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Texto
2 Atención a los perros; atención a los obreros malos; atención a los falsos circuncisos.
3 Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el Espíritu de Dios y
nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne,
4 aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la
carne, más yo.
5 Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos;
en cuanto a la Ley, fariseo;
6 en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable.
7 Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo.
8 Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo,
9 y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de
Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe,
10 y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme
semejante a él en su muerte,
11 tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos.
I
PUNTO DE ARRANQUE:
DÓNDE ESTOY Y QUÉ ANHELO
Sabiduría y precaución
Cierto que la lectura divina no puede estar predeterminada, guiada por mis propias riendas.
La lectura divina es pasiva. Por eso está tan cercana a la contemplación. Yo no tengo que mandar
al texto, sino dejarme mandar por el texto, en obediencia a la palabra de Dios, que es Aobediencia a la
fe@ (Rm 1,5; 16,26). El texto se posesiona de mí; no yo del texto.
Yo no tengo que comunicar al texto mi subconsciente, para que el texto me lo devuelva en forma
de mensaje divino, y me escuche yo a mí mismo, sutilmente incapacitado para escuchar a Dios. Por
ahí no llego al encuentro sacramental con el Dios viviente en el signo de su Palabra. (Es tan fácil
dejar decir a la Palabra lo que anhelamos en nuestra sensibilidad que nos diga...! (Qué pureza de
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corazón necesitamos para que Dios nos diga, por sus divinos labios, que son las palabras de la
Escritura, lo que él quiere decirnos! Y que lo diga cuando quiera y como quiera...
Salvando limpiamente, claramente, estos principios, soy consciente, al mismo tiempo, de que mi
corazón vive su propia situación de vida, y de que yo anhelo y busco que la Palabra de Dios ilumine
y oriente esta situación en la que yo estoy. No condiciono la Palabra de Dios, que ella misma puede
decir a otros lo que quiera..., mas en este momento yo quiero - y lo pido humildemente - que la
Palabra gratuita que se me brinda dé respuesta a la situación mía, que es la que voy a exponer.
2. En esta situación vital en que me sitúo, con la mayor sinceridad que puedo, abro mis ojos a una
crítica, serena y dura, en búsqueda de la verdad liberadora que me ha de venir de Jesús.
Sospecho, de entrada, que en mi vida hay mucha basura, de esa basura de la que habla san Pablo.
Y, aceptando esto, me da la impresión de que en la vida religiosa hay también mucha basura; y
que en la vida de la Iglesia hay mucha basura...
Si de entrada no admito esto, (qué difícil será (acaso imposible) limpiar esa basura que me impide
disfruta de la belleza incomparable de Cristo, de la fragancia que despide su cuerpo y su santidad...!
3. La peor basura de mí mismo sería el negarme a reconocer mi verdad, buscando artilugios para
engañarme. Se puede llegar a tal punto en que, en determinado momento, pierda la conciencia de que
me estoy engañando a mí mismo. Al fin, uno no sabe si se engaña o no se está engañando, porque
soy yo mismo quien va creando desde mí mis propias convicciones, las que determinan mi escala de
valores, mi norma de conducta. Diría que, si me descuido, soy yo el autor de mi propia moral.
Pablo había caído en la trampa, sin darse cuenta, hasta ser perfecto, intachable, en la Ley..., y
todo aquello ahora (era basura!
4. Voy a ser muy cauto frente a lo que me rodea, a lo que se dice, a lo que se piensa...
Las medias verdades son basura.
El camuflaje de la verdad es basura.
Y veamos, con los ojos abiertos, que hay Atécnicas de gobierno@ que aceptan esto como legítimo...
Las artimañas de ambición espiritual por ascender a cargos (el ACarrierismo@, o Ahacer carrera@ en
los escalafones eclesiásticos, de que habla la Novo Millennio ineunte..., núm. 17...) son basura. El
sutil empeño por subir al puesto de abadesa, de superior..., y las solapadas convicciones espirituales
por no bajar de él... son basura.
Los títulos, realmente excesivos, con lo que nosotros queremos envolver la autoridad de obispos
y cardenales..., mirados desde este radicalismo de la verdad a la que nos asoma Pablo, son basura. Y
los seguimos fomentando, porque lo contrario sería - se piensa - Adescortesía@...
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5. En suma, bajando a los fondos del ser, he aquí que la basura se deja ver en dos modos
principales, los dos corrosivos:
- el más duro, querer considerarme a mí mismo de manera distinta a lo que íntimamente soy, no
teniendo la pasión por la verdad;
- el querer proyectar mi figura hacia afuera, suscitando en los demás una opinión placentera de mí
que no se corresponde con la realidad que yo percibo, o, al menos, intuyo.
Sí: para mantener un sano equilibrio de nosotros mismos, y hacer que nuestra persona no quede
destrozada ante los demás, necesitamos una conciencia de nuestra propia dignidad íntima (pese a
nuestros pecados) y un buen nombre para proteger la propia debilidad. Pero yo no podré nunca
fomentar la mentira; dejaré, tan sólo, que fluya una cierta figura honesta, aceptable, de mí mismo,
que me consolide en el suelo de mi personalidad, de mi autoestima, necesaria para vivir.
Pero en la verdad pura de mi ser yo me presentaré ante Dios como soy, yo que fui sacado al ser
de los bordes de la nada, y que existo en gracia y por gracia. Lo demás, comparado con esto, es...
mentira; y la mentira es basura.
II
LOS TÍTULOS DE PABLO, DESTRONADOS
Los títulos
S Circuncidado el octavo día;
S del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos;
S en cuanto a la Ley, fariseo;
S en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia;
S en cuanto a la justicia de la Ley, intachable
Estos títulos nos abren a una dignidad suprema que uno alcanza en el pueblo de la alianza.
Comentario
* Circuncidado al octavo día. )Hay algo más bello en Israel? Basura... Por ella fue incorporado al
pueblo de la Alianza. Basura...
* Hebreo, hijo de hebreos. Hebreo desde los tuétanos, de pura sangre; no hebreo venido de fuera,
agregado al Pueblo. Basura...
* En cuanto a la Ley, lo más puro, lo más piadoso, fariseo. (Títulos que son Acarne@! Basura...
Pero yo estudié en Jerusalén, a los pies del rabino famoso Gamaliel, yo me aprendí de memoria
largos párrafos de la Torá... Y me dediqué al estudio con vigilias y ayuno... (Tíulos de carne! Basura.
* La Ley me enardeció, por la Ley perseguí, pues busqué la santidad de la Ley y la extinción de
los apóstatas y paganos; hice merecimientos como ninguno. Basura...
* Yo fui íntegro, yo fui intachable... Nadie me podrá reprochar mi comportamiento con respecto a
la Ley. Yo no tengo pecado... Basura.
Sí, es un lenguaje estridente. Quizás no lo soportamos... Nos resulta más fácil - y ciertamente más
cómodo - oír hablar al judío Pablo con otras palabras sobre semejantes realidades, como cuando
escribe a Timoteo: ADoy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, rindo culto con una
conciencia pura, cuando continuamente, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones. Tengo vivos
deseos de verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría. Pues evoco el recuerdo de la
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fe sincera que tú tienes, fe que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé que
también ha arraigado en ti@ (2Tim 1,3-5).
Una capuchina
* Yo he sido ejemplar en mis años de estudio, premio de conducta. (Título de carne! Basura.
* Yo dejé mi amor, un novio que me prometía un espléndido matrimonio. (Título de carne!
Basura.
* Pero... yo prometí pobreza, obediencia y castidad. (Títulos de carne! Basura...
* Yo fui educadora y maestra de novicias..., y bien joven. (Títulos de carne! Basura...
* Yo fui abadesa... (Títulos de carne! Basura...
* Yo estudié teología e hice un bello trabajo, muy desvelada, trabajo alabado por mis profesores...
(Títulos de carne! Basura...
* Y me han ofrecido ser guía... (Títulos de carne! Basura...
* Tengo celo por la observancia regular... Basura.
* Yo nunca he dejado la meditación... (Títulos de carne! Basura... (Y veo que otras la están
dejando: (Basura!).
* Y quiero ser una religiosa ejemplar, modelo de las jóvenes... Basura...
* Señor, )el haberme sacrificado con mis tres votos será también basura...?
Todo es pérdida
La Palabra de Dios me está invitando a entrar en estos contrastes absolutos, repentinamente causa
de escándalo; un lenguaje desmedido que me convulsiona, y me deja mal.
Pero es que Jesús también hablaba así: ASólo una cosa es necesaria@ (Lc 10,42).
Nota de exégesis. La Biblia de Jerusalén traduce: AMarta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay
necesidad de pocas, o mejor, de una sola@ v. 41-42, traducción posible. Pero la Nova Vulgata no hace esta división
tripartita: muchas, pocas, una; sino que escoge este texto: AMartha, Martha, sollicita es et turbaris erga plurima (muchas),
porro unum (sólo Auno@) est necessarium@.
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ser poseído por él,
tener la experiencia de su muerte,
y al mismo tiempo la experiencia de su resurrección.
Y eso
- ya aquí
- y en esperanza;
- sí
- y Atodavía no@.
III
ORACIÓN
(Oh Jesús,
por quien he querido perder todo;
haz que lo pierda de verdad
hasta alcanzarte a ti,
llévame tú,
pues yo no puedo: jamás, por mí, iré a ninguna parte!
Dame tu secreto,
para que mi vida sea logro,
no insatisfacción ni fracaso.
Dame la fe, por piedad,
y con ella, dame el fondo de la humildad.
Dame la unidad del ser,
que no la tengo,
y en la unidad el sosiego;
dame la paz,
que es tu presencia.
Dame la totalidad,
y enséñame que el todo está en lo mínimo de mi vida.
Renuncio a toda ciencia,
si, al renunciar, me das la sabiduría.
Renuncio a todo
si en la pobreza total te encuentro a ti.
Oh Jesús,
tú eres la gracia del Padre,
que seas tú, sólo tú,
la santidad de mi vida;
que seas tú mi gloria
y mi única esperanza.
Que en mi vida seas tú
el amor,
el puro amor,
el amor que recoja todos mis amores,
pues no puedo vivir sin amar. Amén.
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Nota aclaratoria
En la Alectio divina@
)qué se puede compartir y qué no se puede compartir?
1. )Cabe una oración compartida? Sí y no. Se nos aconseja compartir las cosas espirituales.
- Se puede compartir Apensamientos@ (y la oración se teje con pensamientos).
- Se puede compartir Asentimientos@ (y la oración se teje con sentimientos).
- Se puede compartir Atestimonios@...
2. No se puede Adonar@ el corazón; y la oración se realiza en el corazón, que es el secreto inefable
de la persona. Puedo notificar Aintimidades@, puedo notificar Aaspiraciones@ (y esta misma hojita
está en el plano de las aspiraciones); mas no puedo compartir el corazón, no por falta de
voluntad, sino por una cierta imposibilidad sustancial.
3. La oración es el encuentro y la fusión del Yo con el Tú, y es el abandono en él.
4. En la ALectio@ podemos compartir exégesis y cosas muy bellas. Mas la Palabra que infunde el
Espíritu, que es el mismo Espíritu, eso no podemos compartir. La oración es inviolable.
San Francisco solía decir: AMi secreto para mí (Is 24,16)" (San Buenaventura, Legenda maior
l3,4).
Núm. 4
AEsa fe@ que Jesús quiere encontrar en mí
el Día de su venida
(Lucas 18,8)
Texto
-Yo les digo [plural] que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del Hombre, )creen
[plural] que encontrará fe sobre la tierra? (Traducción litúrgica mexicana).
- Os digo [plural] que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, )encontrará
esa fe en la tierra? (Traducción litúrgica española).
- Dico vobis: Cito faciet vindictam illorum. Verumtamen Filius hominis veniens, putas [singular:
piensas], inveniet fidem in terra? (Traducción de la Nova Vulgata 1979, que no modifica la anterior de
la Vulgata de S. Jerónimo).
I
BASE EXEGÉTICA PARA INTERPRETAR ESTE VERSÍCULO
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quitársela de encima. Lo cuenta san Lucas al principio del capítulo 18. Es curioso que Jesús se haya
fijado en esa anécdota de vida para apoyar su doctrina acerca de la oración.
En castellano tenemos una palabra popular, muy erudita en su origen, para describir a estas
personas: Es un pelma, un pelmazo, una pelmaza. (Hala, vete!, pelma, más que pelma... Queremos
desentendernos de él, y le mandamos a paseo dándole lo que pide, Ano vaya a acabar pegándome en
la cara@ (traducción litúrgica española). Porque pelma o pelmaza es una persona Amolesta e
inoportuna@, según el Diccionario.
2. Los dos comentarios de Jesús: El primero, en torno a Dios, su Padre, nuestro Padre, el Padre
de los elegidos
Jesús de esta parábola hace dos comentarios: uno muy bonito, otro muy triste.
El bonito es éste: )Y Dios no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche...?
(Sí.........! (Y les hará pronto! Es la seguridad absoluta que podemos tener en Dios, nuestro Padre, que
tiene corazón.
En este comentario Jesús nos infunde tres seguridades absolutas:
- Que Dios ciertamente hará justicia (como el juez).
- Que hará justicia muy de buena gana (no como el juez, forzado por la circunstancia).
- Y añade que hará justicia, sin esperar, Apronto@ (no como el juez).
La parábola nos traslada a otra escena, a otro plano de realidades; nos sitúa dentro de una historia
que se está viviendo y que va a tener un punto culminante. En los salmos escuchamos con frecuencia
la voz de los justos que gimen pidiendo a Dios que venga en su socorro y haga justicia. Aquí
contemplamos a una comunidad de justos, de Aelegidos de Dios@ (Asus elegidos@), que claman a Dios,
y pide que intervenga. Jesús tiene la seguridad, que nos quiere comunicar, de que Dios va a
intervenir, e incluso va a intervenir pronto.
Estamos
- en un drama
- escatológico
- próximo, que de alguna manera nos involucra ya desde ahora.
Y ahora pasa a decir que él mismo va a ser protagonista de esta venida.
No es una pregunta Adidáctica@ para alertar, sino una pregunta Adramática@ y desafiante
La pregunta de Jesús va muy cargada. Parece ser la pregunta del que duda, del que casi insinúa la
respuesta negativa, como sugiriendo: (No, el Hijo del hombre no va a encontrar Aesta fe@ en la tierra.
Como si entreviera que el resultado no va a ser muy halagüeño.
Si tal ocurriera, (qué realidad más dolorosa, qué triste testimonio para asomarnos a lo que Jesús
tuvo que sufrir en su psicología! Si yo trabajo y dudo del valor de los resultados...(qué duro es
trabajar! Mejor, mientras se trabaja, no pensar en estas cosas, que minan de raíz el entusiasmo.
La pregunta de Jesús tiene una carga dramática, pues tenemos miedo de que la respuesta que él
sospecha va a ser fatal. Y nos resistimos a ver la obra de Jesús como fracaso, pues pensamos (o, más
bien, creemos por la fe) que Jesús no ha de fracasar, que no ha fracasado, que la Historia le ha de dar
no sólo la razón, sino el fruto gratificante del triunfo.
5. )Tiene que ver el primer comentario con el segundo? )Hablan de la misma cosa?
Acaso nos parezca que el primer comentario que hace Jesús es Asapiencial@: una enseñanza sobre
la fuerza de la constancia de la oración, simplemente esto. San Lucas mismo nos orienta con el
versículo inicial: ALes decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin
desfallecer@ (Lc 18,1; como dirá 1Ts 5,17: Orad constantemente).
Pero de hecho la circunstancia interna de la parábola nos lleva a meternos dentro del drama
descrito: orar siempre para que estemos a punto el Día de la venida.
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Así pues, pensamos que el primer comentario de Jesús y el segundo se refieren a lo mismo, a
orar constantemente en vistas de una venida que se va a dar.
Es importante hallar este punto de unidad en el sentido de la parábola y del comentario.
II
SOLILOQUIO: LA PREGUNTA ESENCIAL
Me acaba de impresionar el que Jesús concluya su enseñanza hablando primero en plural y luego
en singular. Primero, a todos: Yo os digo... Luego, a mí, personalmente a mí, para que le responda
yo, no otro por mí: Y )tú piensas que cuando venga el Hijo del hombre...?
)Por qué este cambio del plural al singular? )Me dejan satisfecho los filólogos si me dicen que es
un recurso literario y que, en el fondo, significa lo mismo? No; prefiero que las palabras queden
como están, primero a Atodos@, luego a Amí@.
La pregunta de Jesús me lleva a mí, y quiera el Señor que esta pregunta nazca simplemente del
amor, a la pregunta esencial de mi vida. )Hallará Jesús en mí lo que desea de mí?
La vida se despliega ante los ojos con muchas posibilidades, y yo voy escogiendo; aunque, por
otra parte, habiendo entregado mi vida en servicio y obediencia, otros escogen por mí, pues yo lo he
aceptado previamente. Aun y todo, también en esa circunstancia observo yo sutilmente en el fondo
de mi ser que soy yo - yo mismo, no otro - el que decide en el amor. Me veo en lucha, entre
generosidad y cobardía. A veces surge ante mis ojos un posible arranque de generosidad, y se
establece en mí un misterioso soliloquio:
- No, eso no puede ser así; es ridículo. Nadie lo hace... )Cómo lo van a interpretar? No, no hay
que ser raro; no hay que ser estridente. Es mejor ser normalito, porque en lo normal está la virtud.
)Ayunar? No...; es llamar la atención... Déjalo, eso es un escrúpulo... Y (Dios me libre de los
escrúpulos, que es una de las cosas peores que me pueden suceder...! Que la vida espiritual es otra
cosa: que es acción de Dios, que no es esfuerzo humano... Fuera toda extravagancia y todo lo que
pueda parecerse a extravagancia...
La decisión es: Vamos a lo corriente, y nada especial que se note...
***
Los coloquios personales son sutiles, sutilísimos. Se cruzan mi corazón pensamientos como
chispas fugaces. Estoy yo solo y yo solo me resuelvo las cosas.
Estas cosas que te digo, mi querida Lidia, ((ah!, sí, mi querida Lidia, vuelvo a los AColoquios
espirituales@... porque esta hoja nació en mi mente para ti...) son muy propias de un novicio. Se
marchan todas ellas cuando el fervor desaparece. Y claro que reaparecen todas si uno es escrupuloso.
(Con el escrupuloso el director espiritual debe ser tajante, y no dejarle pasar ni una sola. Si no, la
fiebre le va desgastando por dentro y le deja extenuado).
Pero no es el escrupuloso el que siente este combate interior del amor. El fervoroso puede sentir
como una llamada que el corazón la acusa. Necesitamos toneladas de humildad y de oración para que
en esta lucha ni nos ofusquemos si sucumbamos, sino que sepamos distinguir los requiebros del amor
que no te dejan quieto...
Íbamos diciendo que hay una pregunta esencial que encara nuestra vida con el Señor: Señor
)encuentras en mí todo lo que deseas encontrar? )Has visto en mí esa fe que tú esperas?
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Y si tú, Lidia, vas vestida de capuchina )eres tú la capuchina que el Señor busca? Y si yo,
Rufino, tengo cara y hábito de capuchino )soy de verdad el capuchino que el Señor busca?
)Encuentra Jesús en mí fe, amor, oración?
Es la pregunta esencial. Es la pregunta de la verdad.
III
PARA TI, JESÚS, EN LA VERDAD DE MI CORAZÓN
Y ahora contigo hablo, mi Jesús. Acaso en el Cuerpo Místico me escuche alguien, pues no dudo
de que hay una ósmosis de corazones.
He intuido que el SÍ total de mi existencia tiene que ser
- sinceridad (ante mi propia verdad, en la medida en que tú me concedas, por gracia y revelación,
bajar al suelo sin fondo de mi corazón);
- transparencia (porque la sinceridad, sin transparencia no acaba de ser sinceridad),
- coherencia (pues (qué engaño solapado si en una parte brilla la verdad-sinceridad y en otra
queda algo impenetrable),
- totalidad (una entrega a medias no es una entrega de la verdad del ser; y además si la entrega es
temporal, mientras dure, no es entrega total).
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que es, es al mismo tiempo un fulgor de tu presencia. Poseerse es dejarse; ganarse es perderse. Haré
del misterio, con la mayor sencillez, pan cotidiano, y dejaré que mi frágil Yo, tan tornadizo, adquiera
algo de la fuerza del Tú, que eres Tú mismo, Dios mío.
***
Entiendo que hay tres zonas en mi Yo que debo conocer, y que sin su conocimiento será
imposible que pase a la verdadera entrega.
El tejido de mi afectividad, resonancia de todo mi ser, la posibilidad más rica de mí mismo, el
cauce de mi vida, el cobijo de mi amor, el summum vital de la persona. Es la aspiración inquieta de
lo más bello y el rincón oscuro del pecado. El afecto busca unión..., mas (oh Dios mío!...
El tejido sutil de mi sexualidad, al eco del mundo afectivo, como potencia de afecto y al par de él.
El tejido de mi oración, que necesita absolutamente la maestría del Espíritu, porque, si no, es
dispersa, superficial, queda atorada y por años está donde estuvo. Y, sin embargo, yo sé que para la
entrega es la clave principal de todo el engranaje.
Tú, Jesús, nos hablas de oración pero no de especulación contemplativa. La oración es simple y
dramática; pertenece al compás de la vida, porque es el son de la vida.
Para esa entrega de la fe del encuentro, necesito que todos los recovecos del ser se encuentren
reconocidos; todos sanados y todos donados en oblación a Dios.
Si los saco de mí mismo y los entrego, mediante la palabra sincera y verdadera, a otros, entonces
te habré ofrecido, oh Jesús, la garantía de mi verdad. A alguien B digo B que pueda escuchar con
amor, acogerme como la Iglesia madre en su regazo. Entonces, sí, tendré la seguridad de que mi vida
está plenamente abierta,
- que es oblación, y no repliegue para la propia satisfacción;
- que mi vida está en camino de recibir al Fe del Encuentro que tú, oh Jesús, estás anhelando.
