente para haber
experimentado el período de la Ley Marcial pe. (TSN, en un nuevo
interrogatorio, 20 de febrero de 2008, pp. 65-66).104

103
104

103Registros, en 805.
104Registros, en 805-806.

6
6
164. En efecto, es engañoso afirmar que, dado que el aviso se dirige
únicamente a los directores generales o ejecutivos de las organizaciones de medios de
comunicación, no concierne a los demandantes-recurrentes, ni éstos han demostrado que
ocupen tales puestos de responsabilidad en sus respectivas organizaciones de medios de
comunicación. De hecho, quienquiera que haya redactado el aviso muestra un profundo
conocimiento del funcionamiento de las organizaciones de medios de comunicación y de
cómo paralizar o amenazar a los guardianes de la puerta -los editores y los ejecutivos en la
parte superior de la cadena- puede, en efecto, provocar un efecto escalofriante en todos los
demás.

165. El hecho de que la advertencia se emitiera, de que existiera, es en sí


mismo una amenaza porque, como declaró el demandante-apelante Santos, "no era
necesario que se emitiera" [TSN, contrainterrogatorio, 31 de enero de 2008, p. 25] 105. Detrás
de la emisión de tal visado aden un ambiente general en el que los derechos se han
restringido cada vez más, hay un ejercicio arbitrario del poder con un hábil y taimado juego
psicológico endilgado a los vulnerables. Este intercambio entre el testigo y el repreguntador
amplía aún másfies:

P: ¿Hay alguna amenaza con eso? [en referencia al aviso de Gonzales].

R: ¡Oh, sí! la mera....fact que se emitió es una amenaza.

P: ¿No se espera de todos nosotros que obedezcamos las órdenes legítimas


de cualquier funcionario del gobierno?

A. Exactamente. Por eso me sorprende que haya que ponerlo en un aviso


como ese.

P: ¿Qué hace que el aviso sea más amenazador?

R: La advertencia en sí misma es amenazadora porque no era necesario


emitirla [TSN, en contrainterrogatorio, 31 de enero de 2008, pp. 24-25].106

166. Nuestro propio Tribunal Supremo comprende demasiado bien la


psicología que se esconde detrás de este juego de poder arbitrario y caprichoso:. En el caso
David c. Arroyo, hizo esta declaración sobre la cuestión de las amenazas veladas como las
105
106 105Registros, en 670.
106Registros, en 669-670.

6
7
plasmadas en la advisoria Gonzales y expresadas en los pronunciamientos públicos de los
Demandados-Apelados:

Es ese funcionario oficioso del gobierno represivo el que le dice al


ciudadano que sólo puede hablar si se le permite hacerlo, y ni más ni
menos que lo que se le permite decir so pena de castigo en caso de que
sea tan imprudente como para desobedecer. Unduda, el Daily Tribune fue
objeto de estas intrusiones arbitrarias debido a sus sentimientos contrarios al
gobierno. Este Tribunal no puede tolerar la flagrante inobservancia de un
derecho constitucional aunque se trate del más desafiante de nuestros
ciudadanos. La libertad de opinar sobre los asuntos públicos es esencial para
la vitalidad de una democracia representativa democracia. Los tribunales
tienen el deber de velar por los derechos constitucionales de los ciudadanos
y contra cualquier usurpación furtiva de los mismos. El lema debe ser
siempre obsta prince.107

167. Además, el contexto en el que se han emitido estos actos cuestionados


debe ser considerado por los tribunales como el factor vital que convierte a los mismos en
una amenaza para los periodistas. Como diría Freedom House, una respetada institución
internacional:

[]El reciente aumento del acoso a periodistas está íntegramente relacionado con la
preocupación general por el deterioro de la democracia filipina.

El asesinato generalizado de periodistas llevó a Reporteros sin Fronteras a declarar


que "después de Irak, Filipinas es el país más peligroso para los periodistas". Según
el Comité para la Protección de los Periodistas, en los 15 años transcurridos entre
1991 y 2006 fueron asesinados 32 reporteros. Menos del 10% de los casos han
acabado en condena. Una reciente comisión gubernamental sobre asesinatos de
medios de comunicación y activistas señala con el dedo a "políticos locales, señores
de la guerra o grandes intereses empresariales" movidos por una serie de motivos
principalmente locales.

