Escuela Nacional de Antropología y Historia Año Académico : 2022/2023
Tarea : Resumen Cap. 2 Alessandro Duranti – Antropología Lingüística
- Teorías de la cultura.
La premisa de la antropología lingüística es que debe entenderse el lenguaje como
una práctica cultural, por lo que debe incluir un estudio de la noción de cultura. Nunca hasta ahora el concepto de cultura había sido tan controvertido ni tan duramente criticado desde todos los puntos de vista. En los últimos años se ha criticado en exceso el concepto de cultura. Muchos científicos sociales incluyendo algunos antropólogos, han contestado que la noción de cultura se identifica así con un programa colonial de supremacía intelectual, militar y política por parte de los poderes occidentales sobre el resto del mundo, que no puede ejercerse sin asumir una serie de engañosas dicotomías como “nosotros” y “ellos”, “civilizados” y “primitivos” “racional” e “irracional”, “educando” y “analfabetos”. La Cultura es lo que “otros” tienen, lo que los hace y mantiene diferentes, separados de nosotros. En el siglo XIX, la cultura era un concepto utilizado por los europeos para explicar las costumbres de los pueblos en los territorios que iban conquistando y poblando. Hoy en día, la cultura se emplea para explicar por qué las minorías y los grupos marginados no se integran fácilmente en las principales corrientes sociales ni se mezclan con ellas. La cultura como algo distinto de la naturaleza: Una de las perspectivas comunes de la cultura es que algo aprendido, transmitido, heredado de generación en generación a través de las acciones humanas, casi siempre tomando forma de una interacción cara a cara y, desde luego, mantiene la comunicación lingüística. Esta perspectiva mantiene permite explicar por qué cualquier niño, al margen de su herencia genética, crecerá siguiendo los modelos culturales de las personas que lo han educado. Un niño que ha sido criado en una sociedad diferente de la que ha nacido, se convertirá con el tiempo en un miembro más de la cultura de sus padres adoptivo, debido a la socialización lingüística, por medio de la cual adquirirá la cultura además del lenguaje de las personas con las que vive. La visión de la cultura como algo aprendido suele comprenderse a veces por oposición a la perspectiva de una conducta humana como producto de la naturaleza. ¿Que tienen de especial los seres humanos? La respuesta a esta pregunta radica en la encrucijada de la biología y la cultura, la herencia y la adquisición. No puede encontrarse mejor ejemplo que el lenguaje. La capacidad de aprender un lenguaje es de hecho independiente de la habilidad de oír sonidos, algo que puede observarse en el uso espontáneo del lenguaje de signos que hacen los niños sordos. Resulta,pues, patente que la adquisición del lenguaje, la naturaleza y la cultura interactúan de varias maneras para producir el fenómeno único de los lenguajes humanos. Boas tomó de Kant la idea de que nuestro intelecto es un fuerza superior de nuestra comprensión del mundo. La visión que Kant tiene de la cultura (Germán Kultur) como capacidad de establecer fines arbitrarios, una condición necesaria para la libertad humana. Este punto de vista se desarrolla más ampliamente en la Fenomenología del Espíritu de G. W. Hegel, lo cual entiende la cultura como la posibilidad de salir de nuestra visión limitada de las cosas y tomar el punto de vista de otro. Este proceso de socialización, en el cual el lenguaje cumple un papel importante, va dirigido a orientar la mente del niño y su conducta hacia modos de pensar, hablar y actuar que sean aceptables para una comunidad más amplia que la propia familia del niño (Mauss, 1935). Desde esta perspectiva, el lenguaje forma parte de la cultura. Más específicamente, los lenguajes sirven para cate go rizar el mundo natu ral y cultural. La cultura como conocimiento: Si la cultura se aprende, entonces una gran parte de ella puede pensarse en términos de conocimiento del mundo. Esto no significa solamente que los miembros de una cultura deban saber ciertos hechos o ser capaces de reconocer objetos, lugares y personas.También significa que deben compartir ciertos modelos de pensamiento, modos de entender el mundo, de hacer inferencias y predicciones. Conocer