IV
CUANDO VENGAS... Y HOY MISMO
La vida se despliega sin contorno; hay tantas vidas como seres humanos vivientes. Y cada una
tiene su secreto y su hermosura, cada una su lucha y su victoria. Nada hay que repetir, porque el
secreto es mío, y la oportunidad es solo mía.
Yo retorno a compañeros de peregrinación en el amor, que surgen en mí sin quererlo, e
instintivamente quiero ser como ellos..., como una llamada que yo tuviera que atender, como ejemplo
que tuviera que imitar.
Mas mi pauta eres sólo Tú, y yo no quiero ser el doble de nadie. La vida es siempre inédita, como
el acto mismo de la creación.
Ayer (domingo XXXIII) contemplábamos las bellas piedras del Templo, sobre las que tú tenías
una palabra profética: No quedará piedra sobre piedra, todo será destruido. A esta ruina se sumaba el
desconcierto, la confusión, la persecución... Pero, de pronto, tú lanzabas un chorro de luz infinita:
Esto os ofrecerá ocasión de dar testimonio (Lc 21,13).
Y al ver la ruina (que para mí era como un símbolo de mi amada Provincia, venida a menos, yo
pecador en medio de ella, y en esta ocasión precisa cuando el ministro general cierra la visita, 20-21
nov.), yo podía escuchar la voz del Señor: Es justamente la hora del testimonio, la hora más hermosa
para ti.
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Oh Jesús, Señor de la historia, que un día vendrás y esperas fe, hoy mismo..., hoy mismo...,
acogido a tu in finita misericordia. Que el mañana no sea distinto de hoy, porque AHoy es mañana@ [.
Oh Señor, en tu infinita misericordia, porque tu amor, sólo tu amor, es mi triunfo, es mi futuro, es
la fe, la única fe, que buscas en mí.
Núm. 5
Consagración
a Jesucristo, Rey del universo
La liturgia de Cristo Rey se ha purificado tras la reforma que siguió al Concilio. Así, en el Oficio de
lectura el texto de la encíclica AQuas primas@ fue sustituido por el comentario de Orígenes a AVenga tu reino@
en el opúsculo sobre la oración. Durante siglos la Iglesia se ha visto envuelta en el ejercicio del poder
temporal. No se pueden teologizar esas situaciones en base a la figura de Cristo Rey.
En 1952 la Iglesia Católica hizo un AConcordato@ con el Gobierno del estado Español, que fue considerado
como modélico. En el primer artículo se declaraba la confesionalidad católica de la nación. Tras el Concilio se
vio que eso no se podía sostener.
La iglesia ha ido purificando su figura institucional; queda mucho para hacer con humildad, lucidez y
valentía. Hay razones históricas para que el Papa ostente el título de Soberano del Estado de la Ciudad del
Vaticano (44 km2 incluidas todas las posesiones), cuyo primer artículo según la Ley Fundamental del 26 de
noviembre de 2000 (fiesta de Cristo Rey), en sustitución de la anterior Ley del 7 de junio de 1929, dice: AEl
Sumo Pontífice, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, tiene la plenitud de los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial@. No sabemos cuál ha de ser la solución, pero nos resistimos a pensar que esto vaya en
consonancia con las palabras de Jesús: AMi reino no es de este mundo...@. Nos resistimos a pensar que un Jefe
de Estado haya de recibir a otro Jefe de Estado, el Papa, que no puede ir adonde vaya sino simplemente como
Siervo de Jesucristo. Nos resistimos a pensar que nuestros Hermanos Separados puede acoger, como signo de
unidad, a quien se presenta como Sucesor de Pedro e, inevitablemente, como Jefe de Estado.
Nuestra consagración a Jesucristo, Hijo de Dios, Rey del universo, al eco de los textos de la liturgia del
Día, vibra con otros sentimientos.
Texto de consagración
(Laudatio)
A ti me llego, oh Jesús, adorándote en el regazo del Padre,
por ti he salido del dominio de las tinieblas
y he pasado a la luz;
el Padre me ha puesto en el reino de su Hijo querido,
que eres tú.
A ti te reconozco y confieso
como Imagen de Dios invisible,
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primogénito de toda criatura;
por medio de ti fueron creadas todas las cosas,
todas giran en torno a ti,
te alaban y te adoran,
porque tú eres Rey,
y tú eres el camino de la alabanza.
A ti la victoria y la gloria
por toda la eternidad.
(Memoria)
En medio de nosotros fuiste Hijo y Siervo,
encendiste el fuego nuevo del amor
e iniciaste tu reino sirviendo a tus hermanos.
No quisiste armas, ni poder ni riqueza;
tu propia debilidad fue la fuerza del Espíritu,
y anunciaste el Reino
desposeído de todo dominio y estructura,
mostrando el camino invencible del amor.
Coronaste tu obra en la cruz,
amando y perdonando,
y anunciaste tu reino al ladrón, diciendo:
Hoy estarás conmigo.
(Oblatio)
Oh Jesús, me tienes contigo junto a la cruz,
y deseo escuchar de tus labios
la palabra más gozosa que ansío:
Hoy estarás conmigo en mi Reino.
Tu reino eres tú mismo,
misterio de dulzura en tu Sacramento.
Dime, oh Jesús, la palabra pascual
que dijiste al malhechor que dio testimonio de ti:
Hoy estarás conmigo en mi Reino.
Purifica mi mente de toda idea ajena al Evangelio,
contágiame del amor que arde en tu corazón
y hazme brasa encendida,
que expanda el amor que de ti recibo.
A ti me entrego,
respondiendo a la consagración que sellaste en mi bautismo.
Que no ambiciones ninguna grandeza, dominio y poder,
que no me seduzca la fama
ni me abata el olvido y la indiferencia,
pues en todas las cosas
quiero buscarte solo a ti.
Acepta mi vida para que florezca la unidad,
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cual cima del amor sincero.
(Intercessio)
Jesús, que ves el fondo de mi ser,
atráeme y toma posesión de todo cuanto bulle en mi vida,
porque todo es tuyo,
y quiero que, purificado, retorne a tus manos.
Intercedo por tu santa Iglesia,
que es tuya, pues la adquiriste con tu preciosa sangre,
para que mantenga su fidelidad a ti,
aun mostrándose, en su pequeñez,
como signo contradicción.
Abre mis ojos para verte en la Historia
y esperar con ánimo levantado la venida de tu reino.
(A ti la gloria,
a ti el amor,
a ti tu santa humanidad y divinidad
por toda la eternidad!
(Oh María, Madre de Jesús el Señor,
en tus manos deposito mi plegaria y mi anhelo! Amén.
Núm. 6
ARorate, caeli, desuper
et nubes pluant iustum@ (Is 45,8)
De la dulzura, de la intimidad, de la suavidad del
ADVIENTO
I
EL TEXTO SAGRADO, LEÍDO POR LA IGLESIA
El texto de Isaías
Vulgata
Rorate caeli desuper
et nubes pluant IUSTUM
aperiatur terra
et germinet SALVATOREM
et iustitia oriatur simul
ego Dominus creavi eum
Nova Vulgata
Rorate, caeli, desuper,
15
et nubes pluant iustitiam;
aperiatur terra
et germinet salvationem;
et iutitia oriatur simul:
ego, Dominus, creavi eam.
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Nota. Esta plegaria (latín: Rorate caeli desuper...) Se refiere en primer lugar a la liberación y la Ajusticia@
que Ciro traerá pronto, pero que son una creación de Yahvé (ver 41,2). Al sustituir los términos abstractos del
hebreo con Ajusto@ y Asalvador@, San Jerónimo hace que aparezca el alcance mesiánico de este oráculo (Nota
de la Biblia de Jerusalén).
16
La Tierra Virgen, fecundada por el cielo, germina, y del útero de María ha brotado el Salvador.
Perspectivas
Estoy ahora inmerso en el centro del misterio de la Encarnación.
‘ La Encarnación es un misterio trinitario. Viene del cielo, no de la tierra. La Encarnación revela la
infinita paternidad divina. La Encarnación viene del regalo de Dios.
‘ La Encarnación es un misterio mariano: el Salvador brota del seno virginal de una doncella.
María es admitida a la Trinidad y tiene en la Encarnación una participación correlativa a la
Trinidad.
‘ La Encarnación es un misterio eclesial. La iglesia va a ser el punto de encuentro de este misterio;
sin Iglesia no hay Encarnación. Jesucristo establece una familia en el teatro de la historia, hasta
su vuelta.
II
DE LA DULZURA DEL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN
1. Es dulce el manjar que sabe sabroso al paladar con un sabor de agrado exquisito.
Y es dulce para el alma aquella vivencia que trae el dulzor, es decir, el sabor exquisito que toca el
interior.
2. En la vida terrestre la dulzura espiritual, que aleja del corazón los sentimientos desabridos, se
obtiene por la sensación que deja la presencia de Jesús en el alma, o la presencia del Espíritu Santo, o
la presencia de María.
Por la Encarnación entramos a saborear a Dios como dulzura. Recordaremos que no es posible la
dulzura sin la paz; el alma pacificada es la que gusta y saborea las cosas divinas.
3. La Encarnación nos trae a nosotros, los hombres, la dulzura al paladar que proviene del don
divino.
No hay don superior a la Encarnación, que nos hace experimentar el placer de Dios de estarse con
nosotros.
17
me contagie de infinita dulzura,
y que el contacto con este misterio,
por vía amorosa,
a amarte a ti como tú me has amado.
Jesús de mi dulzura,
prepara mi paladar para gustarte a ti,
y hallar en ti todo el dulzor de la vida.
***
Rocïad, cielos puros, rocïadme,
y guste el paladar vuestra dulzura,
sabor de Dios, purísimo misterio
cuando el Niño repose en una cuna.
III
De la intimidad del misterio de la Encarnación
III
DE LA SUAVIDAD DEL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN
19
Donde hay suavidad, se levanta la bandera blanca, porque acabó la guerra, y la violencia y no
existe.
Donde hay suavidad no hay agresión.
Donde hay suavidad, hay un hijo de Dios que anuncia el misterio de la Encarnación.
Donde hay suavidad, empieza a actuar la fuerza de Dios.
Donde hay suavidad, el dolor, envuelto en silencio, se hizo resurrección.
Núm. 7
Epifanía-Bautismo-Caná
(y La Candelaria)
Mistagogía de la Iglesia al interpretar la Escritura
20
Ilustración del Missale Romanum 2002
en la solemnidad de la Epifanía
I
PREÁMBULO: UNA DOBLE PERSPECTIVA
PARA HABLAR DE MÍSTICA CRISTIANA
Aclaremos algunas ideas para movernos en los contornos de esa que llamamos Avida espiritual@.
21
normales (salvo un caso patológico) no se alcanza esa experiencia de lo sobrenatural. Una oración mística es
aquella en la que el ser humano siente que se deja llevar de una manera superior a sus fuerzas normales y que
Dios está actuando entonces de un modo libre, soberano y gratuito.
Se suele asignar cierta fenomenología para detectar el paso de la ascética a la mística. Uno ha entrado en
la mística, cuando, habiéndose negado del todo a sí mismo, comienza a experimentar, principalmente en
estado de oración, una profunda unidad del ser y una adhesión connatural a los misterios divinos, que revierten
en sí con una transformación personal que toca las raíces. Y, al mismo tiempo, un desabrimiento de todo lo
que no es Dios.
II
UN TESTIMONIO SINGULAR
El misterio de la Encarnación, celebrado como un eco del misterio pascual, es visto en la liturgia
como Adviento (traducción latina de la palabra griega Parousía), como Natívitas y como Epifanía
(del griego Epiphaneia), que significa Manifestación..
En su última convergencia las tres palabras aluden a la misma realidad: la comunicación de Dios
al hombre. La celebración se estructura en dos fases:
- Fase de Adviento.
- Fase de Navidad-Epifanía.
A su vez la Epifanía se despliega en tres misterios:
- Epifanía (Manifestación del Dios encarnado al mundo.
Vienen a la cuna los Reyes de los Salmos y del Deutero-Isaías): las naciones se congregan ante
Jesús. La liturgia, en tiempos muy tardíos, introdujo la fiesta de Cristo Rey (que se ha vivido con una
carga fuerte socio-política), cuando el actual título litúrgico es AJesucristo, Rey del universo@ (no
precisamente Rey de las naciones). Mirando en profundidad la fiesta de la Epifanía, vemos en ella la
fiesta de Cristo Rey, en su significado mesiánico-espiritual. El texto bíblico que interpreta la Iglesia
es: Mt 2,1-12.
- Bautismo de Jesús, que es la Manifestación de la divinidad, Manifestación del Hijo y de Dios
Trino. El texto bíblico que interpreta la Iglesia es: Mt 3,13-17 y par.
- Bodas de Caná de Galilea, que es la Manifestación de la gloria del Hijo, y, en la interpretación
litúrgica de la Epifanía, Manifestación del Esposo a su Iglesia. El texto bíblico que interpreta la
Iglesia es: Jn 2,1-11.
Prestemos atención a los textos litúrgicos, porque ellos nos dan la exégesis mistagógica de los
relatos evangélicos.
En la fiesta de Epifanía se canta en la antífona del Benedictus:
S Hoy la Iglesia se ha unido a su celestial Esposo, porque en el Jordán, Cristo ha lavado los
pecados de ella,
S los magos acuden con regalos a las bodas del Rey
S y los invitados se alegran por el agua convertida en vino. Aleluya.
23
La antífona del Benedictus es particularmente bella. Canta el misterio de la Encarnación-Epifanía
como el misterio del desposorio de Cristo con su Esposa (que es la Iglesia más bien que la
humanidad).
La Iglesia es inmaculada en el Jordán. Cristo lava a la Iglesia, y A... purificándola mediante el
baño del agua, y presentársela a sí mismo resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa parecida,
sino que sea santa e inmaculada@ (Ef 5,26-27).
Los Magos acuden con regalos a las Bodas del Rey. Y de esta manera, participando en las Bodas,
los Magos, que vienen de Oriente, son Iglesia que presenta los regalos al Rey-Mesías.
Los invitados de Caná, los comensales de bodas, se regocijan con el vino de estas bodas.
La antífona se concluye con el Aleluya, que suena a Pascua.
En esta fiesta nupcial - fiesta, por otra parte, de luz y manifestación - toma parte toda la creación.
Lo expresa la antífona segunda de Laudes del Bautismo del Señor: AAl manifestarse al mundo la
gloria de Cristo, las aguas del Jordán fueron santificadas: sacad aguas con gozo de las fuentes del
Salvador (Jeremías); Cristo, el Señor, ha santificado la creación entera@.
La Presentación del Señor no está en el Ciclo del Tiempo, sino en el Propio de los Santos (2 de
febrero). De un modo evangélico natural se conecta con el nacimiento del Señor, cumpliendo el
precepto de la Ley que debe observarse a los 40 días del nacimiento del Niño.
Fiesta bellísima, que, siguiendo la trayectoria indicada, podemos saborearla en una doble
vivencia:
- Fiesta de la Luz. Lumen ad revelationem gentium et gloriam plebis tuae, Israel. En las
oraciones para bendecir las candelas, se le invoca a Dios: omnis luminis fons et origo (fuente y
origen de toda luz); lumen verum, aeternae lucis propagator et auctor (luz verdadera, autor y dador
de la luz eterna).
- Fiesta del encuentro nupcial de Cristo con su pueblo. Como antífona en la procesión de entrada
se propone este texto:
Adorma thalamum tuum, Sion,
et suscipe Regem Christum:
amplectere Mariam, quae est caelestis porta:
ipsa enim portat Regem gloriae novi luminis:
subsistit Virgo, adducens manibus Filium ante luciferum genitum:
quem accipiens Simeon in nulnas suas,
praedicavit populis, Dominum eum esse vitae et mortis,
et Salvatorem mundi.
Engalana la alcoba nupcial, oh Sión,
y recibe al Rey Cristo.
Abraza a María, que es la puerta celeste:
ella porta al Rey de la gloria de la nueva luz.
24
Se detiene la Virgen, presentando en sus manos al Hijo engendrado antes del lucero,
y recibiéndolo Simeón en sus brazos,
predicó a los pueblos que era él el dueño de la vida y la muerte y el Salvador del mundo.
Algunas observaciones
La celebración litúrgica no pone su interés en recuperar una secuencia histórica de los
acontecimientos salvíficos, como si esa cronología tuviera un significado preponderante. La Sagrada
Familia se celebra antes de la octava de Navidad, fecha en que recordamos la circuncisión. El
Bautismo de Jesús, fiesta con la que cerramos el ciclo navideño, se celebra antes de la Presentación
en el Templo, a los 40 días del nacimiento.
Además, habiendo mencionado en Epifanía las Bodas de Caná de Galilea, este episodio - tan
significativo en el Evangelio de san Juan - no tiene una celebración propia.
III
CÓMO PODEMOS ENTRAR NOSOTROS
EN ESTA MÍSTICA SACRAMENTAL
1) Los filones de sentido son múltiples, y esto es una libertad característica de la liturgia. En
orden a la propia espiritualidad, uno puede vivir los misterios bajo la categoría de la nupcias de Dios
con la humanidad, o mejor, de Cristo con su Iglesia. Incluso de Jesús Mesías rey con su amada
Esposa, que es la Iglesia.
2) Para ir a estas bodas necesito la pureza total y la hermosura, que sólo me la puede dar Cristo,
ningún otro. Esta pureza Cristo me la ha dado en el bautismo; la consagración bautismal me dispone
para entrar en el banquete de bodas.
3) En las bodas de Cristo como y bebo, celebro fiesta; la alegría es la atmósfera de la fiesta.
4) Me siento impulsado a invitar a toda la creación a entrar en el gozo de estas bodas, y celebro
que toda la creación haya sido ya santificada para participar en las nupcias de la Encarnación.
5) Yo mismo, agradecido, me siento pregonero de este amor, que trato de difundirlo en mi
derredor.
IV
DOS HIMNOS MISTAGÓGICOS
PARA EPIFANÍA Y EL BAUTISMO
Una comprensión mistagógica de la liturgia pide una himnodia con la misma vibración. Con ese
intento van escritos los himnos siguientes.
Para la Epifanía se pone como Ahimno@ una pieza, que podemos llamar villancico, literariamente
bellísimo (Aredondillas de octosílabos con rimas abrazadas@), de Lope de Vega (1562-1635): Reyes
que venís por ellas, / no busquéis estrellas ya, / porque donde el sol está / no tienen luz las estrellas.
Es ciertamente una poesía espiritual, deliciosa, pero que no va con el sentido de las antífonas y de la
composición del oficio.
25
Más discutible - a mi modo de ver - esta otra pieza de Lope de Vega De una Virgen hermosa /
celos tiene el sol..., puesta en la Presentación del Señor, II Vísperas.
De José de Valdivieso (1560-1638), sacerdote, contemporáneo de Lope de Vega (a quien asistió a
bien morir), autor del ARomancero espiritual@, son los romances A la orilla del Jordán y Mas )por
qué se ha de lavar? (con arreglos de Bernardo Velado, sacerdote poeta actual, *1922).
NOTA. Sobre el misterio del Bautismo del Señor pueden verse cuatro himnos más en: R.M.G., Gloria y ternura.
Himnos para orar en Adviento y Navidad. Instituto de Teología Espiritual de Barcelona. 2000; que empiezan: Desnudo el
nuevo Adán, con alma pura; En él no está el pecado, nunca estuvo; A la fosa del mundo; Mi predilecto..., el Padre dice.
Para el Bautismo del Señor
26
lavada en el Jordán, que es el Bautismo;
y Dios la invita a Bodas - (aleluya! -,
gozad que son las nupcias de su Hijo.
Radiante está el Esposo, Luz de Luz,
nacido antes del alba y el rocío;
es bello más que el sol, cual la ternura,
que todo amor de Dios lleva transido.
(Venid, humanos todos, adoremos,
con oro, incienso y mirra, agradecidos!:
hoy es Epifanía, Eucaristía,
pues Dios enamorado lo ha querido.
Oh Tierra hermosa, canta a tu Señor,
cantad ríos y Océano Pacífico;
hermanas criaturas, celebradlo:
que Dios es nuestro Esposo en Jesucristo.
Comed, bebed el Vino de Caná,
guardado con amor desde el principio;
es fiesta de Jesús, venid, naciones,
llegaos a la Fe, mirad al Niño.
(Oriente y occidente a ti te alaban,
eterna Trinidad de eterno brillo!:
(Que toda gloria vuelva al manantial,
y aquí llueva la paz y el regocijo!. Amén.
Núm. 8 bis
El Sacramento de la reconciliación
I
CONTEXTO ESPIRITUAL
27
S Hemos celebrado con especial intensidad la semana de la Unidad de los que creemos en
Jesucristo.
S Pasó el ciclo del misterio navideño, meditado, al regreso de los conventos, con la lectura
mistagógica de Epifanía (Bautismo y Caná).
S Reiniciamos el Curso de Teología; el grupo de junioras emprende una etapa de tres meses muy
densos. Las Hermanas del Servicio igualmente emprenden su período de ayuda.
II
PUNTOS DE VIDA EN ESCUCHA A LA LECTIO DIVINA DE AYER: AEL REINO DE DIOS EN EL
CORAZÓN DE JESÚS (SALMO 144)@
ATe ensalzaré, Dios mío, mi Rey, bendeciré tu nombre por siempre jamás@: )Es realmente el
sentido de mi vida, día tras día, alabanza a Dios?
)Creo en el reinado de Dios, que se está ejerciendo sobre toda criatura?
)Doy gloria a Dios, aceptando su existencia, viviente y personal, y contemplando sus maravillas?
Para mí, )la experiencia de Dios tienen expresiones concretas, advirtiendo tanto mi pecado como
al visita de la gracia?
)Qué es para mí la pertenencia a la Iglesia y la Unidad de los cristianos, como deseo final de
Cristo en la Última Cena?
)Qué es para mí la celebración y vivencia de la Eucaristía?
)Cómo celebro el Oficio Divino de la Iglesia?
)Abro de par en par mi corazón a la contemplación, con sencillez y con entrega?
)Qué sitio ocupa en mí el mundo como amado por Dios, qué lugar en mi vocación
contemplativa?
