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Movimiento de

Educación Popular Integral y

¡Calla y escucha! #3
Promoción Social
Departamento de Pastoral

Con frecuencia sentimos que tenemos que expresar lo que está en lo profundo de nuestros corazones:
presentimientos, dolores, heridas, decepciones, amarguras..., pero somos incapaces de pronunciar palabra.
Empezamos a hablar de lo que está escondido en nuestros corazones, pero tan pronto como tocamos el
tema volvemos a enmudecer, no nos atrevemos a manifestar nuestra verdad más profunda.
Por eso vamos a reflexionar sobre la curación del sordomudo:
«Le presentan un sordo que además hablaba con dificultad, y le ruegan que imponga la mano sobre
él. Él apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.
Y levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá, que quiere decir: ¡Ábrete!» (Mc 7,
32-33).

A menudo somos sordos para lo que Dios nos quiere decir a través de las palabras de los
quiere decir. Nos hemos taponado los oídos de tal que nos rodean.
manera que no puede penetrar la voz de Dios. 2. En el segundo paso de la curación, Jesús
Estamos a veces tan ocupados con nosotros mismos toca la lengua del sordomudo con saliva.
que no oímos cuando Dios nos llama. Tampoco Algunos traducen así esta frase: Jesús «es-
escuchamos lo que Él nos quiere decir a través de cupió y sostuvo firmemente la lengua.» Esto
nuestros prójimos. Cuando oímos, seleccionamos lo significa que lo que tiene que hacer en
que nos da seguridad y descartamos lo que nos primer lugar es frenar nuestro palabrerío
cuestiona. Por eso no percibimos los sutiles sonidos para aprender a hablar con corrección.
del otro cuando nos dice que su situación es difícil. Porque muchas veces nos escondemos tras
Oímos palabras, pero no escuchamos a la persona ni las palabras. Pronunciamos tantas palabras
al corazón que está pidiendo ayuda a gritos. para que a nadie se le ocurra preguntarnos
Y nos quedamos mudos. Quizá porque los otros por nuestra verdad. Por eso la necesidad de
no nos entienden; porque no nos dejan decir lo que acallarnos. El silencio nos pone ante
necesitamos decir; porque han abusado de nuestra nosotros mismos y ante Dios.
confianza. O puede que estemos mudos ante Dios Pero cuidado con quedarnos en el mero
porque nuestras palabras no hayan sido oídas; porque pensamiento bloqueando el encuentro con
tengamos miedo a manifestarnos ante las personas o Dios en el corazón. Probablemente nuestros
ante Dios. Preferimos escondernos detrás de una pensamientos serán muy piadosos, pero nos
gran cantidad de palabras, incluso piadosas, para que mantienen alejados de la posibilidad de
nadie note cómo nos va ni cómo están nuestros dejarnos tocar por Dios. En la meditación se
asuntos. trata de que Dios nos conduzca a nuestro
Jesús cura al sordomudo en cinco pasos, en los propio corazón y nos diga allí palabras que
que nos muestra en qué consiste realmente escuchar nos conmuevan, que nos revelen nuestra
y hablar, tanto a Dios como a los hombres porque las propia verdad y que nos curen, palabras que
dos cosas se deben practicar en esta cuaresma; el aplaquen la tormenta de pensamientos que
correcto oír y el justo hablar. hay dentro de nosotros, palabras de amor
1. Jesús primero mete sus dedos en los oídos del que susciten una profunda paz en nuestro
sordomudo; los pone sobre la parte herida. Nos interior.
muestra dónde estamos enfermos. Mantiene 3. En tercer lugar, Jesús eleva la mirada al
cerrados con sus dedos los oídos del sordo. Nos cielo. Jesús quiere conducir nuestra
tapona los oídos para que dejemos de oír el ruido mirada al cielo. Tal vez entonces podamos
que nos invade y nos impide oír. En los ratos de decir «sí» a nuestra vida; se nos ensanchará
reflexión y oración empecemos por cerrar los el corazón y sabremos que todo es bueno.
oídos para poder oír lo que Dios quiere decirnos, Con esa mirada al cielo, Jesús también nos
a escuchar la tenue voz de Dios en nuestro indica que el verdadero secreto del discurso
