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01.

Himnos de Adviento

1 Oh Virgen toda hermosa sin mancilla!,


¡Oh Virgen toda hermosa sin mancilla!,
¿quién eres tú, María, tan amada,
para estar junto a Cristo la más próxima,
junto al hombre mortal la más cercana?

Yo soy el pensamiento de la Iglesia,


de Dios Padre nacido antes del alba,
en el Hijo bendito la bendita,
la cristiana, la gloria de su gracia.

Yo soy la pobre esclava del Señor,


en manos de mi Dios abandonada,
el milagro que él quiso para el Hijo,
para el Verbo Encarnado la Morada.

Yo soy cauce de fe de los creyentes,


figura de la Iglesia Inmaculada,
la porción elegida cual primicia
para ser de mi pueblo la esperanza.

Yo soy la Inmaculada Concepción,


la flor del corazón por Dios plantada,
la mujer vencedora del Dragón,
exaltada de lo hondo de mi nada.

¡Oh Cristo, el solo Santo en el Espíritu,


del Padre hasta nosotros toda gracia,
gloria a ti, que guardaste sin pecado
a quien fue por tu sangre preservada! Amén.

01/11/1980 San Sebastián

Himnos para la Liturgia de las Horas 1


2 Vendrá con gran poder, con fuerte gloria
(Adviento, Domingo I)

Vendrá con gran poder, con fuerte gloria,


vendrá a saciar los ojos que le buscan,
y al juntar en sus plantas Nube y Tierra,
será la Tierra meta de su ruta.

La Tierra para él peana y cielo,


morada nueva, huerto sin la tumba,
su Tierra patria, Tierra de vivientes,
la Tierra prometida, herencia suya.

Vendrá con el fulgor de la sentencia,


vendrá con la piedad a quien acuda
buscando sólo gracia en su mirada,
cubierto con su paz y vestidura.

Vendrá veloz, furtivo y repentino,


como el hombre malvado en noche oscura;
vendrá como el esposo entre cantares,
esperado con lámparas y alcuzas.

Vendrá y será su adviento nuestro cielo,


su alegría el final e nuestra lucha;
y si aún el rebelde se resiste
se hará infierno la cólera absoluta.
Oh Cristo, que viniste y que vendrás,
Hijo eterno, Señor de gloria suma,
acoge con tu gran misericordia
y en tu venida reina con ternura. Amén.

06/11/1981 Burlada
Los cuatro himnos "Vendrá con gran poder, con fuerte gloria" (Adviento I); "Trae el desierto voces de
un profeta" (Adviento II); "Alégrate, Sión entristecida" (Adviento III) y "Escucha, casa de David" con
sus introducciones están publicados en Oración de las Horas, noviembre 1981, pp. 237-241

2 Himnos para la Liturgia de las Horas


3 Alégrate, Sión entristecida
(Adviento, Domingo III)

Alégrate, Sión entristecida,


que ya se fue la pena, ya no existe;
la vieja historia atrás queda vencida
y se hace carne la promesa firme.

Mendigo del camino, ciego y solo,


confidente de sombras donde vives,
cierra la mano y abre la mirada,
tuyo es el Sol que viene, mira y ríe.

Sordos y mudos, hombres sin palabras,


marginados por fuerza del convite,
escuchad el rumor del que se acerca,
quede suelta al lengua, bendecidle.

Algo pasa en la tierra, que se siente,


el hombre se alboroza en sus raíces.
¡Vendrá! ¡Ya llega intrépido y hermoso
el santo de prodigios invencible!

Éste es el señalado desde antiguo;


ocultaba su faz tras los que gimen,
era su gozo germen de la risa
y su espera anhelo irresistible.

¡Bendito el que se acerca, deseado,


cual ninguno fuera en nuestra estirpe;
los ciegos te contemplan, rey Mesías,
y tú, Jesús, gozoso, nos recibes! Amén.

08/11/1981 Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 3


4 Escucha, Casa de David
(Adviento, Domingo IV)

Escucha, Casa de David:


La Virgen pura se halla encinta;
Dios la acaricia y la fecunda
y la hace Madre de la vida.

La Virgen grávida nos lleva


en el secreto de su dicha;
la Virgen fiel nos abre ruta
por su obediencia de discípula.

Espera en calma la agraciada,


con ella el mundo se arrodilla;
levante el pobre la mirada,
con ella pide la venida.

Nacido en tiempos sin aurora,


el hijo espera con María.
¡Oh Dios de amor, nuestra esperanza,
cambia tu espera en parusía!

¡A ti, Jesús, Hijo esperado,


aparecido en nuestros días,
con santo júbilo cantamos!
¡Ven en tu reino, ven de prisa! Amén.

09/11/1981 Burlada

4 Himnos para la Liturgia de las Horas


5 Trae el desierto voces de un profeta
(Adviento, Domingo II)

Trae el desierto voces de un profeta


hasta el río fecundo del bautismo:
"¡Convertíos; volved de vuestras sendas,
miradlo ya venir, abrid camino!"

No doblegó su voz ante los reyes,


no pactó su mensaje con rabinos:
"¡Convertíos, decid vuestros pecados,
se acerca el santo, convertíos!

Cuando venga el Señor la tierra nuestra


se llenará de paz y regocijo;
la gracia del Señor será el consuelo
y el desquite de todo lo sufrido.

Harán paces el lobo y el cordero,


los hombres poderosos con los niños;
se abrazarán las razas y familias,
porque viene a su casa el Compasivo."

Bautista, mensajero del Mesías,


Jerusalén te brinda su recinto,
dile la verdad, grita tu Noticia;
¡lo estamos esperando arrepentidos!

¡Honor a ti, Jesús, siempre esperado,


y más gozado cuanto más creído;
ven, santo cual el Padre y el Espíritu,
ven por amor desde el hogar divino! Amén.

09/11/1981 Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 5


6 Admirable es el parto de la Virgen
(Expectación del parto)

Admirable es el parto de la Virgen


que hace nuestra la carne de la Gloria;
suyo y nuestro es Jesús, el Creador
y gloriosa la tierra en su persona.

Las entrañas fecundas de María


son el tálamo santo de unas bodas,
son el huerto florido, el paraíso
para unir al Esposo con la esposa.

¡Oh purísimo seno que llevabas


el tesoro escondido en bella concha!,
cuando abriste tu gracia, el orbe entero
se alegró con un cántico en la boca.

La Mujer parturienta nos entrega


el augusto secreto de su hora;
¡oh Mujer cuya sangre dio alimento
al naciente Señor de nuestra historia!

Cual capullo crecieron las entrañas,


y al hacerse el capullo flor hermosa,
la fragancia del Hijo incorruptible
penetró y traspasó la Iglesia toda.

¡Oh Señor que abajaste la mirada


para hacer de la esclava la Señora!,
seas siempre bendito por tu Madre,
la Mujer por tu gracia más dichosa. Amén.

23/11/1983 San Sebastián

6 Himnos para la Liturgia de las Horas


7 Jamás pudiera el hombre con su historia
Nona

Jamás pudiera el hombre con su historia


estar a la sazón de un Dios humano;
los siglos Dios los hizo, Dios los llena,
y cuando diga Dios, vendrá encarnado.

Mas quiso Dios y quiso desde siempre


y dulce y suavemente nos fue dando
la Ley y los Profetas y plegarias
y en una Madre todo fue acabado.

¡Oh Padre Dios, amigo de los hombres,


de excelso amor, más grande que el pecado,
eternamente gracias por tu Hijo,
que tú nos diste, don de tu regazo! Amén.

01/08/1985 Gea de Albarracín

Himnos para la Liturgia de las Horas 7


8 La espera que es de Dios a Dios
Sexta

La espera que es de Dios a Dios nos lleva,


estrella que él enciende a él nos guía;
con Ana y Simeón, con los humildes,
nosotros esperamos su venida.

Floridas esperanzas, pan del pobre


que nada tiene y al cielo mira,
¡qué dulce es esperar en la promesa,
si Dios amor es él la garantía!

Oh Padre Dios, mayor que los deseos,


que siembras esperanzas que germinan,
nosotros expectantes te alabamos,
¡oh!, colma con Jesús nuestra alegría.

01/08/1985 Gea de Albarracín

8 Himnos para la Liturgia de las Horas


9 Por obra del Espíritu divino
Tercia

Por obra del Espíritu divino


el Verbo se hizo carne en una Virgen;
por obra del Espíritu la Iglesia
es Virgen fiel y Madre que concibe.

María concibió en el corazón


y en carne sin pecado, pura y libre,
y el mundo se llenó de Dios por ella;
¡dichosa tú y nosotros, pues creíste!

Jesús Mesías, dado por María,


deseo ardiente y súplica de humildes,
nosotros te alabamos, te esperamos:
no tardes en venir por los que gimen! Amén.

01/08/1985 Gea de Albarracín

Himnos para la Liturgia de las Horas 9


10 A la fosa del mundo
Bautismo del Señor

A la fosa del mundo


Cristo desciende,
y se baña en el río
que del Líbano viene;
el Jordán se hizo santo
por contacto celeste.

Se vistió de pecado,
siendo inocente,
porque Adán se hizo oscuro
sin la piel esplendente,
y un vestido de gloria
le dará de su veste.

Y como era el Esposo,


bello y valiente,
a su Esposa de amor
perfumado se ofrece,
que unas nupcias divinas
en la carne acontecen.

Tiembla Juan el profeta,


él no se atreve:
¿cómo puede el pecado
bautizar a la nieve?,
¿cómo pueden las aguas
darle fuego al ardiente?

Todos juntos bajamos


cuerpo a la fuente,
y ascendimos fragantes
de su tumba y su muerte:
¡oh precioso bautismo,
que en Jesús nos sumerge!

¡Oh Jesús hermosura,


sello indeleble,
te alabamos unidos
a la voz que se siente:
eres Hijo, eres nuestro,
oh Cordero obediente! Amén.

30/10/1986 Jordán-Jerusalén

10 Himnos para la Liturgia de las Horas


11 A la puerta llaman
(O Himno para Adviento)

A la puerta llaman,
que de boda llega.
Cerró ya la noche,
pero alguien le espera;
con lámparas vivas
estaban en vela.

La voz conocida
se siente de fuera:
"Abridme, yo soy",
anuncia y golpea;
mas una vez solo,
que el sueño no era.

Con su claro rostro


venía de fiesta,
con ojos amables,
con palmas abiertas.
(Qué bello el Señor
en la noche aquella!

Llegará el amor
la noche que él venga;
se atará el vestido,
sirviendo a la mesa,
hará el homenaje
a su santa Iglesia.

Llegará del Padre,


de su Pascua eterna,
con el vino nuevo
para aquella cena.
Jesús es su nombre,
festín su presencia.

¡Oh Siervo glorioso,


ceñido de estrellas,
vendrás y ya vienes,
te sentimos cerca;
a ti te alabamos,
esperanza nuestra! Amén.

30/10/1986 Jordán-Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 11


12 Oh santa intimidad de mi Emmanuel
III
De la intimidad del misterio de la Encarnación

Oh santa intimidad de mi Emmanuel,


mi Dios conmigo, eternamente mío:
la Iglesia te ha acogido y queda grávida
y ahora está sintiendo tu latido.

Mi Dios, Palabra nunca terminada,


mi Dios, coloquio-amor, y escalofrío,
mi Dios que te revelas día a día,
en mis ojos mi luz y mi destino.

Mi Dios, Verbo Encarnado, transparente.


más íntimo conmigo que yo mismo,
mi Dios, donado, abierto al mundo entero,
mi Dios en mí, el mío en mi cobijo,

Secreta intimidad de cada día,


que se hace Comunión al recibirlo:
manjar comido, sangre de mis venas,
mi vida y sacramento acontecido.

Mi Dios me habita, mora en mi silencio;


es Dios pequeño, siendo el infinito:
los dos somos un Uno, según quiere,
según pedía al Padre al despedirnos.

Oh Dios, mi Dios, graciosa Encarnación,


que baña y que penetra cual rocío:
a ti te adoro, a ti me uno entero,
a ti, dulce Jesús, eterno Hijo.

30/10/1986 Jordán-Jerusalén

12 Himnos para la Liturgia de las Horas


13 Oh Dios de la esperanza y la ternura
¡Oh Dios de la esperanza y la ternura,
salud de toda herida,
cayado de Israel en su camino,
maestro al corazón de quien confía,
Tú eres salvación!

¡Oh Dios de nuestros padres desde siempre,


oh Padre, historia mía,
caliente hogar de toda criatura,
oh Dios, que por amor al Hijo envías,
Tú eres salvación!

¡Oh Dios de intimidad y de portentos,


presencia que ilumina,
tú eres la espesura de los hombres,
abrazo terminal de nuestros días,
Tú eres salvación!

Levántate, Sión de nuestra fe,


hermosa y bendecida,
en ti reside el Dios de Pacto y Paz;
oh Dios de pura gracia y acogida,
Tú eres salvación!

Al Padre Creador y al Hijo amado,


ascienda nuestra vida,
cual llama en las entrañas del Espíritu
amor de todo amor, y luz divina
de nuestra salvación. Amén.

02/08/2000 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 13


14 Señor Jesús, pasión del universo
Señor Jesús, pasión del universo,
que fuiste por el Padre coronado,
a ti la Iglesia tiende su mirada
y late por tu amor con gozo santo,
¡ven, Señor!

Por ti exultó Abraham al ver tu Día,


los reyes y profetas te anhelaron,
tu Gloria y Santidad la vio Isaías,
oh Verbo oculto, Hijo en el regazo:
¡ven, Señor!

Naciste de mujer, la toda pura,


Señor Jesús, perdón de los pecados,
moriste en una cruz, pues nos amabas,
nos diste el manantial de tu costado:
¡ven, Señor!

Vendrás a redimirnos en tu triunfo,


Omega de la Historia, Bienamado,
y entregarás al Padre en el Espíritu
el fruto de tu amor en su reinado:
(ven, Señor!

¡Bendito es el que viene sobre nubes


por voces celestiales aclamado!
¡Oh Cristo Redentor, bendito siempre,
bendito seas, cielo de salvados!
¡ven Señor!

Amén. ¡Marana tha!

11/10/2001 Estella

14 Himnos para la Liturgia de las Horas


15 Oh Sol naciente del Padre
¡Oh Sol naciente del Padre,
que traes misericordia,
divina fuente del gozo
que dentro del cielo brota!

El orbe por ti nacía,


al alba de nuestra historia;
eres Palabra enviada
que en los profetas reposa.

En el seno de María
eres la gracia preciosa,
oh la hermosura de Dios,
oh Hijo que en sí transforma.

Lava el pecado del mundo


por tu venida en persona;
planta el amor de tu Espíritu
por tu sangre redentora.

Que el Día que nos prometes


nos manifieste tu Gloria,
oh Jesús, oh Parusía,
oh tú, la esperanza toda.

A ti, Señor, bien de bienes,


a ti, luz esplendorosa,
a ti, oh Hijo amoroso,
del Padre a ti la corona.

Amén.

12/10/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 15


16 Rociad, cielos puros, rociadme
Rociad, cielos puros, rociadme,
y guste el paladar vuestra dulzura,
sabor de Dios, purísimo misterio
cuando el Niño repose en una cuna.

Los besos de respuesta a Dios ofrezco,


mi aliento vivo, el alma que fulgura,
mi corazón latiente que se sale,
mi adoración amante que le busca.

Llovedme cielos míos y empapadme,


transidme en Trinidad la carne suya:
la carne mía que él ha arrebatado
el día en que bajó desde la altura.

Placer divino busco sin sosiego,


placer que no me dan las creaturas,
placer para mi cuerpo y mis sentidos
en tanto que camino en senda dura.

Llovedme, cielos míos del profeta,


mojad mi sed con gusto y con frescura,
traedme a Dios, traed al Todo Hombre,
traedme pronto al Dios de la Escritura.

Y guste el corazón jamás ahíto,


y el Dios del cielo dé divina hartura:
oh Dios Jesús, oh todo Dios conmigo,
mi dulce paladeo, mi dulzura. Amén.

01/12/2004 Cuautitlán Izcalli

16 Himnos para la Liturgia de las Horas


02. Himnos de Navidad

1 Cuna bañada en la sangre


(Santos Inocentes)

Cuna bañada en la sangre,


con flores embellecida;
los niños al Rey tributan
el sumo don de la vida.

Testigos son de la historia


desde el primer homicida,
expulsos de nuestra tierra,
de Cristo preciosas víctimas.

Vidas que no amanecieron,


siega que no se hizo espiga,
hombres signados dementes,
mendigos de una caricia.

El Rey os ciñe la frente,


os marca con su sonrisa;
vosotros, los desvalidos,
sois su porción preferida.

Goce Raquel y la Iglesia


en la cuna florecida;
(flores de martirio, salve,
de inmensos frutos primicia!

¡Gloria al Rey que circundado


de infantes se glorifica,
y en la altura y en la tierra
gloria y paz por el Mesías! Amén.

Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 17


2 Nadie lo puede decir
Nadie lo puede decir,
y tenemos que decirlo:
Fuera de casa y poblado
en un pesebre ha nacido.
Y era Dios entre nosotros
el Niño que así ha venido.

Nadie lo puede pensar


estando en su sano juicio:
con la sangre de mis venas,
con mis risas y gemidos,
Dios ha querido formar
el corazón de su Hijo.

Nadie lo puede aceptar


si no acepta este prodigio:
que una mujer pobrecilla
en su vientre ha concebido
y sin dejar de ser virgen
la Madre de Dios ha sido.

Nadie se puede atrever


si él no se hubiera atrevido:
con besos de nuestros labios
le damos a Dios cariño;
que primero en nuestra carne
él nos dio su amor divino.

Nadie se puede ausentar


por verse pobre e indigno,
que fueron de los pastores
los primeros villancicos:
(Gloria a Dios en las alturas,
paz al mundo bien querido! Amén.

25/12/1976 Santa Engracia

18 Himnos para la Liturgia de las Horas


3 Al octavo día
Al octavo día,
que era liturgia de sangre,
tuvieron que dar al Niño
un nombre para llamarle.

¡Nombres los había,


voces, símbolos audaces,
para nombrar la Palabra
en el confín de la carne?

¡Secreta armonía
en lo suave de los aires,
que a él música le diera
cuando su nombre sonase?

¡Amor y osadía
y pasión tan formidable,
que fuera volcán ardiente
nuestro placer de invocarle?

¡Cómo le decía
en sus delicias el Padre,
que si es posible -(oh locura!-
intentaremos copiarle?

¡Y la Profecía
de alado rumor de aves
el nombre del Esperado
exacto no se lo sabe?

El lo llamaría
-oíd lo que dice el Ángel-
JESUS, así tan sencillo,
tan simple de pronunciarse.

JESUS sonaría
cuando alguien le gritase
familiarmente: (Jesús,
oye que te llamo, párate!

La Sabiduría
se puso nuevo ropaje
al ver el nombre de Dios
circulando por la calle.

¡Amén! (Alegría!
Y felices los que alcancen
cuando pronuncien JESÚS
al Hijo Amado del Padre.

30/12/1976 Viaje a Madrid (TER)

Himnos para la Liturgia de las Horas 19


4 Decid a la noche clara
Decid a la noche clara
tome en sus manos el arpa,
y salmos de David cante,
cante con la Virgen santa.

Angeles del cielo vienen,


de luz son las bellas alas,
y un canto divino traen
para estas nupcias sagradas.

Y al amanecer las aves


y el alba que se levanta,
con silbos del universo
cantadle vuestra alabanza.

Del Padre eterno nacido


nace en carne la palabra,
con nosotros vida y muerte,
y una muerte ensangrentada.

Al Hijo de Dios cantemos,


¡ay, gracia desenfrenada!
Ni los cielos sospecharon
que el mismo Dios se encarnara.

¡Oh gracia para adorar,


que nunca cupo más alta!
Tú para hacernos divinos
humano a nosotros bajas.

Cantad, criaturas todas,


que todas estáis salvadas,
y con la boca quedaos
al Padre diciendo: (Gracias! Amén.

18/11/1977 Miranda de Arga


Este himno ha pasado al Oficio Divino de los libros de nuestra
Conferencia Episcopa Española.

20 Himnos para la Liturgia de las Horas


5 Te diré mi amor, Rey mío
Te diré mi amor, Rey mío,
en la quietud de la tarde,
cuando se cierran los ojos
y los corazones se abren.

Te diré mi amor, Rey mío,


con una mirada suave,
te lo diré contemplando
tu cuerpo que en pajas yace.

Te diré mi amor, Rey mío,


adorándote en la carne,
te lo diré con mis besos,
quizás con gotas de sangre.

Te diré mi amor, Rey mío,


con los hombres y los ángeles,
con el aliento del cielo
que espiran los animales.

Te diré mi amor, Rey mío,


con el amor de tu Madre,
con los labios de tu Esposa
y con la fe de tus mártires.

Te diré mi amor, Rey mío,


(oh Dios del amor más grande!
(Bendito en la Trinidad,
que has venido a nuestro Valle! Amén.

10/02/1978 Burlada
Este poema ha tenido la fortuna de pasar al libro de la Liturgia de las Horas como himno cotidiano de
Vísperas en tiempo de Navidad. Música de Fidel Aizpurúa.

Himnos para la Liturgia de las Horas 21


6 La paz se ha declarado: Dios la firma
La paz se ha declarado: Dios la firma;
por ella en cada hogar hay fiesta y ce¬na,
por ella agradecido el vino brinda,
y Dios manda que hoy sea Nochebuena.

El ángel y el pastor en paz de hermanos


aplauden juntos, juntos concelebran;
el ángel da al pastor celestes cantos,
y él los canta con letras de esta tierra.

En una cuna están la Paz y el cetro,


y es la cuna el pesebre de una cueva;
de carne se hizo el beso y el encuentro,
amando dios sin armas en pobreza.

No han de ser ya los montes y la calle


embozo y robo, ráfagas violentas;
y nadie habrá de darle muerte a nadie,
que Dios se nos entrega sin defensa.

Crece la paz: (que vuelva la paloma!;


crece la paz: (perfume la azucena!
¡Tuyo, tuyo -tu cuna y tu corona-
el mundo, oh Cristo Hermano, en Noche¬buena! Amén.

28/11/1978 Burlada

22 Himnos para la Liturgia de las Horas


7 Brotó de ti la gracia y nuestra vida
Brotó de ti la gracia y nuestra vida,
oh Virgen, manantial de toda dicha,
cuando igual que la madre primeriza
fuiste madre con gritos de alegría.

Vinieron a la cuna con espadas,


quisieron al amor matar con armas;
(Madre, basta de sangre derramada,
muera en Belén el odio y la venganza!

Huyes salvando al Hijo fugitivo

y un pueblo de paganos brinda asilo;


(míranos juntos, Madre de oprimidos,
somos todos los pobres del exilio!

Mujer de aldea y Madre de los hombres,


mujer de grandes gozos y dolores,
(cómo esperan de ti los corazones,
porque eres la más pobre de los pobres!

El Rey de paz te acoge, en ti se goza,


y en tu virginidad sella su gloria;
(cante el mundo y la Iglesia deseosa
al Señor que de gracia te corona! Amén.

03/01/1979 Miranda de Arga


Musicalizado por Fidel Aizpurúa.

Himnos para la Liturgia de las Horas 23


8 Hoy se han rasgado los cielos
Hoy se han rasgado los cielos, Is 63,19
y del regazo divino Jn 1,16
al regazo de una Virgen Lc 1,31
el Señor ha descendido.

Hoy María deposita


sobre las pajas al Hijo, Lc 2,7
y entrega la Vida al mundo, Jn 14,6
que estaba de muerte herido. Rm 5,12

Eva se viste de gloria, Gn 3,15


exulta en el paraíso; Bar 5,1
hoy el Árbol de la vida Gn 2,9
ha dado el fruto benito. Lc 2,42

Y los ojos de Abraham


se alumbran porque lo han visto; Jn 8,56
Dios se goza en Isaac, Gn 21,6

el hijo de sus cariños. Mt 3,17

De las humildes aldeas Lc 2,8


acuden los pastorcillos,
corren con alas de amor, Ct 1,4
se postran como sencillos. Mt 2,11

El Espíritu, que es fuego, Ex 19,18


en Belén está encendido; Mt 2,2
el Espíritu, que es ósculo, Jn 20,22
a la Esposa ha enternecido. Cristo 1,2

(Gloria a Jesús, el que es, Ex 3,14


el que era en el principio, Ap 1,8
el que ha posado su planta
para hacer nuestro camino! Amén. Lc 24,15

22/12/1979 Burlada

24 Himnos para la Liturgia de las Horas


9 El Verbo Santo es mecido
El Verbo Santo es mecido
en los brazos de una Virgen;
el Creador se hace niño
y al par de nosotros gime.
Oh Salvador encarnado,
que entre los hombres pervives,
quiero adorarte en los hombres
y entre los hombres servirte.

El Verbo Santo ha callado


con mis risas y gemidos
Dios sin saber de nuestros crímenes,
y el corazón de la madre
su amor en silencio dice.
Oh Dios misericordioso,
defensor de los humildes,
enséñanos tu silencio
y tu espera incomprensible.

El Verbo Santo ha llegado


a librar nuestros confines,
y en encerrado en una cuna
el Verbo de Dios es libre.
Oh, rompe las ataduras
de los engaños sutiles;
danos la paz que prometes
tú que la hiciste posible.

Gentes de nuestros dolores


y de sangrientos países,
a Dios venido a la tierra
salgamos a recibirle.
Te cantamos, Santo hermano,
a Ti con rostros felices:
(Gloria en el seno del Padre
y en los brazos de la Virgen! Amén.

06/11/1980 Rentería

Himnos para la Liturgia de las Horas 25


10 Misterio de carne nuestra
Misterio de carne nuestra,
(misterio!,
palabras de Aquel que sabe
más allá de las palabras,

palabras juntadas todas


en la Palabra encarnada,
(Palabra!

Está gimiendo en el heno,


(gimiendo!,
el amoroso Dios nuestro,
que si por fuerza sufriera,
dejara de ser quien es,
Señor de cielos y tierra,
(Dios nuestros!

Ternura toda del cielo,


(ternura!,
caricia de amor divino,
ternura de piel humana:
por siempre dios el esposo
de una esposa perdonada,
(por siempre!

Llegaos, hombres errantes,


(llegaos!:
un Niño mendigo y rico
trae el abrazo de paz;
al odio le ha dado muerte
con armas de caridad,
(un Niño!
Francisco lo está adorando,
(Francisco!;
en Greccio exulta de amor
por el nombre de Jesús,
porque si Dios ha nacido
es segura la salud,
(en Greccio!

Bendito el Hijo de Dios,


(bendito!
(Oh gloria eterna del Padre,
oh regalo del Espíritu,
Jesús de santa María,
gozo del orbe y los siglos!
(bendito!
Amén.

10/12/1981 Logroño
Fue la felicitación navideña del Año Franciscano (VIII centenario del
nacimiento de San Francisco), Navidad de 1981-1982.

26 Himnos para la Liturgia de las Horas


11 En el principio de todo
I. Historia
(Primeras Vísperas de Navidad)

En el principio de todo
cuando la tierra no era,
era en el seno del Padre
la Palabra verdadera.

Y dijo Dios poderoso,

amando, palabras ciertas,


y fue la luz y fue el hombre,
y en el hombre era su huella.

Vino la Nube al desierto,


se hizo la voz al Profeta;
pregunta si un pueblo tuvo
sus dioses nunca tan cerca.

Pero la Voz amorosa


se ha hecho carne concreta,
y entre nosotros el Verbo
hoy ha clavado su tienda.

Hoy nace humana la Gloria,


cobijada en una cueva;
hoy pisa historia sangrienta
la paz que del cielo llega.

Da fruto la rama virgen,


María de gracia llena;
ungidos del ser divino
por ella los hombres quedan.

Adoremos, alabemos
la ternura y la grandeza.
(Gloria a ti, dios encarnado,
gloria a Dios, paz en la tierra! Amén.

