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El Comentario de una obra de Pintura

Ideas principales que habría que desarrollar.

La materia pictórica

La Línea

El Color

La Luz

La composición

Volumen

Perspectiva
Materia Pictórica. Cuando hablamos de materia pictórica nos referimos
específicamente al soporte que se utiliza para realizar la pintura (muro, lienzo,
madera, papel, etc.), así como a los elementos que sirven de aglutinante a la
coloración, tales como aceite, clara de huevo, agua, etc.

El arte contemporáneo ha añadido además a la materia pictórica elementos que


hasta hoy eran extraños al lenguaje de la pintura, tales como arena, trapos, metal,
etc.

Todo ello en última instancia le otorga a la pintura una determinada textura, es


decir unas calidades táctiles, que en última instancia es lo que viene a determinar
la materia pictórica. Así, una textura lisa, pastosa, mate, brillante, rugosa, etc.

  

La línea. La Línea en un cuadro permite la identificación y el reconocimiento de las


formas. Pero su valor expresivo tiene importancia en sí mismo, al ser un
componente esencial en la transmisión de un mensaje pictórico. Según su trazo
varía su expresión plástica

Así puede hablarse de trazo continuo y cerrado, con carácter descriptivo.

De trazo grueso, con carácter expresivo

De trazo abierto, con una intencionalidad imaginativa y poética.


O trazo curvilíneo, que tiene un componente sensual.

La línea finalmente, influye también en el ritmo de la obra, pudiéndose diferenciar


obras estáticas o agitadas, como veremos más adelante al hablar de la
composición.

 
 

El volumen. La pintura es bidimensional, pero su deseo de realismo recrea en


ocasiones la ficción del volumen.

La sensación de tridimensionalidad en pintura se relaciona con la perspectiva y el


modelado de las imágenes.
  

La perspectiva. Mediante la perspectiva se simula la profundidad (la tercera


dimensión), siendo por ello uno de los aspectos más sobresalientes de la pintura,
ya que al no ser ésta sino bidimensional, la posibilidad de imitar o simular la
tridimensionalidad siempre ha sido para los artistas un reto apasionante. A lo largo
de la Historia las formulaciones de perspectiva han sido muchas, dependiendo de
los conocimientos técnicos y de la intencionalidad de los artistas:

La perspectiva Antigua y Medieval. Es prácticamente inexistente ya que carece


de sentido. El arte de la Antiguo y medieval en su gran mayoría es simbólico, y por
tanto no pretende representar la realidad.

La perspectiva Lineal. Es característica del primer Renacimiento. Se trata en


realidad de una formulación matemática:

La profundidad se crea trazando un haz de líneas que configuran una pirámide,


cuyo vértice es el punto de fuga de las mismas.
La perspectiva Aérea. Es la gran aportación de Leonardo Da Vinci al campo de la
experimentación científica en el mundo de la pintura. Tiene en cuenta la esfericidad
de órgano visual y la existencia del aire entre los objetos y la visión del espectador.

    

 
El color. La esencia misma de la pintura es el color.

El color tiene valor en sí mismo por su expresión plástica, que es siempre diferente
para cada uno de ellos, dando lugar a sensaciones bien distintas en cada caso. En
este sentido, no es la misma sensación plástica la que nos produce un rojo fuerte,
que un azul pálido.

Los colores pueden dividirse por su naturaleza visual en Primarios y Secundarios.

Anaranjado (amarillo + rojo) Violeta (azul + rojo) Verde (amarillo + azul)

En Complementarios:

Azul <-----------> Anaranjado Rojo <-----------> Verde Amarillo <-----------


> Violeta

Y En Cálidos y Fríos:

Cálidos serían el Amarillo / Anaranjado/ y Rojo.

Fríos el Violeta/ Azul/ y Verde.

Por otro lado, los colores tienen además un valor simbólico, que a veces va ligado a
fundamentos psicológicos y a veces a la tradición heredada de las distintas culturas.
En este sentido, el azul y el blanco pueden ser símbolos de pureza, el amarillo de
divinidad, el rojo de vida o pasión, el negro de muerte, etc.

   
 

La luz. La Luz en pintura no es lógicamente la luz natural que, como vimos, era
aprovechada directamente en la escultura. En este caso se trata de una luz
representada, ilusoria.

Por ello mismo, el autor puede tratarla como quiera, utilizándola en su provecho
como elemento de expresión o de composición.

Así, la utilización según los casos, de una luz diáfana y homogénea, o contrastada.

    
 

La composición. La Composición determina la ordenación de todos los elementos


del lenguaje pictórico en el conjunto del cuadro.

Como ocurriera en la escultura predominan siempre dos tendencias más generales,


las composiciones cerradas y las abiertas.

Las cerradas utilizan todos sus elementos plásticos para converger hacia el centro
del cuadro, subrayando así su estabilidad y anulando cualquier indicio de
movimiento en la obra.

Las abiertas por el contrario divergen hacia los extremos del cuadro, agitando toda
la estructura compositiva y dinamizando la escena.

A estas dos tendencias predominantes se añaden otras composiciones generales en


la articulación del cuadro. Así las composiciones piramidales que transmiten
sensación de armonía y equilibrio.

Por el contrario el predominio de estructuras compositivas oblicuas, fomentan la


sensación de movimiento, lo que explica su utilización en estilos como el
manierismo o el barroco.

Pero hay muchas más: Centrífugas, simétricas, en zig-zag, etc.

 
 

Autoría

En aquellas obras de arte de las que conocemos su autor, conviene un breve


comentario referido a él, especialmente cuando se trate de un nombre
especialmente conocido de la Historia del arte.

En tales casos, el comentario de la obra de arte debe completarse con los


siguientes aspectos referidos a la autoría de la obra:

• Breve apunte de la importancia del autor en el contexto artístico que se está


estudiando.

• Repaso de sus obras más conocidas

• Su aportación o aportaciones al estilo general de la obra que se está estudiando.

• Aspectos particulares referidos expresamente a la obra que se estudia.

Nivel preiconográfico: Que consiste en identificar los elementos, símbolos,


iconos, etc. representados.

Nivel Iconográfico: Consistente en identificar el tema que se quiere transmitir.

Nivel Iconológico: Que completa la interpretación porque pone en relación el


tema representado con su significado profundo, es decir, con la serie de valores,
ideas, aspectos culturales, etc. que esconde la imagen en cuestión.
En el arte occidental, el contenido iconográfico de la mayoría de las obras de arte
requiere una interpretación de la mitología clásica, así como de los textos
relacionados con la religión cristiana, principalmente el Antiguo y el Nuevo
Testamento. Por el contrario, el arte musulmán es anicónico, lo que evita este tipo
de análisis.

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