Una nueva modalidad de acoso mediático procede de los allegados a la dirección de


la naciónal. En 2006, el marido de la presidenta, el "Primer Caballero" José Miguel
Arroyo, interpuso demandas por difamación contra 43 periodistas. Las demandas
reclaman un total de 1,4 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por
los artículos en los que se le acusa de estar implicado en amaños de votos y acciones
corruptas; en caso de condena, los periodistas podrían enfrentarse también a penas
de prisión de entre seis meses y seis años. En respuesta, 600 periodistas y 30
organizaciones de apoyo han emitido una petición instando a la desprinalización de
la difamación. El intento del gobierno de acusar a otros periodistas de sedición, tras
107G.R. nº 171409, 3 de mayo de 2006.

6
8
el intento de golpe de Estado de febrero de 2006, fue bloqueado por el Tribunal
Supremo. No está claro hasta qué punto estas acusaciones intimidirán o
envalentonarán a los medios de comunicación, sobre todo teniendo en cuenta que las
leyes de difamación y sedición no han sido en el pasado un medio eficaz para frenar
las críticas de los medios de comunicacióncistas contra los funcionarios del
gobierno. Sin embargo, junto con los asesinatos, las acusaciones judiciales deben
considerarse un inquietante ataque contra uno de los principales baluartes de la
democracia filipina. 108

168. En este contexto de intimidación de los medios de comunicación durante


los dos últimos años, desde 2006, las declaraciones de prensa de los demandados-apelados,
así como el asesoramiento del Secretario de Justicia, advirtiendo a las organizaciones de
medios de comunicación de que se enfrentan a responsabilidades penales si sus reporteros
no obedecen las órdenes de las autoridades policiales, constituyen una restricción previa y
deben considerarse conjuntamente como una pieza.

169. Pero esto es argumentar que las advertencias y avisos ANTES de que las
revistashagan algo es una forma de restricción PREVIA porque coartan su libertad de cubrir
acontecimientos de interés público INCLUSO ANTES de que realmente cubran algo. Al
parecer, la sentencia del Tribunal de Supreme en el caso David contra Arroyo no ha
disuadido al gobierno de adoptar una postura tan arrogante contra una institución vital en
una sociedad democrática.

170. De hecho, la emisión de la amenaza ya ha causado daños al vibrant


intercambio de ideas que fomenta una prensa sin trabas. La mera emisión de un aviso de
este tipo es una amenaza para el orden democrático. ¿Por qué? Trata al ciudadano como un
mero títere mental del gobierno; su condescendencia revela una patente desconfianza por
parte de los funcionarios hacia las funciones públicas y democráticas de la prensa. Se trata,
como afirma el propio demandante-apelante Santos, de un ejemplo más de la clásica pugna
entre poder y libertad. Cuando se le pregunta en el contrainterrogatorio por qué importa que
el Secretario de Defensa Nacional esté expresando una opinión y no un ciudadano común, el
demandante-apelante Santos explica el mundo de diferencia entre las dos situaciones:

108 disponible en
http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=140&edition=8&ccrcountry=165&section=83&ccrpage
=37.

6
9
P: Entonces, ¿no se trata, señor, de un caso en el que un grupo de periodistas
que defienden la libertad de expresióndom valiosa han demandado ahora al
Secretario de Defensa Nacional por haber ejercido su derecho de expresión-
sion al dar una opinión?

R: No es el caso.

P: ¿Por qué no, señor?

R: Porque se trata de quién opina. Si ocurreplumas ser una persona en el


poder, se convierte en una cuestión entre poder y libertad. Y sucedió que el
Secretario de Defensa Nacional está del lado del poder en este caso. Y los
periodistas [están] del lado de la libertad. Se trata de un caso entre el poder y
la libertaddom y me parece que la Constitución prefiere que [el] sistema [se
equivoque] del lado de la libertad en lugar del poder.109 110

171. En su discusión del contrainterrogatorio del demandante-apelante Tord-


esillas, el demandado Secretario de Defensa Nacional hace ver que el testigo estaba de
acuerdo en que, sin reservas, tenía derecho a expresar su opinión sobre la detención de los
periodistas que cubrían la península de Manila.

