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LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES: HÁBEAS CORPUS, AMPARO Y HÁBEAS DATA

1) El hábeas corpus.

El art. 20 de la Constitución de la provincia de Buenos Aires, en su párrafo primero, establece:

“Art. 20 – Se establecen las siguientes garantías de los derechos constitucionales: 1. Toda persona
que de modo actual o inminente, sufra en forma ilegal o arbitraria, cualquier tipo de restricción o
amenaza en su libertad personal podrá ejercer la garantía de Hábeas Corpus recurriendo ante
cualquier juez. Igualmente se procederá en caso de agravamiento arbitrario de las condiciones de
su detención legal o en el de desaparición forzada de personas. La presentación no requerirá
formalidad alguna y podrá realizarse por sí mismo o a través de terceros, aun sin mandato. El juez
con conocimiento de los hechos y de resultar procedente, hará cesar inmediatamente y dentro de
las veinticuatro horas, la restricción, amenaza o agravamiento, aun durante la vigencia del estado
de sitio. Incurrirá en falta grave el juez o funcionario que no cumpliere con las disposiciones
precedentes. “

En tanto el art. 43 de la Constitución Nacional, en su parte pertinente, establece:

“Art. 43 - ... Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física,
o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de
desaparición forzada de personas, la acción de habeas corpus podrá ser interpuesta por el
afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato aun durante la vigencia del
estado de sitio...”.

La Constitución Provincial no agrega nada importante al hábeas corpus consagrado en la


Constitución Nacional aunque pueden marcarse ciertas diferencias.

La Constitución Provincial se refiere a “...cualquier tipo de restricción o amenaza en su libertad


personal.....”, en tanto que el texto nacional es más analítico al expresar: “...lesione, restrinja, altere
o amenace...”, lo que lleva a concluir que son equivalentes, el primero es genérico, el segundo
analítico.

En la Constitución Local se habilita la acción “ante cualquier juez”, mientras en la Nacional se habla
solo de “juez”: es mas explicita la Constitución de la Provincia.

Si es importante la aclaración de que “la presentación no requerirá formalidad alguna”, aunque ello
esta implícito en el texto nacional.

2) El amparo.

El art. 20 de la Constitución Provincial, en su párrafo segundo establece:

“Art. 20 - ... 2. La garantía de Amparo podrá ser ejercida por el Estado en sentido lato o por
particulares, cuando por cualquier acto, hecho, decisión u omisión, proveniente de autoridad
pública o de persona privada, se lesione o amenace, en forma actual o inminente con arbitrariedad
o ilegalidad manifiesta, el ejercicio de los derechos constitucionales individuales y colectivos. El
Amparo procederá ante cualquier juez siempre que no pudieren utilizarse, por la naturaleza del
caso, los remedios ordinarios sin daño grave o irreparable y no procediese la garantía de Hábeas
Corpus. No procederá contra leyes o contra actos jurisdiccionales emanados del Poder Judicial. La
ley regulará el Amparo estableciendo un procedimiento breve y de pronta resolución para el
ejercicio de esta garantía, sin perjuicio de la facultad del juez para acelerar su trámite, mediante
formas más sencillas que se adapten a la naturaleza de la cuestión planteada. En el caso, el juez
podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesivos...”

Mientras que el art. 43, de la Carta Magna, en su primera parte consagra:

“Art. 43 - ... Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no
exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de
particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad
o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una
ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u
omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los
derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones
que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y
formas de su organización...”

La norma provincial habilita al Estado a interponer esta acción; mientras que en el texto nacional
ello se encuentra implícito cuando dice “toda persona”. De todos modos es importante que los
derechos públicos subjetivos de los órganos del Estado tengan reconocimiento constitucional.

La Constitución Provincial, quizás por haber intentado ser mas abarcativa, agregó las variables
“hecho” y “decisión” a la expresión “todo acto u omisión”, pero en realidad no añade absolutamente
nada, porque si el “hecho” es de la naturaleza, el amparo es contra la omisión de la autoridad, por
no actuar para evitar los efectos negativos al ejercicio de los derechos. En tanto que toda “decisión”
es un acto.