una cultura es como conocer un lenguaje, pues ambas son realidades mentales; y lo que es más, describir una cultura es como describir un lenguaje. SSegún la corriente cognitiva de la cultura, el cuerpo del lenguaje que requiere una participación competente en una comu nidad incluye tanto el conocimiento proposicional como el cono cimiento procedimental.egún la corriente cognitiva de la cultura, el cuerpo del lenguaje que requiere una participación competente en una comu nidad incluye tanto el conocimiento proposicional como el conocimiento procedimental. El primero se refiere a las creencias que pueden representarse por medio de proposiciones, mientras el segundo se refiere al la información del «know-how» o «cómo se sabe», que suele inferirse de la observación del modo en que las personas realizan sus tareas cotidianas y resuelven sus problemas. Los antropólogos cognitivos se basan en el conocimiento de las categorías lingüísticas y de sus relaciones para defender que formar parte de una cultura significa compartir (mínimamente) el conocimiento proposicional y las normas de inferencia necesarias para comprender si ciertas proposiciones son verdad (a partir de ciertas premisas). En algunos recientes trabajos sobre cultura y cognición, se ha abandonado la tarea de encontrar «normas» sobre el modelo de las reglas lingüísticas en favor de modelos que son aparentemente menos dependientes del formalismo lingüístico y del análisis lingüístico. Los psicólogos, filósofos y antropólogos argumentan que hay esquemas de categorías (o guiones) que están fácil mente a disposición de la mente humana y que forman entes naturales, categorías o conceptos sobre las que es posible realizar inferencias sin tener una «teoría» o «modelo» explícito. 2.2.1 La cultura como conocimiento socialmene distribuido: Decir que el conocimiento cultural está distribuido socialmente significa reconocer que (i) el individuo no es siempre el punto final de los procesos de adquisición, y (ii) no todo el mundo tiene acceso a la misma información ni utiliza las mismas técnicas para conseguir ciertos objetivos. El primer punto implica que el conocimiento no se encuentra del todo en la mente del individuo; también reside en las herramientas que la persona utiliza, en el entorno que permite que sean posibles determinadas soluciones, en la actividad conjunta de varias mentes y cuerpos que persiguen el mismo objetivo, en las instituciones que regulan las funciones de los individuos y sus interacciones. Esta diversidad en la distribución del conocimiento entre los participantes y las herramientas no solamente interesa a los campos más esotéricos, técnicos o especializados, también tiñe el resto de campos de la actividad diaria. No es una casualidad que sea el aprendizaje el modo de transmitir el conocimiento que más se ha extendido en el mundo, ya que es un sistema que limita la participación en la tarea, pero permite que una persona se sienta enteramente implicada en la misma.Tras haber observado el trabajo del maestro, poco a poco se permite que el aprendiz vaya haciéndose cargo de la tarea, esto significa que en cada estadio del aprendizaje, el aprendiz ya tiene una imagen de cuál será el paso siguiente, un modelo que se aleja bastante del que se fomenta en las escuelas, donde el aprendiz recibe una serie de instrucciones sin haber tenido experiencia de observar durante algún tiempo a los maestros haciendo su trabajo, y sin saber cuál es el fin o la necesidad que les conduce a ello. La idea de que el conocimiento está distribuido afecta a nuestra noción de lo que significa ser miembro de una cultura. En occidente, se supone que todos los miembros de una cultura participan del mismo conocimiento, pero este no es el caso en absoluto. Personas que proceden de diversos lugares del país, de familias distintas dentro de la misma comunidad y, en algunos casos, hasta dentro de la misma familia, pueden tener ideas totalmente dispares, sobre las creencias culturalesfundamentales (por ejemplo, la identidad o existencia de Dios) y distintas estrategias para interpretar los hechos y la resolución de los problemas. “todo individuo es, entonces en, sentido muy real, un presentante de, al menos una subcultura que puede abstraerse de una cultura