172. De hecho, al principio, el demandante-apelante Tordesillas ya declaró que


si tuviera que expresar una opinión como mero ciudadano de la República, sin duda tiene
derecho a hacerlo. Sin embargo, es diferente cuando habla como Secretario de la Defensa
Nacional, porque como tal, según la Sra. Tordesillas, "su opinión [pesa] más que la de un
110
particular." [TSN, en contrainterrogatorio, 31 de enero de 2008, p 82]. Así, el Secretario
de la Defensa Nacional no tiene prohibido compartir lo que piensa del asunto con su
esposa en la intimidad del lecho conyugal o en una llamada telefónica a su madre. Los
demandantes-apelantes no le quitan ni pueden quitarle su derecho a expresar su opinión
dentro de los límites de lo privado y lo personal.

173. Pero está claro que cuando el demandado-apelado Teodoro hizo sus
cuestionados pronunciamientos, lo hacía en público, como jefe de una de las oficinas
ejecutivas más poderosas del país. No era una opinión expresada en la confianza de una
109
110 reunión privada, lejos de los micrófonos y las cámaras de vídeo de la prensa, sino una

109Registros, en 685.
110Registros, en 727.

7
0
opinión claramente directada al público.

174. El demandado-apelado Teodoro alega que se limitó a ejercer su libredom


de expresión. Sin embargo, esta afirmación es demasiado simplista e inaceptable, porque no
habló como ciudadano particular. Su declaración fue un ejercicio del poder ejecutivo, y
como el demandante-apelante Santos rebatió en su testimonio ante este Honorable Tribunal,
las declaraciones del acusado Teodoro fueron un consentimiento inequívoco de la detención
sin orden judicial, esposadoing, y transporte de los medios de comunicación a lo que ahora
es el "campo más notorio" en el país.

175. Con sus palabras, de hecho, hizo un respaldo oficial a tal restricción ar-
bitraria, inconstitucional e irrazonable dirigida a los miembros de los medios de
comunicación, con todas sus aterradoras consecuencias, dado que dirige un departamento
que ejerce poderes de supervisión sobre el estamento militar.

176. Por lo tanto, sería pertinente recordar aquí la sentencia del Tribunal
Supremo en el asuntoChavez v. Gonzales en cuanto a lo que constituye un acto proscrito
como restricción previa: "Cualquier acto realizado, como un discurso pronunciado,
para y en nombre del gobierno en una capacidad oficial está cubierto por la norma de
restricción previa".111

177. Los actos de los demandados-recurridos -desde sus amenazas colectivas a


los periodistas hasta el asesoramiento del Secretario de Justicia-, a menos que se declaren
inconstitucionales por constituir un ejercicio de censura pura y simple o de restricción
previa, penden como la proverbial espada de Damocles. En cualquier momento, los agentes
del Estado pueden invocar estos pronocimientos contra cualquier miembro de la prensa. Y
como los Demandantes-Apelantes han repetidoedly stressed, "the value of the Sword of
Damocles is that it hangs - not that it drops". Esto se debe a que "[p]or cada [persona que
pone a prueba] los límites del estatuto, muchas más elegirán el camino cauteloso y no

111 G.R. nº 168338, 15 de febrero de 2008.

7
1
hablarán en absoluto".112

178. Tales amenazas tienen un "efecto amedrentador" sobre el ejercicio de los


derechos de los demandantes-recurrentes, al tratarse de declaraciones de alcance jurídico
ambiguo que vulneran la zona de protección que la Carta de Derechos reconoce al
ciudadano. En la medida en que la ley es vaga, podría tener un efecto in terrorem y disuadir
a las personas de participar en actividades protegidas. Porque, repito, una ley poco clara, es
decir, una ley que no traza líneas claras, podría regular, o parecer que regula, más de lo
necesario y, por tanto, disuadir o intimidar a los hijos dede participar en actividades
protegidas.113

179. Los demandantes-apelantes CMFR, PPI, PCIJ y NUJP tienen igualmente


un interés legitimado que sufre y puede sufrir ante las amenazas oficiales de detención, enen
la medida en que la suya es una preocupación común por los derechos y el bienestar de los
periodistas. Las tres organizaciones defienden la libertad de prensa y el derecho de los
ciudadanos a la información que les concierne y les importa.

180. Los demandantes-apelantes De Jesus, Santos, Chua, Cruz, Alampay,


Arao, Paraan, Fajardo, Panelo, Ayala y Baculo y todos los demás periodistas individuales
aquí presentes, como periodistas en ejercicio y defensores de la libertad de prensa y del
derecho a la información del público sobre asuntos que afectan a sus intereses, se enfrentan
a la amenaza continua de ser detenidos y procesados en el ejercicio de su deber profesional.