10/10/1982 Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 27


12 De Dios nace la Gloria y a Dios vuelve
IV. Gloria
(Segundas Vísperas de Navidad)

De Dios nace la Gloria y a Dios vuelve


y en el Hijo nacido está abrasando;
(oh mundo de dolor, bañado en fue¬go,
exulta y goza, limpio de pecado!

Gimes, lloras cual lloran los na¬cidos,


pero en el cielo, (oh Niño!, estás reinando,
y sin alzar la mano creadora
por tu poder el orbe va girando.

Dios y el hombre se juntan en tus venas,


un solo corazón y tierno abrazo;
las pajas nos anuncian las espi¬nas,
y la estrella, la luz tras el Cal¬vario.

Esa vida que surge en oleada


desde tus ojos seca nuestro llan¬to;
los videntes de Dios, a ti inclina¬dos,
a ti, Inmortal amado, te adoramos.

Hoy es fiesta celeste y fiesta nuestra


por el Verbo Emanuel, Dios humana¬do;
la tierra se ha hecho cielo, Dios la habita
y el cielo se abre al Hijo y los hermanos.

Inunde la alabanza y la alegría


el misterio divino que cantamos:
¡oh Cristo todo santo, bien per¬fecto,
eternamente seas alabado! Amén.

11/10/1982 Burlada

28 Himnos para la Liturgia de las Horas


13 De los collados eternos
III. Esposo
(Para los Laudes matinales)

De los collados eternos


llega, radiante, el Esposo;
bello cual rocío, bello,
cual rocío luminoso;
antes del alba engendrado,
hoy muestra su santo rostro.

Ya ha entrado en la casa virgen


el Emanuel silencioso;
la vida le da María
y el resplandor de los ojos;
ya tiene el Esposo nombre
para el amor y el coloquio.

Vedle venido del Padre,


contempladle todo hermoso,
Esposo de pecadores,
hombre sin mancha de lodo,
el Hijo que diviniza
al contacto de su gozo.

Mirad la sala nupcial:


tullidos, ciegos y sordos,
y él entra vivificante
y basta su cuerpo solo;
la criatura es esposa
de Dios en cuerpo amoroso.
¡Honor al Hijo del Rey
con los cánticos sonoros!
¡Oh Cristpo, talle divino
con gemido doloroso,
alegres te bendecimos,
deseado, bello Esposo! Amén.

11/10/1982 Burlada

14 Oh Padre, cuyo nombre santo


II. Padre
(Para la medianoche)

Oh Padre, cuyo nombre santo


es ser y vida en nuestro pecho,
para cantar el divino Nacimiento
hoy con el Hijo volvemos a tu seno.

Oh Padre nuestro de los cielos,


delicia toda de tu Verbo;

Himnos para la Liturgia de las Horas 29


hoy has llegado a tus hijos peregrinos,
Padre de amor, Padre nuestro verdadero.

Oh Padre, casa de plegaria.


reposo y paz de los deseos,
todo comienza si empiezas a pensarlo,
todo fenece si dejas de quererlo.

Oh Padre, nace el Unigénito,


primer y eterno pensamiento;
si no engendraras al siempre deseado,
fueras tú Padre sin vida, siempre muerto.

Oh Padre, cuna de la tierra,


escucha, mira, Padre bueno;
todos te anhelan, te buscan, ya encontrados,
porque llevamos el germen de tu Verbo.

Oh Padre, gracia, lumbre, gloria,


de ti y del Hijo espira el Beso,
oh Trinidad, oh destino para siempre,
oh Jesucristo, nacido en nuestro sue¬lo. Amén.

11/10/1982 Burlada

30 Himnos para la Liturgia de las Horas


15 Desnudo el nuevo Adán, con alma pura
BAUTISMO DEL SEÑOR
(Conclusión de Navidad)

Desnudo el nuevo Adán, con alma pura

¬Desnudo el nuevo Adán, con alma pura


penetra en el Jordán y se sumerge;
se anega en el diluvio del pecado
el que quita el pecado, el Inocente.

Está temblando Juan, tiembla su mano


al tocar la cabeza refulgente;
hoy el siervo bautiza a su Señor,
cumpliendo la justicia que Dios quiere.

Hasta el fondo del ser es bautizado


Jesús, hecho pecado libremente,

y nace del Jordán purificado


el bautismo de fe de los creyentes.

Esa carne divina diviniza,


transforma en sacramento la corriente;
el pueblo renacido en el Mar Rojo
con Cristo canta, libre de la muerte.

Es éste el Hijo amado, el Elegido,


para ungirle el Espíritu desciende;
y de su frente al pueblo redimido
se derrama la unción de aquel aceite.

¡Sea el honor con voz celeste al Hijo


en quien el Padre encuentra su deleite,
a Aquel que hasta el pecado se ha humilla¬do
y con su amor el Padre lo enaltece! Amén.

16/12/1982 Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 31


16 Hoy en la noche oscura del pecado

Hoy en la noche oscura del pecado


nace el Verbo según las Escritu¬ras,
y en una cueva brilla aquella luz
que un día vencerá en la sepultura.

La Madre Santa yace recostada,


Virgen intacta llena de hermosura;
no empaña la mentira su pureza,
por Dios guardada como casa suya.

El Dios excelso, niño diminuto,


requiere el agua, que es su criatura,
y las mujeres bañan al infante,
limpiando al que hizo blanca la blancura.

Nos acecha el demonio confidente.


vestido con humana vestidura,
pero vence la fe de los humildes,
José confía y sale de sus dudas.

Los ángeles anuncian el misterio


y a los pastores llega el aleluya;
Dios es mayor que todo pensamiento
y su amor encarnado es su locura.

Vayamos con los ángeles dichosos


a adorar el misterio de la cuna:
¡Gloria al divino cuerpo de Jesús,
gloria a la Trinidad y paz augusta! Amén.

23/12/1982 Burlada

32 Himnos para la Liturgia de las Horas


17 En él no está el pecado, nunca estuvo
En él no está el pecado, nunca estuvo,
no pudo verlo el ojo fariseo;
ni el rayo perspicaz de su pupila
halló en su corazón al hombre viejo.

Bañado en el misterio de su Padre


surgía sin pecado, el hombre entero,
sin mancha contagiada por la estirpe,
varón para crear a Adán de nuevo.

El era la verdad del plan pensado,


el Hijo amado, germen y modelo
del hombre que vendría, sano y limpio,
al dar el Padre tiempo al pensamiento.

¿Por qué, Jesús, desciendes al abismo,


te hundes en maldad no tuya inmerso?,
¿y cómo si en tu vida nada es falso
ha sido tu bautismo el verdadero?

Verdad de criatura trepidante,


del pobre que ante Dios siempre es peque–o,
verdad del solidario con nosotros:
es esa la verdad de tu descenso.

¡Oh Santo sumergido en el bautismo,


ungido con la fuerza y el consuelo,
honrado por la Voz y la Paloma,
a ti te proclamamos Cristo y Verbo! Amén.

01/01/1983 Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 33


18 Oh Dios de Dios, oh Luz de Luz divina
Oh Dios de Dios, oh Luz de Luz divina,
oh santo resplandor, manante fuego,
oh fruto delicioso de tu Padre,
Señor, de Dios nacido antes del tiempo.
¡oh Jesucristo!

Visible Gloria, cuerpo epifanía,


que llevas el misterio de lo eterno,
cimiento que sustentas lo creado,
y cuna para todo pensamiento
¡oh Jesucristo!

Oh Página primera de la historia,


oh Hombre de los grandes ojos llenos,
oh dulce hermano, Dios a mí entregado,
oh Rostro divinal, humano y bello,
¡oh Jesucristo!

Principio germinal de cuanto existe


y crónica del mundo, humilde dueño,
amor desde la fuente, amor por siempre,
verdad y vida y nombre verdadero,
¡oh Jesucristo!

A ti la gloria, llama incorruptible,


oh Dios, festividad y nacimiento,
oh Bien y claridad y paz perfecta,
oh hijo en Trinidad, oh Niño Verbo,
¡oh Jesucristo! Amén.

01/12/1983 Burlada

34 Himnos para la Liturgia de las Horas


19 Belén es una gracia de pastores
IV. Hic visus a pastoribus

Belén es una gracia de pastores,


Belén, el Evangelio,
oh dicha por ninguno conquistada,
caída cual maná desde los cielos.

Llegaron obedientes en la noche,


entraron y lo vieron;
reíd, llenos de fe, fieles creyentes,
colmadle de sonrisas y de besos.

Miradle sobre todo, contempladle


con ojos muy abiertos,
y nunca ya, guardando los rebaños,
se borren de la frente sus destellos.

Vinieron los sencillos, se llenaron


de gozo y de consuelo,
de vuelta eran felices y alababan,
divinamente sabios sin saberlo.

El palo del pastor y su mochila


nosotros agarremos;
y fuera nuestra ciencia vanidosa,
que allí la verdadera aprenderemos.

(Honor a Cristo, cátedra sagrada,


el único maestro,
honor a ti, que enseñas en pobreza,
y muestras a los pobres tus misterios! Amén.

08/10/1984 Belén

Himnos para la Liturgia de las Horas 35


20 En un pequeño hueco de la tierra,
Himnos de Belén

I. hoc parvo terrear foramine


caelorum Conditor natus est

En un pequeño hueco de la tierra,


en un pobre cobijo,
al Verbo Creador del universo
miradle carne nuestra, hombre y niño.

Mirad al Inmortal con tenue vida,


con años reducidos,
y a aquel que funda el tiempo antes del tiempo,
miradle amenazado de un cuchillo.

Mirad al Impasible padeciendo,


oídle sus vagidos:
mirad qué poderosa es una madre,
que alegra con caricias al Dios vivo.

Mirad tanto dolor hoy por el mundo,


mirádselo a este hijo,

y, al ver en él a Dios, pisando suelo,


decid: (De amor bañaos, ojos míos!

En un pequeño hueco de la tierra


está el recién nacido,
está cual florecilla que despierta,
(oh brazo fuerte!, niño pequeñito.

¡Oh Santa Trinidad que sobreexcede


amores y gemidos,
honor por vuestra historia, carne nuestra,
ahora y por los siglos de los siglos! Amén.

08/10/1984 Belén

36 Himnos para la Liturgia de las Horas


21 Oh joya de los cielos, amor mío
III. Hic in praesepio est reclinatus

Oh joya de los cielos, amor mío,


tu cuna es un pesebre;
)qué busco yo con manos codiciosas,
qué ansío en esta vida con tal fiebre?

La Virgen lo ha posado, que descanse,


que duerma suavemente;
en un pesebre palpa nuestra nada
el pobre que en la cruz tendrá su muerte.

)Qué anhelan estos ojos insaciables?,


el alma )qué apetece?,
)qué gran tesoro puedo yo encontrar
que puesto en un pesebre no lo encuentre?

Se abrazan la humildad y la pobreza


las dos fraternamente,
y están en un pesebre las dos juntas,
las dos haciendo honor al Rey de reyes.

)Adónde van mis pasos fatigados


en búsqueda de bienes?,
)a qué mansión golpeo interesado
si el Niño del pesebre no aparece?

Aquí, Jesús, me quedo y te bendigo,


te adoro reverente,
oh joya de los cielos, oh riqueza
que el Padre bondadoso nos ofrece. Amén.

08/10/1984 Belén

Himnos para la Liturgia de las Horas 37


22 Sus manos virginales lo han envuelto
II. Hic involutus pannis
Sus manos virginales lo han envuelto
en límpidos pañales,
y allá en el corazón siente que alguien
con suave voz de amor le llama madre.

Sus manos han palpado con caricias


aquella que es su carne;
con agua en un lebrillo lo ha bañado
a aquel que necesita que lo bañen.

El pecho le ha ofrecido, dulce fuente


que al Niño sacia y place;
el alma ella le diera licuada,
al darle el alimento de su sangre.

Sus labios lo han besado y han mullido


el cuerpo blando y suave;
oh, qué no diera el pobre encariñado
por ir, tomarlo en brazos y besarle.

Es suyo, suyo, fruto de su vientre,


predicho por el ángel;
es tuyo, felicísima María,
espada tuya y Dios de tus cantares.

Que suba, que descienda, que rebose


el canto de estas Laudes (de esta tarde):
¡oh Cristo, sea nuestro cielo el tuyo:
tenerte en fe, amarte y adorarte! Amén.

08/10/1984 Belén

38 Himnos para la Liturgia de las Horas


23 La estrella de Jacob ha aparecido
V. Hic demonstratus a stella

La estrella de Jacob ha aparecido


y anuncia a su Mesías;
venid, las tribus todas de Israel,
doblad, doblemos juntos la rodilla.

Un canto he de cantar a las estrellas,


brillantes y pulidas,
que Dios creó tan grandes y lejanas
a fin de hacer la Tierra a su familia.

Estrellas de los hombres, mensuradas


según nuestra medida,
formáis el techo azul, resplandeciente,
que el mundo diminuto necesita.

Estrellas que giráis para nosotros,


sabed con alegría
que sois en el divino pensamiento
estrellas de una cuna bendecida.

Que alguna de vosotras se adelante


y anuncie esta venida:
Estrella de Jesús, estrella nuestra,
alumbra con tu luz nuestras pupilas.

(Oh Cristo vivo, luz de las estrellas


y senda de la vida,
los cielos de los cielos hoy te alaban
y goza en ti la Tierra redimida! Amén.

09/10/1984 Belén

Himnos para la Liturgia de las Horas 39


24 El himno de los ángeles cantemos
VII. Hic cecinerunt angeli dicentes:
Gloria in excelsis Deo, alleluia.

El himno de los ángeles cantemos


en torno de la cuna,
con voces nuevas, puros corazones
y el alma en gracia henchida de aleluyas.

A Dios la santidad y la belleza,


la Gloria en las alturas;
y al hombre de esta tierra, la amistad,
la fuerte paz, el beso y la ternura.

La Gloria ha aparecido, la que era


secreta en fuente pura,
y está resplandeciendo en un Infante,
está en la humana faz de creatura.

La Gloria excelsa tiene ya palabras


y cuerpo y contextura,
y hay voces que pueden ya cantarla
y amores de morir en su dulzura.

Aquella gloria de antes ignorada


los ángeles anuncian,
y saben que de Gloria son vestidos
tomando el Verbo humana vestidura.

¡Oh Cristo de la Gloria y santidad,


tu rostro es la hermosura,
en ti refleja el Padre la deidad
y goza de su Gloria, Gloria tuya! Amén.

10/10/1984 Belén

40 Himnos para la Liturgia de las Horas


25 Vinieron del Oriente y preguntaron
VI. Hic adoratus a magis

Vinieron del Oriente y preguntaron


cual sabios verdaderos:
Decid dónde ha nacido el Adorable,
vosotros, oh benditos de su pueblo.

Decid a quién tenéis en vuestra tierra,


mostradnos el secreto,
y Oriente le dará la mirra, el oro,
y a él adorará, quemando incienso.

Decid cómo se llama el deseado


en vues¬tros libros bellos;
Oriente lo ha llamado su esperanza
y aquí llega y le trae sus deseos.

Entraron, se postraron, adoraron,


le oyeron en silencio.
En ti concluye el mundo, Señor mío,
oh Jesucristo, Niño a quien venero.

Y en ti, oh Dios, nacido de María


comienza el orbe nuevo:
la tierra toda, Oriente y Occidente,
serán una familia y tú su dueño.

¡Oh Cristo, corazón de cielo y tierra,


amor y pensamiento,
que seas adorado eternamente
y dulcemente amado hasta el extremo! Amén.

10/10/1984 Belén

26 Oh Luz de Luz, Verbo de Dios


¡Oh Luz de Luz, Verbo de Dios,
gozo de la Trinidad!
Hoy es tuyo mi cuerpo mortal
y por siempre Dios Hombre serás.
¡Gloria a ti, Creador!
¡Gloria a ti, Redentor!

Mi corazón diciendo está:


¡Quién es Dios y quién soy yo!
Por mi amor tú naciste en Belén,
por mi amor tú moriste en la Cruz.
¿Qué me pides, Jesús?
Héme aquí, tuyo(a) soy.

¡Noche feliz! (Noche nupcial!

Himnos para la Liturgia de las Horas 41


El Esposo pronto está.
ya ha llegado el abrazo de amor,
ya la esposa su anhelo sació.
¡Gloria a ti, oh Beldad,
Rey y Esposo de paz!

¡Madre de Dios, en humildad


santa Madre virginal!
¡Oh hermosura de tu corazón!
¡Oh pobreza que a Dios agradó!

¡Gloria a ti, Virgen fiel:


muéstranos a tu Rey!

Noche de paz y redención,


cuando Dios nos da el perdón.
En la cuna comienza a alumbrar
la Pasión y la gloria pascual.
¡Oh Locura de amor:
Dios en la Encarnación!

28/12/1984 Jerusalén

42 Himnos para la Liturgia de las Horas


27 Un Niño nos ha nacido
Tercia

Un Niño nos ha nacido,


un Hijo se nos ha dado;
María lo ha recibido
por el Espíritu Santo.

María unida a nosotros


le da posada y abrazo;
en ella Dios tiene cuerpo,
por nosotros encarnado.

La Iglesia sea ella virgen


discípula de unos labios,
porque el que sabe escuchar
"ése es mi madre y mi hermano".

¡Oh Verbo que de la altura


sin mancharte te haces barro,
a ti, familia divina,
a ti, oh Dios, te alabamos! Amén

21/09/1985 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 43


28 Aquello que ojo no vio
Sexta

Aquello que ojo no vio,


ni oídos nunca escucharon,
ha aparecido en la tierra;:
Jesús, el Dios humanado.

Muy grandes las esperanzas,


más grande ha sido el regalo;
es gracia, tan sólo gracia,
Dios con nosotros humano.

(Oh Cristo merecimiento,


perdón de nuestros pecados,
contigo se abre la ruta
y el hombre queda salvado.

La Gloria habite en la Iglesia


y el gozo llene los cantos;
(oh Verbo de Dios Altísimo,
tu santo cuerpo besamos! Amén.

22/09/1985 Jerusalén

44 Himnos para la Liturgia de las Horas


29 Jamás pudiera el amor
Nona

Jamás pudiera el amor


pensar milagro tan alto,
que amando Dios en divino
pasara hasta el hombre humano.

Misterio de amor exhausto,


que alcanza cuanto ha anhelado;
no deja Dios lo que es
y en hombre se ha sustanciado.

Y el hombre mira en su faz


a Dios mismo en vivos rasgos;
¡qué cerca el cielo y la tierra,
si el cielo es el Hijo dado!

¡Oh Cristo, nuestro Mesías,


Señor y Dios confesado,
por tu santa Encarnación
levántanos a tu lado!. Amén.

22/09/1985 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 45


30 Una familia, una casa
Fiesta de la Sagrada Familia

Una familia, una casa,


un trabajo cotidiano,
y una aldea -Nazaret-,
que nadie la ha mencionado.

El Verbo está entre nosotros,


hombre como uno de tantos;
el Verbo estaba aprendiendo,
su rostro estaba sudando.

María, virginidad,
que guarda el misterio santo,
madre y esposa y vecina,
mujer para el nuevo Pacto.

José, el creyente y el fiel


con la herramienta en la mano;
José, sustento seguro
del Verbo Dios encarnado.

Jesús, María y José,


tres nombres que están censados,
hogar de gozos y penas,
amor divino en lo humano.

Ved la familia de veras,


la nuestra por nuestro Hermano;
la puerta nos han abierto,
entremos para quedarnos

¡Oh Trinidad hogareña,


lazo de amor increado,
honor por el gran misterio
en estos tres reflejado. Amén.

28/12/1985 Jerusalén

46 Himnos para la Liturgia de las Horas


31 Palabra divina,
Santísimo Nombre de Jesús
(3 de enero)

Palabra divina,
concreta en un Hijo
nacido de Virgen;
tu nombre: Jesús.

Tu nombre es de carne
-historia preciosa-,
oh dulce palabra,
tu nombre: Jesús.

El Dios infinito
se llama en la tierra
como un compañero,
tu nombre: Jesús.

Igual que la cruz


besamos tu nombre
por ser cuerpo tuyo,
tu nombre: Jesús.

Jesús, sacramento,
vigor y dulzura,
unción y festín,
tu nombre: Jesús.

Qué gozo sencillo


poder pronunciarte
como una caricia,
tu nombre: Jesús.

Y entrar en ti mismo,
llamarte, escucharte,
sentir que eres nuestro,
tu nombre: Jesús.

Recibe tu nombre
cual bello homenaje;
la Iglesia te aclama:
¡Dios nuestro Jesús! Amén

04/01/1987 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 47


32 Oh lumbre fontanal, hogar pacifico
Epifanía

Oh lumbre fontanal, hogar pacifico,


oh Padre sin principio, vida suma,
oh inmenso Creador, oh Dios amante,
oh dicha sin palabras, oh hermosura.

Oh santa Trinidad aquí nombrada,


visible aquí por gracia y por ternura,
un Niño pequeñito que sonríe
al Dios misterio santo nos anuncia.

Hoy es Epifanía en nuestra carne,


es luz inextinguible en una cuna,
hoy es revelación de lo escondido,
rasgados los secretos de la altura.

Hoy es la vocación del mundo entero,


llamado a lo que nadie ha osado nunca:
en fe, en cuerpo y alma de una Virgen,
Dios hace con el mundo eternas nupcias.

Venid, humanos, llenos de esperanza,


venid con humildad de criaturas
y henchidos de alegría, unidos todos,
que a todos llama Dios familia suya.

¡Oh excelsa Trinidad aquí patente,


aquí callada amando con dulzura,
nosotros damos gracias, bendecimos:
dignaos aceptar esta liturgia! Amén.

06/01/1987 Jerusalén

48 Himnos para la Liturgia de las Horas


33 Albricias, amigos míos
(Albricias, amigos míos,
felicitadme y gozaos!
Me vine a la hora del alba,
buscando por los barrancos;
ya está segura en mis hombros
la oveja que iba buscando.

Me vine como pastor


amante de su rebaño,
que deja noventa y nueve
por una que se ha extraviado.
(Oh tierra y cielos atónitos,
sed del gozo solidarios!

A tierra de mis amores


me vine, Dios Encarnado.
Mi sangre con vuestras penas
y risas se fue mezclando,
y juntas están unidas
mis manos con vuestras manos.

¡Oh Padre de mi alegría,


oh premio de este mi hallazgo,
oh gracia al mundo vertida,
que limpia todo pecado;
oh corazón descubierto,
amor, amor inexhausto!

Iglesia de Encarnación,
que no se apague tu canto:
(Jesús, en Belén nacido,
por una Virgen Hermano,
a ti, Señor de la gloria,
a ti, oh Dios, te adoramos! Amén.

06/11/1989 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 49


34 Dios hizo santa morada
Dios hizo santa morada
nueve meses en el seno:
el tálamo de su amor,
el nido de su silencio.

Su Vida puso en un germen


y empezó el común sendero;
la Virgen de la acogida
guardó el tesoro del cielo.

La Vida guardó María,


fecundando el gran miste¬rio;
la sangre de una doncella
a Dios le daba alimento.

Y un día sus labios puros


lo cubrieron con sus besos,
Dios Hombre quedó cautivo
por siempre en el hombre pre¬so.

La Vida ya ha germinado,
ya ha llenado el universo;
al Dios del amor fecundo
sentid, vivientes, viviendo.

Oh Dios, amor sin retorno,


oh Jesús, por mí pequeño,
oh gracia que no ha abortado
a ti la gloria, Dios nuestro! Amén

01/12/1990 Logroño
El himno fue musicalizado por Rosa María Riera (Salvatierra), Iglesia soy: 23 cánticos litúrgicos. VIII
Centenario de Santa Clara. Edita: Orden de Hermanas Clarisas de España 1992. La introducción
literaria de Fidel Aizpurúa.

50 Himnos para la Liturgia de las Horas


35 Hoy es Epifanía en nuestra carne,
Hoy es Epifanía en nuestra carne,
es luz incorruptible en una cuna;
hoy es Apocalipsis y Alianza,
rasgados los secretos de la altura.

Hoy es la vocación del mundo entero,


lavados en Jesús de toda culpa;
el Hijo que ha nacido y nos sonríe
al Dios que nos engendra nos anuncia.

Venid, humanos, llenos de confianza,


venid con humildad de criaturas;
aquí en el fruto santo de la Virgen
Dios hace con el hombre eternas nupcias.

Gloriosa Trinidad, oh Luz patente,


aquí callada, amando con dulzura,
los hijos damos gracias, bendecimos,
acepta, nuestro dios, esta liturgia! Amén.

30/12/1990 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 51


36 No envíes mensajero, ven tú mismo,
No envíes mensajero
(Ex 33,3.15)

No envíes mensajero, ven tú mismo,


no mandes a tu Ángel en campaña;
no otorgues protector ni des a nadie
el mando y el consuelo de tu vara.

Tu Gloria abrasa, quema los pecados;


y somos todos dignos de tu llama;
mas eres Padre, pródigo en perdones,
y más glorioso cuanto más agracias.

Por eso, ven tú mismo, Padre Santo,


y muestra entre nosotros tu llegada;
levántanos, condúcenos, corrígenos,
mas tú, tan sólo tú, con mano blanda.

O envíanos tu propio corazón


mandando al Unigénito del alba,
a aquel que viene y entra hasta la médula
y nunca por venir de ti se aparta.

Que venga el Verbo y haga su aposento


en todo gozo, en toda pena y lágrima;
y sea nuestra crónica y camino
su historia verdadera y cotidiana.

(Oh Padre que mandaste a Jesucristo,


nacido del amor de tus entrañas,
envíanos con él, a gloria tuya,
el don de tu ternura y tu alabanza! Amén

24 enero 1992

24/01/1992 Barcelona ?
Este himno lo incluyó Casiano Floristán en un dossier sobre Navidad en la revista Vida Nueva. Sería
el año 2001…

52 Himnos para la Liturgia de las Horas


37 Que me bese con beso de su boca
(Que me bese con beso de su boca
y florezca el amor en mi costado,
con un beso perdido, con un beso...,
con un beso divino y encarnado!

Que me bese mi Dios, oh dulce Niño,


que me estreche mi Esposo bienama¬do,
que me bese mi Dios enloquecido,
que mis labios se queden abrasados.

Que me bese el Amor, que me bese


con su aliento y su Espíritu exhala¬do,
que mi carne se llene de su historia,
que mis huesos se queden calcinados.

Que descienda del cielo la ternura


y se enteren los montes y collados,
que el rocío de Dios nos purifique,
que mi Dios tenga cuna entre mis brazos.

Que me bese mi Dios y lluevan péta¬los,


que se muera la muerte y el pecado,
que el lenguaje de Dios, infante tierno,
los humanos pequeños aprendamos.

Que se alegre el Señor..., oh Dios humilde,


Unigénito amante y humanado:
(oh Jesús que has nacido por noso¬tros,
para ti nuestros besos y regalos! Amén.

04/11/1992 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 53


38 La cuna es el Padre,
La cuna es el Padre,
el Hijo es el Verbo,
y el soplo con el que alienta
es el Espíritu eterno.

(Oh tenue sonrisa


de niño pequeño!,
Quien busque al Dios de la historia
aquí se postre en el suelo.

Quien busque un latido,


hambriento de un beso,
- su estirpe humana y doliente -,
comience aquí su sendero.

Belén de mi carne,
lugar del encuentro,
aquí los odios se han roto,
en paz león y cordero.

(Oh cuna de amor,


oh nido de anhelos,
oh lecho amable de Dios,
calor que enciende mi cuerpo!

A ti te alabamos,
Señor de los cielos,
oh luz de luz amorosa,
en pajas y en un madero. Amén.