)Puedo decir con sinceridad y verdad que amo a mis hermanos? )Cuáles son los signos de mi
amor?
)Siento que estoy dando mi vida, como Jesús, en favor de mis hermanos, que mi vida es don para
ellos?
Núm. 9
(Dichosos los pobres...!
(Lectio divina sobre las Bienaventuranzas,
del domingo IV del tiempo ordinario)
28
Jesús admirado ante la obra de Dios
Las Bienaventuranzas son el testimonio supremo del gozo de Jesús en la tierra. Jesús exulta al ver
lo que está viendo. En cierta ocasión, Jesús Avolviéndose a los discípulos, les dijo aparte: (Dichosos
los ojos que ven lo que veis!@ (Lc 10,33).
Jesús, antes que sus discípulos, ha tenido este gozo. Ha visto. Lo que profetas y reyes no vieron,
Jesús lo ha visto.
(Qué es, pues, lo que está viendo Jesús? El espectáculo de Dios sobre el mundo.
(Si viéramos lo que Dios hace, las obras de Dios! Israel las llamaba Alas maravillas de Dios@
(mirabilia Dei, en hebreo Niphlaot). Jesús puede recordar y gozar con las maravillas de Dios. Pero
aquello lo vieron profetas y reyes. Esto, que es superior, que siendo Amaravilla@ es Amás maravilloso@
no lo vieron. APorque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no
lo vieron; y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron@ (Lc 10,34).
Jesús ha sido el primer favorecido de estas maravillas.
Por eso, Jesús se felicita a sí mismo, y nos felicita a nosotros.
Más aún, felicita a los especialmente favorecidos. Estos tienen cuatro nombres diferentes en el
Evangelio de san Lucas, y sois vosotros, Alos pobres, los que tenéis hambre ahora, los que lloráis
ahora, los que sois odiados y expulsados y proscritos@ (Lc 6,20-23).
Estos tienen ocho nombres distintos en el Evangelio de san Mateo: Alos pobres, los mansos, los
que lloran, los que tienen y sed de la justicia de Dios, los misericordiosos, los limpios de corazón, los
artesanos de paz, los perseguidos por causa de la justicia de Dios@ (Mt 5,3-12).
Jesús exulta ante este espectáculo. Está viendo lo que nunca se vio: que efectivamente el Reino
ya ha acontecido, y que los depositarios de esta acción sublime de Dios son los pobres.
La última acción de Dios en el mundo ha sido crear a un pobre. Y a la verdad que lo ha
conseguido: Jesús es el Pobre de Dios, y como Pobre es la maravilla de Dios. Por eso, Jesús puede
exultar al verse reflejado en el Pobre de las Bienaventuranzas.
Soliloquio y coloquio
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Soliloquio. A la verdad, me siento confuso. Todas las fuerzas de mi ser aspiran a no ser pobre. Lo
pide la dignidad de mi propia conciencia. Para mí la vida es una conquista; la pobreza me retiene en
la esclavitud. No aspiro al goce desenfrenado, pero sí al placer mismo de la vida, al dominio de la
creación puesta al servicio del hombre. Si permanecemos en la pobreza, no saldremos de la
enfermedad, de la ignorancia; no gozaremos de la propia autonomía, seremos esclavos de los
poderosos, quienes, al detentar el poder y la ideología, machacan a los pobres. El pobre, por no tener,
ni tiene palabra para defenderse, ni tiene a quien le defienda...
Ser pobre es humillante ante la propia conciencia, y, con todas mis fuerzas, en la lucha de la vida,
dejaré de ser pobre.
Coloquio. Mas tú eres pobre, oh Jesús, y no has querido iniciar un discurso de rebelión, tú que
has dado la vida en pro de la verdad, por defender la verdad de Dios, y en la verdad de Dios la
verdad del hombre.
)Por qué no te lanzaste a la lucha en contra de la pobreza? )Por qué no defendiste a los pobres,
poniéndote al frente de ellos, tú, que podías haberlo hecho...?
Y oigo tu voz suavísima, Jesús, en el centro de mi corazón: Si no me entendisteis el mensaje de
las Bienaventuranzas, mucho menos me habrías entendido el mensaje de liberación poniéndome al
frente de los pobres... Cuando di el pan no entendieron que estaba dando el Pan de Vida y se
quedaron, de pronto, con el pan... Pero yo quería daros algo infinito: el Pan de vida...
Revelación
A Francisco de Asís se le dio entender lo que es ser pobre. Miró al Crucificado y lo vio. Fue tan
pobre que hasta fue crucificado.
Se desposó con Cristo pobre, que era desposarse con Dama Pobreza.
Oración
Oh Jesús, acepta, en mi desvalimiento, mi pobreza; en mi contradicción, acepta mi amor y mi
vida-pobreza.
Por ti acepté no tener mujer (no tener marido), que es mi mayor pobreza.
Por ti acepté vivir en obediencia, entregándote los bienes de mi voluntad y el fruto de todas mis
acciones.
Por ti, sabes que todo lo mío es de mis hermanos - quiero que sea de mis hermanos y hermanas -,
de forma que la muerte me halle sin poseer nada, por mucho que encuentren en mi cuarto. Todo lo di
a mis hermanos y hermanas.
Por ti, Jesús, por ti. Mi riqueza eres tú, y tú mi escondida pobreza.
Cantinela deAdoración
Cantinela para la adoración del Santísimo Sacramento, expuesto en la Custodia.
(Estos versos de siete sílabas llevan acento rítmico en la tercera y en la sexta)
Hemos de fomentar este año, como Año Eucarístico, la adoración eucarística. He aquí unos
versos sencillos y espontáneos. Para su ejecución, se podría intercalar, entre estrofa y estrofa, alguna
música apropiada meditativa; o quizás algún pasaje continuo del Evangelio de san Juan.
30
1
Tu presencia infinita
se hace un suave latido,
nos envuelve en su nube
y caemos cautivos,
dulcemente adorando,
oh Señor Jesucristo.
2
Nuestros ojos se pierden
en la luz suspendidos:
eres Tú el que eres,
eres Dios, todo mío,
el Amor que conquista
y me tiene rendido.
3
En silencio sagrado
yo te adoro y te miro,
y no pienso ni hablo,
a tu pecho respiro;
y me estoy cobijado
y te siento conmigo.
4
Ser y estar todo uno,
ser contigo yo mismo:
en la santa unidad,
verme en ti sumergido;
y adorar con dulzura,
Sacramento dulcísimo
5
Tú eres tú frente a mí,
creador y destino,
y me haces ser yo,
reflejado en tu abismo:
oh mi Dios, soy tu imagen,
de la arcilla venido..
6
La quietud sabe a amor,
es paisaje divino;
navegamos sin tiempo,
hasta hallar el principio;
y el principio era el Padre,
y con Él era el Hijo.
31
7
Al principio el Espíritu
era el fuego escondido:
en Hogar increado
era amor de Dios trino;
era brasa y ternura
el amor siempre vivo.
8
Dios eterno encarnado
escogió nuestro sitio,
y a mi alcance se puso,
por el tiempo ceñido:
oh mi Dios, cuyo nombre
es Jesús Eucarístico.
9
(Oh ternura inefable,
oh mi Dios pequeñito,
que te bastan tan solo
unos granos de trigo:
yo me gozo y te adoro
con los ojos bien fijos!
10
El amor sin palabras
llega a ti en mi suspiro;
sin palabras te encuentro,
y te escucho en lo íntimo,
oh mi Dios más adentro
que mi yo de mí mismo.
11
Oh mi Dios, a quien veo,
con los ojos sencillos,
eres luz que se enciende
en mi rostro encendido:
y te digo un secreto:
yo te amo, amor mío.
12
Yo te amo Jesús,
y a tu pecho me arrimo;
yo te beso y te como,
mi manjar exquisito;
32
de pecado y mentira
librame, compasivo.
13
Dame el don de mirarte
y expresar mi gemido,
pecador que yo soy,
mas de amores herido:
oh Jesús, pan sabroso,
oh Jesús, dulce vino.
14
Oh María que diste
a Dios Verbo cobijo,
de tu cuerpo sagrado
es la carne de Cristo;
seas tú bendecida
por tu fruto bendito.
15
Dios corone su amor
con la paz por los siglos,
y los cielos y tierra,
con los hombres unidos,
todos juntos cantemos
al Amor eucarístico. Amén
Núm. 10
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Primera etapa
I. Jesús en el desierto
(Año A: Mt 4,1-11)
1. Partimos de una convicción: la fe en comunidad es un bien que Dios pone en manos de todos y
cada uno de quienes conformamos la comunidad. La fe es un don eclesial que Dios lo da a su santa
Iglesia, que lo derrama en todos sus hijos. La fe tiene un guía: Jesús, el que inicia y consuma nuestra
Fe (Hb 12,2). Y Jesús, Hijo del Padre, por la acción del Espíritu Santo, derrama el don de la Fe en
todos y cada uno de nosotros. Yo, por la gracia del Bautismo, por la dignidad inviolable que en él se
me ha conferido, por la libertad con la que Cristo Jesús me ha liberado (Ga 5,1), yo tengo una
33
palabra para mis hermanas. Yo, por la naturaleza carismática de la Iglesia, a la que pertenece la vida
consagrada, yo, humildemente, tengo una palabra que proferir en medio de mis hermanos o
hermanas.
2. Cambiamos, por tanto, una actitud pasiva (mi superiora, en nombre de Dios, provee, y yo me
dejo conducir: acojo, callo, no hablo, no critico...), por una actitud activa: Acaso Dios ha depositado
una palabra de salvación en mí para mí y para mis hermanas; acaso la salvación de esta comunidad
ha de venir por la palabra de la hermana humilde y fiel, cuya voz no se hace sentir; acaso (desde la
Regla de san Benito, Aiuniori@ 33,3, aludida por santa Clara RCl III,18 Aminori@), Dios nos espera en
la voz del Amenor@.
Cumplamos la Regla de santa Clara: La Abadesa llame a sus hermanas a capítulo al menos una
vez cada semana. (RCl 3,15). AA sus hermanas@, no a su consejo, del que se habla más abajo.
4. Partimos del convencimiento de que, por encima de cualquier otra estructura, como Iglesia de
Dios, como fraternidad de hermanos menores (de hermanas menores), somo hermanos.
Oración
(Oh Señor!, que has derramado el espíritu de profecía en su santa Iglesia,
danos, por tu sola gracia, el don de la humildad,
esencia de todos los dones,
y manifiesta en medio de nosotros
la presencia de tu Espíritu
que haces brillar en medio de los sencillos.
Que tu sabiduría nos conduzca,
y que, unidos en la caridad,.
formemos tu santa Iglesia
como prodigio del amor del Padre.
I
DOS VIVENCIAS QUE PRECEDEN AL DESIERTO:
TEOFANÍA Y CONSAGRACIÓN FILIAL
35
II
ARCANUM CHRISTI
(oración colecta)
(Traducción literal-literalista)
Concédenos, Dios todopoderoso,
que, por los ejercicios anuales del sacramento cuaresmal,
avancemos para entender el arcano de Cristo,
y su efecto lo sigamos con una digna conducta.
(Traducción literal-literalista)
Haz que nosotros , te rogamos, Señor,
nos adecuemos convenientemente
a estos dones que se han de ofrecer,
con los cuales celebramos el EXORDIO
DEL MISMO VENERABLE SACRAMENTO.
Versión mexicana: Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan
convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos inaugurando.
Versión española (antes): Te rogamos, Señor, que tú nos prepares dignamente para ofrecer este
sacrificio con el cual inauguramos la celebración de la Pascua.
Versión española (ahora): Te rogamos, Señor, que nuestra vida sea conforme con las ofrendas
que te presentamos y que inauguran el camino hacia la Pascua.
El arcano del Padre se convierte en arcano de Cristo
Para Jesús la Cuarentena del desierto, que nos remitía a la peregrinación de Israel salvado,
caminando por el desierto hacia el Monte de Dios (Sinaí) y a la Tierra prometida, el arcano era:
- su propio corazón
- y el Padre.
Para nosotros, el arcano cuaresmal - el Venerable Sa-cramento de Cuaresma - es Cristo.
Confesamos:
1) En Cristo está toda la Cuaresma.
2) En la Eucaristía está la Cuaresma de Cristo.
3) Desde la Eucaristía la gracia cuaresmal es ésta: Aaptari his muneribus offerendis@: que seamos
lo mismo que estos dones que se van a ofrecer. Con otras palabras: que seamos Cristo ofrecido.
36
Mirando al Padre desde la Cuaresma de Cristo
Dice el Prefacio de este domingo (Nota. Cada uno de los seis domingos Atípicos@ de Cuaresma
tiene su Prefacio propio):
(Traducción literal-literalista)
...Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno,
por Cristo nuestro Señor.
El cual durante cuarenta días,
al abstenerse de los alimentos terrenos, consagró (dedicó)
la forma de esta observancia;
y, destruyendo todas las insidias de la antigua serpiente,
nos enseñó a superar el fermento de la malicia,
para que, celebrando con almas (mentes) dignas
el MISTERIO PASCUAL,
pasemos finalmente a la PASCUA PERPETUA.
Analicemos los elementos teológicos de este Prefacio para entrar, por los caminos de la
mistagogía, en el arcano de Cristo en la Cuaresma.
1) Quadragínta diébus. Esta es la referencia a Moisés en el Sinaí. Éxodo 24,18 dice: Aet fuit ibi
quadraginta diebus et quadraginta noctibus@. Éxodo 34,28 añade: AFuit ergo ibi cum Domino
quadraginta dies et quadraginta noctes; panem non comedit et acquam non bibit et scripsit in
tabulis verba foederis, decem verba@.
2) La abstinencia de los alimentos terrenos. La Sagrada Escritura sabe que hay alimentos terrenos y
alimentos celestiales. El maná, por ejemplo, es Apanem de caelo@. Jesús se priva de alimentos
37
terrenos, pero no se priva de alimentos celestes, y a estos alimentos celestes nos invita, como
nutrición de Cuaresma.
3) La consagración de la forma cuaresmal. La Cuaresma la ha instituido la Iglesia, ciertamente;
pero trae su origen en Jesús, y como Ase dedica@ o Aconsagra@ una iglesia para el culto divino y
reunión de la asamblea cristiana, Cristo Adedicó@ la Cuaresma, mas sin ningún rito. Su propia
Cuaresma fue el rito. Y la Cuaresma de Jesús es la Aforma@ de nuestra Cuaresma. Con esto se nos
está diciendo que la Cuaresma no es meramente un tiempo interior, porque eso solo no fue la
Aforma de vida@ de la Cuaresma de Jesús. La abstinencia de alimentos terrenos y la nutrición con
alimentos celestiales y esto durante cuarenta días constituye la Cuaresma de Jesús. Se nos invita a
ser serios con el sentido y la praxis de la Cuaresma.
4) La destrucción de todas las insidias de la antigua serpiente. La Sagrada Escritura ha llamado al
diablo la antigua serpiente. AY fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado
diablo y Satanás, el seductor del mundo entero@ (Ap 12,9: draco ille magnus, serpens antiquus,
qui vocatur Diabolus et Satanas, qui seducit universum orbem@. La obra de Cristo ha sido:
S destrucción (evertens) o aniquilación,
S de todas (de todo género),
S las insidias. Las tentaciones se nos presentan como Ainsidias@, acentuando, de este modo, el
carácter engañoso y solapado que lleva la tentación. La tentación es taimada, nos engaña;
pero Cristo ha aniquilado toda especie de tentación.
5) El Afermentum malitiae@. Estamos en un lenguaje pascual. San Pablo nos dice. APurificaos de la
levadura vieja (vetus fermentum), para ser masa nueva; pues sois ázimos. Porque nuestro
cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado: Etenim Pascha nostrum inmolatus est Christus!@
(1Co 5,7). Ya la Primera de Pedro dice a los bautizados, que son cual niños recién nacidos:
ARechazad, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de
maledicencias. Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella,
crezcáis para la salvación, si es que habéis gustado que el Señor es bueno A (1Pe 2,1-3). El pecado
es viejo fermento, fermento de malicia.
6) (EL MISTERIO PASCUAL! )Por qué no traducimos el Misterio Pascual, como está,
expresión que ha recuperado la Iglesia después de siglos de silencio? Como está, decimos, y no
Ael misterio de Pascua@, que es lo mismo..., pero no es lo mismo, como eslogan. La celebración
pascual, ya desde el inicio del venerable sacramento, hemos de hacerla Adignis mentibus@, con el
alma dispuesta dignamente para ello. Ésta es la gracia de la Cuaresma.
7) El tránsito a la Pascua definitiva. Jesús nos habló en la Cena de esta Pascua definitiva, que es la
Pascua del Reino. La Pascua es tránsito - también Apadecer@, dos visiones patrístico-bíblicas de la
misma realidad - y el tránsito definitivo será el Reino. Por lo tanto, nuestro itinerario es éste:
S De la Cuaresma a la Pascua;
S de la Pascua de la tierra a la Pascua perpetua, Pascua eterna.
Como se aprecia, tenemos una profunda mistagogía cuaresmal en el Prefacio del Primer Domingo
de Adviento (si bien la palabra Amistagogía@, de pronto, hay que entenderla en relación con el
contenido de la Pascua).
La gracia de la Eucaristía
Al concluir nuestra celebración eucarística, donde hemos encontrado el secreto, el tesoro, el
arcano de Cristo, oramos al Padre, diciendo:
38
Caelésti pane refécti,
quo fides álitur, spes provéhitur et cáritas roborátur,
qáesumus, Domine,
ut ipsum, qui est panis vivus et verus, esuríre discámus,
et in omni verbo, quod procédit de ore tuo,
vívere valeámus.
(Traducción literal-literalista)
Habiendo sido refeccionados con el Pan celestial,
con el cual
la FE se alimenta,
la ESPERANZA es abastecida
y la CARIDAD es fortalecida,
te rogamos, Señor,
que a Aquel que es el Pan vivo y verdadero aprendamos a
hambrearlo,
y que en toda palabra que sale de tu boca
seamos capaces de vivir.
Comentario espiritual
La gracia que hemos recibido
Se nos invitaba a abstenernos de los alimentos terrenos (aunque no el domingo, que no es día
penitencial), pero no de los alimentos celestiales, y (la Eucaristía es el Pan celestial! Este ha sido el
banquete del domingo.
Este Pan celestial ha plenificado la vida, es decir: la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD.
III
PARA UNA REUNIÓN DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD
DE LA COMUNIDAD O FRATERNIDAD (AHORA DE GRUPOS)
Lo sucedido
S De la Palabra a la Eucaristía (del Evangelio a la liturgia).
S De la Eucaristía a la Palabra (el Evangelio explicado desde la vivencia mistagógica de la
Eucaristía).
S Hermana, )qué ha sucedido en ti?, )qué has visto en medio de tanta riqueza?, )qué te ha
comunicado el Señor? Como profetisa de su amor, habla; comparte, comunica, obsequia a tus
hermanas con el precioso don interior.
39
S Consagremos (dediquemos) ya ahora nuestra Aforma@ cuaresmal. Por dónde nos va llamando
el Señor.
S En este Año de la Eucaristía, y ya en esta misma Cuaresma, )cómo vamos a hacer de la
Eucaristía el arcano del Señor?
NOTA. Para las homilías al inicio de cada domingo de Cuaresma, véase: Rufino María GRÁNDEZ, Homilías para las
primeras Vísperas de los domingos de Cuaresma. Camino cuaresmal hacia la Pascua, en: La Alabanza de las Horas:
Espiritualidad y Pastoral. Dossiers CPL 45 (1991) 37-42.
Núm. 11
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Segunda etapa
I
LA TRANSFIGURACIÓN EN LA VIDA DE JESÚS
Y EN EL CAMINO CUARESMAL
En la vida de Jesús
La transfiguración en la vida de Jesús es un acontecimiento
- directamente emparentado con el ABautismo-Desierto@,
- y de alguna manera en conexión con la oración del Monte de los Olivos, por la presencia de los
tres discípulos;
- directamente relacionado con una nueva etapa, en los versículos que preceden:
S confesión de Pedro y los discípulos,
S primer anuncio de la Pasión.
- En esta nueva etapa se ha retirado o amortiguado el entusiasmo popular y Jesús debe afrontar la
realidad y la verdad de su muerte en soledad y en el círculo de sus discípulos: se intensifica la
enseñanza a los discípulos.
- Jesús ha subido al monte Apara orar@, según Lc, (no para transfigurarse). Es la oración que él
necesita, como necesita la Oración del Huerto.
- En el Monte de la Transfiguración, que, como el episodio del Bautismo-Desierto, es el
encuentro con la filiación que late en él, Jesús se reafirma en su vocación de Hijo, vocación que se
expande a los discípulos.
40
Hemos de apreciar la unidad indisoluble que existe entre la Teofanía bautismal y la Teofanía de
la Transfiguración, que los griegos, ateniéndose a la terminología del Evangelio, llaman AMeta-
morfosis@ (a saber, cambio de figura; en latín: Trans-figuración, traspaso de figura).
La Teofanía, en uno y otro caso, es una Teofanía que contiene la esencia de Jesús, el Misterio
Pascual, la fusión de
- el dolor, la humillación, la indigencia absoluta de Jesús creatura, solidario hasta el ser con la
humanidad pecadora, conmigo, necesitado de consuelo y de fuerza;
- y el resplandor de la gloria divina, que a él le pertenece.
AAcabamos de escuchar en el Evangelio cómo el Señor Jesús fue tentado por el diablo en el
desierto. El Cristo total era tentado por el diablo, ya que en él eras tú tentado.
Cristo, en efecto, tenía de ti la condición humana para sí mismo, de sí mismo la salvación para ti;
tenía de ti la muerte para sí mismo, de sí mismo la vida para ti;
tenía de ti ultrajes para sí mismo, de sí mismo honores para ti;
consiguientemente, tenía de ti la tentación para sí mismo, de sí mismo la victoria para ti.
Si en él fuimos tentados, en él venceremos al diablo. )Te fijas en que Cristo fue tentado, y no te
fijas en que él venció la tentación?