181. Por esta razón, una medida cautelar preliminar es apropiada, aunque sólo
sea para prevenir cualquier violación, o más violaciones, de los derechos de los
demandantes-apelantes y para preservir tales derechos mientras se ventila el caso. Como no
se puede negar el papel primordial del derecho a la libertad de expresión y a una prensa
libre en una sociedad democrática, el asunto es uncuestionable de extrema urgencia. Los
Demandantes-Apelantes sufrieron y sufrirán graves daños enjusticia e irreparables y, por lo

112Thurgood Marshall, J., en Arnett v. Kennedy, 416 U.S. 134 (1974).(Véase también J.B.L. Reyes,
citado en Ilagan v. Ponce Enrile, G.R. No. 70748, 139 SCRA 349 (1985)
113JOHN E. NOWAK Y RONALD ROTUNDA, DERECHO CONSTITUCIONAL, 1071 (2000,6ª ED.)

7
2
tanto, solicitan a este Honorable Tribunal que emita una orden enque prohíba a los
Demandados-Apelados emitir tales amenazas, advertencias, avisos, directivastivas, o hacer
cumplir de cualquier otro modo tales amenazas, advertencias, avisos y directivas, mientras
se tramita el presente caso.

182. De conformidad con la Regla 58, el solicitante de una orden de medidas

cautelares está enlegitimado para obtener la reparación solicitada, cuando se demuestre que

(a) tiene derecho a la reparación solicitada, en la que la totalidad o parte de dicha reparación

consiste en impedir la comisión o continuación del acto o actos reclamados, o en exigir la

ejecución del acto o actos, ya sea por un período limitado o a perpetuidad; (b) la comisión,

continuación o norealización del acto o actos reclamados durante el litigio probablemente

causaría una injusticia al demandante; o (c) una parte, tribunal u organismo está realizando,

amenazando con realizar, o ententativa de realizar, o está procurando que se realice, algún

acto o actos que probablemente violenlos derechos del demandante con respecto al objeto

de la acción o procedimiento, y que tiendan a hacer ineficaz la sentencia .

183. "El valor de la espada de Damocles es que cuelga, no que cae", observó

un célebre jurista estadounidense. "Por cada [persona que pone a prueba] los límites del

estatuto, muchas más elegirán el camino cauteloso y no hablarán". 114 Nada podría ser más

cierto ahora que el caso de los miembros de los medios de comunicación -incluidos los

Demandantes individuales en este caso- tras las amenazas proferidas por los Demandados-

Apelados.

184. Tales amenazas tienen un "efecto amedrentador" sobre el ejercicio de los

derechos de los peticionarios, al tratarse de declaraciones de alcance jurídico ambiguo que

vulneran la zona de protección otorgada al ciudadano por la Carta de Derechos. En la

114 Thurgood Marshall, J., en Arnett v. Kennedy, 416 U.S. 134 (1974).(Véase también J.B.L. Reyes, citado en
Ila- gan v. Ponce Enrile, G.R. No. 70748, 139 SCRA 349 (1985)

7
3
medida en que la ley es vaga, podría tener un efecto in terrorem y disuadir a las personas de

participar en actividades protegidas. Una ley poco clara, es decir, una ley que no traza líneas

claras, podría regular, o parecer que regula, más de lo necesario y, por lo tanto, disuadir o

disuadir a las personas de participar en actividades protegidas.115

185. Las organizaciones demandantes-apelantes CMFR, PPI, PCIJ y NUJP, al

igual quewise, tienen un interés legítimo que sufre y puede sufrir ante las amenazas oficiales

de detención, en la medida en que la suya es una preocupación común por los derechos y el

bienestar de los periodistas. Las tres organizaciones defienden la libertad de prensa y el

derecho de los ciudadanos a la información que les concierne y les importa.

186. Los demandantes-apelantes De Jesus, Santos, Chua, Cruz, Alampay,

Arao, Paraan, Fajardo, Panelo, Ayala y Baculo y todos los demás periodistas individuales

aquí presentes, como periodistas en ejercicio y defensores de la libertad de prensa y del

derecho a la información del público sobre asuntos que afectan a sus intereses, se enfrentan

a la amenaza continua de ser detenidos y procesados en el ejercicio de su deber profesional.