01/12/1993 Logroño

54 Himnos para la Liturgia de las Horas


39 De cerca y lejos venía
De cerca y lejos venía.
Traía
rumor eterno en los pasos,
fulgor de Dios en los ojos,
perdón en cálidos brazos.
A cada hombre llegaba.
Llevaba
su corazón de regalo,
la Ley divina en el pecho
por fuero de los humanos.
Entraba en su tierra santa.
La planta
que hendía el suelo de barro
santificó la materia
y el cosmos fue consagrado.
Venía a hacer nuestra historia.
Victoria
será el final del trabajo,
cuando en el juicio aparezca
que junto a él caminábamos.
Los pobres sí le esperaban.
Andaban
con muchas penas frustrados,
mas él prendió la esperanza
que nadie nos la ha quitado.
Venía y viene y vendrá.
Tendrá
ternura y premio en sus manos:
¡Amor a ti por los siglos
y gloria, oh Verbo Encarnado! Amén.

01/12/1994 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 55


40 Naciste de David, Jesús Mesías,
Naciste de David, Jesús Mesías,
Jesús bendito, flor de profecías;
naciste de una madre en nuestra estirpe,
Jesús hijo de Adán, en cuna humilde.

Y fuiste desde siempre el Hijo amado,


viniendo a compartir el pan sudado;
tan nuestro en tu venida tú te hiciste
que en todo ser humano te escondiste.

El Hijo que era Hijo en el regazo


y origen de los cielos desplegados,
el Hijo que eres tú a quien se rinden
los ángeles de paz que te bendicen.

Naciste entre los pobres, hecho pobre,


mortal como nosotros con tu nombre,
que nada humano, nada se redime,
si tú con tu vestido no lo vistes.

Y al último escalón con pie seguro


bajaste, caminante de este mundo,
y al ver nuestro dolor reconociste
que ardía en nuestra faz tu propia efigie.

Y fuiste con poder constituido


por fuerza del Espíritu cual Hijo:
(Honor a ti, canción de serafines,
viviente Jesucristo, reina y vive! Amén.

09/10/1995 Vitoria-Gasteiz

56 Himnos para la Liturgia de las Horas


41 Y gira y gira el tiempo
Y gira y gira el tiempo
sobre la larga frente y la mirada,
mas siente el alma gemidora
que es Pascua, bella Pascua eternamente.

Qué nombre para ti,


Jesús, Jesús dulcísimo y silente,
Señor y altar de nuestro culto,
Cordero degollado, aroma suave.

El Justo, el Siervo, el Santo,


la Piedra preciosísima escogida,
oh tú, presente y venidero,
de todas las promesas el Mesías.

El cielo puro, el cielo


el Nombre sobre todo Nombre, el Nombre
y el Hijo y la Palabra ardiente,
oh Luz de nuestra Pascua, eso eres.

Oh tú, caudal y fuente,


locura terminal en su regazo,
amor y senda en las estrellas,
retorna a los hermanos, no nos dejes.

Jesús glorificado,
ceñido por el Padre en nuestras sienes,
Jesús, divino hermano nuestro,
a ti el amor y todo honor por siempre. Amén.

17/03/1996 Vitoria-Gasteiz ?
Musicalizado por Fidel Aizpurúa.

Himnos para la Liturgia de las Horas 57


42 Y dijo Dios al fin: "Que sea el Hombre"
Y dijo Dios al fin: "Que sea el Hombre",
y fue el primer Adán y fue el Segundo,
y vino el Hijo amado a nuestros brazos
nacido en nuestra tierra, Dios desnudo:
(oh santa Encarnación!

Viajó derecho, corazón adentro,


allí donde el dolor nos hace unos,
y allí clavó los palos de su tienda
y a todos nos llamó hermanos suyos:
¡oh santa Encarnación!

Quedó escondido en toda faz humana,


morando con la vida en lo profundo,
se puso a nuestros pies y entonces hizo
de cada hombre un templo para el culto:
(oh santa Encarnación!

Belén es el camino hacia el Calvario


y fue la Cruz amor de Dios y triunfo,
caminos nuestros, senda de su Hijo,
que el Padre marca con final seguro:
¡oh santa Encarnación!

¡Que sea la alabanza a aquel Consejo


que hizo al Hijo, hijo de este mundo!
Honor, divinidad y eterno amor
por Él, con Él y en Él al Trino y Uno:
¡oh santa Encarnación!
Amén.

20/12/1996 Estella

58 Himnos para la Liturgia de las Horas


43 Alzad los corazones y las voces,
1. Alzad los corazones y las voces,
dos mil años de Gracia pregonando,
y demos gloria a Dios, al Padre bueno,
y al Hijo en nuestros brazos acunado.

2. Jesús pequeño, hecho de ternura,


en vientre de mujer varón plasmado,
(oh Dios a quien se besa agradecido,
oh Dios encarnación por mis pecados!

3. Jesús, divino Niño a nuestro alcance,


Señor de mil milenios, dulce hermano,
Jesús de nuestra ruta y equipaje
Jesús Verbo encarnado, Dios humano.

4. Oh Dios enamorado, que viniste


y me abrazaste, en cruz desentrañado;
adéntranos, Jesús, en tus amores,
oh Niño excelso, tiéndenos la mano.

5. Cantad la Encarnación los siglos todos,


pasad la voz los años a los años:
(La gloria sea al Padre y al Espíritu
y al Hijo en nuestros brazos humanado! Amén.

27/11/1997 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 59


44 Es tu ternura, oh Padre
Es tu ternura, (oh Padre!,
la cuna que mece al Hijo,
y el cáliz donde lo entregas
la Virgen que ha florecido.

Tu compasión se ha humanado
batiendo el pecho de un Niño
y tu grandeza infinita
cabe en pequeño cobijo.

Jesús, oh Hijo de Dios,


de nuestro afecto mendigo,
permite que de ternura
lloremos tu escalofrío.

Tú eres la paz derramada,


tú eres celeste rocío
y suavidad que traspasa
el corazón agresivo.

En tu banquete de amor
Jesús, perenne latido,
nosotros, los agraciados
con gozo nos reunimos.

Al Padre con el Espíritu


sea el amor siempre vivo
por ti, oh Verbo encarnado,
el sí de Dios por los siglos.
Amén.

11/12/1997 Estella

60 Himnos para la Liturgia de las Horas


45 Oh Padre de Jesús,
Oh Padre de Jesús,
Abbá de intimidades,
por él, con él y en él
también tú nuestro Padre,
hogar de nuestra fe
en paz y en tempestades,
¡Abbá, oh Padre!

Del Génesis y el huerto


ternura era el mensaje,
que fuimos los humanos
creados a tu imagen,
y corre por las venas
Espíritu en la sangre,
¡Abbá, oh Padre!

Llegó el día anunciado


y el Verbo se hizo carne,
y fueron tus entrañas
morada que nos abres,
que el Padre que lo envía
está con el que nace,
¡Abbá, oh Padre!

Oh Niño de Belén,
Jesús, divino Infante,
delicia del Dios vivo,
salvífico mensaje,
por ti nos atrevemos
tomando tu lenguaje:
¡Abbá, oh Padre!

Y ya regenerados
en aguas bautismales
cantemos el misterio
de eternas Navidades:
¡A ti, oh Dios, la gloria
que toda gracia traes!
¡Abbá, oh Padre!

05/12/1998 Vitoria-Gasteiz

Himnos para la Liturgia de las Horas 61


46 Cantemos la hermosura
1. Cantemos la hermosura
del Dios en quien vivimos:
oh Dios encarnación,
de luz oh alto abismo:
cantemos la hermosura.

2. Oh bello amanecer
de tierno amor rendido,
oh fuente refrescante,
abierta a todo hijo:
cantemos la hermosura.

3. Nacía el Dios humano,


salía de sí mismo:
y, fruto de una Virgen,
él era el don divino:
cantemos la hermosura.

4. Ya toda la familia
alberga a Dios consigo,
y todos lo veremos
un día reunidos:
cantemos la hermosura.

5. Oh santa Trinidad,
hogar enternecido;
venid, humanos todos,
traed hermosos himnos:
cantemos la hermosura.

6. Espíritu glorioso,
semilla y regocijo,
de ti la gracia hermosa
ascienda por los siglos:
cantemos la hermosura.

31/08/2000 Estella-Iranzu

62 Himnos para la Liturgia de las Horas


47 Amor de divina entraña
Amor de divina entraña
que al Hijo genera dentro,
y al mirarse Dios a Dios
surge el Purísimo Beso.

Amor que rompe en amor


de Dios humilde y sediento:
amor de la Encarnación,
que del cielo llega al suelo.

Buscabas como mendigo


ser amado en nuestro pecho,
y para amarte y amarnos
un Hombre es Dios en tu seno.

Y en él nuestro amor dialoga


digno de eterno embeleso:
nos quisiste comensales
de tus delicias, Dios tierno.

Y tu gozo es verte en mí,


viendo a tu Hijo latiendo,
de mi amor necesitado,
por mí..., amando y muriendo.

(Al Hijo predestinado.


en Dios nuestro amor perfecto,
sea la vida del Padre
y el gozo del Dulce Beso! Amén.

06/12/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 63


48 Dios es luz
Dios es luz
y luz de su luz es el Verbo;
es Cristo la luz de la vida,
naciendo es estrella y sendero.

Dios es luz,
morada de todo lo bello;
venid al portal, cabalgata
de oriente y de todos los pueblos.

Dios es luz,
en él no hay pecado ni infierno;
venid a Belén, caminantes,
saciad en un Niño el deseo.

Dios es luz,
Él es mi confianza y sosiego;
vayamos, cristianos, cual reyes
con oro, con mirra e incienso.

Dios es luz
y en pajas la luz está ardiendo;
vayamos, humildes, con gozo
y un beso en los labios llevemos.

Dios es luz:
bendito en su trono del cielo,
bendito en la cuna encarnado,
bendito con júbilo eterno. Amén.

06/01/2002 Estella

64 Himnos para la Liturgia de las Horas


49 Triunfa el amor
Triunfa el amor,
porque el enamorado es Dios.
El débil corazón se agita
batido, dulce, en derredor,
mas una mano poderosa
siente bajar a esta prisión.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
arde en la cuna en Navidad.
El Dios de la ternura vive,
pequeño infante en un portal,
y Dios sonríe complacido,
al verse en pajas y en pañal.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
carne mortal y encarnación.
El Verbo oculto junto al Padre
es hombre, pálpito y sudor;
se abrazan él y yo por siempre
y un Hombre Bienamado es Dios.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
vino entregado a mi heredad.
Con palma un día lo aclamamos,
le dimos muerte sin piedad,
mal él resucitó, bendito,
en él curada mi maldad.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
canto de gracia en él, por él.
Honor y paz a Jesucristo,
con voces bellas y laurel;
y al Padre Dios con el Espíritu
ascienda, bella, nuestra fe.
Triunfa el amor.

12/12/2002 Cuautitlán Izcalli

Himnos para la Liturgia de las Horas 65


50 Alegría, Belleza, Ternura
Alegría, Belleza, Ternura,
como tres mensajeras del cielo,
van y vienen, las tres reposando
cuando canta la Iglesia en Adviento.

Bienvenida, Alegría sin mancha,


pura flor de un purísimo anhelo;
fue Jesús quien te trajo a la tierra,
anunciando a los pobres su Reino.

Oh Belleza, de Dios vestidura,


entregada por Él en su Verbo,
con Adán te perdimos pecando,
y con Cristo más bella te vemos.

De Ternura y amante Pobreza


fue el Pesebre del Rey de los cielos,
oh Ternura de amor, Dios pequeño,
que nos alzas a ti en tu descenso.

Gloria a Dios en su santa morada,


alabanza por siglos eternos,
gloria al Hijo en su trono de gracia,
que la Virgen lo lleva en su seno.

23/12/2002 Cuautitlán Izcalli

66 Himnos para la Liturgia de las Horas


51 Oh santa Epifanía del Señor
¡Oh santa Epifanía del Señor
en aguas abismales:
en ti, Jesús, la luz divina brota,
el Hijo muy amado de tu Padre!

Las aguas del diluvio tenebroso


son hoy sacramentales,
es bella y esplendente, amada toda,
la Esposa sumergida que ahora nace.

(Oh hermosa Trinidad, Teofanía,


del Hijo en nuestra carne;
oh Padre nuestro, fiesta de las luces,
oh Espíritu, pureza y fuego que arde!

La plena creación se ha estremecido


lavada en este cauce;
Jesús es la victoria del pecado,
vencido el enemigo en el combate.

Bautismo del Señor, misterio santo


de gracias a raudales,
Jesús aquí comienza generoso,
cual Hijo de su amor al mundo sale.

(Gloriosa Trinidad, inmenso gozo,


origen y remate,
por Cristo inmaculado sea gloria
y eterna luz que nuestros ojos sacie! Amén.

11/01/2003 Cuautitlán Izcalli

Himnos para la Liturgia de las Horas 67


52 Fue su cuna el amor sin principio
Fue su cuna el amor sin principio
en el seno del Padre mecido;
fue su cuna ternura divina,
Dios de Dios con humano latido.

Fue su cuna en Belén una virgen


que adoraba el misterio acogido;
fue su cuna un pesebre caliente,
con pañales de infante ceñido.

Fue su cuna una Cruz con espinas


que es la fuerza y escándalo unidos;
fue su cuna el Espíritu Santo,
bajo el signo del pan y el bautismo.

Es su cuna la Iglesia materna


que recibe la Gloria en un Niño;
es su cuna mi pecho anhelante
de su amor y palabras herido.

¡Gloria al Hijo engendrado en el Padre,


gloria al Padre que engendra a su Hijo,
gloria al Ósculo santo y fecundo,
Trinidad de los siglos por siglos! Amén.

13/12/2003 Alfaro
Con música de Fidel Aizpurúa

68 Himnos para la Liturgia de las Horas


53 Navidad de Eucaristía
1
Navidad de Eucaristía,
mi Jesús en corporales,
que recuerdan los pañales
de las manos de María.
2
Te adoramos en la cuna
del glorioso Nacimiento,
y en el santo Sacramento,
que en la Iglesia nos aúna.
3
En el seno florecido
Dios amante se hizo esposo,
y el banquete delicioso
en la Cena lo ha ofrecido.

4
En la Mesa está el Viviente,
Dios excelso y encarnado,
Pan del cielo regalado,
de inmortal vida simiente.
5
¡Oh Jesús, toda ternura
en tu cuerpo cobijada:
a esta Pascua consagrada
el hambriento se apresura!
6
¡Dios del cielo y humanado
por los ángeles servido,
por María remecido,
seas tú por siempre amado!
Amén.

07/12/2004 Juventino Rosas

Himnos para la Liturgia de las Horas 69


54 Tamalito divino,
Tamalito divino,
rebozado en pañales,
de tus ojos de cielo
la dulzura se cae.

Tamalito sabroso,
a mi boca muy suave,
yo con besos te como
y divino me sabes.

Tamalito arullado
al vaivén de mis ayes,
si tú duermes, yo duermo
en la paz de las paces.

Tamalito dormido
en el seno del Padre,
cuando yo me despierte,
he de ver tu semblante.

Tamalito, mi Dios,
corazón que en mí lates,
yo te adoro y te arrullo
y te canto cantares.

25/12/2004 Las Aguilas


Editado en el convento de Hermanas Capuchinas de Mazatlán.

70 Himnos para la Liturgia de las Horas


Himnos para la Liturgia de las Horas 71
55 Lavada está la Iglesia y perfumada
Epifanía 2005

Lavada está la Iglesia y perfumada,


lavada en el Jordán, que es el Bautismo;
y Dios la invita a Bodas - (aleluya! -,
gozad que son las nupcias de su Hijo.

Radiante está el Esposo, Luz de Luz,


nacido antes del alba y el rocío;
es bello más que el sol, cual la ternura,
que todo amor de Dios lleva transido.

¡Venid, humanos todos, adoremos,


con oro, incienso y mirra, agradecidos!:
hoy es Epifanía, Eucaristía,
pues Dios enamorado lo ha querido.

Oh Tierra hermosa, canta a tu Señor,


cantad ríos y Océano Pacífico;
hermanas criaturas, celebradlo:
que Dios es nuestro Esposo en Jesucristo.

Comed, bebed el Vino de Caná,


guardado con amor desde el principio;
es fiesta de Jesús, venid, naciones,
llegaos a la Fe, mirad al Niño.

¡Oriente y occidente a ti te alaban,


eterna Trinidad de eterno brillo!:
¡Que todo gloria vuelva al manantial,
y aquí llueva la paz y el regocijo!. Amén.
Epifanía 2005

A mis querida hermanas Capuchinas de Mazatlán,junto al Pacífico, en


Epifanía (2 de enero de 2005).

02/01/2005 Mazatlán

72 Himnos para la Liturgia de las Horas


03. Himnos de Cuaresma

1 Acecha el Tentador y se desliza


(Domingo I de Cuaresma)

Acecha el Tentador y se desliza


con la divina voz de la Escritura;
invita dulcemente el mentiroso,
obras del cielo son las que susurra.

"Si eres hijo de Dios, aquí se vea,


llámale al pan y el pan viene en tu ayuda,
dile al reino y poder, dile a la fama
que son vasallos de la fama tuya.

Tuya y mía la fuerza por mitades,


en juego de reveses y fortuna;
mas cede al fin y adora, que eres hombre
y mi dominio está en la creatura".

¡Oh Dios humano, calle toda lengua,


al verte descender desde la altura,
y bajar por amor de quien buscabas
a ser tentado por la bestia impura!

¡Oh Jesús Vencedor, que nos enseñas


el desierto, el combate con la escucha,
libres de engaño de la fiera inmunda!
nútrenos de tu boca y de tu Espíritu,

Te adoramos, postrados y amorosos,


Cristo que llevas nuestra vestidura;
junto a ti, con los ángeles unidos,
cantamos la victoria que perdura. Amén

Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 73


2 Aquel hombre que asciende a la montaña
(Domingo II de Cuaresma)

Aquel hombre que asciende a la montaña


a Dios está anhelando con sed viva;
pierde su corazón allá en la fuente
donde el dolor se pierde y pacifica,
y el donde el Padre engendra al Hijo amado
con el Amor que de su pecho espira.

Aquel hombre de rostro penetrante


sobre su sangre y éxodo medita;
una luz desde dentro se abre paso,
la hermosa faz más limpia que el sol brilla,
porque es el bello rostro de Jesús,
cuyos ojos los ángeles ansían.

Es el Hijo en la Nube del Espíritu,


el Amado nacido antes del día;
el Padre lo pronuncia con ternura,
con la voz de sus labios lo acaricia;
los testigos videntes de la Gloria
ebrios de amor lo adoran y se inclinan.

Pasó el fuego encendido en la montaña


y otra vez susurró la suave brisa;
y era él, ya no más transfigurado,
Jesús de Nazaret, el de María;
mas para aquel que vio la faz divina,
sin destellos la faz será la misma.

Jesús de la montaña y de la alianza


presente con gloriosa cercanía,
en el fuego sagrado de la fe
te adoramos, oh luz no consumida;
traspasa tu blancura incandescente
a tu esposa que en ti se glorifica. Amén

Burlada

74 Himnos para la Liturgia de las Horas


3 El hondo corazón, hondo desierto
(Domingo I de Cuaresma)

El hondo corazón, hondo desierto,


te siente transitar, Jesús amable;
has puesto tu morada allí, Señor,
donde tú mismo hallabas a tu Padre.

Asciende de tu pecho el santo ayuno,


gustando de otro pan que Dios reparte;
se escucha dentro, a solas, un coloquio
que vives en secreto invulnerable.

Prolongas tus vigilias luminosas,


mirando la Verdad de las verdades;
y el mundo está empezando en ti, Profeta,
el único que sabes el mensaje.

Los hombres, tus hermanos, te rodean,


pecadores, mas sangre de tu sangre;
por nosotros suplicas, Primogénito,
y por nosotros entras en combate.

(Porque eres Vencedor, a ti la gloria,


oh Valiente en la guerra que deshaces;
porque eres Vencedor, hoy con los ángeles,
te servimos, Humano y Adorable! Amén

Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 75


4 Llevaba roja la túnica
Llevaba roja la túnica
y sudoroso el cabello.
¿De dónde, con pies sangrantes,
avanzas tú, lagarero?
- Del monte de la batalla
y la victoria yo vengo.
Rojo fue el atardecer,
blanco surgirá el lucero.
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y de fuego.

También de rojo la vi,


rojo el vestido y el velo.
¿Por qué la Iglesia elegida
no viste su traje bello?
-De rojo mi cuerpo visto
como esposa del Cordero,
y perlas son las heridas
mientras camino gimiendo.
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y de fuego.

Por los cinco continentes


de sangre está el firmamento,
mas por la sangre preciosa,
precioso está el sufrimiento.
Oh Cristo de roja sangre
tú, el Redentor verdadero;
a ti el clamor de los hombres,
a ti la gloria del Reino.
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y de fuego.
Era el Pontífice santo,
era Jesús Nazareno.

17/01/1977 Miranda de Arga


Musicalizado por D. Cols, en Celebración cantada de la Liturgia de las Horas, fascículo 10, Editorial
Regina, Barcelona 1978. Al ponerlo en el libro de la Liturgia de las Horas para América, alguien lo ha
modificado

76 Himnos para la Liturgia de las Horas


5 Venid al huerto, perfumes
Venid al huerto, perfumes,
enjugad la blanca sábana:
en el tálamo nupcial
el rey descansa.

Muertos de negros sepulcros,


venid a la tumba santa:
la Vida espera dormida,
la Iglesia aguarda.

Llegad al jardín, creyentes,


tened en silencio el alma:
ya empiezan a ver los justos
la noche clara.

Oh dolientes de la tierra,
verted aquí vuestras lágrimas;
en la gloria de este cuerpo
serán bañadas.

Salve, cuerpo cobijado


bajo las divinas alas;
salve, casa del Espíritu,
nuestra morada. Amén.

02/02/1980 Logroño
Don Pedro Farnés me dijo, en su momento, que era el himno que más le gustaba del volumen de
Cuaresma-Pascua del libro de la Liturgia de las Horas de México y Colombia.

Himnos para la Liturgia de las Horas 77


6 No fue, Señor, la muerte tu designio
No fue, Señor, la muerte tu designio,
ni la tristeza fue tu pensamiento,
ni amasaste con lágrima el barro
aquel día del Génesis y el huerto.

Era el gozo del Padre acariciando


tierra y aire, surgidos de tus dedos,
derramando en la frente de tus hijos
el calor amoroso de tu beso.

Vestiste al hombre túnica de gloria,


desnudo y puro, en tu belleza bello,
y diste a Adán, cual hijo soberano,
oh Creador, para mandar, tu cetro.

Perdón por nuestra fuga, que nos fuimos,


huidizos de tu amor con triste miedo,
pecando en nuestro reino, malversando
la regia libertad de nuestro imperio.

No contemples, oh Padre bondadoso,


la paga de tu amor en mi desprecio,
mira al Hijo Jesús que del pecado
hizo tu plan con la verdad del Verbo.

Suba de nuestras culpas la alabanza,


de lo que fue pecado el himno nuevo,
por Jesucristo al Padre complacido
para ser en su pecho gozo eterno. Amén.

16/11/1981 Bilbao-Zaragoza

78 Himnos para la Liturgia de las Horas


7 Jesús glorioso
Jesús glorioso
en cruz clavado,
con grandes ojos
y abiertos brazos
miras al Padre
y al mundo amado,
Jesús eterno,
crucificado.

Jesús radiante,
tu cuerpo blanco
baja al abismo,
lleva a los santos;
y al cielo subes,
resucitado,
tuyos los ángeles
sirven su canto.

La Virgen santa
y el bienamado
a tu derecha
se han cobijado;
el agua y sangre
de tu costado
riegan el cuerpo
sacramentado.

La Magdalena,
la de Santiago,
el centurión
y el siervo sano
son los testigos
del gran milagro:
el universo
santificado.

Desde el madero
con rostro blando
como a Francisco
sigues hablando:
"Mira mi cuerpo
vivo y llagado,
mira mi Iglesia
que está sangrando".

Jesús viviente,
Dios humanado,
con mis estigmas
muerto y alzado,
tú de la Iglesia
el deseado,
seas por siempre
glorificado. Amén.

Himnos para la Liturgia de las Horas 79


13/02/1982 Zaragoza

80 Himnos para la Liturgia de las Horas


8 Llega el Reino de Dios en ese rostro
(Domingo II de Cuaresma)

Llega el Reino de Dios en ese rostro


que es imagen impalpable de la Esencia,
y de la ruta humana fatigosa
el remate feliz, la paz perfecta.

Viene la Parusía cuando brillas


y el más allá se alcanza en tu presencia,
que al tiempo eres origen y principio,
Dios de Dios, Luz de Luz, Alfa y Omega.

Qué bien aquí, eternamente aquí,


contigo que eres Dios y tienes tienda
que hemos de hacer nosotros para ti,
aquí para gozar tu gloria eterna!

¡Oh Luz anunciadora del secreto,


oh Viviente inmortal que te revelas,
oh deseado cuerpo de mi Dios!,
Pedro, Santiago y Juan de ti destellan.

A nadie lo digáis hasta el momento,


dejad que el Hijo como siervo muera,
y aguardad que, ya llega, ya ha estallado
la gloria que desea quien espera.

Jesús transfigurado y verdadero,


saciado de dolor y de belleza,
te bendecimos, santo, santo, santo,
y te cantamos, Dios de nuestra tierra! Amén.

06/03/1982 Burlada

Himnos para la Liturgia de las Horas 81


9 Jesús se quedó dormido
Jesús se quedó dormido,
suave la muerte en sus labios;
la cabeza coronada
rendida sobre el costado,
y abierto el río fecundo
del corazón traspasado.

Dormido en la paz del Padre,


de sus fuerzas despojado;
dormido por aquel cáliz,
droga de amor que ha apurado;
dormido para su Esposa
nacida de su costado.

Y en la madrugada pura
quien dormía ha despertado.
Fresco de vida infinita
y muerto para el pecado.
Adán empieza a vivir
en cuerpo resucitado.

Lo siente la Iglesia y lo ama,


oye su voz y los pasos;
siente su aliento divino
en el aire perfumado,
y en un abrazo lo tiene
la Esposa al Esposo amado,

¡Salve, Jesús vencedor,


Santo de Dios todo Santo,
gloria y lumbre, mundo y cielo,
misterio manifestado,
Hombre bueno de los hombres,
Dios del hombre enamorado! Amén.

23/03/1982 La Molle

10 En medio del camino de la vida


(Miércoles de Ceniza)

En medio del camino de la vida


la mano del Señor tocó mi frente:
(Mortal hijo de Adán, detente y entra,
conmigo al corazón sin miedo vente!

Bajé hasta el alma, cueva y paraíso,


tomado de su mano suavemente,
y vi la historia entera en mí bullendo:
al Padre, al Hijo, al Fuego incandescente.

Oh alma buscadora, ve al desierto,


montaña del Señor, dintel celeste,

82 Himnos para la Liturgia de las Horas


y ensancha las ventanas a la vida,
amante del amor y de la muerte.

Bañado en la verdad y en dulce llanto,


conócete a ti mismo al conocerle,
oh Hombre, y escucha en tu gemido
un son de paz que desde el cielo viene.

La paz y la justicia -Cristo muerto-


se abrazan en el alma estrechamente;
rebrota el mundo, firme y vigoroso,
y en mí la Vida vence, oh Tú, perenne.

(Oh Cristo soberano, Dios perdón,


en cruz ensangrentado, Dios clemente,
te damos gracias, luz que nos revelas
el ser en su verdad con lo que eres! Amén.

26/02/1984 Burlada

11 Arrebatado el Esposo
Arrebatado el esposo,
es hora de nuestro ayuno;
saber quién eres, Jesús,
y no verte,
es el ayuno más duro.

Ayuno de nuestra espera


por ti, que reinas oculto;
mas pronto se ha de cambiar,
con tu día,
la pena en presencia y gusto.

Ayuno de ojos despiertos,


orando en claro y oscuro;
de noche junto a tu faz,
oh hermosura,
sácianos con dulce fruto.

Ayuno de cuerpo sobrio


contra el pecado corrupto;
el llanto del padre Adán,
por tus ojos,
lava al pecador desnudo.

Ayuno y pan compartido


con pobre de rostro enjuto;
es esta tu voluntad:
que tus bienes
los partamos todos juntos.