Reconócete a ti mismo tentado en él,
y reconócete también a ti mismo victorioso en él@
(Oficio de lectura del domingo I de Cuaresma. Del comentario a los salmos; salmo 62,2-3).
Pedro, o más bien, un autor de una época en que la Iglesia va avanzando, recuerda. Y ve la fe,
fundamento y sentido de nuestra vida, se basa,
- en el testimonio apostólico,
- que reproduce el testimonio directo de Jesús, el cual es testigo del Padre;
- en unión y convergencia con el testimonio de los profetas:
2P 1.12-21
Testimonio apostólico
12 Por esto, estaré siempre recordándoos estas cosas, aunque ya las sepáis y estéis firmes en la
verdad que poseéis.
13 Me parece justo, mientras me encuentro en esta tienda, estimularos con el recuerdo,
14 sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor
Jesucristo.
15 Pero pondré empeño en que, en todo momento, después de mi partida, podáis recordar estas
cosas.
16 Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas
ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad.
41
Testimonio de Jesús: del Padre en favor de Jesús
17 Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió esta voz: * Este
es mi Hijo muy amado en quien me complazco. +
18 Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo.
II
TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR Y VIDA CONSAGRADA
Las páginas que siguen son la copia de los tres primeros números (14, 15, 16) de la exhortación
apostólica Vita consecrata (Anunciación del Señor, 1996). Se ha tomado este Aicono@ como clave
para explicar el sentido íntimo de la consagración religiosa, que es un modo peculiar de realizar la
consagración bautismal.
CONFESSIO TRINITATIS
EN LAS FUENTES CRISTOLÓGICAS-TRINITARIAS
DE LA VIDA CONSAGRADA.
(Vita consecrata, cap 1)
42
cristiana, de la que anticipa de alguna manera la realización escatológica a la que tiende toda la
Iglesia.
En el Evangelio son muchas las palabras y gestos de Cristo que iluminan el sentido de esta
especial vocación. Sin embargo, para captar con una visión de conjunto sus rasgos esenciales, ayuda
singularmente contemplar el rostro radiante de Cristo en el misterio de la Transfiguración. A este
"icono" se refiere toda una antigua tradición espiritual, cuando relaciona la vida contemplativa con la
oración de Jesús "en el monte". Además, a ella pueden referirse, en cierto modo, las mismas
dimensiones "activas" de la vida consagrada, ya que la Transfiguración no es sólo revelación de la
gloria de Cristo, sino también preparación para afrontar la cruz. Ella implica un "subir al monte" y un
"bajar del monte": los discípulos que han gozado de la intimidad del Maestro, envueltos
momentáneamente por el esplendor de la vida trinitaria y de la comunión de los santos, como
arrebatados en el horizonte de la eternidad, vuelven de repente a la realidad cotidiana, donde no ven
más que a "Jesús solo" en la humildad de la naturaleza humana, y son invitados a descender para
vivir con El las exigencias del designio de Dios y emprender con valor el camino de la cruz.
43
Cristo, se siente como seducido por su fulgor: El es "el más hermoso de los hijos de Adán" (Sal
45/44, 3), el Incomparable.
III
NUESTRA CUARESMA DE FILIACIÓN
EN LA FILIACIÓN DE JESÚS
45
que al tiempo eres origen y principio,
Dios de Dios, Luz de Luz, Alfa y Omega.
Núm. 12
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Segunda etapa
TRANSFIGURACIÓN
(Mistagogía: consagración y votos)
46
Conociendo estas cosas, podemos utilizar una exégesis espiritual, dejando que el texto hable, y
conducidos nosotros por la guía del Espíritu.
En esta exégesis espiritual, podemos aplicar un método mistagógico: de la palabra al misterio
recóndito.
Este pasaje de la Transfiguración lo ha recogido la Iglesia como icono de la vida consagrada; así
en la exhortación Vita consecrata. Y se ha atrevido a hacer una interpretación de los votos, viendo
que su contenido está en la realidad que nos muestra Cristo en la Transfiguración. Se trata de una
exégesis mistagógica.
He aquí un intento de interpretación hímnica de la Transfiguración de Jesús, el Señor, en esta
línea, al eco de Vita consecrata. Es un himno para el domingo II de Cuaresma.
***
AEn efecto, mediante la profesión de los consejos evangélicos la persona consagrada no sólo hace
de Cristo el centro de la propia vida, sino que se preocupa de reproducir en sí mismo, en cuanto es
posible, "aquella forma de vida que escogió el Hijo de Dios al venir al mundo".
S Abrazando la virginidad, hace suyo el amor virginal de Cristo y lo confiesa al mundo como
Hijo unigénito, uno con el Padre (cf. Jn 10, 30; 14, 11);
S imitando su pobreza, lo confiesa como Hijo que todo lo recibe del Padre y todo lo devuelve
en el amor (cf. Jn 17, 7.10);
S adhiriéndose, con el sacrificio de la propia libertad, al misterio de la obediencia filial, lo
confiesa infinitamente amado y amante, como Aquel que se complace sólo en la voluntad del
Padre (cf. Jn 4, 34), al que está perfectamente unido y del que depende en todo@ (Vita
consecrata,16).
47
Tú eres la obediencia y el agrado
del Padre Dios que en ti se ha complacido,
su santa voluntad, en vida y muerte,
tu ruta fiel, tu senda hermosa ha sido.
Núm. 13
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Tercera etapa
Por dificultades de tiempo, no ha sido posible elaborar una hoja nueva para el plan que vamos siguiendo. Tomamos un cuadernillo
entregado en marzo del año pasado, tal cual fue escrito. Esto explica el que dentro del mismo se encuentren conceptos ya expuestos
en este curso 2004-2005 en otros momentos.
PRIMERA PARTE
ESTRUCTURA SACRAMENTAL DE CUARESMA
Para captar lo que llamamos Aestructura sacramental de Cuaresma@ (dado que en el I domingo de Cuaresma se habla
de venerabilis sacramenti exordium, inicio del venerable sacramento), hemos de tener presente el esquema del proceso de
iniciación cristiana que aparece en el Ritual de la iniciación cristiana de adultos = RICA (Ordo initiationis Christianae
Adultorum, promulgado el 6 de enero de 1972. El texto de todas las introducciones véase en Documentación Litúrgica
Postconciliar Enchiridion [preparado por Andrés Pardo, Barcelona, Editorial Regina 1992 y sucesivas ediciones-
reimpresiones] nn. 1698-1858).
48
Segundo grado: Proceso cuaresmal
Purificación e iluminación
Tiempo: Tiempo de Cuaresma
Dom. I Elección, inscripción del nombre. Los catecúmenos son ahora Electi o Competentes.
ACon la ceremonia de la elección concluye el catecumenado mismo, y por tanto el largo aprendizaje de
la mente y del corazón@ (RICA 134).
Dom. III Primer escrutinio.
Dom. III La Samaritana.
AEntrega@ del Símbolo (el Credo) en esta semana.
Dom. IV Segundo escrutinio.
El cielo de nacimiento
Dom. V Tercer escrutinio
La resurrección de Lázaro
AEntrega@ del Padrenuestro.
Semana VI o Semana Santa. Sábado Santo.
AEl Sábado Santo, mientras los elegidos, dejando su trabajo, se entregan a la meditación, pueden hacerse varios ritos
inmediatamente preparatorios: recitación del Símbolo, rito Effetá, elección del nombre cristiano, y hasta la unción con el
óleo de los catecúmenos@ (RICA 54).
Tres escrutinios
49
AA fin de excitar el deseo de la purificación y de la redención de Cristo, se celebran tres
escrutinios,
(1) ya para que los catecúmenos conozcan gradualmente (iluminación) el misterio del pecado,
del cual todo el universo, y cada hombre en particular, anhela redimirse para verse libre de las
consecuencias actuales y futuras;
(2) ya para que se impregnen sus mentes del sentido de Cristo Redentor (purificación, unión),
que es
AGUA VIVA (cf. Evangelio de la samaritana),
LUZ (cf. Evangelio del ciego de nacimiento),
RESURRECCIÓN Y VIDA (cf. Evangelio de la resurrección de Lázaro).
Es necesario que haya algún progreso en el conocimiento del pecado y en el deseo de salvación
desde el primer escrutinio al último@ (RICA 157).
Nota. No se habla, porque no puede hablarse, del sacramento de la reconciliación, que el catecúmeno, por no haber
sido bautizado, no puede recibir. Mas para nosotros, en un proceso cuaresmal de renovación bautismal para la Pascua, que
es la unión esponsal con Cristo, el sacramento ilumina, purifica y une más íntimamente con Cristo.
Qué es la mistagogía
Mistagogía es una palabra griega que se compone de dos raíces: ago, conducir (como Apeda-
gogo@, el que conduce al niño, el que educa al niño), y mystés, iniciado; por lo tanto Mistagogía es la
conducción de los iniciados. El Mistagogo por excelencia es Cristo. Las Acatequesis mistagógicas@ de
san Cirilo de Jerusalén son las catequesis para los iniciados en los misterios cristianos.
SEGUNDA PARTE
CONTEMPLACIÓN SACRAMENTAL DE LA SAMARITANA
1. El encuentro
Podemos hacer una distinción útil para diferenciar vivencias. Es cosa distinta el conocimiento del
encuentro. (Bien es cierto que en el lenguaje bíblico, no cabe un verdadero conocimiento, sin el
encuentro personal de revelación).
Conocer, en el uso corriente, es acumular información en el entendimiento, y trabajarla para
generar un nuevo conocimiento. La multitud de conocimientos nunca acabará de ser encuentro, que
es un contacto personal, esencial, tonificante, transformador... por vía superior.
50
Conocemos cuando nuestra mente se sacia de muchas ideas que nos sirve la Teología o nuestra
propia reflexión. Acumular más y más teología, nunca nos llevará al encuentro. El conocimiento, los
conocimientos, se instalan en la mente.
El encuentro acontece en la totalidad de la persona, cuya sede simbólica es el corazón. El
encuentro lleva consigo estos fenómenos:
S Es una iluminación clara, penetrante (suave o violenta) realizada a modo de acontecimiento.
Antes no existía, ahora existe.
S Al aparecer, induce dentro del alma un conocimiento suave y persuasivo, que penetra dentro y
se queda, como si ese Aconocer@, fuera ya parte de nuestra naturaleza; el encuentro enriquece
la sustancia de nuestro ser.
S En el encuentro, aunque la motivación inmediata sea una cosa muy particular, de hecho
difunde su luz diáfana sobre toda la vida y nos da el sentido de la vida, de la mía. El sentido
de la vida es la sabiduría sobrenatural de nuestra existencia.
S Estimula todo el ser y lo levanta; lo dispone en un acto de oblación y generosidad. Y esto lo
hace en virtud de AOtro@ que es el que ha acontecido.
La Samaritana es la efigie de un encuentro, y nos abre los ojos para comprender:
- que ella jamás habría encontrado al Señor, si ella misma no hubiera sido encontrada;
- y que, por lo mismo, jamás encontraremos al Señor - en iniciales o superiores encuentros -, si el
mismo Señor, benignamente, no nos encuentra a nosotros.
Buenas son las ciencias; mejor la sabiduría. Pero quiera el Señor darnos el encuentro con él
mismo, que está más allá de la misma sabiduría humana.
2. La fe y la fascinación de Jesús
Los caminos para llegar al encuentro, cuando Dios se pone en movimiento ((y él siempre lo está!)
Son muy variados y distintos para cada persona. En el caso de la mujer de Samaría fueron:
- la casualidad de que Jesús estuviera allí;
- la casualidad de que los apóstoles se hubieran ido a la ciudad;
- la causalidad de que la mujer (al parecer, a una hora intempestiva, al mediodía) viniera a sacar
agua;
- el que Jesús hubiera roto el frente, iniciando la conversación;
- el que Jesús, pese a todo, hubiera seguido la conversación;
- el que Jesús se hubiera interesado por el marido de ella;
- el que la mujer estuviera desfondada en el amor;
- el que la mujer, en el fondo, tuviera una gran preocupación religiosa...
Jesús se sirvió de la propia fascinación espiritual que irradiaba su persona para llevar a la mujer
hasta el final.
La fascinación que produjo Jesús a la mujer la ha significado san Juan por varios datos:
- el trato reverencial que la Samaritana comienza a dar al Judío: (Señor! (v. 11. 15. 19);
- en la evocación de Anuestro padre Jacob@, pues en la mera evocación se intuye que, en efecto,
Jesús es más que nuestro padre Jacob;
- en la demanda mendiga de la mujer: ASeñor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no
tenga que venir aquí a sacarla@ (15).
51
- La mujer, a un determinado punto, siente la dulce necesidad de volcar toda su alma en el nuevo
amor que de repente surge, absolutamente distinto de todos los otros.
Y en fondo también Jesús se queda fascinado de esta mujer; no se olvide que no hay encuentro,
que no puede haber encuentro, si no se da simultáneamente la mutua fascinación, por un algo que el
espíritu es capaz o de intuir, traspasando barreras, o de crear él mismo, por la capacidad que
poseemos de entrar en el mundo espiritual. Es la misteriosa, la sorprendente, la siempre sorpresiva
lógica del amor, tan impetuoso como cautivo.
Y Jesús le dice, con tono cercano y afectuoso: (Créeme, mujer...! Se palpa, en la misma tonalidad
de nuestra lengua, que Jesús descarga su corazón y su afecto en la mujer a la que ama.
El encuentro tiene un punto supremo, cuando Jesús se descubre, como Dios en la zarza ardiendo,
como Dios en el Sinaí. Es el YO SOY, que resuena repetidas veces en el Evangelio de Juan:
AYo soy: el que está hablando contigo@ (el que te habla a ti)
VEgw, eivmi( o` lalw/n soiÅ
1. El encuentro de Jesús ha hecho de la Samaritana una Amujer nueva@: acaba de nacer. El Señor
puede purificar todo en un momento, puede iluminar todo. La Luz y la Pureza han entrado en el alma
de esta mujer.
Es todo el proceso cuaresmal que humildemente anhelamos que se opere dentro de nosotros
mismos. Y es lo que intenta la Iglesia anualmente mediante el Asacramento cuaresmal@. Nos vamos
purificando hasta el punto de comprender claramente que sólo el Señor nos puede purificar: sólo él
es nuestra justicia. APara que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios. De él os viene que
estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia,
santificación y redención, a fin de que, como dice la Escritura: El que se gloríe, gloríese en el Señor@
(1Co 1,29-31)..
TERCERA PARTE
CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CON HIMNOS LITÚRGICOS
Estribillo (Asamblea)
(Oh Jesús, fontana viva,
que brota en la comunión,
a tu abierto corazón
un alma llega, cautiva!
Estrofa 10 (Solista)
Sedienta Samaritana,
por el Amor conquistada,
cinco maridos tuviste,
pero ninguno te amaba;
cinco maridos errantes
y cinco espadas clavadas,
y el sexto que te posee
tampoco sacia tu alma:
cinco maridos tuviste,
pero ninguno te amaba.
Estribillo
(Oh Jesús, fontana viva,
que brota en la comunión,
a tu abierto corazón
un alma llega, cautiva,
Estrofa 20
Junto a la fuente un Sediento
a alguien quizás aguarda;
tú no le niegues, esquiva,
el saludo y la mirada;
y el cubo que necesita
préstale de buena gana;
53
ha venido caminando
y el sudor se ve en su cara:
junto a la fuente un Sediento
a alguien quizás aguarda.
Estribillo
(Oh Jesús, fontana viva,
que brota en la comunión,
a tu abierto corazón
un alma llega, cautiva!
Estrofa 30
De su frente y de sus ojos
una voz suave manaba:
Por ti he venido, mujer,
para mí del todo amada;
yo conozco tus caminos,
tu hermosura mancillada,
esposa, la más preciosa,
por verte necesitada:
por ti he venido, mujer,
para mí del todo amada.
Estribillo
(Oh Jesús, fontana viva,
que brota en la comunión,
a tu abierto corazón
un alma llega, cautiva!
Estrofa 40
Si el don de Dios conocieras
la Palabra que te habla;
si la hora del amor,
la vieras en mí llegada;
tú misma te lanzarías,
sedienta de fuego y gracia,
yo te daría, y te doy,
el agua que tú buscabas:
tú misma te lanzarías,
sedienta de fuego y gracia.
Estribillo
(Oh Jesús, fontana viva,
que brota en la comunión,
a tu abierto corazón
un alma llega, cautiva!
Estrofa 50
Dame, Señor, mi Mesías,
tu corazón que me sana,
tú que con ojos divinos
54
me acogiste perdonada,
dame la suave caricia
de tu mano ensangrentada;
y deja en tu pecho santo
mi cabeza recostada:
dame, Señor, mi Mesías
tu corazón que me sana,
Estribillo
(Oh Jesús, fontana viva,
que brota en la comunión,
a tu abierto corazón
un alma llega, cautiva!
Estrofa 60
Oh Jesús, el agua viva,
oh Jesús, Pascua anhelada,
muestra tu rostro divino
a tu Iglesia rescatada;
oh Jesús, Hijo del Padre,
amor que la tierra abrasa,
oh Jesús del Santo Espíritu
Eucaristía adorada:
oh Jesús, el agua viva,
oh Jesús, Pascua anhelada
Lago de Guadalupe,17 marzo 2003
I
Agua del pozo quisiera,
que tengo en el alma sed;
si quieres, tú pues darme...,
dame, mujer, de beber.
Honda está el agua, tan honda
que apenas se puede ver;
del agua fresca que mana,
dame, mujer, de beber.
II
Tus ojos son como un pozo,
en ellos yo naufragué;
eres Profeta, conoces
la vida de esta mujer.
De tus labios agua viva
he venido a recoger;
55
so soy la Samaritana,
yo te pido de beber.
II
Yo soy la Iglesia sedienta;
vengo, cansados los pies,
y el corazón abrasado,
porque me quema la fe.
Tengo sed. Dame tu rostro,
que vea a Dios tal cual es;
dame el don que eres tú mismo,
tu amor y tu padecer.
IV
Te adoramos, Verbo fuente,
que buscas saciar tu sed;
eres corriente que viene
desde l jardín del Edén.
eres corriente que vuelve
al Padre al atardecer;
(seas bendito por siempre,
oh Fuente de todo bien! Amén.
(Compuesto el 25 marzo 1984)
Núm. 14
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Cuartaa etapa
56
El cual al género humano, que caminaba en tinieblas,
a la claridad de la fe
por el misterio de la encarnación lo condujo,
y a quienes nacían esclavos del viejo pecado,
por el lavado de la regeneración
como hijos de adopción los tomó.
La gracia de este día podemos sintetizarla as, recogiéndola del Prefacio del domingo:
Obra histórico-sacramental de Cristo
S Cristo nuestro Señor
S Por el misterio de la Encarnación
S Nos sacó de las tinieblas
S Y nos pasó a la claridad de la fe.
Obra actual-sacramental
1. Cristo nuestro Señor
2. Por el lavado de la regeneración
3. A los que nacíamos esclavos del pecado
4. Nos ha tomado como hijos de adopción.
San Pablo nos dice: Agracias al Padre que os ha hecho aptos para participar en la herencia de los
santos en la luz. El nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor,
en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados A (Col 1,12-14).
Aquí el Padre es el protagonista, en esta realidad litúrgica que hoy acontece le vemos a Cristo
como ejecutor de esta obra del Padre.
***
(Pensamientos dados en los Ejercicios espirituales de Santa Úrsula, la semana pasada)
Evangelio sacramental
Reconocemos en este relato el testimonio sacramental de nuestros primeros hermanos cristianos,
que han visto en Jesús, sacramento del Padre, el bautismo como iluminación que nos viene a
nosotros, ciegos de nacimiento.
Los elementos bautismales esenciales son:
- La fe en Jesús. AEl entonces dijo: *Creo, Señor.+ Y se postró ante él@ (Jn 9,38).
- El ser lavados en Jesús, el Enviado, en ASiloé@.
- El ser iluminado en Jesús. El bautismo en la primera Iglesia es Afotismós@, iluminación.
Ciego de nacimiento
Hay un ciego que ha perdido la vista y un ciego que lo es de nacimiento. El cielo de nacimiento
tiene estas privaciones:
- No ha visto la hermosura de la luz, de los colores, de la armonía del mundo; carece del sentido
de la belleza como contemplación de lo creado. Su Aconcepto@ de belleza es distinto.
- Carece de elementos claves para definir la Comunidad y la convivencia como interrelación de
personas.
57
Es un estado cercano a la muerte, en cuanto privación. De alguna manera es el estado vital
inferior que pone al ser en la vida apenas salido de la nada...
La ceguera de nacimiento es un estado de imposibilidad radical, porque el ciego no puede pasar a
la luz...
Hay otra ceguera; el apagamiento progresivo de la luz. Esta es nuestra ceguera, con matices
diversos.
Esta ceguera nos merece un análisis detallado.
58
No hay peor sordo que el que no quiere oír; pues del mismo modo, no hay peor ciego que el que
no quiere ver. He aquí lo que ocurre en la vida espiritual:
1. Yo soy veo lo que estoy dispuesto a ver; lo que no estoy dispuesto a ver nunca lo veré. Pero
puedo tener un vago presentimiento de que la cosa es distinta a como yo la veo; y ese vago
presentimiento deja dentro una especie de desasosiego.
2. Yo veo lo que quiero ver. Por una misteriosa elaboración interior, yo veo las cosas como
quiero que sean, y puedo construirme, con argumentos suficientemente racionales, la pauta de mi
comportamiento, mi norma de moral.
3. Yo no puedo ser forzado a ver lo que otros dicen que ver, a considerar las cosas (los criterios
espirituales) con la pauta de otros. Lo que eh de ver Dios me lo ha de hacer ver.
4. Hay una relación directa, en el mundo del espíritu, entre el ver y la disponibilidad de ver; de
forma tal que normalmente yo sólo veo aquello que estoy dispuesto a practicar.
5. El ver es iluminación, y la iluminación tiene gradso progresivo, de forma que, aun viendo con
rectitud, la visión se puede afinar, iluminar, mejor... todo lo que quiera el Señor.
6. Mi vida la voy haciendo conforme voy viendo. Yo, bautizado, iluminado en Cristo, puede
seguir siendo iluminado, si me apoyo en la súplica humilde y confiada.