187. Por este motivo, procede dictar un mandamiento judicial preliminar y/o

una orden de alejamiento temporal, aunque sólo sea para impedir cualquier violación, o

ulterior violación, de

derechos de los demandantes y preservar tales derechos mientras se tramita el caso. Dado

que no se puede negar el papel primordial que desempeñan el derecho a la libertad de

expresión y la libertad de prensa en una sociedad democrática, es incuestionable que el

115 JOHN E. NOWAK Y RONALD ROTUNDA, DERECHO CONSTITUCIONAL, 1071 (2000,6ª ED.)

7
4
asunto reviste una urgencia extrema.

188. Los Demandantes-Apelantes sufrieron y sufrirán una grave injusticia y un

perjuicio irreparable y, por lo tanto, solicitan a este Honorable Tribunal que emita ex parte

una orden de restricción de 60 díasque prohíba a los Demandados-Apelados emitir tales

amenazas, advertencias, directivas, o de otro modo hacer cumplir tales amenazas,

advertencias y directivas, y además solicitan que dentro del mismo período, el Honorable

Tribunal lleve a cabo una audiencia sumaria para determinar si se requiere la emisión de una

orden judicial preliminar obligatoria, bajo las circunstancias. En razón de la naturaleza de

la presente demanda y de las causas de acción en las que se basa, los demandantes

solicitan la exención de la presentación de una fianza obligatoria por mandato judicial.

III. El Tribunal de Primera Instancia cometió un error reversible al denegar la


admisibilidad del testimonio del perito Dean Raul C. Pangalangan.

189. El decano Pangalangan testificó como experto en derecho constitucional


estadounidense y derecho internacional, especialmente en la medida en que estos campos se
entrecruzan con las cuestiones de la libertad de expresión y de prensa. Los demandantes-
apelantes no pretenden suplantar la sentencia del Tribunal por la del Decano Pangalangan.
Fue presentado únicamente para ayudar al Tribunal a quo a determinar el Derecho aplicable
a los hechos del presente asunto.

7
5
190. El testimonio del decano Pangalangan era especialmente necesario en lo
que respecta al derecho constitucional estadounidense sobre el derecho a la libertad de
expresión y a una prensa libre (y su destilación en el derecho constitucional filipino) y en lo
que respecta al derecho internacional sobre estas cuestiones, especialmente la aplicación del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) sobre la libertad de expresión
y la libertad de expresión. Estaba debidamente cualificado y establecidolmente como
experto en estos campos.

191. De hecho, en la jurisdicción estadounidense, el testimonio de un experto


puede admitirse cuando el testimonio ofrecido es el de una persona con conocimientos y
experiencia especiales en relación con la existencia e interpretación de la ley extranjera. 116 A
un perito en derecho extranjero ni siquiera se le exige que reúna ninguna cualificación
especial, y no es necesario que esté admitido a ejercer en el país cuyo derecho se cuestiona y
ni siquiera que sea abogado.117

192. Basándose en los hechos y las circunstancias, el Tribunal Supremo de


EE.UU. ha declarado que los peritos pueden testificar adecuadamente sobre cuál es la ley en
una jurisdicción extranjeration. 118Véase, por ejemplo, United States v. Wiggins,,en el que el
Tribunal declaró que los testigos familiarizados con las costumbres y leyes de una
jurisdicción extranjera pueden testificar sobre dichas leyes y costumbres, aunque el Tribunal
no indicó si estos testigos eran expertos.

193. El Tribunal también indicó que, dado que el testimonio de los testigos se
ajustaba exactamente a las ordenanzas publicadas sobre la materia, se confiaría en la ley
escrita. En Ennis v. Smith,119el Tribunal declaró que la ley no escrita de una jurisdicción
extranjera puede probarse mediante el testimonio de expertos.

194. Pasando a la cuestión del testimonio jurídico de expertos sobre cuestiones


que afectan al derecho interno, si bien es cierto que en el derecho estadounidense, la norma
tradicional que excluye el testimonio experto sobre cuestiones de derecho interno sigue

116 116Trans Chemical Ltd. contra China Nat. Machinery Import and Export Corp. 161 F.3d 314 C.A.5
(Tex.),1998. 08 de diciembre de 1998
117 117In Re Johnson's Estate, 100 Call. App. 2d 73, 223 P.2d 105 (2dDist. 1950).
118
11839 U.S. 334, 10 L. Ed. 481 (1840).
119
11955 U.S. 400, 14 How. 400, 14 L. Ed. 472 (1852).