Señor un tiempo afligido


por el rescate del mundo,
hoy te alabamos a ti,

Himnos para la Liturgia de las Horas 83


porque gozas,
cumplido tu santo ayuno. Amén.

09/03/1984 Burlada

12 Jesús, ¿por qué tentado tú, de dónde..?


(Domingo I de Cuaresma)

Jesús, ¿por qué tentado tú, de dónde,


por qué probado en todo, si no es tuya
la masa pecadora de mi carne,
si el alma tuya es luz, si es toda pura?

¿Por qué mezclas tu sangre con la mía,


y sufres, sudas como el pobre suda,
y temes como teme quien ignora,
y aceptas el vivir en noche oscura?

¿Por qué entras en combate cual si fueras


deudor por tus raíces o tu culpa,
y un algo en ti tuviera de conquista
aquel que al mundo agarra con sus uñas?

¿Por qué...? Decid, palabras bien pensadas,


decid buenas razones que nos cumplan;
mostrad inteligible esa frontera,
dad cuenta, si podéis, de esa locura.

La lengua calla y el pecho silencioso


piadosamente adora y ama y rumia,
y sabe en rendimiento que no tiene,
ajeno al loco amor, razón ninguna.

¡Oh Cristo, Bienamado, Rey glorioso,


por qué desde tu faz tanta ternura...!
¡A ti la gloria, el premio, la alegría
y toda gratitud de criatura! Amén

11/03/1984 Burlada

84 Himnos para la Liturgia de las Horas


13 Oh Cristo majestad, Rey de la gloria
(Sobre Mt 25,31-46)

Oh Cristo majestad, Rey de la gloria,


ceñido en dignidad de Hijo del Hombre,
te sientas en tu trono con los ángeles
y juntas para el juicio a las naciones.

Disciernes y separas. Nadie puede


entrar como rival contra tus órdenes;
es ley de la verdad lo que sentencias,
justicia y santidad lo que dispones.

De rabia se estremecen los malvados,


malditos, maldiciendo hasta su nombre;
creados para amar, jamás amaron,
cerrando sus entrañas a los pobres.

Se yerguen los humildes, tus hermanos,


radiantes por tu rostro, vencedores;
ahí los compasivos, los que amaron,
amándote en las penas de los hombres.

Te sientas tú, Jesús, reinas y juzgas,


irradias de tu faz justicia al orbe;
ayer, ahora y siempre tú prometes
victoria al corazón misericorde.

¡Señor Jesús, el Hijo y Heredero,


honor inmenso a ti, lleno de dones!,
¡honor al Padre amado que ha querido
que todos a ti, Juez, como a El honren! Amén.

12/03/1984 Sangüesa

Himnos para la Liturgia de las Horas 85


14 Murió el Señor bajando suavemente
Murió el Señor bajando suavemente
la frente coronada sobre el pecho;
sus ojos se cerraron con la imagen
de Madre y de discípulo hasta el cielo.

Aquel que en el patíbulo reinaba,


amando vencedor contra el infierno,
el rey de los judíos, Jesucristo,
es Rey eternamente, en cruz y muerto.

No muere quien traspasa la frontera


sellado en el amor, de amor muriendo;
la vida del amor, vida de Dios,
no muere mientras Dios siga existiendo.

Murió el Señor. De lo hondo del costado


las fuentes de la vida se rompieron,
y el chorro de agua viva en el Espíritu
la vida del amor sigue infundiendo.

Murió el Señor. Quedó su cuerpo santo


expuesto sobre el ara para verlo;
y al ser Cordero víctima de Pascua,
no fue roto ninguno de sus huesos.

¡Oh Cristo como rey crucificado,


alzado nos convocas a tu reino;
a ti suba el honor, ayer doliente
y ahora en paz y en gozo sempiterno! Amén.

17/03/1984 Pamplona-San Antonio

86 Himnos para la Liturgia de las Horas


15 Agua del pozo quisiera
(Domingo III de Cuaresma)

Agua del pozo quisiera,


que tengo en el alma sed;
si quieres, tú pues darme...,
dame, mujer, de beber.
Honda está el agua, tan honda
que apenas se puede ver;
del agua fresca que mana,
dame, mujer, de beber.

II

Tus ojos son como un pozo,


en ellos yo naufragué;
eres Profeta, conoces
la vida de esta mujer.
De tus labios agua viva
he venido a recoger;
so soy la Samaritana,
yo te pido de beber.

III

Yo soy la Iglesia sedienta;


vengo, cansados los pies,
y el corazón abrasado,
porque me quema la fe.
Tengo sed. Dame tu rostro,
que vea a Dios tal cual es;
dame el don que eres tú mismo,
tu amor y tu padecer.

IV

Te adoramos, Verbo fuente,


que buscas saciar tu sed;
eres corriente que viene
desde el jardín del Edén.
eres corriente que vuelve
al Padre que da el nacer;
¡seas bendito por siempre,
oh Fuente de todo bien! Amén.

25/03/1984 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 87


16 Del seno de su madre, ciego oscuro
(Domingo IV de Cuaresma)

Del seno de su madre, ciego oscuro,


era el hombre mandado a la piscina;
en él no era la luz, era la noche,
la nada, la infinita lejanía.

Jamás humano a humano abrió los ojos,


que la luz es de Aquel que en luz habita;
confiesa: ¿quién lo ha hecho?,
¿quién te puso la mano milagrosa en las pupilas?

Aquel de nombre santo, que es Jesús,


con la tierra ha mezclado su saliva;
su aliento y corazón, su amor divino
se han hecho con el polvo medicina.

Aquel Jesús untó mis ojos muertos


y ordenó luego: Báñate y confía;
sentí divinidad en la palabra,
y fui, y en Siloé me vi con vida.

Y entonces fue el vidente excomulgado


por los ciegos, diciendo que veían.
despierta al sacramento, tú que duermes
y Cristo Luz será tu nueva vida.

Postrados con el ciego iluminado


a ti te confesamos, Dios Mesías;
viniste para un juicio: ¡Cristo, juzga
y guárdanos contigo en tu gran Día! Amén

01/04/1984 Burlada

88 Himnos para la Liturgia de las Horas


17 VIA CRUCIS
I. JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

A muerte condenado el Inocente,


con blanca mano escrita la sentencia;
Jesús miraba triste y dolorido,
las lágrimas bajaban a la tierra.

Levanta el rostro, tú, fuerte nazareno,


y haz burla a la muerte, tú, Profeta,
que más que todos puedes tú, Mesías,
y nadie ha de manchar tu frente esbelta.

Mas él miraba triste y humillado,


en pura humanidad era su pena,
sin nada de consuelo en su semblante,
porque era a muerte, a muerte, su sentencia.

A muerte sin remedio, ahora mismo,


clavado por la ley y la Promesa;
Jesús miraba triste y aceptaba
y a muerte se entregaba en obediencia.

A muerte en cruz, a aquel suplicio horrible,


la muerte de las muertes, la más negra;
Jesús miraba triste, me miraba,
y amándome bajaba la cabeza.

¡Oh Cristo, que eres vida luminosa,


y eterno gozo y nunca más tristeza,
las gracias todas, todas para siempre,
a ti, oh amor en carne verdadera: Amén.

II. JESÚS TOMA LA CRUZ

Tomó Jesús la cruz cual don nupcial


que el Padre en este día le presenta;
y eternamente ya sellado Esposo,
será esposo de sangre de su Iglesia.

¡Oh cruz de amor, la carga del pecado,


el peso de la historia entera y nuestra...!.
los crímenes de Adán y de sus hijos
a hombros de Jesús deshechos quedan.

Tomó Jesús la cruz de su Pasión


lo mismo que Isaac tomó la leña;
camina hacia el suplicio, Dios le guía,
en él puso su amor, que Dios provea.

El cáliz que mi Padre me ha ofrecido


¿no habré yo de beberlo en esta mesa? ;
es copa de amargura, mas es suya,
será copa de amor si Dios la entrega.

Himnos para la Liturgia de las Horas 89


Tomó Jesús la cruz, él el primero,
y dijo entonces vuelto a la asamblea:
Seguid en pos de mí, pisad mis pasos,
Que ya el amor trazó segura senda.

Jesús crucificado, señor mío,


alzado para verte en cielo y tierra,
la Nube luminosa de la Gloria
contigo cara a cara nos envuelva: Amén.

III. JESÚS CAE A TIERRA BAJO LA CRUZ

La cruz pesa lo mismo que el pecado


y Dios cae de amor bajo su peso;
la cruz era mi historia, yo declaro,
y Dios cae vencido por mi cuerpo.

Jesús cae a la tierra ¡te adoramos! -


su santo rostro toca nuestro suelo;
los labios que besaron nuestros pies
al polvo que pisamos dan un beso.

Mas tanto de humildad y tierra sabe


quien tuvo en un portal. su nacimiento,
que ahora Dios caldo, Dios por tierra,
está donde eligió tener su puesto.

Oh Cristo, Creador de cielo y tierra,


no olvides los prodigios de tus dedos;
si es polvo el corazón y el hombre barro,
de barro son también tus ojos bellos.

Oh Cristo, oh hermosura que no acaba,


que donde tocas creas lo perfecto:
tocaste nuestra tierra y nuestro polvo:
convierta en paz y gloria nuestros yerros.

Bendito tú, Jesús, mi Dios caído,


el Dios de mi verdad y mis consuelos,
bendito tú, belleza que nos sacia,
bendito tú, perenne, vivo, eterno Amén.

IV. JESÚS SE ENCUENTRA CON SU


MADRE

A la hora del suplicio se encontraron


el Hijo con la Madre, santo encuentro:
el Hijo, con la cruz y la corona,
la Madre, con la espada hundida al pecho.

El sí de la Mujer que dio la vida


con él presente estuvo en el comienzo,
y quiso Dios que juntos estuvieran
a la hora del dolor y del silencio.

La Madre de vivientes es regazo,

90 Himnos para la Liturgia de las Horas


mas sólo Cristo es Vida y Luz y verbo;
se encuentran Madre e Hijo, Dios los guía,
se funden en un solo sufrimiento.

Oh santa Iglesia, efigie de María,


Iglesias que respiras en mi cuerpo,
acércate al encuentro del Doliente,
si quieres con María el fruto pleno.

Misterio del eterno femenino,


amor, fecundidad, secreto cielo:
del huerto del Edén hasta el retorno
la Amada, la Mujer, está latiendo.

Oh Cristo, germen único del. padre,


y fruto de María, casto seno,
la Iglesia te bendice por tu muerte
y con la Virgen canta su deseo. Amén.

V: JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO

Echaron mano de uno que pasaba,


un tal Símón, bendito su recuerdo,
y, ajeno a aquel gran don que se le hacia,
cargáronle la cruz detrás del reo.

Hermano de los hombres, fiel amigo,


que aceptas mí flaqueza y mi deseo,
es mucho lo que pido: yo quisiera
llegarme a ti cual otro Cirineo.

Acaso necesite que alguien fuerce


la débil, voluntad con que me veo,
que, alguno, como a Pedro, me conduzca
al puesto de la cruz que yo no quiero.

Hermano de dolor, iremos juntos,


mas tú delante, en todo tú el primero,
contigo se hace dulce la amargura
y aquello que me pidas quiero y puedo.

Jesús, que han indicado tu presencia,


oculta hasta tu vuelta en los pequeños,
si yo busco ayudarte, estar contigo,
¡qué cerca de mi mano a ti te tengo.!

Oh Cristo, Dios sufriente y encarnado,


que fuiste sabedor del hombre enfermo,
tu cruz ya es dicha. gloria que compartes:
oh gozo que nos da sólo el saberlo. Amén.

VI. JESÚS ES ENJUGADO POR LA VERONICA

Eterna luz, icono de tu Padre,


Señor Jesús, dulcísima mirada,
En fuego del Espíritu divino

Himnos para la Liturgia de las Horas 91


Tus ojos profundísimos se bañan.

Tu frente suda sangre hasta la tierra,


los necios te dan de bofetadas
atenta contra ti mi fea culpa,
poniéndote tristeza en esa cara.

Mas tú eres bello, puro, esplendoroso


y viene tu hermosura desde el alma
¿qué lodo ha de manchar esos tus ojos,
intactos de pecado antes del alba?

Tus labios, suaves labios que dijeron


Parábolas, palabras nunca habladas,
Serán hermosos siempre, eterno Hombre,
y en cruz pronunciarán perdón y gracia.

Se acerca una creyente con un lienzo,


enjuga tu sudor, te palpa y ama,
y tú le dejas vivo, estremecido,
tu rostro, recogido entre sus palmas.

Jesús, visión de paz, cielo presente


Mirándote, ya entramos en la patria;
ti te bendecimos, te cantamos:
Señor Jesús, maránatha, maránatha.
Amén

VII: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

Es tan penoso el peso del madero,


tan frágiles los hombros que lo llevan,
que el hombre, quebradizo y humillado,
se postra y otra vez vuelve a la tierra.

El hombre entonces toca su vacío,


la roca y la verdad que le sustenta,
y aprende hundido y quieto en el despojo
que sólo Dios, tan sólo Dios, es fuerza.

Jesús que hasta el origen descendiste


y sabes de ti mismo tu flaqueza,
enséñanos el fondo, nuestro abismo,
allá donde la nada nos asedia.

La kénosis fue forma de tu vida


y el todo la medida de tu entrega;
Jesús, Dios nuestro, escucha mi gemido
y míralo cual don de mi pobreza.

Jesús bajo la cruz varón perfecto,


probado en el crisol de toda pena,
el todo y el vacío yo te ofrezco
y quiero caminar tras de tus huellas.

Jesús, alzado en brazos de tu Padre,

92 Himnos para la Liturgia de las Horas


a ti los ojos nuestros hoy se elevan;
Jesús alzado, punto terminal,
¡la gloria a ti, la luz y la belleza! Amén.

VIII. JESÚS CONSUELA A LAS


PIADOSAS MUJERES

Le lloran las mujeres como a un hijo


oh gran honor poder así llorarle:
le miran con piedad, mas de la muerte
no pueden esas madres arrancarle.

Aquel que tenga entrañas compasivas


que gima por el crimen execrable;
llorad, que no se extinga lo más bello,
que nunca el corazón del hombre falte.

Aquí lleguen las vírgenes, contemplen


y lloren al Esposo más amable,
la mano junto al pecho, al fiel latido,
el velo de dolor sobre el semblante.

Oh hijas de Sí6n, dulce consuelo


le dais al pobre reo por la calle;
mas no lloréis por mí, tan desvalido,
llorad mirando el Día que Dios trae.

Felices los que lloran como él quiere,


y en él, por él, esperan su rescate;
lo oscuro ha de pasar, y tras la pena
la noche se ha de hacer aurora suave.

Pasaron ya las lágrimas y el duelo


y reinas, oh Jesús, junto a tu Padre:
honor a ti, fanal de nuestra dicha,
y eterno fin de todos nuestros males: Amén.

IX. JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

A la última morada ha descendido


allá donde no cabe más descenso;
cargado con el mundo el Hijo cae
y ocupa el puesto último de siervo.

Debajo de su sitio ya no hay otro,


Jesús es nuestra historia es el postrero;
primero en el honor que el Padre le hace,
el último por libre amor y empeño.

Y quietos nos quedamos en un trance


atónitos con este pensamiento:
en dónde está la máxima grandeza,
en dónde de verdad está el primero.

Y cómo se conjuntan o distantes


y se hace la fusión de tierra y cielo

Himnos para la Liturgia de las Horas 93


la inmensa majestad que nos cre6
desnuda en la humildad del más pequeño.

A título de gloria tú eres Hombre,


el mínimo por ser del todo excelso;
oh grande Redentor, rey de verdades,
el hombre entero nace en tu desprecio.

Oh Cristo, que bajaste a lo profundo


y luego recibiste el sumo premio,
a ti la gloria, altísimo Señor,
y el gozo de tu Iglesia en canto bello: Amén.

X. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS


VESTIDOS

Sin nada suyo, pobre de los pobres,


en cruz ha de morir Jesús desnudo;
mirándonos, los brazos extendidos,
cual don universal, desnudo y puro.

Adán recordará su ser primero,


exento de maldad, libre del yugo,
cuando era Dios su prístina inocencia
y estaba en paz consigo y con el mundo.

Salí del Padre, y vine entre vosotros,


os di todo y a todos, uno a uno;
al tiempo de partir, mirad al árbol,
tocad, comed, saciaos de su fruto.

Aquella hermosa túnica inconsútil


no fue rota por manos de ninguno;
Jesús la dio a su Iglesia como dote,
regalo de unidad, querer augusto.

Oh, cúbrenos, Señor, con esa túnica


y guárdanos en ella a todos juntos;
al lado y al cobijo de tu cuerpo
estréchanos a quienes llamas tuyos.

¡Oh Cristo que te muestras a tu Esposa,


radiante en las alturas e incorrupto,
ascienda hasta tu cuerpo nuestro obsequio,
el canto y el amor de nuestro culto! Amén.

XI. JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Las manos y los pies con fuertes clavos


fijados han quedado en el madero;
clavado está el Señor: miradlo en alto,
la sangre de la muerte riega el cuerpo.

El rey de cuanto existe en cruz clavado,


el siempre y todo libre en cruz sujeto;
clavado por las manos que él creara,

94 Himnos para la Liturgia de las Horas


clavado mi Señor con clavos fieros.

Sellado está el amor, en cruz sellado,


y nadie ha de romper el santo sello;
el mundo pasará, pero él no pasa,
su amor se clava en mí con toque eterno.

Oh manos de Jesús, bellas heridas,


oh pies sangrantes, pies de mensajero,
del cauce de esa fuente luminosa
la gracia se derrama al mundo entero.

Gallardo está el señor así vestido,


con púrpura real. de Esposo bello,
con perlas en las manos y en la frente,
pisando en el 1agar del sufrimiento.

Oh Cristo, vencedor de todo mal,


de penas coronado y de consuelo,
feliz por siempre tú, crucificado,
y dueño de la vida hoy en tu reino. Amén.

XII. JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Jesús, Hijo de Dios, se acaba y muere:


Amén, oh Verbo, fuerza de los cielos:
¡Amén, perdón de nuestra ciega historia!
¡Amén, mi corazón quede en silencio!

Vinieron las tinieblas sobre el orbe,


divino juicio en carne de este Siervo;
mas no venció el Maligno en la tiniebla,
que Cristo luz venció con su destello.

El velo se rasgó, viejo y caduco,


y Dios nos entregaba su secreto,
que Cristo es la Palabra terminal
y toda fue en el tránsito del Verbo.

Oh muerte de Jesús, muerte del Hijo'


Oh vida en que vivimos y creemos:
Oh roca del Calvario, altar del mundo:
Oh río del Edén, de Cristo muerto:

Jesús murió, ya nunca morirá,


ya nunca más la muerte tendrá imperio;
el hombre en esta sangre se consagra
y se hacen nuevos tierra y universo.

Señor mío y Dios mío, Jesucristo,


decir lo que mereces no podemos:
¡oh Cristo, ten piedad al escucharnos,
tu gloria sea nuestro cielo eterno! Amén.

XIII. JESÚS ES PUESTO EN BRAZOS DE SU MADRE

Himnos para la Liturgia de las Horas 95


José de Arimatea y Nicodemo
tomaron aquel cuerpo sacrosanto;
con fe y amor, con intima ternura,
María lo recoge en su regazo.

Que quede en el silencio de los siglos


aquello que en María está pasando;
destino de mujer ha sido el suyo:
amar hasta morir y no contarlo.

La grávida creyente nazarena


padece los dolores de este parto:
oh Madre de Jesús y de la Iglesia,
a costa de la cruz que fabricamos:

Adora aquella carne, que es la suya,


el cuerpo santo, el Hijo entre sus brazos;
lo besa, de dolor estremecida,
lo riega dulcemente con su llanto.

Oh Madre de la fe, Virgen María,


océano de amor atribulado
acógenos, indícanos la senda,
y llévanos a Cristo de tu mano.

Jesús, vencido y vivo eternamente,


invicto ya, gloriosamente alzado,
tu diestra salvadora bendecimos,
revélate en la Iglesia y haznos salvos.'Amén.

XIV. JESÚS DESCIENDE A LA TUMBA

Bajó a la tumba, muerto por nosotros,


bajó desde la tumba hasta el abismo,
y fue a anunciar la paz a los espíritus
y a dar la libertad a los cautivos.

La luz fulgura, irrumpe en las tinieblas


y brilla en la prisión cuando entra Cristo;
a coro exultan, gritan los que esperan,
mirando al Gran Pastor de su destino.

La cruz gloriosa reina en lo profundo,


en manos de Jesús que reina vivo;
y junto a él, primicia de los muertos,
con gloria emprenden ellos su camino.

La tumba mientras tanto calla muda


y aguarda en paz al ángel matutino;
la tierra se ha cubierto de sosiego
y a Alguien se presagia en lo más íntimo.

Iglesia del silencio y de la espera,


no quieras hoy hacer verdad y juicio,
retrata en tu semblante su presencia,
que Cristo victorioso está contigo.

96 Himnos para la Liturgia de las Horas


01/04/1984 ¡Oh Cristo, consumado en la Pasión, Jerusalén
eternamente amado como Hijo,
a ti, principio y fin de] universo,
te alaban con amor tus elegidos! Amén

Compuesto en Jerusalén - Convento franciscano de La Flagelación, en la


Via Dolorosa - 1984

Himnos para la Liturgia de las Horas 97


18. Bendita aquella aldea de Efraím
Domingo anterior a Ramos

Bendita aquella aldea de Efraím


que dio refugio a Cristo perseguido;
llamada ahora "La Buena", en ti florezca
la viva fe que siempre ha florecido.

El fin se ha decretado: que unomuera


y no perezcan todos los judíos;
Caifás lo dijo, Sumo sacerdote,
y así ah de ser, pues Dios así lo dijo.

Le acosan cual jauría de mastines


y tiene que escapar del enemigo;
la gente compasiva de la aldea
a Cristo en su indigencia ofrece asilo.

Será suyo eldesierto, si lo quiere,


las cuevas de los santos y bandidos,
en acsa de los pobres tendrá mesa
y a salvo quedará con sus discípulos.

Así Jesús se esconde hasta su hora,


cobarde no, mas cauto y prevenido,
queluego irá al encuentro de la muerte,
bajando en betfagé por entre olivos.

¡Oh Cristo, cuyo alcázar fue tu Padre,


y en él vivías, quieto y escondido,
desvélanos tu faz, tu fuerte brazo
y triunfe tu poder y amor salvífico! Amén.

23/03/1985 Jerusalén

98 Himnos para la Liturgia de las Horas


19. En Betfagé nos unimos
Domingo de Ramos

En Betfagé nos unimos


En Betfagé nos unimos
para seguirle en su marcha;
subamos por la pendiente,
nos dan los olivos ramas;
con ellas demos victoria,
y nunca a esos ojos lágrimas.

Del monte de los Olivos


se acerca a la Villa Santa;
ya baja por el Cedrón
y sube hacia la muralla,
abríos, puertas de oriente,
al Rey Mesías que avanza.

¿Qué le daremos al rey


que viene a darnos su gracia?
¡Oh Cristo, cuando tú veas
moverse las verdes palmas,
recibe los corazones
que a ti cual Rey se consagran!

Feliz la Iglesia te acoge,


te aclama en pura alabanza;
¡oh Redentor compasivo,
que vas a una muerte ingrata,
de amor será tu corona,
que amor con amor se paga!

¡Oh Cristo que nos visitas,


divina luz que nos baña,
por tu sangrienta victoria
y por tu fúlgida Pascua
a ti la gloria perenne
que el Padre te da en la Patria! Amén.

01/04/1985 Jerusalén

20 El fuego tú querías: ya lo tienes


Himno para la liturgia de la Pasión

El fuego tú querías: ya lo tienes,


ya es brasa incandescente el blanco cuerpo;
la roca del Calvario es un volcán
y el mundo de esa entraña nace nuevo.

Muriendo en una Cruz, al fuego vivo,


apagas, Cristo, el fuego del infierno;
tu sangre es río, ciegas los abismos,
que más puede tu amor, oh Nazareno.
Himnos para la Liturgia de las Horas 99
Derrama tu ternura abrasadora,
enséñanos tu pecho, horno de fuego,
y métenos ahí, en donde el Padre
nos dio su corazón en ti deshecho.

Acógenos, oh Cristo clementísimo,


igual que al buen ladrón junto a tu pecho,
inclínanos tu rostro y pon tus ojos,
a la hora de morir, junto a los nuestros.

Oh, gracias, gracias, gracias sin medida,


de amor enloquecido, de amor muerto,
que más no pudo ser, que Dios no pudo
amarme más que a muerte de tal precio.

¡A ti suba la gloria en llamarada,


a ti el amor, a ti el ardiente beso,
a ti, Señor, la paz, la gratitud,
a ti, Jesús, mi Dios, oh gozo eterno! Amén.

01/05/1985 Jerusalén

100 Himnos para la Liturgia de las Horas


21 Oh fuente de mi huerto
Himno al costado de Cristo

Oh fuente de mi huerto
oh pozo de agua viva,
oh fresca y dulce vena
del Líbano venida,
Costado de mi Esposo
que mana por la herida,
oh fuente que yo quiero,
oh fuego de mi vida.

Los labios para el beso:


tu carne sin mancilla
y dentro de tu pecho
tu corazón palpita.
Llegar hasta tu sangre
mi sangre te lo grita;
mis labios ya me duelen
de sed enrojecida.

La sed de tu Costado,
el que una lanza hendía,
oh brecha que al desnudo
tu amor nos descubría;
beber, beberte ansío,
fluyente amor que limpia,
oh copa de la muerte,
oh sorbo de delicias.

Jesús, mi paz, mi sueño,


humanidad cumplida,
camino de la patria,
la senda más sencilla,
en ti, divino Esposo,
el corazón anida,
a ti la Luz, a ti,
los labios y mejillas. Amén.

Jerusalén, noche del 28 de mayo de 1985.

28/05/1985 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 101


22 Clavados se han quedado nuestros ojos
Himno para mirar a la Santa Cruz

Clavados se han quedado nuestros ojos


al cuerpo que en la Cruz está clavado;
tranquilo el corazón en su deseo,
mirando con amor, feliz mirando.

La Cruz lo ha dicho todo y nada queda


que Dios pueda decir más hondo y santo;
no tiene más palabra que ofrecernos,
no tiene más amor que regalarnos.

La Vida pura es carne magullada,


es muerte en ese rostro, en esos brazos;
la Vida se halla expuesta en el patículo
y ahí está la muerte que aguardamos.

Los ojos se han quedado llenos, quietos,


prendidos en su cuerpo y fascinados;
oh centro y espiral del universo,
oh Dios inmenso, Dios en tal tamaño.

Oh cuerpo del encuentro, Dios dulcísimo,


la gracia desbordada en el pecado;
oh cuerpo de tocar y de comerlo,
a pecho abierto dios al hombre dado.

Jesús de Nazaret, Hijo del Padre


y lleno del Espíritu Paráclito,
a ti, testigo, amor, verdad, camino,
a ti, crucificado, te adoramos! Amén.

08/07/1985 Pamplona-San Antonio

102 Himnos para la Liturgia de las Horas


23 Bendita cruz clavada en una roca
Sexta

Bendita cruz clavada en una roca,


el eje de los cielos y la tierra;
con esos fieros clavos se ha sellado
el pacto del perdón, la paz eterna.

Encarnación de Dios hasta el Calvario,


fraternidad del Hijo hasta mis venas;
¿quién puede comprender lo que es divino
y ocurre como crimen de mi cuenta?

¡Oh Cristo del abrazo sacrosanto,


que todo reconcilias, todo alegras,
con ese amor donado te alabamos:
cual don que tú nos diste el don acepta! Amén.

27/09/1985 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 103


24 Con fe sincera y alma dolorida
(Nona de Cuaresma)

Con fe sincera y alma dolorida


a Cristo en Cruz alzamos la mirada;
¿a quién vemos morir a la hora nona?.
¿qué juicio en las tinieblas se desata?