7. El campo de la visión divina, al que somos introducidos en el bautismo, es infinito. Dios me
aguarda. Dios quiere para mí, me tiene reservado, una visión espiritual de la vida con estas
características:
S Visión sencilla y armónica, que es la visión de la sabiduría.
S Visión penetrante que alcanza el núcleo de la revelación.
S Visión que me ilumina y que ilumina a los demás.
S Visión que crea vida y estabilidad del ser, que forja futuro.
S Visión de discernimiento sin la cual no se puede dar un paso adelante en la vida espiritual.
***
Post communionem
Deus, qui illuminas omnem hominem
venientem in hunc mundum
illumina, quaesumus, corda nostra gratiae tuae splendore,
ut digna ac placita maiestati tuae cogitare semper,
et te sincere diligere valeamus.
59
Tuere, Domine, supplices tuos, sustenta fragiles,
et inter tenebras mortalium ambulantes
tua semper luce vivifica,
atque a malis omnibus clementer ereptos,
ad summa bona pervenire concedas.
(En Jerusalén)
Del seno de su madre, ciego oscuro,
era el hombre mandado a la piscina;
en él no era la luz, era la noche,
la nada, la infinita lejanía.
60
Núm. 15
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Sexta etapa
I
CLAVES
La densidad de Cuaresma
Avanzamos en el misterio de la Pasión del Señor.
Este domingo litúrgicamente tiene estas características:
S Se pueden cubrir las imágenes del crucifijo y de los santos, donde lo estime conveniente la
Conferencia Episcopal.
S Es el domingo del tercer escrutinio para los catecúmenos que se preparan para recibir el
bautismo en la Vigilia pascual.
S En el itinerario hacia la Pascua nos situamos en el momento de la resurrección de la Lázaro,
que en la consideración de san Juan va a ser el detonante definitivo para matar a Jesús, y, por
otra parte, signo de la nueva vida de Cristo y los suyos.
S De nuevo observamos que la densidad y concentración teológica del Prefacio nos da la clave
mistagógica del misterio que celebramos camino de la Pascua.
61
T aparte de ser resurrección de Lázaro,
T incluye la resurrección de Jesús,
T y mi propia resurrección.
Místicamente yo estoy metido en la resurrección de Lázaro.
II
CONSIDERACIONES
Desde la centralidad del mensaje que hemos expuesto, podemos repasar ahora algunas
consideraciones. Estas, evidentemente, pueden ser muy variadas según la orientación que quiera
imprimir el Espíritu.
62
y a Lázaro@ (v. 5)
La escena que queremos contemplar es una escena de amor, de ese amor que intuimos Aque es
fuerte el amor como la Muerte@ (Ct 8,6), o, mejor: más fuerte que la muerte, le puede a la muerte.
Una escena de amor que inicia con esta llamada:
ASeñor, aquel a quien tú quieres, está enfermo@ (v.3). Este es el encargo de las dos hermanas. Las
dos hermanas en los detalles del texto actúan con un solo corazón; las dos, en momentos separados,
dicen la misma frase: ASeñor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano@ (vv. 21 y 32).
Desde el amor y la unidad surge la vida.
La vida nos invita al amor, porque el amor es la vocación suprema que une todas las vocaciones,
y que, por lo mismo, relativiza todas, si no son vocaciones del amor y para el amor.
La resurrección de Lázaro va a ser una proclamación del amor.
Dos signos de amor quedan muy resaltados en este episodio total:
- Uno es el de las lágrimas de Jesús: AJesús derramó lágrimas@ (v.).
- Otro es el comentario de la gente, ante aquel amor patente, traducido con signos visibles:
AMirad cómo le quería@ (v. 36).
Lázaro ha muerto
Lázaro ha muerto, pero en la misma muerte va a resplandecer la gloria de Dios. AEsta enfermedad
no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella@ (v.4).
Y luego:
ADice Jesús: *Quitad la piedra.+ Le responde Marta, la hermana del muerto: * Señor, ya huele; es
el cuarto día. +
40 Le dice Jesús: *)No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?+@ (vv. 39-40).
Esta relación de pecado y gloria de Dios, de muerte y gloria de Dios, es un descubrimiento de
nuestra fe, descbrimieno de revelación: (Feliz culpa que mereció tan grande Redentor! (De san
Agustín, frase recogida en el Pregón pascual).
Sí, es necesario una revelación sobre mí, una revelación concreta que el Señor me otorgue en su
misericordia para descubrir cómo, al fin, mis errores se tornan en gracia, mi pecado queda
transformado en gloria de Dios, y esto gracias al Hijo. Mi muerte también ha de ser gloria de Dios.
No sé si tras de mí habrá un APost-mortem@ de gloria entre los hombres; sí sé que habrá APost-
mortem@ de gloria en la presencia de Dios.
63
obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le
obedecen@ (Hb 5,7-9).
Él es la resurrección y la vida. He aquí la declaración central del relato:
AJesús le respondió:
Yo soy la resurrección
El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás@ (vv. 25-26).
Si él Aes@, él resucitará el primero.
Mi resurrección futura
Por la fe alcanzo ya mi resurrección.
He de aceptar el misterio de mi muerte; en ella la plena oscuridad de la razón. La razón, por sí
sola, no transciende al misterio de la resurrección corporal. La resurrección corporal es la plena
deificación con el Hijo; el cuerpo pasa al estado divino en que se encuentra el Hijo. Esto no lo
alcanza la razón. La Unción de la enfermedad (Unción de los enfermos) es unción configurativa con
el cuerpo glorioso de Cristo.
Acepto mi muerte y acepto el cementerio. Ignoro lo que se hará con mi cuerpo muerto; mas la fe
me lanza al cuerpo de Jesús resucitado, y con el Hijo, entonces sí seré hijo en el Hijo.
(A Dios la gloria!
Evangelio pascual
En el itinerario de Cuaresma este Evangelio es el que precede al Domingo de Ramos. Vamos
hacia el Bautismo, vamos hacia la Pascua.
Mi noche pascual será un presagio de la Pascua eterna.
64
y en la prisión del sepulcro
se anuncia tu santa Pascua;
oh Cristo, vida divina,
que fue en el mundo sembrada.
Núm. 16
Serie: El camino sacramental de Cuaresma,
en seis etapas, compartiendo la fe en fraternidad
Sexta etapa
65
S El sacerdote o el diácono dice: AImitemos, hermanos carísimos, a las turbas que aclamaban a Jesús y
marchemos en paz@. Los fieles responde. AEn nombre de Cristo. Amén@.
Procesión
S Organización: turiferario agitando el incensario con incienso; ministro con la cruz adornada con ramos
(según costumbres) y dos ciriales, el Evangelio, sacerdote con los ministros, el pueblo.
S Cantos: Aschola y pueblo@, los siguientes u otros apropiados en honor de Cristo Rey.
S Antífona: Pueri Hebraeorum portantes, y salmo 23.
S Antífona: Pueri Hebraeorum vestimenta, y salmo 46.
S Himno a Cristo Rey: Gloria, laus et honor, de Teodoro de Orleans (+821).
Entrada
S Se canta AIngrediente Domino@ Au otro canto que hable de la entrada de Jesús en Jerusalén@.
NOTA. Hagamos un esfuerzo por aprender cantos propios, que sirvan sólo para el Domingo de Ramos, pero para todos
los años el Domingo de Ramos. Muy dudoso decir en la liturgia: AMexicanos, un Padre tenemos...@
En nuestro Himnario: AEn Betfagé nos unimos@
66
y a ti se te llamará "Buscada", / "Ciudad no Abandonada" (Is 62,11-12).
Mantos y ramas
ALa gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles
y las tendían por el camino. Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba:
*(Hosanna al Hijo de David!
(Bendito el que viene en nombre del Señor!
(Hosanna en las alturas!+ A (vv. 8-9).
La gente sencilla acepta el gesto de Jesús, le entrega su corazón en ese homenaje con esos dos
rasgos conmovedores:
- extender los mantos por el camino,
- aclamar con ramas de árboles, y con versos de un salmo (Salmo 118/117, que la Iglesia lo recita
todos los domingos, en Laudes o en la Hora media, como salmo dominical).
Núm. 17
El Pregón Pascual
El Pregón pascual en su original latino comienza con estas palabras: "Exultet iam angelica turba
caelorum". Se invita a la turba angélica de los cielos a cantar las alabanza a Cristo Resucitado. Por
estas primera palabras se le ha llamado: la Angélica.
Sobre el pregón pascual dice la Carta sobre la preparación y celebración de la fiestas pascuales
(1988), en el número 44:
El diácono proclama el PREGÓN PASCUAL, magnífico poema lírico que presenta el misterio pascual en
el conjunto de la economía de la salvación. Si fuese necesario, o por falta de un diácono o por
imposibilidad del sacerdote celebrante, puede ser proclamado por un cantor. Las Conferencias de los
67
Obispos pueden adaptar convenientemente este Pregón, introduciendo en él algunas aclamaciones de la
asamblea"
Para vivir el Pregón pascual hemos de templar el espíritu con estos sentimientos:
Afinar al máximo la capacidad estética y dar legítimo cursos a las emociones, dejando embargar
por la belleza literaria y musical de esta pieza milenaria y singular.
$ Entrar con gran pureza de corazón en esta celebración, la celebración más importante de todo el
año, por lo mismo la celebración más anhelada de la Iglesia.
$ Estar a tono con esta teología desde la cual está pensado: la iniciativa del Padre y la alabanza
que a él retorna; la obra redentora del Hijo; la historia santa de Israel, la acción redentora de
Cristo en esta noche que purifica nuestros pecados y nos llena de gracia.
$ Abrir de par en par el corazón al gozo, el amor y la ternura: por el amor del Padre, por el triunfo
del Hijo, por la obra admirable realizada para el linaje humano.
NOTA. Todo ello es particularmente importante para el Pregonero o Pregonera que lo haya de
ejecutar. Es necesario que vibre espiritualmente, lleno de sentimiento y afecto con cada una de las
frases del texto. Es conveniente que lo haya aprendido de memoria (como hacen los cantantes que, al
cantar, quedan poseídos por la letra que cantan), aunque por precaución tenga la hoja en el atril. Al
ser poseído o poseída por el texto, sin teatralismo, ha de imprimir en el canto su propia alma.
Invitación del Pregonero
Cuerpo de la alabanza
En verdad es justo y Alabanza dirigida
necesarioaclamar con nuestras al Padre
y con él a su
vocesy con todo el afecto del Hijo Jesucristo
corazóna Dios invisible, el
Padre
todopoderoso,y a su único
Hijo,
nuestro Señor Jesucristo.
69
pasar a pie SACRAMENTAL
el mar Rojo.
Mar Rojo
71
destruir la oscuridad de esta
noche,y, como ofrenda
agradable,se asocie a las Este Cirio y
lumbreras la Estrella de la
del cielo. mañana, interpre-
Que el lucero matinal lo en- tada, con el Apoca-
cuentre ardiendo,ese lucero lipsis, como
Cristo Resucitado.
que no conoce ocasoy es
Cristo, tu Hijo resucitado,que,
al salir del sepulcro,brilla
sereno para
el linaje humano,y vive y
reina gloriosopor los siglos de
los siglos.Amén.
Abejita de Pascua
Poema de amor para la abejita
que labró el Cirio de Pascua:
Aapis mater eduxit@
Al eco del Pregón pascual componemos este poema de amor para cantar a la Abejita que con su
cera virgen labró - Aargumentosa@ - el Cirio de Pascua, proyección visible de Cristo Resucitado.
La creación, al contacto con el cuerpo del Señor Jesús, se convierte en misterioso sacramento de
una Presencia. El agua se hace agua santificadora en el bautismo; el aceite que destila el olivo se
hace crisma de consagración. La acera de la madre abeja (apis mater, del Pregón Pascual) se hace
Cirio Pascual.
La participación salvífica de toda la creación en el proyecto de Dios se había cantado ya en la
primera Pascua, cuando en el libro de la Sabiduría se reflexiona, con motivo de las Plagas, sobre
cómo toda la creación está en manos de Dios, y adquiere propiedades varias al servicio de los
elegidos (Sb 5,17; 16,24; 19,6).
Al fin, san Pablo la verá en un trance de parto, en espera de participar, todos juntos, Aen la
gloriosa libertad de los hijos de Dios@ (Rm 8,21).
Por eso, porque la abejita fue santificada por la santa resurrección de Jesús, por eso le cantamos.
Mi gentil abejita,
abejita de Pascua,
hoy por ti guardo un verso,
que me sale del alma.
Limosnera de amor
72
que las flores emanan,
te alimentas de esencias,
de belleza te sacias.
De perfumes te sacias,
y la miel nos regalas;
y nos das cera virgen
para hacer nuestra lámpara.
Mi pequeña abejita,
eres luz y alabanza:
en el mundo universo
(eres Cirio de Pascua!.
73
Núm. 18
Serie: Las lecturas de la Vigilia Pascual
Primera
EL TEXTO
74
E hizo Dios dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la
noche; y las estrellas. Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la
noche, para separar la luz de la tiniebla.
Y vio Dios que era bueno.
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto.
Y dijo Dios:
-*Pululen las aguas un pulular de vivientes, y pájaros vuelen sobre la tierra frente a la bóveda del cielo.+
Y creó Dios los cetáceos y los vivientes que se deslizan y que el agua hace pulular según sus especies, y
las aves aladas según sus especies.
Y vio Dios que era bueno.
Y Dios los bendijo diciendo:
-*Creced, multiplicaos, llenad las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra.+
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto.
Y dijo Dios:
-*Produzca la tierra vivientes según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras según sus
especies.+
Y así fue.
E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales domésticos según sus especies y los reptiles según
sus especies.
Y vio Dios que era bueno.
Y dijo Dios:
-*Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los
animales domésticos, los reptiles de la tierra.+
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo:
-*Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los
vivientes que se mueven sobre la tierra.+
Y dijo Dios:
Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles
frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del
cielo, a todos los reptiles de la tierra -a todo ser que respira- la hierba verde les servirá de alimento.+
Y así fue.
Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno.
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.
Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos.
Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día séptimo de todo el
trabajo que había hecho.
(Tomamos el texto de la Versión Litúrgica Española).
PROCLAMACIÓN DE LA CREACIÓN
DEL MUNDO EN LA NOCHE PASCUAL
Punto cero
En la Vigilia Pascual nos situamos en el Apunto cero@. Nada existe; todo es nuevo desde el
acontecimiento nuevo, que es el acontecimiento de Cristo. No existe la luz, sino las tinieblas; el
fuego va a arrancar del pedernal. Todo adquiere su sentido viéndolo en Cristo, el proyecto del Padre
desde siempre (Ef 1,3), que hoy brilla y se hace patente.
75
Grandiosidad y fuerza; mística y ternura
Para entrar en este relato, hay que disponer el ánimo para vibrar con estas vibraciones:
A) la grandiosidad de la escena que perdura hasta hoy,
B) la fuerza divina que se despliega en el mundo,
C) la belleza de una historia que nos cautiva,
D) y, sobre todo, la nueva perspectiva que adquiere el relato leído ante la resurrección de Cristo,
como relato contagiado por la resurrección.
C Junto a todo ello pensemos que los textos adquieren todos, un contenido místico-sacramental,
que llena el alma de ternura.
76
Para ver el sentido hondo de estas meditaciones y las implicaciones que en ellas laten, hay que acudir a un estudio
particular. Véase, por ejemplo: Santiago ARZUBIALDE, S.J., Ejercicios Espirituales de S. Ignacio: Historia y análisis.
Mensajero-Sal Terrae, Bilbao-Santander 1991. 904 pp. El comentario sobre ALa contemplación para alcanzar amor@, pp.
485-505.
Francisco de Asís, como ráfaga iluminadora para enten-der el mundo, historia de Dios
El ACántico de las criaturas@, que para muchos puede ser la puerta de entrada en el
franciscanismo, visto desde el Misterio Pascual que en él se ha cumplido, desde Francisco llagado
como Jesús, puede ser la corona y el ápice de su espiritualidad. La mirada limpia al mundo, presagio
del mundo que viene; y, en todo caso, el mundo transfigurado por Cristo Resucitado.
Dios y el mundo
)Qué es el mundo para Dios? )Qué es el mundo para mí? Estas son las dos preguntas esenciales,
situándonos en la Apedagogía@ y dinámica de lo que pretendemos en nuestra búsqueda de Dios.
1. Dios es el único dueño del mundo. Dios es el Creador, el único Creador, y su Presencia y su
Gloria llenan la tierra. No hay fantasmas en el mundo; nos hay seres extraños. No hay dos dioses
o dos poderes, el Dios bueno y el Dios malo. Dios no tiene contrincantes. Escucha, Israel: el
Señor, nuestro Dios es solamente Uno. El mundo nace de Dios y a Dios retorna. Estando en el
mundo, estamos en la Casa de Dios.
2. El mundo para Dios es el vuelco de su amor. Y )por qué lo ha creado? Solamente por amor,
como una irradiación de sí mismo. (Véase el inicio de la Plegaria eucarística IV).
3. El gozo de Dios en la creación. AVio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno@.
4. No hay amor sin alguien a quien amar: El mundo ha sido creado por el amor y para el hombre,
en cuanto hijo amado de Dios. Dios ha creado el mundo para el Hijo de su amor, y en el Hijo para
los que somos Ahijos en el Hijo@. Como dice el Concilio: El ser humano es el único ser creado
por sí mismo. La creación, por bella que sea, no es fin en ella misma. Relacionalmente está
emparentada con el hombre y ha sido creada por el hombre y para el hombre.
77
S Como el mandato de propagar la vida de Dios: ACreced y multiplicaos@.
S Como el mandato de ejercer la soberanía divina en el mundo: Allenen la tierra y sométanla;
dominen... y a todo ser viviente que se mueve en la tierra@.
3. Caminar por el mundo como Francisco de Asís. Desde la resurrección de Jesús yo he de caminar
por el mundo como hijo de Dios, pisando la tierra con veneración, consciente de que hay una
Presencia escondida y de que yo he sido constituido Sacerdote de la Creación. El mundo fue
dañado por el pecado del hombre, es cierto. Con todo, en la resurrección del Señor el mundo
vuelve a su proyecto original e incluso, entonces, alcanza su última perfección y sentido.
Núm. 19
Serie: Las lecturas de la Vigilia Pascual
Segunda
El sacrificio de Abraham,
signo del Misterio Pascual
EL TEXTO
Abrahán tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el fuego y el cuchillo. Los
dos caminaban juntos.
Isaac dijo a Abrahán, su padre:
-*Padre.+
El respondió:
-*Aquí estoy, hijo mío.+
78
El muchacho dijo:
-*Tenemos fuego y leña, pero )dónde está el cordero para el sacrificio?+
Abrahán contestó:
-*Dios proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío.+
Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el
altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán
tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:
-*(Abrahán, Abrahán!+
El contestó:
-*Aquí me tienes.+
El ángel le ordenó:
-*No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios porque no te has
reservado a tu hijo, tu único hijo.+
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el
carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. Abrahán llamó aquel sitio *El Señor ve+, por lo que se
dice aún hoy *El monte del Señor ve+.
El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: *Juro por mí mismo -oráculo del Señor-: por
haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a sus descendientes
como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de
ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has
obedecido+.
LECTIO DIVINA
I
EL SACRIFICIO DE ABRAHAM
Lo que precede
Esta escena está enmarcada en la historia de salvación de Dios con Abraham. Tenemos que tener
presente lo que precede. Lo que precede es el establecimiento de la Alianza, la cual fue ratificada con
un sacrificio, mas con una víctima humana.
ADijo Abram: * Mi Señor, Yahveh, )qué me vas a dar, si me voy sin hijos...?. + Dijo Abram: * He aquí que
no me has dado descendencia, y un criado de mi casa me va a heredar. + Mas he aquí que la palabra de Yahveh
le dijo: * No te heredará ése, sino que te heredará uno que saldrá de tus entrañas. + Y sacándole afuera, le
79
dijo: * Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas. + Y le dijo: * Así será tu descendencia. + Y
creyó él en Yahveh, el cual se lo reputó por justicia@ (Gn 15,2-6).
El que va a heredar es un hijo salido de las entrañas.
AAbraham cayó rostro en tierra y se echó a reír, diciendo en su interior: )A un hombre de cien
años va a nacerle un hijo?, )y Sara, a sus noventa años, va a dar a luz? + Y dijo Abraham a Dios: * (Si
al menos Ismael viviera en tu presencia! + Respondió Dios: * Sí, pero Sara tu mujer te dará a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Isaac. Yo estableceré mi alianza con él, una alianza eterna, de ser el
Dios suyo y el de su posteridad.
(Ismael...)
Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este
tiempo@ (Gn 17,17-21).
80
- Dios había pedido a Abraham salir de la tierra y dejar la parentela.
- Le había pedido ir por una tierra desconocida, que se la iba mostrando por etapas.
- Le pedía mirar con fe a un futuro.
- Le había pedido su pasado; le iba pidiendo su presente; y ahora le pide su futuro.
- En suma, Dios le pide todo.
Todo esto puede tomarlo el cristiano
S como un paradigma de su entrega,
S y, sobre todo, como un paradigma del Dios escondido, que es el Dios desconocido, el Dios de
las maravillas del amor.
Abraham da gloria a Dios cuando le da el don de su confianza sin condiciones: Abraham entrega
a Dios la oblación de su confianza.
Es lo último que el hombre puede dar a Dios.
Y siguieron andando los dos juntos. El don, la entrega irreversible, no paraliza; no nos detiene en
la marcha.
La obediencia-amor
Sólo la obediencia es el receptáculo del don divino. Si Dios opera Anecesita@ nuestra obediencia,
que se ilumina desde Dios.
Obediencia, temor de Dios, confianza sin condiciones..., son sinónimos de la misma realidad: la
respuesta del amor elevada a la altura que Dios quiere elevarla, a la altura de su amor.
II
EL SACRIFICIO DE ISAAC
ALlegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su
hijo, y le puso sobre el ara, encima de la leña. Alargó Abraham la mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo@ (vv. 9-
10).