generalizada de un grupo al cual pertenece” (Sapir 1949). Las personas pueden no ser conscientes del grado de diversidad que se expresa en su propia comunidad, y hasta podría sostener que las practicas lingüísticas son instrumentos útiles para perpetrar una visión homogénea de la cultura. El lenguaje, no solo como sistema de clasificación, sino como práctica, o forma de dar y recibir al y del mundo, nos viene con muchas decisiones, ya que tomadas sobre el punto de vista y la clasificación, aunque esto no significa que cuando dos individuos utilizan la misma expresión comparten necesariamente las misma creencias o la misma comprensión de una situación determinada, los estereotipos se producen constantemente mediante el uso reflexivo de las expresiones lingüísticas que presuponen el género, la raza o la diferencia de clase. Dentro de la antropología, los primeros trabajos teóricos, sobre cultura y personalidad que introdujeron, la visión alternativa de cultura como organización de la diversidad fueron los de Wallace, lo que caracteriza a la gente que comparte la misma cultura no es la uniformidad sino su capacidad de predecirse uno a otros. Tanto si la predicción es un factor como si no, sabemos que las comunidades prosperan, esto es, sobreviven con un grado aceptable de conflicto interno, no cuando todo el mundo piensa lo mismo, sino cuando pueden coexistir diferentes puntos de vistas. Cultura como comunicación: Decir la que cultura es comunicación significa entenderla como un sistema de signos. Es la teoría semiótica de la cultura, sostiene que la cultura es una representación del mundo, un modo de darle sentido a la realidad objetivizándola en historias, mitos, descripciones, teorías, proverbios, productos artísticos y espectáculos. Desde este punto de vista, los productos culturales de un puedo, por ejemplos de la apropiación de la naturaleza por los seres humanos por medio de su habilidad para establecer relaciones simbólicas entre los individuos, los grupos y las especie. Creer que la cultura es comunicación significa asimismo que para una comunidad debe comunicar su teoría del mundo para vivirla. 2.3.1 Levi- Strauss y el enfoque semiótico: Unos de los primeros ejemplos de la perspectiva de la cultura como comunicación se encuentra en el trabajo del antropólogo francés Levi-Strauss, todas las culturas son sistemas de signos que expresan predisposiciones básicas cognitivas profundamente enraizadas, que caracterizan el mundo en términos de oposiciones binarias. Levi- Strauss parte del supuesto de que la mente humana es la misma en todos los lugares, y de que las culturas son aplicaciones distintas de las mismas propiedades lógicas abstractas del pensamiento, que todos los seres humanos comparten y adaptan sus respectivas condiciones de vida. La visión de la cultura como comunicación se hace particularmente evidente en el uso que hace Levi- Strauss de algunos conceptos prestados de la teoría lingüística para explicar las relaciones entre las diferentes categorías culturales. Levi-Strauss aplico la teoría de la adquisición de los sonidos, del lingüista ruso Jakobson, a la distinción ente cultura y naturaleza. Los niños empiezan a dar sentido a los sonidos que oyen construyendo un sistema de oposiciones binarias que distinguen entre vocales y consonantes, por un lado, y una distinción trinitaria entre vocales. Clifford Greetz y el enfoque interpretativo: Para Clifford Geertz la cultura es comunicación, pero al contrario de Levi Strauss, no cree que las diferencias culturales sean variaciones de una idéntica e inconsciente capacidad humana para el pensamiento abstracto. Él se ha interesado más en crear un método de investigación que ponga de relieve el infinito proceso interpretativo que caracteriza a la experiencia humana. Su concepto de cultura que propuso es esencialmente un concepto semiótico. Creyendo con Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que el mismo ha tejido considero que la cultura es una urdimbre y que el análisis de la misma ha de ser, por tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significación. Las tramas de Greetz de las que nace la cultura deben desvelarse mediante cuidadosas investigaciones etnográficas y reflexiones que ponen de manifiesto diferentes