Pecamos, oh Señor, lo confesamos,


mirándote nos sobran las palabras;
¡piedad, Señor, por ti, misericordia!,
¡perdónanos, Jesús, por tus entrañas!

¡Eterna gratitud, Crucificado,


amor hecho pedazos sobre el ara,
eterna gratitud, oh Compasivo,
oh Puerta que a los cielos das entrada! Amén.

Tercia

Con Cristo fui clavado en el madero,


y ya no vivo yo, quien vive es Cristo;
con él perdí la vida para hallarla,
con él morí naciendo en el bautismo.

Por esa Cruz gloriosa somos suyos,


con túnica de sangre nos vestimos;
por él tenemos nombre y esperanza,
por él, con él, en él por siempre ungidos.

¡Oh Cristo, que tendiste a los hermanos


la mano que salvaba del abismo,
por mil eternidades en tu gozo
las gracias que mereces te decimos.! Amén

27/09/1985 Jerusalén

104 Himnos para la Liturgia de las Horas


25 Un grito inextinguible a la hora nona
Himno de Pasión

Un grito inextinguible a la hora nona


selló el final del mundo y el comienzo,
el grito de Jesús, que está expirando,
el grito creador, rumor eterno.

El Padre lo ha escuchado, que es del Hijo,


el hondo corazón del Padre ha abierto;
y el Osculo de Dios, el Santo Espíritu,
estalla a fuego cuando grita el Verbo.

Un grito estremecido del muriente,


que deja estremecido el universo;
balido del Cordero silencioso,
rugido del León en el madero.

Abiertos se han quedado de aquel grito


los labios de Jesús, ahora yertos;
no dicen la Palabra, la prolongan,
diciéndonos su amor con grande beso.

¡Oh grito de Jesús, oh voz divina,


que sale de su pecho y nuestro aliento,
oh canto solidario de victoria,
con ese grito entramos en el cielo!

¡Jesús Palabra, silbo del rebaño,


que vas delante y abres el sendero,
unidos a tu grito te alabamos,
oh Cristo en quien florecen nuestros huesos! Amén.

02/03/1986 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 105


26 Ya alzaba su cuchillo contra el hijo
Pasión del Señor

Ya alzaba su cuchillo contra el hijo


el padre sin piedad que así mataba;
matando por amor, pero matando,
su propio corazón asesinaba.

Blandía sangre y fuego con el hierro


y a punto de matar la mano estaba.
¡Detén ese tu brazo y no lo mates,
que al hijo yo perdono y a tu alma!

Bajó Abraham la mano agradecido,


soltó a Isaac, la víctima en el ara,
y en vez de un hijo puso allí un carnero,
y aquel día otra sangre se inmolaba.

Mas Dios no perdonó al Hijo amado


el día que en la Cruz yo lo clavaba;
y no se perdonó, que aquellos clavos
yo mismo en sus entrañas los hincaba.

Rompió el amor su sello y sus secretos,


y dijo Dios: Que no haya más palabras.
Callaron cielo y tierra y Dios calló,
y entonces el amor muriendo hablaba.

Oh Dios amor, demencia de ti mismo,


oh Dios y Padre nuestro que nos amas,
que callen nuestros labios y que sea
el Hijo amante única palabra! Amén.

04/11/1986 Jerusalén

106 Himnos para la Liturgia de las Horas


27 En torno de la Cruz la Santa Iglesia
In morte Domini

En torno de la Cruz la Santa Iglesia


contempla a su Señor iluminado;
Jesús (qué amable gloria en lo escondido,
qué bello es el amor que está triunfando!

Venciste al Enemigo en la Agonía


y avanzas hacia el Padre serenado;
te sigue el Cireneo y las mujeres,
te sigue el buen ladrón a tu reinado.

El pueblo te contempla silencioso,


te mira quieto y siente tu milagro,
y torna la ciudad arrepentido,
llorando el gran error y ya salvado.

Tu muerte es oración, perdón y paz,


tu muerte es Ascensión de Pascua y tránsito,
y al Padre dices la última palabra,
te entregas como Hijo en su regazo.

Divina muerte, ofrenda de la tarde,


misterio del Cordero inmaculado,
¡oh Rey glorioso, muerto por nosotros,
descúbrenos tu muerte, que te amamos!

¡Jesús, te confesamos en la Cruz,


postrados te besamos y adoramos,
y al padre y al Espíritu contigo
y en ti amor y gracias tributamos! Amén.

06/11/1986 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 107


28 Con gritos en sus venas doloridas
Con gritos en sus venas doloridas,
con lágrimas ardientes en su cara,
en honda soledad y dura noche,
Jesús se arroja a orar y el Padre calla.

Retira, por piedad, oh Padre mío,


retira de mi faz la copa amarga,
apártame las heces del pecado,
no obligues a ese trago a mi garganta.

Mas hágase, Señor, tu voluntad


a costa de la sangre que me baña;
que muera sin morir, en agonía,
sufriendo como Dios en alma humana.

Cual Dios sufría, siervo miserable,


oliva en el trujal que era estrujada,
y cual Señor potente y compasivo
curaba la violencia de la espada.

Oh Cristo, di quién eres en el huerto,


arcilla de la arcilla, frágil masa,
y grande vencedor cuando te entregas,
oh Dios de amor, al beso y a las armas.

03/06/1987 Zaragoza

108 Himnos para la Liturgia de las Horas


29 El trance de Hijo y Padre fue la muerte
El trance de Hijo y Padre fue la muerte,
secreto trinitario, don purísimo;
el Hijo se donaba en el Espíritu
y el Padre recibía el ser del Hijo.

La muerte era liturgia coronada,


adoración el último suspiro,
y estrecha comunión que en Dios subsiste
del Verbo con el Padre sin principio.

Cercaban los insultos, negra mancha,


queriéndole tragar hasta el abismo,
mas él moría en paz, cual soberano,
incólume, impoluto, blanco lirio.

Moría como rey de majestad


en trono de inocencia el cuerpo erguido,
con títulos de gloria en su cabeza,
el Cristo del Señor, el Elegido.

¡Oh Padre de mi vida, dulce Padre,


mi espíritu en tus manos deposito,
oh Padre, a ti retorno, a tu regazo,
contigo en unidad, oh Padre mío!

¡Resuene el eco suave de su muerte


cual triunfo y alabanza por los siglos,
y sea el corazón crucificado
la gloria inmarcesible de Dios trino! Amén.

04/06/1987 Zaragoza

Himnos para la Liturgia de las Horas 109


30 Por fin descansa Dios y duerme en paz
Por fin descansa Dios y duerme en paz,
miradle reclinado sobre el brazo,
echando amor acin por esos ojos,
dulzura de su pecho por los labios.

La noble frente queda coronada


porque él es Rey, por Dios y por Pilato;
y ¿quién le va a quitar esa diadema
clavada a la cabeza con acanto?

Mirando está a la muerte no vencido,


mirando está a su amor y dialogando,
mirándome, bajando hasta mi cueva,
los ojos nunca muertos sino amando.

Está viviente dentro, muy adentro,


adentro de mi pecho derramado,
caliente esa mirada que traspasa
y deja tierna paz y nunca engaño.

Tu rostro es la victoria, yo me rindo,


dulcísimo Señor Crucificado;
que muera yo, mirándonos los dos,
de amor a ti, herido por tu dardo.

¡A Ti te alaba el Padre y el Espíritu,


porque eres la delicia, Bienamado,
oh Cristo soberano, omnipotente,
eternamente vive y reina, Santo! Amén.

09/09/1988 Zaragoza

110 Himnos para la Liturgia de las Horas


31 Oh trance de Pasión, ahora gozo
Oh trance de Pasión, ahora gozo,
ahora paz, eterna primavera,
oh cuerpo ensangrentado por espinas,
ahora flor perenne, nueva era.

Capullo reventado, Cristo muerto,


Señor Jesús, que ensanchas tu alma entera
y creas de tus células la vida,
la nueva humanidad que nos espera.

Inicias el camino tú, valiente,


Pastor en Cruz, cayado de madera;
deshaces las tinieblas, que eres luz,
Pastor de amor, victoria verdadera.

Y el mundo en trance se alza contemplando


tu rostro amanecido en la ribera,
tus ojos, patrimonio de salvados,
tus dulces labios, donde el Verbo era.

¡A ti levanta voz y canto nuevo


la esposa que te mira y te venera:
oh Cristo, Redentor del universo,
cautivos de tu gracia, vence, impera! Amén.

11/03/1989 Laguna de Cameros

Himnos para la Liturgia de las Horas 111


32 La voz de la trompeta iba creciendo
(Ex 19,19)

La voz de la trompeta iba creciendo


y el monte Sinaí al son temblaba,
¡oh Monte de la Fe que estremecido
oíste hablar a Dios en tus entrañas!

"Que sea luz y nazca el bello mundo":


la voz rompió el silencio de la nada,
y se hizo el Evangelio primitivo
el Día Uno, cándida alborada.

La voz de la Noticia abrió el oído


en tierra de Caldea a un patriarca,
creyó Abraham y se hizo peregrino
cargando al hombro sólo la esperanza.

Al pulso de la historia, pena y gozo,


la voz de una Presencia se acoplaba,
y un diálogo pren¬día rostro a rostro:
el Hijo oculto hablaba y escuchaba.

Jesús, silbido suave en los Cantares


y trompa podero¬sa en la Alianza,
abiertos aquí tienes los oídos,
ahora aquí en silen¬cio mira y habla.

Jesús, perenne voz, Noticia Buena,


Palabra que en la Iglesia fue sembrada,
contigo, Santo, al Padre bendecimos:
¡oh Dios clemente, Padre de la gracia! Amén.

17/01/1990 Barcelona

112 Himnos para la Liturgia de las Horas


33 Ya traen el racimo generoso
Ya traen el racimo generoso,
colgado, dulce peso, de la vara,
primicia de una Tierra prometida,
que mana leche y miel de sus montañas.

Oh bello fruto, fuerza de amadores,


mezclado en nuestra sangre te derramas,
enciendes las pupilas y el semblante
y el alma en el Espíritu se ensancha.

Temible es el camino y duradero


y fieras enemigas nos aguardan;
Racimo deseado, fuego ardiente,
levanta el corazón para la marcha.

Racimo santo, Cristo en el madero,


prensado por la mano que te amaba;
ya cae el rojo amor de tus heridas
y el pecho se abre si los labios callan.

De Doce Tribus llegan mensajeros,


los Doce son Apóstoles de Pascua;
¡valor para el desierto, caminantes,
que Cristo es el Racimo que embriaga!

Jesús, latido y voz de la Escritura,


silencio lleno y paz que te declaras,
contigo hacemos senda por la arena
y a ti te bendecimos cuando hablas. Amén.

16/01/1992 Barcelona

Himnos para la Liturgia de las Horas 113


34 El Verbo se hizo llama esplendorosa
El Verbo se hizo llama esplendorosa,
naciendo incorruptible de la Zarza;
descalza el pie, salvado Moisés,
y llega reverente a quien te llama.

Venid hasta el misterio y adoremos,


que Dios está anunciando que se encarna;
benditas esas ramas encendidas,
que dan a luz a Dios y no se abrasan.

Oh Dios, memoria fiel de tus promesas,


que llevas nuestros nombres en tus palmas,
oh Dios, ternura, fuerza de oprimidos,
arráncanos del látigo y la masa.

Del cielo cae pan que Dios envía,


purísimo maná de la mañana;
y al verlo, a ti, oh Virgen, Vaso de oro,
te vemos con el Hijo figurada.

Avance al Sinaí la santa Iglesia,


llevada por su Esposo en alas de águila,
y dentro del desierto penitente
reciba el diario Pan de la Palabra.

Señor iluminado, luz gloriosa,


festín de cada día en cada página,
loor a ti, radiante junto al Padre,
y amor en el Espíritu que inflama. Amén.

17/01/1992 Barcelona

114 Himnos para la Liturgia de las Horas


35 La cita era en la Tienda del Encuentro
(Ex 33,11)

La cita era en la Tienda del Encuentro,


allí donde se hablaban cara a cara;
porque era Moisés, quien entre todos
tenía la confianza de la casa.

"Abiertamente y no en visiones tenues


y no como a profeta de embajadas;
será de faz a faz, de boca a boca:
así a mi siervo amigo mi Palabra".

Mas luego que el varón de hablar volvía,


sentía que su rostro se apagaba,
que aquella luz divina, poco a poco,
al Dios de la hermosura retornaba.

De ti, Jesús, la luz está manando


y tú desde tus ojos nos la mandas,
y a ti mirando estamos los discípulos
y en esa tu mirada tú nos bañas.

Y vamos reflejando tu figura


la gloria incandescente de tu cara,
sin velo, sin temores, confiados,
pues eres tú, Señor, quien mira y habla.

¡La gloria llene el santo Tabernáculo


y sea allí la límpida alabanza,
y a rostro descubierto entre la Iglesia
cantando a su Señor enamorada! Amén.

24/01/1992 Barcelona

Himnos para la Liturgia de las Horas 115


36 El cántico de los salvados
El cántico de los salvados
(Ex 15,11; Ap 15,3-4; 5,9-10)

Cantemos en el cielo y en la tierra,


el cántico de amor de los salvados;
a gloria eterna de la humilde fuerza.
cantemos al Cordero degollado,

Se hundió en el mar potente el poderío


se fue al abismo el padre del engaño,
se ahogó la fuerza impura y la avaricia
la muerte y la violencia y el pecado.

Surgió el perdón, la paz y la ternura


y un pueblo en agua bautismal lavado;
se ahogó en el rojo abismo el hombre viejo,
cantemos al Cordero degollado.

Cantemos a Jesús, a Dios, su Padre,


con cítaras y túnicas de blanco,
el pueblo entero unidos en un coro,
el canto del Cordero, el nuevo cántico.

Pasado con la Cruz el mar antiguo


cantemos el amor que disfrutamos,
cantad a Dios, oh raza de los hombres,
oh vástagos de Dios enamorado.

Divinidad que cubre nuestras frentes


Espíritu, regalo tras regalo:
gozad, gozad, gozad eternamente
y a vuestro gozo, oh Dios amor, alzadnos. Amén.

01/02/2001 Zaragoza

116 Himnos para la Liturgia de las Horas


37 Igual que el canto mismo de la vida
La hermosura.
(Ex 2,2)

Igual que el canto mismo de la vida


nacía hermoso el hijo de una hebrea;
de hermoso corazón era la egipcia
que fue a bañarse y vio una cuna cerca.

Y tuvo compasión, oh gran mujer


que no mató el candor ni la belleza;
y en aras del eterno femenino
fue salvo Moïsés por manos tiernas.

Que venza, siempre viva, la ternura,


que inunde la hermosura nuestra tierra,
que sean las entrañas de las madres
calor de Dios y nido de promesas.

Salvado de las aguas, bello anuncio,


prodigio del amor de Dios en vela,
primicias de la Pascua de Israel
y signo de la Iglesia venidera.

Señor excelso, Dios de lo pequeño,


en un cestillo un niño se menea,
y su vagido llega a tus oídos
sonando como un toque de trompeta.

Oh Dios de amor, oh Dios de nuestro Éxodo


oh Dios que nos convocas y recreas,
tu gran misericordia sea gloria
y tus prodigios sean nuestra fiesta. Amén.

01/02/2001 Zaragoza

Himnos para la Liturgia de las Horas 117


38 Llegamos reverentes, pies descalzos,
El Dios de la zarza: Yo soy
(Ex 3,14)

Llegamos reverentes, pies descalzos,


a ver a Dios en llama de una zarza.
Dios es fuego, la lumbre que se mueve
y en posesión de nadie queda esclava.

Oh Dios, qué bello eres, cercanía,


humilde en el zarzal que no se abrasa,
misterio que se esconde y aparece,
mi Dios amante, creador, palabra.

Oh Dios, cuánto me amas, para siempre,


y a tu ternura el alma se abalanza,
y en tus caricias quiere verse envuelta,
adentro de tu lumbre como brasa.

Oh Dios, cómo te llamas, que eres nuestro


que dices ser AYo soy@ como quien dice:
AYo soy tu ser, tu vida, y tú eres mío;
yo soy en ti y tú eres mi alianza@.

Oh Dios, cómo confías, en nosotros,


tus hijos, bien creados por tu gracia,
oh Dios de nuestros labios florecidos,
oh Dios de tus torrentes de abundancia.

Santísimo Señor y Padre amado,


purísimo Jesús de antes del alba,

Espíritu bellísimo y amable:


oh Luz de Trinidad, eternas gracias. Amén.

01/02/2001 Zaragoza

118 Himnos para la Liturgia de las Horas


39 Mató al egipcio, raudo vengador,
La muerte del egipcio
(Ex 2,12)

Mató al egipcio, raudo vengador,


y fue su corazón lleno de miedo;
)también a mí, cruel, me matarás
igual que ayer mataste al extranjero?

La muerte vengadora engendra muerte,


el hierro ensangrentado afila el hierro,
)por qué quieres salvar, matando al hombre,
oh ciego redentor de humilde pueblo?

***

Huyó del Faraón tras el fracaso,


de príncipe a pastor su vida empieza,
y Dios misericordia le aguardaba
en tierra de Madián, cuidando ovejas.

Al céfiro de Dios y junto a un pozo


dejó correr sus días a la espera;
y humildemente dijo como súplica:
AYo soy un extranjero en tierra ajena@.

Oh Dios que nunca tarda, Dios paciente,


oh Dios que a todos suavemente enseñas,
encima de la frente pon tu mano
y danos hasta dentro tu presencia.

Oh Dios que siempre estás, que no abandonas


oh Padre protector de nuestras sendas,
que sea nuestra vida tu alabanza,
que sea así, si tú, Señor, la llevas. Amén.

01/02/2001 Zaragoza

Himnos para la Liturgia de las Horas 119


40 No quiso ser un príncipe de Egipto
El pastor de Madián
(Ex 3,1)

No quiso ser un príncipe de Egipto


y fue no más pastor y desterrado,
el alma en lucha, un hombre buscador,
un pobre y un sediento lacerado.

Cuidaba las ovejas de Jetró


en tierra de Madián aposentado:
desierto y sol y Dios al horizonte,
confín del pobre y todo anhelo humano.

Y a aquel pastor y no a la corte egipcia


y no a los Sacerdotes ni a los Magos,
el Ángel del Señor, la viva llama,
acaeció trayendo el Nombre santo.

El Dios eternamente Dios amante,


divinamente mi Dios enamorado
bajaba por decírselo a un pastor
y abrirle el corazón y sus cuidados.

Mi Dios enamorado que me habla


que baja hasta mi carne y brinda diálogo,
mi Dios excelso en suave voz presente,
que en un abrazo coge mis pecados.

Oh Dios, por siempre amor, el excedido,


oh Dios, del hombre triunfo resonado:
por ti, por ti las lágrimas ardientes
de gloria y gratitud de tus amados. Amén.

01/02/2001 Zaragoza

120 Himnos para la Liturgia de las Horas


41 Primero nos sedujo sin remedio
La Ley del Dios que nos ha amado
(Ex 20,1-17)

Primero nos sedujo sin remedio


de Egipto nos sacó con mano fuerte,
encima de sus alas nos llevó,
fue madre que a su hijo cría y mece.

Primero nos amó de amor gratuito,


con toda su pasión, tan tiernamente;
nos hizo comprender que no era un ídolo,
que oía los gemidos de dolientes.

Oh Dios cautivador de corazones


que amándonos enseñas a quererte,
decid la santa Ley de la Alianza,
que en ella, Dios de amor, queremos verte.

Y dijo Dios las Diez Palabras


abriendonos su pecho confidente
quería moldearnos como él era,
que fuéramos su imagen esplendente.

Y vino el Hijo amado a recordarnos


la Ley de libertad del fuego ardiente,
y muerto en una cruz nos dijo todo
que es el amor la sola Ley que vence.

Jesús divino, trono de la gracia,


Decálogo de Dios, la Ley perenne,
a ti sea el amor y la alabanza,
por ser el Hijo amado y obediente. Amén.

01/02/2001 Zaragoza

Himnos para la Liturgia de las Horas 121


42 Camino de Jesús
Santa Cuaresma

Camino de Jesús,
santa Cuaresma,
morada de los ángeles,
escala al cielo abierta;
la Iglesia nos convoca,
entremos en la senda.

Aquí los penitentes


buscan limpieza,
y el corazón perplejo
la fe que da firmeza;
mi inquieto corazón,
Dios mío, te desea.

La paz que purifica


viene al que anhela;
adentro del silencio
el Padre nos espera;
enséñanos a estar,
Jesús, a tu manera.

Déjémonos amar,
dulce experiencia,
sentir en soledad
a Aquel que amando crea,
y todos los pecados
serán ceniza muerta.

Jesús, sumiso al Padre,


pura obediencia,
a ti que por nosotros
sufriste culpa y pena,
a ti sea el amor,
y a ti la gloria sea. Amén.

18/03/2001 Estella

122 Himnos para la Liturgia de las Horas


43 El lomo del borriquillo
El lomo del borriquillo
es el trono del Mesías,
los mantos de los discípulos
y las ramas extendidas
son tapizado de amor
para dar la bienvendida.
Acoge a tu Rey, Sión,
que llega tu bella dicha.

No gritéis las mudas piedras,


oíd, que los niños gritan;
un coro de primavera,
alza canciones y vivas;
son por Jesús bondadoso,
sanador de toda herida,
aquel que del Padre llega
con la Palabra divina.

Avanza, oh Paz del Oriente,


y entra en la Ciudad querida,
Jerusalén te recibe,
el Templo espera tu cita,
el pueblo de los patriarcas
ve las promesas cumplidas,
¡que entre el Hijo de David,
Dios le dé soberanía!.

Salve, Jesús Nazareno,


montado en humilde silla;
oh Rey de los corazones,
que miras y pacificas,
hoy es día de homenaje,
la Iglesia en amor respira:
(Salve, enviado del Padre,
salve Jesús, paz y vida!

¡Honor a la cruz gloriosa


de verdes palmas vestida;
a Jesús, Hijo de Dios,
clavado con cinco heridas;
gloria al Cordero inmolado,
en la hora vespertina,
al que en la cruz da el Espíritu
y en el huerto resucita! Amén.

13/04/2003 Cuautitlán Izcalli

Himnos para la Liturgia de las Horas 123


44 Este borrico no sabe
1. Este borrico no sabe
el Borriquero que lleva:
¡oh divino Caballero,
que en un borrico te asientas...!
¡Si el borrico lo supiera...!

2. Nunca tuvo a un hombre encima,


porque ésta es la vez primera,
y le ha tocado ser silla
del Hombre-Dios en la tierra.
(Si el borrico lo supiera...!

3. Con su pelito mullido


a una cuna se asemeja;
ya Jesús huele a pesebre,
que Encarnación le recuerda.
¡Si el borrico lo supiera...!

4. Camina con alegría


el borrico que se estrena,
y con ojos infantiles
mira a derecha e izquierda.
(Si el borrico lo supiera...!

5. Sus pezuñas marcan paso,


pero no tocan la tierra,
que va pisando los mantos
de los discípulos echan
¡Si el borrico lo supiera...!

6. Va pisando corazones,
mientras cabalga y alienta:
el mío también lo pisa,
mi sangre que a Cristo besa.
¡Si el borrico lo supiera...!

7. Y Jesús, alma de niño,


fuego de Dios y profeta,
envuelto en adoraciones
a su pueblo se presenta
¡Si el borrico lo supiera...!

8. ¿Por qué eres así, Jesús,


con alma tan fuerte y tierna?
¿Por qué tuviste al final
esa divina ocurrencia?
¡Si el borrico lo supiera...!

9. ¿Por qué eres de enamorar


en borrico de faena?
¿Por qué eres un Dios humano
tan cerca, tan cerca-cerca...?
¡Si el borrico lo supiera...!

124 Himnos para la Liturgia de las Horas


10. Una caricia le hiciste
con tu mano a su cabeza,
y con cariño aldeano
le miraste las orejas.
¡Si el borrico lo supiera...!

11.¡Ya viene el Rey anunciado,


Mesías de las promesas!
Miradle glorioso y bello,
que en un pollino se acerca.
¡Si el borrico lo supiera...!

12. Jesús de mis labios y ojos,


Jesús de la tumba nueva:
beso tus pies adorables
y la bestia que te lleva.
¡Si el borrico lo supiera...!

24/11/2004 Cuautitlán Izcalli

Himnos para la Liturgia de las Horas 125


04. Himnos de Pascua

1 Al fin será la paz y la corona


Al fin será la paz y la corona,
los vítores, las palmas sacudidas,
y un aleluya inmenso como el cielo
para cantar la gloria del Mesías.

Será el estrecho abrazo de los hombres,


sin muerte, sin pecado, sin envidia;
será el amor perfecto del encuentro,
será como quien llora de alegría.

Porque hoy remonta el vuelo el sepultado


y va por el sendero de la vida
a saciarse de gozo junto al Padre
y a preparar la mesa de familia.

Se fue, pero volvía, se mostraba,


lo abrazaban, hablaba, compartía;
y escondido la Iglesia lo contempla,
lo adora más presente todavía.

Hundimos en sus ojos la mirada,


y ya es nuestra su historia que principia,
nuestros son los laureles de su frente,
aunque un día le dimos las espinas.

Que el tiempo y el espacio limitados


sumisos al Espíritu se rindan,
y dejen paso a Cristo omnipotente,
a quien gozoso el mundo glorifica. Amén.

01/01/1978 Miranda de Arga


Fidel Aizpurúa le puso música.

126 Himnos para la Liturgia de las Horas


2 Cuanto la lengua a proferir no alcanza
Cuanto la lengua a proferir no alcanza
tu cuerpo nos lo dice, ¡oh Traspasado!
Tu carne santa es luz de las estrellas,
victoria de los hombres, fuego y brisa,
y fuente bautismal, ¡oh Jesucristo!

Cuanto el amor humano sueña y quiere,


en tu pecho, en tu médula, en tus llagas
vivo está, ¡oh Jesús glorificado!
En ti, Dios fuerte, Hijo primogénito,
callando, el corazón lo gusta y siente.

Lo que fue, lo que existe, lo que viene,


lo que en el Padre es vida incorruptible,
tu cuerpo lo ha heredado y nos lo entrega.
Tú nos haces presente la esperanza,
tú que eres nuestro hermano para siempre.

Contigo sube el mundo cuando subes,


y al son de tu alegría matutina
nos alzamos los muertos de las tumbas;
salvados respiramos vida pura,
bebiendo de tus labios el Espíritu.

Cautivos de tu vuelo y exaltados


contigo hasta la diestra poderosa,
al Padre y al Espíritu alabamos;
como espigas que doblan la cabeza
los hijos de la Iglesia te adoramos. Amén

01/01/1978 Miranda de Arga

Himnos para la Liturgia de las Horas 127


3 El agua pura, don de la mañana
El agua pura, don de la mañana,
da a los ojos el brillo de la vida,
y el alma se despierta cuando escucha
que el ángel dice: "¡Cristo resucita!"

¡Cómo quieren las venas de mi cuer¬po


ser música, ser cuerdas de la lira,
y cantar, salmodiar como los pájaros,
en esta Pascua santa la alegría!

Despierta la ciudad trabajadora,


se llena de motores y de prisas;
aquí nos llega el ruido acelerado
que quiere ser liturgia matutina.

Mirad cuál surge Cristo transparente:


en medio de los hombres se perfila
su cuerpo humano, cuerpo del amigo
deseado, serena compañía.

El que quiera palparlo aquí se acerque,


entre con fe en el Hombre que humaniza,
derrame su dolor y su quebranto,
dé riendas al amor, su gozo diga.

A ti, Jesús ungido, te ensalzamos,


a ti, nuestro Señor, que depositas
tu santo y bello cuerpo en este mundo,
como en el campo se echa la semilla. Amén.