81
- Hay un altar o ara santa. - Una leña, para que el sacrificio sea Aholocausto@. - Un cuchillo para
matar a la víctima.
- Y una ligadura de la víctima: la Aaquedá@ (en hebreo).
Isaac lo ha aceptado todo.
Padre e hijo están en el mismo misterio de obediencia-amor que transciende toda razón y se deja
guiar únicamente por el mandato divino.
La palabra de Dios es creadora.
El comentario de Pablo nos ilumina: Acomo dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas
naciones: padre nuestro delante de Aquel a quien creyó, de Dios que da la vida a los muertos y
llama a las cosas que no son para que sean. El cual, esperando contra toda esperanza, creyó y
fue hecho padre de muchas naciones según le había sido dicho: Así será tu posteridad@ (Rm 4,17-18).
La fe de Abraham transciende todo planteamiento humano. La fe de Abraham que incluye el
amor y al esperanza rompe todas las evidencias y pone en Dios su seguridad.
III
EL CORAZÓN DEL DIOS DE LA PROMESA
Núm. 20
Serie: Las lecturas de la Vigilia Pascual
Tercera
82
NOTA PREVIA. Las páginas que siguen están escritas en el Seminario de Logroño (La Rioja, España), firmadas el 25 de
mayo de 1995. Son una parte del estudio realizado por fr. Rufino María Grández, Interpretación mistagógica del paso del
Mar Rojo en la Noche Pascual. El estudio fue presentado en un Adía académico@ como un seminario interdisciplinar de
los profesores ante los alumnos, y en su original tiene 27 notas de tipo crítico, que aquí se suprimen. Lo transcribimos
especialmente por la parte final: La lectura litúrgica en la noche pascual
I. El paso del Mar Rojo en la exégesis espiritual y mística del Nuevo Testamento
1. Bautizados en el Mar
El paso del Mar Rojo es una travesía, admirable itinerario en el que se despliega el poder de Dios
que vence y salva. Para nosotros en el misterio litúrgico no es una travesía a pie enjuto, con el
calzado sobre la tierra seca y maciza, teniendo a un lado y otro la muralla de las aguas. No es
tampoco una travesía braceando a nado por el mar. Es, más bien, una travesía cruzando las aguas
mientras nosotros estábamos sumergidos en ellas. Una travesía bautismal.
a) Pablo comenzó esta exégesis mística, que la ha prolongado la liturgia. El ha acumulado varios
símbolos para evocar aquel paso y presentarlo ante la comunidad de Corinto. Recordemos aquellas
frases iniciales del capítulo 10 de la primera a los Corintios, cuando comienza a tejer su alegoría.
Dice: No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos
atravesaron el mar, y todos fueron bautizados en Moisés, por la nube y el mar (1Co 10,1-2).
El tenor de las frases puede sugerir que Pablo, aun siendo Pablo exegeta, no está haciendo al
presente una elucubración de propia cosecha, sino que, como en otras ocasiones, se remite a algo
anterior a él. Una catequesis bautismal con el recuerdo del Mar Rojo será probablemente prepaulina
y responde a intuiciones originarias de la vida cristiana. No es, por otra parte, una catequesis solitaria
de un elemento individualizado del Éxodo, sino una nota armónica de un conjunto múltiple que
resuena en el Nuevo Testamento, tales como el alimento y la bebida, o la serpiente alzada.
Esta confrontación de situaciones -lo que ocurrió antes a los israelitas y lo que sucede hoy a los
cristianos- Pablo la llama "típica". "Todo esto -dice- les acaeció a ellas típicamente, typikós" (v. 13).
Y del acontecimiento pasaron a la Escritura donde han quedado sedimentadas para nuestra utilidad.
"Fueron escritas para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos" (v. 13). La verdad
es, hablando con rigor, que esa correspondencia típica no se refiere en exclusiva al episodio de la
nube y el mar, sino a otros dos sucesos de magna categoría, la comida espiritual y la bebida
espiritual, y a todos en conjunto los califica de acontecimientos típicos. "Todos fueron bautizados en
Moisés bajo la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la
misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo" (vv. 2-
4).
b) Seguramente que estamos en el mismo filón de pensamiento cuando la primera de Pedro años
después ve típicamente representado el bautismo en las aguas del diluvio, aguas de salvación. Dice el
autor sagrado que Cristo fue "muerto en la carne y vivificado en el espíritu" (1Pe 3,19). Ahora
nosotros podemos arrancar de este Cristo en el espíritu, de ese protagonista que es Cristo Resucitado.
Escuchemos, asistamos a esta acción de Cristo: "En el espíritu fue también a predicar a los espíritus
encarcelados, en otros tiempos incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en
que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvados a través
del agua; a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad
del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo,
83
que, habiendo ido al cielo, está a la derecha de Dios, y le están sometidos los Angeles, las
Dominaciones y las Potestades" (1Pe 3,19-22).
c) En los Evangelios se habla por dos veces de un bautismo de Jesús. Recordemos aquel dicho
impetuoso del fuego y del agua: fuego en la tierra y un diluvio en el que uno va a quedar anegado.
Con un bautismo tengo que ser bautizado y (qué angustiado estoy hasta que se cumpla! (Lc 12,50).
Israel pasó por las aguas y el fuego, lo sabemos. La prueba del destierro fue crisol y diluvio, anticipo
de la prueba escatológica. Pero he aquí lo que dice "tu creador, Jacob, tu plasmador, Israel: No
temas, que yo te he rescatado, / te he llamado por tu nombre, tú eres mío. / Si pasas por las aguas, yo
estoy contigo, / si por los ríos, no te anegarán. / Si andas por el fuego, no te quemarás, / ni la llama
prenderá en ti. / Porque yo soy Yahweh, tu Dios, / el santo de Israel, tu Salvador" (Is 43,1-3). Jesús
viene a incendiar la tierra con el fuego de Dios; y él mismo tiene que pasar por el diluvio que le va a
anegar.
En el bautismo Jesús había ya pasado por las aguas, y, al emerger de las aguas se abrieron los
cielos, y el Espíritu se posó como una paloma, y se oyó la voz del Padre (Lc 3,21-22; Mt 3,13-17;
Mc 1,9-11). Fue en el Jordán (Mt-Mc), lugar donde según la tradición se repitió la gesta del mar
Rojo.
En esta evocación de Jesús )hay una conciencia de su bautismo y de su muerte con alusión al
Mar Rojo? Sorprende de pronto el lanzar este interrogante; de cualquier forma la sentencia de Jesús
tiene una honda carga escatológica.
Hoy tratamos nosotros, lectores vivos, de recuperar los acontecimientos que de alguna manera
nos implican. Y acabo de emplear un lenguaje tímido e impreciso al hablar de "recuperar". Se
recupera un pasado, pero se vive un presente y el acontecimiento que a nosotros nos importa es un
soberano presente de la acción de Dios, un evento grande, evento salvífico, que estamos celebrando y
comunitariamente compartiendo; por lo tanto, concelebrando.
II. Las antiguas lecturas judías y cristianas del paso del Mar Rojo
84
cantó Moisés, sino 'entonces cantará (yasir) Moisés', de donde deducimos de la Torá la resurrección
de los muertos".
En este tipo de interpretación libre en alas del Espíritu es muy hermoso ver lo que se dice a
propósito del coro que canta esta canción. La cantó Moisés con todo Israel, pero la cantaron hasta los
niños de pecho, hasta los ángeles del servicio que rodean el trono de Dios, si bien "el Santo, bendito
sea, dijo: Que canten primeros Moisés y el pueblo de Israel y después vosotros". Y "R. Meir dice:
Incluso los fetos en el seno de sus madres abrieron su boca y dijeron: Cantemos delante del
omnipotente, porque se dice: En las asambleas bendecid a Dios, a Yahweh los que venís de la fuente
(Sal 68,27)".
Con este procedimiento se van repasando los versículos del himno glorificando al Dios inefable de Israel.
A veces encontramos algún dato de un terrible realismo y crítica, que queda inserto en medio de la
composición elevada. Por ejemplo: "Cantaré a Yahweh porque exaltar se ha exaltado. Cuando un rey de carne
y sangre entra en una provincia, todos lo alaban en su presencia diciendo que es fuerte no siendo más que
débil; que es rico, cuando es pobre; que es sabio, cuando es tonto; que es misericordioso, cuando es cruel; que
es juez, que es fiel, y no posee ninguna de estas cualidades, sino que todos los halagan. Pero Quien con su
palabra creó el mundo no es así, sino: Cantaré a Yahweh porque es fuerte, etc.".
Este oficio familiar judío es un rito sacro, totalmente penetrado de fe, cuyo elemento principal es
la incesante alabanza al Señor. El piadoso judío respira en alabanza y acción de gracias. Rebosando,
pues, en alabanza, se celebra la historia de la salvación, se celebra hoy, evocando un pasado y
mirando al advenimiento del Mesías. Para poder celebrar la Pascua es esencial situarse en la
perspectiva salvífica que recuerda el rito, apoyado en la autoridad del Rabí Gamaliel, en el tiempo un
poco posterior a Jesús. "Generación tras generación, el hombre debe reconocerse a sí mismo como si
él hubiera salido de Egipto, pues está escrito: En aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: Es por
lo que Adonay hizo por mí cuando salí de Egipto (Ex 13,8). El Santo - bendito sea - no sólo liberó a
nuestros antepasados, sino, junto con ellos, también a nosotros, pues escrito está: Y nos sacó de allí a
fin de conducirnos para darnos la tierra que prometió con juramento a nuestros padres (Dt 6,23)".
Con todo, observemos que en el rito pascual judío no se lee el texto de Ex 14.
La dimensión rememorativa, que se actualiza en un presente, se abre hacia el futuro. Se pide la
reconstrucción de Jerusalén, la vuelta de Elías, el ser digno de participar en los días del Mesías.
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"(Oh!, reconstruye rápidamente Jerusalén, la Ciudad santa, oh Eterno, tú que en tu misericordia edifi-
caste un día Jerusalén. Amén". "Que el Misericordioso nos envíe a Elías, el profeta de bendita
memoria, y nos traiga las buenas noticias de la salvación y del consuelo". "Que el Misericordioso nos
haga dignos de participar en los días del Mesías y en la vida eterna en el mundo futuro".
a) El libro del Éxodo es el libro del Antiguo Testamento que más ha influido para modelar el esquema de
la espiritualidad cristiana y que mayor influjo ha tenido en la configuración de la liturgia. En el siglo II decía
San Ireneo que la tipología del Éxodo aplicada a Cristo y a su Iglesia es una tradición recibida de los
presbíteros y que, por tanto, no puede ser descuidada. Aparte de Clemente de Roma, la Epístola de Bernabé,
Ireneo, en el siglo II texto importantísimo de esta tipología es la homilía de Pascua de Melitón de Sardes.
En el siglo III en Occidente tenemos a Tertuliano, sobre todo en su Tratado sobre el Bautismo, texto muy
importante para la espiritualidad del bautismo y la iniciación cristiana. Mencionamos a Hipólito de Roma
(Comentario sobre las bendiciones de Moisés, Tradición apostólica...), Cipriano... Un recorrido detallado de
autores por épocas y zonas: escritores de lengua griega, latina y siríaca.
b) En este tema el autor principal es Orígenes por la categoría de su persona y exégesis y en el caso por sus
homilías sobre el Éxodo y Números. Estos años se han difundido en especial las Homilías sobre el Éxodo. La
homilía V comenta el paso del Mar Rojo, y la homilía VI está íntegramente dedicada al Cántico de Moisés.
Orígenes recuerda la interpretación de Pablo y dice: "Ya veis cuánto se distingue la lectura histórica de la
interpretación de Pablo: lo que los judíos piensan que es el paso del mar, Pablo lo llama bautismo; lo que ellos
consideran nube, Pablo lo presenta como el Espíritu Santo; y de este mismo modo que éste quiere que sea
entendido lo que el Señor manda en los Evangelios diciendo: El que no renazca de agua y de Espíritu Santo,
no puede entrar en el Reino de los cielos (Jn 3,5)".
c) Al hablar del Éxodo se piensa igualmente en San Gregorio de Nisa (ca 330-395) por su obra Vida de
Moisés. obra considerada como manual clásico de espiritualidad que nos ha legado la tradición cristiana. En la
segunda parte de la obra, en la que el santo doctor nos da el sentido místico de los pasos que ha narrado en la
primera como sentido histórico, dedica los números 122-129 a la significación espiritual de este portento. El
ejército egipcio -carros, caballos y jinetes, arqueros, honderos...- es el ejército de las pasiones que llevamos
dentro. Un insulto, por ejemplo, es una pedrada lanzada con la honda (122). Los carros son conducidos, según
la versión de los LXX, por tristatas, palabra griega que le autoriza a San Gregorio a hablar de "tres capitanes"
para cada carro; son las tres partes del alma: la racional, la concupiscible y la irascible (123). Todo ha de ser
sepultado en el agua, que para unos es principio de vida y para otros de muerte (124). Todo ha de quedar
enterrado en el agua; el cristiano que pasa por el agua misteriosa del bautismo ha de dejar sepultadas todas las
fuerzas del mal: avaricia, impureza, codicia, vanagloria, violencia; todo ha de morir en el agua, los
movimientos perversos del espíritu como los actos que de ahí se siguen (126). Con el bautismo cristiano
comienza una vida nueva y distinta, por eso debe quedar anegado en el agua todo lo que tenga razón y sentido
de pecado (127). Antes de ser cristiano uno, como lujurioso o avaro, podía ser un esclavo, pero habiendo
atravesado las aguas todo aquello debe quedar sepultado (127-129).
En conclusión
Los Padres de la Iglesia tienen clara conciencia de que el Éxodo es un libro espiritual básico para
nuestra fe. Ahora bien, su interpretación, salvando este valor fundamental, es un interpretación
múltiple, variada y dirigida. El género homiliético es, por excelencia, un género mistagógico; pero
una homilía puede estar muy marcada por la ocasión del tiempo y por el auditorio que tengo delante.
Estas circunstancias "condicionan" el sistema interpretativo. Por ello no podemos ver en estos
escritos una exposición orgánica desde el punto de vista que nos interesa.
86
IV. La lectura litúrgica en la noche pascual
La interpretación que en este momento nos interesa es una interpretación con determinadas
características:
- Es una interpretación encuadrada en la celebración cristiana más importante del año.
- Es una interpretación en la que nos interesa no tanto el elemento moralizador y personal cuanto
el elemento objetivo: Cristo y la Iglesia.
- Es una interpretación referida al misterio pascual de Cristo.
2. Dios el protagonista
El protagonista de la salida de Egipto y del paso del Mar Rojo fue el Señor. En aquella gesta
gloriosa no podemos confundir nuestra atención retenidos en los detalles del portento. Ni el Faraón
con todo su ejército, ni el pueblo cruzando el mar, ni Moisés ni la nube, son los protagonistas. Es el
Señor, a él solo la gloria.
La más antigua tradición judía lo ha comprendido así. "Cantaré a Yahweh porque se ha exaltado.
A Yahweh le está bien la grandeza, a Yahweh le corresponde el poder, a Yahweh le está bien la
gloria y la victoria y la majestad; y así David dice: Tuya es, oh Yahweh, la grandeza, el poder, la
gloria, la victoria y la majestad".
87
despide su ser divino, y en el núcleo original está su santidad, que es el punto final de su
transcendencia, aquello por lo que él es lo que es, su identidad absoluta, siempre misterio, siempre
indescifrable para el hombre. "Sabrán que yo soy el Señor" es una manera de poner a la criatura ante
su Dios santo. Los egipcios quedaron en el ámbito de la revelación numinosa de la santidad de Dios.
Y esta revelación alcanzó de modo distinto al pueblo elegido. Israel vio la mano grande del
Señor... y el pueblo temió al Señor, y creyó en el Señor... (v. 31). Israel acogió la revelación que
Dios le brindaba: temió y creyó. El temor es la vibración reverencial que sacude el corazón cuando
alguien ha contemplado la grandeza del Señor. El temor es la actitud de aquel que ha aprendido a
medir distancias. Pero no es el temor servil ni el temor del que queda oprimido, porque Israel, al
temer al Señor, se entrega a él: creyó en el Señor. El Dios terrible y fascinante es el que resplandecía
en aquel episodio supremo.
2. Los cristianos sabemos que no hay gesta divina superior a la resurrección de Jesús. Dios se
reveló a sí mismo; reveló su gloria y su santidad; reveló la filiación divina de su Hijo; reveló el
Espíritu Santo. Fue entonces, al decir de San Pablo, cuando el Hijo de David "fue constituido Hijo de
Dios, con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos" (Rm 1,4).
Dios se cubrió de gloria: Que se levante Dios y se dispersen sus enemigos. Nosotros reconocemos
que la manifestación más sustancial del secreto de Dios fue la resurrección de su Hijo amado, y nos
quedamos atónitos y fascinados, temerosos y transidos de fe.
Es esto lo que celebramos en la noche santa. Por eso glorificamos a Dios por él mismo, por su
inmensa gloria.
2. En la noche santa celebra la comunidad cristiana el triunfo de la fidelidad y del amor de Dios.
Porque amaba a su Hijo no lo dejó perdido en la muerte, lo sacó del abismo. Dios fue fiel a su Hijo y
lo salvó...
3. El pueblo salvado
1. Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios muertos, en
la orilla del mar (14,30).
Cuando nosotros hablamos de salvación hablamos en concreto y en este contexto de la historia
paradigmática de Israel de dos cosas:
- De la exención de la esclavitud. El pueblo que gemía bajo el látigo de los capataces, sujeto a
duros trabajos, queda exento de tales trabajos. "Yo liberé sus hombros de la carga, sus manos la
espuerta abandonaron", dice el salmo 81,7.
- Hablamos, sobre todo, de acceso a la libertad. El pueblo de Israel es constituido como un pueblo
libre. Adquiere un compromiso de libertad, pero el precio de la libertad es la oblación total, la plena
confianza en las manos de Dios. Cosa que Israel no supo sostener. Pronto se olvidaron, como lo dice
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reiteradamente aquel salmo 78 que repasa las lecciones de la historia de Israel: "Tenían olvidados sus
portentos, la maravillas que él les hizo ver" (v. 11).
La exégesis reciente ha sabido ver, ahondando con sabiduría en los textos, en qué punto original
nace el Antiguo Testamento, como historia y como libro. Hay en el Antiguo Testamento una fórmula
124 veces en dos redacciones distintas: "Yahweh hizo subir a Israel de Egipto" (41 veces),
"Yahweh hizo salir a Israel de Egipto" (83 veces). Esta fue la experiencia nuclear y radial. En
aquella ocasión nació Israel como pueblo, conglutinando viejas y dispersas tradiciones. Los salidos
de Egipto (expulsados, fugitivos, prófugos...) se sintieron pueblo, empezaron a tener identidad.
Experimentaron la mano de Dios y la afirmación de la intervención divina fue para ellos, como anota
la exégesis, una revelación, una proclamación kerigmática y una confesión colectiva de fe.
2. Al exponer así los sucesos antiguos, sin ninguna dificultad estamos pensando en el
acontecimiento pascual de Jesús. Nosotros nacimos como Iglesia, como comunidad del Resucitado,
en la Pascua, el día en que, mediante la fe, tuvimos acceso al misterio del resucitado. Aquel fue el día
de nuestra salvación, de nuestra liberación, de nuestra creación.
Este es el día que hoy celebra la Iglesia, en un hoy, que no es un hoy comparativo con los
prodigios antiguos, sino un "hoy" que ha quedado eternizado en el paso de Cristo al Padre. Esta es la
noche en que la columna de fuego ha borrado nuestro pecado. Y la columna de fuego es Cristo
glorioso, simbolizado eficazmente en el Cirio ardiente. Hoy cruzamos nosotros el Mar Rojo. El
sepulcro abierto nos dice que el mar está seco, que el enemigo queda atrás, que hemos entrado en la
libertad eterna.
89
5. Cantemos al Señor
Toda la asamblea exulta, como un día cantó Israel. El paso del Mar Rojo se termina en la
alabanza y la alabanza nos introduce en el cielo.
Cuando Israel cantó en el Éxodo la gesta de Dios salvador, el autor sagrado, en definitiva el autor
que con voz del pueblo compuso para la liturgia, para la renovación de la alianza, cantó en uno solo
cántico, no únicamente el paso portentoso del mar, sino la llegada al Sinaí, la entrada en la tierra
santa y la construcción del Templo en el monte Sión. Una historia de varios siglos quedó
compendiada en un canto, que se dice que cantó Moisés con el pueblo al pasar el mar.
Cuando en el salmo responsorial debemos compendiar las estrofas, no dejamos de evocar el cenit
de esta historia. Cantamos:
Los introduces y los plantas en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste tu trono, Señor;
santuario, Señor, que fundaron tus manos.
El Señor reina por siempre jamás.
Cantamos, pues, el reino de Dios. El Señor reina por siempre jamás. Dios reina en la resurrección
de su Hijo Jesús.
Núm. 21
Serie: Las lecturas de la Vigilia Pascual
Cuarta
Texto
(Versión de la Biblia de Jerusalén)
90
pero con amor eterno te he compadecido
dice Yahveh tu Redentor.
9 Será para mí como en tiempos de Noé:
como juré que no pasarían las aguas de Noé más sobre la tierra,
así he jurado que no me irritaré mas contra ti ni te amenazaré.
10 Porque los montes se correrán
y las colinas se moverán,
mas mi amor de tu lado no se apartará
y mi alianza de paz no se moverá
- dice Yahveh, que tiene compasión de ti.
11 Pobrecilla, azotada por los vientos,
no consolada,
mira que yo asiento en carbunclos tus piedras
y voy a cimentarte con zafiros.
12 Haré de rubí tus baluartes,
tus puertas de piedras de cuarzo
y todo tu término de piedras preciosas.
13 Todos tus hijos serán discípulos de Yahveh,
y será grande la dicha de tus hijos.
14 En justicia serás consolidada.
Manténte lejos de la opresión,
pues ya no temerás,
y del terror, pues no se acercará a ti.