corazón. Y así también escuchar lo que Dios nos
Calla y Escucha
Buscar a Jesús en lo cotidiano
Ansel Grün
y de la escucha consiste en saber que es Dios distraer la atención sobre nosotros
quien nos habla desde lo profundo del corazón. mismos.
En cada palabra que pronunciamos deberíamos Jesús quiere liberarnos de las ataduras de
intentar hacer presente a Dios en este mundo nuestros miedos y nuestras obligaciones para que
expresando palabras que hagan sensible el amor aprendamos a hablar de verdad, a hablar de la
de Dios. Me pregunto: ¿Qué transmito yo con forma como se le debe hablar a Dios.
mis palabras, con mis diálogos?
4. En cuarto lugar, Jesús gimió; también se puede Esto significa aprender a establecer
traducir por «suspiró», expresando el esfuerzo de relaciones a través de nuestras palabras,
Jesús. Jesús lucha para que realmente nos expresar palabras de amor, que toquen al
decidamos por Dios, nos liberemos de todas las otro, que lo despierten a la vida, palabras
cosas de las que dependemos, salgamos de de ánimo que lo levanten, de vida, de
nuestro cautiverio interior y dejemos entrar consuelo, palabras que conduzcan a la
verdaderamente a Dios en nuestras vidas. Jesús libertad.
lucha contra mi enfermedad, mi mutismo y mi
sordera para que yo me abra a Dios con todos Llevemos esta reflexión a la vida diaria, al
mis sentidos. En su suspiro se hace evidente que trabajo, a lo que oigamos o hablemos durante el
Jesús sufre conmigo, que no se ocupa de mí día normal. Prestaremos atención a lo que
desde afuera sino que me deja entrar a su casa. oigamos y digamos para ver si realmente
Me abre su corazón para que yo encuentre paz escuchamos de corazón y hablamos desde el
dentro de él, para que en su corazón me cure y corazón. Practicaremos la escucha para percibir
sea salvo y desde allí me abra completamente a la voz de Dios entre las muchas palabras que
Dios. oímos.
5. Por último, y sólo después de estos cuatro pasos Y aprenderemos a hablar de tal manera que
viene la palabra redentora y liberadora: Jesús nuestras palabras salgan de un corazón amoroso.
dice al sordomudo: «¡Effatá!, que quiere decir:  Entonces sentiremos cómo nuestras
¡Ábrete!» El encuentro con Jesucristo tiene palabras tocan a la gente que nos rodea y
como finalidad abrir a Dios todos mis sentidos: la despiertan a la vida, sentiremos cómo
 los oídos para que pueda percibir de una surgen relaciones y el cielo se abre ante
nueva manera la voz de Dios, nosotros. Si escuchamos atentamente y
 los ojos para que pueda reconocer a Dios hablamos conscientemente experi-
en todo. Debo mirar mi vida con ojos mentaremos que se trata de escuchar la
nuevos para poder descubrir en ella la voz de Dios en todo y hacer sentir la voz
huella de Dios, de Dios con cada palabra. La palabra de
 debo renovar mi sentido del tacto para Dios siempre es de amor y creadora de
poder percibir el tierno amor de Dios en vida.
el encuentro con el prójimo, sobre todo
con el necesitado, y así: «encontrar a Oración
Dios en todas las cosas». Bondadoso Dios, abre mis oídos para que
Estamos abiertos cuando percibimos con perciban tu voz en estos días de Ejercicios, para
atención, cuando estamos conscientes y que pueda oír tu palabra con el corazón y me
despiertos andando, estando sentados o parados, deje transformar por medio de ella. Hazme
respirando u oyendo. sensible a los tenues impulsos a través de los
cuales me hablas. Abre mi boca para que te
En el sordomudo la apertura se muestra en que sus alabe y agradezca todo lo bueno que me has
oídos se abren y las ataduras de su lengua se sueltan. hecho. A través de tu Espíritu Santo hazme
Nosotros: capaz de levantar y animar a los demás con mis
 Tenemos miedo a decir lo que hay dentro de palabras; que sean palabras de amor que curen
nosotros porque podríamos salir heridos. y consuelen, que creen relaciones, que
 Nos encontramos bajo la presión de tener reconcilien y liberen, que abran un nuevo
que hablar siempre sobre los demás para horizonte, que hagan que el cielo se abra sobre