01/01/1978 Madrid

128 Himnos para la Liturgia de las Horas


4 Retorna victorioso
Retorna victorioso
(Ascensión del Señor)

Retorna victorioso,
la Cruz en mano enhiesta, como un cetro,
como llave de entrada al paraíso;
y a su lado retornan los cautivos
vuelto en gozo las lágrimas y el due¬lo:
¡Jesús entra en el cielo!

Vuelve el Esposo santo;


el Hijo más hermoso de la tierra
regresa coronado de su viaje;
y envuelta en su hermosura y su ropaje,
con él la Esposa henchida de belleza:
¡Jesús entra en el cielo!

Mirad al Buen Pastor,


y tras sus huellas ved a su rebaño
que él conduce al frescor de aguas tranquilas;
Jesús, el Compasivo, él nos guía,
y el Pastor se nos brinda en dulce pasto:
¡Jesús entra en el cielo!

Mirad a la esperanza,
porque ha quedado el áncora clavada;
si la tormenta agita el oleaje
no se agite la fe del navegante,
que en la ribera Cristo nos amarra:
¡Jesús entra en el cielo!

Y el Padre goza y goza


porque goza el Hijo en el regazo
al retorno triunfal de la pelea;
goce la Iglesia, goce en su Cabeza,
y alabe por los siglos al Amado:
¡Jesús entra en el cielo! Amén.

07/05/1978 Miranda de Arga

Himnos para la Liturgia de las Horas 129


5 Estaba María al alba
Estaba María al alba,
llamándole con sus lágrimas

Vino la Gloria del Padre


y amaneció el primer día.
Envuelto en la blanca túnica
de su propia luz divina,
la sábana de la muerte
dejada en tumba vacía-,
Jesús alzado reinaba,
pero ella no lo veía.

Estaba María al alba,


la fiel esposa que aguarda.

Mueva el Espíritu el aura


en el jardín de la vida.
Las flores huelan la Pascua
de la carne sin mancilla,
y quede quieta la esposa
sin preguntas ni fatiga.
¡Ya está delante el esposo,
venido de la colina!

Estaba María al alba,


porque era la enamorada.

"¡María!", la voz amada.


"¡Rabbuní!", dice María.
El amor se hizo un abrazo
junto a las plantas benditas;
las llagas glorificadas
ríos de fuego y delicia;
Jesús, Esposo divino,
María, esposa cautiva.

Estaba María al alba,


con una unción preparada.

Jesús en las azucenas


al claro del bello día.
En los brazos del Esposo
La Iglesia se regocija.
¡Gloria al señor encontrado,
gloria al Dios de la alegría,
gloria al Amor más amado,
gloria y paz, y Pascua y dicha!

Estaba María al alba;


es Pascua en la Iglesia santa.
Amén. ¡Aleluya!

01/04/1979 Dallas

130 Himnos para la Liturgia de las Horas


Este himno es uno de los himnos pascuales que pasó a la Liturgia de las
Horas de México y Colombia.

6 Tu cuerpo es preciosa lámpara


Tu cuerpo es preciosa lámpara
llagado y resucitado,
tu rostro es la luz del mundo,
nuestra casa tu costado.

Tu cuerpo es ramo de abril


y blanca flor del espino,
y el fruto que nadie sabe
tras la flor eres tú mismo!

Tu cuerpo es salud sin fin,


sano sin daño de días;
para el que busca vivir
es la raíz de la vida.

Tu cuerpo es lazo de amores,


de Dios y el hombre atadura;
amor que a tu cuerpo acude
como tu cuerpo perdura.

Tu cuerpo, surco de penas,


hoy es de luz y rocío;
que lo vean los que lloran
con ojos enrojecidos.

Tu cuerpo es espiritual,
es la Iglesia congregada,
tan fuerte con tu Cruz,
tan bello como tu Pascua.

Tu cuerpo sacramental
es de tu carne y tu sangre,
y la Iglesia que es tu Esposa,
se acerca para abrazarte. Amén.

02/04/1980 Burlada
La hermana Rosa María Riera le puso música. Y ha sido publicado en uno de sus folletos.

Himnos para la Liturgia de las Horas 131


7 No se apagó tu recuerdo
No se apagó tu recuerdo
perdido en la sepultura,
no te fuiste sin retorno,
muerto, por la senda oscura.

El manto de muchos siglos


no ha velado tu figura,
el olvido de los hombres
no ha olvidado tu hermosura.

Eres con ojos eternos


vida y sol desde la altura;
tu rostro cubre la tierra,
es paz en la guerra dura.

Eres presencia y banquete,


amor que por siempre dura,
eres lo que el hombre ansía,
Jesús de mi raza pura.

Oh Viviente de los mundos,


métenos por la hendidura
de la casa de tu pecho,
cielo de tus criaturas.

Oh Cristo, Flor de la tierra,


rocío, gracia, ternura,
con cantos te bendecimos,
danos la gloria futura. Amén.

02/04/1981 Burlada
En un cassette está cantado por María Dolores Sanzberro y Merche
Echezarreta, de las contemplativas de la Sagrada Familia de la ermita de la Trinidad en Arre.

132 Himnos para la Liturgia de las Horas


8 Vence, Creador invicto
Vence, Creador invicto ,
que en tu pensamiento llevas
al primer formado Adán
y al postrer humano de la historia.

Vive para siempre, Vida,


(oh belleza en alma y cuerpo!,
que eres el perfecto amor,
senda sin error de caminantes.

Sé quién eres, Hijo eterno,


hombre entero de los hombres,
Hijo experto de dolores,
Dios de Dios, Señor que fuiste siervo.

Goza, fulge en tu hermosura,


ebrio ya de toda dicha,
tú que bebiste mi copa,
cáliz de mi crimen y amargura.

Lumbre para siempre a ti,


fuego en el seno divino,
oh Jesús, dulce victoria,
Bienamado al Padre retornado. Amén.

03/08/1982 Viaje Madrid - Tafalla

Himnos para la Liturgia de las Horas 133


9 Es la roca manantial
Es la roca manantial
tu pecho, fontana pura,
río del río de Dios,
destilas por la hendidura
sangre virgen, agua limpia,
dulzura de la dulzura.

Desde esa fontana nace


el cielo, la Pascua tuya;
el cielo es tu cuerpo vivo,
carne y luz de la hermosura,
hogar para siempre estar,
amor que mi fe disfruta.

¡Oh cuál quisiera, paloma,


libre soltarme a la altura,
y por tu peña horadada
hallar la casa segura,
y habitar donde el Amor
fue más fuerte que la tumba!

El gorrión de alegre vuelo


y la golondrina oscura
en nuestros techos hallaron
cálida casa a sus plumas:
así, Señor, tus altares,
tu cuerpo, amorosa cuna.

Fuiste rociado de nardo


antes de la sepultura,
cuerpo adorable -¡Jesús!-,
cuerpo de vida incorrupta,
ara del culto celeste,
ribera de nuestra ruta.

¡Oh cuerpo divino, alzado,


inmortal fruta madura,
seas glorioso y bendito,
radiante de tu blancura,
antes del alba engendrado
y hoy coronado en la lucha! Amén.

12/08/1982 La Molle

134 Himnos para la Liturgia de las Horas


10 El amor es más fuerte que la muerte
El amor es más fuerte que la muerte
y tu cuerpo viviente lo proclama;
tú traspasas, Señor, lo que fenece,
desde siempre y por siempre tú nos amas.

Por tu amor, oh Jesús, eternos somos,


del amor increado das tu gracia;
convocados por ti, por ti vivimos,
del amor que te sacia tú nos sacias.

Oh Jesús Nazareno y peregrino


de la humana y doliente caravana,
del dolor te levantas y nos muestras
cual trofeo de amor tus santas llagas.

Oh pasión amorosa que es saeta,


oh sediento deseo que no calla,
reposad en el cuerpo sacrosanto
del que ofrece el abrazo de llegada.

Es más grande que el tiempo y el espacio


el amor que en Jesús es nuestra alia¬nza;
por tu amor se crearon cielo y tierra,
por amor del que es Hijo en carne humana.

Esta ofrenda de amor recibe, oh Cristo,


de la Iglesia, tu esposa bienamada;
para ti nuestro gozo y alabanza
en la espera de verte cara a cara. Amén.

29/01/1983 Río Napo

Himnos para la Liturgia de las Horas 135


11 Se levanta cantando del sepulcro
(Exurgam diluculo, Of. Pas. S. Fco.)

Se levanta cantando del sepulcro,


con el alma cual cítara en las manos
para ti, Padre mío, cantaré
el himno florecido entre mis labios.

Cantaré, tocaré ante las naciones,


mis brazos con el orbe a ti levanto;
batid vuestra alegría, pueblos todos,
en la fiesta pascual que yo proclamo.

Mi cuerpo para ti cual bello canto


te entregará el amor que té me has dado,
y verterás tus ojos complacido,
oh Padre, en las heridas de mis manos.

El río de agua viva, el santo Espíritu,


desde tu seno brota en mi costado;
oh Padre del retorno, te bendigo,
mi vida consumada en ti derramo.

Te cantaré en la aurora tu victoria,


nuevo conmigo el mundo renovado;
los salmos de la fe hoy en la tumba
salen cantando el triunfo de tu Amado.

Oh Padre de la Pascua, Padre mío,


el gozo eterno queda declarado;
oh Padre!, hoy consagro en el Espíritu

28/06/1983 Falces

136 Himnos para la Liturgia de las Horas


12 Oh Gracia contemplarte en tu Ascensión
¡Oh Gracia contemplarte en tu Ascensión,
subir contigo al círculo divino,
y con los santos ángeles gozarte
en la beata paz de tu destino!

Tu mano izquierda tiene la Escritura,


cumplido entre nosotros tu designio,
y con la diestra imperas y bendices,
¡oh Luz de Luz que brillas por los siglos!

A tu fuerza se acoge en esta tierra


la Iglesia santa, en ti los ojos fijos;
irradia tu hermosura y te proclama
por las voces de apóstoles testigos.

Oh Madre del Señor, santa María,


imagen fiel del pueblo redimido,
reúnenos con mano intercesora
y muéstranos el rostro de tu Hijo.

Venga el oculto Espíritu a nosotros,


dador de fe y amor hasta el martirio,
y el que es la caridad y unión perfecta
nos haga un corazón todos unidos.

Te alabamos, oh santa Trinidad,


misterio revelado en Jesucristo;
por él, con él y en él, nuestro Señor,
por su excelsa Ascensión, te bendecimos. Amén.

Tiempo pascual 1984.

01/01/1984 Viaje Zaragoza-Valencia

Himnos para la Liturgia de las Horas 137


13 La paz, dijo el Señor
¡La paz!, dijo el Señor,
y abrió para mostrarles
las manos y el costado.
Del hueco de las llagas no sangrantes
brotaba la alegría de la Iglesia,
la unción de paz que baña mi sem¬blante.

Acerca aquí tu mano,


comulga con mi carne,
no seas increyente.
Y vio Tomás la gloria deslumbrante,
humana y suave, bella eternamente,
en Cristo, por la fe, cuerpo palpable.

Señor mío y Dios mío,


Señor de mi rescate,
mi Dios, principio y fin:
aquí, sobre tus llagas irradiantes,
derramo yo los besos de mis labios
y bebo del caudal que de ellas nace.

Del todo perdonado


por este amor de sangre,
iré hasta la morada.
Se acoge a ti mi cuerpo vacilante;
tus llagas son morada y dentro de ellas
te adora en puro amor la Iglesia orante.

¡Hosanna, mi Señor,
destello de tu Padre,
sendero de creyentes!
¡Que brillen tus heridas llameantes,
que sea el patrio hogar tu blanco cuerpo,
que allí tus fieles gocen y descansen! Amén.

05/05/1984 Burlada

138 Himnos para la Liturgia de las Horas


14 La ruta de Emaús sigue los pasos
La ruta de Emaús sigue los pasos
de un hombre que camina:
(qué bunos si llegara y fuera el Otro
que dos tristes amigos necesitan!

Y el Hombre aquel que todo loe escuchaba


y amándoles ardía,
pidió el mismo camino amablemente,
y fueron tres andando en compañía.

Hablar en amistad es cual liturgia


que alumbra y purifica,
y Dios se desvelaba porque es nuestro,
tan fácil de acoger su voz sentida.

Y son nuestras palabras frases suyas,


por él dichas y escritas;
de pronto el Transparente ante ellos era
la luz que está en al Ley y Profecía.

De pronto fue evidencia espiritual


en fe la nueva vida;
y el cuerpo don dulcísimo y perenne,
Jesús viviente, carne Eucaristía.

Cercana Trinidad, que eres la casa


en donde se respira,
¡oh Dios amor, presencia circundante,
a Ti la adoración agradecida! Amén.

08/04/1985 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 139


15 Cuando oyeron mis oídos
Tiempo pascual

Cuando oyeron mis oídos


que vive resucitado,
nací vestido de gloria,
me vi en el mundo adorado
y a mí mismo me llamé
hombre bienaventurado,
mujer en dicha, mujer
de carne de sus costado.

Cuando mis ojos me vieron


que era yo en su cuerpo blanco,
aniquilados se fueron
muertos mis muchos pecados,
porque era yo en su latido
yo mismo con él alzado,
y dulcemente perdido
me vi en su cuerpo encontrado.

Cuando mis manos palparon


mi cuerpo divinizado,
dije besando la tierra:
¡Su cuerpo de aquí ha tomado!
¡Oh tierra fructificante,
del Hijo amado es tu parto,
eres tierra de Jesús
por el Espíritu Santo!

Cuando yo supe el secreto,


que estaba en Pascua anunciado,
contemplé a la Trinidad
entre nosotros morando,
y supe que lo que viene
ya es nuestro y ha comenzado.
¡Venid al jardín, amigos,
que Cristo nos ha invitado!

Cantemos a nuestro Padre,


que todo los ha entregado,
alabemos a Jesús,
el fiel, el veraz Hermano;
cantemos al santo Espíritu,
el don de amor increado.
¡Oh santa Iglesia, cantemos
por Cristo glorificado! Amén.

14/04/1985 Jerusalén

140 Himnos para la Liturgia de las Horas


16 Simón, hijo de Juan
PRIMADO DE PEDRO

Simón, hijo de Juan,


le dijo junto al lago,
¿me amas de verdad y humildemente,
al modo como yo os he amado,
con todo el corazón y toda el alma,
con sangre y en silencio hasta el Calvario?

Simón, hijo de Juan,


apóstol designado,
¿aceptas ser pastor de los pastores,
el báculo de amor para tu mando,
aceptas ser primero en el servicio,
el último lugar por tu primado?

Simón, hijo de Juan,


pastor que yo consagro,
¿aceptas mis ovejas y corderos,
la Cruz que ha redimido por cayado?,
¿me quieres de verdad, Simón querido,
que pueda yo entregarte mi rebaño?

Señor, le dijo Pedro,


humilde y confesando,
Señor, mi vida es tuya, tú la sabes,
tú sabes que te quiero sin engaño,
y más decir no puedo, me conoces,
ya sólo en tu mirada yo me amparo.

Jesús ató este amor


y nadie ha de soltarlo;
lo dio como carisma de pastores,
el don para regir al pueblo santo,
allí al amanecer junto a las aguas
después de dar el pan y el pez asado.

¡Oh Cristo, Buen Pastor,


Jesús Resucitado,
viviente estás en medio de tu Iglesia,
estás presente en Pedro y sus hermanos;
sumisos a tu vara te sentimos
y a ti te bendecimos y adoramos! Amén

06/03/1987 Tabgha

Himnos para la Liturgia de las Horas 141


17 Jesús, ardiente Cirio,
Jesús, ardiente Cirio,
Amor enarbolado,
(oh cera del Espíritu,
oh pábilo abrasado!

Secreto refulgente,
dolor resucitado,
(oh libro de Dios trino,
en carne descifrado!

León caído invicto,


Cordero degollado,
(oh arcilla de los hombres,
oh Dios iluminado!

Lucero vespertino
que duerme en el collado,
al filo de lo eterno,
(despierta, Bienamado!

(Oh llama de los ojos,


oh nido deseado,
oh cauce de los ríos,
oh paz del dios hallado!

(La gloria a ti revierta


del Padre que ha engendrado,
y a ti la Iglesia cante,
a ti, santificado! Amén.

27/03/1987 Laguna de Cameros

142 Himnos para la Liturgia de las Horas


18 La eterna filiación se ha abierto en Pascua
La eterna filiación se ha abierto en Pascua,
la vera identidad del Hijo amado,
que es Hijo de los hombres y del Padre
y se hace todo Dios cuando es alzado.

Ahora te sabemos, sólo ahora,


ahora, sí, te vemos y adoramos,
¡oh Cristo santo, Hijo de la Gloria,
oh gozo del Espíritu Paráclito!

El Padre nos lo muestra como triunfo,


lo ofrece al mundo, puesto en su regazo,
y oímos en la fe que está diciendo:
¡Tú solo eres mi Hijo, en ti me sacio!

De parto está la tierra en un sepulcro


y el Dios de vida está de eterno parto:
¡Mi Hijo tú lo eres, solo tú,
eternamente tú, resucitado!

Misterio que corona nuestra historia


y es flor de Dios, secreto entre sus brazos;
Jesús resucitado, ¡qué alegría, que siendo el Hijo seas
nuestro hermano!

¡Oh Padre más allá de todo tiempo,


que en este hoy lo dices engendrado,
oh Padre del origen y el retorno,
con Cristo te alabamos exultando! Amén.

02/06/1987 Zaragoza

Himnos para la Liturgia de las Horas 143


19 Ahí, ahí, al tacto de los dedos
Ahí, ahí, al tacto de los dedos
el Verbo yace en una pobre cuna;
el Verbo se hizo carne hasta la muerte,
perenne amor en frágil criatura.

Quitó de sí la gloria deslumbrante,


vistió en su piel mi propia vestidura,
y fuera del pecado todo es suyo,
primero de los hombres en la lucha.

Y luego se ha quedado cual semilla


que encierra savia nueva en tierra oculta,
y cada corazón es nacimiento,
y el Verbo Dios, presencia que perdura.

Henchida está la tierra de alabanza


y grávida de Dios cual Virgen pura;
¡arriba el corazón, a cielo abierto,
que el Verbo se hizo carne, historia y ruta!

El canto es de los pobres, ¡alegraos!,


cantad a Dios, reíd con alma lúdica,
y sea la esperanza luz del puerto
al par de la faena en noche oscura.

¡Jesús, a quien llamamos Verbo eterno


y Hermano que en tu sangre nos aúnas,
a ti te bendecimos sin descanso,
oh Dios de Dios, a ti la gloria única! Amén.

17/11/1987 Laguna de Cameros ?

144 Himnos para la Liturgia de las Horas


20 El frágil tiempo cede a tu cayado
El frágil tiempo cede a tu cayado,
Pastor de eternidades, santo Niño,
que siendo eterno te haces pasajero
y encierras tu sustancia en años mínimos.

Milenios y milenios son las pajas


que ofrecen cuna al Verbo acontecido;
un día fue, cantamos recordando,
un día exacto, gozne de los siglos.

El tiempo es carne, pulso para Dios,


ternura de un encuentro siempre vivo;
el tiempo Encarnación es sacramento,
entrada al Corazón del Infinito.

Jesús, Jesús, Infante que aprendiste


la lengua para hablar, oh Dios, conmigo,
los juegos de tu aldea, oh Creador,
hermano nuestro nunca arrepentido.

En este aniversario te adoramos


nosotros, los humanos peregrinos;
oh Cristo, reconoce en nuestros ojos
la faz que tienes tú, que así has querido.

¡Oh Santa Trinidad, eterno tálamo


del hijo del amor, Jesús dulcísimo,
oh término del mundo, fin del mal,
que sea gloria y paz, oh Dios bendito! Amén.

25/12/1987 Calahorra

Himnos para la Liturgia de las Horas 145


21 Con fe de Pascua firmes confesamos
IX. La Eucaristía, su muerte de una vez para siempre

Con fe de Pascua firmes confesamos


que aquello que pasó es Pan y Vino;
que es esto aquello mismo sin segundo,
el único y eterno sacrificio.

Es éste aquel Calvario sin retorno,


aquel morir del Hijo, aquí vivido;
Jesús murió y en su divino tránsito
su muerte viva se hizo en Dios latido.

Y vive Dios la muerte esplendorosa


que el todopoderoso la ha asumido;
cantemos la unidad de Dios inmenso
que viene con poder en este signo.

El tiempo del ayer es hoy aquí,


el Dios del ser el tiempo ha recogido,
y aquí se nos derrama el Dios oculto:
su Nombre es santo, lleno de prodigios.

El tiempo y la materia y el espacio


sirviendo están, rindiéndose a sí mis¬mos;
presencia luminosa es lo real
y el hoy en que vivimos, puro atisbo.

Comamos y bebamos a esta mesa,


ceñidos a la Cruz cantemos himnos:
(Honor sea al Amor, honor a Dios
y gloria sobre gloria por los siglos! Amén.

23/07/1988 Laguna de Cameros

146 Himnos para la Liturgia de las Horas


22 Oh llave de los misterios
¡Oh llave de los misterios,
oh Pascua, cielo encendido,
de leche y miel son las fiestas
que brotan del manantío!

Murió Jesús verdadero,


de veras hasta el abismno;
le estella de las raíces
el fruto al mundo perdido.

Empieza el cielo perenne,


cerrado en el paraíso;
hoy es el día primero,
el Hombre-Verbo es cumplido.

Hoy es origen perfecto,


Espíritu amanecido,
hoy es la carne querida,
la gloria para los hijos.

Hoy es el alfa y la omega,


Jesús, el designio fijo,
hoy la divina escritura
entrega el pleno sentido.

Reparte dones celestes


Jesús, pleroma infinito,
la Iglesia bulle colmada
y es Cuerpo en él florecido.

¡Honor a la creación,
al Creador, Jesucristo,
a ti, eterno Señor,
que eras desde el principio! Amén

15/03/1989 Laguna de Cameros

Himnos para la Liturgia de las Horas 147


23 Oh Muerte vengadora
Oh Muerte vengadora,
cruel azote, hija del pecado,
¿en dónde tus despojos,
en dónde está tu risa, tu sarcasmo,
oh Muerte del infierno,
oh Muerte derrotada el Día claro?

Cayó la Muerte antigua,


que a todos su tributo fue cobrando,
el último enemigo,
la Muerte de mi cuerpo aprisionado;
cayó tras la batalla,
en Cruz todo poder crucificado.

Y dijo Cristo vivo:


"Vencí, cambié el sabor de tu bocado;
ya nunca flor corrupta
será la flor bermeja de tus labios,
ni habrá contrarios tuyos,
tendidos a tus pies y aniquilados".

Ya Cristo luminoso
enciende con su cuerpo nuestros ámbitos,
inunda el universo,
por él, con él y en él resucitamos,
y Dios es todo en todos,
festín y paz y canto reposado.

¡Oh, venga el Día, venga,


florezca el nuevo grano sepultado!
¡La gloria y la alabanza
a ti, Jesús, Pleroma de salvados,
Semilla transformada,
a ti, delirio-amor, misterio santo! Amén.

11/03/1990 Laguna de Cameros


El himno fue musicalizado por Rosa María Riera.

148 Himnos para la Liturgia de las Horas


24 Tus llagas florecidas son descanso
Tus llagas florecidas son descanso,
jardín en el edén que Dios ha abierto;
venid, amigos, libre está la puerta,
tomad el aire puro de este Huerto.

Tus llagas son, Jesús, el paraíso,


el cielo preparado al Hombre nuevo;
ya tornan del exilio Adán y Eva,
que hallaron bien mejor que el que perdieron.

Aquí, en el jardín de tu costado,


tú vas a celebrar el pacto eterno;
si tú por gracia brindas el anillo,
presento yo mi dedo, que yo acepto.

Iglesia blanqueada por la sangre.


que llevas en tus ojos sus destellos,
del monte de la mirra vete en busca,
y hallado en Pascua, quédate en su pecho.

¡Honor a Cristo, esposo coronado,


ceñido por el Padre en este encuentro,
descienda sobre ti la santa gloria
y cubra de tu frente el orbe entero! Amén.

21/03/1991 Logroño
Domingo Cols le puso música el 21 de marzo de 1990.

Himnos para la Liturgia de las Horas 149


25 He visto a mi Señor!, lo he visto vivo
¡He visto a mi Señor!, lo he visto vivo,
venido a mí en persona, yo lo he visto;
tenía la mirada más hermosa,
brillaba en él la gloria de Dios trino.

Mi nombre entre sus labios ha brotado


y en lengua suya y mía me lo ha dicho;
mi nombre era de él, y yo su amada,
y el dardo de su voz mi pecho ha herido.

Ha entrado en mí sin puertas ni ventanas,


rendido y amoroso a mis balidos;
el alma mía en llanto humedecida
con gozo de mujer lo ha recibido.

¡He visto a mi Señor!, lo he abrazado,


sus pies mis blandos labios han sentido,
y yo su cuerpo santo a mi apretado,
su carne incorruptible, la he tenido.

Oh Dios en mis entrañas sepultado,


Jesús, el Hortelano entre los lirios,
estabas muerto, y triste yo a la espera,
y ahora ya te veo amanecido.

¡Señor de los deseos, Dios presente,


amor siempre anhelado y excesivo,
eternamente a ti, Jesús, la dicha,
oh Dios omnipotente, Dios dulcísimo! Amén.

25/07/1991 Cizur

150 Himnos para la Liturgia de las Horas


26 Cantemos al Espíritu de amor
Cantemos al Espíritu de amor
que vino a las entrañas de María,
y lleno de ternura el universo
contemple y diga gracias infinitas.

Aquí fue la Alïanza en casto seno,


y toda paz aquí se dio cumplida,
¡oh suave abrazo, dulce a los humanos,
sentir de Dios el tacto y la caricia!

Hablemos al Señor como un esposo,


mirando cara a cara sus pupilas;
digámosle palabras del Espíritu,
que fueron de su pecho recogidas.

Y démosle a comer el pan sufrido,


que, siendo humano, él lo necesita;
la mesa de los pobres le complace
y al diálogo tranquilo nos convida.

¡Oh Espíritu, belleza creadora,


del tránsito silencio y armonía,
el gozo que hoy libamos se convierta
en ósculo de amor, tornando el Día!

¡Señor de las alturas, Padre Santo,


que estás manando amor y al Hijo envías,
a ti por el Espíritu brindamos
la flor del corazón en donde habitas! Amén.

04/11/1991 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 151


27 Jesús, Hijo de Dios, presencia llena
Jesús, Hijo de Dios, presencia llena,
que invades los sentidos,
Jesús, resucitado, transparencia,
en fe a tu cuerpo santo nos ceñimos.

Derrama tú la copa del Espíritu,


el vino envejecido,
y llena el corazón que amor ansía
y muere si no siente tu latido.

Jesús, el más cercano, el más hermoso,


oh Hijo, todo mío,
irrumpe ya, Señor, que es primavera,
y llevas en tu pecho el sí cumplido.

Jesús, de largas playas inmortales,


dulcísimo cobijo,
repose yo en ti por gracia suma
y tú en mí, amigo en el amigo,

Oh Bello y Verdadero, oh todo Bueno,


del Padre el preferido,
oh paz de las palabras, tú que sabes,
acoge lo que bulle sin decirlo.

¡Jesús resucitado, flor perenne,


mi Dios, oh blanco lirio,
a ti la dicha sea, al delicia,
y el canto sin cesar de tus ungidos! Amén.

01/03/1992 Logroño

152 Himnos para la Liturgia de las Horas


28 Ya rompe el Día, ya amanece
Ya rompe el Día, ya amanece,
del árbol cae el dulce fruto,
radiante estalla la Promesa,
ya brota el Hombre del sepulcro.

Rendíos cielos y universo,


gritad, soltad los labios mudos,
montañas, fuentes y caminos:
ya brota el Hombre del sepulcro.

Cansados pies de peregrino


doliente pecho moribundo,
os traigo paz y luz y amor:
ya brota el Hombre del sepulcro.

Vivid, amantes de la vida,


amad, vivientes de este mundo,
bebed del cauce de la roca:
ya brota el Hombre del sepulcro.