El texto provincial restringe la tutela, en comparación con el texto nacional, al no disponerla en


relación con la “restricción” o “alteración” de los derechos, para hacerlo solo para el caso de la
“lesión” (la amenaza esta en ambos textos). Si bien la expresión “lesión” es un genero valido, la
analítica del texto nacional gana en precisión. En tal caso, en la provincia siempre se invocara la
Constitución Nacional frente al texto restrictivo de la Provincial.

Haber dispuesto el texto provincial que el amparo no procederá “contra leyes o contra actos
jurisdiccionales emanados del poder judicial” implica la mas grave restricción de la tutela, de cara a
lo establecido en la Constitución Nacional. También lo es haber omitido la referencia a los derechos
o garantías reconocidos por los tratados. Decir que el amparo no procederá contra leyes implica
decir que no procederá contra su incumplimiento.

Sin embargo, prevalecerá en todos los casos la Constitución Nacional.

Estas omisiones en el texto provincial no producirán otro efecto que la no utilización de la tutela,
sino la permanente apelación a la Constitución Nacional para ver garantizados los derechos
emanados de la ley o de un tratado. Aun de un derecho administrativo, porque si bien es
competencia exclusiva regular el Derecho Administrativo sustancial, como Derecho objetivo, no lo
es en relación con las tutelas que lo convierten en derecho subjetivo, ámbito donde la Constitución
Nacional es suprema (Art. 31). La Constitución de la Provincia puede ampliar pero no restringir el
campo de protección de los derechos reconocidos en la Constitución Nacional.

Otra gran limitación del amparo provincial es que se hace procedente el amparo cuando no
“pudieren utilizarse, por la naturaleza del caso, los remedios ordinarios”, dicho así en general, es
decir comprendiendo a las vías administrativas. Para el amparo provincial esto implica que hay que
agotar la vía administrativa para acudir al amparo por el desconocimiento de un derecho. En la
Constitución Nacional solamente cuando no exista otro “medio judicial más idóneo” procede el
amparo. Ello significa que no es improcedente la acción frente al no agotamiento de las
reclamaciones administrativas previstas en la legislación. Exigencia inicua de la Constitución
Provincial que se contradice con los términos de amplia tutela del articulo 15 que establece: “ La
Provincia asegura la tutela judicial continua y efectiva, el acceso irrestricto a la justicia, la gratuidad
de los tramites y la asistencia letrada a quienes carezcan de recursos suficientes y la inviolabilidad
de la defensa de la persona y de los derechos en todo procedimiento administrativo o judicial. Las
causas deberán decidirse en tiempo razonable. El retardo en dictar sentencia y las dilaciones
indebidas, cuando sean reiteradas, constituyen falta grave”.

Por supuesto que prevalecerá la supremacía de la Constitución Nacional, que para eso es la Ley
Suprema de la Nación para todos los habitantes del pueblo argentino y frente a todas las leyes que
se le opongan.

Es muy importante que el texto provincial haya hecho reconocimiento expreso de los derechos
colectivos, denominados de “incidencia colectiva” en el texto nacional. Los alcances jurídicos de
ambas expresiones son equivalentes. Pero se ha omitido la legitimación procesal a favor a favor de
“las asociaciones que propendan a esos fines”, es decir a proteger al medio ambiente, a los
consumidores o usuarios y demás derechos de incidencia colectiva. La omisión es grave porque se
desentiende de la impronta asociativa y participacionista impuesta por la Constitución Nacional.
Una vez mas prevalece este ultimo texto, y será la ley tutelar de los derechos en la provincia.

Sin embargo, como el amparo colectivo esta reconocido en el contexto de la protección de los
derechos individuales, toda vez que un derecho colectivo de la sociedad este vulnerado, será
procedente a través de la acción popular, porque la norma dice que “toda persona” tiene derecho al
amparo. Esto puede hacer presumir que la protección provincial es más amplia que la nacional; sin
embargo la experiencia inndica que si no son instituciones intermedias las que interponen la
acción, ella no es utilizada por el grueso de la población.

3) El hábeas data.