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Calla y Escucha
Buscar a Jesús en lo cotidiano
Ansel Grün
la indiferencia de los hombres, palabras que les
hagan saber que sus vidas son valiosas y únicas.
Amén.
Pautas para el ejercicio
1. Lee calmadamente la guía, subraya lo que resuena en ti. Resalta esas frases que te impactan.
2. Toma algunas de las frases subrayadas e inicia la conversación con Jesús. Puedes comenzar a
hablarle a partir de ella, o repetirla una y otra vez; convertirla en súplica, en petición, en
agradecimiento… Comienza, él te tomará de la mano para continuar, déjate llevar.
3. Toma la lectura de la curación del sordo mudo. Estos pasos te pueden ayudar:

 Acércate respetuosamente y con humildad a la escena de la curación, percibe, escucha, mira…


pon todos tus sentidos.
 Recuerda los cinco pasos de la curación: intenta apreciarlos uno por uno… céntrate en Jesús,
en lo que hace, en lo que dice, en el amor y la misericordia con la que actúa. Contempla su
lucha, su esfuerzo y acercamiento para liberar al sordomudo…
 Luego contempla al sordo mudo. Entra en su historia de silencio, de sordera, de aislamiento,
de incomunicación. Ahora fíjate en lo que siente y espera de este encuentro con Jesús; sus
ganas de ser curado, sus esperanzas… contempla lo que va viviendo, lo que va
experimentando, su alegría al pronunciar palabra, al escuchar infinidad de sonidos y voces:
acompáñalo a escuchar y distinguir ese concierto de sonidos que nunca antes escuchó.
Escucha las palabras que él pronuncia… las que dirige a Jesús, las que Jesús le dirige a él.
 Y ahora ponte en su lugar y deja que Jesús se acerque a ti.
 Recuerda cada paso. Contempla y experimenta lo que Jesús hace contigo. Hoy Jesús se acerca
especialmente a ti…
Jesús mete sus dedos en los oídos del sordomudo; los pone sobre la parte herida
Jesús toca la lengua del sordomudo con saliva
Jesús eleva la mirada al cielo
Jesús lucha contra mi enfermedad, mi mutismo y mi sordera para que yo me abra
a Dios con todos mis sentidos
Jesús dice al sordomudo:¡Effatá!, que quiere decir: ¡Ábrete!»
4. Cae en cuenta de lo que vas experimentando; las palabras que te vienen; lo que escuchas a Jesús;
los sentimientos que vives… Escríbelo y convérsalo con Jesús.
5. Vuelve ahora sobre las palabras que subrayaste; escúchalas, repítelas y déjate llevar por lo que el
Espíritu de Jesús te vaya impulsando (a quedarte en alguna, a dar gracias, a escuchar las palabras
que Jesús pone en tu corazón, a dejarte “trabajar” por el esfuerzo que Jesús hace con tus ataduras
y dependencias; a pedir que abra tus sentidos…) Recuerda, el punto está en ser dóciles al Espíritu,
en dejarnos llevar por Jesús. Abre tu corazón y tu disposición…
6. Toma la oración final, hazla tuya, cámbiale o agrégale palabras y frases… Anda escribiendo tu
propia oración.

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