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INTRODUCCIÓN
II. AMETROPÍAS
Se ha definido a los trastornos de refracción como aquellas condiciones en las cuales por razones ópticas, el ojo es
incapaz de enfocar una imagen nítida a nivel de la retina. Estos trastornos se traducen en condiciones
perfectamente establecidas, conocidas con el nombre de ametropías y que se denominan miopía,
hipermetropía y astigmatismo; y algunas otras situaciones oculares que se traducen en
ametropías muy especiales, ya sea por la causa que las origina, la forma como se presentan o la
magnitud que adquieren; todas estas serán detalladas durante el desarrollo de el presente tema.
II.1MIOPÍA
Se trata de un defecto de refracción por el que los rayos que inciden en el ojo paralelos (del
teórico infinito) se enfocarán por delante de la retina. Los rayos que entran divergentes
formarán el foco más cercano a la retina. Por ello, el sujeto verá mal los objetos situados a
partir de cierta distancia, pero siempre existirá un punto próximo donde su visión será
correcta. (Ver Fig. 1, Fig. 2, Fig. 3 y Fig. 4).
Fig. 3. Ojo miope viendo al infinito. La imagen se enfoca por delante de la retina.
Fig. 4. Ojo miope viendo un objeto cercano. La imagen cae sobre la retina.
La miopía es, sin lugar a dudas, la ametropía más conocida, pues es la que es la que se presenta
con mayor frecuencia. Cuando una persona es miope ve muy mal de lejos aunque de cerca vea
perfectamente.
2.1.1 CLASIFICACIÓN
No hay ninguna clasificación perfecta, en lo que sí están de acuerdo los autores es que la
miopía mayor a 6 dioptrías se clasifica como magna. Existen muchos intentos por clasificar
las miopías, así tenemos, unas basadas en el número de dioptrías (alta, media, baja), según
el momento de aparición (congénita, juvenil, senil), según las alteraciones oculares
asociadas (degenerativa, …), incluso en escolar, acomodativa, ….
Escogemos una de las clasificaciones más difundidas y mejor conceptualizadas. Se trata de
la clasificación desde el punto de vista óptico, esta puede ser:
a. AXIAL: Por aumento del diámetro anteroposterior del ojo; es el tipo más frecuente.
b. DE CURVATURA: Por el incremento de la curvatura de la córnea o del cristalino,
como ocurre en el queratocono o en la esferofaquia. Individuos jóvenes sometidos a
una acomodación frecuente (p. ej. hipermétropes) pueden desarrollar una falsa
miopía por espasmo del músculo ciliar.
c. DE ÍNDICE: Por el aumento de la potencia dióptrica del cristalino; muy típico de
la esclerosis nuclear del cristalino.
Otra clasificación de la miopía hace referencia al defecto como una mera anomalía de la
refracción o como una situación de verdadera patología ocular. Al primer tipo, denominado
miopía simple, no se asocian lesiones degenerativas y la cuantía del defecto no supera las
5-6 dioptrías. La segunda forma, o miopía degenerativa, suele hacerse evidente antes de
los 10 años de edad, y progresa hasta incluso pasados los 30 años. Las lesiones
degenerativas se inician a partir de los 50 años, y son anteriores en el tiempo las de la
periferia retiniana que las de la región macular. Esta forma de miopía es más frecuente en
mujeres y tiene un carácter altamente hereditario.
Los datos obtenidos a partir de los estudios clínicos y experimentales indican que la
retina es el lugar donde se encuentra la clave de la miopía. El metabolismo de la
dopamina en las células amadrinas parece estar involucrado en el proceso de
miopización.
Existe una predisposición genética ya que en sólo el 10 % de los miopes no se
encuentra un antecedente familiar. Si un padre es miope, el hijo tiene un riesgo de serlo
del 16 – 25%, y si lo son los dos padres, del 33 – 46%. Un factor claro del componente
genético lo tenemos en la saga de los Medicis. En 1914 Steiger expuso la teoría que las
membranas oculares esclera, coroides y retina tienen un desarrollo propio, pero
controlado por la retina (neuroectodermo). En los casos de miopía maligna habría un
exceso de desarrollo retiniano que desequilibraría el desarrollo de las restantes
membranas. En el caso de las miopía leves que aparecen el los jóvenes que pasan
muchas horas fijando la vista cerca, podría ser debido a una hiperfunción de la
acomodación. Al acomodar, hay un aumento del diámetro antero-posterior del ojo,
entonces, las estructuras oculares aun flexibles en los jóvenes se deforman, acabando
con un eje anteroposterior fenotípico mayor del genéticamente determinado.
La raza puede tener tambien una implicación, porque en caucasianos la incidencia de
miopía es del 10 – 15%, mientras que en orientales es 4 veces mayor.