Dulzura mía y mi descanso,


Jesús, amor en mis nocturnos,
a ti me arrimo en trance nuevo:
ya brota el Hombre del sepulcro.

Jesús, oh Bello, oh Bueno, oh Santo,


Jesús ungido e incorrupto,
a ti la gloria, a ti el amor,
a ti que brotas del sepulcro. Amén.

08/03/1993 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 153


29 Pureza de la Iglesia, Cristo alzado
Pureza de la Iglesia, Cristo alzado,
oh manto de justicia regalada,
Cordero santo, paz de los pecados,
¡oh Cristo, gracias!

Muy áspero camino fue la ruta,


de amores y fracasos enlazada,
experto de pobreza, fiel amigo,
¡oh Cristo, gracias!

Aliento de los hombres, senda buena,


hogar del desvalido, tarde calma,
Jesús ternura, ojos y caricia,
¡oh Cristo, gracias!

Señor Jesús, victoria del amor,


rumor de mis silencios y palabras,
laguna en la que el cielo se ha vertido,
¡oh Cristo, gracias!

Salud de los enfermos, vida de los muertos,


que llevas en tus manos traspasadas,
a ti te bendecimos, oh bendito,
¡oh Cristo, gracias!

A ti, Jesús, florida primavera,


de toda criatura eterna Pascua,
gozosa, a ti al Iglesia te bendice:
¡oh Cristo, gracias! Amén.

22/04/1994 Logroño

154 Himnos para la Liturgia de las Horas


30 Tú serás, oh Cristo Vencedor
Tú serás, oh Cristo Vence¬dor
el eterno canto de tu Iglesia
y la flor y el fruto de los hombres
y el amor de Dios que el cielo llena.
Tú serás, oh Santo, oh Dios de Dios,
oh Lucero rojo de la tarde,
la ardorosa llama que calcina
para ir adonde tú llegaste.

Tú serás la paz, oh Perdedor,


en la senda humilde que pisamos,
y el Camino fiel que lleva a Dios,
mi Evangelio, oculto y exaltado.
Tu serás, oh siempre Deseado,
el voraz anhelo del mendigo,
el rumor sonoro que responde
cuando el alma lanza su gemido.

Tú serás, Jesús resucitado,


la tranquila cima de los montes
y el latido amante del Espíritu
y el amén de Dios que nos corone.
Tú serás, oh Cristo, tumba libre,
nuestro yo perdido y encontrado.
¡Oh Señor, dichosa Parusía,
gloria a ti, de gozo coronado! Amén.

01/03/1995 Logroño

Himnos para la Liturgia de las Horas 155


31 Fue por su amor indefenso
Fue por su amor indefenso
una tarde consumado;
mas Dios creó la mañana
y fue el amor coronado.

Fue la Palabra del Hijo


apagada en el Calvario;
hubo un silencio y entonces
la roca rompió sus labios.

Fue la ternura proscrita,


desatados los agravios,
mas Dios deshizo los cielos
y el cielo es un Cuerpo santo.

Fue la mentira de Adán


y fueron nuestros pecados;
mas fue la verdad erguida
en Cristo Resucitado.

Luz de milenios y senda


de los pies descaminados,
tú vencerás, amor mío,
latiente amor de mis pasos.

Gloria de Pascua y ungüento


a nuestro Rey consagrado,
¡oh triunfo excelso del Padre
y del Espíritu Santo! Amén.

01/03/1997 Vitoria-Gasteiz
El himno fue musicalizado por Fidel.

156 Himnos para la Liturgia de las Horas


32 Bendito seas, Padre,
¡Bendito seas, Padre,
que el mundo tienes en tu diestra,
caricia de tus ojos,
fulgor de tu presencia!
¡Oh Padre de Jesús
y Padre nuestro!

¡Bendito seas, Padre,


que abriste el sello de la piedra,
y al Hijo en cruz clavado
glorioso nos lo entregas.
¡Oh Padre de Jesús
y Padre nuestro!

Bendito seas, Padre,


perdón sin fondo y casa abierta,
y abrazo de ternura
que el corazón hambrea.
¡Oh Padre de Jesús
y Padre nuestro!

Bendito seas, Padre,


mi Dios y mi pasión entera,
perenne jubileo,
mi historia y mi tarea.
¡Oh Padre de Jesús
y Padre nuestro!

Bendito seas, Padre,


con voz de Espíritu en la Iglesia:
que cielo y tierra juntos
tu amable rostro vean.
¡Oh Padre de Jesús
y Padre nuestro! Amén.

28/03/1999 Vitoria-Gasteiz

Himnos para la Liturgia de las Horas 157


33 Rebose la alabanza
Rebose la alabanza
del corazón creyente
y el júbilo divino
al hombre peregrino
penetre dulcemente.

!Oh Dios esposo de esta criatura,


que tú formaste con las manos tuyas,
oh Dios que moras donde está la hondura
de nuestra cuna y nuestra sepultura!
Rebose la alabanza / del corazón creyente

¡Oh Dios resplandeciente, fuego vivo,


que sale incorruptible del abismo,
oh Dios humanidad de mis gemidos
oh fúlgido laurel de mi destino!
Rebose la alabanza / del corazón creyente

¡Oh Dios Encarnación y Eucaristía,


vivísima presencia en mi comida
oh Dios ternura, tacto y compañía.
y pálpito y sagrario de mi vida!
Rebose la alabanza / del corazón creyente

Oh Dios reposo, eterno jubileo


oh Dios abierto, oh Dios en quien creemos:
la gloria y el amor por mil milenios
Jesús, Hijo de Dios, Dios verdadero.

31/03/2000 Estella

158 Himnos para la Liturgia de las Horas


34 Tú eres el que vives
Tú eres el que vives,
el Hijo de Dios vivo,
bandera desplegada de la vida,
que llamas a vivir, oh Dios, contigo.

Tú eres el que amas


y el Padre es tu latido;
envueltos en tu amor, que es nuestro triunfo,
¡oh!, déjame sentir que soy querido.

Tú eres el que estás


y marcas el camino;
condúcenos, Pastor de la Alianza,
tú que llevaste al pueblo peregrino.

Tú eres nuevo mundo


y luz de mi destino;
tú eres sacramento que se abre
y das el cielo al dar el Pan divino.

Tú eres la alabanza,
el gozo desmedido;
enciende con el ósculo de amor
a quien hiciste esposa en el bautismo.

Tú eres paz y gloria,


retorno y paraíso;
tu Nombre con el Padre y el Espíritu
santificado sea por los siglos. Amén.

16/04/2001 Alfaro

Himnos para la Liturgia de las Horas 159


35 Pues fuiste amado, oh Hijo el más
Pues fuiste amado, oh Hijo el más hermoso,
por Dios Bendito, el Padre desgarrado,
no puedes tú morir con los perfumes,
no puede Él fracasar, enamorado,
pues fuiste amado.

Pues yo te amo, llama de mis días,


y todo lo perdí muy cautivado,
no me hagas fracasar, si tú no vives,
si a tu divino Cuerpo no me abrazo,
pues fuiste amado.

Pues si una esposa, virgen sin mancilla,


a ti te mira, a ti te canta salmos,
abrévale en la fuente de tus llagas,
y acógela al calor de tu costado,
pues fuiste amado.

Pues si mi muerte oscura y redentora


es perla de mi amor a ti entregado,
oh Cristo, mi esperanza, divinízanos
en tu Resurrección resucitados,
pues fuiste amado.

Oh fruto del amor del Padre amante,


dulzura del Espíritu inflamado,
a ti el eterno triunfo en cielo y tierra
oh Cuerpo siempre amado y deseado,
pues fuiste amado.

25/04/2001 Estella

160 Himnos para la Liturgia de las Horas


36 Con el pan de sus manos
Con el pan de sus manos,
con un pez en las brasas,
al frescor matutino
el Señor invitaba.
Acercaos, amigos,
que esperando yo estaba.

Memorial y Evangelio
era el lago y la barca,
por aquí las parábolas
y las gentes sanadas.
Acercaos, amigos,
a la mesa de Pascua.

Se ha sentado la iglesia
a Jesús arrimada.
Era el cielo y la tierra
y una lumbre muy cálida;
la divina presencia
era el hombre que hablaba.

Y era de Eucaristía
el convite del alba:
y es el pan y el coloquio
y dulzura que sacia,
descansar a tu lado
tras la noche bregada.

¡Oh Jesús de la paz


en el pecho palabra,
oh silencio de amor
cuando aguardas y callas,
oh delicia y latido
cuando tocas el alma!

Desde el lago querido


suban voces de gracias.
Por ti canten los montes
y las límpidas aguas,
oh Jesús que te quedas
y tu Cuerpo regalas. Amén..

29/04/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 161


37 Que no cedió su cuerpo humano al polvo
Que no cedió su cuerpo humano al polvo,
ni al polvo enamorado que suspira;
que fue hasta el fin, siguiendo su carera
a enarbolar la palma de la vida,
Jesús, Pascua florida.

El alma dio un abrazo al talle hermoso:


y dijo Dios: A que sea la armonía;
la muerte fue al abismo para siempre
y amaneció incorrupta la alegría,
Jesús, Pascua florida.

Que sea la armonía, hombre y tierra,


y dancen juntos, vivan a porfía,
y el coro de los ángeles se una
para cantar la paz definitiva,
Jesús, Pascua florida.

Recibe, Cristo hermano, la oblación


de la unidad que hiciste en tu familia;
excelso Creador bendice y sella,
las nupcias del Espíritu y la arcilla,
Jesús, Pascua florida.

Oh Cristo santo, río de los cielos,


oculto como grávida semilla,
el mundo lleva a Dios en sus entrañas
porque eres tú el grano que germina,
Jesús, Pascua florida.

Dulcísimo Jesús de la Alianza,


Jesús de pan y vino, y de María,
Jesús Resucitado, a ti el honor
y de la Iglesia toda pleitesía,
Jesús, Pascua florida.

03/05/2001 Estella

162 Himnos para la Liturgia de las Horas


38 Jesús aparecido en el camino
Jesús aparecido en el camino
de luz celeste y voz que al pecho entra,
Jesús metido dentro de mi estancia
sin muros para ti, que eres la puerta,
¡aparecido!
Aparecido vivo a los testigos
que habían caminado tras tus huellas;

y ahora contemplaban nueva historia,


ceñido el siervo humilde de belleza,
¡aparecido!
Presente en mí y más y más adentro,
eterno morador del alma abierta,
y ahora aparecido ante mis ojos,
transido de bondad, pureza y fuerza.
¡aparecido!

Venido a mí, la débil criatura,


feliz porque me habitas y me llevas,
dichoso porque veo tu semblante,
que no lo vieron reyes y profetas,
¡aparecido!

Esposo presentado a quien te ama,


que aceptas como esposa verdadera:
oh bella Iglesia, fiel de madrugada,
que fuiste presurosa a su presencia,
¡aparecido!

Delicia de las almas que te buscan,


¡a ti, el encontradizo que te dejas,
oh buen Jesús, hechizo de amadores,
a ti te bendecimos en la espera!,
¡aparecido!

04/05/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 163


39 Por el camino divino

Por el camino divino


de un nuevo conocimiento
nos guía nuestro Pastor.
Bajo el cayado del Padre
él se sintió conocido
y a sus manos se entregó.

Yo conozco a mis ovejas,


nos dice el Resucitado,
mirándome al corazón.
Y las mías me conocen,
porque han tomado en sus labios
mi cruz y resurrección.

Igual que yo con el Padre,


y el Padre conmigo en todo
haremos unión de amor.
Unidos, comunicados,
desde la mesa celeste
a vuestro pan y oblación.

Yo las conozco y las guardo,


y en mis brazos recogidas
les doy caricia y calor.
Y nadie puede arrancarlas,
que mi Padre está conmigo
y él me quiere Buen Pastor.

¡Oh Jesús de mi dulzura,


mi suavidad y ternura,
mi amor y mi adoración,
a ti con toda la iglesia
suba el canto agradecido,
oh Jesús, oh Buen Pastor! Amén..

06/05/2001 Estella

164 Himnos para la Liturgia de las Horas


40 El ángel, centinela de la aurora
El ángel, centinela de la aurora,
estaba allí, celeste evangelista;
allí les aguardaba a las del alba,
allí les vio con mirra que traían.

De eterna juventud era el aspecto,


con veste de victoria aparecía;
sus ojos, de vidente de Jesús,
su rostro fulguraba de alegría

Tenía una embajada de los cielos,


la más bella noticia al mundo dicha:
Mujeres amorosas, no busquéis,
que vive para siempre el que es la Vida.

El coro de los ángeles cantaba


el cántico triunfal de bienvenida,
y al ser el manantial de toda gracia,
a Él agradecidos se ofrecían.

Corona de los ángeles, Jesús,


belleza que los cielos santifica,
a ti los servidores celestiales
en medio de nosotros te predican.

Lleguémonos, Iglesia universal,


Iglesia de la patria y peregrina:
¡Bendito sea el trono del Cordero,
oh Cristo Dios, a ti la luz divina! Amén.

10/05/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 165


41 Memoria de Jesús radiante y clara
Memoria de Jesús radiante y clara,
maestro que haces vida el Evangelio,
aliento del Señor en sus palabras,
perenne novedad de sus recuerdos,

Espíritu de Pascua.
Espíritu de Pascua, amante Espíritu,
seguro timonel que lleva a puerto,
Espíritu de amor, delicia honda
que late suavemente en nuestro pecho,
Espíritu de Pascua.

Memoria de Jesús tras su partida,


anillo de Dios trino aquí en el suelo,
testigo permanente, luz fecunda,
Espíritu de paz y de consuelo,
Espíritu de Pascua.

¡Oh, ven, divino Espíritu y habita,


y cumple entre los tuyos tu deseo!,
la Iglesia es tu morada deseada,
y cada corazón tu santo templo,
Espíritu de Pascua.

Venid los Tres, conforme a la promesa,


poned en mí la mesa del encuentro,
los Tres conmigo en unidad de gracia,
el alma en el hondón, confín el cielo,
Espíritu de Pascua.

¡Divina Eternidad, oh Tres Personas,


oh historia celestial en Dios terreno,
en cielo y tierra sea la alabanza,
cantando por Jesús el himno nuevo,
Espíritu de Pascua!

27/05/2001 Estella

166 Himnos para la Liturgia de las Horas


42 Con firme voz de Hijo en obediencia
Con firme voz de Hijo en obediencia,
AYa todo está cumplido, nos decía;
bajó después la frente, y de su pecho
el río del Espíritu irrumpía.

Ocultó se quedó, mas no apagado,


Jesús tras la serena despedida;
dejó en prenda a la Iglesia el vivo anhelo,
el suave amor que da su cercanía.

Del seno de su Padre donde mora


el fuego del amor él nos envía,
la brisa milagrosa de la tarde,
el río hermoso y fresco de la vida.

Espíritu, corona de la cruz,


fulgente amanecer del Bello Día,
Espíritu abogado de la Iglesia,
Espíritu de fuerza y de caricia.

Espíritu de Pascua consumada,


promesa de consuelo y profecía,
Espíritu, ¡oh sello de una muerte
cambiada en sacramento y energía!

¡Señor Resucitado, el Hijo bueno,


que, al darte, das el don que deifica,
la gloria sea tuya, sea vuestra,
en santa Trinidad y paz divina! Amén..

30/05/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 167


43 Rompió la luz la roca
Rompió la luz la roca
y fuiste en derechura hasta el regazo,
y el Padre te ciñó con su corona,
bellísimo Jesús, ¡oh dulce hermano!

Aquel divino instante


milenios y milenios ha llenado,
Señor Jesús, unción de todo tiempo,
presencia pura, gozo inmaculado.

Remad hacia la altura,


echad la red con brazo dilatado,
echadla sin temor en nombre mío,
que el corazón del hombre yo he creado.

Mirad en lontananza
y haced pasión del tiempo regalado,
y dad a Dios la gloria y la belleza,
y vedme a mí, amando a vuestro lado.

Jesús de mi ternura
Jesús todo divino y tan cercano,
Jesús ante mis ojos y en mi cuerpo,
Jesús en cruz, Jesús resucitado.

Con todos los milenios


el triunfo del amor a ti cantamos.
¡Oh vida de la vida, luz del mundo,
a ti por el Espíritu adoramos! Amén..

31/05/2001 Estella
Fidel Aizpurúa le ha puesto música.

168 Himnos para la Liturgia de las Horas


44 Junto a la cruz de Jesús
Junto a la cruz de Jesús
estaba la Madre santa,
la izquierda Juan amado;
a los pies arrodillada
con ellos estaba Clara.

Al alba del Día nuevo


las mujeres aguardaban,
en sus manos los perfumes;
y en clausura, abierta el alma,
Clara les acompañaba.

Vino el Varón más hermoso


mostrando sus santas llagas,
ríos de amor y de Espíritu;
y en san Damián encerrada
Clara virgen lo abrazaba.

Salid al mundo universo


y la Noticia gritadla
clamaba el Resucitado;
Clara los brazos alzaba
y en silencio lo anunciaba.

¡Oh Cristo gloria del Padre


luz blanca de la mañana,
roja lumbre del ocaso;
con Clara, la fiel hermana,
la Iglesia tu amor ensalza! Amén.

21/03/2003 Cuautitlán Izcalli

Himnos para la Liturgia de las Horas 169


45 Amor, ternura del Padre
Amor, ternura del Padre,
indigente de los hombres,
en el árbol de la cruz
Dios hecho nuestro se rompe.

Y aquel quebrado perfume


llenó la Iglesia y el orbe,
y ungió de divinidad
a los que eran pecadores.

Venid, familia de santos,


los amados, amadores:
Jesús es Pascua florida,
el fin de nuestros dolores.

Jesús Viviente se acerca


y en su pecho nos acoge:
¡venid, benditos del Padre,
mis dones son vuestros dones!

Vida de la vida humana


y de Dios el sumo goce,
santo Jesús Vencedor,
¡atrae a los corazones!

¡Jesús bienaventurado,
paz y estandarte en el monte,
brille tu Pascua por siempre,
y a tus brazos nos arroje! Amén.

18/04/2003 Cuautitlán Izcalli

170 Himnos para la Liturgia de las Horas


46 Oh Rey de paz, hermano de los hombres
¡Oh Rey de paz, hermano de los hombres,
que en sangre de terror moriste un día,
tú vives, tú intercedes, tú nos oyes,
delante de tu Padre tú palpitas!

Tú amas a raudales en el cielo


y en ese mar sin fondo purificas;
tú eres el perdón y el fuerte abrazo
que enlaza en ti a hermanos fratricidas.

Tú eres nuestra causa ya ganada,


tú eres la condena en cruz vencida,
tú eres el futuro que anhelamos
la paz, divina paz, que nos fascina.

Tú eres nuestro Yo y Tú ceñidos,


la nueva humanidad en ti nacida,
oh Cristo de esperanza y de victoria,
oh Cristo allí y acá la misma vida.

A ti, Jesús, concordia de los hombres,


perdón de Dios, y luz amanecida,
a ti la gratitud y eterna gloria,
a ti que del mortal abismo libras! Amén.

21/03/2004 Cuautitlan Izcalli

Himnos para la Liturgia de las Horas 171


47 Alzado, mi Señor, tu blanco cuerpo
(Ante el Crucifijo de San Damián)

Alzado, mi Señor, tu blanco cuerpo,


a ti, contemplo, a ti, Jesús, adoro;
descubre ya tu faz tras la penumbra
y cuéntanos, oh Dios, tu amor y gozo.

¿Qué miras junto al Padre, que ha bañado,


de bella eternidad tus grandes ojos?
Tú eres el retrato de tu Iglesia,
que en tus pupilas es recordatorio.

La herida del costado a tu derecha


de gracias celestiales es arroyo;
tus puras llagas, perlas preciosísimas,
son tu joyel y nuestro patrimonio.

Al lado de tu Madre cobijados,


con Juan que la acompaña hacemos coro;
materna Iglesia, Madre en el Calvario,
en tu regazo guarda su tesoro.

Jesús, oh Rey eterno de anchos brazos,


de Clara, virgen pobre, tierno Esposo,
a ti la vida cante toda entera
en prueba de que amamos en retorno.

Jesús Crucificado y ensalzado,


tu cuerpo contemplado es regio trono;
¡la gloria a ti y el mérito ganado,
y desde ti la gracia hasta nosotros! Amén.

06/04/2004 Cuautitlán Izcalli


Himno pascual 2004 en el año conmemorativo del 750 aniversario
del Tránsito de santa Clara

172 Himnos para la Liturgia de las Horas


48 Ahí viene el Soñador
El Soñador

Ahí viene el Soñador,


el de la túnica bella.

Soñaba que eran familia:


la luna, el sol, las estrellas,
y él más hermoso y radiante,
corazón de toda ella,
que Dios le hacía soñar
lo que quería que fuera.

Ahí viene el Soñador,


el de la túnica bella.

Soñaba como el amor


sueña verdad lo que sueña:
que era la siega dorada
y había una gran cosecha;
las gavillas se inclinaban,
le rendían la cabeza.

Ahí viene el Soñador,


el de la túnica bella.

Soñaba desde la Cruz


con las heridas sangrientas;
con la corona de espinas,
y con las manos abiertas;
soñaba amor victorioso,
como divino Profeta.

Ahí viene el Soñador,


el de la túnica bella.

Soñaba Jesús muriendo,


soñaba en su santa Iglesia;
y le abría su costado
para que adentro durmiera,
soñaba y, al despertar,
vio que la Pascua ya era.

Ahí viene el Soñador,


el de la túnica bella.

¡Oh Jesús que infundes sueños


del Espíritu en la tierra,
Señor de la profecía,
Artífice de belleza!,
tus hijos, los Soñadores,
tu gracia infinita sueñan.

Ahí viene el Soñador,

Himnos para la Liturgia de las Horas 173


el de la túnica bella.

¡Loor en el mundo nuevo,


a Cristo que vive y reina!:
no se perdieron los sueños
del de la túnica bella.
¡Loor a ti, Jesucristo,
en Trinidad verdadera!

Ya ha llegado el Soñador,
la Pascua y la Primavera.

27/03/2005 Cuautitlán Izcalli

174 Himnos para la Liturgia de las Horas


05. Himnos de Pentecostés

1 Hoy desciende el Espíritu de fuego


Hoy desciende el Espíritu de fuego
al corazón creyente de la Iglesia;
el Señor que la quema y atraviesa
enciende con su llama el universo.

Ebrios del espíritu los Doce


rebosa de carismas y alabanzas;
Dios baja al Sinaí, y en llamarada
y en ímpetu de amor retumba el monte.

Razas y pueblos quedan convocados,


Dios se muestra en Sión, la bella altura,
y en voz concorde aquí a los hombres junta,
desde Babel dispersos en pecado.

Se lanzan por el mundo los testigos;


y sin ceñir espadas lo conquistan,
y sin oro a los pobres dan la vida:
el Espíritu guía y Cristo invicto.

El Viento es brisa y fuerza de huracanes,


y el Agua viva mueve los océanos;
alzan los brazos bendiciendo
y el gozo transfigura sus semblantes.

Espíritu de amor y de verdad,


Espíritu confín de las promesas,
oh Santo, a ti la gloria siempre sea,
y a nosotros de ti la santidad. Amén.

14/05/1978 Miranda de Arga

Himnos para la Liturgia de las Horas 175


2 Secreta historia del cielo
(Pentecostés)

Secreta historia del cielo,


eco de amor infinito,
Espíritu deseado,
ardiente beso divino.

El día que fue primero


cuando este mundo se hizo,
eras el amor nupcial,
ave que calienta el nido.

El día de la hermosura,
brillando el rostro de Cristo,
fuiste en sus cálidos labios
soplo y perdón desprendidos.

El día de la Promesa
cuando oraban reunidos
fuiste huracán de la Iglesia,
fuego y unción derretidos.

Espíritu de deleites,
Dios nuestro desconocido,
fuerza y paz, silencio y voz,
Defensor nunca vencido.

Espíritu de carismas,
lluvia de abundantes ríos,
con tu vigor que nos unge,
Dios santo te bendecimos.
Amén. Aleluya.

28/05/1981 Burlada

176 Himnos para la Liturgia de las Horas


3 Espíritu entrañable, alto silencio
Espíritu entrañable, alto silencio,
coloquio en que se funden Padre e Hijo,
anchura del deleite, amor de dentro,
abismo, intimidad y sinfonía.
¡Espíritu divino!

Espíritu, sabrosa paz de hogar,


belleza de la fuente que embellece,
océano infinito de la vida,
corona, sello, sábado celeste,
¡Espíritu divino!

Espíritu de luz, de gracia y gloria,


bondad sabiduría y fortaleza,
artífice del Germen encarnado,
promesa suma en labios de Jesús,
¡Espíritu divino!

Espíritu del Cuerpo iluminado,


que irrumpes y haces nuevo el universo,
en ti con Cristo empieza nuestra Era,
y el Padre muestra el rostro verdadero,
¡Espíritu divino!

Espíritu gratuito, omnipotente,


la Iglesia se ha llenado, la rebosas,
y grávida la tierra es sacramento,
la historia humana late con tu aliento,
¡Espíritu divino!

Espíritu de amor, vital respiro,


donado como el alma de la Iglesia,
a ti toda alabanza porque es tuya,
la gloria con el Padre y con el Hijo,
¡Espíritu divino!
Amén.

19/05/1984 Miranda de Arga

Himnos para la Liturgia de las Horas 177


4 El Espíritu energía
El Espíritu energía,
vida de amor,
resucitó a Jesús.

Murió su cuerpo del pecado


él, que era puro y todo santo -,
y fue a la tumba con nosotros,
en surco, mesa y sueño hermano;
y se durmió cual criatura
que en Dios ha puesto su cuidado.

Pero hubo Espíritu Paráclito,


y una oleada de lo alto
llenó el sepulcro luminoso
y entró en el cuerpo embalsamado;
Jesús, (oh alma toda libre!,
te alzaste al aire del Amado.

Del Santo Espíritu venía


al virginal materno tálamo,
del santo Espíritu volvía
a los divinos, tiernos, brazos;
oh Cristo, ruta de la vida,
canción de amor en el regazo.

Oculto queda en mi morada


el Don que a mí se me ha donado,
y de este cuerpo pobrecillo
saldrá mi ser transfigurado;
¡oh Espíritu de la alborada
prepárame para el abrazo!

¡Oh Espíritu vivificante,


Amor en el Resucitado,
oh Cristo, Dios en cuerpo y alma,
oh Padre, cielo consumado,
oh Trinidad santa, adorada,
honor por siempre en nuestros labios! Amén..

10/05/2001 Estella

178 Himnos para la Liturgia de las Horas


06. Himnos para los domingos

1 Cantemos hoy, cristianos


Cantemos hoy, cristianos,
el día de la Iglesia:
nacida del costado del Señor,
del nuevo Adán la esposa y nueva Eva.

Gocémonos unidos
formando la asamblea:
el Padre llama y viene a nuestro encuentro
y el don de su Palabra nos entrega.

Sintámonos hermanos
sentados a la mesa:
vestidos con la veste bautismal
la santa Eucaristía es nuestra fiesta.

Y abramos nuestros brazos


a toda la ancha tierra:
que no haya ni dolor ni gozo ajeno
que de este pan y vino queden fuera.

Resuene la alegría,
la paz la vida envuelva;
y en esta cruz gloriosa, en esta sangre,
que todas nuestras penas se disuelvan.

Que Dios el todo santo


nos llene y nos posea:
a él la gloria, a él perenne canto,
a él todo el amor por siempre sea. Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?

Himnos para la Liturgia de las Horas 179


2 El día espiritual
El día espiritual
nos abre al Dios viviente;
vayamos al Espíritu de vida
que habita en el Domingo que amanece.

Bajaba el fuego vivo


del cielo por las frentes,
y aquel día primero fue de nuevo
el día del Señor, del Fuego ardiente.

El cuerpo inmaculado
yacía ahora inerte;
mas fue el divino Soplo, beso suave,
y Cristo es nuestro esposo eternamente.