El art. 20 de la Constitución Provincial, en su párrafo ultimo, establece:

“Art. 20 - ... 3. A través de la garantía de Hábeas Data, que se regirá por el procedimiento que la ley
determine, toda persona podrá conocer lo que conste de la misma en forma de registro, archivo o
banco de datos de organismos públicos o privados destinados a proveer información, y a requerir
su rectificación, actualización o cancelación. No podrá afectarse el secreto de las fuentes y el
contenido de la información periodística. Ningún dato podrá registrarse con fines discriminatorios ni
será proporcionado a terceros, salvo que tengan un interés legítimo. El uso de la informática no
podrá vulnerar el honor, la intimidad personal y familiar y el pleno ejercicio de los derechos. Todas
las garantías precedentes son operativas. En ausencia de reglamentación, los jueces resolverán
sobre la procedencia de las acciones que se promuevan, en consideración a la naturaleza de los
derechos que se pretendan tutelar...”

En tanto, que similar norma a nivel nacional, establece:

“Art. 43 - ... Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados
destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión,
rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá afectarse el secreto de las
fuentes de información periodística...”

Lo primero que se advierte en esta regulación constitucional es que mientras esta acción es
operativa en la Constitución Nacional, ha sido regulada como programática en la Provincial: ella
dice que el hábeas data “se regirá por el procedimiento que la ley determine”;, de los que se
entiende que mientras no se dicte dicha ley el constituyente provincial pretende que la acción no se
pueda interponer en la provincia. Pero como en la Constitución Nacional la tutela es operativa,
nuevamente prevalece ella.

En el texto se agrega, en relación con la norma nacional, el concepto de “archivo”, lo cual es


simplemente, ilustrativo.

Es sorprendente que la norma no haya previsto la “supresión” de los datos falsos o


discriminatorios, como lo hace la Nacional: mantener un dato falso en un registro es una manera de
hacer inútil la vigencia del hábeas data. Prevalecerá, de nuevo, el texto nacional.

Tampoco se prohíbe, en forma expresa, como lo hace la Nacional, mantener los “datos falsos” en
los registros, conservando la misma orientación desprotectora señalada antes. Solamente se
prohíben los datos registrados con fines discriminatorios. Restricciones estas que carecen de valor
ante el texto nacional.

Se admite en el texto dar acceso a los datos personales a “terceros con interés legitimo”. Esto no
esta habilitado en la Constitución Nacional. El hábeas datas es solo a favor del titular de los datos:
“de los datos a ella referidos” dice el texto nacional.

Es importante que la norma haya tutelado el “uso de la informática” en relación con el honor, la
intimidad personal y familiar, y el pleno ejercicio de los derechos. En esto, la norma provincial ha
avanzado provechosamente en relación con la nacional, donde se discutió el tema y no fue
aceptado. Pero como aquí se trata del avance en la protección de los derechos, prevalece la
Constitución Provincial.

También es importante que se diga “todas las garantías precedentes son operativas”. De esta
forma la falta de ley en materia de hábeas data no convierte en programática a la tutela, porque “en
ausencia de reglamentación, los jueces resolverán sobre la procedencia de las acciones que se
promuevan...”, una manera explicita de operativizar el amparo por omisión, como lo ha venido
reclamando hace tiempo la doctrina nacional. Frente a la omisión de una reglamentación de una
ley por parte del Ejecutivo, los jueces pueden disponer las reglas pertinentes para no convertir en
letra muerta a los derechos contenidos en sus textos.

La regulación incurre en el mismo defecto que el texto nacional cuando ha incluido en el texto del
hábeas data la protección del secreto de las fuentes de información periodística: se trata de una
protección a la intimidad de un sector social prestador de servicios, que debió extenderse a otros
servicios equivalentes (médicos, abogados, sacerdotes entre otros), pero no una variable del
acceso a la información.

CLAUSULAS ECONOMICAS.

1. Fuentes de los Tesoros Nacionales y Provinciales.

En la Constitución Nacional las fuentes del tesoro se encuentran enumeradas en el Art. 4, que
establece.

“Art. 4 – El Gobierno Federal provee a los gastos de la Nación con los fondos del Tesoro Nacional
formado del producto de derechos de importación y exportación, de la venta o locación de tierras
de propiedad nacional, de la renta de los Correos, de las demás contribuciones que equitativa y
proporcionalmente a la población imponga el Congreso General, y de los empréstitos y
operaciones de crédito que decrete el mismo Congreso para urgencia de la Nación, o para
empresas de utilidad nacional.”
La Constitución Provincial no contiene una norma similar al Art. 4 y no se encuentran enumeradas
en un articulo especifico las fuentes del Tesoro Provincial, por el contrario se encuentran
diseminadas a lo largo de todo el ordenamiento.