7
6
aplicándose en la mayoría de las jurisdicciones, debe hacerse una dis

7
7
195. tinción entre el testimonio de expertos que se pretende admitir y que
simplemente interpreta el derecho interno y cuando están en juego otras consideraciones
como cuando hay cuestiones mixtas de derecho o de hecho.
196. Así, un ejemplo de testimonio relativo a una cuestión mixta se encuentra
en United States v. Milton,120 en el que el tribunal de primera instancia permitió a un experto
interpretar los guiones del trande conversaciones entre los acusados-apelados acusados de
infracciones relacionadas con el juego. El experto clasificó los distintos tipos de apuestas e
interpretó el papel de los demandados en la organización del juego. Este testimonio incluía
tanto una explicación factual de lo que hacían los demandados-apelados como la conclusión
jurídica de que estaban implicados en una operación de juego ilegal.

197. De hecho, los tribunales estadounidenses también se han mostrado


receptivos a admitir testimonios jurídicos cuando la materia es compleja y la ley es tan
incierta como vaga. El testimonio jurídico de expertos no sólo se admite de forma
encubierta como testimonio sobre cuestiones mixtas de hecho y de derecho, sino que
también se permite abiertamente en muchos casos. Los casos que implican el cumplimiento
de leyes de difícil comprensión o interpretación -como los complejos asuntos fiscales y de
seguridad- se han convertido en un terreno propicio para la presentación de testimonios
jurídicos de expertos.

198. Por ejemplo, el tribunal de primera instancia en United States v. Garber


121
permitió el testimonio de un experto sobre la cuestión jurídica de la tributación de la venta
de sangre contracadáveres en virtud de la sección 61 del Código de Rentas Internas. Del
mismo modo, en el caso Sharp contra Coopers & Lybrand, el juez permitió que un profesor
de derecho especializado en fiscalidad federal de las rentas testificara sobre las
consecuencias fiscales de una empresa de perforación petrolífera y sobre el significado de
las disposiciones pertinentes del Código.122

199. Por lo tanto, la regla general de que el testimonio de opinión de abogados


expertos sobre cuestiones jurídicas, o el que equivaldría a una conclusión de derecho, es
inadmisible cer
120 120555 F.2d 1198 (5th Cir. 1977).
121 121607 F.2d 92, 79-2 U.S. Tax Cas. (CCH) ¶9709, 44 A.F.T.R.2d (P-H) ¶79-6095 (5th Cir. 1979).
122 122Sharp v. Coopers & Lybrand, 457 F. Supp. 879 (E.D. Pa. 1978) (No. 75-1313), aff'd in part, 649
F.2d 175 (3d Cir. 1981), cert. denegado, 455 U.S. 938 (1982).

7
8
200. tainly admite excepciones, incluso con arreglo a la legislación y la
práctica estadounidenses, de las que derivan gran parte de la legislación y la práctica
filipinas en materia de pruebas.
201. El decano Pangalangan tampoco está impedido de expresar una opinión
sobre cuestiones de hecho de las que no tiene conocimiento personal. Según nuestras
propias normas, un perito está autorizado a emitir su dictamen sobre hechos que no estén
bajo su conocimiento personal, siempre que se le comuniquen hipotéticamente, es decir,
"deben suponer el estado de los hechos sobre los que desea emitir su dictamen". 123 Por lo
tanto, "cuando los hechos no seponen, también deben incluirse en la pregunta hipotética.
Cuando los hechos son dispuestos cada parte debe asumir en su pregunta hipotética
cualquier estado de los hechos que, según él, su prueba justifique".124

202. De hecho, el Tribunal a quo planteó preguntas en este sentido sobre


puntos cruciales de la controversia, en particular en lo que respecta a si, en virtud de la
legislación vigente -dado que se había dado a los periodistas una orden legal de desalojo-
podían o no ser ardescansados por negarse a acatar la orden.125

203. Los demandantes-apelantes argumentan que se trata de una situación en


la que el perito se enfrenta tanto a cuestiones de hecho como a cuestiones de derecho: por
ejemplo, el lado factual es si la actuación de los periodistas que cubrían el asedio al hotel de
Manila entra dentro de las proscripciones del Art. 151 del Código Penal Revisado, y el
aspecto jurídico consiste en determinar si, a pesar de dicha prohibición, está justificado o no
hacer caso omiso de ella en virtud de alguna otra ley, en este caso, la ley fundamental del
país. Es una pregunta a la que el decano Pan- galangan ha respondido afirmativamente,
citando el derecho constitucional filipino vigente.126

204. También es importante el testimonio de Dean Pangalangan sobre la


aplicabilidad del PIDCP a los hechos del caso. El derecho internacional actual sobre la
libertad de expresión y la libre expresión, tal y como se elabora en el PIDCP, es una
cuestión que normalmente no es del conocimiento común de tribunales y abogados.