Que el Viento del amor


la Iglesia santa impregne,
y todos los cristianos reunidos
reciban con el Pan el Don que viene.

El día del Espíritu


María está presente:
María, Iglesia viva, dulce Madre,
callada fe, que el alma reblandece.

¡Oh Dios de plenitudes


que miras y desciendes,
en este día, Pascua jubilosa,
con Cristo nuestro amor a ti se eleve! Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?

180 Himnos para la Liturgia de las Horas


3 Hagamos fiesta unidos
Hagamos fiesta unidos
con limpios corazones;
tomemos de la mano del Señor
la copa que rebosa el puro goce.

Es fiesta de los ángeles


la fiesta de los hombres;
la santa Eucaristía inicia el Reino
y un único Señor nos reconoce.

Que sienta libertad


el que se siente pobre,
ya no hay condenación pues no hay pecado
porque es la cruz perdón de pecadores.

¡Oh anchura y paraíso


y paz que nos acoge,
exulte el corazón con bellos himnos
cantando tras el éxodo en la noche!

Con Cristo solidarios


partamos hoy sus dones:
que sea nuestra vida casa abierta
y encuentre amor quien busca otras razones.

¡Oh Cristo, luz del cielo,


festín de vencedores,
que tus cruentas llagas luminosas
inunden nuestra fiesta en resplandores! Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?

Himnos para la Liturgia de las Horas 181


4 La luz fue la primera
La luz fue la primera,
con ella se hizo el día,
y el tiempo comenzó por Dios colmado,
pues Dios su historia humana decidía.

Bendijo complacido
la obra concluida,
y dijo el Creador de la semana:
Un Día Santo sea mi delicia.

Esposo ante su esposa


descansa, goza y mira:
un diálogo de amor que no se acaba
de Dios y criatura hoy se inicia.

Nosotros recordamos
con fe contemplativa:
el tiempo convertido en sacramento,
espera de una Pascua acontecida.

Nosotros bendecimos
las grandes maravillas:
el Sábado de Paz de aquel principio
y el triunfo del Señor, octavo día.

La gloria sea al Padre,


al Hijo igual latría
y al Dios incorruptible del Amor
su gracia entre nosotros florecida. Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?


Versos que empezaron a nacer al cobijo de San Isidro de Dueñas. Un hermano de la abadía, Juan
José Domingo ((Domingo de apellido!) ha puesto un molde musical para que puedan ser entonados
con la misma melodía.

182 Himnos para la Liturgia de las Horas


5 La Pascua fue aquel día
La Pascua fue aquel día
primero tras el sábado,
el día de María Magdalena,
llorando en el Jardín al Hortelano.

El día aquel de Pedro


que vio los lienzos blancos,
con Juan corrió veloz hasta la tumba
y al ver los dos creyeron recordando.

El día de Emaús,
camino del poblado:
los tres enardecidos se miraron
y el pan quedó cual signo consagrado.

El día de la octava.
Tomás en el cenáculo;
Jesús le dijo: acerca aquí tu diestra
y métela, Tomás, en mi costado.

El día de los días


primero y coronado:
oh día que rezumas cual racimo
la gracia de Jesús resucitado.

Excelso peregrino,
Jesús, Señor del sábado:
¡bendito tú, oh Dios, que santificas
el tiempo y la semana que has creado! Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?

Himnos para la Liturgia de las Horas 183


6 Oh Día del creyente
Oh Día del creyente,
del mundo día regio:
balanza fiel que ordena el calendario,
del tiempo revelado justo peso.

Aquí acudan los hombres,


la gloria a Dios rindiendo:
en este día, quicio de los tiempos,
que lleva salvación en su secreto.

Aquí descansen libres


en diálogo sereno:
en grata compañía y caridad
mirando con amor al mundo inmenso.

Aquí recobren fuerzas


estando con sosiego,
y den a Cristo el tiempo fructuoso,
sin miedo al que de gracia da su Reino.

Los astros van girando


y el hombre sigue un vuelo:
y sabe el corazón que cuando adora
palpita en su oración el mundo entero.

Jesús, alfa y omega,


presencia del misterio:
de ti se llene el cosmos de alegría,
que tuya es la alegría y el silencio. Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?

184 Himnos para la Liturgia de las Horas


7 Oh luz amanecida
¡Oh luz amanecida,
buscando el Cuerpo santo:
el Sol radiante, Cristo presuroso,
a ti, primer fulgor, te ha iluminado!

¡Oh bella luz ungida


de aromas consagrados:
de aquella Luz que enciende el universo
transfunde el esplendor que has encontrado!

¡Oh luz de la alegría


que viste a Cristo alzado:
invade suavemente nuestras almas
y elévanos contigo en dulces salmos!

¡Oh Cristo vigilante,


con gozo te miramos:
con fe te celebramos, Luz del mundo,
belleza y paz, reposo deseado!

¡Qué hermoso es este día,


creado para el canto:
oh Cristo que ahuyentaste las tinieblas,
aleja de nosotros el pecado!

¡La gloria de Dios Trino


envuelva el día octavo:
honor al Hijo, triunfo de la tumba,
cantadle, cielo y tierra, el nuevo cántico! Amén.

14/08/1998 San Isidro de Dueñas ?

Himnos para la Liturgia de las Horas 185


07. Himnos para los días feriales

1 Más allá de nuestros ojos


Más allá de nuestros ojos
tú te levantas erguido,
¡Gloria a ti!, amaneciendo,
por el Espíritu ungido.

No pueden nuestras palabras


prender tu Cuerpo Vencido,
ni decirte Vencedor
nuestros vítores y gritos.

Más grande que el corazón


tu Nombre santo de Hijo,
Tú eres amor y eres tránsito,
tú eres el Bien excesivo.

Mira que vamos buscando


hablar, oh Cristo, contigo.
No eres huésped; eres Dueño
de la mesa del Capítulo.

Danos sentir a tu lado


tu presencia y tu latido,
danos palabras muy simples
para decirlo sencillo.

Danos viva tu verdad,


danos el don de ti mismo.

¡Y honor a ti con la Iglesia


de todos los elegidos!

21/04/1976 Lecároz
Para los Laudes matinales del 21 de abril de 1976 en Capítulo Provincial

186 Himnos para la Liturgia de las Horas


2 Qué preciosa la luz que rompe el día
¡Qué preciosa al luz que rompe el día,
capullo esplendoroso de tu cara!
Que nos despiertes tú para alabarte,
así porque nos quieres, ¡qué gozada!

No vamos a buscar prodigios raros


en un país perdido en lontananza;
como vemos tu amor en Almogía
otro portento más ya no hace falta.

Que no solo de pan subsiste el hombre,


milagro es que tengamos tantas ganas
de gozar de tu cuerpo luminoso
y de escuchar con ansia tu Palabra.

No busquen entre esposos de esta tierra


ninguna esposa más enamorada,
que no existe marido que merezca
como tú la canción de la mañana.

Haz que sea, Señor, esta alegría,


este don que tú mismo nos regalas,
un bautizo de luz y de pureza
en el río candente de tus llagas.

Y que al llegar la tarde enrojecida


te cantemos con alma dilatada,
a ti igual que al Padre y al Espíritu,
cansados y felices: ¡Muchas gracias!

03/01/1977 Almogía (Málaga)

Himnos para la Liturgia de las Horas 187


3 Y fue la luz:
Y fue la luz:
oh luz hermosa, hermana de las almas,
retrato de la gracia,
manjar con que el amor se nutre y sacia,
delicia gratis, siempre deseada!

Y fue la luz:
vestido transparente de mi Dios,
que cubre el corazón;
aquí en la tierra, en este mirador,
los ojos limpios buscan tu visión.

Y fue la luz:
concédela, Señor, de madrugada,
con mano bien colmada,
al pobre servidor que se levanta,
y, ajeno de codicia, al mundo avanza.

Y fue la luz:
oh fuego universal que a todos baña
y a todos nos hermana!,
Del alba hasta la tarde nos señalas
que es una la tarea encomendada.

Y fue la luz:
y fue Jesús, la luz del mundo viva,
que eternamente brilla;
a ti, Jesús, oh Pascua inextinguida,
la gloria y todo amor y toda dicha! Amén.

28/10/1995 Estíbaliz

188 Himnos para la Liturgia de las Horas


4 La brasa del amor ha enrojecido
La brasa del amor ha enrojecido
la cima del Calvario;
es horno el corazón que amando expira,
ceniza los pecados expiados.

Ceniza mis pecados en tu pecho,


Jesús, en cruz alzado;
tus dulces ojos juntan cielo y tierra,
por ellos Dios nos mira perdonados,

Acérquese la esposa en esta tarde


con el precioso frasco;
y aquí tu gratitud y amor derrama,
oh Iglesia que naciste del costado.

De oriente y occidente convocados,


cantad, fieles cristianos,
y ascienda la alabanza vespertina
al árbol de la cruz con beso santo.

Honor a ti, oh Cristo redentor,


en tu precioso ocaso;
eternamente vive y reina,
en el amor del Padre coronado. Amén.

18/01/2001 Barcelona

Himnos para la Liturgia de las Horas 189


5 Abrid, Señor, mi boca silenciosa
Abrid, Señor, mi boca silenciosa,
poned la Cruz sobre los labios,
y todo exultaré en la alabanza,
cual hijo amanecido para el canto.

Tú eras al principio antes del mundo,


oh Padre en Trinidad, oh paz sin llanto,
oh Hijo Dios de Dios, eterna imagen,
oh Espíritu divino, gozo y lazo.

Y dijo Dios: Que seas tú, oh Mundo,


la luz sea la túnica y el manto;
que exista para el Hijo hermosa casa,
jardín que el Hombre venga a cultivarlo.

Y fue la luz delante como un signo,


la luz, tu luz, tu rostro reflejado;
y fue la luz por siempre del principio,
y en esa luz nosotros caminamos.

A ti, oh Padre, Dios de luz y vida,


oh Dios de cielo y tierra en ti creados,
a ti toda alabanza y toda gloria,
y nuestro corazón que has consagrado. Amén.

19/10/2001 Barcelona
Musicalizado por Juan José Domingo de San Isidoro de Dueñas

190 Himnos para la Liturgia de las Horas


6 La tarde nos transporta a tu ribera
La tarde nos transporta a tu ribera
cual suave profecía,
oh Cristo que la tarde de tu vida
quebraste con tu amor tu despedida.

Pues vives con nosotros ante el Padre,


Jesús, memoria viva,
aroma de holocausto consumado,
orante corazón que Dios ansía.

La paz que tú derramas nos circunda


y es túnica vestida;
contigo, oh Cristo, al par de tu latido
se enciendan nuestras gracias y alegría.

Que tu misericordia se enternezca,


prodiga tu caricia,
oh Cristo, amante fiel en nuestras penas,
y hogar donde esperamos nuestra dicha.

Que asciendan de la Iglesia hacia tus plantas las manos


extendidas;
y puesta sobre el ara, oh Cristo eterno,
recibe nuestra ofrenda vespertina. Amén.

19/10/2001 Barcelona

Himnos para la Liturgia de las Horas 191


7 El sexto día fue el milagro hermoso

El sexto día fue el milagro hermoso


que Dios desde el principio preparaba:
que sea el Hombre y sea su Anhelada,
Adán y Eva unidos palma y palma.

En dignidad iguales, sean reyes,


y el mundo sea el reino de sus plantas;
la tierra y el espíritu, su afán,
su mutuo amor, su vida consumada.

Y a imagen de Dios vivo así creados


la vida y vocación es la alabanza;
y dijo Dios: Creced, multiplicaos,
llenad de amor las vidas engendradas.

En este amanecer, oh Dios y Padre,


estamos ante ti, abierta el alma;
ordena la tarea a estos tus hijos,
indicamos aquello que te agrada.

Señor del universo, luz y vida,


excelso Dios, presente en las entrañas,
a ti la adoración, respiro y vida,
y que tu gozo sea nuestra patria. Amén

20/10/2001 Estella
Musicalizado por Juan José Domingo de San Isidoro de Dueñas

192 Himnos para la Liturgia de las Horas


8 El signo de la Cruz signa la tarde
El signo de la Cruz signa la tarde
y nos despide el día;
la paz de Cristo sea nuestro premio,
la acción de gracias nuestra melodía.

Peregrino Jesús de los caminos


que el fatigado pisa;
humano era el cansancio de tu cuerpo,
la tarde de tus ojos, humana y mía.

Y entonces avanzabas cielo adentro,


que adentro se escondía,
y a Dios, tu Padre, orabas como Hijo,
y él tu alma entera enternecía.

Orabas por nosotros, santo hermano,


a la hora vespertina,
y el Padre tus anhelos y los nuestros
vertidos en un cáliz recogía.

A ti te damos gracias, Jesucristo,


por tu plegaria oída;
oh, sigue intercediendo hasta el encuentro,
y en ti siempre jamás la gloria vivas. Amén.

20/10/2001 Viaje Barcelona-Reus

Himnos para la Liturgia de las Horas 193


9 De un río de agua viva y creadora
De un río de agua viva y creadora
tu corazón latía,
porque era tu alimento la Palabra,
la sangre que tu rostro enrojecía.

Palabra amor que tú nos entregabas,


el pan de cada día,
palabra de parábolas humildes,
oh Verbo, que a nosotros descendías.

Y cada tarde, al tiempo del reposo


al Padre bendecías:
sembrado está en el campo el Evangelio,
la vida brotará con fuerte espiga.

Acepta tu cosecha, Sembrador


de siembra bendecida;
la Voz Viviente sigue predicando,
testigos tuyos llevan la Noticia.

Jesús, divino Verbo, luz Poniente,


belleza sin mancilla,
bendito que sembraste el universo
con vida por tus labios esparcida. Amén.

21/10/2001 Estella

194 Himnos para la Liturgia de las Horas


10 Es grande, sin contorno, el universo
Es grande, sin contorno, el universo,
por él transita humilde nuestra ciencia;
más grande y admirable y amorosa
en él presente, oh Padre, tu Presencia.

El Sol mayor, la Luna, astro segundo,


luminarias que marcan nuestras fiestas;
mas eres tú la fiesta del amor
que día a día al canto nos despierta.

Humanamente hermosas son tus flores


que dicen su lenguaje a quien contempla;
mas eres tú, Autor de la hermosura,
la luz que nuestras almas hermosea.

La vida de vivientes de los mares,


del aire, de los campos y la tierra;
mas eres tú la vida de la vida,
oh Dios que nos habitas con tu fuerza.

Hermoso Dios y Padre de este día,


el corazón te alaba y se recrea;
acepta, Creador, el bello cántico
que tú pusiste en labios de la Iglesia. Amén.

24/10/2001 Estella
Musicalizado por Juan José Domingo de San Isidoro de Dueñas

Himnos para la Liturgia de las Horas 195


11 Mi Padre hasta el momento ha trabajado
Mi Padre hasta el momento ha trabajado,
y yo también trabajo - nos decías ;
y un hálito de amor inunda el mundo,
Espíritu que envía su energía.

El hombre paralítico se yergue,


bañado en Cristo toma su camilla;
levántate, durmiente, del letargo
y lava el corazón en su piscina.

Jesús, el primogénito, convoca


en esta hermosa hora matutina;
primero fue en la cruz, abriendo paso,
primero en el albor de su alegría.

La madre tierra engendra silenciosa,


y el hombre laborioso a ella se inclina;
la vida nos espera, allí vayamos
en busca de una mesa compartida.

Honor a ti, Jesús, el Pionero,


artífice de toda maravilla:
tú fuiste el pensamiento que nos trajo,
serás el gozo, término del Día. Amén.

24/10/2001 Estella
Musicalizado por Juan José Domingo de San Isidoro de Dueñas

196 Himnos para la Liturgia de las Horas


12 Oh santo Jesucristo, luz eterna
Oh santo Jesucristo, luz eterna,
belleza de la vida:
es hora de cantarte en el ocaso
al paso de otra luz que se avecina. al pliegue

El sol iluminó nuestra tarea


con gloria recibida,
y ahora tú, lucero que remonta,
con otra luz espléndida iluminas.

La lámpara y camino eres, oh Cristo,


trasluz de eterna dicha,
por ti vamos seguros hasta el Padre,
cogidos de tu mano que nos guía.

Pasó ya la jornada en fe amorosa


y tú eres cercanía;
y ahora descansamos a tu pecho,
que toda pena y llanto pacifica.

A ti te bendecimos con los ángeles


que gozan y te miran;
oh Cristo Dios, Jesús enternecido,
que ofreces en tu Pascua la acogida. Amén.

24/10/2001 Estella

Himnos para la Liturgia de las Horas 197


13 Oh santo Jesucristo, luz eterna,
Oh santo Jesucristo, luz eterna,
belleza de la vida:
es hora de cantarte en el ocaso
al paso de otra luz que se avecina. al pliegue

El sol iluminó nuestra tarea


con gloria recibida,
y ahora tú, fontana de la fe,
con otra luz espléndida iluminas.

La lámpara y camino eres, oh Cristo,


trasluz de eterna dicha,
por ti vamos seguros hasta el Padre
cogidos de tu mano que nos guía.

Pasó ya la jornada en fe amorosa


y tú eres cercanía;
y ahora descansamos a tu pecho,
que toda pena y llanto pacifica.

A ti te bendecimos con los ángeles


que gozan y te miran;
oh Cristo Dios, Jesús enternecido,
que ofreces en tu Pascua la acogida. Amén.

Estella, 24 de octubre de 2001,


por la tarde.

24/10/2001 Estella

198 Himnos para la Liturgia de las Horas


14 Camina en mi presencia y sé perfecto
Camina en mi presencia y sé perfecto,
reemprende tu camino, caminante;
ya el sueño ha recreado faz y brazos,
el mundo y tu misión están delante.

La ruta de Abraham es nuestra ruta,


su humilde y ciega fe, nuestro talante;
el pueblo del Señor será su pueblo,
la tierra del amor será su parte.

Elías peregrina en obediencia,


el celo del Señor es su combate,
camina, y al llegar a la montaña,
su alma se encontró con Dios amable.

Y tú eres peregrino, Nazareno,


oh Cristo, que en el Padre confiaste,
pusiste entre sus manos tu destino
y en él resucitado te encontraste.

Oh Dios de la mañana que nos llamas,


alúmbranos la fe que regalaste,
y un día en tu morada cantaremos
con Cristo luz la luz de tu semblante. Amén.

25/10/2001 Estella
Musicalizado por Juan José Domingo de San Isidoro de Dueñas

Himnos para la Liturgia de las Horas 199


15 Ya se abre la mañana, don del cielo
Ya se abre la mañana, don del cielo,
el sol ya se prepara a su andadura;
dará su brillo igual a rico y pobre,
lo mismo su humedad la hermana lluvia.

La caridad del Padre se derrama


y al bueno con el malo él aúna;
y el mundo ha de saber que Dios es bueno,
que a todos nos ofrece su ternura.

En este amanecer, oh Padre santo,


adorna el corazón con tu hermosura:
que sea la bondad nuestro camino
y amor sin cuenta sea la conducta.

Desciende hasta la entraña, Padre nuestro,


y suelta con tu mano mi atadura;
que sea libre, puro y verdadero,
sencillo y firme y lleno de cordura.

Te bendecimos, Padre omnipotente,


a ti, amante Dios, tus criaturas,
oh Padre del maná y la Eucaristía,
oh Padre de Jesús, oh gloria suma. Amén.

25/10/2001 Estella
Musicalizado por Juan José Domingo de San Isidoro de Dueñas

200 Himnos para la Liturgia de las Horas


16 Rompe la luz en el cielo
Rompe la luz en el cielo,
penetra los blancos átomos;
su rostro muestra la vida,
surge el Sol, ceden los astros.

Y hermoso, amable y potente


se yergue el resucitado;
su diestra bendice, y tiene
el Evangelio en la mano.

Irradian sus ojos vivos,


fuego de amor son sus dardos;
y de su frente serena
el mundo se va bañando.

Oh Jesús esplendoroso,
manantial de fuerza y canto,
enjuga la pena y lágrimas
de quien despierta llorando.

La luz del mundo Tú eres:


blanquea nuestros pecados;
y de tu gozo celeste
regálanos el milagro.

¡A ti, vida, toda vida,


que reinas por siempre alzado,
sea en la trina alabanza
el amor de nuestros labios! Amén.

30/08/2004 Viaje México-Madrid

Himnos para la Liturgia de las Horas 201


08 Tiempo Ordinario

1 Con gozo y con asombro nos llegamos


Mc 1,21-28

Con gozo y con asombro nos llegamos


a aquel Jesús venido e la aldea;
está en las sinagoga, nos sentamos,
oyéndole, mirándole de cerca.

Sereno, humilde en porte y vestidura,


sin paga cual legítimo profeta,
allí en Cafarnaúm anuncia y habla
como habla verdad en la conciencia.

No acusa al verdad, sino el pecado,


cuando habla perdonando al Inocencia:
¿qué tienes tú conmigo?,
Dice al Santo aquél que está escuchando sus entencia.

Jesús pronuncia suave su palabra


y rompe los abrimos con su fuerza,
y un mundo nace, nace el Evangelio
y en esa autoridad nace la Iglesia.

Dulcísima palabra que se esparce


en ondas por los siglos y a mí llega,
yo escucho en el deleite, yo recibo,
oh Cristo Voz, la Voz que tú me entregas.

¡Oh Verbo poderoso de Dios Padre,


del Ósculo divino la saeta,
tu Voz llene la tierra y nos perdone
y sea para ti delicia eterna! Amén.

03/02/1985 Jerusalén

202 Himnos para la Liturgia de las Horas


2 Si es fuego la Palabra, eres hoguera
Oficio de lectura - Tiempo ordinario (II)

Si es fuego la Palabra, eres hoguera


y vienes a incendiar el orbe entero;
arrójanos al alma tus palabras,
oh fuego abrasador, divino Verbo.

Si es lluvia, si es rocío, que descienda


y empape el corazón, florezca el yermo;
oh Cristo Salvador, oh dulces labios,
repártenos palabras de consuelo.

Si es gozo, si es delicia, eres festín,


y es fiesta el escucharte a ti, Maestro;
arrímanos, Jesús, junto a tus plantas,
prendidos de tu voz te escucharemos.

¡Palabra, nacimiento del Espíritu,


Palabra, manantial del universo,
tu gloria, desplegada desde el Padre,
descienda y nos penetre bendiciendo! Amén

23/09/1985 Jerusalén

Himnos para la Liturgia de las Horas 203


3 Amante de la Ley y los Profetas
Oficio de lectura - Tiempo ordinario (I)

Amante de la Ley y los Profetas,


perfecto cumplidor de la Palabra,
a ti acudimos,. Danos el mensaje,
Jesús Rabbí, que escuchas y proclamas.

La santa voluntad del Padre bueno


sufría por los hombres explicada,
mas vienes tú, celosos de su gloria,
y a precio de tu muerte la rescatas.

En ti la Ley se entrega en Evangelio,


en ti la Profecía es Alianza,
y tú, Señor Jesús, por el Espíritu,
nos haces ver al Padre cuando hablas.

¡Señor Jesús, crisol de la Escritura,


verdad y gran quietud que nunca cansa,
destella ante tu Padre en llama viva
y danos de tu Luz, ardiente zarza! Amén.

24/09/1985 Jerusalén

204 Himnos para la Liturgia de las Horas


09. Himnos para Completas

1 Se inclina ya mi frente
Mi Amado para mí
y yo para mi Amado.

Se inclina ya mi frente,
sellado está el trabajo;
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso.

Mi Amado para mí
y yo para mi Amado.

Mis ojos se retiran,


la voz deja su canto,
pero el amor enciende
su lámpara velando.

Mi Amado para mí
y yo para mi Amado.

Y yo sigo mirando
tu cuerpo deseado;
cuando me llegue el día,
recíbeme en tus brazos.

Mi Amado para mí
y yo para mi Amado.

Lucero que te fuiste


con gran amor amado,
en tu Gloria dormimos
y en sueños te adoramos.

Mi Amado para mí
y yo para mi Amado.

Amén. Amén. Amén.

13/10/1979 Mallorca
Musicalizado por D. Cols, en OH 6, 1980,*29-32. - En la Liturgia de las Horas para América Latina se
publican tres estrofas (véase el vol. III, 739.)

Himnos para la Liturgia de las Horas 205


2 Oh Dueño de la noche
I

Oh Dueño de la noche,
oh Dueño de secretos
que dan temor al hombre,
al verse pasajero,
sin luz que sea suya,
desnudo y verdadero;
oh Dueño de la noche,
aquieta nuestro sueño.

Oh Dueño de la noche,
oh Padre de los tiempos,
que hiciste poderoso
la vida y el silencio,
y diste vuelo al alma
y peso a nuestros cuerpos;
oh Dueño de la noche,
aleja todo miedo.

Oh Dueño de la noche,
oh paz del pensamiento,
eterno Tú que sacias
amores y deseos,
oh mar donde se anegan
mortales sufrimientos;
oh Dueño de la noche,
extiéndenos tu velo.

Oh Dueño de la noche,
oh pa del consuelo,
oh gloria incandescente,
oh Dios y dulce Dueño,
verdad donde termina
mi ser y el mundo entero,
a t te bendecimos,
oh Dios, oh Padre bueno. Amén.

26/09/1984 Belén

206 Himnos para la Liturgia de las Horas


3 Si tras la noche oscura
II

Si tras la noche oscura


tu rostro luz irradia,
oh Cristo, ya no hay noche
ni muerte ni desgracia.

Venciste las tinieblas,


oh lámpara del alba,
oh Verbo sin ocaso,
amor que no se apaga.

Verdad de los mortales,


hermano, estirpe santa,
allí donde tú habitas
dispón nuestra morada.

Llegado el fin del día,


el alma se solaza,
y gusta ya lo eterno,
mirando tu mirada.

Oh Cristo verdadero,
mi boca a ti te alaba,
que sea mi descanso
obsequio de tu gracia. Amén.

27/09/1984 Belén

Himnos para la Liturgia de las Horas 207


4 La Vida se ocultaba
IV

La Vida se ocultaba
tras una muerte impía;
la noche al guardaba
y el sol al devolvía.

Oh límpido lucero,
que brilla en lejanía,
cual Luz de Luz te espero
para el radiante día.

Pureza de tus fieles,


camino que nos guía,
con voces y laureles
será tu parusía.

Mas ya con la alaborada


vendrá la Eucaristía;
la noche reposada
nos lleve a tu alegría.

Que viva y reine el santo,


que muerto en cruz vencía,
y escuche en nuestro canto,
su gozo y melodía. Amén.

28/09/1984 Belén

208 Himnos para la Liturgia de las Horas


5 Vendrá la muerte un día
III

Vendrá la muerte un día,


belleza del ocaso,
y tras al muerte Cristo
me acogerá en sus brazos.

Que crezca ale esperanza,


que alaban los cristianos;
es breve la fatiga
y eterno es el regalo.

Y tú serás mi vida,
mi gozo consumado,
y eternamente el pobre
descansará a tu lado.

Oh fiel Señor, oh Cristo,


que en cruz nos has salvado,
bendito con los tuyos,
por siempre tus amados. Amén.

28/09/1984 Belén

Himnos para la Liturgia de las Horas 209


6 Y cuando acabe
V

Y cuando acabe
será el octavo día;
la dicha que allí nace
será mi propia dicha.

Yo templo no lo vi
en la ciudad de arriba,
si sol que se apagara,
ni luna mortecina.

Mas vi una luz preciosa


de lámpara divina,
y vi a Jesús glorioso
brillar con lumbre viva.

Y unánimes, radiantes,
a Cristo bendecían,
y al Padre y al Espíritu
con palmas que blandían.

Amén por Jesucristo,


la estrella matutina;
honor a quien posee
el árbol de la vida. Amén.

28/09/1984 Belén
Con el título de "Himnos para Completas" están publicados en: "La
alabanza de las Horas: Espiritualidad y pastoral". Dossier CPL, 46 (1991) 137-142.

210 Himnos para la Liturgia de las Horas

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