Creemos que esto se debe a que no es necesario que exista dicha cláusula, debido a que como las
provincias conservan todas las facultades no delegadas a la Nación, pueden formar su tesoro de
cualquier fuente, siempre que no contradigan las facultades nacionales.

A continuación se analizaran detalladamente las fuentes del tesoro provincial previstas en la


Constitución de la Provincia de Buenos Aires.

LOS TRIBUTOS.

Si bien no hay ningún articulo en la Constitución Provincial que hable sobre la facultad de ésta de
crear tributos, dicha capacidad se desprende de los arts. 75.2 y 121, de la Constitución Nacional
que disponen:

“Art. 75.2 – Corresponde al Congreso [Nacional]: ... 2. Imponer contribuciones indirectas


concurrentemente con las provincias. Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado,
proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad
común y bien general del Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en este inciso, con
excepción de la parte o el total de las que tengan asignación específica, son coparticipables...”

“Art. 121 – Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno
Federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su
incorporación”.

“Art. 126 – Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden celebrar tratados
parciales de carácter político ni expedir leyes sobre comercio, o navegación interior o exterior: ni
establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni establecer bancos con facultad de emitir
billetes, sin autorización del Congreso Federal; ...”

En resumen, en los que a los tributos hace, las provincias tienen facultad casi exclusiva para
establecer impuesto directos y facultad concurrente con la Nación sobre los impuesto indirectos.

Por su parte la Constitución Provincial, en su art. 51 dispone:

“Art. 51 – Ningún impuesto establecido o aumentado para sufragar la construcción de obras


especiales, podrá ser aplicado interinamente o definitivamente a objetos distintos de los
determinados en la ley de su creación, ni durara por más tiempo que el que se emplee en redimir la
deuda que se contraiga”.

Los impuestos a los que el art. se refiere son los impuestos directos o indirectos que la provincia
esta facultada a establecer.

Cuándo relaciona el impuesto con la obra publica, puede prestarse a confusión y razonarse que se
refiere a contribuciones especiales, pero en realidad, una lectura mas atenta permite ver que se
trata de los impuestos afectados, a los que el art. 75.2 de la Constitución Nacional hace referencia
en su ultima parte, al exceptuarlos de la coparticipación.

LAS ADUANAS
El art. 103 de la Constitución Provincial prevé las facultades de la Legislatura Provincial y en su inc.
1° declara:

“Art. 103 – 1. Corresponde al Poder Legislativo: 1. Establecer los impuestos y contribuciones


necesarios para los gastos del servicio publico, debiendo estas cargas ser uniformes en toda la
provincia...”. [1]

A su vez en su inc. 13° establece:

“Art. 103 – ... 13. Dictar todas las leyes necesarias para el mejor desempeño de las anteriores
atribuciones y para todo asunto de interés público y general de la provincia, cuya naturaleza y
objeto no corresponda privativamente a los poderes nacionales.” [2]

En su ultima parte este inciso nos da otra pauta de la subordinación de las provincias respecto de
la Nación, ya que establece la limitación de la Legislatura Provincial de dictar las leyes que le
“corresponden privativamente a la Nación”, entre las cuales se encuentran la creación de aduanas,
los derechos de exportación y exportación, la rentas de los Correos, entre otras.

LOS EMPRESTITOS.

El art. 75.4, dentro de las atribuciones que le competen al Congreso Nacional, señala:

“Art. 75.4 - ... Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación”

Por su parte los art. 47, 48 y 49 de la Constitución Provincial, situados en la sección primera de la
misma, declaran:

“Art. 47 – No podrá autorizarse empréstito alguno sobre el crédito general de la provincia, ni


emisión de fondos públicos, sino por ley sancionada por dos tercios de votos de los miembros
presentes de cada cámara.”

“Art. 48 – Toda ley que sancione empréstito deberá especificar los recursos especiales con que
debe hacerse el servicio de la deuda y su amortización”

“Art. 49 - No podrán aplicarse los recursos que se obtengan por empréstitos sino a los objetos
determinados, que debe especificar la ley que lo autorice, bajo responsabilidad de la autoridad que
los invierta o detine a otros objetos.”