123
123RICARDO J. FRANCISCO, EVIDENCE 450 (ED. 1997). POR SUPUESTO, EL EMINENTE TRATADISTA
FILIPINO
124
125 124sobre el procedimiento extrae gran parte de su material de los precedentes estadounidenses.
126 Id. en 450-451.
125TSN, Preguntas aclaratorias, 7 de marzo de 2008 pp. 49-54.Registros, 948-953.
126TSN, Preguntas aclaratorias, 7 de marzo de 2008, pp. 49-50, véase Actas

7
9
Requiere una habilidad y una formación especiales para familiarizarse con ella

8
0
205. . Este hecho lo ha apreciado muy bien el Tribunal a quo al plantear al
experto witness una serie de preguntas sobre cuándo y cómo un Estado puede derogar las
obligaciones que le impone el PIDCP en materia de libertad de expresión.127
206. De hecho, este caso plantea cuestiones de primera impresión. Ninguno de
los demandados-apelados ha negado que no tenga precedentes. Las cuestiones implicadas en
este caso adquieren proporciones complejas. Así pues, este Honorable Tribunal puede
admitir un testimonio jurídico pericial para asistirle en la determinación del derecho
aplicable a los hechos.

207. La objeción es que la presentación de testimonios jurídicos de expertos


usurpa la función del juez. Pero este no es necesariamente el caso. Sigue siendo este
Honorable Tribunal el que debe determinar la ley aplicable y aplicarla a los hechos del caso.

208. El testimonio de un experto sobre la correcta interpretación de una ley no


afecta a ninguna de estas funciones. Este Honorable Tribunal es libre de conceder al
testimonio del perito la importancia que estime oportuna 128, cuestiones que son totalmente
ajenas a la cuestión de la admisibilidad. Tampoco el testimonio de expertos en derecho
invade la función del juez de determinar el derecho, del mismo modo que el testimonio de
expertos sobre una cuestión de hecho no invade la función de determinación de los hechos
de este Honorable Tribunal.129

IX. ALIVIO

POR LO TANTO, consideradas las premisas, los Demandantes-Apelantes ruegan


respetuosamente a este Honorable Tribunal:

a) DECLARAR que los Demandados-Apelados son responsables de


127 violaciones de
128

127TSN, Preguntas aclaratorias, 7 de marzo de 2008, pp. 42 -44. véase Actas


128United States v. Ecker, 543 F.2d 178, 190 (D.C. Cir. 1976) ('[E]l tribunal no está obligado a
aceptar las opiniones de los expertos sobre cuestiones de derecho...'). '), cert. denied, 429 U.S. 1063
129
(1977); Dixon
v. Jacobs, 427 F.2d 589, 600-01 (D.C. Cir. 1970); E. M. Stevens Corp. v. United States, 270 F.
129Supp. 25, 28 (Cust. Ct. 1967).
Véase, por ejemplo, Shore v. County of Mohave, 644 F.2d 1320, 1322-23 (9th Cir. 1981) (confirmó
el uso del testimonio de un experto médico porque "había poco peligro... de que el tribunal no
hubiera quedadobien impresionado por el testimonio o la opinión del experto..."). [El tribunal
podía haberle dado la importancia que consideraba que merecía").

