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BELLO - ANTIOQUIA
“RESPETO, RESPONSABILIDAD Y AUTORIDAD”
Temáticas
✔ Métodos filosóficos básicos.
✔ La pregunta, el análisis, la argumentación y la interpretación.
1. Para comenzar
La sociedad contemporánea nos ofrece una multitud de modelos para ser asimilados sin
cuestionarlos. Ser filósofo hoy es un reto, un riesgo y una lucha.
La filosofía tiene por finalidad proporcionar al hombre:
R// la filosofía estudia todas las realidades que se somete el humano, aunque
algunos no les gusten ver la realidad de forma estricta, sino que escogen el
camino más sencillo … para darle sentido a todas las preguntas que se nos
vienen a la mente hay que ver la realidad por la que estamos pasando y por la
cual vamos a pasar, y enfrentar todo aquello de la manera más práctica.
Todo lo que estudia la filosofía es sobre la verdad de la vida del ser humano y el
cómo reflexionan ante los valores y emociones que expresan las personas.
2. El desarrollo
2. Leamos dos bellos textos, las preguntas al final te ayudarán con su análisis y
reflexión
“…Cuando el nacimiento de Afrodita, hubo entre los dioses un gran festín, en el que se
encontraba, entre otros, Poros hijo de Metis. Después de la comida, Penia se puso a la
puerta, para mendigar algunos desperdicios. En este momento, Poros, embriagado con el
néctar (porque aún no se hacía uso del vino), salió de la sala, y entró en el jardín de Júpiter,
donde el sueño no tardó en cerrar sus cargados ojos entonces, Penia, estrechada por su
estado de penuria, se propuso tener un hijo de Poros fue a acostarse con él, y se hizo madre
del Amor.
Por esta razón el Amor se hizo el compañero y servidor de Venus, porque fue concebido el
mismo día en que ella nació; además de que el Amor ama naturalmente la belleza y Venus
es bella. Y ahora, como hijo de Poros y de Penia, he aquí cuál fue su herencia.
Por una parte, es siempre pobre, y lejos de ser bello y delicado, como se cree generalmente,
es flaco, desaseado, sin calzado, sin domicilio, sin más lecho que la tierra, sin tener con qué
cubrirse, durmiendo a la luna, junto a las puertas o en las calles; en fin, lo mismo que su
madre, está siempre peleando con la miseria. Pero, por otra parte, según el natural de su
padre, siempre está a la pista de lo que es bello y bueno, es varonil, atrevido, perseverante,
cazador hábil; ansioso de saber, siempre maquinando algún artificio, aprendiendo con
facilidad, filosofando sin cesar; encantador, mágico, sofista.
Por naturaleza no es ni mortal ni inmortal, pero en un mismo día aparece floreciente y lleno
de vida, mientras está, en la abundancia, y después se extingue para volver a revivir, a
causa de la naturaleza paterna. Todo lo que adquiere lo disipa sin cesar, de suerte que nunca
es rico ni pobre. Ocupa un término medio entre la sabiduría y la ignorancia, porque ningún
dios filosofa, ni desea hacerse sabio, puesto que la sabiduría es ajena a la naturaleza divina,
y en general el que es sabio no filosofa. Lo mismo sucede con los ignorantes; ninguno de
ellos filosofa, ni desea hacerse sabio, porque la ignorancia produce precisamente el pésimo
efecto de persuadir a los que no son bellos, ni buenos, ni sabios, de que poseen estas
cualidades; porque ninguno desea las cosas de que se cree provisto”.
El autor nos explica que el frenético consumo de una sociedad de mercado ha degenerado
nuestros vínculos personales al tratar al otro, ya sea amante o prójimo, como una mercancía
más de la que puedes desprenderte, desecharla, desconectarla con cierta facilidad: «vivir
juntos –por ejemplo—adquiere el atractivo del que carecen los vínculos de afinidad. Sus
intenciones son modestas, no se hacen promesas, y las declaraciones, cuando existen, no
son solemnes, ni están acompañadas por música de cuerda ni manos enlazadas.