I
LA PASCUA, ALIANZA ESPONSAL
La Esposa y el Esposo
Los oráculos que un día fueron voz de un Profeta de consolación para el pueblo que volvía del
destierro ahora son voz profecía para una Pascua nupcial.
La Pascua tiene un carácter nupcial - expresión cumbre del amor - como el misterio del Triduo
pascual lo había expuesto la Iglesia como misterio nupcial. AEste período de tiempo se denomina
justamente el "Triduo del crucificado, sepultado y resucitado"; se llama también "Triduo pascual"
porque en su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir el tránsito del
Señor de este mundo al Padre. En esta celebración del misterio, por medio de los signos litúrgicos y
sacramentales la Iglesia se une en íntima comunión con Cristo, su Esposo@ (Carta sobre las
preparación y celebración de las fiestas pascuales 1988, n. 38).
Así considera, en especial la muerte de Cristo en la Cruz: Ala Iglesia, meditando sobre la Pasión
de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido
en la Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo@ (n. 58).
El Esposo nos puede evocar la intimidad, el coloquio, el corazón a corazón. Y puede evocarnos
también la hermosura, la gallardía y la fuerza. Esta visión de gloria y de fuerza resplandece aquí;
porque el Esposo es:
- tu Creador,
91
- Yahveh Sebaot es su nombre,
- el Santo de Israel,
- el Dios de toda la tierra.
Esta Esposa va a encontrar en él seguridad y fuerza.
La Esposa llamada
Había sido rota la alianza esponsal; la esposa, con justicia, había sido abandonada. Pero aquel
abandono era por fuerza; de corazón no había sido abandonada.
La esposa llamada. La esposa repudiada no vuelve a ser esposa, porque ha sido luego esposa
profanada.
El Dios fuerte, Rescatador, crea una relación nueva, más fuerte que la anterior, porque es relación
definitiva, ahora no sólo de parte de Dios, sino también de parte de la esposa.
La calidad del amor eterno. Para nuestra mentalidad filosófica Aeterno@ es aquello que no tuvo
principio y no tendrá fin. En el lenguaje de la Escritura Aeterno@ es lo que permanecen para siempre,
por los siglos de los siglos.
Y éste es un rasgo constitutivo del amor de Dios: si Dios declara su amor, ya no puede volverse
atrás, porque su amor permanece para siempre. Es el núcleo de la teología de los profetas; es la
palabra final de todos los libros proféticos del Antiguo Testamento: al final Dios se rinde al amor, es
decir, se rinde ante sí mismo.
La naturaleza de Dios es ser amante; y no serlo, y retirar el amor que manifestó un día, sería ir en
contra de su propio ser: con amor eterno te he compadecido.
La declaración se repite y envuelve toda la mujer que se ve restablecida como esposa y como
esposa firme.
93
II
LOS REGALOS DE AMOR A LA ESPOSA
La Esposa-Ciudad de Jerusalén
La esposa-Ciudad, el Pueblo santo, va a ser la Ciudad de Dios, que reaparecerá en el Apocalipsis,
como palabra última de la Biblia.
En esta Ciudad vemos:
- Las zanjas y cimientos y piedras fundamentales. Y las piedras firmes son piedras finas, son
perlas purísimas, pues esta Ciudad, en realidad, es una Esposa, y se habla de ella como se habla de
una esposa. Piedras de perlas y de zafiro.
- Las almenas de rubí destellante.
- Las murallas de piedras preciosas, joyería de la Esposa.
- Las puertas de esmerala, como si fuese el ornamento de las manos o del pecho de la Esposa.
Núm. 22
Serie: Las lecturas de la Vigilia Pascual
Quinta
94
Venid y viviréis: Las promesas a David,
la Alianza eterna
(Quinta lectura de la Vigilia pascual)
Texto
(Versión de la Biblia de Jerusalén)
95
que no tornará a mí de vacío,
sin que haya realizado lo que me plugo
y haya cumplido aquello a que la envié.
I
CLAVE PASCUAL DE ESTA LECTURA
En correspondencia con esta orientación está la oración que, después del salmo (en este caso el
Salmo contenido en Is 12), cierra la lectura:
Dios todopoderoso y eterno,
única esperanza del mundo,
tú, que anunciaste por la voz de tus profetas
los misterios que estamos celebrando en esta noche,
infunde en nuestros corazones
la gracia de tu Espíritu,
para que podamos vivir una vida
digna de tu redención.
96
Es la única vez que se habla de David en el Deuteroisaías, que no mira precisamente a la
restauración de un reino. Pero es que las promesas hechas a David van más allá de un reino. Se le
promete la presencia permanente de Dios con su pueblo:
- Se le promete un pacto eterno,
- que es algo muy amoroso y fiel.
Se puede, pues, hablar de las amorosas y fieles promesas hechas a David (que la Nova Vulgata
traduce así: et feriam vobiscum pactum sempiternum, misericordias David fideles).
Estas promesas las ha traducido de esta forma el discurso de Pablo en Antioquía: Os
daré las cosas santas de David, las verdaderas... (que en la Nova Vulgata suenan: Dabo vobis sancta
David fidelia).
)Qué es, pues, lo que Dios ha prometido a David? La hermosura, la dulzura, la riqueza, la
santidad ... de los tiempos mesiánicos. Y Pablo (o Lucas, por boca de Pablo) lo ve cumplido en la
resurrección de Jesús.
Ahí está la santidad de Dios; ahí se realiza lo más bello de nuestras esperanzas. Ahí tenemos
nuestra delicia.
La resurrección de Jesús es lo más bello que nos pudo anunciar David, profeta de la Resurrección
en el decir de San Pedro, al interpretar el salmo 15: No dejarás a tu siervo conocer la corrupción (cf.
Hch 2,30-31).
Sigue la meditación sobre David, el que nos prometió (ya antes de Jeremías) la bella y eterna
alianza
Lanzados, pues, en estos mares sin ribera de la Escritura, podemos meditar en David en esta
noche santa.
David fue
- testigo de Dios ante las naciones (porque proclamó una promesa),
- príncipe soberano de las naciones, por ser rey glorioso del pueblo de Dios.
Y el pueblo de Israel se gloría de este rey lleno de esplendor.
Ahora:
ATú reunirás a un pueblo desconocido, y las naciones que no te conocían acudirán a ti, por amor
del Señor, tu Dios, por el santo de Israel, que te ha honrado@.
El pueblo que venía de la cautividad puede verse como el glorioso David, pero todo esto no es
sino un desbordamiento del amor de Dios, de la ternura del Santo de Israel, que te ha honrado.
II
INVITACIONES Y REFLEXIONES
97
Invitación al agua. Es el don más apetecido del que vive en el desierto. La resurrección de Jesús
nos va a dar a nosotros el agua de la vida.
Nota: el salmo que sigue a esta lectura (Is 12) nos lleva a los manantiales de la salvación. Este
versículo es pronunciado en medio de estrofas exultantes, que cantan las proezas de Dios realizadas
con nosotros.
98
Dios declara: Así será la ¨Palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que
hará mi voluntad y cumplirá su misión.
La Palabra ya ha cumplido su misión en la resurrección del Hijo. Esta es la palabra más hermosa,
más eficaz que Dios ha pronunciado: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.
La resurrección de Jesús es la Palabra cumplida.
Núm. 23
(Lectio divina antes de terminar, el sábado de esta semana, la lectura litúrgica del libro del Génesis)
Noticia
El Génesis contiene la Teología Fundamental de Israel: qué creemos y por qué creemos. Allí se
encuentra:
S La primera revelación de Dios.
S La primera elección de Dios.
S Las primeras promesas de Dios.
S La primera configuración o plasmación de Dios.
Todo ello será el fundamento de la fe de Israel, desarrollada en los libros posteriores del
Pentateuco que describen la Historia paradigmática de Israel, que siempre se ha visto:
S Como beneficiario de una historia de salvación,
S que, abierta a todos los pueblos, nos revela el talante del verdadero Dios de la Alianza.
Esta historia Jesús ha aceptado como historia suya, dentro de la cual él se ve y se autocomprende
como proyecto de Dios.
Esta historia, así entendida, es parte de nuestra fe; es revelación para nosotros. Su valor no puede
reducirse a un valor histórico ya cumplido, sino que permanece viva para nosotros.
Así, con esta perspectiva espiritual, desde Jesús, que ha aceptado a su Dios como Dios de
Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob (Ex 3,6), es decir, Dios de promesa y alianza, hemos de
introducirnos en la lectura espiritual y mistagógica del Génesis.
San Pablo acudió a Abraham, no a Moisés, para ver allí el modelo puro de la actuación de Dios y
de la obediencia del hombre, y para encontrar en él la promesa a JESÚS. La historia de Abraham es
el núcleo puro de su teología, como nos la ha expuesto en la carta a los Gálata y en la carta a los
Romanos.
(Nota. Escribimos Abraham, aunque este nombre se le da a Abram a partir de Gn 17).
99
La liturgia de la Palabra en la celebración eucarística dedica cinco semanas a la lectura del
Génesis, de este modo:
- Esta lectura se hace en el Año I (años impares, como el presente).
- Los capítulos de Génesis 1-11, o Historia de los orígenes) se proclaman en las semanas 5 y 6.
- Los capítulos de Génesis 12-50, o Historia de Abraham, de Isaac y de Jacob, en las semanas 12,
13 y 14.
- La Historia de José, escrita difusamente con el carácter literario de una Anovela@, es una historia
detallada (cc. 37-50 del Génesis), con cierta autonomía propia, pero inserta en la Historia de Jacob.
Es de menor importancia que las Historias precedentes.
En estas primeras encontramos los grandes núcleos de la fe de Israel, sobre los cuales, el pueblo
cristiano vuelve como referencia absoluta, y sobre esta triple Historia de Abraham, Isaac y Jacob, se
centra nuestra lectura espiritual.
Téngase presente que los relatos arcaicos tienen de por sí una fuerza simbólica innata, que es
recibida por el lector con la capacidad de manipular el símbolo de acuerdo a la propia cultura. Con
habilidad se puede hacer hablar al símbolo como yo quiero que hable, y ver reflejado en él lo que yo
previamente he formulado en mi pensamiento. Dicho vulgarmente: a la Biblia se le puede hacer decir
lo que yo quiero que diga... Cuando uno entra en contacto y diálogo con la palabra escrita, al leerla,
la recrea (o la puede recrear) y hacerla nacer de nuevo, desde mis entrañas, como vehículo de mi ser.
Se requiere, pues, una acendrada pureza interior, una apertura a los sentidos del Espíritu, para no
condicionar la voz de Dios en mí. Una lectura sacramental es siempre una lectura Aen Espíritu y
verdad@, lectura santificante bajo la soberanía de Dios, que, al hablar, no se contradice a sí mismo, y
obra como quiere y en quien quiere.
Dios nos libre del subjetivismo, y lo mismo del encerramiento de toda teología. Al fin, la
teología, sin pretenderlo, puede encerrar la Palabra de Dios, y sujetarla como objeto de su dominio
mental. Si así fuera, sería destruir la Palabra como don y acto creador.
Una señal segura de que la Palabra es acontecimiento según el Espíritu es el observar cómo ella
genera en mí lo que anuncia. Es la eficacia espiritual de la Palabra, elevada a la categoría de
sacramento de una Presencia. El signo (la palabra escrita, leída, proclamada) esconde en sí el
Misterio, y el Misterio se identifica como Presencia amorosa de Dios Padre, autor de toda realidad.
El sacramento de la Palabra pasa a ser, de este modo, morada de la Trinidad; y la escucha en fe de la
Palabra es entrada en el misterio de la Trinidad.
Debemos también señalar que en este encuentro con la Palabra como acto sacramental, yo no
puedo indicarte a ti lo que la Palabra ha de decirte a ti. Eso solo lo puede decir Dios. Yo únicamente
puedo dar testimonio de lo que la Palabra proclamada en la divina liturgia ha obrado en mí.
La Palabra tiene la fuerza germinal de la Encarnación. María responde al ángel: AHágase en mí
según tu palabra@. Y el Verbo se encarnó en sus entrañas. Esto que ocurrió en María ocurre en el fiel
que acoge la Palabra, y pide con humildad y oración: Hágase en mí según la Palabra.
Lectio divina del Génesis como operación distinta de la Teología del Génesis y de la
Espiritualidad del Génesis
100
El comentario al Génesis de Laurence Boadt, C.S.P. (Estados Unidos), en Comentario Bíblico
Internacional: Comentario católico y ecuménico para el siglo XXI (Verbo Divino, Estella, 1999),
termina su exposición con este párrafo de síntesis:
Todo esto es bueno y puede servir para una reflexión teológica, y específicamente también para
un tratado de teología espiritual.
Pero la lectio divina pretende otra cosa:
- No siendo una Areflexión teológica@, aunque externamente lo parezca;
- ni tampoco una Aaplicación para la vida@ del contenido espiritual de la Biblia,
- sino un acontecimiento de la Palabra en mí, un trance creador de la Palabra - al menos, si
hablamos de Alectio divina@ en su raíz, en su proclamación en la liturgia, de donde se expande luego a
la meditación y Arumia@ (ruminatio) espiritual -, lo que nos importa es acoger la Palabra
C como acción directa de Dios en mí y en la comunidad,
101
C que rompe por los caminos que quiere,
C suscitando la acogida humilde y ardiente de quien va, por medio de ella, al encuentro con
Cristo.
En este sentido hemos de pensar que el acontecimiento litúrgico de la Palabra es siempre
sacramental:
- En este sacramento hay un signo: la Palabra escrita, hablada y escuchada.
- El contenido interno y espiritual, de sí mismo, que está solo en manos de Dios, oculto a los
hombres, y que él lo entrega únicamente como Dios.
Deja
Deja tu país, a tu parentela y la casa de tu padre.
Cuando Dios llama, lo pide todo; pues, al llamar, inicia una nueva creación.
Dios es el protagonista, no el hombre. Dios es el que obra el actuar y la raíz del actuar, esto es, el
querer actuar.
La vida siempre parte de la nada. Y el proyecto de Dios en mí cuenta con ese punto cero, que es
mi propia nada. Abraham debe comenzar su camino fiado en Dios, sin saber lo que va a venir. Este
acto intrínseco de su voluntad es el paradigma de todos los actos sucesivos. En esta salida de Ur de
Caldea está, en embrión, lo que ha de ser su actitud en el momento de la Alianza.
102
Aun en la fe Dios corona sus obra con la promesa. Dios es promesa de sí mismo; cúmplase según
plazca a su divina voluntad.
La acción creadora de Dios se muestra aquí como bendición, y la contemplamos con tres
características:
- Bendición.
- Bendición de bendiciones.
- Bendición de toda la humanidad.
He aquí al semilla de la Encarnación.
1. Bendición. Abraham, por de pronto, es bendición bajo la mano de Dios; todos los pasos de
Abraham son constituidos como bendición, porque en ningún momento le va a faltar la presencia y la
cercanía de Dios.
2. Bendición de bendiciones. Abraham, el creyente, va a ser bendición-raíz, esto es, bendición de
donde mana y fluye bendición.
La vida de Abraham adquiere un rango sacramental, porque él, de sí, no puede ser bendición de
bendiciones. Tal bendición el Padre la ha reservado para su Hijo Jesucristo. Por eso, en la llamada,
comienzo de la nueva creación, se anuncia ya el misterio en que vivimos. Ésta es la bendición de que
habla Pablo (Ef 1: en el Hijo amado hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual, en los
cielos, antes de la constitución del mundo). Abraham es para nosotros balbuceo de la bendición
divina.
3. En ti se bendecirán todos los pueblos. La vida de esta persona, de sí incógnita, adquiere ahora
dimensiones universales, en virtud de la bendición reservada en Jesucristo. La Humanidad y la
Historia quedan integradas en la bendición-promesa que Dios otorga a Abraham, el padre de los
creyentes.
Esta lectura en la Eucaristía. El pasaje, abriendo la lectura de Génesis 12-50, lo leemos en la
liturgia eucarística. Y lo proclamamos en la celebración del lunes de la semana 12 del tiempo
ordinario (este año, 20 de junio).
La Eucaristía, a la que pasamos mediante la fe, contiene realizada la bendición ya cumplida. Este
es el misterio que comulgamos. El Padre no nos puede bendecir más de lo que nos ha bendecido. La
bendición cumplida es la bendición otorgado al mundo en Jesucristo, que yo tengo al gracia de
acoger ahora, celebrando la Eucaristía.
2. La Alianza
Génesis 15
103
Del Yo divino procede la recompensa. Porque Dios mismo es recompensa, puede dar algo como
recompensa Asuya@.
Si Dios se me da, ya no quiero otra cosa distinta de él mismo. Lo que me dé, si no es él mismo, si
es inferior a Dios, no me interesa, porque sólo Dios es digno de sí mismo. Si sus dones, de alguna
manera, no son él mismo, no son dignos de él.
En el fondo, no nos interesan las cosas de Dios, por muy grandes que sean; queremos a Dios
mismo.
Si Dios nos habla de su recompensa, nos anuncia su intimidad. El cielo, suprema recompensa, fin
del misterio pascual, no será otra cosa que Dios mismo.
Abraham creyó
Abraham dio un salto a lo infinito, porque la fe es arrancarse de todo lo humano y pasar, de modo
sencillo, a Dios mismo, porque Dios es digno de sí y de mí. Creo en Dios y hago que Dios sea todo.
A lo mejor sea él mi hijo..., o en él halle a todos los mis hijos, toda mi vida futura, ya presente,
infinita como el polvo de las estrellas...
104
Abraham creyó y esto fue su Ajusticia@
Y no hizo más, ni pudo hacer más, porque cosa más sublime que ésta no puede haberla.
El que cree de alguna manera se nivela con Dios, porque, al entregar su vida a Dios, hace que
Dios sea en él, y esta humanidad sea humanidad de Dios.
Luego pasó el Fuego por en medio de las víctimas, y aquel día Dios firmó alianza con Abraham.
Núm. 24
Nota previa
S La Alectio divina@ es una forma de rumiar la Escritura como ejercicio espiritual que envuelve la
vida en oración fuera de la Eucaristía.
S Con todo, la homilía está en estrecha relación con ella. La homilía
S Es palabra espiritual,
S que nace del encuentro con el Señor.
S que va dirigida al corazón (ilustrando ciertamente la inteligencia),
S como acontecimiento de fuerza y de gracia,
S para poner al fiel cristiano oyente de la Palabra en contacto personal inmediato con Dios,
S y para provocar en toda la comunidad el encuentro con Dios, que se hace presente en su Hijo
Jesucristo por el Espíritu Santo.
Si de la homilía se dice: (Qué hermosa homilía!, (Qué bien habla...!, (Cuánto sabe...!, (Es un
convencido...!, pero la palabra no ha llegado al corazón, como sacramento de la presencia de Dios
que se está comunicando precisamente ahora, entonces la homilía no ha cumplido su efecto.
105
La homilía, por tanto, debe estar impregnada de la sabiduría y esplendor que nace al toque de
Dios, en la Iglesia.
Para este ejercicio de Alectio@, compartido esta tarde por las hermanas entre sí, recogemos algunos
puntos aludidos, durante la celebración de la Eucaristía, como resonancia de la Palabra del Señor.
El rechazo de Jesús
No creer en Jesús, no aceptarlo, significa objetivamente lo siguiente:
- No aceptar a Jesús de Nazaret como Evangelio de la gracia, como el don supremo que Dios
tiene.
- Es no aceptar al Padre; pues, en realidad quien hace los milagros es el Padre por su Hijo
Jesucristo. La expresión del texto original dice: Alas ciudades en las que fueron hechos [por Dios] la
mayor parte [o muchos] portentos@.
- Es el rechazo del Espíritu de Dios. Jesús dirá en otra ocasión que el que interpreta su victoria
sobre el demonio como confabulación con el demonio, y por ello no lo acepta a él, está pecando
106
contra el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo. Permaneciendo en esta actitud de rechazo no puede
tener perdón. Esto es Ael pecado contra el Espíritu Santo@. AEl que blasfeme contra el Espíritu Santo,
no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno@ (Mc 3,29).
En suma, rechazar a Jesús - a este hombre, Jesús de Nazaret - es, ni más ni menos, que rechazar a
Dios. Es el mayor pecado; es mayor pecado que el pecado de Sodoma, que no tuvo este privilegio de
gracia que hoy existe. por ello el juicio para Sodoma será más benigno que el juicio para quien
rechaza al Enviado del Padre (ver también Lc 10,12, y obsérvese que en este contexto del envío es
donde pone san Lucas la perícopa que nos ocupa).
En determinado momento Jesús traspasa la fuerza de su presencia a sus apóstoles, hasta el punto
de que recibirles a ellos es lo mismo que recibir a Jesús: AQuien a vosotros recibe, a mí me recibe, y
quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado@ (Mt 10,40).
El dilema está en aceptar o rechazar a Jesús. Quien lo acepta, automáticamente está fuera del
pecado; quien lo rechaza está fuera de la Gracia,
107
S Ante todo, tiene ante sí a Cristo, lleno de hermosura, capaz de atraer a mi corazón, que ya
está disponible, con la gracia de Dios, a todo.
S Veo que Jesús es la gracia suprema del Padre; y es, sin más, la gracia. No hay otra gracia
suplementaria; él es toda gracia, toda la gracia de Dios.
S Vive bajo la presencia inmediata de él, sin que esto sea una amenaza para lo íntimo del ser,
como Dios le fuera a entorpecer el curso de las actividades del día.
Viraje de existencia
Toda mi vida tiene que Acentrarse@, y esto acontece de tal manera que Jesús resulte para mí el
Dios inmediato, al cual estoy abierto de todo corazón.
Jesús es para mí el Evangelio de gracia del Padre; en él está toda gracia y mayor que él nada
puede concebirse.
Jesús debe marcar todas las tomas de decisión mías.
Jesús debe ser la compañía secreta que no me puede engañar. Él es el que de continuo abre mis
ojos a la realidad del Espíritu, y el que me da fuerzas para seguir en el propósito emprendido.
Jesús es la clave; Jesús es el todo. Jesús es mi guía. Jesús no va a ser una sorpresa de maldición,
porque en todo momento mis ojos han estado vueltos hacia él, y mi corazón ha vibrado por él.