8
1
los derechos constitucionales de los Demandantes en virtud del
Art. 32 del Nuevo Código Civil en las circunstancias descritas
anteriormente.

b) DECLARAR a los demandados-apelados responsables de pagar a los


demandantes-
Apelantes en el agregado (i) daños reales por un monto de al
menos Quinientos Mil Pesos (Php 500,000.00); (ii) daños moral
por un monto de Cinco Millones de Pesos (Php 5,000,000.00); (iii)
y daños ejemplares por un monto de Cuatro Millones Quinientos
Mil Pesos (Php 4,500,000.00);

c) PROCEDE , previa audiencia, a dictar una orden conminatoria


permanente por la que se prohíba
Los Demandados y/o sus agentes no proferirán amenazas de
arresto ni ejecutarán tales amenazas contra los Demandantes y/u
otros miembros de los medios de comunicación que cubran en el
futuro acontecimientos similares al enfrentamiento del corral de
Manila.

d) En el momento de la presentación de este escrito, se ha dictado un


auto de inhibi-
a Orden Judicial y/o una Orden de Restricción Temporal contra los
Demandados y/o sus agentes y otros instrumentos, prohibiéndoles
que sigan profiriendo las amenazas antes mencionadas o que las
pongan en práctica hasta que este Honorable Tribunalresuelva las
cuestiones planteadas en esta demanda.

Con carácter subsidiario, los demandantes-apelantes ruegan respetuosamente


a este Honorable Tribunal que

e) REVOCAR los Autos cuestionados del Tribunal a quo de fecha 2 de


junio,
2008 y el 20 de junio de 2008;

f) DEVOLVER EL CASO AL TRIBUNAL A quo para que se celebre


el juicio sobre
el fondo del asunto, admitiendo al mismo tiempo el testimonio
pericial del decano Raul C. Pangalangan, y
g) EMITIR A LA PRESENTACIÓN DE ESTE BRIEF, una Orden
Judicial de Prohibición Preliminar y/o una Orden de Restricción
Temporal contra los Demandados y/o sus agentes y otros
instrumentostalities, prohibiéndoles que sigan emitiendo las
amenazas mencionadas anteriormente o que las implementen hasta
el momento en que este Honorable Tribunal resuelva las
cuestiones presentadas en esta demanda.

8
2
Asimismo, se solicitan otras medidas justas y equitativas.

Ciudad de Makati para Manila. 23 de marzo de 2009

Por: el abogado de los demandantes-apelantes

DESPACHO DE ABOGADOS ROQUE & BUTUYAN


Unidad 1904 Antel 2000 Corporate Center 121 Valero St.,
Salcedo Village
Ciudad de Makati 1200
Tel. 750-3847 al 48
Correo electrónico: mail@roquebutuyan.com
Fax: 887-3893
H. HARRY L. ROQUE, JR.
PTR NO. 0008545/ENE. 8 DE 2009/CIUDAD DE MAKATI
IBP Nº 499912/LIFETIME/CIUDAD DE MAKATI
ROLLO Nº 36976
MCLE NÚMERO DE EXENCIÓN II-002169

JOEL RUIZ BUTUYAN


PTR NO. 0008546/ENE. 8 DE 2009/CIUDAD DE MAKATI
IBP Nº 500459/ LIFETIME/MAKATI CITY
ROLLO Nº 36911
Nº DE CONFORMIDAD MCLE 0000571

8
3
ROMEL REGALADO BAGARES
PTR Nº 0016687/14 DE ENERO DE 2009/CIUDAD DE MAKATI
IBP Nº 775414/12 DE ENERO DE 2009/SOCSARGEN
ROLLO Nº 49518
MCLE COMPLIANCE NO.II-0015132 5 DE ENERO DE 2009

EXPLICACIÓN

Debido a la escasez de servicios de mensajería y a la falta de tiempo, este escrito de


los demandantes-apelantes se notifica a las demás partes por correo certificado de
conformidad con la Sección 11, Regla 13 de las Reglas Revisadas del Tribunal.

ROMEL REGALADO BAGARES

8
4
COPIA AMUEBLADA:

(2 ejemplares)
Alberto E. Valenzuela Jr.
Abogado del demandado-apelado Hon. Gilberto C.Teodoro Jr.
Y Subsecretario de Asuntos Jurídicos y Asuntos Especiales
Departamento de Defensa Nacional
Camp Aguinaldo, Ciudad Quezón

(2 ejemplares)
Procuradora General Adjunta Sarah Jane T. Fernandez
Abogados de los demás demandados-apelados
Oficina del Fiscal General
Calle Amorsolo, 134, Legaspi Village
Ciudad de Makati 1200

8
5
X. ANEXOS

(Copia de los Autos recurridos del Tribunal Regional de Primera Instancia


de la ciudad de Makati, Sección 56, de fecha 2 de junio de 2008 (Apéndice "A") y 20 de
junio de 2008
(Apéndice "B")
Registros, en 66-67.

8
6

Potrebbero piacerti anche