Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
LA RESPIRACIÓN:
Muchos son los motivos para que lo primero que hay que empezar a
practicar en el arte del Tai Chi Chuan sea la respiración.
Primero sentir y conocer nuestra propia respiración. Esto nos hará ver el
estado que esta tiene, es decir, si es una respiración rítmica o alterada, si
es suave o brusca, si es larga o corta, si es profunda o superficial, si está
bloqueada, etc.
El aire comienza por el ombligo y sale por el ombligo. El aire bueno entra y
la energía mala sale por el ombligo.
Esta respiración es más profunda y suave que las otras dos anteriores. Se
puede saber de esta respiración si se pone una pluma en la nariz.
Esa presencia en un principio puede ser grande, pero hay que irla
acumulando en una zona más reducida, hasta que se vaya acercando al
Dantien, así poco a poco uno podría comenzar a respirar con el Dantien.
Uno cuando practica esta técnica se siente que los poros se abren y se
cierran. Al inspirar abren los poros, y al expirar cierran los poros.
Uno siente calor con esta respiración, uno puede sudar, también hay una
sensación de flotar o volar.
LA CONCENTRACIÓN:
La importancia del control mental en las actividades del Tai Chi Chuan es
para hacerse conciente.
La buena concentración en los movimientos del Tai Chi Chuan nos hará
más conciente. Es importante observar nuestra actividad mental. Si esta
actividad mental es inconsciente el agotamiento será mayor.
Ahora bien, cuando practicamos Tai Chi Chuan es mejor que tengamos la
atención en la respiración que baja y se instala en el Dantien inferior, es
decir la mente y la respiración se unen en el Dantien inferior. Esto
aumentará nuestra atención, la mente se calmará y empezaremos a sentir,
en vez de pensar. Nuestro estado será más benévolo y podremos observar
como nuestro cuerpo se mueve y desplaza con armonía y sutileza.
Para llegar a este nivel, primero hay que practicar mucho tiempo en hacer
movimientos de empuje muy lentos caminando, dirigiendo la energía de
los talones a las manos y de las manos a los talones, la mente en perfecta
armonía con el movimiento y la energía.