Casi nunca hay una congregación como testigo y tampoco ningún plenipotenciario del cielo
para consagrar la unión. Uno pide menos, se conforma con menos y, por lo tanto, hay una
hipoteca menor para pagar, y el plazo del pago es menos desalentador»
Para el autor los vínculos duraderos despiertan ahora la sospecha de una dependencia
paralizante, no son rentables desde una lógica del costo-beneficio. Como es natural esto
también afecta a nuestra sexualidad, que una vez liberada del amor se condena finalmente a
sí misma a la frustración y la falsa felicidad.
Debo reconocer la fácil inclinación en creer lo que, en definitiva, es la responsabilidad de la
sociedad capitalista en nuestra específica forma de amar. Y si bien algo de cierto parece
haber en ello, sin embargo, no encontramos razones verosímiles en el inconexo contenido
de este libro.
Desde otro punto de vista, un estudio sobre un tema en cierto modo tangencial, a saber, la
gran cantidad de solteros varones en las zonas rurales de Francia Pierre Bourdieu comienza
preguntándose por qué en el valle del Bearne el celibato masculino en los años cincuenta
podía representar para los propios solteros y para su entorno el síntoma más relevante de la
crisis de una sociedad a pesar de que con un mero examen de las estadísticas esa situación
no carecía de precedentes.
Bourdieu después de un serio estudio de entrevistas personales y estadísticas por sexos,
edades y localidades nos señala que en esa sociedad campesina las mujeres volvían la
mirada más hacia la ciudad que hacia su entorno donde sólo les prometían más de lo
mismo, es decir, una lógica de intercambios matrimoniales que dependía estrechamente de
la jerarquía social, de eso de lo que precisamente querían escapar.
Sin embargo, el celibato se convertía en una oportunidad privilegiada para experimentar la
condición campesina.
Por eso, quizás nosotros deberíamos detenernos en lanzar otra sugerencia: nuestra general
crisis de amor se convierte en un síntoma relevante en el momento en el que el varón, en
este caso urbano, tiene problemas de amor.
Pero Zygmunt Bauman a pesar de citar a Judith Butler, una importante pensadora feminista,
no hace referencia alguna a la desigual distribución del amor, pasa por alto una histórica
exigencia social para que las mujeres amen sólido y los varones en líquido, no se detiene en
el proceso de explotación que ha supuesto “amar demasiado. Por eso quizá pueda ser
pertinente reformular el problema que Bauman expone en su libro con ¿por qué ahora las
mujeres también aman líquido? que, en el fondo, parece que es lo que ha cambiado
significativamente.
Los varones de la zona del Bearne que no tenían pareja de baile eran normalmente los
primogénitos, que al haber sido depositarios del patrimonio familiar se habían acomodado
en esa privilegiada situación, la misma de la que los menos beneficiados querían salir. Esos
varones primogénitos no querían renunciar a nada: ni al linaje patrilocal, ni a la familia
tradicional, ni al patrimonio; pero en lugar de explicarse su situación como acomodamiento
la vivían como la crisis de la clase campesina. Quizá sea por eso por lo que antes de
proclamar la crisis del amor – que es lo que realmente significa amor líquido—el autor
deba investigar previamente si es que no nos hemos acomodado en algún que otro
privilegio del que ahora se nos priva.
Más o menos en esa misma época, pero en Turín, con un ambiente urbano, M. Antonioni
filmaba este fragmento de guion:
«CLELIA: Soy demasiado independiente para ser una mujer tranquila en una casa
modesta.
Trabajar es también mi forma de ser mujer, de amar, de participar en la vida ¿entiendes?
Quizás un día tenga suerte y encuentre un hombre con el que pueda vivir sin que él o yo
tengamos que renunciar a nosotros mismos.