Lo que él pide de mí es la acogida; no hacerle ninguna trampa; estar siempre abierto a su
presencia.
Y valorar la vida desde este único valor.
Estamos estrictamente en el terreno de la revelación.
Forma de vida
Mi forma de vida cristiana es hacer de la presencia de Jesús el sustrato de todos mis actos.
- Presencia. La presencia es inherente al ser. Jesús está ahí, porque yo soy yo siendo en él.
- La oración es el fondo perseverante de su presencia, que queda activada (en mi conciencia)
simplemente con mi atención; pues, desde otra perspectiva, Jesús siempre está activo.
- Referencia. Como referencia o eje vital o centro de gravedad Jesús queda establecido en el
fondo de mi ser como mi realidad constante.
La antítesis de este párrafo riguroso es el Evangelio de hoy, cuando Jesús da gracias al Padre por
haberse revelado a los pequeños, a la gente sencilla. Es el Evangelio de hoy, miércoles de la semana
XV del tiempo ordinario (según la versión de Mateo).
108
La razón de esta revelación no es ningún mérito que se halle en mí. Nunca ha habido ni puede
haber proporción entre lo que yo haga y lo que se me da; es sencillamente el beneplácito divino:
Aporque así lo has querido@.
Núm. 25
Al eco de la fiesta de
san Lorenzo de Brindis, doctor de la Iglesia
(21 de julio)
I
QUÉ ES EL MARIALE DE SAN LORENZO DE BRINDIS
El año pasado se publicaba por primera vez en castellano el Mariale de San Lorenzo de Brindis:
SAN LORENZO DE BRINDIS (Doctor Apostólico), Marial: María de Nazaret, AVirgen de la
Plenitud@. Traducción del latín por Agustín Guzmán y Bernardino de Armellada. Introducción, notas
y revisión por Bernardino de Armellada [del Instituto Histórico de Capuchinos de Roma]. (BAC
645). Madrid 2004.
109
San Lorenzo de Brindis (1559-1619) - muerto el mismo día que cumplía 60 años - fue, aparte de
otros títulos, predicador y escritor; pero no vio publicada ninguna de sus obras. No se conocieron
hasta su beatificación (1783), mas la publicación a imprenta no se hizo sino hasta el siglo XX. Su
AOpera Omnia@ (más de XV volúmenes) se dio a la luz en los años 1928-1956, y el primer volumen
publicado fue el Mariale.
San Lorenzo fue proclamado Doctor de la Iglesia, con el título de ADoctor Apostólico@ por el
Beato Juan XXIII en 1959.
El Mariale es un conjunto de 84 sermones, dispuestos del modo como se describe a continuación,
copiando el índice de la versión castellana que hemos citado.
PRIMERA PARTE
ALABANZAS E INVOCACIONES A EA VIRGEN MADRE DE DIOS
110
3) El nombre de María
4) La llena de gracia
5) Plenitud de gracia de la Madre de Dios
6) La plenitud de gracia de la Virgen, según las palabras de la salutación
7) Dignidad de la Virgen María según las palabras de la salutación
8) Bendiciones especiales de la Virgen según las palabras de la salutación
9) La maternidad divina de la Virgen según las palabras de la salutación
10) El poder y la misericordia de la Virgen María según las palabras de la salutación.
SEGUNDA PARTE
111
EN LAS FIESTAS DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
112
(cf. Gal 4,4; Ef 1,10) es madre de esa plenitud cumplida en Cristo, sagrario materno del que a su vez
es corporal-mente morada de la plenitud de la divinidad (cf. Col 3,9). Es el abismo inconmensurable
del amor trinitario acogiendo a María en su intimidad y haciendo pasar la plenitud de su amor por la
plenitud de la amargura ante el misterio del dolor divino.
(Salve, llena de gracia! ^Ln. ti, madre inseparable de Cristo, habita corporalmente toda la
plenitud de la divinidad. (Oh plenitud infinita! (Salve, oh llena de gracia, el Señor está contigo! Con
Jacob y con San Lorenzo exclamamos ante tu misterio: (Qué terrible es este lugar! (Qué fascinante!
(Abismo de maravillas es tu seno de Madre! Verdaderamente el Señor está en este lugar, jjo no lo
sabía. Ahora lo sabemos, pero (no lo acabamos de comprender! Sí, no eres otra cosa que la casa de
Dios y la puerta del cielo (Gen 28,16-17). Puerta, y eres ya la misma casa acogedora. Tus muros
transparentes irradian la luz de Dios que en ti rebosa, tú, luna llena, estrella nueva en todas las
mañanas, (OH VIRGEN DE LA PLENITUD!@ (o. c. XXX).
II
NOTAS PARA UN SERMÓN EN LA VIRGEN DE LAS NIEVES
(Dedicación de Santa María al Mayor, 5 de agosto)
Al texto evangélico de ADichoso el vientre que te llevó@ san Lorenzo ha dedicado 5 sermones
(primera parte, sección V). Además de ello tiene dos sermones para la fiesta de la Virgen de las
Nieves (Segunda parte, sección IV).
Aquí transcribimos el segundo de estos sermones. La mariología de san Lorenzo está toda ella
atravesada de la Biblia, con citas continuas del Antiguo Testamento. En este segundo sermón de la
Virgen de las Nieves se detiene en un punto: la pureza de María, llegando a esta soberana afirma-
ción: Auna pureza mayor que la cual no puede conocerse ninguna bajo Dios@ (n. 2).
Es un texto - y diríamos que texto menor - para apreciar el estilo de mariología de nuestro Doctor
Apostólico.
La pureza de la Virgen
más blanca que la nieve
Texto evangélico: Dicho el vientre que te llevó y los pechos que mamaste (Lc 11,27-28).
Hoy, en la solemnidad de la nieve, es declarado este misterio. La nieve es en las Santas Escrituras
símbolo de la pureza y de la santidad. En este sentido dice Isaías: Aunque vuestros pecados sean
como la grana, serán blanqueados como la nieve (Is 1,18). Y el rey profeta suplicaba: Lávame:
quedaré más blanco que la nieve (Sal 51,9). Dios se apareció a Daniel vestido con un vestido blanco
113
como la nieve: Su vestido blanco como la nieve (Dan 7,8). Mañana (fiesta de la Transfiguración)
veremos a Cristo en la gloriosa transfiguración: Resplandeció su faz como el sol, y sus vestidos se
volvieron blancos como la nieve (Mt 17,2). Dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan.
Dice el Señor en Isaías: Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que
empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para
comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de varío, sin que haya
realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié (Is 55,10-11).
2. María más blanca que la nieve, sin mancha alguna de pecado.CDichosos los que oyen la
palabra de Dios. Cristo indica en esta afirmación la causa de la singular bienaventuranza de María:
lo extraordinario de su santidad. Por la perfecta observancia de la ley divina fue más blanca que la
nieve, sin la menor mancha de pecado. Esto es lo que leemos en el Cantar de los Cantares: Toda
hermosa eres, amiga mía, y en ti no hay mancha. Ven del Líbano, esposa mía, ven del Líbano, serás
coronada (Cant 4,7-8). Líbano en hebreo es lo mismo que blancura, puesto que aquel monte siempre
se ve cubierto de nieve. Es por lo que Jeremías dice: )Faltará acaso de la piedra excelsa la nieve del
Líbano? (Jer 18,14). La esposa, pues, es llamada desde el Líbano de la pureza y santidad a la corona
de la gloria.
La blancura de la nieve en el alma consiste en la perfecta observancia de la ley divina. Sólo el
pecado mancha el alma y la pureza de la conciencia, y el pecado no es sino la palabra, obra o deseo
contra la ley de Dios 8, la transgresión de la ley divina y la desobediencia a los mandamientos
celestiales 9. La pureza del alma consiste, por el contrario, en la íntegra y perfecta fe y caridad:
Dichosos los que oyen la palabra de Dios por la fe, y la guardan por la caridad, pues: quien me ama,
guardará mi palabra (Jn 14,23).
Leemos que los ángeles aparecen vestidos de blancura de nieve: Era su aspecto como el
relámpago, y su vestido como la nieve (Mt 28,3). Lo mismo se dice de Cristo y de Dios, como
también hoy de María, que en el Apocalipsis aparece vestida de luz solar (cf. Ap 12,1). El milagro
que hoy se recuerda, muestra que la Virgen María brilló con una pureza mayor que la cual no puede
conocerse ninguna bajo Dios 1(). )Qué cosa hay verdaderamente más blanca que la nieve? Es más
pura que los ángeles y que los arcángeles, los querubines y los serafines. Este milagro viene a indicar
que su pureza y santidad fueron sobremanera admirables. En efecto, lo admirable no es que nieve en
invierno, sino que lo haga en verano, cuando abrasan los mayores calores. Así de extraordinaria-
mente admirable fue la santidad de María, como nieve del cielo que cae a mitad del verano sobre una
región tórrida, donde casi nunca nieva ni siquiera en lo más crudo del invierno.
3. María, guardiana de la ley divina y vencedora de los demonios.CPero )cómo fue tan blanca la
Bienaventurada Virgen María? El Rey profeta dice: Mientras reposabais en los apriscos, las
palomas batieron sus alas de plata, el oro destellaba en sus plumas. Mientras el Todopoderoso
dispersaba a los reyes, la nieve bajaba sobre el Monte Umbrío (Sal 68,14-15). Quiere esto decir: Si
observáis la ley dentro de los términos de la justicia de Dios, sin desviaros ni a derecha ni a
izquierda, vuestra alma será como una hermosísima paloma, que brilla como plata blanquísima y
reluce como el oro más puro. Y mientras el Rey celestial dispersa a los reyes enemigos, venciendo
las tentaciones de los demonios, el alma será como nieve blanca, como la nieve que permanece
perennemente en el Monte Umbrío. Así fue siempre la Virgen María como nieve blanquísima,
observando perfectísimamente la ley divina y venciendo con la ayuda de Dios todas las tentaciones
de los demonios.
114
Blanquísima fue siempre la Bienaventurada Virgen y, sin embargo, en el Cantar de los Cantares
se llama a sí misma negra, porque, dice, me ha quemado el sol (Cant 1,4-5) de justicia, Dios, en cuya
comparación toda blancura de santidad creada es negrura, toda luz oscuridad. Así, mientras la nieve
permanece en las nubes, parece negra en el aire, pues comparada con el cielo y con el sol es negra.
En la Sagrada Escritura la gracia del Espíritu Santo se llama unas veces fuego (Lc 12,49), otras
veces agua (Jn 4,10-15) y otras nieve (cf. Sal 51,9; Is 1,18); como el mismo Espíritu Santo fue
prometido en agua (cf. Jn 7,38-39) y dado en fuego (cf. Hch 2,2-3), porque causa efectos tanto de
fuego como de agua, extinguiendo la pasión carnal y terrenal, y encendiendo la espiritual y celestial.
Cuando el alma está cubierta de nieve, está fría para lo carnal y terrenal, entonces está limpia de toda
mancha de soberbia, lujuria, avaricia y demás vicios.
Núm. 26
115
Paso de la Alectio divina@
a la Alectio liturgica@
Orar los textos litúrgicos
I
ORAR LA BIBLIA COMO ALECTIO DIVINA@
EN EL HOY DE LA IGLESIA
La lectio divina no tiene un método fijo. Bien es verdad que un monje cisterciense del siglo XII,
Guido, codificó cuatro pasos fundamentales, a los cuales hoy se atienen muchos que desentrañan un
texto sagrado para presentarlo como lectio divina. (En Internet se puede encpontrar textos bíblicos -
por ejemplo, los dominicales - preparados ya para la oración como lectio divina. Estos pasos básicos
son:
1) Lectio (Leer el texto, exégesis del texto).
2) Meditatio (Considerar el texto)
3) Oratio (Pedir lal inteligencia del texto)
4) Contemplatio (Contemplar el misterio de la fe que brota de la iluminación del texto).
La meditación comunitaria de la Biblia tiene un gran valor. Hecha según las posibilidades y las
circunstancias de la vida de comunidad, lleva al gozo de compartir la riqueza descubierta en la
palabra de Dios, gracias a la cual los hermanos y las hermanas crecen juntos y se ayudan a progresar
en la vida espiritual. Conviene incluso que se proponga esta práctica también a los otros
miembros del pueblo de Dios, sacerdotes y laicos, promoviendo del modo más acorde al propio
carisma escuelas de oración, de espiritualidad y de lectura orante de la Escritura en la que Dios
*habla a los hombres como amigos (cf. Ex 33,11; Jn 15, 14-15), trata con ellos (Ba 3, 38) para
invitarlos y recibirlos en su compañía+233.
II
ORAR SOBRE UN TEXTO,
UN MODO DE ORACIÓN MUY RECOMENDABLE
Los grandes maestros de oración nos han recomendado orar sobre un texto.
Traemos como ejemplo singular lo que dice San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales,
donde nos enseña diversas maneras de orar (aparte de la meditación, contemplación, y aplicación de
sentido).
117
S ALa primera manera de orar es cerca de los diez mandamientos, y de los siete peccados
mortales, de las tres potencias del ánima, y de los cinco sentidos corporales; la qual
manera de orar es más dar forma, modo y exercicios, cómo el ánima se apareje y
aproveche en ellos, y para que la oración sea acepta, que no dar forma ni modo alguno
de orar@ ( EE 238).
S ATercer modo de orar sera por compás. La oración preparatoria será como en el
segundo modo de orar. 31 modo de orar. El tercero modo de orar es que con cada un
anhélito o resollo se ha de orar mentalmente diciendo una palabra del Pater noster o de
otra oración que se rece, de manera que una sola palabra se diga entre un anhélito y
otro, y mientras durare el tiempo de un anhélito a otro, se mire principalmente en la
significación de la tal palabra, o en la persona a quien reza, o en la baxeza de sí mismo,
o en la differencia de tanta alteza a tanta baxeza propia; y por la misma forma y regla
procederá en las otras palabras del Pater noster; y las otras oraciones, es a saber: Ave
María, Anima Christi, Credo y Salve Regina hará según que suele@ (EE 258).
Estos modos o maneras de orar se basan en los recursos que están latentes en la psicología
humana, para explotarlos todos en torno a un eje de fe: la convicción de que el Espíritu Santo actúa a
través de nuestra piscología concreta, y que nuestra fe tiene en sí misma una realidad sobrenatural,
un contenido concreto al que yo puedo acercarme.
Es provechoso conocer cómo ha explicado San Ignacio en detalle este segundo modo de orar.
[250] Addición. La misma addición que fue en el primer modo de orar (núm. [239]) será en
este segundo.
[251] Oración. La oración preparatoria se hará conforme a la persona a quien se endereza
la oración.
[252] 21 modo de orar. El segundo modo de orar es que la persona, de rodillas o asentado,
según la mayor disposición en que se halla y más devoción le acompaña, teniendo los ojos
cerrados o hincados en un lugar sin andar con ellos variando, diga Pater, y esté en la
consideración desta palabra tanto tiempo, quanto halla significaciones, comparaciones,
gustos y consolación en consideraciones pertinentes a la tal palabra, y de la misma manera
haga en cada palabra del Pater noster o de otra oración cualquiera que desta manera
quisiere orar.
[253] 10 regla. La primera regla es que estará de la manera ya dicha una hora en todo el
Pater noster, el qual acabado dirá un Ave María, Credo, Anima Christi y Salve Regina vocal
o mentalmente, según la manera acostumbrada.
118
[254] 20 regla. La segunda regla es que si la persona que contempla el Pater noster hallare
en una palabra o en dos tan buena materia que pensar y gusto y consolación, no se cure
pasar adelante, aunque se acabe la hora en aquello que halla, la qual acabada, dirá la
resta del Pater noster en la manera acostumbrada.
[255] 30 regla. La tercera es, que si en una palabra o dos del Pater noster se detuvo por
una hora entera, otro día quando querrá tornar a la oración, diga la sobredicha palabra o
las dos según que suele; y en la palabra que se sigue inmediatamente comience a
contemplar, según que se dixo en la segunda regla.
[256] 10 nota. Es de advertir que acabado el Pater noster en uno o en muchos días, se ha
de hacer lo mismo con el Ave María y después con las otras oraciones, de forma que por
algún tiempo siempre se exercite en una dellas.
[257] 20 nota. La 20 nota es que acabada la oración, en pocas palabras convirtiéndose a la
persona a quien ha orado, pida las virtudes o gracias de las quales siente tener más
necesidad.
III
LOS TEXTOS LITÚRGICOS FUENTE DE
ORACIÓN CONTEMPLATIVA COMO ALECTIO@ ESPIRITUAL
En su más pura esencia la oración no es otra cosa que el encuentro vivo con el Dios viviente. Los
sentidos son mediación obligada y Asitio@ de oración.
Un sentido es la mirada.
Se puede orar mirando.
Y esta es una forma muy delicada de oración: mirar los iconos sagrados, donde se puede alcanzar
suma simplicidad amorosa en la oración. Es la oración que se acomoda lo mismo al analfabeto, que
no tiene acceso a la lectura, que a un gran místico, que, a medida que avanza, le van sobrando los
apoyos de lectura.
Tiene la ventaja de ser la oración de los sencillos; ser, por ello, una oración evangélica excelente.
Es una oración que, de por sí, está abierta al tránsito contemplativo.
La oración se presta en especial con los genuinos iconos de la tradición oriental, que es
justamente pintura creada para el culto y la oración. Siempre se han aproximado los iconos a la
fuerza de los sacramentos de la Iglesia.
Los iconos han nacido para ser venerados y orar; por lo mismo, sólo en la oración entregan su
verdadero significado.
El campo de la liturgia nos ofrece un panorama inmenso, y hasta diríamos que no es simplemente
la aplicación de los procedimientos anteriores, sino que nos brindan
119
S un método específico de oración,
S basada en los recursos de la psicología sobrenatural
S y en la fuerza recóndita de las realidades implicadas en la lectio divina de la Escritura.
Distingamos textos
Textos sacramentales. Son las fórmulas que realizan el sacramento, p. e. la Plegaria eucarística, la
fórmula de la absolución sacramental, la Oración consecrataria que acompaña a la imposición de las
manos en las ordenaciones...
Textos antifonales. Breves textos, básicamente tomados de la Escritura con frecuencia con
conscientes modificaciones, que se usan como soporte de oración en determinados momentos de la
acción litúrgica. Por ejemplo, en la celebración de la Eucaristía, antífona de entrada, antífona de
comunión. Se entiende que con la antífona va asociado un salmo o un canto.
Textos oracionales de diverso género. Así, por ejemplo, la oración colecta de la Misa, la oración
sobre las ofrendas, la oración de después de la comunión.
1. La belleza literaria de los textos latinos, base de nuestra liturgia, resplandece en el cursus
(así llamado) de la redacción latina, el cual se consigue:
- mediante el equilibrio interno y balanceado de la colocación exacta de las palabras
- y mediante la cadencia y sonoridad en la terminación de los miembros de la frase y del conjunto
de oración.
En la actualidad se editan las oraciones en el Misal latino y en los Misales de altar, en forma de
líneas en verso, lo que facilita mucho la lectura correcta y ayuda a desgranar mejor el contenido
espiritual de las frases.
Ahora bien, el Acursus@ latino no se puede traducir a nuestras lenguas, ni con frecuencia la
densidad misma de los vocablos empleados.
El estudioso y el erudito puede tomar en directo los textos latinos y hallará un gran placer estético
y teológico en la mera y pura redacción del texto, y hallará que, en la mayor parte de los casos, es
intraducible... Por eso, es uno de los mayores desafíos de la liturgia el de las traducciones: que sean
hermosas en la propia lengua, sin rebajar la densidad de la redacción original. (La Congregación
publicó un documento sobre esto: Liturgiam authenticam).
120
2. La riqueza teológica de los textos litúrgicos se muestra, al instante, muy diversa de los
contenidos de las oraciones devocionales. Esta riqueza proviene de este manantial:
- las oraciones rezuman el jugo de la Escritura. Con un poco que se analicen, al momento se ve
que, desde la oración de la Iglesia, estamos metidos en el lenguaje de la Biblia;
- y además son oraciones que con estilo sobrio, afectuoso... y otros matices, son Aoraciones
teológicas@, oraciones en las que está vibrando la Cristología y la Eclesiología que alimenta nuestra
fe.
Cómo proceder
Si entro en el contenido teológico espiritual de las expresiones del Gloria y las he llegado a gustar
de modo consciente y personal, apreciando al mismo tiempo la gran tradición de la Iglesia, entonces,
por ese especial instinto que se crea en el trato con la liturgia, sentiré cómo rebotan en mi corazón las
falsificaciones que se hacen con el Gloria:
- lo mismo en las acomodaciones de las palabras,
- que en las expresiones musicales que se alejan del sentido interno del texto.
En suma, el Himno pascual del Gloria (como ejemplo) es un texto grandioso para entrar en
oración al ritmo de la fe de la Iglesia.
121
5 Consagración a Jesucristo, Rey del universo
6 ARorate, caeli, desuper et nubes pluant iustum@ (Is 45,8)De la dulzura, de la intimidad, de la
suavidad delADVIENTO
9 (Dichosos los pobres...! (Lectio divina sobre las Bienaventuranzas,del domingo IV del tiempo
ordinario)
16 El Pregón Pascual
18 Serie: Las lecturas de la Vigilia PascualPrimeraEl mundo creado y el hombrevistos desde Jesús
Resucitado(Primera lectura de la Vigilia Pascual)
21 Serie: Las lecturas de la Vigilia PascualCuarta El que te creó te tomará por esposa(Cuarta
lectura de la Vigilia pascualIsaías 54,5-14)
122
22 Serie: Las lecturas de la Vigilia PascualQuintaVenid y viviréis: Las promesas a David,la Alianza
eterna(Quinta lectura de la Vigilia pascual)
24 Lectio divina y Eucaristía (Mt 11,20-24 Corozaín 25-27 Te doy gracias, Padre) (Evangelio de
ayer y de hoy)
25 Al eco de la fiesta de san Lorenzo de Brindis, doctor de la Iglesia (21 de julio) Lectio divina
mariana(El Mariale de San Lorenzo de Brindis)
123