De la lectura de ambos cuerpos normativos se desprende que la Constitución Provincial prevé mas
requisitos para la autorización de empréstitos sobre el crédito de la provincia, ya que en esta se
establecen las mayorías necesarias de cada Cámara, el fin especifico que debe tener dicho
empréstito y lo que nos parece fundamental es que se establezca la responsabilidad de la
autoridad que los invierta, que caso de que desvirtué su destino o finalidad. Aunque la norma
parezca ser meramente programática, es un gran avance.

A su vez a nivel nacional, solo se puede recurrir a los empréstitos u operaciones de crédito de la
Nación para casos de urgencia nacional para empresas de utilidad nacional, aunque en la practica
esto no se cumpla, ni remotamente. Esta previsión no se prevé en la Constitución Local.

JUEGOS DE AZAR.
Otra fuente prevista en la Constitución de la Provincia, que resulta una novedad ya que no existe
instituto siquiera parecido en la Constitución Nacional, son las utilidades obtenidas de los juegos de
azar, previsto en el art. 37 que, en su parte pertinente, establece:

“Art. 37 – Todos los habitantes de la provincia gozan del derecho a recibir, a través de políticas
efectivas de acción social y salud, las utilidades producidas por los juegos de azar, debidamente
creados y reglamentados por ley.

La provincia se reserva, como derecho no delegado al Estado Federal, la administración y


explotación de todos los casinos y salas de juego relativas a los mismos, existentes o a crearse; en
tal sentido esta Constitución no admite la privatización o concesión de la banca estatal a través de
ninguna forma jurídica...”

El reconocimiento a todos los habitantes del derecho consagrado en el articulo, no parece ser una
norma jurídica, sino mas bien un programa político sobre la inversión de dichas utilidades o
también podría ser un tipo de asignación especifica de dicha porción del tesoro, proveniente de las
actividades mencionadas. Sin embargo, si se demostrara en un tribunal instancia judicial que
dichas utilidades no fueran destinadas al Ministerio de Bienestar Social de la Provincia o a otro
organismo publico equivalente, debería prosperar la nulificacion de los actos que desviaron
aquellos fondos afectado constitucionalmente.

La reserva de la provincia como potestad no delegada al Gobierno Nacional, es un decisión


legitima y valida del poder constituyente local, y no contradice ninguna norma de nivel nacional.

REGIMEN MUNICIPAL.

El Estado Federal nace de la unión de las provincias. Estas, para el funcionamiento de aquélla
unión, ceden parte de su soberanía, reservándose para si todas las facultades no delegadas
expresamente en la Constitución Nacional (art. 121 de la Constitución nacional).

A su vez, en base a aquellas facultades reservadas para si, los gobiernos locales establecen su
administración interna, siempre el mandato de los arts. 5 y 123 de la Constitución Nacional, que
establecen:

“Art. 5 – Cada provincia dictara para si una Constitución bajo el sistema representativo republicano,
de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure
su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo estas
condiciones, el Gobierno Federal garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de sus
instituciones.”

“Art. 123 - Cada provincia dicta su propia Constitución, conforme a lo dispuesto por el articulo 5°
asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional,
político, administrativo, económico y financiero”

En cumplimiento de aquellos artículos, la Constitución Provincial establece, en su Sección Séptima,


Capitulo Único

, el Régimen Municipal, cuyas principales características son:

¨ Las municipalidades están compuestas por un departamento ejecutivo unipersonal y un


departamento deliberativo colegiado (art. 190 de la Constitución de la Provincia). Careciendo de
Poder Judicial,
¨ Los municipios tienen jerarquía institucional netamente demarcada por la Constitución
Provincial, la cual les ha conferido las facultades necesarias para que puedan atender eficazmente
los intereses y servicios locales.

¨ El art. 192 establece las atribuciones inherentes al régimen municipal, entre las cuales se
destacan: la facultad de enajenar los bienes raíces municipales (inc.5°); establecer ordenanzas
impositivas (inc. 5°) con las limitaciones establecidas en el art. 193, a saber, todo aumento de
impuesto requiere el consentimiento de los grades contribuyentes del municipio (art. 193, inc.2°).
La Ley Orgánica de Municipalidades establece que tendrán calidad de grandes contribuyentes los
vecino que paguen anualmente impuestos municipales que en su conjunto excedan la suma que
allí se determina.

[1] Este art. tambiien se aplica y se relaciona con el apartado anterior “Tributos”, a donde nos
remitimos.

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