Pero si tú y yo vivimos juntos, Carlo, estoy segura de que uno de los dos sería infeliz.
CARLO: Tal vez. Yo no consigo imaginar la infelicidad cerca de ti, pero no te pido que
arriesgues la tuya.
CLELIA: ¿Crees que es fácil renunciar a ti? Me siento como una mujer en peligro»
La protagonista lo tiene algo más claro que los varones primogénitos de la zona del Bearne,
pierde a Carlo, entre otras cosas, porque no puede renunciar a su forma de ser mujer.
Puede que ahora sean los varones urbanos los que se pregunten por las crisis de amor
cuando está sucediendo realmente otra cosa. ¿Por qué Bauman ve una elección utilitarista
de los amantes ahora, a este lado de la valla, cuando estamos un poco más lejos de la lógica
de intercambio matrimonial como método de ascensión social y patrimonial, cuando no es
muy frecuente ver buscar explícitamente un “buen partido” como modo de subsistencia?
No debería medirse la crisis del amor por el número de parejas rotas porque podríamos
confundir el amor con la dependencia y acabar estudiando lo difícil que es amarnos como
seres independientes.
La independencia, que a lo largo de la historia han tenido los varones en un contexto de
dominación masculina, les permitió amar líquido durante mucho tiempo y en muchos
relatos. A Fantina, la pobre mujer que describió Víctor Hugo en Los miserables, la dejó con
una hija y en la miseria Félix Tholomyès, un estudiante insignificante; por no hablar de la
Margarita de Goethe que también sufrió de los efectos del frágil amor de Fausto. Para las
mujeres ese derecho político es muy reciente. Ser independiente te da la oportunidad de
poder renunciar incluso al amor, de estar en peligro –como dice Clelia— poniendo en tus
propias manos la causa del intenso dolor de un desamor. No, no es fácil.
A pesar de todo, Bauman intenta, siguiendo la estela de Richard Sennett y Ulrich Beck, ir
un poco más allá de de los actuales prejuicios que sobre el amor y el sexo hay en lo que él
denomina modernidad líquida, pero, a nuestro juicio, no llega a conseguirlo porque
mantiene los mismos esquemas de valoración e interpretación que los sustentan.
Quizá deberemos aplazar para mejor ocasión lo que nuestro espíritu nostálgico nos repite
con insistencia: eso de «antes… antes se amaba mucho mejor».
BAUMAN, Zygmunt. Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. (reseña)
Ed.: Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2005. Trad. Mirta Rosenberg y Jaime
Arrambide.
Párrafo 2:
El tipo de amor que describe este texto es que el amor no existe, ya que
es solo la pasión que sentimos por las otras personas, esto se da
porque nos sentimos muy solos, y el amor que le damos a otra persona
es solo nada más por placer, este amor nos lleva a la soledad… en este
amor se muestra la falta de autoestima, la inseguridad que tenemos y
ansiedad por satisfacer la necesidad del amor.
Habla sobre el amor moderno..
8. ¿A qué hace referencia cuando expresa “las mujeres aman sólido y los
varones en líquido?
el amor, es muy hermosos tanto que los dioses lo admiran mucho, pero
hay vatios tipos de amor, el primeo el amor que se dejar llevar por la
emoción y el que toda persona desea, el segundo es aquel que nos
dejamos llevar por la belleza de una persona y solo estamos para
complacer una necesidad, a este hay que huir porque es un amor malo,
les hace daño a las personas, no es verdadero amor, es solo sensual…
el amor que nos ofrecen las personas, y el que no nos podeos negar.
Comenta la
frase de
Aristóteles
y la imagen en
un párrafo de
por lo menos
50 palabras.
3. Para Terminar por
hoy
I. En equipo realiza un video corto: donde destaques el método socrático (la
dificultades para hacer equipo con los compañeros de tu grupo, habla con tu
familia.
WEBGRAFÍA
https://www.webdianoia.com/
https://concepto.de/que-es-la-filosofia/